Login

LA VERDAD SOBRE CELESTIA

by SCRITTORE PASSIONE

Chapter 8: CAPÍTULO 8: AFECTO Y SUFRIMIENTO 1ª PART

Previous Chapter Next Chapter

Capítulo 8

AFECTO, SUFRIMIENTO Y POLÍTICA. 1ª PARTE

Habían pasado tres días desde que Twilight regreso a Ponyville y sus amigas la organizaron aquella fiesta. La unicornio invitó a todas a desayunar aquel día en la biblioteca porque quería contarles el caso de su hermano. En principió la poni pensó en hablar con ellas al día siguiente del festín, pero ella y Rainbow se levantaron con resaca, de modo que prefirió esperar. Ahora que ya habían trascurrido 72 horas desde la fiesta y la resaca estaba superada era mejor oportunidad para organizar un desayuno con todas sus amigas. Spike preparó avena y tostadas, mientras que Pinkie Pie aportó magdalenas, tortitas, pasteles, pastas y bollos, Applejack trajo zumo de manzanas preparado por ella misma. Aunque en total eran 6 ponis y un dragón era demasiada comida para un desayuno, o al menos eso fue lo que pensó Twilight antes de ver como nada sobraba en la mesa, la cual había sido agrandada por un hechizo, y se trajeron varias sillas prestadas por algunos de los vecinos de Ponyville. Spike se había comprometido en devolverlas cuando acabasen de desayunar.

Presidia la mesa Twilight; a su izquierda estaba Applejack seguida Rainbow Dash y Pinkie Pie; a la derecha de la unicornio morada se encontraba Fluttershy seguida de Rarity y Spike.

—Gracias por venir, chicas. Necesito contaros algo.

—Adelante, dulzura. Sabes que puedes confiar en nosotras—comentó Applejack mientras devoraba un tortita.

—Applejack, cariño. Te agradecería que no hablases con la boca llena—la regaño Rarity.

—Oh vamos, señorita costurera. No seas tan gruñona—la vacilo Rainbow Dash.

—No soy costurera, soy diseñadora de moda.

—Como quieras, disculpa—intervino Dash antes de volverse hacia Applejack y susurrarla al oído costurera suena mejor.

—Y remilgada—cuchicheo la poni granjera.

Applejack y Rainbow comenzaron a partirse de risa para sorpresa de las demás. Rarity tenía la sensación de que se estaban burlando de ella porque no paraban de mirarla. Spike debido a su fino oído de dragón había escuchado los comentarios y también se reía.

— ¿De qué vais los tres? ¿Os estáis riendo de mí?—interrogo la unicornio blanca.

—ja, ja, ja. No, bueno… ja, ja, ja un poquito sí. Ja, ja, ja. Es que no lo has…ja, ja, ja… puesto, ja, ja, ja… en bandeja. Ja, ja, ja, ja—contestó Dash haciendo que su amiga primero se sonrojase y luego se cruzase de pezuñas enfadada.

—Spike ¿Tú también?

—Lo siento. No me podido contener—respondió el dragoncito sin dejar de reírse.

— ¡Sois un trío de tontos!

— ¡Ya vale! Sabéis que me gustan las bromas pero esto no es gracioso. Además Twilight tenía algo importante que decirnos—protestó Pinkie Pie sorprendiendo a todos los presentes. La poni rosa tenía una mirada muy seria, algo muy inusual en ella.

Normalmente la poni rosa era la bromista del grupo por excelencia, pero en esta ocasión aquello no le parecía divertido. Rainbow, Applejack y Spike se estaban pasando con Rarity, una cosa era una broma pero la estaban llevando al extremo. Además estaba claro que Twilight tenía algo que decir, debían escucharla.

La aptitud de Pinkie hizo que las risotadas cesasen y todo el grupo se sumiera en el silencio.

—Vale. Twilight, explícanos lo que sea.

La unicornio purpura dio las gracias a Pinkie por cederle la palabra, después comenzó a explicar el tema de su hermano y Cadence. Todas escuchaban la historia en completo silencio. Fluttershy se entristecía mientras escuchaba; la princesa Cadence y Armor se quería mucho, y pensar que debido a un lamentable malentendido ambos habían terminado enfadados, que lastima. Rainbow Dash comenzaba a sentirse furioso contra el príncipe Bluebloob, el muy miserable había insultado a Twilight y a Shining Armor. Applejack y Spike se sorprendieron bastante al saber que Twilight había abofeteado a su hermano, era impropio de ella. Toda esta anécdota dejo de piedra a los oyentes pero sirvió para que a Rarity se le pasase el enfado y a los demás las ganas de reírse.

—Y esto es todo, chicas.

—Lo siento, dulzura. ¿Estás bien?

—Sí, estoy bien.

—No lo estas, Twilight. No mientas—intervino seriamente Spike haciendo que todas la mirasen.

—En serio, Spike. Estoy bien.

—Entonces ¿Por qué tienes esa mirada?

— ¿Cuál mirada?

—La misma que se pone cuando algo te ronda por la cabeza. A mí no puedes engañarme tan fácilmente. Tú me has criado ¿Recuerdas? Eres como mi madre, y te conozco perfectamente. ¡Oh, por el amor de Artemisa! Estamos todos aquí. ¿Cuándo vas a explicarnos realmente lo que te ocurre?

—Te estás pasando, dragoncito.

— ¡No! Tú te estás pasando, Twilight Sparkle. Reúnes al grupo y luego no te sinceras con sus miembros, aquí presentes.

De pronto Applejack dio un golpe en la mesa.

— ¡Ya basta, Spike! No la presiones más. Ya ha dicho lo que tenía que decir.

—No, Applejack, tú no lo entiendes. Ninguna parecéis entenderlo. Hay algo que le reconcome la cabeza a Twilight, no sé qué es, pero sea lo que sea no se atreve a decirlo. Todas me tomáis por un niño pero a mí me ha criado ella, es como mi mamá y sé que hay algo que la atormenta.

Las amigas de Twilight miraron primero al dragón y luego a la unicornio.

—Dulzura, si Spike tiene razón… si hay algo que te estás guardando entonces dínoslo—pidió Applejack.

—Tiene razón, cariño. Dinos lo que sea—intervino Rarity.

—En serio, no pasa nada más.

La unicornio purpura finalmente estallo.

