LA VERDAD SOBRE CELESTIA
Chapter 2: CAPÍTULO 2: UNA CHANGELING EN PONYVILLE
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UNA CHANGELING EN PONYVILLE
Chrissa, hija de Chrysalis y por tanto princesa de los changelings, poseía un gran poder porque podía volar y usar magia al mismo tiempo; si hubiese nacido como una poni sería una alicornio. No obstante ella nunca se entendía con sus padres, en especial con su madre. La niña se esforzaba muchísimo para desarrollar sus habilidades mágicas y voladoras pero a pesar de ello Chrysalis nunca le prestaba atención. Por ello la chiquilla a menudo mostraba un carácter desobediente y travieso para intentar que se fijasen en ella, pero esta táctica rara vez funcionaba. El problema era que la reina de los changelings no se sentía satisfecha con su hija, porque a pesar del carácter travieso de la misma esta no aparentaba una personalidad lo suficientemente malvada.
Hacía ya un año Chrissa había sido llevada a la ciénaga, donde la reina de los changelings había dado muerte a una hidra, después se apodero de sus crías recién nacidas y le pidió a la jovencita que las asesinará.
—Mátalas, hija. Mata a los bebes hidra.
— ¿Cómo?
—De cualquier manera. Lánzales un relámpago, estrangúlalos, golpéales con algún objeto… como sea pero mátalos.
—No me refería a eso. No pueden defenderse como su madre. No son más que unos bebes.
— ¿No te tengo dicho que no sientas compasión por nadie? La piedad es para los débiles.
La niña empezó a concentrar su energía pero justo antes de atacar se detuvo.
—No… no puedo hacerlo, mamá.
—Eres una inútil. ¡Nunca serás una buena changeling! Estoy muy decepcionada contigo—contestó Chrysalis lanzando un poderoso relámpago que acabo con las crías. Desde ese día la reina changeling cada vez estaba más distanciada de su hija.
Desde lo ocurrido en la ciénaga había pasado un año, y poco después de que Celestia enfermará Chryssa se escapo de su casa para llamar la atención, pero se encontró perdida sin saber cómo volver con los suyos. Usando su capacidad de vuelo la niña llego hasta los límites del bosque Everfree cercanos a Ponyville, donde escondida entre unos matorrales pudo observar a Scotaloo y Apple Bloom, quienes eran aproximadamente de su misma edad, estaban dando un paseo.
«Parece que esas dos son muy amigas. Me pregunto qué pasará si les provoco un poquito» pensó Chrissa lanzando un pequeño relámpago en el trasero de Scotaloo.
—Hayy. Muy graciosa—se quejo Scotaloo.
— ¿De qué hablas?—dijo Apple Bloom.
—Me pegaste en el pandero.
—No es cierto.
—Sí es.
—No es
—Sí es.
Mientras ambas potrillas discutían la changeling escondida se partía de risa. Sus risotadas llamaron la atención e hizo que fuera descubierta.
— ¿Quién eres tú? ¿Y qué se supone que eres?—dijo Apple Bloom a Chrissa quien se encontraba en su forma natural. Apple Bloom observo a la extraña de arriba abajo. La extraña parecía una mezcla entre una alicornio y un insecto. Su cuerpo era negro, sus alas parecían de mosca, sus ojos eran verdes azulados, y poseía un melena azul cobalto que le cubría parte de sus puntiagudas orejas pero no era tan larga como llegarle al cuello.
Además Chrissa tenía dos notables diferencias con respecto a sus padres y el resto de su raza; no poseía agujeros en las patas ni en su cola u otras partes de su cuerpo, lo cual era muy extraño puesto que normalmente todos los changeling tenían el cuerpo agujereado; y además, salvo por su color negro, su cuerno tenía la misma forma y diseño que el de una alicornio normal. Nadie se explicaba el por qué de este físico tan particular. Aunque algunos changelings cercanos a Chrysalis comentaban que la niña no nació de una crisálida sino que había sido parida vivíparamente por su madre, sin embargo estos rumores nunca habían sido confirmados y en todo caso de ser verdad ¿Ese era el motivo del extraño físico de la menor?
—Soy una changeling, ignorante. Me llamó Chrissa.
—Un momento. ¿Tú me pegaste?—dijo Scotaloo.
