LA VERDAD SOBRE CELESTIA
Chapter 22: CAPÍTULO 21: EL CASO DE TRIXIE
Previous Chapter Next ChapterHola bronies y lectores.
Ya sé que este capítulo se tardó un poco, pero últimamente me siento bloqueado con esta historia, no tengo muy claro cómo continuarla, ni tampoco qué va a pasar con Blueblood. Por eso ahora, mientras me desbloqueo, estoy trabajando en otro fanfic, "Las desventuras de la familia de cristal". Sin embargo para que ustedes no se aburran he decidido subirles este episodio.
capítulo 21
EL CASO DE TRIXIE
Trixie miró confundida pero también agradecida a Twilight. La unicornio azulada no tenía en principio la intención de frecuentar Ponyville después de lo que había sucedido hacía poco más de un año y medio. En cierta ocasión la poni azul se había hecho con un talismán muy poderoso, "El amuleto de alicornio", el cual incrementó su magia pero al mismo tiempo la poseyó. Trixie poseída por este talismán de magia oscura, llevó a cabo malvados actos con él: derrotó a Twilight en un duelo, la desterró del pueblo, aisló a toda la aldea del resto de Equestria mediante una barrerá mágica, aterrorizó a los aldeanos y trato a las otras 5 manes como si fuesen basura, obligándolas a servirla de forma humillante. Finalmente las 6 manes empleando la astucia y la ayuda de sus amigos consiguieron arrebatarle a Trixie el amuleto, sin el cual la afectada recupero la cordura y se arrepintió de sus actos marchándose del pueblo. Lo curioso del caso es que en aquella ocasión la unicornio azul no fue llevada a juicio por emplear magia oscura, y por tanto ilegal, porque las portadoras de la armonía no presentaron cargos, argumentando que Trixie estaba poseída por su amuleto, y por tanto no fue plenamente consciente de sus actos; el resto de Ponyville protestó un poco ante esta aptitud tan indulgente pero todos aceptaron la decisión de Twilight y sus amigas, porque por un lado ellas habían sido las más afectadas por los actos de Trixie, y por otra parte la alcaldesa dio la razón a las 6 manes.
La recién llegada se encontraba parada en frente de la puerta, al contrarió que hacía un rato, ya no se atrevía a sujetarse o a mirar a Twilight. Sin embargo esta última intervino.
—Trixie… ¿Qué querían esos guardias? ¿Por qué estas pendiente de un juicio? ¿Qué es esa historia de que agrediste a un pegaso?—intervino la princesa Sparkle.
—Lo siento… No quería volver a Ponyville después de lo que sucedió con el amuleto de alicornio, pero estaba desesperada… No sé a quién más acudir. Tengo antecedentes por el caso del amuleto, y por organizar espectáculos públicos sin permiso municipal, cosa que en algunos pueblos no está permitido.
Era cierto. En algunos pueblos equestrianos para poder llevar a cabo cualquier espectáculo callejero hacía falta una licencia municipal, sin embargo en otros no era necesario tal permiso. Por ejemplo, en Ponyville no se precisaba tal autorización pero en Canterlot y Fillydelphia sí era necesario.
Trixie siguió hablando.
—Después de renunciar al amuleto de alicornio y abandonar Ponyville regrese a la granja de rocas de los padres de Pinkie Pie. Estuve trabajando algunos meses, y con lo que gané compré un nuevo carromato. Esperaba poder volver a ser una feriante. Hace unos días visite Fillydelphia, en donde organice un espectáculo; al principio de la función hice unos fuegos artificiales, normalmente siempre los hago como apertura, pero esta vez una de ellos se elevo a demasiada altura y le dio a un pegaso menor de edad; intente disculparme, explicarles a todos que fue un accidente… pero nadie me creyó. Algunos guardias pegasos me arrestaron en plena plaza, me llevaron hasta el alcalde de la ciudad, quien dijo que debía permanecer en la ciudad a la espera de un juicio. Estuve cuatro días aislada en mi carromato, bajo la vigilancia de los guardias pegasos que estaban aquí antes. Al tercer día vino a verme un abogado de oficio, él dijo que con mis antecedentes me arriesgaba a que el tribunal me condenase a que drenasen mis poderes; tuve miedo, tú eres una hechicera, sabes lo que supone para una unicornio renunciar a su magia.