— ¡Esta bien! ¿Queréis saber lo que me pasa? ¡QUÉ ES TODO UNA MIERDA! ¡¿Por qué ha tenido que pasar esto?! Cuando firmamos la paz con Chrysalis creí que todo volvería a la tranquilidad, y ahora de golpe surge esta situación. ¡Es todo una mierda! ¿Por qué no podemos estar tranquilas? ¿Por qué Artemisa nos pone a prueba tan de seguido? Primero nos secuestraron, después nos maltrataron en las mazmorras de los changelings, participamos en la batalla de Canterlot, donde podríamos haber muerto. ¿Y todo eso para qué? Para qué Blueblood nos insulte a Shining y a mí. Y luego el caso de mi hermano ¿Por qué él fue tan tonto? ¿Por qué yo le pegue? ¿Por qué Cadence le desterró del Imperio de Cristal? ¡¿Por qué ha sucedido todo esto?! ¡MALDITA SEA!—comentó furiosa la poni morada antes de derrumbarse encima de los hombros de Fluttershy, quien estaba sentada a su derecha, y comenzar a llora.

—Ahora lo veo claro, Twilight. Te has estado callando todo esto hasta ahora mismo—intervino Spike haciendo que todas le mirasen menos la unicornio purpura, quien seguía con la cabeza apoyada en los hombros de la pegaso amarilla mientras lloraba—Lo sucedido en las mazmorras de Changelopolis y en la batalla de Canterlot te afecto bastante, pero te callaste. Hiciste como que te resbalaba pero nunca te ha resbalado. Has estado cargando con ese lastre todo este tiempo.

Las otras 5 manes miraron a Spike de forma interrogativa. ¿Tenía razón? ¿Twilight se había quedado afectada por todo aquello? Y si era así ¿Cómo es que nadie se dio cuenta en su momento?

—Twilight. ¿Eso es verdad? ¿Tiene razón, Spike?—preguntó Applejack.

La unicornio violeta seguía llorando y no dijo nada, únicamente asistió lentamente con la cabeza. La afectada se encontraba muy nerviosa y respiraba agitadamente. A todo el grupo se le partió el alma en dos ante el sufrimiento de su amiga. Pinkie Pie había adoptado la expresión de Pinkamena y un par de lágrimas cayeron de sus ojos. Fluttershy también tenía ganas de llorar pero no lo hizo, pensaba que su obligación en ese momento era mantenerse calmada para animar a su amiga, la pegaso amarilla se limito a sostener a Twilight y dejar que esta llorase para desahogarse. Los demás no derramaban lágrimas por fuera pero por dentro si lo hacían.

—Tiene sentido, dulzura. Cuando estuvimos capturadas en Changelopolis tú fuiste la única en ser torturada. Y en la batalla de Canterlot fuiste la que más cerca estuvo de la muerte, y además casi mueres a causa de Celestia, que para ti es como una segunda madre—volvió a platicar la poni granjera—Luego tú nos contaste que Celestia fue denunciada por tus padres, aunque acabasen retirando la denuncia, y que desde entonces los tres no se hablan entre ellos. Además tuvimos que mediar con los acuerdos de paz. Y ahora ocurre el caso de tu hermano y tu cuñada. ¡Santos corrales! Has estado cargando con todo esto sin hablarlo con nadie ni quejarte nunca de nada; con razón estás tan afectada.

— ¿Por qué nos lo dijiste? Pudiste haber hablado con nosotras desde el principio, o con tus padres—intervino Rarity.

La afectada dardo unos segundos en responder.

—No quería que pensaseis que era una cobarde, o que pasaba de mis obligaciones como elemento de la armonía—contestó nerviosamente Twilight, que seguía llorando encima de Fluttershy.

—Heiii. Un segundo. Ninguna hemos pensado nunca que seas una cobarde, eres muy valiente, Twilight, pero deberías haberte sincerado con nosotras desde un principio—intervino Rainbow Dash.

Después de este último dialogo nadie dijo nada más durante un rato. Todo el mundo prefirió que la la poni violeta terminase de desahogarse. Twilight aun lloró un poco más hasta que poco a poco se fue calmando.

—Me siento estúpida. Pensareis que soy una potrilla.

—No, Twilight. Nadie piensa eso—intervino la pegaso amarilla.

—Gracias, Fluttershy, y perdona por tener que cargar conmigo.

— ¿Para qué están las amigas?—contestó la pegaso mientras abrazaba a la unicornio, las otras ponis y Spike se sumaron al abrazo.

—Gracias. No sé qué haría sin vosotros—contestó la unicornio purpura sonriendo.

Twilight sintió el calor del grupo. Hasta hacía un momento estaba muy disgustada pero ahora estaba feliz. Se sentía arropada y protegida por sus amigas y Spike. Sabía que la querían, y ahora también entendía que no solo no la consideraban una cobarde, sino que además se sentían satisfechos con ella y estaban dispuestos a ayudarla. La unicornio purpura se seco los ojos con la pata delantera izquierda y sonrió abiertamente.

—Spike, toma nota, por favor.

— ¿Vas a escribir una carta a Celestia?

—Sí. Aunque ya estoy graduada ella para mí sigue siendo mi maestra. También enviare una copia a mis padres.

Estimada profesora:

Tenía miedo de exteriorizar mis sentimientos y frustraciones por temor a que todos pensasen que era una cobarde, o que no me tomaba las cosas en serio. Mis amigas y Spike me demostraron que estaba equivocada y que guárdamelo todo para mí me hacía mucho daño.

Los amigos y la gente que te importa están siempre dispuestos a ayudarte, pero difícilmente pueden hacerlo sin tú no confías en ellos y les pides ayuda. Del mismo modo yo también estaré dispuesta a ayudar a los demás cuando lo necesiten.

Tu fiel alumna ahora y por siempre.

Twilight Sparkle.

—Ya está todo.

—Gracias. Ahora haz una copia para mis padres. Cambia el estimada profesora por queridos papá y mamá y tu fiel alumna ahora y por siempre por vuestra hija. Luego envía ambas cartas.

— ¿Spike puede enviarle cartas a tus padres? Creía que solo podía enviárselas a Celestia.

—No exactamente, Dash. Spike tiene un hechizo de contacto para comunicarse con Celestia y con mis padres. Puede enviarles cartas a cualquiera de ellos, pero no puede enviárselas a otros ponis. Es lógico si lo piensas. Desde que me mude a Ponyville cada vez veo menos a mis padres, de esta manera mantengo el contacto con ellos, aunque sea por escrito.

— ¿Y tu hermano, Shining Armor, también puede comunicarse con Spike?