—Claro, boba. Aunque a un culetazo yo lo llamaría pegar.
—Te voy a…
— ¿A qué?
De pronto Scotaloo y Chrissa comenzaron a pelearse. Mientras que Apple Bloom les pedía que se detuvieran.
— ¡Ya basta! Vámonos, Scotaloo. Esta niña es muy rara.
— ¿En serio? Mira esto—comentó Chrissa tomando la apariencia de Apple Bloom.
—Halaaa. ¿Cómo haces eso?—intervino Scotaloo.
—Porque soy una changeling. Y ahora a ver quién me alcanza—dijo la simuladora corriendo hacia Ponyville mientras las dos potrillas la perseguían, pero no tardaron en perderla de vista porque Chrissa podía cambiar muy rápido de forma.
Mientras tanto en su guarida Chrysalis observaba a su hija mediante una esfera mágica. La esfera tenía aproximadamente 20 centímetros de altura, estaba colocada en los aposentos privados de Chrysalis, nadie más que ella, su hija y su esposo tenían acceso a esa instancia. Los militares no podían entrar sin permiso. Era una habitación muy oscura, tanto que costaba describirla físicamente. Se sabía que las paredes y el techo eran de rojo sangre y que la cama era la mayor de las que había en dicho lugar, pero aparte de eso en esa profunda oscuridad nadie podía ver nada salvo por las antorchas que iluminaban muy ligeramente el lugar. En teoría había alumbrado eléctrico pero en la práctica no se utilizaba porque ella prefería la oscuridad. En cierta ocasión alguien había dado la luz para limpiar la habitación, lo que provocó que dicho individuo fuera enviado a las mazmorras sin comer durante siete días.
—Sabe volar y usar habilidosamente el cambio de forma. Además es desobediente. Sin embargo tiene un carácter débil. Menos mal que no sabe que cuando ella nació yo la puse un hechizo de rastreo para poder vigilarla desde aquí.
—Majestad, ¿No deberíamos ir a buscarla?—expuso el comandante de los changeling.
—Aun no. Desde aquí la vigilaremos. Más tarde o más temprano se encontrará con Twilight y las demás. Y entonces sabremos si ellas tienen o no los elementos de la armonía, si no los poseen eso quiere decir que los talismanes están en Canterlot.
—Pero… Si ella cae en manos de nuestras enemigas podrían hacerla daño, o usarla como rehén para chantajearnos.
—No lo creo. Esas ponis no son como nosotros, no dañaran a una niña.
Mientras tanto en Ponyville Apple Bloom y Scotaloo se habían juntado con Sweetie Bell y entre todas finalmente atraparon a Chrissa.
—Habéis tenido ayuda.
—Y tú hacías trampa, cambiabas de apariencia todo el tiempo—se quejo Scotaloo a la changeling, quien ahora había tomado la apariencia de una poni de tierra de lomo rojo con el cabello y los ojos verdes.
—Créeme, cuando quiera jugar sucio lo sabrás enseguida, pero esta vez no he hecho trampa solo he usado mis habilidades mágicas.
«Y ahora que lo pienso, yo no suelo jugar limpio. No sé por qué lo he hecho, a mamá no le gustaría. Aunque nunca tengo gente de mi edad con quien jugar» pensó la hija de Chrysalis.
—Creó que no me he presentado formalmente. Soy Sweetie Bell—intervino la unicornio tratando de cambiar de tema.
—Yo Apple Bloom.
—Y yo Scotaloo
—Y juntas somos Cutie Mark Crusaders—dijeron las tres niñas a coro.
—Yo soy Chrissa, y soy una changeling; pero ¿Qué son las CMC?
Las tres niñas de Ponyville se pusieron enseguida a explicarle a la hija de Chrysalis cómo se había fundado el grupo de las CMC y todas las actividades que hasta la fecha habían hecho para tratar de obtener sus cutie mark. La pequeña changeling escuchaba todo atentamente. Le parecía un poco extraño que todas esas actividades se hiciesen para obtener una marca en el costado, pero al mismo tiempo sonaba divertido, seguro que aquellas chicas se divertían mucho juntas. Iba ser entretenido relacionarse con ellas.
Un rato después las cuatro menores se fueron a la pastelería del Sugar Cube Corner. Allí estaban reunidas Pinkie Pie, Rarity y Twilight.
