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LA VERDAD SOBRE CELESTIA

by SCRITTORE PASSIONE

Chapter 6: CAPÍTULO 6: LAS NEGOCIACIONES

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Capítulo 6

LAS NEGOCIACIONES

Cadence y las demás continuaban sentadas en el mismo salón. Tras marcharse Gea Luna decidió por fin hablar al grupo del motivo de la reunión.

La princesa de la noche, como seguía llamándose a pesar de ahora controlaba a la vez la luna y el sol, tomo la palabra.

—Mi hermana Celestia ha sido retirada del trono, ya no volverá a reinar, aunque he conseguido convencer a la Corte Real para que la permitan seguir viviendo en el palacio; además para frustración de algunos que querían nombrarla plebeya, le he dado el título de duquesa. Ahora urge reunirse con Chrysalis para negociar los acuerdos de paz con ella. Vosotras y yo formaremos el grupo de las negociaciones junto con los representantes de los changelings. La Corte Real me hizo unas sugerencias disparatadas que son estas—empezó la princesa de la noche mostrando las sugerencias.

1. Detención de la reina Chrysalis junto con su esposo y su hija.

2. Desarme del ejército changeling.

3. Pena de muerte para los oficiales de alto rango de dicho ejército.

4. Una interminación de 5.000.000 de bits, ya sea en metálico o en bienes y servicios.

—Princesa, esto… esto no es lo correcto. El punto 2 es razonable pero el resto…—comentó Applejack.

—Estoy de acuerdo. ¿Qué pensáis las demás?

Todas le dieron la razón a la poni granjera.

— ¿Mi hermano estará en las negociaciones?—preguntó Twilight.

—No. Shining Armor se encuentra en Canterlot. Y os informo que mientras nosotras estamos aquí le he nombrado provisionalmente regente del país. Se ocupará temporalmente, junto con la Corte Real, de dirigir Equestria hasta que yo regrese a Canterlot. Por la luna y el sol no os preocupéis, puedo moverlos desde aquí—explico Luna haciendo que todas la mirasen.

Cadence y Twilight, quienes eran respectivamente la esposa y la hermana de Shining, no pudieron evitar una sonrisita. ¿Él de regente de Equestria? Genial. Ambas se sentían orgullosas.

Luna de pronto comenzó a reírse.

— ¿Qué te ocurre, tía?—preguntó Cadence.

—Nada. Ji, ji, ji. Tendríais que haber visto que cara puso Blueblood cuando le dije que Shining Armor iba a ser el regente en vez de él—contestó Luna partiéndose de risa y contagiando sus risotadas a las demás.

Blueblood era el sobrino de Luna y primo de Cadence, pero a pesar de su posición de príncipe dicho semental siempre había sido un vago, y en algunos casos un maleducado.

— ¿Cuándo será la reunión con los changelings?

—Pasado mañana, Twilight.

— ¿Y por qué Celestia no forma parte de las negociaciones?

Luna y después todas miraron fijamente a la unicornio morada.

—Sabes que Chrysalis está resentida con mi hermana, juntarlas a las dos sería contraproducente para los acuerdos. Yo soy la primera que quiere que ambas se reconcilien pero hay que esperar un mejor momento. No podemos forzarlas a hacer las paces, y menos con una situación política semejante como la que tenemos entre las pezuñas. Si os elegí a todas es porque sé que actualmente la reina changeling os tiene aprecio y se siente agradecida con vosotras.

—Tiene razón. Discúlpeme, majestad.

—No hay nada que disculpar, Twilight. Sé que estás preocupada por mi hermana, te lo agradezco. Y llámame Luna. De hecho sería mejor que nos tuteásemos entre todas.

Rarity, Pinkie Pie, Applejack, Rainbow Dash y Fluttershy no las tenían todas consigo, poseían muchas dudas. Ellas no eran aristócratas ni políticas, y nunca habían asistido a una reunión semejante. Sin embargo Luna trato de tranquilizarlas argumentando que Cadence y ella las guiarían. Además al ser la reunión en el Imperio de Cristal el ambiente sería relajado.

« ¿Relajado? Aun recuerdo cuando Chrysalis me secuestro para tratar de casarse con mi esposo. Aunque si las chicas la purificaron con los talismanes merece una segunda oportunidad» pensó Cadence.

—Luna, ¿Es preciso que yo esté en semejante asamblea? Ya sabes que Chrysalis y yo… bueno… digamos que nos llevamos bien—intervino la alicornio rosa.

—Precisamente por eso escogí este sitio, sobrina. Ahora que la reina changeling ha sido purificada es hora de que ambas superéis el pasado. No ganaremos la paz si no conseguimos enterrar las viajas redecillas.

EN EL CASTILLO CHANGELING

Chrissa se encontraba comiendo en el gran comedor junto con sus padres. Los últimos días habían sido muy agradables para la niña. Desde la batalla Chrysalis y su esposo se mostraban más cercanos y cariñosos con su hija, pero esta última tenía una sensación extraña, cómo si ellos la ocultasen algo.

Tras haber sido convertidos en ponis los tres changelings eran ahora alicornios. Chrissa curiosamente había sido transformada con el mismo aspecto que tenía en Ponyville; lomo azul, crines amarillas y ojos verdes, aunque aun no tenía su cutie mark; Chrysalis tenía el lomo blanco, crines amarillas y ojos azules; el marido de la reina y a la vez su comandante tenía el lomo rojo vino, con crines naranja y ojos marrones. La niña se fijo en las nuevas cutie marks de sus padres; La marca de la reina era una diadema real, la de su marido era curiosamente una probeta de laboratorio; era muy raro ¿Por qué un militar tenía una marca de investigador?

—Papá, tu cutie mark…

— ¿Sí?

—Es un poco rara ¿No? O sea si tú eres militar entonces…

—Se debe a…

—Ah, claro. No había caído.

La niña miró a su madre, esta última parecía pensativa y distante.

—Mamá, ¿Sucede algo?

—No, bueno… sí. Tenemos algo que decirte.

— ¿Qué ocurre?

— Pues… es un poco complicado…nosotros…—empezó la reina pero su esposo la interrumpió.

—Creemos que mientras esta ciudad sea reparada y salga adelante deberías volver a Ponyville. Mamá y yo tenemos que quedarnos para guiar a nuestro clan, pero tú no tienes porque vivir en un sitio que no te aporta nada. En la aldea poni tienes amigas de tu edad y su enseñanza es mejor; allí tendrías un estilo de vida más estable. Habíamos pensado hablar con Twilight y sus amigas para que te alojaran.

—Pero entonces no estaríamos juntos, papá.

EN EL IMPERIO DE CRISTAL

Luna se encontraba en su habitación. La instancia media unos de 9 metros de largo, 7 de ancho y 3 de altura; al fondo había unos amplios ventanales tapados mediante unas cortinas blancas; las paredes era azules al igual que el techo; y el suelo estaba constituido por azulejos también azules aunque de un tono un poco más claro; lo más destacable era la cama, era suficientemente grande para al menos cuatro usuarios.

De pronto Twilight entró en la instancia.

— ¿Me ha llamado, su majestad?

—Sí pero llámame Luna. Os dije que nos tuteásemos. Además ahora eres una princesa.

—Por poco tiempo según creo.