—Lamentablemente no. Al principio el hechizo solo abarcaba a mi mentora, cuando ella me envió aquí fui antes a ver a mis padres para ampliar el hechizo con ellos y con mi hermano, pero en aquel entonces yo no sabía que el hechizo tenía un máximo de tres usuarios, de modo que entre Celestia y mis padres ya se cumplía el cupo, por eso Shining no pudo ser incluido.

EN EL IMPERIO DE CRISTAL

Cadence se encontraba en el escritorio de su habitación estudiando unos documentos cuando llamaron a la puerta.

—Adelante.

Entró Gea.

—Buenos días, alteza. El príncipe Blueblood ha venido a visitarla.

— ¿Mi primo esta aquí? Qué raro. Normalmente no le gusta venir de visita.

— ¿Le dejo pasar?

—Sí, claro.

« ¿Qué otra opción queda que recibirle? Seguro que no vendrá para nada bueno» pensó Cadence mientras el visitante entraba en su cuarto.

—Hola, prima. Tienes buen aspecto—dijo el semental abrazando a la princesa.

—Hola, Blueblood. ¿Qué haces aquí?—respondió Cadence devolviendo el abrazo sin ningún interés.

—Vine en cuanto me entere.

— ¿De qué te enteraste?—respondió la yegua alejándose un par de pasos del semental.

—De lo que ese plebeyo, que tienes por marido, te hizo. Quiero que sepas que estoy de tu parte. De hecho he realizado una lista de los mejores abogados de Equestria—respondió el principejo pasándole un papel a la princesa de cristal, quien lo tomo, lo miró un momento sin el más mínimo interés y se lo devolvió a su primo.

— ¿Y para qué quiero yo semejante listado?

—Es obvio. Necesitarás un letrado para tramitar tu divorcio.

— ¿Mi divorcio?

—Bueno… Me imagino que después de lo sucedido no seguirás casada con semejante impresentable.

—Gracias por tu interés, pero es mejor que te vayas.

—Yo solo quiero ayudarte.

—Te lo agradezco pero no necesito tu ayuda.

—Es decir, que vas a seguir casada con ese sujeto.

—Lo que yo haga o no con mi matrimonio no te incumbe.

—Oh, por favor… Te insulto y calumnio.

La princesa miró fijamente a su primo.

— ¿Y tú cómo sabes todo eso?

—Todo Canterlot lo sabe. El miserable de Armor va gritando a voces que tú le pones los cuernos y por eso le expulsaste del Imperio de Cristal para poderte ver a solas con tu amante.

— ¡Mientes!

—No, no miento. Incluso se presento como un loco en la sala del trono para quejarse de ti a nuestra tía Luna.

— ¿Y por qué debería confiar en ti? Tú nunca aprobaste nuestro noviazgo ni tampoco te ha parecido bien nunca nuestro matrimonio.

—Piensa lo que quieras, pero sabes que yo nunca miento.

—Entonces ¿Por qué nuestras tías me han escrito contándome lo que realmente sucedió con mi esposo en Canterlot?

« ¿Celestia y Luna escribieron a mi prima? Malditas, siempre se adelantan a mis jugadas» pensó el principejo.

—No sé nada de ninguna carta de nuestras tías. Posiblemente ellas solo quisiesen tranquilizarte.

De pronto llamaron a la puerta.

—Adelante—respondió Cadence.

—Buenos días a todos. Le dije a la doncella que no anunciará, quería sorprenderos.

Tanto la princesa como su primo se mostraron sorprendidos de esta visita. Se trataba de Celestia.

—Ti… tía—intervino el príncipe.

—Hola, Blueblood. Espero que no estuvieras molestando a tu prima.

—Yo… esto…

—Ha venido a sugerirme que me divorcie.

—Pues yo he venido a aconsejarte lo contrario.

— ¡Este matrimonio se tiene que acabar! Ese tal Armor no es digno de estar en nuestra familia.

—Márchate de aquí, sobrino.

—Ya no soy un potrillo, y tú ya no eres princesa. No tienes derecho a darme órdenes. Siento decírtelo tía pero tú ya no pintas nada—contesto furioso Blueblood a Celestia.

— ¡¿Cómo te atreves?! ¡Celestia fue quien nos crio! ¡¿Cómo osas hablarle a nuestra tía en ese tono?!—respondió Cadence mirando con irá a su primo— ¡Fuera! Ahora estás en mis dominios, y nunca más volverás a ellos.

De pronto el cuerpo de Blueblood comenzó a levitar, la puerta de la habitación se abrió y fue lanzado de golpe al exterior estampándose contra el suelo.

—Cadence, ya basta. Es tu primo—intervino Celestia.

Los tres ponis habían salido al pasillo.

—No necesito que me defiendas, tía.

—No te perdonaré esta ofrenda a nuestra familia. No quiero volver a verte, miserable—intervino la princesa de cristal.

—Me las pagarás, prima, juro que te arrepentirás de esto.

De pronto Celestia se puso entre medias de sus dos sobrinos.

—Ya es suficiente. Sois primos y os habéis criado juntos. Disculparos entre vosotros.

—No pienso pedir disculpas a esta loca. Nosotros somos una familia real, una familia sagrada. La sangre de los fundadores y los reyes de Equestria corre por nuestras venas. Y esta miserable primero se casa con un unicornio plebeyo contaminando su plasma, y ahora resulta que está embarazada. Su hijo será un mestizo, con sangre real y sangre ordinaria al mismo tiempo. ¿Y soy yo el malo de esta historia?

— ¡FUERA DE AQUÍ! ¡¿Mi marido indigno de esta familia?! ¡Tú eres el único indigno! ¡¿Qué has hecho tú por nuestra familia?! ¿Qué has hecho por la Corona, o por Equestria? ¡Nada! ¡Nunca haces nada de provecho, solo ofendes a los demás! ¡Y encima llamas mestizo a mi hijo! ¡TE ODIOOOO!—respondió Cadence completamente fuera de sí. Aquel miserable había insultado a su marido y a su hijo, un hijo que aun no había nacido y sin embargo era igualmente insultado por Blueblood.

—Por favor, sobrina, cálmate. Blueblood, tu padre, mi hermano, no era como tú. Él siempre trato a los demás con amabilidad y respeto, sin importar si eran nobles o plebeyos. Tú por contrario ofendes a tu familia, a los tuyos… Antes no eras así, de niño eras más juicioso y respetuoso…

— ¡Ahora resulta que el villano de esta familia soy yo! Y me lo dices tú. ¿Tú? Que trataste de asesinar a tu hermana.

Celestia de pronto se quedo en blanco con la mirada perdida.

— ¿Tía? ¿Qué le pasa, tía?—intervino la princesa completamente asustada, de pronto miró a su primo con ida— ¡Guardias! ¡A mí la guardia!