—De modo que te escapaste.
—Sí, me salí del carromato, lo abandone y huí. Vine aquí buscando ayuda. Por favor, Twilight, ayúdame.
—¿Y qué quieres que haga? No depende de mí. No soy yo quien va a juzgarte.
—Tus amigas y tú sois las portadoras de la armonía, y además tú ahora eres una princesa real. Si hablaseis en mi favor frente al tribunal…
Twilight quedo impactada frente a esta petición. La "gran y poderosa Trixie", la poni que la trato mal a ella y sus amigas ahora venía suplicando su ayuda para no ser condenada.
«Y encima he sido tan tonta como para decirles a los guardias que la señorita permanecerá en Ponyville. Todo el pueblo se me va a echar encima; muchos aun recuerdan los incidentes de la osa menor y el amuleto de alicornio» pensó la poni morada.
—Y bien... ¿Me vas a ayudar?
—No te voy a contestar ahora, Trixie. Es tarde, ya ha anochecido. Quédate a pasar la noche, mañana hablaré con mis amigas y entre todas decidiremos.
En ese momento se abrió la puerta del baño, y salió de él una pequeña alicornio recién duchada.
—¡Santa Artemisa! ¡La princesa de Changelopolis! Twilight, entonces ¿Son ciertas las acusaciones del equino libre? Creí que eran habladurías—exclamo la unicornio azul.
—Y es que son habladurías. Esas acusaciones fueron desmentidas hoy mismo por mi mamá—contestó molesta la niña.
—Cálmate. Te presento a… una conocida mía, la señorita Trixie.
Trixie hizo una reverencia a la niña mientras decía "saludos princesa", a lo que la pequeña contestó "llámame Chrissa, y otra cosa, no me caes bien". Seguidamente la menor se fue a su cama donde se sentó mientras esperaba la cena.
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Era domingo. Después de desayunar Twilight se junto con sus amigas en la biblioteca para exponerles el caso de Trixie. Todas reaccionaron reacias ante la unicornio azul. Applejack fue la primera en quejarse, exponiendo que su amiga purpura no debería haber hospedado a Trixie a espaldas de todo el mundo; Rarity se mostro de acuerdo con la poni granjera, argumentando que muchos aldeanos podían quejarse, porque los actos de la osa menor y el amuleto de alicornio aun se recordaban; Pinkie Pie expuso que aunque Trixie hubiese procedido mal quitarle sus poderes le parecía exagerado; y Spike y Fluttershy le dieron la razón a la poni rosada. Trixie por su parte se disculpó con el grupo, rogándolas a todas que la ayudaran.
De pronto llamarón a la puerta, abrió el joven dragón y aparecieron las Cutie Mark Crusaders. De pronto una pezuña apartó suavemente a Spike de la puerta, y en su lugar se presentó una joven unicornio de lomo azul, crines amarillas, ojos verdosos y sin cutie mark.
—Díganme. ¿En qué puedo ayudarles, señoritas?—preguntó riéndose la pequeña alicornio.
—¡CHRISSA!—gritaron a la vez Apple Bloom, Scotaloo y Sweetie Belle abalanzándose encima de su amiga y haciendo que las cuatro menores rodaran por el suelo hacia el interior de la biblioteca. De pronto la cuatro CMC se encontraron tiradas en el suelo, unas encima de otras. Twilight les pidió que se marchasen a jugar fuera.
—Si queréis ir al Sugar Cube Corner y pedir lo que queráis a los Cake, decirles que os invitó yo—ofreció Pinkie Pie.
—¡Siiií! Gracias—contestaron a la vez las cuatro potrillas marchándose.
—Eso ha sido muy lingo, Pinkie—expuso Rarity.
—Sí, pero vayamos al grano. ¿Qué hacemos con respecto a esta señorita?—intervino Applejack mirando a Trixie.
EN EL SUGAR CUBE CORNER
—Creíamos que te habían ido con tu mamá—comentó Sweetie Belle a Chrissa.
—Estuve a punto, pero os hubiese echado de menos, y también a Twilight. Además tengo una apuesta con Silver ¿Os acordáis?
—¿Todavía seguís con eso? Creía que ahora que nos llevábamos bien con ella y con Tiara…—comentó Apple Bloom.