—Twilight, antes de venir aquí presenté un recurso ante la Corte Real. Cuando firmemos los acuerdos con los changelings me ocuparé de que conserves tu posición como princesa.

—Gracias, princesa Luna. Sin embargo prefiero convocar al Senado para ello. Quiero ser elegida por el propio pueblo de Equestria.

— ¿Ser elegida por el Senado? Es muy arriesgado. Si sale bien nadie se atrevería a cuestionar tu nombramiento, pero si no te eligen la primera vez difícilmente tendrías una segunda oportunidad. El Senado está compuesto por representantes de la nobleza y de la plebe de todos los pueblos y ciudades de Equestria, solo se reúne en ocasiones para tomar importantes decisiones. Ahora que ya no eres una alicornio sería casi imposible que te eligieran. Y yo no tengo autoridad sobre dicho órgano, si te pones en sus pezuñas no podré protegerte.

—Si los equestrianos no quieren a una princesa unicornio entonces están en su derecho de negarse, y si la quieren estoy dispuesta a serlo.

— ¿Estás segura de que es eso lo que quieres?

—Sí. Estoy convencida.

—No sé si admirar tu iniciativa o pensar que estás loca, pero si es lo que deseas te apoyaré. Solucionaremos primero los acuerdos de paz, y luego nos ocuparemos del Senado.

Twilight ya no quería un nombramiento directo como cuando Celestia la escogió personalmente como princesa. En su día se alegro, pero el tiempo había demostrado que una elección de ese tipo no era el camino correcto, ni tampoco una opción muy fiable. Ella quería que fuese directamente el pueblo quien la nombrase, desea el apoyo de los propios equestrianos. Ya era hora de dejar de actuar en el nombre de unos pocos. La mayor parte de los ciudadanos del país era plebeyos, igual que Spike y sus amigas, o incluso igual que sus padres y ella misma. Ser una princesa alicornio había estado bien durante un tiempo, pero ahora había vuelto a ser una unicornio. Era tiempo de poner las cosas en su sitio. Si los equestrianos no la querían como líder peor para ellos, siempre podría ser maga estatal y trabajar como hechicera para el Estado. Además también tenía su trabajo de bibliotecaria de Ponyville, el sueldo no era muy alto para su vida normal de allí era bastante.

Luna miró a Twilight. La princesa de la noche llevaba un tiempo notando que las 6 manes habían experimentado un cambio de aptitud. Antes luchaban en el nombre de ella y de Celestia, pero ahora solo pensaban en Equestria. Estaba claro que aquellas chicas ya no estaba dispuestas a pelear por alguien en concreto, ahora luchaban por todo el país. Aun así Luna estaba segura de poder contar con su ayuda siempre que lo necesitase, aunque solo fuese por simple amistad. De igual modo ella también estaba dispuesta a ayudarlas.

—Cambiando de tema. ¿Puedo hacerla una pregunta, princesa Luna?—intervino la poni purpura.

—No te contestaré a menos que me tutees.

—Pero, majestad…

— ¡Qué me tutees, pesada!

—Está bien. Luna, ¿Cómo es posible que Chrissa se librase de la maldición sin usar los elementos de la armonía? ¿Fue por qué estaba a punto de morir?

—Eso son dos preguntas, pero la respuesta es que ella sufrió un contraste de fuerzas. Es un caso muy raro, pero en teoría es posible, aunque rara vez sucede.

—No lo entiendo.

—Oh, vamos, Twilight. Eres una hechicera. ¿Quieres hacerme creer que mi hermana no te enseño el contraste de fuerzas? No te lo crees ni tú—contestó Luna riéndose.

La unicornio intento hacer memoria.

« ¿El contraste de fuerzas? Sí. Celestia me lo comento poco antes de mudarme a Ponyville pero ¿Cómo era? El contraste de fuerzas, el contraste…» pensó la poni morada.

— ¡Ya lo recuerdo! Cuando alguien recibe una maldición para que esta se mantenga el usuario debe de albergar una cierta cantidad de maldad en su alma y su mente. Normalmente el maleficio incrementa la maldad o energía negativa del receptor, de modo que este se mantiene de forma natural. Sin embargo cabe la posibilidad de que en un determinado momento la conciencia del individuo sea lo suficientemente fuerte como para aumentar la energía positiva del mismo. Si la energía positiva es mayor que la negativa la maldición ya no tiene forma de mantenerse, de modo que se rompe. Chrissa no quiso hacer daño a nadie, de modo que no tenía suficiente maldad como para estar maldita, por eso se transformo en poni. A veces el caso también puede darse a la inversa; en ocasiones alguien bueno puede dejarse llevar por la oscuridad y volverse malvado.

—Eso es, Twilight. Chrissa se libro de la maldición por ser buena y esforzarse por hacer lo correcto. Ojala yo hubiese tenido en su día tanta conciencia y fuerza de voluntad como esa niña, de haberlo hecho yo sola hubiese derrotado a Nightmare Moon, pero no pude.

—Pero, Luna. La niña se transformo con la misma apariencia que había adoptado en Ponyville. ¿No sería más lógico que hubiese adoptado una imagen diferente?

—No te sigo. ¿Quieres decir que la niña estuvo viviendo en Ponyville? ¿Y con una identidad falsa?

—Bueno… sí.

— ¿Y la obligasteis a mantener todo el tiempo esa falsa apariencia?

—Así es.

—Entonces esa es la respuesta.

La unicornio miro desconcertada a la alicornio.

—Veamos, Twilight. ¿Qué pasa cuando alguien se transforma en algo y se le obliga a mantener durante mucho tiempo esa misma transformación? O si lo prefieres de otra manera ¿Qué le ocurriría al transformista que permanece demasiado tiempo transformado en lo mismo?

—Si alguien se transforma durante mucho tiempo en algo, su cuerpo se habitúa a esa transformación. De modo que cuanto más tiempo pase transformado más dificultad tendría para volver a su forma original.

—Y por tanto, Twilight, si Chrissa mantuvo la misma apariencia de poni durante varios días seguidos…

—Su cuerpo se habituó a esa forma, eso explicaría porque al convertirse en poni tomo concretamente esa apariencia.

—Ya está. ¿Ves como sabias las respuestas? Solo necesitabas relajarte y razonar—sentenció la alicornio.

— ¿Sabe qué? Me ha recordado a las clases de Celestia.

—Lo sé, y me encanta—contesto Luna riéndose.

El tiempo pasó hasta que llego el día y el momento de la reunión. El grupo en principio se junto en la sala del trono pero posteriormente fueron al mismo salón donde ya antes la princesa de cristal les había contado a sus amigas la historia de Gea. En el bando de los changelings se encontraban Chrysalis y algunos de sus oficiales, aunque no estaba el comandante porque se había quedado con su gente y con su hija. En el bando de los equestrianos estaban Luna, Cadence y las 6 manes. Recordemos que ahora todos eran ponis. Cadence saludo con cierto nerviosismo a la reina changeling, quien se disculpo humildemente por lo sucedido en la boda de su anfitriona.

—Princesa Mi Amore Cadenza, sé que habido problemas entre las dos por lo sucedido en vuestra boda. Os pido perdón por el daño que os hice entonces—la reina changeling hizo una ligera inclinación ante su anfitriona, y después miró a las 6 manes y a Luna—También os pido perdón a vosotras, princesa Luna y portadoras de elementos de la armonía. Ahora solo deseo que nuestros dos pueblos puedan vivir en paz entre ellos—expuso Chrysalis.