De pronto varios soldados aparecieron en el pasillo. La princesa les ordenó que acompañasen a Blueblood hasta Canterlot.

—Sí vuelves a pisar el Imperio de Cristal la próxima vez mandare que te trasladen a las mazmorras. No quiero volver a verte.

— ¡Me voy pero te arrepentirás de esto!

Los militares se llevaron al príncipe, Cadence se volvió hacia su tía que seguía sin reaccionar salvo por el hecho de haber llorado. La princesa introdujo a Celestia en el dormitorio, y la hizo sentarse en la cama junto con ella. Durante varios minutos ninguna de las dos dijo nada, la alicornio más joven únicamente se dedicaba a acariciar la melena de su tía, en la dirección del pelo, y un par de veces la beso en la mejilla derecha. Poco a poco Celestia empezó a calmarse.

—Gracias, mi niña. Sin embargo Blueblood tiene razón, Luna estuvo a punto de morir por mi culpa. Yo no soy digna de esta familia. No me merezco el cariño de mi hermana ni tampoco el tuyo.

—No digas eso. Tía Luna ya me escribió contándome lo sucedido, ella te ha perdonado y yo también. Sé que todo esto ha sido difícil para ti, pero no tienes que cargar con todo tú sola. Luna y yo estamos dispuestas a ayudarte.

— ¿Luna te escribió? ¿Cuándo?

—Poco después de que tú confesases todo a la prensa. ¿Quieres ver la carta?

—Sí, por favor.

La princesa se dirigió a un cajón cerrado con una cerradura mágica, introdujo su cuerno en él, lo hizo brillar y el cajón se abrió; del interior la poni saco una misiva que le paso a su tía, esta última comenzó a leerla.

Querida sobrina:

Seguramente ya habrás leído las declaraciones que tu tía Celestia ha hecho a la prensa. Yo no estaba a favor de tales confesiones, porque como consecuencia de las mismas ahora toda Equestria se volcará contra mi hermana.

Tienes que entender, mi niña, que aunque tales confesiones son totalmente ciertas también es verdad que Celestia fue purificada por los elementos de la armonía, por tanto ya no es la misma poni que era cuando cometió tales errores. Merece ser perdonada, y es moralmente nuestra responsabilidad perdonarla y ayudarla a superar sus males. El gobierno y el pueblo se han manifestado en su contra. La pobrecilla esta arrepentida, quiere rectificar pero nadie parece darla ninguna oportunidad para ello.

Sé que tú siempre le has tenido mucho cariño a mi hermana. Ella fue quien te crio desde que eras un bebe, es como tu madre; por eso te pido que no pienses tanto en la prensa o en los errores de Celestia, piensa en todo el amor que has recibido de ella. Quiérela mucha, mi niña, te necesita, nos necesita a ambas. Yo por mi parte prometo hacer todo lo que esté en mi pezuña por ayudarla, pero tú también debes apoyarla.

Twilight Sparkle piensa igual que yo, ella misma ha perdonado a Celestia y se ha mostrado comprensiva y cariñosa con ella.

Te dejo, que ya sabes que no soy buena dando discursos y menos aun escribiéndolos.

Un beso y un abrazo de tu tía.

Luna

Celestia termino de leer la carta con lágrimas en los ojos. Prácticamente era una declaración de todo el afecto que Luna sentía por ella.

— No soy digna. No me merezco el cariño de mi hermana. Yo la maldije, la exilie de Equestria por un milenio y trate de asesinarla junto con Twilight Sparkle—dijo la alicornio blanca antes de tumbarse en la cama boca abajo y hundirse en un mar de lágrimas.

—Todo eso ya paso, tía. Luna y Twilight ya te han perdonado, saben que estás arrepentida. Y yo estoy dispuesta a permanecer a tu lado.

—Te quiero mucho, mi niña—dijo la alicornio blanca abrazando con fuerza a su sobrina.

—Y yo a ti. No te reprocho nada. Eres como mi madre. Te prometo que todo se solucionará, los padres de Twilight al final se reconciliaran contigo, y Equestria acabará olvidándolo todo—Cadence sin pensarlo se recostó de pronto encima de su tía, fue como un impulso, cuando se dio cuenta se sonrojo y se levanto de golpe—Perdón, me he dejado llevar.

—No tienes que disculparte, de niña muchas veces te quedabas dormida en mi regazo—respondió la unicornio blanca secándose las lágrimas y sonriendo a su sobrina.

—Sí pero entonces era una potrilla, ahora que soy adulta no debería…

—Oh, Cadence. Tú para mí siempre serás mi niña, no importa cuánto crezcas, ven.

Celestia se situó en la cama, con la espalda y la cabeza apoyada en la almohada y los cascos estirados. Cadence conocía esa postura, la sobrina tímidamente se subió en la cama y se recostó boca arriba encima de su tía como cuando aún era una niña, la unicornio blanca comenzó a acariciar las crines de la princesa. Cadence empezó a sentir un cierto calor maternal.

« ¿No debería ser yo quien animase a Celestia y no a la inversa?» se pregunto Cadence para si misma.

La princesa de cristal nunca había conocido a sus padres, ellos fueron asesinados cuando ella aun era una bebe, los responsables fueron un grupo de aristócratas rebeldes que pretendían matar a toda la familia real para subir al poder. Este grupo conocido como "Di razza pura" predicaban la soberanía de los unicornios sobre todas las demás razas, y consideraban que los pegasos y ponis terrestres debían ser sus esclavos; en tanto que los alicornios debían dedicarse únicamente a mover los astros pero como un servicio sacerdotal sin funciones políticas. "Di razza pura" habían matado primeramente a los padres de Blueblood y luego a los de Cadence; por aquel entonces Luna continuaba exiliada en la luna, de modo que Celestia tuvo hacerse cargo de la crianza de sus dos sobrinos. Afortunadamente los rebeldesal final se extinguieron, algunos murieron peleando contra los soldados equestrianos, la gran mayoría fueron arrestados y posteriormente juzgados y condenados a muerte; finalmente su cúpula cayó y con ella toda la organización. A partir de la desaparición de estos criminales la pena de muerte quedo abolida en Equestria.