—Hola, niñas—Saludo Twilight, quien al cabo de un instante comenzó a sentirse nerviosa.
— ¿Qué te ocurre?—preguntó Rarity.
—Siento una presencia mágica. ¡Tú! ¿Quién eres tú?—dijo Twilight lanzando un rayo mágico a la poni roja, que hizo que esta mostrase su autentico aspecto.
— ¡Una Changeling! ¡Niñas, venir aquí!—exclamo Rarity cogiendo a su hermana y sus amigas.
—Vamos, Rarity. Llevamos buena parte de la mañana jugando con ella—se quejo Sweetie Bell.
— ¿Cómo dices?
— ¿Y tú qué haces aquí? ¿Eres una espía? ¿Creías que no notaría tu magia?—acusó Twilight a la pequeña Changeling encarándose con ella—desde lo ocurrido en la boda de mi hermano tanto Celestia como yo aprendimos a notar la presencia de tu raza. No trates de engañarme.
—No, yo… yo solo…—dijo Chrissa retrocediendo asustada.
— ¡Ya basta, Twilight! Es solo una niña, esta no es forma de tratarla—intervino molesta Pinkie Pie.
Todas miraron confusas a la poni rosa. Pinkie rara vez se enfadaba pero las escasas veces que lo hacía daba miedo. Y si había algo que realmente la enfureciese era que se tratase mal a los demás, especialmente a los niños.
De pronto el resto de las amigas de Twilight entraron en el lugar. Se produjo un escándalo; Rainbow Dash, Rarity, Applejack y Twilight coincidían en que debían deshacerse de la visitante y devolverla a los suyos; pero Fluttershy pensaba que ir a los territorios de Chrysalis era muy peligroso; Pinkie Pie se quejo diciendo que era injusta la forma que el grupo tenía de tratar a una menor y la pegaso amarilla le dio la razón. Al final se decidió que Chrissa se quedaría unos días con Twilight mientras se decidía que hacer con ella.
—Si vas a vivir conmigo adoptaras una identidad falsa. Diremos en el pueblo que eres una unicornio estudiante de magia de la academia de Canterlot, y vienes a hacer prácticas conmigo. Vamos transfórmate en unicornio—dijo Twilight.
—Vale—contestó Chrissa convirtiéndose en una unicornio azul cielo, con crines amarillo claro y ojos verdes.
—Perfecto. Mantel siempre esa apariencia. Y dos condiciones más; una, irás a la escuela del pueblo; y dos, no quiero problemas de modo que nada de travesuras.
—Lo del colegio me da igual pero… ¿Sin travesuras? Que aburrido. ¿Cómo se supone que os divertís aquí?
—Eso mejor que eso te lo expliquen Apple Bloom y las otras niñas—respondió Twilight.
—Se puede uno divertir sin molestar a nadie. Ven con nosotros a la casa árbol y lo verás—expuso Scotaloo cogiendo a Chryssa del casco.
—Un momento. ¿Y qué va a comer? No creo que a los aldeanos les guste que les absorba su amor y demás emociones. Y si lo hace podrían sospechar—señalo Applejack.
Todas guardaron un momento de silencio. La poni granjera tenía razón. Si la niña changeling se quedaba con ellas tendría que alimentarse pero en el momento que lo hiciera podrían surgir problemas. Y no la iban a matar de hambre, eso sería cruel.
—No hay problema. Puedo comer lo mismo que vosotras—dijo la niña.
— ¿Puedes consumir comida poni?—preguntó Rainbow Dash asombrada mientras ella y las demás miraban de reojo a Chrissa.
—Pues es obvio. Los changelings gustamos de alimentarnos de amor y otras emociones positivas, pero este menú no siempre está disponible, de modo que a menudo consumimos comida poni. ¿Sino de qué viviríamos?
Twilight miró a la chiquilla de reojo. La unicornio nunca se había planteado la posibilidad de que los changelings buscasen formas alternativas de alimentación, aunque según le había explicado la princesa Celestial, tras la boda de la princesa Cadence, aquellos seres eran un pueblo un tanto extraño del que no se sabía demasiado.
«Jugar sin molestar a nadie. Pues es una novedad. A mamá y papá no les gustaría que lo hiciera, por tanto que se fastidien. Nunca me hacen caso.» pensó la pequeña changeling.
Nada más llegar a la casa Twilight le contó todo a Spike, quien no salía de su asombro. El dragón se disgustó al saber que iba a tener que compartir casa con semejante "huésped". Sin embargo por encargo de la alicornio morada accedió a ir a comprar un nuevo colchón, el cual posteriormente fue vestido con ropa de cama y colocado en la habitación de la discípula de Celestia y del dragoncito. Spike se mostraba sin embargo frío y distante con la menor.
Aquella noche la estudiante de Celestia no durmió demasiado, tenía demasiadas cosas en la cabeza. Por un lado la alicornio se había quedado con muchas dudas tras leer el diario de su mentora. La princesa del sol era como una segunda madre para Twilight, por eso esta última se negaba a creer que todo aquel cariño y todo lo que su tutora le había enseñado fuese una farsa. Tal vez lo único falso fuese aquel diario, a lo mejor la princesa del sol lo había escrito para probarla, pero de ser así ¿El caso de la madre de Rainbow Dash también era un montaje? No. Históricamente siempre se había afirmado que Great Flying fue una traidora, entonces ¿Todo el diario era cierto? Imposible, no podía ser todo una farsa; todo el afecto que Celestia siempre le había demostrado a su alumna no podía ser mentira.
Twilight se levanto a beber agua, al volver a la cama pudo comprobar que Spike y Chrissa dormían profundamente. Qué situación más extraña. Hacía dos años Chrysalis había secuestrado a la alicornio purpura y a la princesa Cadence encerrándolas en una minas para poder desposarse con Shining Armor, de esta manera la reina changelings pretendía convertirse en la soberana del Imperio de Cristal, para posteriormente poder atacar toda Equestria. Sin embargo ahora a Twilight, cuñada de Cadence y hermana de Shining Armor, le tocaba cuidar de una potrilla changeling. Aunque era cierto lo que le había dicho Pinkie Pie, aquella niña no tenía culpa de nada. Sin embargo ¿Qué tal se adaptaría la chiquilla al pueblo de Ponyville? Ojala la Diosa-alicornio Artemisa quisiese que la menor no diese problemas.
«Ya no puedo echarme atrás. Tendré que quedarme con la niña al menos unos días. Trataré de dormir o me volveré loca» pensó Twiligjt.
Al siguiente día era sábado y el próximo domingo, de modo que no hubo clase. Chrissa aprovecho estos días para pasar tiempo con las CMC. La pequeña changeling había adoptado una apariencia fija de unicornio de lomo azul cielo, crines amarillo claro y ojos verdes. Twilight estaba satisfecha, de momento parecía que la chiquilla se había integrado bien, las otras manes pensaban lo mismo. Sin embargo al siguiente día hubo problemas.
A la mañana siguiente Chrissa en su nueva forma fue al colegio. Al principio todo fue bien pero en el recreo se encontró con Scootaloo, Apple Bloom y Sweetie Belle, las cuales estaban siendo molestadas por Diamond Tiara y Silver Spoon.
—Costados en blanco, costados en blanco—gritaban Tiara y Silver a las otras tres niñas.
—Hey. ¿Qué pasa aquí?—gritó Chrissa.
—Vaya… ¿Tú eres la nueva?—dijo Tiara.
—Bueno… sí.
—Y veo que tampoco tienes tu cutie marks. Eres otra perdedora.
A pesar de sus dotes de transformación los changelings no podían reproducir sus propias cutie marks.
—Y vosotras sois dos niñas con cara de tontas—dijo Chrissa a Tiara y Silver.
— ¿Qué has dicho, estúpida? No sabes con quien te metes—dijo Silver Spoon.
—De modo que sabéis insultar. Veamos si también sabéis volar—dijo Chrissa haciendo que sus dos atacantes levitasen en el aire y aterrizasen en un charco de barro.
— ¡Nos vamos a chivar a la señorita Cheerilee!—dijeron a la vez Tiara y Silver mientras se marchaban llorando.
Tiara y Silver se chivaron a la maestra y luego a sus padres, quienes le llamaron la atención a Twilight, dado que se suponía que Chrissa estaba a cargo de ella. La profesora y los progenitores de las víctimas abordaron a Twilight en la biblioteca, quejándose por lo ocurrido. La alicornio se disculpo en nombre de la niña pero se mostró en parte defensora con ella, especialmente cuando el grupo, con excepción de la maestra, comenzó hacer comentarios y criticas en contra de la menor.
—Me prometiste que te comportarías—la reprendió Twilight a la pequeña cuando se quedaron a solas.
—Empezaron ellas.
—No me importa. Ellas son unas impertinentes, pero te dimos una identidad falsa porque dijiste que querías quedarte un tiempo en Ponyville.
—Y quiero quedarme.
—Entonces pórtate como es debido. Si alguien te molesta debes ignorarle y decírmelo a mí o la profesora, pero no puedes ir por ahí abusando de tu magia, el abuso de poder puede ser muy peligroso.
—Mi mamá dice que cuando alguien te molesta debes vengarte de él y hacérselo pagar.
—Pero esto no es el castillo changelings, estamos en Ponyville. Y aquí somos pacíficos.
La niña miró confundida a Twilight. En casa sus padres no la habrían regañado por una situación semejante, aunque eso posiblemente fuese debido a que tampoco la hacían caso. Sin embargo la alicornio parecía decepcionada con ella. Lo curioso del caso, al menos para la jovencita, era que su anfitriona la había defendido de cara a los padres de Tiara y Silver, sin embargo ahora le llamaba la atención ¿Qué sentido tenía todo aquello? ¿Por qué la discípula de Celestia primero se mostraba de su parte y luego la regañaba? Que rara era Twilight.
—Mañana quiero que disculpes con tus compañeras en clase ¿De acuerdo?—intervino Twilight.
—De acuerdo, no me hace gracia pero lo hare si es lo que quieres—respondió Chrissa.
Aquella noche la pequeña changeling le costó mucho dormir tenía muchas duras. Aquel pueblo era verdaderamente peculiar. Spike era un dragón pero vivía y había sido criado por una poni, las CMC eran tres potrillas, cada una de una raza diferente y sin embargo se divertía mucho con ellas, los habitantes de Ponyville rechazaban la violencia o el perjudicar a otros; y por lo que había observado los adultos como Twilight o la profesora Cheerilee, defendían a los niños pero les regañaban si se comportaban mal. Todo esto no pasaba en su casa. Chrysalis decía a menudo que los dragones eran criaturas horribles y peligrosas, rechazaba la mezcla y las relaciones entre diferentes razas; y según ella el rechazó a la violencia era un signo de debilidad. Chrissa solo recordaba una vez en que su madre la hubiese llamado la atención y era cuando se negó a matar a los bebes hidra. ¿Qué sentido tenía todo aquello? La reina changeling consideraba la violencia algo bueno pero Twilight decía que era malo. ¿Quién tenía razón? La chiquilla no estaba segura de cómo reaccionar, llego a la conclusión de que si quería quedarse en el pueblo habría que adaptarse a sus extrañas costumbres. Después de todo había obtenido mucho de Ponyville; unas amigas de su edad con quienes se divertía y alguien como Twilight que aunque fuese estricta también era cariñosa. Chrissa quería conservar todo aquello.
A la mañana siguiente la menor se despertó antes que Twilight y se encontró a Spike preparando el desayuno.
—Buenos días—saludo el dragón.
—Hola—contexto Chrissa extrañada del saludo de Spike.
—Esto… Anoche estuve pensando y creó que no hemos empezado con buena garra, tal vez he sido un poco frió contigo, lo siento.
—No importa. Twilight se disgustó conmigo ayer. No le gusta que me pelee.
—Bueno… es normal, a ella no le gustan las peleas. En general no gustan a ninguno del pueblo.
—Pero esas niñas tontas empezaron… se estaban metiendo con Apple Bloom y las otras, y me llamaron estúpida. Se merecían una lección.
—Para eso está la maestra, deberías haber acudido a ella directamente.
—Eso es lo que dijo Twilight. Mi madre dice que el rechazo a la violencia es un signo de debilidad.
—Yo pienso justo al contrario. Ejercer la violencia es fácil, puede hacerlo casi cualquiera. Lo difícil, por tanto lo que tiene más mérito, es solucionar las cosas mediante el dialogo y la negociación pacífica. Eso lo aprendí de Twilight y mis amigas ponis.
En ese momento apareció la alicornio y el grupo comenzó a desayunar. Chryssa se sorprendió de la reacción de Twilight, parecía de mucho mejor humor que ayer y no había vuelto a mencionar el tema de la pelea en el colegio. Sin embargo al salir de la casa la pequeña se encontró con que las CMC la estaban esperando fuera. Scotaloo le explico que las tres habían venido a buscarla. La niña changelings ya había vuelto a tomar su forma de unicornio, recordando que le habían prohibido mostrar su autentico aspecto en el pueblo. Las otras tres niñas habían prometido guardar el secreto. La nueva huésped de Twilight les contó a sus amigas la conversación que había tenido anoche con la alicornio morada; tanto Apple Bloom como Scotaloo y Sweetie Belle comprendían el enfado de su amiga pero se mostraron de acuerdo con la discípula de Celestia; de modo que Chrissa acepto disculparse y para su disgusto tuvo que hacerlo en el aula, en presencia de sus compañeros, por orden de la maestra. La niña intento sonar lo más convincente posible, tras acabar de hablar la profesora le ordeno que se sentará aunque no parecía haberle gustado del todo el tono de medio enfado de la menor.
Había pasado una semana desde que la pequeña changeling vivía en Ponyville. Gracias a su habilidad para cambiar de forma había pasado inadvertida ante todo el pueblo dado que, al contrarió que Twilight, la mayoría de sus habitantes no podían captar su rastro mágico. La jovencita se lo pasaba de lujo, en casa no tenía a nadie de su edad con quien jugar pero aquí tenia a Scotaloo, Apple Bloom y Sweetie Belle; a quienes había prometido no gastar más bromas pesadas, como el azote que le dio a Scootaloo en pleno bosque Everfree. Tiara y Silver ya no las molestaban pero no por un buen cambio de actitud por su parte, sino porque, a pesar de las disculpas de Chryssa, desde el incidente del barro la había cogido miedo a esta última, por ello ya no se juntaban con ella ni tampoco con las CMC. De todas formas la conducta de la pequeña changeling había mejorado considerablemente, ya no se metía en líos y cada vez se sentía más encariñada con Twilight, Spike y las manes.
Mientras tanto Chrysalis seguía expectante los movimientos de su hija.
—Ve, comandante. La niña se ha integrado perfectamente. Nada de esto estaba planeado pero está saliendo redondo.
—Y ya sabemos que las manes tienen los talismanes en Ponyville, majestad.
—Cierto. Es hora de comenzar a movernos.
¿Qué pasará ahora? ¿Los changelings atacaran Ponyville para robar los elementos de la armonía? No se pierdan el siguiente capítulo.
FIN DEL CAPÍTULO 2
Hola bronies y lectores.
¿Os ha gustado este capítulo? Como ya dije este es mi primer fanfic.
Es este capítulo quería plantear un tema que para mí es muy importante, la educación de los niños. Y es precisamente esta intención lo que me llevó a crear al personaje de Chrissa, que como ya explique en la introducción del primer episodio es un personaje de mi invención. La pequeña changeling en principio tiene un carácter un poco agresivo como cuando agrede a Scotaloo y a Tiara. Sin embargo la niña se va puliendo según va conviviendo con los ponis de Ponyville.
EL COMANDANTE Y LA REINA CHANGELING
En los primeros cómics oficiales, publicados por Hasbro, aparecen algunos oficiales del ejercito changeling. No sé exactamente el rango de ellos pero me pareció buena idea la de crear un comandante que fuese la mano derecha de la reina changeling.
Oficialmente no sé sabe si Chrysalis es soltera o casada, igualmente se desconoce si tiene o no descendencia. Sin embargo en esta historia le quise dar un marido y una hija.
EL FÍSICO DE CHRISSA
En la historia se dice que la niña no tenía el cuerpo agujereado y su cuerno tenía la forma del de un alicornio. Esto se debe a dos motivos.
1. Dado que la niña vive en Ponyville quería darla una apariencia un poquito equina.
2. Teniendo en cuenta que Chrissa es un personaje de mi invención, deseaba que su físico tuviese algunos rasgos distintos a los changelings diseñados por Hasbro.
Eso es todo por ahora nos vemos en el capítulo 3. En este capítulo la historia da un giro pero no les revelare casi nada, salvo que habrá más acción.