—Sois bienvenida, majestad. Yo también espero que esto sea el final de viejas redecillas. Y podéis llamarme Cadence.

A Luna le gustó la respuesta de su sobrina.

Spike se encontraba en la habitación de Twilight atiborrándose de joyas. Más tarde le dolería la barriga por comer tanto.

Gea entró en sala de la reunión para preguntar al grupo si deseaba tomar algo. Chrysalis se fijo en que la pegaso color mostaza, con crines naranja claro y ojos marrones carecía de cutie mark, además desprendía una determinada aurea.

—Vaya, vaya Cadence… No sabía que tenías a tu servicio a uno de los míos.

—La changeling revelo su forma verdadera.

— ¡Que sorpresa! Eres tú, Gea—comentó la reina changeling.

— ¿Os conocéis?—se sorprendió Cadence.

—Sí. Gea estuvo un tiempo trabajando para mí, después se casó, renunció y se marchó con su marido. Por cierto, ¿Qué fue de tu esposo, Gea?

—Lo mataron, y a mí también me hubiesen matado de no ser por la princesa de cristal.

—Será mejor que nos concentremos en las negociaciones. Gea retírate—intervino Luna

—Sí, majestad—contestó la doncella volviéndose a transformar en pegaso antes de marcharse.

La reunión duro más de dos horas, durante las cuales hubo muchas discusiones y otros tantos desacuerdos. Describir todo el dialogo sería muy monótono. Es mejor resumir e ir directamente al grano.

Los términos del acuerdo fueron los siguientes:

1. Chrysalis conservaría su título de reina de los changelings, siendo su pueblo una sociedad semi independiente. Los changelings se autogobernarían por sí mismos salvo en dos aspectos: los impuestos y los precios de sus productos, que serían fijados por Canterlot.

2. Equestria se comprometía a sacar económicamente adelante a Changelopolis durante los próximos 5 años.

3. Chrysalis le debería vasallaje a Luna, aunque la influencia de esta última sobre los changelings sería mínima.

4. Los changelings debían reconocer igualmente la realeza de Twilight, Cadence y Shining Armor.

5. Se aprobaba la libre circulación de mercancías y ponis entre ambos territorios. Pudiendo residir, estudiar y trabajar libremente los changelings en cualquiera de los pueblos y ciudades de Equestria y a la inversa.

6. Se admitiría a los niños y niñas changelings en los colegios e internados equestrianos y viceversa.

7. En el caso de los changelings que aun no habían sido transformados, por no estar presentes en la batalla, se les convertiría en ponis. En este caso las 6 manes se comprometían a convertirlos.

8. Los changelings debían reducir su ejército y armamento.

9. Changelopolis se comprometía a no hacer uso de las armas o la fuerza, a no ser que fuese atacado primero.

10. Todos los acuerdos, negociaciones, peticiones, reivindicaciones, etc, sobre ambos países debían de ser pacíficas y mediante medios legales.

11. En el caso de haber disturbios o enfrentamientos entre los changelings y los equestrianos cada raza sería juzgará en su país de origen.

12. Se aprobaba el matrimonio entre ambas razas.

El punto 1 fue de mucha discusión. Los changelings querían una independencia plena, aunque lo que sí era seguro es que en su situación actual difícilmente podían salir adelante sin ayuda. Luna les prometió que la influencia de Canterlot sobre Changelopolis sería mínima, pero era mejor que formalmente continuasen siendo equestrianos porque así recibirían más fácilmente ayuda para reconstruir su ciudad. Finalmente se acepto.

— ¿El punto 6 no estaba ya legalizado? Chrissa estudio en Ponyville, aunque solo fuese durante unas cuantas semanas—comentó Twilight.

—Pero de forma ilegal. Ella no tenía derecho al ser una changeling, pero como se disfrazo de poni nadie lo noto. Ahora con este acuerdo el caso será legal—explico Luna—la legalizaremos su matrícula y la conservaremos sus calificaciones, se lo merece.

—Majestades, el punto ocho no es tan sencillo. Si reducimos nuestro ejército ahora que nuestro reino esta tan inestable podía haber disturbios entre los propios changelings—dijo uno de los oficiales y representantes de Changelopolis a las princesas ponis, y Chrysalis le dio la razón.

—La reducción de su ejército no tiene que ser de golpe. Pueden ir reduciéndolo progresivamente a lo largo de este año. Además cuando todos ustedes se hayan librado de la maldición volverán a ser ponis. A partir de entonces todos seremos equinos—intervino Cadence.

—Las portadoras de los elementos de la armonía viajaremos a Changelopolis para aplicar a su población el contramaleficio—anunció Twilight—Hubiésemos podido ir antes pero pensamos que era preferible esperar a que tuviésemos esta reunión.

—Gracias, princesa Twilight. Me gustaría pedirles a usted y a las portadoras de los talismanes que mi hija viva en Ponyville durante un tiempo, al menos hasta que Changelopolis esté un poco más reconstruida, allí tendrá una vida más estable.

—Pero usted viviría separada de ella—señalo Applejack.

—Sí, y eso me disgusta pero debo pensar en su futuro.

—Sí ella quiere puede quedarse conmigo—se ofreció la unicornio purpura.

—Gracias.

Unas horas después Chrysalis fue al dormitorio que le habían asignado para ella. No terminaba de acostumbrarse a él. La instancia era demasiado luminosa y ella estaba habituada a su castillo donde no había casi nada de luz. Al poco apareció Gea.

— ¿Me ha llamado, su majestad?

—Sí—respondió la reina recostándose en la cama boca abajo—ya puedes empezar.

La doncella comprendió la indirecta, adopto su forma verdadera y comenzó a darle un masaje a la soberana en la espalda.

—Aaaah. Que delicia. Echaba de menos tus pezuñas. Pensar que mi antigua criada y masajista huyo de Changelopolis después de que su marido y ella me robasen aquellos pendientes…

—Él los robo, yo no supe nada entonces, me enteré después…

—Mientes, tú fuiste su cómplice. Por eso os mezclasteis y camuflasteis entre las tropas que atacaron Canterlot durante la boda de la princesa Cadence.

—Mi esposo me dijo que usted le había elegido para dirigir a una avanzadilla—contestó la criada sin dejar de dar el masaje.

—Dime, señorita ladronzuela. ¿Qué hiciste con mis pendientes? Un poco más arriba, entre los hombros.

—Los vendí por 250 bits—respondió la masajista mientras trabajaba.

— ¡¿Solo te dieron eso por ellos?! Eran muy caros. Deberías haber sacado al menos 25000 bits. Ahora un poco más abajo, en el centro de la espalda.

—¡¿250 mil?! ¡¿Tanto valían?!