Cadence y Blueblood habían sido educados por Celestia. Sin embargo no siempre ambos primos habían tenido la misma personalidad. De niño Blueblood fue muy tímido hasta la llegada a la adolescencia, esto le dificultaba el trato con otros potrillos de su edad; además él no tenía talento para la magia, por lo que nunca ingreso en la academia de hechicería de Celestia, sino que fue a un instituto privado para aristócratas. Cadence por el contrario era mucho más sociable y atrevida, y mucho mejor con sus poderes por lo que se matriculo en la escuela de su tía, a pesar de todo ambos se querían mucho dado que habían sido criados casi como hermanos. Todo esto cambio con la llegada de la adolescencia. Blueblood al estar en un colegio donde todos eran nobles empezó a frecuentar cada vez más con grupos juveniles de aristócratas, quienes miraban a la plebe por encima del hombro, esto hizo que se volviera cada vez más elitista. Por el contrario en la academia de Celestia el alumnado era más variado; había algunos nobles pero también había muchos plebeyos y eso facilitó que Cadence se juntase con chicas de su edad sin distinción de su clase social. Además la forma de comportarse de ambos jóvenes era totalmente opuesta; Blueblood nunca dejaba que nadie del colegio le tutease, ni siguiera los profesores o los directivos del centro. Cadence por el contrario siempre recurría al tuteo, no le gustaba que los otros estudiantes la llamasen alteza ni le hiciesen reverencias, ella prefería ser tratada como una alumna más no como alguien especial; la sobrina de Celestia tomaba ejemplo de su tía, quien en la academia se hacía llamar profesora Celestia no princesa, y nunca recurría a reverencias con sus propios estudiantes o con los otros profesores.

Fue en su último año en la academia cuando la princesa de cristal conoció a Twilight Sparkle. A Blueblood nunca le gustó que su prima frecuentase con las clases medias, ni tampoco que se ofreciese a ser la niñera de una plebeya; a partir de entonces la relación entre ambos primos cayó en picado; y cuando Cadence anunció que se había enamorado de Shining Armor ambos dejaron de hablarse. Blueblood nunca acepto el noviazgo ni el matrimonio de su prima.

— ¿Y tú y Shining, cariño? ¿Piensas volver con él?

—No lo sé. Me da miedo pensarlo. Él también lo ha pasado mal, yo le quiero pero por lo visto no confía en mí. ¿No debería ser yo la que te mimase a ti?

Celestia no respondió a la pregunta, solo se limitó a reírse para confusión de su sobrina.

—Él te ama muchísimo. Luna ha sido testigo de su arrepentimiento. Su propia familia le reprocho su conducta. Quiere disculparse pero no puede hacerlo si tú no le dejas, cariño. Para que una relación funcione ambas partes deben poner de su parte y ceder un poco ante el otro.

—Lo sé. Ambos tendremos que poner de nuestra parte si queremos estar juntos.

—Eso es, tesoro. Cede un poco.

—De acuerdo, me reuniré con Shining para hablar con él pero no aquí.

—Donde y cuando tú quieras—contestó Celestia acariciando la melena de su sobrina.

—Esta situación debe parecerte ridícula ¿Verdad? Soy una yegua adulta, casada y embarazada pero aquí me tienes mimoseando como una potrilla.

—Todos necesitamos que nos mimen de vez en cuando.

—En tal caso yo debería mimarte a ti y no a la inversa.

—Ya lo has hecho, mi niña. Todo el cariño que me has dado antes me ha hecho reaccionar. Tú ya te has ocupado de mí, ahora deja que yo me ocupe de ti.

De pronto llamaron a la puerta.

La princesa de cristal se levanto de la cama y contestó adelante. Entró Gea anunciando que los señores Twilight Velvet y Night Light habían venido a visitarla.

«Caramba. Hoy debe ser el día oficial de las visitas»

—Que pasen.

Entraron en la instancia los padres de Twilight, sorprendiéndose de la presencia de Celestia, a quien prefirieron no mirar. Ambos visitantes hicieron una reverencia a la princesa de cristal pero está última se limito a abrazar a sus suegros.

—No me esperaba vuestra visita, pero me alegra que estéis aquí.

—Queríamos hablar contigo. Nuestro hijo nos contó vuestro malentendido, comprendemos que estés molesta, pero él te quiere…—comenzó Velvet pero la princesa la interrumpió.

—Yo también le quiero y le he dicho a mi tía Celestia, aquí presente, que voy a reunirme con él para hablar del asunto; pero antes quiero que nosotros cuatro platiquemos tranquilamente pero no en este cuarto, que no cabemos, mejor en uno de los salones.

EN PONYVILLE

Twilight ya estaba más calmada, y el grupo se dispuso a recoger los restos del desayuno. Rainbow Dash devolvió las sillas prestadas, Twilight recogió la mesa e hizo que recuperase su tamaño normal, Applejack, Spike y Fluttershy lavaron los platos y demás cacharros. Pinkie Pie regreso a la pastelería porque los Cake la esperaban para que comenzase su jornada laboral. Rarity se marcho a su casa donde la esperaba su hermanita, Sweetie Belle.

Mientras fregaban los cacharos la poni granjera, la pegaso amarilla y el dragoncito conversaban en voz baja entre ellos.

—Soy un bocazas. No debería haberle dicho nada a Twilight.

—No, Spike. Hiciste lo correcto. Twilight estaba cargando ella sola con demasiadas cosas, y no quería admitirlo ni pedir ayuda a nadie. Ese lastre la estaba haciendo mucho daño. Gracias a ti y a Fluttershy ha podido desahogarse, y ahora podrá empezar a relajarse aunque al principio le cueste un poco—contestó Applejack.

—Applejack tiene razón. Hiciste lo que debías. Todas lo pensamos—intervino la pequeña pegaso.

—Gracias, chicos.

—Je, je. Parece que el nene dragón está madurando—contestó Applejack rodeándole el cuello con una de sus pezuñas delanteras al reptil mientras que con la otra le rascaba la cabeza.

— ¿Podemos continuar lavando los trastos?—intervino el dragón apartándose de la poni granjera.

Nada más entrar a la Boutique del Carrusel, que para Rarity era su tienda y al mismo tiempo su vivienda, la unicornio se encontró de golpe con su hermanita en la entrada.

—¡Que morro tienes, hermana mayor!

—Hola, Sweetie Belle.

—Hola, pero que coste que sigo enfadada por no dejarme ir a casa de Twilight.

