LA VERDAD SOBRE CELESTIA
Chapter 3: CAPÍTULO 3: LA ALIANZA
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LA ALIANZA
Habían pasado dos semanas desde que Chrissa se encontraba en Ponyville. Aquel día era domingo y Chrissa y las CMC habían ido al bosque, donde se encontraron con una unicornio blanca con crines rojos y ojos marrones.
—Hola Chrissa—saludo la unicornio.
— ¿Sabes quién soy?
—A estas alturas ya deberías ser capaz de sentir mi presencia—dijo la poni revelando su autentica forma de Changeling.
— ¡Mamá!—dijo la pequeña tomando su autentica apariencia y abrazando a su madre.
Scotaloo, Apple Broom y Sweetie Belle retrocedieron asustadas. Aquel changeling tenía un aspecto mucho más terrorífico que su amiga. Chrissa miró preocupada a su madre, la niña dudaba de lo que su progenitora pudiera hacerles a las otras niñas. Sin embargo la changeling adulta se sentó en el suelo de una forma relajada.
—Hola, niñas. Yo soy Chrysalis. Reina de los changelings y madre de Chrissa—dijo la malvada reina con un tono despreocupado.
— ¿Chrysalis? Mi hermana, Applejack, me hablo de usted. Trato de casarse con el hermano de Twilight—dijo Apple Broom.
—Esa es la versión oficial, la real fue bastante más compleja. ¿Podéis dejarnos solas un momento a mi hija y a mí?
Las CMC se alejaron.
—Veo que tienes buen aspecto, hija. Aunque aun no entiendo por qué te marchaste de casa.
—Me fui porque tú y papá no me hacías caso. Y no tenía a nadie de mi edad con quien hablar o jugar.
—Vuélvete a trasformar en la unicornio de antes.
Chrissa se volvió a convertir en la unicornio azul amarillo de cabello y ojos verdes.
— ¿Puedes cambiar el color de tus crines sin modificar el lomo, hija?
—Claro que puedo. Puedo hacer que mis crines sean del color que yo quiera.
Chrissa Provo varias combinaciones de color: lomo blanco con crines negras, lomo negro con crines blancas, lomo azul con crines verdes y varias otras transformaciones.
—Eres increíble. La mayor parte de los changelings solo pueden transformarse en el objeto o ser viviente que tengan de frente, como un espejo. Algunos un poco más habilidosos pueden adoptar la forma de aquellos seres que han conocido en algún momento de su pasado. Sin embargo tú puedes modificar tu transformación a voluntad. Y además eres capaz de volar y usar hechizos básicos. Para ser tan joven eres muy poderosa.
—Gracias, pero eso no es todo, puedo transformarme en movimiento.
— ¿En movimiento?
—Observa.
Chrissa en su forma unicornio comenzó a correr en círculos, seguidamente sin detenerse tomo la forma de varios de los alumnos de la escuela de Ponyville, uno por uno.
— ¿Cómo lo haces? Se supone que para transformarse es necesario permanecer un instante quieta, sin moverte mientras te estás transformando.
—Si me prestaras atención más a menudo sabrías que el año pasado comencé a practicar este truco. Al principio era muy difícil pero ahora puedo controlar la transformación en movimiento a voluntad—dijo la niña sin parar de correr.
«No imagine que tuviese tales habilidades. Además en la esfera la he visto usando levitación y otros hechizos básicos. Es muy poderosa para su edad. Tal vez tenga razón, debería observarla más a menudo» pensó Chrissa.
— Mamá, ¿Cómo sabias que estaba aquí?
—Por medio de mis espías—mintió Chrysalis, quien no quería confesarle a su hija que la seguía la pista mediante un hechizo de rastreo y una esfera mágica—O sea que te escapas de casa y acabas viviendo en la aldea de mis enemigas. Sabes lo que yo pienso de este lugar y de Twilight y sus amigas.
—No son tan malas, y se portan bien conmigo.
— ¿No son tan malas? Mis informadores me han comunicado que se han hecho con unos talismanes mágicos para atacar nuestro castillo. Los llaman los elementos de la armonía.
—Anda ya. Ellas no atacan a nadie. ¿Estás aquí para llevarme contigo, mamá?
—Debería llevarte a casa pero si es verdad que esas ponis no son tan malas diles que me has visto, y que quiero reunirme con Twilight y sus amigas para firmar la paz. Si aceptan las espero dentro de tres días en el centro del bosque Everfree.
Seguidamente Chrysalis se marcho volando. Cuando solo llevaba 200 metros de camino la changelig se detuvo en el aire.
«Esas mocosas desprendían mucho amor, que pena no haberme alimentado con él, pero si lo hubiese hecho Chrissa no hubiese confiado en mí. Aunque ya habrá tiempo para atacar Ponyville… claro que podría mantener este pueblo intacto bajo ciertas condiciones… Tal vez una aldea de esclavos no sea mala idea» pensó Chrysalis
Por la tarde Chrissa se reunió con las seis ponis para contarles el encuentro con su madre. El grupo se reunió en la biblioteca, junto con Spike. Chrissa estaba fuera jugando con las CMC.
—Espera. ¿Eres la hija de Chrysalis?—intervino Rainbow Dash.
—Bueno… sí. No dije nada porque no sabía cómo os lo tomaríais.
—Me lo temía. Eres muy hábil cambiando de forma. Ese poder tenía que venir de algún sitio—dijo Twilight.
—El caso es que mi madre me ha dicho que quiere hacer las paces con vosotras. Os espera dentro de tres días en el centro del bosque.
— ¿Y mi hermana, Scotaloo y Sweetie Belle estaban contigo?—preguntó Applejack.
—Sí, pero mi madre no las hizo nada.
Applejack se llevó aparte a Twilight para hablar con ella a solas.
— ¿Crees que podemos confiar en Chrissa y su madre? Preguntó la poni granjera.
—En la niña sí, en Chrysalis no—respondió la alicornio.
—Pero hay algo que no entiendo, si las niñas se encontraron con Chrysalis ¿Por qué ella no las ataco?
—No sé, quizás para disimular de cada a su hija, o para no llamar la atención de las autoridades. La parte del bosque donde se encontraban estaba muy cerca de Ponyville.
—Será mejor que entremos con las demás—dijo Applejack.
Se produjo un escándalo, todas hablaban a la vez sin escucharse unas a otras. Y nadie se puso de acuerdo sobre qué hacer.
—Twilight, tienes que tomar una decisión. ¿Qué hacemos?—dijo Applejack.
— ¿Por qué me lo preguntas solo a mí?
—Estoy de acuerdo con Applejack. En estos casos debemos seguir las decisiones de nuestra líder—comentó Rainbow Dash.
—Heeei. Un momento ¿Desde cuándo soy yo vuestra líder?—se quejo la alicornio.
—Tú nos dirigiste contra Nightmare Moon, Discord y Sombra. Además ahora eres una princesa real. Está muy claro, somos un equipo de seis ponis y un dragón y tú eres el alma—dijo Rarity a Twilight.
—No, no puedo. ¿Y si me equivoco? ¿Y si mi decisión nos compromete?—respondió la estudiante de Celestia.
—Vamos, Twilight. Todas aceptaremos lo que digas—dijo tímidamente Fluttershy.
—Aunque suponga enfrentarnos con el ejército changeling—dijo Pinkie Pie esforzándose por adoptar una expresión seria.
La discípula de Celestia miró a sus amigas una a una. Todas esperaban que tomase una decisión, estaban dispuestas a obedecerla pero ¿Y si su decisión era errónea? De pronto Twilight notó la garra de Spike en su casco izquierdo delantero.
—Adelante, princesa. Decida—dijo el dragón sonriéndole a su amiga.