— ¡No eran baratijas! Estaban hechos de diamante y oro de varios quilates. Habían pertenecido a mi bisabuela, de ella pasaron a mí abuela y a mi madre antes de que esta última muriese tras sufrir la maldición. Eran un recuerdo de familia, por eso los usaba poco para no manosearlos—exclamo Chrysalis levantándose y encarándose con Gea, quien retrocedió horrorizada hasta quedar arrinconada con la espalda apoyada en la pared. La criada miró a la otra changeling con miedo—La antigua Chrysalis por mucho menos te sacaría de este palacio a la fuerza para matarte—la reina miró fijamente a los ojos de la doncella, expresaban temor—Sin embargo últimamente no me gusta usar la violencia, lo que hare será denunciarte a las princesas ponis, y que ellas te trasladen a Changelopolis para ser sometida a juicio. ¿Sabe Cadence que está dando cobijo a una criminal?

La doncella en principio permaneció en silencio, finalmente respondió.

—Ella sabe que yo tengo antecedentes por robo, nada más. Yo ya no me dedicó a robar y todas las veces que lo hice fue por supervivencia. Renuncie a ello cuando entre al servicio de la princesa. Aquí tengo una vida estable. Por favor, no me delatéis.

Chrysalis se aparto de la pared y se alejo unos pasos de la otra changeling.

—Dame al menos una sola razón para no ir a buscar a las princesas ahora mismo.

—Yo ya no soy una ladrona, me reforme. Por favor, quiero quedarme aquí.

— ¿Para quieres quedarte? ¿Para acabar traicionando a la princesa Cadence de la misma forma que me traicionaste a mí?

—Yo… me enamore de mi esposo y él tras casarnos me convenció de que huyésemos. No quería seguir en el ejército.

— ¿Y todo eso que tiene que ver con que me robaseis?

—Según él sería todo más fácil si huíamos al reino grifo, pero antes tenía algunos asuntos personales que resolver, aunque nunca supe cuales eran esos asuntos. Quizás no fuese nada, tal vez solo era un embuste. Sin embargo yo le creí. Me prometió que me amaba y me convenció para que robásemos algunas de sus joyas, la mayoría estaban muy custodiadas, pero los pendientes…

—Estaban en mi habitación privada a la que tú tenías acceso porque además de mi masajista eras mi doncella personal, tú le facilitaste el acceso.

—Sí, pero estuvieron a punto de descubrirnos, por eso nos mezclamos con el grupo que iba a atacar Canterlot, pero el ataque fracaso. La mayoría de los nuestros fueron extrañamente expulsados de la ciudad por un extraño conjuro. De algún modo nosotros nos libramos. Al día siguiente disfrazados de ponis vendimos los pendientes a un joyero, nos dio 250 bits por ellos. Yo pensé que por fin podríamos ir al reino grifo pero mi esposo tomo todo el dinero y me abandono, dijo que ya no le servía para nada; yo me arrodille ante él suplicándole que no me dejará pero se marcho. Después quede destrozada, al cabo de unos días casualmente le volvía a ver al lado de una tienda, había robado una bolsa de manzanas y le estaban persiguiendo, al verme me paso la bolsa y me dijo que huyese. Fui una tonta, debería haber devuelto la mercancía a los dueños y marcharme, pero me asuste y huí. Por otro lado, tenía hambre, llevaba varios días sin comer de modo que empecé a masticar una de esas manzanas mientras corríamos ambos por la calle. Al principio creímos haberles despistado. Volvimos a transformarnos a nuestra verdadera apariencia, pero de pronto aparecieron el dueño de la tienda y cuatro pegasos, que al parecer eran sus trabajadores, nos atraparon. A mi marido lo mataron, a mí me dieron una paliza dejándome medio muerta y el tendero me amenazó con llevarme a su casa para violarme, y lo habría hecho de no ser porque en ese momento apareció la princesa Cadence. Ella nos detuvo al tendero y a mí, los pegasos literalmente huyeron volando. La princesa se porto bien conmigo, mando que me curasen y me dejo en libertad, después comencé a trabajar para ella. Por eso nunca me atrevería a traicionar la confianza de esta gente, de no ser por ellos ahora seguramente habría sido violada y asesinada.

— ¿Y esperas que me trague toda esa historia, Gea?

—Juro que es cierta. Usted sabe que nos camuflamos para huir de vos. Y la princesa Cadence puede dar fe del tendero, sus pegasos y el arresto.

—Esa historia es ridícula, hay cosas que no encajan. Si tu esposo se quedo con el dinero entonces ¿Por qué no abandono la ciudad directamente ese mismo día? Si cuando visteis por primera vez a ese tendero estabais disfrazados de ponis ¿Por qué no mantuvisteis esa apariencia? ¿Por qué volvisteis a vuestra autentica forma para delataros?

—No sé por qué él no huyo de la ciudad. Tal vez malgastase el dinero, o a lo mejor quería obtener más. En cuando a por qué nos volvimos a transforma en changelings… en el caso de él no lo sé, en el mío yo ya no aguantaba más. Tenía hambre y estaba débil, no podía físicamente mantenerme transformada mucho tiempo. Incluso aquí me cuesta mantenerme en mi forma de poni durante más de dos horas seguidas, tengo que hacer pequeños descansos.

—Y la princesa Celestia te permitió quedarte en Canterlot, en la mismísima capital de Equestria. ¿Esperas que me crea semejante tontería?

—Celestia quiso echarme pero su sobrina intercedió por mí. Puede preguntarle a la princesa Cadence, ella puede confirmar que trabaje en Canterlot antes de ambas viniésemos aquí.

—Aun suponiendo que todo tu relato fuese verdad, tú no tenías realmente necesidad de robarme. Fuiste mi doncella personal y la niñera de mi hija durante sus primeros años. Yo me llevaba bien contigo, tu salario era algo bajo pero necesidades más básicas estaban cubiertas. ¿Qué necesidad tenías realmente de traicionarme? ¿Y todo eso lo hiciste por un semental que cuando cobro el dinero de la venta de mis pendientes te dejo tirada?

—Él… él era tan tierno al principio… Me dijo que me quería. Yo le amaba y aun le amo aunque no se lo merezca—Gea soltó algunas lágrimas.

Ninguna de las dos changelings se habían dado cuenta pero había alguien escuchando detrás de la puerta. Y esa persona había oído toda la conversación. De pronto la reina sintió una presencia, usando su magia abrió la puerta de golpe y la espía que estaba apoyada en ella cayó al suelo.

— ¡Princesa Cadence!—exclamo Chrysalis asombrándose de que una su anfitriona fuese tan cotilla.

—Haay. Je, je, je. Lo siento. Vine a verla a su habitación para tratar con usted un asunto personal. Al pasar por el pasillo vi que Gea entraba en vuestra instancia y no pude resistirme a curiosear un poco—intervino la alicornio levantándose.

— ¿Lo ha escuchado todo?—preguntó Gea.

—Sí, no he podido evitarlo.

—Muy bien, ya lo sabe todo el mundo.

—Entonces según nuestros acuerdos, concretamente según el punto 11 de nuestras negociaciones, esta chica debe ser juzgará en Changelopolis—comento la reina changeling— ¿Es verdad que ella estuvo trabajando en Canterlot con conocimiento de la princesa Celestia?

—Sí, mi tía tenía que irse al reino grifo, por eso derivo en mí la potestad de juzgar a esta chica. Cuando volvió se sorprendió de que yo la hubiese liberado pero al ser yo la jueza tuvo que aceptarlo. Más tarde la convencí de que Gea trabajase en el palacio real de Canterlot. Y cuando mi esposo y yo nos mudamos aquí Gea se vino con nosotros.

—Asique tu historia es cierta, ladrozuela.

—Sí.

—No del todo, Gea. No has sido sincera conmigo—la acuso la princesa de cristal—Me dijiste que tenías antecedentes por robo pero que todos aquellos hurtos valían menos de 200 bits. Sin embargo aquí estamos hablando de joyas de 25000 bits. Dinos ¿Que otros robos nos has ocultado?

Gea trago saliva. La princesa estaba enfadada con ella, seguramente la despediría y la enviaría a juicio. Las leyes de Changelopolis eran relativamente suaves si lo robado valia menos de 200 bits; pero si valía más lo mínimo eran varios años de cárcel, y si los pendientes se sumaban a otros robos del pasado la condena podía desembocar en la horca.

— ¿Y bien, Gea? ¿Qué otros robos nos has ocultado?—intervino Chrysalis.

—Yo… no lo sé. No lo recuerdo.

— ¿No recuerdas tu pasado? Bien. Me pondré en contacto con los vigilantes de Changelopolis y les ordenaré que me traigan tu expediente. En él figuraran tus antecedentes.

—Ve a tu habitación. Te quedarás allí hasta que la reina y yo decidamos que hacer contigo. Y te aconsejo que no salgas a no ser que quieras convertirte en una fugitiva. Luego enviaré a alguien para verificar que estas en la habitación—intervino Cadence.

La doncella se marcho cabizbaja y llorando.

Tras marcharse la criada Cadence se dirigió a Chrysalis

—Majestad, necesito haceros una pregunta personal.

—Hacerla.

—Cuando usted me suplantó para intentar casarse con mi esposo ¿Él y vos mantuvisteis relaciones?

A la reina changeling se le salieron los ojos ante semejante pregunta. Finalmente contesto.

—Si por relaciones os referís a si nos acostamos juntos, y si por acostarse os referís a lo soso que es Shining Armor en la cama, entonces sí. Hubo sexo, si es que a eso se le puede llamar sexo.

—Majestad, por favor… Está hablando de mi marido.

—Tú me preguntaste. Ya han pasado más de dos años y aun no estás en estado. ¿Lo ves? No cumple con sus obligaciones de esposo.

Cadence estaba empezando a perder la paciencia. Aunque Chrysalis hubiese sido purificada seguía siendo bastante insensible. La sensibilidad no era algo que pudiese obtenerse de unos talismanes mágicos, requería de un cierto carácter que solo se podía conseguir mediante la educación.

— ¡Tú no sabes nada! ¡Me oyes, Chrysalis! Nada. ¡Shining es muy dulce conmigo y estoy embarazada! Aaaah— se enfureció la princesa dejando caer de golpe su secreto. Ella no le había dicho a nadie que estaba en estado. Ni siguiera Armor lo sabía.

— ¿Estas embarazada? ¿Y no te alegras?

—Tú no lo entiendes. Muchos se opusieron a que Shining y yo nos casáramos por ser él un plebeyo y yo una princesa. La nobleza nos miraba con irá, solo mis tías y nuestras familias aprobaron nuestro enlace. De no haber sido por Celestia y Luna jamás nos hubieran permitido casarnos. Mi hijo será mitad plebeyo y mitad aristócrata, muchos le rechazaran, será un marginado.

—Qué tontería ¿Cómo va a ser mitad plebeyo si tanto Shining como tú sois nobles?

—No del todo. Él es príncipe y noble por matrimonio pero no por sangre.

— ¿Y qué más da? Eso da igual, es un noble y punto.

—Sí, pero eso explícaselo a la aristocracia de Canterlot, a ver si te escuchan. Aun no se lo he dicho a nadie.

— ¿A nadie? ¿Nadie sabe qué estás en estado? ¿Ni siguiera tu esposo?

—No, tú eres la primera en saberlo, y ni siquiera sé por qué te lo he contado. Supongo que se me ha escapado o tal vez ya no podía callármelo.

Chrysalis miró a la alicornio. Estaba claro que ella estaba preocupada y disgustada. La changeling tuvo la sensación de que tenía que decirla algo que la animada, algo sensible pero ¿El qué? ¿Qué harían Luna, Twilight y las demás en una situación similar? ¿Sabrían que decir? ¿Y Chrissa sabría qué hacer? Tal vez, la niña siempre había tenido un cierto carácter. De pronto se le ocurrió algo.

—Me has preguntado antes por mi relación con Armor. Debes saber que él nunca ha querido a nadie más. Yo me hice pasar por ti y le hechice, pero hasta el último momento él no supo que era yo quien le besaba o quien se acostaba con él. Ese semental solo tenía y tiene ojos para ti, Cadence. Te ama y si vas a tener un hijo suyo debes decírselo. No te preocupes por unos cuantos tontos. Esto no es Canterlot, ahora vivís en el Imperio de Cristal. Deberías ir con las demás y confesarles la noticia, luego ve a ver a tu esposo.

La princesa de cristal miro a la changeling. Le sorprendían sus palabras, pero tenía razón. El embarazo aun apenas se notaba pero pronto se haría más visible conforme el vientre engordará. Ya no se podía disimular más, había que dar el paso y confesarlo todo. "Vayamos a buscar a las demás" comento Cadence. Ambas salieron del cuarto y se dirigieron primero a la habitación de Luna y luego en busca de las 6 manes. Chrysalis pidió reunirse en el mismo salón donde antes se habían firmado los acuerdos de paz. Todas pensaron que aquello era un retroceso ¿Acaso ahora la reina quería deshacer el tratado? El grupo se sorprendió aun más cuando Chrysalis les prohibió a sus otros changelings asistir a la reunión.

—Pero, majestad…—se empezó a quejar uno de los changelings antes de ser interrumpido.

—Esta vez no se trata de un asunto oficial, hay cosas que no son de vuestra incumbencia.

Las 6 manes se quedaron boquiabiertas ¿No era aquello un asunto de Estado? Entonces ¿Qué era?

El grupo entro en el salón donde Luna miró nerviosa a la reina changeling.

« ¿Por qué nos habrá reunido? Si esto no es por los acuerdos entonces ¿Qué pretende?»

—Os he hecho venir aquí porque la princesa Cadence tiene algo muy importante que comunicar—anunció Chrysalis sentándose con el grupo mientras la princesa de cristal permanecía de pie.

—Yo… tengo algo que deciros a todas, veréis…

— ¿Sí?—se impaciento Luna.

—Verás, tía. Yo estoy…

—Dilo de una maldita vez. A mí me lo soltaste de golpe—se quejo Chrysalis.

—Ya, bueno… el caso es que…

— ¡Esta embarazada!—soltó de golpe Pinkie Pie.

Todas miraron perplejas a la poni rosa de tierra.

—Pinkie, no es momento para bromear—se quejo Twilight.

—No es broma. Cadence está embarazada, luego si está embarazada va a tener un potrillo o una potrilla, es decir va a ser mamá, y si va a ser mamá tenemos que hacer una súuuupeeer fiestaaaa por el embarazo, y otra cuando dé a luz. Lo malo es que los bebes no pueden comer pastel, pero cuando puedan comer pastel les voy a hacer y regalar uno de chocolate y merengue. Tenemos que avisar a Armor y a Celestia, a todo el mundo, a toda Equestria. La princesa de cristal va a ser mamá…mmm

—Pinkie, por favor, deja de imaginar cosas—la regaño Applejack poniéndole una pezuña en la boca para que se callará.

—Ella tiene razón. Estoy de tres semanas—confesó Cadence al grupo dejándoles impactados, pero Luna no parecía sorprendida— ¿Cómo lo supiste, Pinkie?

—Una corazonada.

—A veces me das miedo.

—Yo me lo imaginaba, sobrina. He visto que tiendes a tocarte el vientre a escondidas. Para ser sincera me hubiese gustado que me lo dijeras a mí en primer lugar, aunque solo fuese por el hecho de ser tu tía—se quejó Luna.

—Cadence ¿Lo sabe mi hermano?

—Aun no, Twilight. De momento solo lo sabemos nosotras.

—Vamos, Cadence. Cuéntales lo que me dijiste en el dormitorio. Todo eso del elitismo de Canterlot y demás—insistió Chrysalis.

Cadence les contó a todas la conversación que había tenido con la reina changeling.

— ¡Santos corrales! ¿Tal elitistas son los nobles canterloneses?

—Algunos sí, Applejack. Cuando yo iba a la academia de Celestia, muchos alumnos se quejaban de que ella me hubiese escogido a mí, era una plebeya, y mi mentora podría haber elegido en mi lugar a cualquier niño aristócrata—argumentó Twilight.

—No lo entiendo. ¿Qué es un elitista?—preguntó Pinkie Pie.

—Un elitista es alguien que pertenece a las clases altas, y tiende a discriminar a los ponis de clase media o baja porque considerarlos inferiores—explicó Cadence y Luna asistió.

—Eso está mal—comentó la poni rosa de tierra.

—Pero esto no es Canterlot, estamos en el Imperio de Cristal. Aquí las cosas son diferentes—puntualizo Rarity.

—Eso espero. De hecho esa fue la razón por la que mi marido y yo nos establecimos aquí.

— ¿Cómo? ¿Creí que vinisteis por la invasión del rey Sombra?—intervino la unicornio morada.

—No del todo, Twilight. Al principio vinimos para enfrentar a Sombra, pero una vez derrotado podríamos haber vuelto a Canterlot. Quisimos quedarnos y mi tía Celestia me concedió a mí la regencia de este sitio.

—Yo pensaba que las alicornios solo podían quedarse embarazadas de otros alicornios masculinos—argumento la reina changeling.

—No es exactamente así. Los alicornios pueden mantener relaciones y tener hijos con cualquier raza de poni. Lo que ocurre es que antiguamente estaba muy mal visto la mezcla de razas, ya era polémico el hecho de que un terrestre y una pegaso se casasen, asique una alicornio con otra raza imagínate el follón. Por eso en la época de mis padres estaban prohibido que los alicornios, que eran y sigue siendo la raza gobernante se mezclasen con otras razas de ponis, solo se podían relacionar entre ellos. Y por eso cuando Cadence se caso con un unicornio que además era un plebeyo hubo tanta polémica—explico Luna.

—Pero Celestia y tú… digo… Vosotras no habéis tenido hijos—intervino nerviosa Twilight.

—De jóvenes Celestia y yo fuimos tan tontas de beber el agua de la eterna juventud, ese líquido nos ha impedido envejecer y nos dejado estériles. Ya no podemos tener hijos. Por eso ahora esa agua inmunda no existe, destruimos todas sus existencias junto con su fuente para que nadie más la utilizase. Ahiiií, pero ¿Por qué os he contado todo esto, no quería recordarlo?—sentenció Luna.

—Pero princesa ¿Cómo es que en su día esa agua no la bebió nadie más aparte de usted y su hermana?—preguntó Rainbow haciendo que las otras 5 manes la mirasen enfadadas.

—Porque nadie más tenía acceso. Ese líquido provenía de una fuente subterránea custodiada por la monarquía. A veces se usaba para mezclarla con otros ingredientes y conseguir medicinas. Mi padre nos tenía prohibido a Celestia y a mí acercarnos a la fuente. Nos había advertido de que no debíamos beber nunca de ella, pero le desobedecimos. En principio el acceso estaba protegido por un hechizo que supuestamente solo mis padres podían romper, pero Celestia era muy hábil, ella logro anular el hechizo. Entramos en el subterráneo y bebimos.

En ese momento alguien entró precipitadamente en la instancia sorprendiendo a todas las presentes.

—Ya no podía más. Estos días no me habéis dejado estar casi nada de tiempo con vosotras. Sois malas—se quejo el intruso.

— ¡Spike! ¿No sabes lo qué es la privacidad?—le regaño Twilight.

—Dejad que se quede. Ven aquí, Spike—intervino Chrysalis sorprendiendo a todo el grupo mientras el dragón se le acercaba—De modo que tú eres el dragoncito del que me habló mi hija, ella tenía razón, eres muy momo.

— ¿En serio?—pregunto el reptil sonrojándose.

Twilight miró confusa pero a la vez contenta a la reina changeling. De un tiempo a esta parte Chrysalis cada vez se mostraba más amigable. Estaba claro que estaba haciendo un esfuerzo por mejorar y superarse a sí misma.

—Lo he oído todo. No puedo creer es que me ocultaseis lo del embarazo. Una cosa es que no me dejéis intervenir en asuntos de Estado, pero podrías haberme dicho que Cadence está esperando un bebe.

—Lo siento, Spike. Yo soy la madre y no quise que se supiera. De hecho hasta hace apenas unos minutos nadie lo sabía. Aunque me da que has escuchado toda la conversación.

—Sí. Desde detrás de la puerta. Los dragones tenemos un gran oído.

—Eres un cotilla, Spike—intervino Twilight.

— ¿Y qué quieres que haga si últimamente no pasamos casi nada de tiempo juntos?

—En parte tiene razón, cariño. Con tantos asuntos que hemos tenido últimamente le tenemos un poco abandonado al pobrecito—dijo Rarity a la unicornio morada mientras abrazaba al dragón.

— ¿Tú crees? Bueno… tal vez. No te preocupes, Spike. Ya hemos negociado todo, mañana las chicas y yo viajaremos a Changelopolis para quitar la maldición a los changeling, y después regresaremos a Ponyville.

—Me temo, cuñadita, que habrá que posponer el viaje. Chrysalis y yo tenemos un asunto judicial que resolver. Y nos vendría bien vuestro consejo—intervino Cadence sorprendiendo a las 6 manes y a su tía. La princesa de cristal explico a todo el grupo el caso de Gea. Se decidió que el caso sería juzgado únicamente por Luna, Twilight, Cadence y Chrysalis.

Las siguientes horas hasta que llego la noche se hicieron un poco largas. Chrysalis mando a uno de sus changelings con una carta para entregar a su esposo. En la misiva ponía que buscase el expediente de Gea y se lo enviase al Imperio de Cristal. La respuesta decía que el expediente llegaría al día siguiente, para frustración de todas. Solo Spike se alegro porque de esta forma pudo pasar más tiempo con el grupo. A la mañana siguiente llego al mediodía el documento, se trataba de una carpeta con varias fichas en su interior. La reina changeling, Candence, Twilight y Luna examinaron aquellos papeles. Todos los delitos de Gea derivaban en lo mismo, robo tras robo; lo curioso del caso es que la mayoría de aquellos hurtos consistían en comida robada durante la infancia y adolescencia de la acusada. Daba la impresión de que aquello era fruto de la hambruna. No había casos de violencia a terceros. Parecía una ladrona de manoplas blancas.

—No hay casos de violencia, y todos los hurtos valían menos de 200 bits, algunos menos de 50—comento Luna.

—Parece que usted fue su víctima más cara, majestad—comentó Cadence a Chrysalis.

—Eso parece.

Las cuatro estuvieron debatiendo durante unos minutos más, tras los cueles Gea fue llamada a su presencia. La doncella se había pasado las últimas horas vigilada en su habitación, había comido allí y solo había salido tres veces para ir al aseo bajo condición de que los guardias le acompañasen hasta la puerta de los servicios, aunque sin entrar con ella en el interior.

Nada más llegar al salón donde se encontraban Twilight, Cadence, Luna y Chrysalis la acusada las saludo educadamente aunque se la veía nerviosa y un poco asustada.

—Bien, Gea. Hemos leído tu expediente y revisado tu caso a fondo. ¿Tienes algo que decir?—empezó Luna.

—Solamente que lamento haberles decepcionado.

—Desde este momento tienes prohibida la entrada en Changelopolis, y tendrás que pagarme una indemnización de 250.000 por los pendientes y otros 50.000 por daños y perjuicios. Ese será tu castigo—explico Chrysalis.

—Pero eso son 300 mil bits. No tengo tanto dinero.

—Ya lo sabemos, por eso cada mes un 10% de tu salario irá a parar a Chrysalis hasta que saldes toda la deuda. Tardarás algunos años en terminar de pagarla todo el montante—puntualizó la princesa de cristal.

—Y sales bien librada, ladronzuela. Ya puedes agradecer a sus altezas que hayan mediado a tu favor—comentó la reina changeling mirando a Cadence, Twilight y Luna—Por supuesto tienes derecho a librarte de la maldición, de modo que regresarás conmigo a nuestra ciudad de origen para que las portadoras de la armonía pueden aplicarte el contramaleficio junto con los demás miembros de nuestra raza, pero después de haberte convertido en poni te marcharás del lugar inmediatamente ¿Comprendido?

—Sí, majestades.

—Bien. Ahora márchate—le ordeno la princesa de la noche.

Al día siguiente los changelings se prepararon para marcharse. Las 6 manes habían acordado acompañarles a Changelopolis para usar el poder de los talismanes sobre los ciudadanos del lugar, para librarles de la maldición. Después de la batalla de Canterlot Luna había guardado y custodiado los amuletos, y se los había traído consigo al Imperio de Cristal, aunque no se los entrego a las 6 manes hasta después de firmar los acuerdos de paz. Gea acompañó a la reina changeling para ser igualmente transformada. Ambas changelings conversaban en voz muy baja.

—No olvides que no te perdonado, ladronzuela. Si te permito ir a nuestra ciudad de origen es únicamente porque tienes derecho a librarte de la maldición, pero una vez que te hayas vuelto poni te quiero fuera de Changelopolis en menos de diez segundos ¿Entendido?

—Sí, majestad. Y de nuevo creerme que lo siento.

HAN PASADO DIEZ DÍAS.

Habían pasado diez días desde que las 6 manes viajaron a Changelopolis para liberar a sus ciudadanos de la maldición. Durante este periodo de tiempo sucedieron varias cosas. Todos los changelings sin excepciones fueron convertidos en ponis. Gea tras ser trasformada tomo la forma pegaso que había adquirido en el Imperio de Cristal, color mostaza, con crines naranja claro, ojos marrones y sin cutie mark, después de librarse de la maldición abandono inmediatamente la ciudad bajo la mirada inquisidora de Chrysalis. Changelopolis se recupero un poco después de que las 6 manes usasen el poder de la armonía; por un lado todos se libraron de la maldición. Por otro lado, los edificios quedaron perfectamente restaurados y reparados, y muchas tierras de cultivo, que estaban deterioradas volvieron a ser fértiles; todo esto suponía un gran avance en la restauración de la ciudad pero aun quedaban cosas pendientes por hacer: poner en marchar varias empresas, volver a cultivar los campos, reactivar la economía y el comercio, etc. Los talismanes habían hecho un buen trabajo pero no podían hacerlo todo. Conseguir que Changelopolis recuperase su antiguo esplendor sería una tarea que requeriría años de esfuerzo y trabajo, además todos los proyectos al respecto necesitaban de financiación ¿De dónde saldría todo ese dinero? Equestria podría parte de él pero no podía asumir todo el gasto, era necesario comerciar con el exterior pero con una producción escasa y una economía débil difícilmente se podía lograr que los changelings se abriesen paso en mercados internacionales. Además durante mucho tiempo casi toda la producción de Changelopolis se había centrado en armamento y recursos militares, debido al enfrentamiento con Equestria, pero ahora que la guerra había acabado ¿Qué se haría con toda esa producción militar? Se podía intentar vender a los grifos o a los minotauros, pero eso quizás contradijese el tratado de paz, según el cual los changelings debían reducir su armamento y su ejército. Chrysalis tenía todas estas preocupaciones y escribió un mensaje a Luna consultándola al respecto. La princesa de la noche respondió negándose a la venta de armas, argumentando que ese tipo de comercialización era contrario a los acuerdos del pacto que ambas firmaron, y además contradecía la Constitución equestriana.

Celestia había confesado voluntariamente todo lo ocurrido a la prensa desde el caso de la madre de Rainbow Dash, pasando por la maldición de Nightmare Moon empleada contra Luna, el exilio de esta última; la maldición contra los changelings, quienes en principio eran un clan de ponis que aspiraba a autogobernarse por ellos mismos; hasta finalmente el intento de asesinato de la princesa de la noche y de Twilight. Los periodistas se quedaron de piedra con estas declaraciones. Después de tales confesiones la reputación de la alicornio blanca había caído en picado. Antes los equestrianos la admiraban, ahora la consideraban un monstruo y muchos empezaron a tenerla miedo. La opinión pública estaba en contra de la alicornio blanca. Luna había querido evitar estas declaraciones porque harían, y de hecho hicieron, que la reputación e imagen de su hermana cayese en picado.

— ¿Cómo se te ha ocurrido hacer esas declaraciones, hermana?

—Ya no podía callarme, Luna. Equestria tiene derecho a saber la verdad.

La hermana de Celestia envió aviso a las diferentes ciudades de Equestria para convocar al Senado. La princesa intento sin éxito que la mayor parte fuesen plebeyos, dado que una mayoría aristocrática no votaría fácilmente a favor de Twilight. Parecía que la unicornio lo tenía todo en contra, 3/4 partes resultaron ser nobles y solo un cuarto fueron plebeyos. Entre este grupo no aristocrático se encontraban entre otros los representantes de Ponyville. La unicornio sabía que podía contar con el apoyo del pueblo donde vivía, pero conseguir el voto de los demás iba a ser realmente difícil.

A Rainbow Dash le entregaron la cabeza disecada de su madre, era la única parte del cuerpo de la difunta que se había conservado, el resto fue destruido. La pegaso azul hizo un enterramiento y un funeral en Cloudsdale, pero casi nadie asistió; solo fueron ella, las otras 5 manes, los padres de Rarity, los hermanos y la abuela de Applejack, las CMC y los padres de Twilight por petición de su hija; a los que no eran pegasos la unicornio morada les hizo un hechizo para que pudieran caminar por las nubes. Luna presidio tanto el entierro como el funeral e insistió en que su hermana estuviese presente, Celestia acepto pero una vez allí no se atrevió a mirar a la cara a ninguno de los presentes, en especial a Rainbow, las CMC se mostraban extrañadas de esta aptitud, las niñas no sabían nada de lo ocurrido con Celestia salvo que ya no era una princesa.

Las amigas de Twilight al principio miraron nerviosas a Twilight Velvet y Night Light porque ellas anteriormente habían acusado falsamente de traición a la unicornio morada poco antes de la batalla de Canterlot. Applejack intento sacar el tema y disculparse en su nombre y en el de todas, pero los progenitores de la unicornio morada dijeron al grupo que no estaban enfadadas, sabían que había sido un error, esto tranquilizó a las 6 manes.

En el funeral Dash se negó en rotundo en dirigirle la palabra a la alicornio blanca, pero en el posterior entierro la dijo que la perdonaba.

—Ya va siendo hora de olvidar el pasado. Mi madre seguramente no querría que estuviésemos enfadadas, y si puedo disculpar a Chrysalis puedo disculparte a ti, Celestia—dijo Rainbow intentando sonar lo más humildemente posible, cosa que para ella era difícil.

—Entonces ¿Me perdonas?—contestó la alicornio blanca.

—Sí.

Ambas ponis se abrazaron mientras las CMC las miraban confusas.

— ¿Alguna sabe que está pasando entre esas dos?—pregunto Apple Bloom a sus amigas mientras las tres miraban como Celestia y Rainbow Dash se abrazaban.

—Eso es que habían discutido por algo y se están reconciliando—intervino Scotaloo.

—No, simplemente están llorando juntas por la fallecida. Es un gesto muy tierno—comentó Sweetie Belle.

—Anda ya. Es más probable que se trate de una reconciliación—le respondió la pegaso naranja a su amiga unicornio.

—Pues yo digo que no es una reconciliación.

—Que sí.

—Que no.

—Qué sí.

—Que no.

—Chicas, dejar de discutir. Os está mirando la gente—advirtió Apple Bloom a sus dos amigas.

De pronto se acerco Twilight.

— ¿Qué pasa, niñas? Esto es un lugar serio. Aquí no se puede discutir y hablar a voces.

—Yo no discuto. Es la señorita unicornio la que me lleva la contraria, y ni siquiera sabe de qué habla—acuso Scotaloo a Sweetie Belle.

— ¿Será posible? Twilight, dile a la señorita Scotaloo que tiene la sensibilidad en el culo.

—Suficiente. Apple Bloom, ve con tus hermanos; vosotras dos coger el globo y regresar al pueblo. Cuando volvamos los demás ya os diremos el castigo que os merecéis por montar una escena en el entierro de la madre de Dash.

— ¿Castigadas?—preguntaron a la vez Scotaloo y Sweetie Belle.

—Sí, y si no volvéis rápidamente a Ponyville el castigo será más severo.

Como las niñas se llevaron el globo los no voladores regresaron a Ponyville mediante dos carruajes, arrastrados cada uno de ellos por cuatro pegasos blancos. Las tres potrillas se retiraron y separaron cabizbajas. Tras regresar todos a la aldea las 6 manes hablaron con las pequeñas. Tras la conversación con las menores Apple Bloom que no había intervenido directamente en la pelea fue disculpada, a las otras dos se les sanciono ayudando a la familia Apple con sus tareas en la granja durante una semana, las faenas serían realizadas después de salir del colegio. Dash les dijo a las niñas que si había discutido anteriormente con Celestia por un tema muy personal. Aunque si las CMC hubiesen leído los últimos periódicos de Ponyville sabrían cuál era el tema.

— ¿Lo ves? Se trataba de una reconciliación, cabezota—comento Scotaloo a Sweetie Belle mirándola con una mirada de superioridad.

—Sí, sí. Eres muy lista—respondió enfadada la unicornio.

Durante los dos días siguientes Sweetie Belle y Scotaloo no se hablaron entre ellas. Apple Bloom a pesar de que no había sido castigada decidió ayudarlas voluntariamente con sus tareas, y mientras las tres trabajaban la poni terrestre sacaba cualquier tema de conversación para forzar el dialogo entre todas. Del mismo modo la pequeña granjera convertía algunas actividades en juegos, como cuando tuvieron que apilar la paja del granero.

—He distribuido la paja en tres partes iguales. A ver cuál de nosotras tarda menos en colocar su parte. Big Mac me ha dejado su cronometro para calcular el tiempo—explico la poni granjera a sus dos amigas.

La actitud de Apple Broon fue verdaderamente mediadora. Al tercer día a sus amigas ya se les había pasado el enfado y volvía a ver buen ambiente en el grupo. Applejack y Big Mac se sentían orgullosos de su hermanita pequeña. Al igual que la abuela Smith quien igualmente se sentía satisfecha de su nieta más joven.

¿Qué sucederá ahora? ¿Chrissa volverá a Ponyville? ¿Cadence confesará su embarazo a su marido? ¿Qué pasará con Celestia? Mucho más en el próximo episodio.

FIN DEL CAPÍTULO 6

Hola bronies y lectores.

En mis comentarios del capítulo anterior ya explique que en principio este fanfic iba a tener solo 5 episodios pero decidí alargarlo.

ERROR REPARADO EN EL CAPÍTULO 5

Pido disculpas porque al principio cometí un error en el capítulo 5, puse que Cadence celebró su boda en el Imperio de Cristal cuando en realidad se caso en Canterlot. Esa equivocación ya ha sido corregida y rectificada mediante una actualización de dicho episodio, aunque para ello he tenido que modificar ligeramente la historia de Gea, pero la modificación ha sido mínima y no afecta a la coherencia del capítulo.

TWILIGHT ES DE ORIGEN PLEBEYO

No se sabe realmente. Hasbro nunca ha definido demasiado los orígenes de Twilight o los de sus padres. No se sabe oficialmente si Twilight Velvet y Night Light son aristócratas o no, aunque algunos autores del FanFiction los consideran de la nobleza. En este caso quise que nuestra amiga unicornio tuviese un origen plebeyo para tratar el tema del elitismo. Si los padres de Twilight fuesen plebeyos entonces ella también lo sería, al menos al principio, aunque luego tras ser nombrada princesa entrase a formar parte de la nobleza y la realeza de Equestria.

EL TEMA DEL ELITISMO

Tal y como explica la princesa Luna, un elitista es una persona de clase alta que considera inferiores a las clases bajas y medias, por tanto tiende a discriminarlas. Esto es un prejuicio social algo extendido en determinados colectivos. Un elitista nunca aceptaría que un plebeyo se casase con una chica noble, y si lo hiciesen ambos novios serían víctimas de muchos prejuicios y criticas en contra.

Eso es todo por ahora.

Dejen por favor sus reviews. Nos leemos.

Next Chapter: CAPÍTULO 7: EL CONDENADO POR DESCONFIADO Estimated time remaining: 0 Minutes
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