Rarity suspiro. La unicornio recordó entonces que cuando su hermanita pequeña se mudo a vivir con ella el primer día fue muy difícil para las dos. Rarity siempre había sido muy organizada y perfeccionista, y no estaba acostumbrada a convivir con nadie y menos con una niña, ni tenía suficiente paciencia para ello. Todo esto hizo que Sweetie Belle se sintiese herida sin que su hermana mayor se diera cuenta. Cuando Rarity finalmente fue consciente de sus errores intento disculpase, pero no tenía mucha practica en tratar con potrillas, por ello sus disculpas no tuvieron ningún éxito. Afortunadamente para las dos Applejack y Apple Bloom hicieron de mediadoras. Finalmente ambas unicornios se reconciliaron durante una competición conocida como "La hermandad de los cascos". Desde entonces Rarity se había prometido a si misma tener más paciencia con su hermana pequeña, no quería volver a cometer los mismos errores.

—Vayamos a la cocina, por favor—pidió Rarity.

—Vale—aceptó Sweetie Bell de mala gana.

Las dos se fueron y entraron en la cocina, en donde la unicornio mayor pidió que ambas se sentaran. Sweetie Bell fue la primera en tomar asiento mirando furiosamente a Rarity, esta última se sentó frente a la niña.

«No debo ponerme nerviosa. He de controlar mis gestos y mi tono de voz, Sweetie es muy sensible» pensó la unicornio mayor.

—Bueno… Sweetie Bell, no quiero que estés enfadada conmigo…

—Pues lo estoy, seguro que Pinkie os trajo un montón de dulces y no me invitaste.

—Oh vamos, Sweetie, te deje preparado el desayuno antes de irme. Ya te explique que Twilight necesitaba hablar con el grupo.

— ¿Y por qué yo no podía ir? Vamos a ver…

—No era ninguna fiesta como la de hace tres días. Twilight nos contó algo a todas.

— ¿Y qué es ese algo?

—No puedo decírtelo.

— ¡¿Por qué no?!

—Porque es muy personal. Si tus amigas te confesasen un secreto tú te lo callarías ¿Cierto? ¿O es que lo hiráis predicando a voz en grito? Di ¿Lo contarías?

La pequeña unicornio miro a los ojos a su hermana mayor.

—No, supongo que no lo diría—reconoció Sweetie Bell.

—Entonces supongo que entiendes porque no puedo decirte lo de Twilight.

—Sí, supongo que lo entiendo.

—Espero que no sigas molesta conmigo.

La niña miro a la poni adulta y luego bajo la cabeza. Rarity en el fondo tenía razón, si Twilight tenía problemas era normal que se apoyase en sus amigas.

—Vale, lo siento—intervino Sweetie Bell mirando levemente a su hermana mayor.

—No importa. Ah, se me olvidaba. Me he dejado una bolsa en la entrada de la casa. ¿Puedes traerla? Dentro hay una cosa para ti.

— ¿Para mí? ¿Qué es?—pregunto la niña muerta de curiosidad.

—Si traes la bolsa a la cocina te lo enseño.

— ¡Sí, señora!—contestó la pequeña saliendo corriendo de la cocina y volviendo a toda prisa con la bolsa.

— ¿Es esta?—preguntó la menor sosteniendo una bolsa totalmente blanca, sin ningún logotipo ni letras.

—Esa es. Mira en su interior.

Sweetie Bell abrió la bolsa y vio que había un envoltorio dentro. Era un papel de color rojo, lo rompió y lo que vio dentro le extraño, era un segundo envoltorio de color blanco, lo rompió también mientras su hermana la miraba de reojo. La niña quedo asombrada cuando vio aquel contenido, eran dulces: magdalenas, suizos, cruasanes, galletas y pastelillos de chocolate y merengue.

— ¿Y esto, Rarity?

—Permíteme explicarte.

Rarity comenzó a explicarla a su hermana la procedencia de aquellos dulces mientras tenía un flashback.

Ayer al mediodía mis amigas y yo nos encontrábamos en la granja de Applejack, estábamos recolectando manzanas. Twilight aprovecho entonces para invitar al grupo a desayunar con ella al día siguiente.

¡Otra fiesta! Llevaré muchos dulces para la ocasión.

Solo es un desayuno, Pinkie Pie.

Da igual, Twilight. Yo llevaré muchos dulces.

Yo puedo traer zumo de las manzanas que hemos recogido—se ofreció Applejack.

Es buena idea esa de desayunar todas juntas—reconoció Rainbow Dash.

Hablare con los Cake para que me dejen prepararlo todo para mañana—comento Pinkie.

Tampoco es necesario que te traigas media tienda—rio Dash contagiándonos su risa a todas.

Pinkie, si no te es mucho follón podrías, por favor, prepararme aparte unos pocos dulces para llevárselos después a Sweetie Bell—dije yo.

Yo también quiero algunos para mis hermanos y mi abuela—se encapricho Applejack después de mí, es una copiona.

Vale. Primero preparare los dulces del desayuno, y luego aparte me ocuparé de vuestros encargos.

Aquí termina el flashback y el relato de Rarity.

—Y eso es todo, Sweetie.

La unicornio pequeña se quedo pensativa. ¿Rarity había encargado esos dulces para ella? De ser así ella no lo sabía. Rarity vio que su hermanita tenía la mirada en blanco. La unicornio mayor se asustó, se levantó de la mesa y camino hasta su hermana, a continuación la amiga de Twilight se agacho un poco para situarse a la altura de la niña y mirarla directamente a los ojos.

— ¿Sweetie? Sweetie Bell ¿Qué te pasa? Ah—dijo la unicornio mayor justo antes de que su hermanita le diese un beso en la mejilla izquierda.

—Eso es por los dulces. Y esto para disculparme por el bollo que te montado antes—dijo la niña besando de nuevo a su hermana pero esta vez en la mejilla derecha.

—De nada. Bueno… come alguno ¿No?

—Ahora no, prefiero llevarlos a la casa club. Hoy es domingo y hay reunión de las Cutie Mark Crusaders. ¿Te parece bien?

—Que te diviertas.

—Gracias. Adiós—exclamo la pequeña unicornio cogiendo los dulces, y saliendo a toda prisa de la casa mientras su hermana la miraba sonriendo.

«Que contenta va. Bueno… hay que ponerse a trabajar. La Boutique del Carrusel no se va a abrir sola» pensó Rarity.

EN LA BIBLIOTECA DE PONYVILLE

Ya todas las amigas de Twilight se habían ido y ella se había quedado a solas con el joven dragón.

—Spike.

— ¿Qué ocurre? Estaba barriendo nuestra habitación—contestó el reptil soltando la escoba.

—Debería habértelo dicho hace un rato pero… muchas gracias.

— ¿Gracias? ¿Por qué, Twilight?

—Porque gracias a ti he tenido el valor de desahogarme, y sobretodo… porque tú siempre estás ahí, Spike—contestó la poni purpura abrazando a su amigo—gracias, gracias.