—Fluttershy y Spike permanecerán aquí para cuidar de los talismanes. Chrissa y yo acudiremos a las cita de Chrysalis, en cuanto a las demás quien quiera puede acompañarnos voluntariamente pero no está obligado a ello. ¿Os parece bien?—dijo Twilight.
—Yeeeeeaaah. Yo iré contigo Twilight—intervino Applejack.
—El bosque no es lo mejor para mi preciosa melena pero yo también iré—dijo Rarity.
—Hace tiempo que no teníamos una aventura similar. Yo me apuntó—comentó Dash.
—Yo también y llevaré mi cañón de fiestas para que podamos festejar la paz con los changelings—dijo Pinkie Pie.
Twilight miró emocionada a sus amigas, le agradaba ver como ellas estaban dispuestas a seguirla y ayudarla. La discípula de Celestia recordó los viejos tiempos en donde ella aun era una unicornio antisociable, que no quería tener amigos y estaba sola, salvo por la compañía de Spike. La joven ya entonces era muy estudiosa pero sus valores y conocimientos no terminaban de pulirse. Por ello Celestia la había ordenado mudarse desde Canterlot a Ponyville para que aprendiese a relacionarse. Una vez en el pueblo fue conociendo poco a poco a sus amigas hasta tal punto que la unicornio ya no quiso volver a Canterlot. Desde entonces los habilidades de Twilight se habían desarrollado muchísimo, por ello fue nombrada princesa y convertida en alicornio. Todo lo había logrado gracias al apoyo de sus amigas y ella pensaba que nunca podría agradecérselo lo suficiente. Sin embargo había algo muy raro en todo esto "el diario de Celestia". El texto se terminaba después de la derrota del Rey Sombra, a partir de ahí Celestia no había escrito nada. ¿Por qué no estaban anotados los últimos acontecimientos? ¿Y si todo lo que había sucedido desde Nightmare Moon hasta la fecha hubiese sido un montaje de la princesa del sol? ¡No! ¡Imposible! No todo era falso. Sus amigas y Spike estaban allí con ella, dispuestos a seguirla, a prestarle su apoyo… Ellos eran reales, todo lo que había vivido con ellos era verdad. Y si se conseguía firmar la paz con los changelings no sería por hacer feliz a la princesa del día sino para acabar con el conflicto.
— ¿Estás bien, dulzura?—dijo Applejack a la alicornio.
—Sí. Estoy bien… Estoy mejor que nunca porque estoy con todos ustedes, y eso me hace muy feliz—respondió Twilight sonriendo.
—Has decidido ir a la cita, asique… ¿Por Celestia?—intervino Spike extendiendo su garra para que las demás la chocasen.
— ¡No! No hacemos esto por las princesas, al menos yo ya no—respondió Twilight molesta. Todo el grupo se quedo asombrado mirándola.
—Desde que nos enfrentamos a Nightmare Moon siempre habíamos creído, yo al menos, que actuábamos en nombre de las princesas o del gobierno de Canterlot. No vimos la verdad. Lo hicimos por la misma razón que acudiremos a la cita—explico Twilight.
—Entonces ¿Por qué lo hicimos?—se extraño Spike.
— ¡Por Equestria!—exclamo la alicornio.
— ¡POR EQUESTRIA!—gritaron todas las manes a la vez chocando los cascos entre todas, bueno… Spike choco la garra.
El grupo había tomado una decisión. Ya no lucharían en nombre de nadie, ahora solo combatían por un único motivo y esa razón era su país. Los Equestrianos se merecían una nación pacífica, un Estado donde las niñas como Chrissa y las CMC pudieran jugar libremente, o estudiar en el mismo colegio sin necesidad de que nadie se disfrazase; un territorio donde Changelings y ponis se juntasen en la calle amigablemente sin pelearse. Ya se había producido demasiado malestar entre ambos bandos. Era tiempo de cambiar las cosas, de mirar a un futuro de prosperidad. Las 6 manes ya no luchaban por las princesas sino para favorecer a su nación. Aceptar la invitación de Chrysalis suponía jugarse la vida en caso de que ella atacase a traición, pero estaban dispuestas a arriesgarse en nombre de la paz.
Mientras la reina de los changeling seguía espiando al grupo mediante su esfera mágica. Las manes no lo sabían pero cada vez que estaban cerca de Chrissa la reina changeling podía espiarlas.
—Perfecto. Mientras esas bobas estén en el bosque, enviaremos a algunos soldados a la biblioteca de Ponyville. Una vez allí capturaran a la pegaso amarilla y ese asqueroso dragón, se harán con los talismanes. Y prenderán fuego al lugar antes de irse.
—Sí, Majestad. Sin embargo ¿Para qué prender fuego?
—Para dejar un recuerdo de nuestra instancia. Hay que ser educado, comandante—contexto Chrysalis soltando a continuación una risa diabólica.
—Un momento… Si la princesa Chrissa no está con las manes ¿Cómo es que podemos verlas? Ellas no tienen el hechizo de rastreó ¿O sí?
—Hace dos noches me cole a escondidas en la biblioteca de Ponyville mientras Twilight y los otros dormían, y coloque un hechizo de rastreo en algunas paredes.
—Muy ingenioso aunque al haberlo colocado en un objeto inanimado el hechizo solo durará unos días.
—Sí, máximo una semana pero es más que suficiente.
—Pero sí estuvo en la biblioteca podría haber aprovechado para capturar a Twilight.
—En principio esa era mi intención pero pensé que no era el momento adecuado.
Los hechizos de rastreo se podían lanzar contra un ser vivo o un objeto inanimado, en el primer caso duraban años, a veces toda la vida a no ser que fuesen anulados; en el segundo caso solo duraban unos pocos días.
El día acordado Chrissa, Twilight, Rarity, Pinkie Pie, Applejack y Rainbow Dash acudieron a la cita.
— ¿Crees de verdad que Chrysalis no nos atacará?—comentó Dash a su amiga alicornio.
—Si queremos que este conflicto con ellos termine de una vez debemos darles un voto de confianza—dijo Twilight.
— ¿Y si nos capturan o nos matan, Cerebrito? Preguntó Rainbow cuando ya estaban llegando a su destino.
—No creo que nos maten, somos más útiles vivas. Yo solo quiero que no haya más luchas y… Un momento… aquí no hay nadie—dijo la alicornio morado cuando llegaron al lugar de la cita.
De pronto varios changeling salieron de varios matorrales y árboles y rodearon a las cinco ponis.
—Corrijo. Aquí estoy yo con mis soldados. Captúralas—ordenó la reina Chrysalis apareciendo de repente.
De pronto varios changeling se abalanzaron sobre Twilight y sus amigas.
— ¿Qué está pasando? Mamá, dijiste que querías hacer las paces con ellas. ¡Mentiste!—dijo Chrissa furiosa.
—Oh, vamos hija. ¿Desde cuándo yo juego limpio?
El grupo se defendió valientemente manteniendo a sus atacantes a raya durante un rato, pero estos eran numerosos. Cuando ya casi todas habían sido capturadas Twilight usando sus alas cogió a Chrissa, subió con ella a varios metros de altura y la sostuvo en el aire con su magia, al mismo tiempo que la inmovilizó para que no pudiera moverse o usar sus poderes, por lo que la niña se encontraba en su verdadera forma.
— Chrysalis, deja que nos marchamos todas o tu hija lo pasará muy mal.
La pequeña forcejeaba por soltarse y miraba angustiada a la alicornio morada. Todo el mundo se había quedado paralizado contemplando la escena.
—Vaya, vaya, Twilight. Veo que mi hija te ha enseñado a jugar sucio y duro. Sabía que tenías un lado oscuro—dijo Chrysalis.
— ¡No me provoques! Ella no tiene nada que hacer frente a mi magia. Ordena a tus hombres que se retiren y suelten a mis amigas.
— ¿Y si no lo hago?
—La mató—dijo Twilight incrementando su poder, con lo cual la niña comenzó a retorcerse y a gritar.
—Twilight, yo no quería que esto pasada. Ella me engaño. Suéltame, por favor—dijo la pequeña llorando. De pronto Chrissa ya no sentía tanto dolor, estaba claro que la agresora había disminuido su poder, pero seguía flotando inmovilizada.
—Vamos, reina changeling. ¿Qué esperas? Da la orden.
— ¡Mátala!
— ¡¿Queeeé?! ¡Es tu hija!
—Yo puedo tener más hijas. ¿Puedes tú vivir con el peso de una muerte a tus espaldas? ¿Podrás perdonarte a ti misma haber matado a una niña que esta indefensa?
La estudiante de Celestia miró a la pequeña changeling. Esta última estaba muerta de miedo.
—Está bien, Chrysalis. Tú ganas—dijo Twilight depositando cuidadosa y lentamente a la pequeña en el suelo y entregándose a continuación.
—sabía que era un farol, Twilight. Eres una cobarde—dijo Chrysalis dándole una sonora bofetada a la discípula de la princesa del sol.
Los soldados changeling encadenaron a las ponis con una cadena al cuello formando una fila india, en cuyo frente estaba Twilight seguido de Rarity, Pinkie Pie, Rainbow Dasd y cerrando la fila Applejack. Las cadenas estaban hechas con una aleación que imposibilitaba el uso de magia. La alicornio y la pegado llevaban las alas atadas a la espalda. Chrissa lloraba a ver a sus amigas capturadas.
Al cabo de una hora los changelings y las prisioneras aun estaban en el bosque de camino al castillo de Chrysalis. Esta última recibió noticias de que los changeling enviados a la biblioteca de Ponyville habían sido capturados por varios guardias, pero lo más extraño es que no había restos de los elementos de la armonía, ni tampoco de Spike y Fluttershy. Al cabo de otras dos horas llegaron a los terrenos de los changelings. Las 6 manes nunca antes habían estado allí y se sorprendieron del aspecto del lugar. Aquello parecía una ciudad tercermundista, las casas eran miserables y sus habitantes parecían enfermos y hambrientos; no se veían cosechas o actividades comerciales.
El comandante de los changelings se acerco a Twilight.
— ¿Qué te parece todo esto, mascota de Celestia? Hubo un tiempo en que esta ciudad era de más grandes y cosmopolitas de Equestria, ahora solo quedan miseria y hambre. Y tu ama es la culpable—dijo el militar a Twilight.
—No tengo nada que decir y no pienso hablar con usted—dijo la alicornio morada.
—De modo que la perra de la princesa tirana defiende a su dueña—dijo el militar encarándose con la prisionera.
¡Suficiente! Tú vuelve a la formación. Y vosotras espero que no me deis problemas porque podría mataros ahora mismo—dijo Chrysalis dirigiéndose primero al oficial y luego a las prisioneras.
En grupo se puso de nuevo en marcha. Rainbow Dash y Applejack conversaban en voz muy baja.
—Lo que dice Chrysalis es cierto, podría matarnos ahora mismo ¿Por qué no lo hace? ¿Qué está esperando?—dijo Dash.
—Seguramente querrá usarnos como rehenes contra Celestia, o puede que nos torture para tratar de averiguar el paradero de los talismanes. Además Twilight es una princesa y al mismo tiempo una poderosa hechicera, lo que la convierte en una presa valiosa. En cualquier caso les somos más útiles vivas—dijo la poni granjera.
Al cabo de un rato llegaron a un lúgubre castillo, estaba tan oscuro que era difícil saber qué aspecto tenía realmente. El exterior parecía estar pintado de gris y se veían varias torres, y un puente levadizo que conducía a un patio que a su vez poseía varias puertas que daban al interior. Una vez dentro las manes observaron que había pocas ventanas, lo que reducía la iluminación del edificio el cual estaban alumbrado por antorchas colgadas de las paredes pero estas daban poca luz al lugar. Rarity intento averiguar sin éxito el color de las paredes.
«Qué lugar tan tétrico. En lugar de capturarnos más le valdría a Chrysalis poner un par de bombillas en este sitio» pensó la unicornio blanca.
Las prisioneras fueron llevadas a las mazmorras. Se trataba de un pasillo donde a ambos lados del mismo se encontraban diferentes celdas. El suelo era de azulejos supuestamente blancos aunque estaban descoloridos y en mal estado; las paredes y el techo igualmente estaban despintados y sucios. Twilight se fijo en que las prisiones estaban llenas de polvo ¿A nadie se le había ocurrido pasar una escoba de vez en cuando? Sin embargo la última de ellas, situada al fondo, estaba limpia y más acondicionada, e incluso tenía un catre donde recostarse. Las prisioneras fueron desatadas antes de ser encerradas. A Rainbow Dash y Pinkie Pie les metieron juntas en la misma celda, Rarity y Applejack fueron introducidas en otra prisión de al lado de la primera. Twilight fue aislada en la celda del fondo.
—Tiene suerte, bajeza. Nuestra reina te ha asignado la suite de lujo—dijo riéndose el encargado de las celdas a la alicornio. Los otros guardias se partieron de risa.
— ¡No es justo! ¿Por qué Twilight tiene un catre y las demás no? ¿Y por qué nosotras tenemos que dormir en un suelo sucio sin barrer?—se quejo Rarity.
Los guardias se miraron entre ellos, el oficial al mando se dirigió a la alicornio morada.
—Eres una manipuladora. Primero te conviertes en la mascota de Celestia y ahora en la de Chysalis.
—No soy la mascota de nadie y si esta celda no fuese antimagia te ibas a enterar.
— ¿En serio? Nuestra líder nos ordeno manteneros con vida pero no dijo nada de mantener intacta vuestra salud. No solo la celda, todo este recinto de los calabozos repele tus poderes. ¡Sacad a la poni morada de ahí! Vamos a divertirnos un rato.
Mientras tanto Chrysalis se encontraba en compañía de su hija.
—Mamá, Twilight no es una cobarde—dijo la pequeña a su madre cuando ambas estaban solas en la habitación de esta última.
— ¿Cómo dices, hija?
—Sentir compasión no es ser una cobarde.
— ¿Lo dices por…? Oh, cariño. Sabía que no se iba atrever.
La pequeña changeling floto en el aire hasta situarse a la altura de la cabeza de su madre y le dio una bofetada. A continuación volvió a bajar al suelo.
—Yo no te importo ¿Verdad? ¡Nunca te he importado! Tú solo me utilizas e incluso aceptas que alguien me mate. ¡Te odio, mamá!—dijo la niña antes de marcharse llorando.
Si Chrysalis hubiese sido una madre normal lo lógico es que hubiese salido corriendo detrás de su hija e intentase consolarla. Sin embargo ella era un ser frío y sin escrúpulos, y aunque en el fondo le dolía el disgusto de su hija, no estaba dispuesta a mostrar sus sentimientos porque lo consideraba un signo de debilidad.
Al cabo de unos minutos el comandante fue a los calabozos para transladar a Twilight a presencia de Chrissa.
« ¿Por qué me toca ir a las celdas? La reina podría haber enviado a cualquiera y me manda a mí. A su segundo al mando. Es humillante» pensó el militar.
Mientras tanto en los calabozos Twilight había sido obligada a pelear contra el oficial. No podía usar su magia y aunque supuestamente podía volar las dimensiones del lugar la limitaban el uso de las alas, la alicornio solo podía defenderse mediante coces y otros golpes físicos. Sin embargo el carcelero era mucho más fuerte y aunque ella se defendía valientemente él le propino una soberbia paliza.
— ¿Qué te pasa, yegua? ¿Ya estas cansada? Que decepción. Esperaba más de la mascota de Celestia—dijo el oficial mirando a la prisionera que apenas se mantenía en pie— ¡Tumbarla en el suelo boca abajo!
Los demás guardias tumbaron boca abajo en el suelo a Twilight y la sujetaron al piso. Las demás manes comenzaron a protestar y dar gritos pero el oficial las ignoro y comenzó a azotar con una fusta a su presa, los primeros golpes fueron en el trasero después los siguientes se llevaron a cabo en la espalda y en las patas.
— ¡Monstruos! Sois unos monstruos—gritó Rarity a los changelings
De pronto los guardias dejaron de golpear a Twilight y miraron a las demás prisioneras. El oficial al mando se acerco a Rarity.
— ¿Qué pasa? ¿Te da envidia? Tranquila. Cuando nos cansemos de ella la siguiente serás tú. Aquí hay tortas para todas. De hecho vais a ser testigos sufrimiento de vuestra amiguita.
El changelings le dio la espalda a las otras encarceladas y se dirigió a Twilight que seguía tirará en el suelo respirando agitadamente. El matón aplastó las alas de la alicornio contra el piso y comenzó a retorcédselas mientras disfrutaba escuchando los chillidos de su víctima. Rarity y Pinkie Pie comenzaron a llorar mientras que Applejack y Rainbow Dash gritaban e insultaban a los soldados aunque también soltaron algunas lágrimas. De pronto el ala derecha de la víctima dio un crujido, estaba claro que se había roto.
—Vaya… este ala era de mala calidad. Bueno… ¿Qué te parece si te rompo la otra también para compensar? Pero antes…—comentó el agresor proporcionando varias patatas en el estomago de su víctima, la cual se retorcía de dolor.
De pronto el agresor agarró a la poni del cuerno y la levantó a la fuerza mirándola fijamente.
—No soy un monstruo. Dime dónde están los elementos de la armonía y mandaré que te curen las heridas.
—No… diré…nada.
—Peor para ti. Romperle la otra ala.
Twilight pudo notar como los otros changelings le rompían su ala sana, y gritó de nuevo. El oficial al mando se dirigió a las otras prisioneras.
—No os gusta ver sufrir a vuestra princesita ¿Verdad? Entonces hablar. ¿Dónde están los talismanes?
— ¡NO SE LO DIGAIS!—grito la alicornio—no me importa lo que me pase, pero no digáis nada.
—De modo que la señorita no ha tenido suficiente, eso se puede arreglar.
De pronto entró el comandante.
— ¡Firmes!
Todos los soldados se pusieron en formación y realizaron un saludo militar al comandante. Twilight continuaba en el suelo con el cuerpo lleno de moratones, las alas rotas y respirando agitadamente.
— ¿Qué significa esto? Ni la reina ni yo hemos ordenado maltratar a las prisioneras, y menos a ella. Es demasiado valiosa—dijo el comandante mirando a Twilight— ¿Quién está al mando de este calabozo?
—Yo, señor. Estábamos interrogándola sobre el paradero de los talismanes.
—Falso…No…me han… preguntado nada—dijo la víctima mintiendo.
«A ver qué hace ahora ese bestia » pensó la estudiante de Celestia mirando a su agresor.
—Esto es lo que le pasa a quien hace lo que le da la gana—dijo el superior proporcionando una coz en el estomago de su subordinado y otra en la cara del mismo—encerrarle, responderá personalmente ante Chrysalis. Y curar las heridas de esta poni, no puedo presentarla en ese estado.
El oficial al mando de los calabozos fue encerrado en ellos, de los otros cinco restantes dos trasladaron a Twilight a unos baños donde la ducharon y le desinfectaron las heridas; los otros tres se presentaron junto con el comandante ante su reina para explicarle lo sucedido en las celdas.
—Valla… asique ahora son mis hombres quienes toman decisiones por sí mismos. ¡Qué bien! Tal vez así entiendan que las decisiones tienen consecuencias. Vosotros tres y los dos compañeros vuestros seréis encarcelados durante tres días sin comer. Si no morís de hambre pasado ese tiempo os perdonare. En cuanto al tonto que estaba al mando de las mazmorras que sea llevado al potro ahora mismo para que no trate de situarse por encima de mí. Hacer cumplir la sentencia, comandante.
—Sí, Majestad—dijo el oficial superior llevándose prisioneros a los soldados.
Twilight fue llevada a una habitación apartada donde se encontró con Chrissa.
— ¿Chrissa? ¿Qué haces aquí? ¿Qué es este sitio?—dijo la alicornio purpura.
—No te muevas mucho. Tus heridas no se curaran con un simple baño. Este producto te escocerá un poco pero es muy eficaz—respondió la niña frotándole la espalda a la poni—Mi mamá ordeno traerte aquí para que descansarás, yo la pedí permiso para venir a verte, este producto es un ungüento mágico de mi padre, él no sabe que se lo cogido, normalmente se usa para curar a los oficiales del ejército changelings pero supongo que funcionará igualmente con ponis.
El ungüento funcionaba. A medida que era absorbido por la piel de Twilight sus heridas y moratones desaparecieron, pero no era efectivo para curar sus alas aunque el dolor desapareció. Después de aplicarle el producto la pequeña se situó al frente de la alicornio mirándola con cara de tristeza.
—Lo siento, Twilight; perdóname. Yo no quise que esto pasara. Mi mamá me engaño y…
—No es culpa tuya. En todo caso yo debería disculparme contigo. No tenía ningún derecho a hacerte lo que hice en el bosque, me volví violenta contigo y puse en peligro tu seguridad, lo siento. Tantas veces como te he dicho que la violencia está mal y ahora voy y la empleó yo. Hay que ser tonta.
Ambas permanecieron mirándose en silencio unos instantes y se abrazaron. De pronto entró Chrysalis en la instancia. La cual hizo iluminar su cuerno al tiempo que respiraba hondo.
—AAAh. Veo que entre las dos desprendéis un cierto afecto. Es todo un banquete pero ahora vete de aquí hija. Un momento… ¿Qué es eso que tienes en la pezuña?—dijo la changeling adulta cogiendo a su hija de los cascos delanteros—Mmm, el ungüento de tu padre ¿Se lo quitaste a sus espaldas? Ya sabía yo que eras una ladronzuela.
—No es cierto. Lo cogí para aplicárselo a Twilight.
—Ya lo has utilizado ahora vete.
—No quiero irme.
— ¡Fuera!
La niña se fue corriendo asustada por el grito de su madre.
— ¿Por qué la tratas así? No te ha hecho nada—se quejo Twilight.
— ¿Nada? No me obedece, no se interesa por nada de lo que hacemos su padre y yo. Y para colmo le da por vivir con vosotras y lo prefiere antes que a mi esposo y a mí que somos sus padres. Si no fuese mi hija mandaría que la ejecutaran.
— ¿Serias capaz de matar a tu propia hija? Sabía que eras una víbora pero no creía que caerías tan bajo.
—Ten, bebe esto, te curará las alas—dijo Chrysalis entregándole una probeta a Twilight.
—Seguro que eso es un veneno. No pienso tomarlo. ¿Y qué es esto que me han puesto en el cuello?
La prisionera llevaba una especie de collar metálico cerrado con una cerradura.
La villana se acerco a una mesilla de noche y deposito el frasco en ella.
—Eso es un bloqueador. Mientras lo lleves puesto no podrás usar tus poderes, es solo una precaución para que no trates de escapar, aunque incluso si él dudo mucho que trates de fugarte abandonando a tus amigas, pero siempre es bueno ser precavida. Te dejaré aquí la medicina por si cambias de idea. No es ningún veneno, si quisiera matarte lo habría hecho en el bosque. Mi esposo se ocupará de que no haya más problemas en las celdas, de modo que por ahora tus amigas estarán a salvo, ahora descansa, mañana desayunaremos juntas.
— ¿Desayunar juntas?
—Tengo algo que proponerte, por eso estás aquí. Luego vendrá alguien a traerte la cena.
— ¡Ya es suficiente! ¿Qué pretendes de mí? ¿Qué esperas conseguir de nosotras?—se quejo Twilight.
Chrysalis abrió la puerta y llamó a los guardias. De pronto entraron varios soldados. La reina ordenó que tumbasen a la alicornio boca arriba en la cama y la obligaran a abrir la boca.
—Hora de la medicina. Vamos colabora un poco—dijo Chrysalis intentando que la prisionera se bebiese el líquido de la probeta.
La alicornio se resistía a abrir la boca pero finalmente la obligaron a la fuerza, haciéndole beber el líquido.
—Ya está. ¿Ves como no era para tanto?
— ¿Qué era eso? ¿Qué me has hecho?—dijo Twilight perdiendo el conocimiento.
—Majestad. ¿Ella esta…?—intervino uno de los guardias.
— ¿Muerta? No, la necesito viva por ahora. Solo está dormida. Se estaba poniendo muy pesada y con esto dormirá toda la noche. Que les lleven algo de cenar a las otras prisioneras y los guardias de las mazmorras.
Al cabo de una hora Chrisalis y su esposo se fueron a dormir.
—Chrissa cada día es más rebelde. No sé qué vamos a hacer con esta niña—dijo Chrisalis a su marido.
—Aun es muy joven, ya se le endurecerá el carácter.
— ¿Sabes lo que me ha dicho hoy? Qué la utilizo y no me importa que la maten. Por lo visto la escenita del bosque la ha afectado.
—Normal, ha sido muy desagradable.
Durante unos segundos ambos se mantuvieron callados, después volvió a hablar el cónyuge de la reina.
—Hay una cosa que no entiendo. ¿Por qué permitiste que Twilight fuese curada de sus heridas?
—Ya te explique que la necesito viva—contestó la reina.
—De acuerdo, pero viva no significa con perfecta salud. Sin embargo incluso le diste esa pócima para curarle sus alas.
—Si ella acepta mi propuesta mañana no importará que tenga buena salud, es más, mejor para nuestros objetivos.
—No va a acertar y lo sabes. ¿No será que en el fondo te sientes agradecida con ella por haber cuidado de nuestra hija?
— ¿Insinúas que yo soy capaz de sentir gratitud? Ni loca. Eso es de débiles. ¡No te consiento que me hables así!
—Vale, tendrás razón pero entonces ¿Por qué me pediste que me encargase de la seguridad de las otras? Una cosa es el caso de la alicornio pero ¿Qué te importan sus amigas?
—Es obvio. No puedo negociar con la mascota de Celestia si hago daño a sus amigas, pero puedo emplear a estas últimas para un intercambió, su libertad a cambio de la colaboración de Twilight.
—Pues yo sigo pensando que lo que te pasa es que en el fondo no te gusta haber raptado a las amigas de nuestra hija.
— ¡Te odio!—respondió enfadada la reina a su esposo.
El semental changelings miro de reojo a su esposa.
—Estas muy linda cuando te enfadas. ¿Qué tal si esta noche…?
—Sí. Ya hace tiempo que no nos apareamos, hagámoslo—dijo Chrysalis mirando con picardía a su marido.
La estudiante de Celestia durmió profundamente toda la noche. Al despertar por la mañana se dio cuenta de que sus alas y sus heridas estaban perfectamente curadas. Su cuerpo se había restablecido físicamente aunque aun llevaba el bloqueador que anulaba sus poderes mágicos. La joven se hacía un montón de preguntas a ella misma. Sí aquel líquido de la probeta no era un veneno ¿Entonces qué era? Dado los resultados podría tratarse de una medicina pero entonces ¿Por qué Chrysalis se la había dado? Si la intención de la reina changelings era matarlas a todas ¿Por qué se preocupaba de su salud? Qué raro era todo aquello. De pronto la poni recordó que su captora le había dicho que tenía una propuesta que hacerle, esa seguramente era la explicación. La reina quería conseguir algo y mientras no lo obtuviese prefería conservar vivas a las prisioneras, pero… ¿Qué era ese algo? Los talismanes. Chrysalis quería los elementos de la armonía. Lo más probable era que la supuesta propuesta fuese en realidad un chantaje para que Twilight le guiase hasta su objetivo, por eso la había curado las heridas.
De pronto aparecieron dos guardias en la instancia.
—Debemos llevarla ante nuestra reina—dijo uno de los soldados a la alicornio.
Twilight fue llevada a un gran comedor, donde supuestamente Chrysalis la esperaba para desayunar. La poni ya no estaba encadenada ni atada, solo llevaba un extraño collar con una cerradura, el cual estaba hecho de una aleación que bloqueaba sus poderes.
— ¿Estás bien, Twilight? Con respecto a lo que paso anoche no ordene que ninguna de vosotras fuese maltratada pero esos matones se propasaron, aunque te aseguro que ya han sido castigados. He ordenado a mi esposo que se haga cargo de la seguridad en las mazmorras personalmente, a él no le gustan ese tipo de trabajos pero será la única manera de que no se repita la misma situación.
— ¿Qué estoy haciendo aquí, Chrysalis? ¿Qué es este sitio? ¿Y qué es toda esta comida?
—Nuestro desayuno, siéntate por favor.
Twilight se sentó pero con desconfianza. Chrysalis estaba siendo demasiado amable. Seguramente habría puesto algo en la comida, quizás una poción de la verdad para averiguar el lugar donde se ocultaban los talismanes, o tal vez veneno para librarse de ella. La alicornio sabía que los changelings no solo se alimentaban de amor u otras emociones, puesto que dicho menú no siempre estaba disponible, sino que además consumían comida poni. Sin embargo resultaba inverosímil pensar que Chrysalis organizase un desayuno para ambas, a no ser que esperase obtener algo a cambio. La alicornio observo la instancia, contrariamente al resto del castillo la habitación tenía luz eléctrica; le llamo la atención la mesa, parecía tener capacidad para unos treinta comensales pero entonces ¿Quién más la utilizaba aparte de la reina changeling? Las paredes estaban pintadas de rojo sangre y el techo de rojo vino, casi todo el suelo estaba cubierto por una alfombra, y en las paredes había varios tapices, uno de ellos llamo la atención de la prisionera que se quedo mirándolo fijamente.
— ¿Te gusta este tapiz? Representa a Nightmare Moon. Es una pena que nada más escapar de la luna ella se volviese a transforma en la princesa Luna—dijo Chrysalis a Twilight.
—Es muy grande esta mesa. ¿Quiénes la usan normalmente?
—Mi marido, Chrissa y yo. Es que este es el comedor real, los soldados tienen el suyo propio comedor, es físicamente más grande pero no esta tan decorado. Por otro lado en este castillo solo los comedores, las mazmorras, la habitación de mi hija y la mía tienen luz eléctrica; el resto del lugar se alumbra mediante ventanas y antorchas.
— ¿Y por qué no mandas colocar un par de bombillas más en el resto del castillo?
—Para empezar porque la instalación eléctrica no es perfecta y no en todas partes se podría físicamente poner una lámpara. Y hacer obras sería muy costoso. Además en ese caso el castillo sería menos tenebroso.
— ¿Chrissa y su padre nos acompañaran?
—No. Ellos desayunaran con los militares. Les pedí a todos que nos dejasen a solas.
Durante algunos momentos ninguna de las dos dijo nada, después volvió a hablar la reina changeling.
— ¿Sabes por qué os he traído hasta aquí, Twilight?
—Para usarnos de rehenes contra la princesa Celestia, supongo.
—Qué ingenua eres. Podría amenazar a Celestia con mataros a todas y ella no movería una pata por ayudaros. A esa princesita no le importa nadie más que ella misma.
— ¡Mientes! ¡No aguanto más! ¿Qué hay en la comida? Si lo que quieres es matarme prefiero una muerte rápida. No haces falta que me envenenes.
—Oh, por favor, Twilight. Eres una desconfiada. Y que obsesión tienes con la idea de que voy a envenenarte. Simplemente quería hacerte una propuesta y pensé que un desayuno relajado era lo mejor para la ocasión. Para que veas que no hay truco yo mismo probare primero los alimentos—dijo Chrysalis probando de todos los platos.
Twilight no confiaba en su "anfitriona" pero se digno a comer. De todas formas si la reina changelings quería librarse de ella lo haría de un modo u otro; morir envenenada, decapitada, torturada o de cualquier otra forma eran simplemente distintos caminos que desembocaban en el mismo sitio. Por otro lado los talismanes habían sido confiados a Spike y Fluttershy y solo ellos sabían su paradero, por eso ni ella ni ninguna de sus amigas podía revelárselo, hubiesen podido explicar todo esto a los encargados de las celdas pero cuanto menos supieran los changelings mejor para ellas.
La alicornio al principio probó un poco de avena, estaba deliciosa. También había varios tipos de frutas bollería, sandwichs de margaritas y otras flores, y distintos tipos de dulces.
Durante un rato ninguna de las dos dijo nada hasta que la reina tomo la palabra.
— ¿Crees que Celestia es una buena gobernante, Twilight?
—Ha cometido errores durante su gobierno, pero la mayor parte de sus decisiones han sido justas.
—Como te dije voy a hacerte una propuesta.
«A ver qué dice ahora. Querrá saber el paradero de los elementos de la armonía» pensó Twilight mientras comía un cupcake. Su estomago y su paladar le decían que aquel desayuno estaba riquísimo, pero su cabeza le decía que era la calma antes de la tempestad. Chrysalis no la invitaría a cambio de nada.
—Twilight, si tú y las demás aceptáis convertidos en changelings y me juráis lealtad, yo estoy dispuesta a daros altos cargos en la Corte de Canterlot cuando suba al trono. ¿Qué me dices? Formaríais parte de la nobleza de Equestria, os relacionaríais con la crema y la nata de Canterlot, y tú serias mi mano derecha. Todo el reino te obedecería, solo responderías ante mí. ¿Para qué te hizo Celestia una princesa si no te otorgo poderes ni obligaciones reales? Sigues viviendo en Ponyville, en aquel cuchitril de biblioteca.
—Yo sigo viviendo en Ponyville porque no quiero dejar a mis amigas ni la vida estable que tengo allí. ¿Para qué necesitó un palacio? ¿Para qué quiero yo vivir en Canterlot? De hecho soy originaría de allí, y durante el tiempo que pase en ese lugar nunca tuve buenos amigos. Además ¿Crees que me uniría a ti? Estás loca.
—No. Quien está loca es Celestia. Ella nos hizo esto. Tu mentora fue quien nos transformó en estos seres deformes, por eso la odiamos.
— ¡Mientes! La princesa Celestia jamás haría tal cosa.
— ¿No? ¿Por qué crees que cuando la princesa Luna se convirtió en Nightmare Moon Celestia la encerró en la luna? Podría haber usado los elementos de la armonía para purificar el alma de su hermana, tal y como hicisteis tú y tus amigas. No obstante en vez de ayudarla utilizo el poder de los talismanes para aislarla de Equestria.
—Seguramente mi mentora en ese momento no sabía que los amuletos tenían el poder de desterrar el mal del corazón de su hermana.
—Que ingenua eres. La realidad es que Celestia odiaba a Luna.
— ¡Mientes!
—Todo comenzó hace casi 1500 años. Los changelings éramos una ciudad muy fértil y hermosa. La mayoría éran unicornios, también había varios alicornios, y en menor medida pegasos y ponis terrestres. Antes todo esto era una hermosa ciudad, ahora solo quedan varios edificios en ruinas, hambre, miseria y este castillo. El conflicto con Celestia empezó porque nosotros no queríamos aceptar el gobierno de ella ni él de Canterlot, deseamos autogobernarnos por nosotros mismos. La principeja del sol nos consideró traidores, en un primer momento la princesa Luna trato de mediar entre nosotros y su hermana, pero esta última acabo convertida en Nightmare Moon y Celestia en vez de ayudarla la encerró y aisló en la luna. Después de aquello no hubo ya nadie que mediase en nuestro favor. Finalmente Celestia se enfado y nos lanzó una maldición convirtiéndonos en estos seres deformes. La mayoría de nuestra raza murió, incluidos mi primer esposo y mi primer hijo, pero algunos como yo adquirimos la juventud eterna como un efecto secundario de la maldición.
—Pero si todo eso es verdad entonces ¿Por qué la maldición mato a algunos e hizo inmortales al resto?
Chrysalis tardo unos momentos en responder. De pronto se la veía apenada, cómo si la pregunta le hubiera recordado malos recuerdos.
—Eso nadie lo sabe. No obstante te he dicho la verdad. Por primera vez en muchos años estoy siendo sincera, y no es tan difícil… No seas boba, Twilight. Sirves a una princesa sin honor que ni siguiera es capaz de respetar a su propia sangre. Yo seré tan mala como quieras pero al menos no maltrato a mi familia. Mira a Chrissa, podría haberla asesinado o encerrado de por vida por decepcionarme y desobedecerme, pero no la he tocado porque yo respeto a mi propia sangre.
—Yo creo que lo pasa es que tú en fondo quieres a tu hija aunque no lo admitas. ¿Y por qué no centras tus esfuerzos en acabar con la maldición o en sacar adelante a tu pueblo?
— Eso es lo que quiero, pero no tengo ni idea de cómo deshacer la maldición, ni siguiera sé si es posible romperla. Y necesito el amor y las cosechas de Equestria para alimentar a mi pueblo.
Chrysalis miro directamente a su "invitada". Y volvió al tema inicial.
—En serio, Twilight. Tú conoces hechizos que yo ignoro y yo conozco magia de ataque que tú desconoces. Podemos aprender mucho la una de la otra. No tenemos por qué ser enemigas, podemos ser aliadas. ¿Qué te preocupa? ¿Ponyville? No le pasará nada al pueblo si colaboras. Es más, entre las dos podemos sacarlo adelante. Si conseguimos fomentar su industria y su turismo lo convertiremos en una gran ciudad.
—Te olvidas de un detalle. Las princesas son las únicas que pueden mover el sol y la luna. Aunque subieses al poder no podrías gobernar Equestria sin tales habilidades—respondió la alicornio morada.
—Pero es que resulta que cuando haya derrotado a las princesitas les robare sus poderes, y con ellos tendré el control de sol y la luna. Yo de todas formas con o sin ti voy a subir al trono. Puedes ser mi amiga o mi enemiga, la elección es tuya pero… ¿Por qué ibas a sacrificarte como una mártir si puedes convertirte en la segunda autoridad del país después de mí? Tus amigas y familiares igualmente podrían tener una posición en el nuevo gobierno. No dudes más. Te estoy ofreciendo la gloría. Solo un tonto rechazaría tal oportunidad.
—Je, je, je. ¿A ver si lo he entendido? Yo acepto jurarte lealtad, te llevo hasta los talismanes, te ayudo a subir al poder, y posteriormente tú me nombras segunda autoridad de Equestria después de ti.
—Eso es. ¿Qué me dices? ¿Socias?—dijo Chrysalis extendiendo su casco para ofrecérselo a Twilight y que ella lo estrechase
—Acepto pero con condiciones.
— ¿Condiciones?—se sorprendió la reina retirando su casco.
—Primero, dejaras que se marchen todas mis amigas sin un rasguño; segundo, a las princesas les quitaremos sus poderes pero no las mataremos, serán desterradas a la luna; tercero, los habitantes de Ponyville serán respetados; y cuarto, me quitaras este trasto que está bloqueando mi magia. Esos son mis términos. ¿Los aceptas o prefieres enviarme de nuevo a la celda?
—De acuerdo, Twilight. Acepto. Tus amigas se marcharan intactas pero primero anunciare nuestra alianza a la tropa. Sin embargo si tratas de traicionarme Ponyville lo pagará—dijo la líder de los changelings estrechándole los cascos a su nueva aliada y quitándole el collar anulador de magia.
Al cabo de una hora las amigas de Twilight fueron llevadas a la salida del castillo en presencia de la alicornio morada y la soberana de los changelings.
—Bien… ustedes cuatro márchense antes de que cambie de idea. Twilight Sparkle se queda conmigo—dijo Chrysalis.
— ¡¿Queeé?! No es cierto. Twilight tú no… no puedes haber aceptado…—dijo Rainbow Dash.
—Así es. Yo ahora soy una changeling. Y si veis a Celestia decirla que ya no la debo nada y que pronto Equestria tendrá una nueva reina llamada Chrysalis.
—No, no puedes. ¡No lo hagas!—dijo Rarity.
—Ya es tarde. He tomado una decisión. No seguiré sirviendo a alguien como la princesa del sol, Celestia en el fondo nunca nos valoro, nos utilizo para hacer el trabajo sucio. ¿Por qué no se enfrento ella a Discord o a Sombra? Te lo diré, porque estaba ocupada descansando en su palacio, y mientras nosotras sacrificándonos por el país.
—Nunca pensé esto de ti. Eres una traidora—dijo Applejack y Pinkie Pie asistió.
La alicornio morada dio la espalda a las otras ponys, se arrodillo y beso uno de los cascos delanteros a la reina changeling como signo de sumisión, lo que provoco la tristeza de sus amigas, quienes se marcharon. Pinkie Pie lloraba y su cabello se había vuelto liso, las otras tres estaban furiosas.
—Ya tienes lo que querías, ahora me llevarás a los talismanes—dijo Chrysalis a Twilight.
—Vámonos. Iremos nosotros dos junto con Chrissa y tu comandante ¿Te parece bien?—dijo Twilight.
De modo que Chrysalis, su comandante, Chrissa y Twilight se elevaron por los aires, con la alicornio al frente como guía y fueron a buscar los elementos de la armonía, los cuales se encontraban supuestamente en la ciénaga. A medio camino Twilight hizo que se detuvieran y le dio unas gafas solares a la princesa changeling.
—Las compren en Ponyville. Se las regalo como un pequeño obsequio de lealtad, princesa Chrissa—dijo Twilight a la pequeña guiñándola un ojo a escondidas de los otros dos changelings.
—Mírame, mami. Mira lo que hago—dijo Chrissa haciendo piruetas en el aire.
—Muy bien, cariño, pero tenemos prisa.
De pronto los dos changelings adultos se pusieron a mirar a la pequeña, momento que aprovecho Twilight para hacer una especie de adaptación de una técnica de una historieta de Dragon Ball.
«Espero que esto funcione porque solo tengo una oportunidad» pensó Twilight.
—Pantalla del sol—dijo Twilight reflejando parte de la luz solar sobre los ojos de los tres changelings, quienes fueron cegados durante al menos un par de minutos por el resplandor, pero como Chrissa llevaba las gafas ella no se vio afectada, porque además aquellas lentes habían sido tratadas con magia para aumentar su nivel de protección y mejorar la visualización del usuario.
—Eso por mentirme, mamá. Yo también puedo jugar sucio—dijo Chrissa huyendo con Twilight en dirección contraria mientras los otros dos seguían afectados y sin apenas poder moverse, por lo que no pudieron seguirlas.
A medio camino la alicornio se detuvo en el aire.
— ¿Qué ocurre?—preguntó Chrissa parándose.
La aprendiza de la princesa del día no respondió, se limito a coger a la niña de uno de sus cascos delanteros y empezó a concentrar su magia, de pronto el cuerpo de la changeling brillo por unos instantes.
—Tu madre te había puesto un hechizo de rastreo para espiarte, y junto contigo a nosotras. Era muy antiguo, seguramente lo llevabas desde hace años. Ahora lo he anulado.
— ¿Qué es ese hechizo?
—Se utiliza normalmente para vigilar a los criminales pero puede tener más usos. Consiste en dejar parte de la esencia mágica del emisor en el receptor, de esta manera mediante algún objeto mágico; una esfera, un espejo… se puede visualizar al usuario en todo momento.
—Pero yo no sabía que estaba siendo espiada ¿Desde cuándo estoy hechizada? ¿Y cómo te diste cuenta?
—Empecé a sospechar cuando me dijiste que habías visto a tu madre en el bosque, pensé que nos estaba espiando, y esa misma noche mientras dormías te examine por si tenías restos de magia. De modo que me puse a buscar en mis libros la forma de anular dicho rastreo, he tardado varios días en encontrar la manera. No sé desde cuándo estabas hechizada, pero teniendo en cuenta la antigüedad del hechizo es posible que te lo lanzasen cuando naciste.
La menor no dijo nada pero se quedó pensativa. ¿Su madre la había estado espiando todo el tiempo mediante magia? Sí. Tenía sentido, por eso sus padres siempre se enteraban de sus travesuras casi antes de que las cometiera, por eso sabían que ella estaba en Ponyville; pero entonces ¿La habían lanzado aquella magia cuando nació? De ser así nunca se lo habían dicho, siempre se lo ocultaron.
Un rato después Twilight y Chrissa llegaron al granero de la granja de Ponyville, donde se encontraban los talismanes, pero allí se toparon con las otras cinco ponis.
— ¡Tú! Eres una traidora—dijo Dash abalanzándose contra la alicornio morada y comenzando a golpearla. Twilight apenas se defendía, intentaba hablar pero Rainbow no la escuchaba. Las otras ponis se abalanzaron y sujetaron a la discípula de Celestia.
—Tienes mucha cara de venir, señorita. Te entregaremos a las autoridades de Ponyville y las princesas te juzgaran. Ya están avisadas por una carta mía que firmamos todas y Spike envió—dijo Applejack mientras las otras cuatro ponis sujetaban a Twilight.
— ¡Estáis todas locas! Soltarme.
— ¡Parad ya!—dijo Chrissa lanzando un relámpago muy cerca de donde estaban las ponis pero sin rozar a ninguna. Las manes no habían notado su presencia, de pronto todas permanecieron fijas mirando a la pequeña—Sois unas tontas, Twilight fingió unirse a mi madre para que vosotras y ella pudieseis escapar del castillo, sino ¿Por qué creéis que ha venido aquí ella sola? Si se hubiese enfrentado a mi mamá directamente habría puesto en peligro la seguridad de todas. Sois unas bobas y unas desconfiadas.
Las ponis soltaron a la alicornio.
—Tiene sentido. No habríamos podido combatir a Chrysalis en su propio castillo. Y menos sin los talismanes. Lo lamento, dulzura. Debimos haberlo sabido—dijo apenada Applejack.
—Twilight, yo… lo siento—dijo Rainbow Dash mirando al suelo.
—Twilight, lo lamento. Debíamos haber confiado en ti—dijo Rarity.
—Yo ya sabía que Twilight no era una traidora, porque si fuese una traidora sería malvada, pero si fuese malvada no habría sido nombrada princesa, pero ella fue nombrada princesa, y nosotras asistimos a la ceremonia, y luego a la fiesta donde había muchos dulces, y yo conseguir la receta de algunos de ellos. La receta me la dio el cocinero, al cocinero me lo presento uno de los nobles, al noble me lo presento Fancy Pants, y Pants luego bailo con Rarity, y Rarity…—expuso Pinkie Pie sin apenas tomar aire.
—Cre… creo que lo que intentamos decir es… que lo sentimos, Twilight. ¿Nos perdonas?—dijo Fluttershy poniendo uno de sus cascos en la boca de Pinkie para que se callará.
—Chicas, no hay nada que disculpar. Soy yo quien debe pedirlas perdón por asustarlas pero pensé que si todas ustedes pensaban que me había unido a Chrysalis, esta última también lo creería. Cuando fingí aceptar la propuesta de la reina de los changelings fui después a ver a Chrissa. Le confesé mi idea e ideamos entre las dos una fuga. Esas gafas que lleva ya eran suyas pero yo las trate con magia para hacerlas más resistentes…
—Lo que me sorprende es que confiarás en mí después de lo sucedido. Fue arriesgado, podía haberte delatado a mi madre—intervino la pequeña changelings.
—Pero no lo hiciste. Siento lo que paso en el bosque. Puse en peligro tu seguridad y cometí un acto de violencia contra ti. Lo siento—respondió la alicornio bajando la cabeza.
—Fue culpa mía que os capturasen. Aunque… después de lo sucedido no podré volver con los míos, mi mamá me matará por haberla traicionado.
—Duro mucho que tu madre te haga algún daño. Ella te quiere más de lo que crees, en parte ella misma me lo dijo durante el desayuno… pero quédate con nosotras si quieres.
—Si quiero—dijo la niña abrazando a Twilight, las otras ponis se sumaron al abrazo.
Durante unos instantes todas se miraron entre ellas con cierta ternura, pero de pronto Applejack puso cara de preocupación.
—Ah. Un momento. Nosotras te acusamos con las princesas y las autoridades de Ponyville. Ahora eres una criminal buscada, Twilight. Santos corrales ¿Qué hacemos ahora?—dijo Applejack.
—Iré a Canterlot y le explicaré todo a las princesas.
—Pero tal vez no te crean y si te creen… si te creen nos condenaran a nosotras por falso testimonio. Hemos acusado sin pruebas a una princesa real. En cuanto esto salga en la prensa Equestria entera nos va a odiar.
—Ya es hora de averiguar lo que Equestria y las princesas piensan de nosotras. Hemos dado la cara por ellos varias veces. Ahora somos nosotras las que necesitamos de su protección—dijo Dash.
—Oh, por favor Rainbow. No seas tan fría—dijo Rarity.
—Sera fría pero tiene razón—dijo la alicornio haciendo que todas la mirasen—ya es hora de saber lo que Celestia, Luna y toda Equestria piensan realmente de nosotras. Si tienen un mínimo de dignidad no pueden condenarnos por habernos equivocado, no somos diosas, no podemos evitar cometer errores de vez en cuando. Le escribiremos una carta conjunta a la princesa, se la mandaremos a través de Spike y que ella decida.
—Spike está en el pueblo. Voy a buscarle—intervino Rainbow.
Spike se junto con el grupo y posteriormente las 6 manes comenzaron a escribir la carta. Tras enviarla no tardo mucho en llegar la contestación.
Mi fiel estudiante:
Yo ya me temía que la acusación de tu traición era falsa, aunque debo admitir que tanto Luna como yo nos asustamos por un momento. Afortunadamente la mayor parte de Equestria no se ha enterado de esta situación, y por lo que respecta a Ponyville ya he mandado un aviso.
Tus amigas en teoría deberían ser juzgadas por levantar falso testimonio contra una princesa real, pero me imagino que no quieres presentar cargos, por tanto no serán juzgadas ni condenadas. Para otra vez espero que confíes más en ellas y en mí y nos expliques tus planes.
Necesito que todas ustedes vengan a Canterlot con los talismanes. Mis informadores me han avisado de un posible ataque de los changelings.
Celestia
El grupo, junto con Chrissa, se marcho a Canterlot llevándose consigo los amuletos. A su llegada fueron recibidos por la princesa Luna, quien se sorprendió muchísimo al observar que el grupo llevaba consigo a una changeling, y más cuando se entero de que la chiquilla era la hija de Chrysalis, pero cuando le explicaron todo lo sucedido no puso pegas a que la niña se quedará con ellas.
¿Qué sucederá ahora? ¿Los changelings atacaran Canterlot? ¿Chrysalis matará a su hija por ayudar a escapar a las manes?
FIN DEL CAPÍTULO 3
Hola bronies y lectores.
¿Os va gustando el fanfic?
Me divertí mucho escribiendo este capítulo. Es mi favorito. Ante todo quería crear una doble imagen de Chrysalis; por un lado se muestra cruel con su hija y con las 6 manes, pero por otro lado cura a Twilight. Además se la ve conversando con su hija y su marido. La idea era crear un personaje más humanizado que en la serie de televisión, que no fuese únicamente una devoradora de amor, sino que también ejerciese como líder, madre y esposa al mismo tiempo.
También quería dar un cierto enfoque a Twilight. En la serie tiene muy pocas habilidades sociales, y eso hace que a veces sea un poco dependiente de los demás. Aquí se la ve liderando a sus amigas y engañando a su captora.
También deseaba que las amigas de Twilight se equivocasen con ella para meter más trama a la historia.
Aproveche este capítulo para exponer mi idea personal del patriotismo, que evidentemente no tiene por qué coincidir con las opiniones de todo el mundo. Quien este disconforme está en su perfecto derecho y se lo respeto. Tal y como expone el narrador en la biblioteca de Twilight un patriota no actúa en nombre de ningún gobernante sino que se sacrifica por el bienestar de su país y los ciudadanos del mismo, para favorecer a su nación y a las actuales y futuras generaciones. Observar el siguiente fragmento del capítulo.
FRAGMENTO
El grupo había tomado una decisión. Ya no lucharían en nombre de nadie, ahora solo combatían por un único motivo y esa razón era su país. Los Equestrianos se merecían una nación pacífica, un Estado donde las niñas como Chrissa y las CMC pudieran jugar libremente, o estudiar en el mismo colegio sin necesidad de que nadie se disfrazase; un territorio donde Changelings y ponis se juntasen en la calle amigablemente sin pelearse. Ya se había producido demasiado malestar entre ambos bandos. Era tiempo de cambiar las cosas, de mirar a un futuro de prosperidad. Las 6 manes ya no luchaban por las princesas sino para favorecer a su nación. Aceptar la invitación de Chrysalis suponía jugarse la vida en caso de que ella atacase a traición, pero estaban dispuestas a arriesgarse en nombre de la paz.
Vuelvo a decir que esto es solo mi opinión personal y habrá quien piense de forma distinta, pero yo no pretende imponer mis ideas solo exponerlas.
También quería meter un poco de violencia en este episodio, de ahí la escena de la mazmorra, porque me daba la impresión de que el texto era muy dulzón.
Eso es todo por ahora. En el siguiente y penúltimo capítulo comienza la lucha final con los changelings.
Adiós por ahora.