—Que nos hayamos reconciliado con ellas, no significa que ya no haya apuesta. La que saque peor nota en el próximo examen de lenguaje tendrá que invitar a la ganadora a un helado. Y no quería separarme de mis mejores amigas—respondió la alicornio sonriendole al grupo.
Las cuatro potrillas se encontraban sentadas en una de las mesas del fondo. Algunos de los otros clientes miraban con cierta curiosidad a la pequeña alicornio, pero ella parecía no darse cuenta o simplemente ignórales. De pronto se les acerco la señora Cake.
—Hola, niñas. ¿Qué vais a tomar?—intervino la pastelera.
—Yo quiero un helado de chocolate—pidió Apple Bloom.
—Una tarta de fresa—hablo Sweetie Belle.
—Para mí otro lado de chocolate. Pinkie Pie dijo que nos invitaba a las cuatro—comentó Scotaloo
—Y yo… no me decido. ¿Qué me aconseja?—platicó Chrissa.
—Os recomiendo que probéis la tarde chocolate y merengue. La acabo de hacer.
—Pues para mí un trozo de esa tarta—contestó la pequeña alicornio.
—Sea. Una tarta de fresa, otra de chocolate y merengue y dos helados de chocolate. Oído cocina. Chrissa ¿Me acompañas un momento a la cocina? Quiero darte un encargo para Twilight.
—Vamos.
La yegua adulta y la niña se fueron a la cocina. La pequeña nunca había estado en esa parte del local, pudo observar varias mesas con masas de diferentes dulces a medio preparar; había tres hornos en funcionamiento, varios moldes de hacer galletas, varios recipientes y cacharros de cocinar. Al fondo se encontraba el señor Cake supervisando los hornos, cuando el semental vio a la niña la saludo.
—Buenos días, princesa Chrissa ¿Vienes a ver cómo funciona todo esto?—saludo el señor Cake.
—Prefiero que me llamé Chrissa, a secas. Normalmente Twilight no recibe ningún tratamiento real en el pueblo, espero que yo tampoco.
—Se nota que vives con ella, estás adquiriendo muchas de sus facetas—rio el semental.
—¿Usted cree?—contestó la niña.
Ambos pasteleros miraron a la niña.
—Querido, ¿Están listas las magdalenas que encargo Twilight?—dijo la señora Cake guiñándole un ojo a su esposo.
—¿Las magdalenas?—preguntó el pastelero extrañado, pero de pronto comprendió el guiño de su esposa—Pues… no. Aun no he comenzado a hacerlas.
—¿Y por qué no?
—Están todos los hornos ocupados.
«A mí esto de las magdalenas me huele a excusa barata para traerme aquí. Aunque si con ello Twilight se gana unos dulces gratis pues mejor. Voy a seguirles la corriente» pensó la niña.
—Bueno… señora Cake, estará usted contenta. Quería saberlo todo sobre mí y ya se ha enterado, de hecho se ha enterado toda Equestria.
—¿Por qué no nos lo dijiste?—preguntó la pastelera.
—La princesa Luna y mi madre querían ser discretas. Además pensé que si se sabía la verdad la gente del pueblo no me querría. ¿Por qué iban a aceptar a la hija de Chrysalis, que hasta hace poco fue una enemiga de Equestria? Y… quería tener una infancia normal ¿Es mucho pedir?
Ambos adultos se miraron entre ellos luego miraron a la niña sonriéndola.
—No. No es mucho pedir. Es lo que todo el mundo querría—respondió suavemente el señor Cake.
—No te preocupes, Chrissa. Nada va a cambiar. Nosotros te seguiremos tratando igual que siempre, y todo el pueblo también. Si casualmente alguien te molesta me lo dices a mí; si es un menor o una yegua le suelto cuatro frescas, y si es un semental adulto le pongo en su sitio de un escobazo—contestó la señora Cake.
—Últimamente te ha dado por los escobazos ¿Verdad querida?
—Pues sí, y tú también eres un semental adulto, de modo que cuidadito conmigo.
El señor Cake trago saliva, la niña se rio por lo bajo al ver la mirada del semental.
EN EL CUARTEL MILITAR DE APPLELOOSA
Blueblood ya había salido de la enfermería y se encontraba encerrado en una celda de aislamiento, bajo condena por contestar indebidamente al comandante del cuartel y a su sargento-instructor. Lo curioso del caso es que a los incomunicados no se les permitía normalmente recibir correspondencia, pero a él le había llegado una carta de su tía Celestia.
Hola sobrino:
Ayer me escribió mi hermana comunicándome que los oficiales del cuartel de Appleloosa se quejan de tu conducta. A Luna le han llegado informes de tu mala aptitud, tanto con tus superiores como con los otros cadetes. También tanto ella como yo hemos sido informadas de que uno de tus superiores te contó la verdad sobre tu madre. Lamento no habértelo dicho antes que tu madre nació plebeya, pero tenía miedo de tu reacción, pensé que si lo sabías la odiarías por ello. Ella se llamaba Jenny, tú padre y ella se amaban muchísimo pero fueron víctimas de la violencia y la intransigencia de su época. Siempre quise contarte la historia pero tuve miedo de hacerlo. Por favor, no odies a tu madre por haber nacido plebeya, o a tu padre por desposarse con ella, no los odies, Blueblood. Ellos te querían, no sabes hasta que punto te querían.
Tu padre, Solarís, era un adelantado a su época. Tenía una conciencia social que incluso hoy en día escasea entre los nobles. Por eso nunca he comprendido tu forma de ser, físicamente te pareces mucho a mi hermano pero vuestras personalidades son totalmente opuestas. Tal vez la culpa sea mía, yo te crie pero no te supe transmitir los mismos valores que tenían tus padres, y lo siento, algo malo habré hecho contigo, perdóname.
Tanto Solarís como la madre de Cadence siempre fueron unos idealistas. Ellos querían cambios, como por ejemplo, que hubiese plebeyos en el Parlamento, cosa que ahora está intentando Luna. La nobleza estaba dividida con respecto a ellos, algunos les admiraban y apoyaban; pero la gran mayoría les consideraba una amenaza, porque muchos pensaban que acabarían con los privilegios de la aristocracia, por eso les mataron. Por aquel entonces Luna aun estaba exiliada en la luna, y yo no tuve el valor de enfrentarme a la aristocracia; castigue a los asesinos, pero no seguí el mismo camino que habían iniciado mis dos hermanos fallecidos.
A pesar de todo, Blueblood, yo aun te quiero. Cadence y tú habéis sido como unos hijos para mí.
Actualmente me encuentro en Changelopolis ayudando a su reconstrucción. Espero que cuando nos veamos hayas cambiado para mejor.
Como sabes normalmente a los que están incomunicados en celdas de aislamiento, no se les permite recibir correo, pero es que todavía tengo algunas influencias en el ejército.
Con cariño.
Tu tía Celestia.
Blueblood releyó la misiva dos veces seguidas. ¿De verdad Celestia le tenía miedo? ¿De verdad su tía tenía miedo de la reacción de él si le hablaba de sus padres? ¿Era verdad que la poni que le había criado se culpase a si misma de su carácter? De pronto el príncipe se acordó de las últimas palabras que le dijo Healing Magic "Con esa aptitud que tienes estás destinado a estar solo durante toda tu vida". El semental entonces comenzó a pensar en Magic; aquella persona que fue la primera en preocuparse de él cuando llegó nuevo al cuartel, que fue la única que no le hizo ninguna novatada; la que intentó ayudarle cuando todos los demás le rechazaron y le hicieron el vacio; la que le hizo mejorar en los ejercicios del instructor… ¿Y cómo le pagó él a ella toda esa dedicación y cariño? Despreciándola e hiriendo sus sentimientos. Podría haber seguido con ella, ambos podrían haber continuado conociéndose poco a poco, consolidando su relación, y luego tras graduarse en la academia… ¿Quién sabe? Quizás hubiesen podido formar una familia… pero noooo, no, él había hecho mal las cosas, lo tenía todo a su alcance y lo rechazó. Rechazó a todo el mundo por su soberbia, por sus prejuicios. Sus tías estaban disgustadas con él, su prima también… y ahora Magic. ¿De verdad había sido necesario llegar a tal extremo? No, Luna le ofreció la posibilidad de enmendarse; podría haber devuelto el Carrusel y disculparse con todo el mundo, de esa forma se hubiese librado del ejército; e incluso una vez en el cuartel podría haber hecho mejor las cosas con Healing, con los otros cadetes e incluso con sus superiores.
EN LA BIBLIOTECA DE PONYVILLE
Applejack se separó de sus amigas y se encaró con Trixie.
—Tienes mucha cara, señorita. Desterraste a Twilight del pueblo, aislaste Ponyville del resto de Equestria mediante una barrera mágica, aterrorizarte a los aldeanos, y nos trataste a todas como basura; pero ahora vienes aquí pidiendo que te libremos de ir a juicio—expuso la poni granjera.
—Os lo compasaré, lo prometo, señorita… señorita…
—No te sabes mi nombre ¿Verdad? Apuesto a que no te sabes los nombres de ninguna de nosotras, salvo el de Twilight.
—Ya vale, Applejack. ¿No ves que la pobrecilla lo está pasando mal? Debemos ayudarla—comentó Fluttershy saliendo en defensa de Trixie— Rarity, ¿Tú estás de acuerdo conmigo?
—No. Me parece que esta vez estoy de parte de Applejack.
—Pues yo coincido con Fluttershy—intervino Pinkie Pie.
—Entonces sí Fluttershy y Pinkie Pie están de parte de Trixie, y Applejack y Rarity están en contra… técnicamente hay un empate. Twilight debería dar el voto del desempate—comentó Spike.
—Debería votar Rainbow Dash—opinó la poni purpura.
—Pero… Twilight, Rainbow está en el cuartel general de los Wonderbolts—le recordó el dragón.
—¿Y tú qué piensas de todo esto, Spike?—interrogó la unicornio morada.
—¿Yo?
—Eres parte del grupo, tienes derecho a opinar—contestó la yegua lila, y sus amigas la dieron la razón.
—Yo… creó… creó que Trixie se merece una segunda oportunidad.
—Tres a dos. Sea. Te apoyaremos en el juicio, Trixie—sentenció molesta Applejack, mientras tanto puedes vivir aquí con Twilight.
Esta afirmación pareció molestar a la discípula de Celestia.
—¡Heeeii! ¡Un segundo! No pienso tenerte aquí de adorno, Trixie. Si te quedas tendrás que buscar un trabajo en el pueblo, y que no esté relacionado con la magia. Que ya bastante nos han costado tus poderes.
—Entonces que se venga conmigo a la granja. Le encargaré unas cuantas tareas—comentó la poni granjera.
—¿Yo de granjera? ¿La gran y poderosa Trixie en una granja?—se escandalizó la unicornio azul.
—¿Te pones en plan presumida? Vale, pues no pienso declarar a tu favor si no vas a trabajar a la granja—sentenció Applejack y el resto de las manes le dieron la razón.
—Vale, lo haré—cedió la unicornio azul.
AL DÍA SIGUIENTE
Era Lunes. Chrissa salió de la biblioteca para ir a clase, aunque la niña no estaba muy segura de cómo sería la vuelta a la escuela. Ahora que todo el mundo sabía quién era ¿Sus compañeros la tratarían de forma distinta? Con las CMC no había problema pero ¿Y los otros alumnos? ¿Y la maestra? La pequeña alicornio no se imaginaba a la señorita Cheerilee llamándola alteza, por algún motivo le parecía un pensamiento horrible. La niña se encontró con sus amigas a la salida de la casa de Twilight, las cuatro potrillas se pusieron en marcha hacía el colegio. En la puerta de la escuela se encontraron con Dinky Doo.
—Hola chicas. Esto… ¿Cómo nos debemos dirigir a ti a partir de ahora? ¿Cómo alteza o princesa?
—Dinky, Llámame por mi nombre y punto—respondió Chrissa.
—Pero… no sé. Es que ahora todo es un poco distinto.
—¿Distinto? Me conociste cuando vine al pueblo la primera vez, somos compañeras de clase, Estuvimos juntas en la audición de Rainbow Dash…
—Vale, pues Chrissa, a secas.
Las cinco niñas entraron en el edificio y posteriormente en el aula, el resto de los alumnos ya se encontraban en clase. Durante las lecciones de la maestra todo fue muy calmado; después en el recreo todo fue a peor. Los alumnos rodearon a Chrissa. Al igual que Dinkie los demás estudiantes tampoco tenían muy claro si debían o no seguir tuteando a la princesa de los changelings. Muchos se pusieron a hacerle preguntas a la pequeña alicornio, y algunos la pidieron que se transformase en algo, ella copió la imagen de Apple Bloom y luego la de Scotaloo para espectáculo del resto de los estudiantes, y para indignación de las CMC.
—Dejarla en paz. Sus poderes no son para el ocio, no es una feriante—se quejo Scotaloo.
—Ella no quiere ser tratada como una princesa, quiere ser una más ¿Por qué no la respetáis?—intervino Apple Bloom.
—Ya basta, dejarla en paz—se quejo Tiara colocándose junto con Silver delante de Chrissa.
La pequeña alicornio se quedo asombrada, no esperaba que Tiara y Silver la defendiese, tal vez ni ellas mismas lo esperaban, pero después de lo sucedido con la hidra, y desde que habían comenzado la terapia familiar, tanto Diamond como Silver habían experimentado un cambio para mejor.
—¡Basta! No pienso tolerar esta conducta—grito de pronto la maestra acercándose a todos los alumnos—¿Qué hacéis todos aquí? Chrissa, acompáñame al aula.
—¿Yo? Pero ¿Por qué?
—Acompáñame.
La docente y la alumna se marcharon a la clase, aunque aún faltaban 20 minutos para que acabase el descanso. La profesora se sentó en su mesa y le pidió a la niña que tomase asiento en primera fila para tenerla de frente.
—Lo he visto todo, Chrissa. No quiero que se repita. No quiero que vuelvas a hacer lo que has hecho.
—Pero yo no hice nada.
—No lo entiendes.
—¿El qué? No he hecho nada, profesora.
—Has dejado que te humillen. Scotaloo tiene razón; no tienes por qué usar tus poderes para divertir a otros, no eres una feriante o una atracción de feria. Una cosa es que te transformes por iniciativa propia, pero no porque te lo pidan tus compañeros, ni yo, ni nadie. Luego hablaré con el resto de la clase. Dijiste que querías que nada cambiara, que se te tratase como siempre entonces haz como siempre. Juega con tus amigas, y no te preocupes más. Y si alguien vuelve a molestarte me lo dices a mí, que yo hablaré con él o ella. ¿Comprendido?
—Sí, maestra.
—Bien. Puedes volver al patio, aun quedan diez minutos de recreo.
Después del recreo la señorita Cheerilee suspendió la hora de matemáticas porque le pareció que era más importante hablar con sus alumnos. La docente explicó que Chrissa había decidido permanecer en Ponyville como una niña normal, sin tratamiento real ni otras etcéteras. Sus poderes eran un don pero no tenían que ser una herramienta de diversión. Nadie tenía derecho a aprovecharse y burlarse de ella. Y todos debían de mostrar una actitud respetuosa hacía los demás. Todos los alumnos debían respetarse unos a otros, a nadie le estaba permitido burlarse de los demás.
EN LA GRANJA DE SWEET APPLE ACRES
Trixie había sido contratada por Applejack para que le ayudase en la granja, pero a la unicornio no se le daba bien aquellos trabajos, y le habían prohibido usar su magia porque la tradición de la familia era hacer las cosas a pezuña. Además tanto la poni granjera como su hermano, Big Mag, se estaban pasando un poco con la nueva trabajadora. A lo largo del día la habían puesto a ocuparse de la casa, a dar de comer a los celdos y a limpiar la pocilga. El último trabajo fue recolectar manzanas junto con Applejack y Big Mag, al principio este último trabajo fue bien, pero en un momento dado Trixie tropezó y según ella se hizo daño en uno de los cascos delanteros. Los Apple normalmente valoraban el trabajo duro, pero al mismo tiempo respetaban la integridad física y mental del individuo; el problema era que Big Mag y especialmente Applejack estaban resentidos con Trixie por sus acciones pasadas, y eso hacía que ambos hermanos actuasen de forma injusta con ella.
—¿Por una caída tan tonta te has lastimado? No seas cuentista. Solo quieres escaquearte. Sigamos trabajando. Hay muchas manzanas aun que recoger—se le quejó Applejack a Trixie.
—En serio, me duele, me duele mucho.
—¿Tú la crees, Big Mag?—preguntó la poni granjera a su hermano.
—Nop.
De pronto Apple Bloom se acercó al grupo.
—La abuela dice que va ha hacer su pie de manzana. ¡Estará riquísimo!… Mmm, ¿Sucede algo?
—Sucede que la señorita Trixie es una cuentista—se quejo Applejack.
—En serio, no puedo seguir. Dejémoslo hasta mañana.
—¿En serio crees que se puede dejar todo el trabajo abandonado un día entero? Esto no es un patio de recreo.
Apple Bloom miro el casco delantero de Trixie.
—Tienes una herida pero parece como si hubiese algo más, pero no sé qué es.
De pronto la abuela Apple se acerco al grupo.
—¿Qué pasa aquí? ¿Qué hacéis todos parados como estatuas? ¿No puedo irme a la cocina y dejaros solos un momento?—les reprochó Granny Smith.
—Lo siento, abuela. La señorita Trixie se niega a seguir—se quejo Applejack.
—Sip—respondió Big Mag.
—Bueno… es que Trixie se cayó y al parecer se lastimo el casco delantero derecho. Debería dejarlo por hoy—comentó Apple Bloom observando la cara de enojo de su hermana mayor.
Granny Smith palpo y examino la pata de Trixie.
—¡Por Artemisa, tiene el casco dislocado!—exclamo la anciana.
—¿Dislocado?—gritaron Applejack y Big Mag a la vez.
Apple Bloom puso cara de tristeza.
Granny cogió con cierta habilidad la pata de la unicornio azul, y con un fuerte tirón le curó el dislocamiento.
—Ah. ¿Cómo lo ha hecho?
—Practica, muchacha. A mis nietos también se lo hecho en alguna ocasión.
—A mí aun no—se rio Apple Bloom.
—Afortunadamente, contigo aun no ha hecho falta. Acompaña a Trixie a casa de Twilight, y que descanse por hoy.
—Sí, abuela—contestó la niña marchándose con la unicornio.
Tan pronto como ambas yeguas se fueron Granny se dirigió a sus dos nietos mayores, les miró fijamente con cara de reproche, y les dio una bofetada a cada uno de ellos.
—Pero… abuela…—se quejo Applejack.
—¿En qué se supone que estabais pensando? ¿Querías romperle una pata a esa chica?
—No, yo… nosotros… creímos que estaba fingiendo…
—Os he estado observando toda la mañana. Ambos os habéis comportado como dos matones con ella. Vuestra conducta ha sido indigna. Los Apple no nos comportamos como una pandilla de brutos, no son esos los valores de nuestra familia, no es lo que os he enseñado. Estoy muy decepcionada. La única que ha hecho bien las cosas es Apple Bloom.
Applejack y Big Mag bajaron la cabeza avergonzados. La anciana siguió hablando.
—Vais a estar sin postre una semana entera. Y ahora seguir trabajando, hay mucho que hacer.
—Un segundo. Ya no somos dos potrillos, no puedes castigarnos sin más—se quejo Applejack recibiendo una segunda bofetada de su abuela.
—No me repliques, jovencita. Desde la muerte de mi hija y mi yerno, que paz descansen, yo os he criado, soy casi vuestra madre. De modo que como abuela y madre adoptiva tengo derecho a castigaros si os portáis mal, tengáis la edad que tengáis.
Applejack fue a decir algo pero su abuela se le adelantó y la contestó a ella y a su hermano que se callasen a no ser que quisiesen recibir otra bofetada.
FIN DEL CAPÍTULO 21
Hola bronies y lectores:
En este capítulo quise centrarme en dos cosas: una, en la vuelta a clase de Chrissa después de que todos sepan la verdad sobre ella; y dos, la aceptación y el trato que recibe Trixie después de armarla en el pueblo, las dos veces anteriores que lo visitó. Además también quise que Applejack y su hermano se equivocasen y fuesen castigados, para meter drama en el capítulo.
Oficialmente no sé sabe si Granny Smith es abuela paterna o materna, puesto que se desconoce quién era su hijo o hija; aquí la puse como abuela materna.
Ya no alargaré mucho la historia e intentaré terminarla con la máxima brevedad posible, esto se debe a tres razones:
1ª. Estoy preparando una oposición, y los estudios cada vez me ocupan más tiempo. Por eso ya no puedo publicar tan de seguido.
2ª. Últimamente estoy bloqueado con este fanfic.
3ª. Ya me estoy cansando de este relato, quiero dedicarme a otros proyectos. He comenzado a escribir un nuevo fanfic titulado "Las desventuras de la familia de cristal", y quiero centrarme en él.