—De nada. Bueno… tengo que… terminar de barrer—contestó el dragoncito separándose de la poni y cogiendo de nuevo la escoba.

« ¿Me lo parece a mí o es un poco vergonzoso?» se pregunto a si misma la yegua mientras sonreía.

EN EL PALACIO DE CANTERLOT

Luna se encontraba en la sala del trono, en donde acababa de recibir a Fancy Pants. Era un unicornio aristócrata de Canterlot, de color blanco, crines azules, un pequeño bigote del mismo color que sus crines, un cuerno extremadamente largo, ojos azulados y tres coronas como cutie mark.

—Bienvenido, señor Pants.

—Buenos días, majestad. ¿Me mandasteis llamar?

—Así es. Quiero haceros unas preguntas, y es mi deseo que sea totalmente sincero conmigo. Esto es un tema muy serio asique las sutilezas sobran. ¿Entendido?

—Sí, majestad—contestó nerviosamente el semental.

—No os pongáis nervioso, os lo ruego. Esto no es un interrogatorio. Iré al grano. Repasemos juntos nuestro sistema de gobierno. Por un lado estamos las princesas reales, por otro la Corte real, el Parlamento, los tribunales, y el Senado. ¿Usted está al tanto de todos y cada uno de esos órganos?

—Sí, es decir, conozco las funciones de todos y cada uno de ellos pero nunca he entrado en política.

— ¿Y por qué no? En cierta ocasión el Parlamento le propuso formar parte de él ¿No es así?

—Rechace el cargo.

— ¿Por qué? Era un honor.

—Preferiría no contestar a esa pregunta.

—Lo siento, debéis contestar a todo cuanto os pregunte.

—De acuerdo, pero puede que la respuesta os ofenda. No apruebo la organización del Parlamento.

—Explíquese.

Fancy Pants se estaba poniendo cada vez más nervioso. No le gustaba hablar de política, y menos aun con la soberana del país.

—El Parlamento debería estar formado por representantes de todos los pueblos y ciudades de Equestria, pero no es así. Muchos pueblos pequeños no están representados porque ese órgano no admite plebeyos, solo aristócratas. No obstante el censo demuestra claramente que el 80% de la población son plebeyos. ¿Puede explicarme, su majestad, como es posible que el Parlamento represente al pueblo, si rechaza a más de la mitad de la población?

—Esta "el grupo de los pequeños pueblos" para representar a aquellas ciudades donde no hay aristocracia.

—Por favor… pero si ese grupo es una farsa. ¿Cuándo esos nobles han defendido unos intereses que no sean los suyos?

Después de este último dialogo el semental miró a la princesa temeroso de sus palabras. Se había dejado llevar y eso tan vez le saliese caro.

—Lo siento, majestad, yo…

— ¡No os disculpéis! Dije que no quería sutilezas, solo sinceridad. Además tenéis razón, es necesario un cambio. El problema es que dicho cambio no es fácil de llevar a cabo, la mayor parte de la nobleza es demasiado elitista y no lo aceptaría.

—Majestad ¿Puedo haceros una pregunta?

—Hacerla.

—Se oyen rumores de que la Corte Real se negó a reconocer a la princesa Twilight como autoridad real.

—No son rumores. Es totalmente cierto. La Corte le hizo el vacio. Fue una vergüenza. Ella ha salvado Equestria muchas veces y aun así se la trato como si fuese una don nadie.

— ¡Santa Artemisa! Pobrecilla.

— Os seré sincera, señor Pants. Si os he hecho estás preguntas es porque necesito vuestra ayuda. Usted conoce a gente. Debéis buscar a otros aristócratas que respalden la candidatura de Twilight Sparkle como princesa, y que también nos respalden a nosotros.

— ¿A nosotros?

—Usted, mi hermana y yo presentaremos entre los tres un recurso para que los plebeyos sean admitidos en el Parlamento. Habrá quien se oponga y nos critique. Nos arriesgamos a perder parte de nuestras amistades, y a ser considerados unos locos por parte de muchos aristócratas, incluso por parte de la plebe y de la prensa. Si no quiere formar parte de todo esto dígalo ahora, pero si acepta no habrá vuelta atrás.

—Es una decisión difícil. Por favor, deme unos días para pensármelo.

—Lo siento, necesito una respuesta ahora.

Fancy Pants quedo pensativo. ¿Él tenía que proponer al Parlamento que admitiese a los plebeyos entre sus miembros? Era una locura, el Parlamento jamás lo aceptaría. ¿Y sus amistades? Fancy estaba bien relacionado entre la elite de Canterlot, incluso tenía amigos en otras ciudades de Equestria, pero si ellos se enteraban de esto muchos le darían la espalda, algunos quizás le apoyasen pero no todos. No obstante de conseguirlo sería un hecho histórico, una forma de saltar a la historia de Equestria.

«Qué harían mis padres si aun viviesen» pensó el semental.

De pronto Fancy Pants tuvo un flashback.

Fancy se visualiza así mismo con tan solo ocho años. El potrillo aun no tenía su cutie mark ni su característico bigote, y su cabello era corto. Se encontraba en compañía de sus padres, dos unicornios procedentes de la elite de Canterlot. Uno era un semental de cuero blanco, crines rubias, ojos azules y una cutie mark en forma de corona real. La madre del niño era una unicornio de lomo color crema, crines verde hierva, ojos verdosos y una cutie mark en forma de diadema. Los tres se encontraban en una terraza de su mansión mirando las estrellas de la noche. La terraza tenía un suelo de azulejos blancos, una verja de un metro y medio de altura, una mesa de madera de caoba y cuatro sillas del mismo material; por lo demás Fancy no recordaba demasiado la decoración de la terraza y tampoco el jardín que había debajo de ella. Para él lo verdaderamente importante y recordable era los buenos momentos que había vivido allí con sus padres.

¿Sabes cuál es esa constelación, tesoro?

La osa mayor, mamá.

No, es la osa menor.

Mira bien el cielo, mi niño. ¿No notas nada en común en todas las constelaciones?—le preguntó su padre.

No, son muy diferentes unas de otras, papi.

Sí, pero una sola estrella o incluso dos no forman una constelación. Todas las constelaciones están formadas por varias estrellas perfectamente alineadas y colocadas de forma armoniosa.

Así es y debe ser Equestría, tesoro. Una sociedad formada por muchos y diversos ponis, organizados de forma armoniosa para que sean felices. Si una de las estrellas de la osa menor desapareciese la constelación perdería su belleza porque estaría incompleta. Del mismo modo es necesario que todos los ponis de Equestria sean bien conservados, y para eso todos deben ser tratados con el mismo respeto—intervino su madre.

Últimamente, mi niño, algunos nobles se ponen a predicar ideas tontas sobre que algunos ponis deben despreciar a otros que supuestamente son inferiores. Tu mamá y yo no queremos que escuches a esos tontos. Debes acepte respetar pero respetando tú también a los demás. Debes ser justo e imparcial con todo el mundo, no importa si los demás son ponis terrestres, pegasos, unicornios o alicornios, ni tampoco sin son nobles o plebeyos. Tú siempre respeta a los demás—intervino su padre.

Aquí termina el flashback.

—Acepto, su majestad.

—Me alegro, gracias por vuestra colaboración. Le mandaré llamar dentro de una semana. Ahora retirados por favor.

—Sí, majestad, con permiso.

El semental salió de la sala del trono y posteriormente del palacio. A la salida le esperaba Fleur de Lis. Se trataba de una unicornio alta, de piel blanca, con crines de color rosa claro. su Cutie Mark eran tres flores de liz.

—Cuéntame, ¿Qué quería la princesa?

Fancy empezó a narrarle a Fleur toda la conversación que habían mantenido él y la princesa Luna.

— ¿Y lo vas a hacer? ¿Presentaras semejante petición al Parlamento?

—Sí. Tal vez te disguste, lo lamento pero…

—Chiss, calla, bobo. Algunas de mis amigas y yo te apoyaremos.

— ¡Fleur!

— ¿Lo dudabas, futuro esposo?

—Nunca dejarás de asombrarme. Te quiero mucho, querida.

—Y yo a ti, mi amor.

Fancy Pants y Fleur de Lis tuvieron un impulso, y aunque estaban en una calle pública eso no les impidió que sus labios se fundiesen en un apasionado beso. Cuando terminaron pudieron observar que muchos curiosos, tanto adultos como algunos potrillos, se habían aproximado a ellos y los observaban con curiosidad. Fleur se sonrojo, pero Fancy intervino predicando a voz en grito que le había pedido la pezuña a la yegua hacía tres días durante una cena, y se casarían en dos meses.

— ¡Fancy, aun no lo habíamos anunciado!

—Por eso mismo, cariño. Que se entere toda Equestria. ¡Fleur de Liz y yo nos amamos y nos vamos a casar!

Normalmente Fancy Pants no solía ser tan impulsivo, era bastante formal y discreto. Sin embargo la situación era algo especial, estaba profundamente enamorado de su prometida, se sentía feliz y no le importaba que toda Equestria supiese de su felicidad. En ese momento el semental solo tenía ojos para Fleur ¿Qué más le daban las formas? ¿Qué importaba la discreción? ¿Qué otra cosa podía haber más maravillosa para él que la chica que amaba?

La multitud estallo en aplausos y felicitaciones. Dos de los ciudadanos más ilustres y queridos de Canterlot iban a contraer matrimonio. Algunos plebeyos canterloneses cogieron a los novios y los subieron a hombros. La novia no terminaba de entender este gesto y estaba un poco asustada, pero Fancy le dijo es una especie de vitoreo, déjate llevar. Ambos aristócratas estuvieron montados siendo llevados a hombros durante unos cinco minutos hasta que los transportistas se cansaron y los depositaron lentamente en el suelo.

¿Qué sucederá ahora? ¿El Parlamento aceptara la propuesta de Luna? ¿Fancy Pants se casará? ¿Y qué será de los padres de Twilight y Celestia?

FIN DEL CAPÍTULO 8.


Hola bronies y lectores.

En el capítulo anterior plantee una adivinanza, prometiendo que daría la respuesta en este episodio. El capítulo séptimo se titula "El condenado por desconfiado"; la adivinanza era ¿A qué hace referencia este título? El condenado por desconfiado es una comedia de teatro de Tirso de Molina. En ella vemos el caso de un hombre que es engañado por el diablo y condenado al infierno por no confiar en Dios. En el episodio siete Blueblood siembra la duda en Shining Armor haciéndole creer que Cadence podría tal vez tener un amante, como consecuencia Armor tiene muchos problemas por desconfiar de su esposa. A su vez la princesa de cristal también sufre.

Este capítulo 8 decidí dividirlo en varias partes porque era muy extenso. Podría haberlo hecho en una sola entrega, pero no quería un episodio extremadamente largo.

En esta entrega quise que hubiese un cierto afecto entre los personajes. En los capítulos anteriores ya había muchos conflictos, primero con Celestia y Chrysalis haciendo de villanas, y luego con Blueblood tocando las narices. Por eso en esta ocasión quise crear un cierto calor fraternal entre los personajes. Al principio en este episodio no iba a aparecer el sobrino de Celestia, pero me di cuenta de que sin él el texto parecía un poco cursi, por eso lo metí.

El tema del Parlamento equestriano se menciona en el capítulo 5 "Un nuevo comienzo".

FANCY PANTS Y FLEUR DE LIS

Aparecen juntos en una escena de un episodio de la segunda temporada de MLP titulado "La crema y nata". En dicho episodio no se especifica qué relación hay entre estos dos ponis. Algunos dicen que son novios y otros que esposos. Como no hay nada oficial yo les puse como una pareja de prometidos en matrimonio. En dicho episodio Fancy muestra un carácter respetuoso y amable con Rarity y sus amigas, por lo que es de suponer que él respetaba a las clases medias, por tanto seguramente su esposa o que realmente fuese también lo haría.

Los padres de Fancy nunca han aparecido en la serie ni se sabe nada de ellos. Su diseño me lo invente yo.

CADENCE Y BLUEBLOOD

Oficialmente no se sabe nada de los padres de Cadence y Blueblood, pero Hasbro ha dado a entender que ambos son sobrinos de la princesa Celestia, por tanto si Celestia es su tía deberían ser hijos de Luna pero Luna no tiene hijos, de ahí mi hipótesis de que los padres de ambos sobrinos fueron asesinados.

DI RAZZA PURA.

Palabras italianas que significan "pura raza". Al principio el término estaba escrito directamente en español, pero con ayuda del traductor de Google lo traduje al italiano. No obstante los traductores no siempre son perfectos, de modo que si hay alguna falta de ortografía o de traducción, por favor, háganmelo saber en sus rewiens.

Eso es todo por ahora.

Dejen, por favor, sus rewiens.

Nos leemos.

Next Chapter: CAPÍTULO 9: AFECTO Y SUFRIMIENTO 2ª PART Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch