LA VERDAD SOBRE CELESTIA
Chapter 23: CAPÍTULO 22: DISCULPAS
Previous Chapter Next ChapterHola bronies y lectores.
Tengo que darles una mala noticia. El fanfic toca a su fin. En el siguiente capítulo será la votación del Senado. Y después habrá un epilogo, donde finalmente se sabrá qué pasa al final con Blueblood. Al principio quería alargar más la historia, pero la preparatoria de mi oposición cada vez me ocupa más tiempo, y además quiero centrarme en "Las desventuras de la familia de cristal".
Posiblemente queden sin resolver las cutie marks de Scotaloo y Chrissa, y quiénes eran los encapuchados del capítulo 18. Si puedo resolveré todo en los últimos dos episodios, pero lo más seguro es que quede en abierto, lo siento. Si quieren puedo intentar hacer una secuela dónde se aclaré todo esto, pero de hacerla no comenzaría con ella hasta después de examinarme de la oposición.
Hasta después de los exámenes de la oposición, que serán a finales de marzo, demoraré el ritmo de publicación, es decir, que ya no podré publicar un capítulo por semana como hasta ahora, de momento se tendrán que conformar con un capítulo al mes, o dos episodios mensuales como mucho; por eso quiero acabar esta historia para centrarme en "Las desventuras de la familia de cristal". Después de los exámenes ya estaré más relajado, y podré volver a publicar con mayor velocidad. Para el próximo verano español (finales de junio a principios de septiembre), comenzaré nuevos proyectos, entre ellos una historia sobre Trixie.
Gracias a todos mis seguidores por haber leído y seguido este fanfic, que ha sido el primero que he publicado. Hemos llegado hasta ahora a las 5943 visitas, y seguramente se llegará a las 6000, tal vez más. Han sido un publicó estupendo, por eso, a pesar de que algunos de mis familiares me sugirieron no escribir ni publicar más hasta después de marzo, no voy a dejarles colgado meses sin saber qué pasa con el final de la historia.
capítulo 22
DISCULPAS
Applejack y Big Mag se habían quedado pensativos después de recibir la regañina de su abuela. En el fondo las bofetadas o lo quedarse sin postre no tenía importancia, pero ambos habían procedido mal; se habían dejado llevar por su ira y las consecuencias habían sido graves. Granny siempre les había predicado que había que trabajar duro, pero de forma respetuosa y segura, de lo contrario se corría el riesgo de sufrir un accidente laboral, ellos siempre habían respetados esos principios, sin embargo ahora los habían ignorado. Trixie podría haberse hecho un esquince y eso no hubiese sido tan "fácil" de reparar como un dislocamiento. Applejack miro un momento a su hermano, quien le devolvió la mirada.
—¿Pensamos lo mismo, Big Mag?
—Sip.
—Nos hemos pasado con Trixie ¿Verdad?
—Sip.
—Fue culpa mía, fui la primera en presionarla, tú solo me seguiste la corriente. Ya desde su llegada a la granja la exigí cada vez más, y la critique por todo. Además el saco de manzanas que llevaba cuando se cayó estaba muy abultado, debía de pesar mucho para ella, con razón tuvo esa caída. Soy la única culpable, a ti no te tendría que haber castigado la abuela.
—Yo también soy responsable, debí detenerte pero en vez de eso te di la razón en todo. Soy culpable.
—Deberíamos disculparnos. Voy a buscarla ¿Vienes?
—Sip.
EN EL CUARTEL DE APPLELOOSA
Aunque aún le quedaban unos días más de celda, Blueblood fue llamado a presencia del comandante del cuartel quien lo recibió en su despacho. El cadete fue conducido sujeto con una cadena al cuello, como si fuese un perro, y escoltado por dos soldados. Cuando llego a presencia de su superior, los dos soldados lo obligaron a arrodillase y le esposaron ambos cascos delanteros para que no pudiera ponerse en pie, además el cadete aun llevaba consigo la cadena al cuello. El comandante miró al cadete con cara de asco, como si estuviese contemplando un excremento de vaca; seguidamente el superior ordenó desatar al cadete, y los dos soldados le quitaron la cadena del cuello y las esposas, pero no le permitieron ponerse en pie.
—Hola, nenaza. Tu instructor me ha sugerido que vuelvas a sus clases, él creé que aprenderás más sudando que holgazaneando en una celda.
—Señor, yo…—intento hablar el principejo pero su superior le mando callar.
—¡CIERRA LA BOCA! Hablarás solo cuando se te pregunte. Yo admiraba a tus padres, pero tú me repugnas.
—…
—Debería expulsarte de la academia. El ejército equestriano no necesita una basura como tú, pero le prometí a la princesa Luna mantenerte aquí cinco años enteros. Espero que durante este tiempo aprendas a comportarte, o será un período muy largo.
—…
—Ah. Volverás a la instrucción. Comparezco a tu instructor. ¡Soldados, llévense a esta basura a sus clases!
—Señor, sí señor—respondieron a la vez los dos soldados que escoltaban a Blueblood.
EN LA BIBLIOTECA DE PONYVILLE
Trixie se encontraba en compañía de Apple Bloom, Spike y Twilight, esta última no terminaba de creerse lo que le había sucedido en la granja a la unicornio morada, pero la potrilla confirmo el relato de Trixie.
—Es verdad que Trixie se lesionó mientras trabajaba, pero no creo que mis hermanos quisiesen que se lastimará, Twilight. Simplemente se les fue la pezuña.
—Fueron muy brutos—se quejó la poni azulada.
—Trixie, Applejack es una de mis mejores amigas, la conozco, no cometería una agresión voluntaria. Lo que quiera que pasase fue un lamentable accidente. Aunque si quieres que te busque otro trabajo distinto…—comentó la unicornio morada.
En ese momento llamaron a la puerta, abrió Spike, y entraron Big Mag y Applejack. Esta última se dirigió directamente a Trixie quitándose el sombrero. Big Mag se situó al lado de su hermana.
—Trixie, yo… nosotros… hemos venido a disculparnos. No estuvo bien la forma en que te tratamos, pero te aseguro que no queríamos que acabases lastimada. El trabajo de la granja siempre es duro, pero normalmente nadie tiene por qué lesionarse si se hacen las cosas bien, el problema es que mi hermano y yo no razonamos las cosas de la manera correcta. Perdónanos—expusó Applejack.
—Es cierto, lamentamos lo que pasó. ¿Nos perdonas?—platicó Big Mag.
—Sí. Total, fui la primera que se portó mal con todas, asique estamos en paz—respondió Trixie.
—¿Qué? No. Esto no fue una venganza, o… quizás… sí lo fue, pero no tendría que haber sucedido—intervino Applejack cabizbaja.
EN EL SUGAR CUBE CORNER
Chissa, Scotaloo y Sweetie Belle se habían juntado en la salida con Silver Spoon y Diamond Tiara. Curiosamente estás dos últimas se habían puesto de parte de Chrissa y sus amigas, cuando los demás alumnos abordaron en el recreo a la pequeña alicornio.
—Gracias por defenderme antes, chicas—comentó Chrissa a las otras cuatro niñas.
—Lo que a mí me sorprendió fue vuestra intervención—reconoció Scotaloo mirando a Tiara y Silver.
—De nada. Les debíamos más de una—admitió Tiara.
—Y además Chrissa y yo tenemos una apuesta pendiente—exclamo Spoon.
La alicornio y la pequeña terrestre de lomo grisáceo intercambiaron una mirada muy seria, y luego comenzaron a reírse.
—Por cierto, ¿Dónde está Apple Bloom? No la he vistó después de clase—comentó Tiara.
—Es que hoy se fue muy rápido cuando sonó el timbre de salida. Dijo que quería volver pronto a la granja. ¿Te acuerdas de Trixie? Pues va a estar unos días trabajando en Sweet Apple Acres, y Apple Bloom quería ver cómo le iba—explico Scotaloo.
EN EL CUARTEL DE APPLELOOSA
Blueblood acababa de ser conducido ante su sargento-instructor, quien acababa de pelear con Healing Magic, la yegua había perdido, pero había logrado durante un buen rato hacer sudar a su superior, para satisfacción de este último y del resto de los cadetes.
—Señor, con todos mis respetos, algún día le ganaré. No me graduaré sin tumbarle.
—Si ese día llega a producirse demostrará que he logrado enseñarla lo suficientemente bien cómo para que incluso me supere, pero para eso aun tiene que mejorar mucho, señorita Magic. ¿Lo ven señores? La señorita Magic tiene agallas, esperó que ustedes también las tengan—el instructor miró a Blueblood—Aunque si la mayoría de ustedes son como cierta nenaza, diría que no tienen lo que se necesita para ser un buen soldado.
—SEÑOR, LE DESAFIÓ AHORA MISMO, SEÑOR—gritó Blueblood.
—¿Ahora, nena?
—Señor, sí señor. Aquí y ahora.
Los demás cadetes se quedaron boquiabiertos, ninguno esperaba esa reacción de parte del principejo, pero el instructor aceptó el duelo, y ambos comenzaron a luchar. Obviamente el principejo recibió una paliza.
Uno de los cadetes levantó la pata delantera derecha para pedir turno de palabra.
—¿Que sucede cadete?
—Señor, ayer después del entrenamiento, todos estuvimos hablando. Y llegamos a la conclusión, de que todos queremos prologar nuestras instancia aquí durante cinco años, en vez de los tres que son el mínimo reglamentario.
—No estoy para bromas, cadete—respondió el instructor.
—Señor, no es una broma, señor.
—¿En serio? ¿Todos ustedes quieren quedarse aquí cinco años, como la cadete Magic, y el cadete Blueblood?—preguntó dudoso el oficial.
—SEÑOR, SÍ SEÑOR—contestaron a la vez todos los reclutas.
—De acuerdo. Después del entrenamiento hablaré con el comandante. Mejor para ustedes, saldrán mejor prepararos, y peor para mí por tener que aguantarles, pero pienso hacerles la vida imposible. ¿Entendido, pandilla de insignificantes?
—SEÑOR, SÍ SEÑOR—contestaron a la vez todos los reclutas.
«En todos mis años como instructor nunca había visto una aptitud semejante. Serán grandes militares» pensó el instructor sintiedose orgulloso de su grupo.
EN SWEET APPLE ACRES
Applejack y su hermana se habían marchado de la biblioteca después de reconciliarse con Trixie, pero eso no les libró del castigo de la abuela Apple, y tuvieron que aceptar no tomar postre durante una semana, para frustración de ambos hermanos porque Granny había hecho su famoso pie de manzana, el cual todo el mundo reconocía que estaba riquísimo. Apple Bloom miró divertida a sus hermanos mayores, ahora los castigados eran ellos mientras que ella y la abuela se terminarían aquel dulce. La niña al principio estuvo tentada de hacerles de rabiar a sus hermanos pero al final no lo hizo. En un momento en que Granny abandono el comedor la potrilla se dirigió a su hermana mayor.
—Applejack, todavía hay pie de manzana en la nevera. Os he guardado una ración, cuando la abuela no mire Big Mag y tú…
—Gracias por preocuparte de nosotros, Apple Bloom, pero Big Macintosh y yo no haremos eso. Nos equivocamos y ahora enmendaremos nuestro error ¿Verdad, Big Mag?—intervino Applejack.
—Sí… bueno… tal vez un trocito pequeñito.
—¡BIG MACINTOSH!—le reprocho su hermana mediana.
—Jo, es que el pie de manzana de la abuela esta buenísimo. Además sé que otras veces Apple Bloom ha comido postres a escondidas cuando la ha castigado la abuela o yo, y tú has hecho la vista gorda, Applejack.
La potrilla se sonrojo.
—Pero la diferencia es que nuestra hermana aun es una niña, y a su edad esas travesuras son más normales. Tú y yo ya somos ponis adultos. Ya no estamos en la época de hacer travesuras infantiles. Debemos comportarnos tal y cómo se espera de nosotros. Contigo no haré la vista gorda, si comes pie de manzana me chivaré a la abuela—respondió furiosamente Appejack.
—¡Acusica!, ¡Chivata!—contestó enfadado el semental rojo.
«No debería haberles sugerido nada» pensó la potrilla mientras abandonaba el comedor, al salir escucho una suave voz a sus espaldas.
—Asique comes dulces a escondidas, ji, ji.
La niña se volvió de espaldas.
—¡Abuela! ¿Lo has oído todo?—preguntó la niña sonrojándose.
—Sí, cariño. Aunque ya me imaginaba lo de tus zampadas de dulces a escondidas.
—…—la pequeña no dijo nada, simplemente se sonrojo.
—Bueno… supongo que contigo se puede hacer la vista gorda de vez en cuando, pero tus hermanos ya tienen suficiente edad como para responsabilizarse de sus actos.
POR LA NOCHE EN EL CUARTEL DE APPLELOOSA
Blueblood se encontraba practicando en la misma zona nocturna donde antes entrenaba con Healing Magic. De pronto una yegua se acercó a él.
—Has venido—intervino el príncipe sonriendo a la recién llegada.
—Mis compañeras me dijeron que querías verme. Bueno… di lo que sea rápido, que me quiero ir a mi litera.
—Healing, lo siento. Lamento cómo me comporté. Tenías razón en todo. Estos días en la celda he tenido tiempo para pensar. ¿Puedes perdonarme?
—No lo sé, Blueblood. No sé si puedo hacer borrón y cuenta nueva. Me has hecho mucho daño.
15 DÍAS DESPUÉS
Habían pasado quince días desde que Trixie tuvo aquel accidente en la granja Apple. Sin embargo ella seguía trabajando en Sweet Apple Acres, pero ahora lo hacía de la manera correcta. Desde aquel lamentable incidente no había vuelto a tener problemas. A Granny le gustaba la chica y se ofreció a enseñarla a cocinar dulces, la unicornio azul aceptó encantada. Trixie al vivir sola conocía bien el arte de la cocina, pero la pastelería se le resistía.
—En mi familia somos muy dados a las labores de granja, pero también somos muy aficionados a la cocina. Applejack es una gran cocinera al igual que yo; Apple Bloom aun se lía un poco porque es muy joven, pero se le da mejor que a Big Macintosh, él es un desastre que no distingue una cuchada de un cucharon.
—Los sementales nunca han sido buenos cocineros—respondió Trixie.
—Muchos sí lo son. Mira al señor Cake, y según algunas revistas el cocinero principal de palacio real es un semental llamado Arguiñano. Hay muchos sementales que son buenos cocineros pero mi nieto no es uno de ellos.
—Ya veo.
—Applejack me contó que hoy por la tarde te vas a reunir con tu abogado y tu fiscal.
—Sí, Granny. Twilight consiguió que nos reuniéramos, también estarán presentes los padres del potrillo al que agredí accidentalmente. Esperemos que podamos llegar a un acuerdo para evitar ir a juicio.
—Que haya suerte.
EN EL COLEGIO
Por fin se había realizado el examen de lenguaje, la profesora estaba a punto de decir las calificaciones a los estudiantes.
Recordemos que el sistema de calificación era del 1 al 10. Siendo 1 la nota mínima, se aprobaba a partir del 5, y la calificación más alta era el 10.
«Al fin sabremos quién ha ganado. Será Silver o yo» pensó Chrissa.
«Artemisa, dame suerte. Quiero ganar» pensó Silver Spoon.
—Voy a deciros las notas del control de lengua: Apple Bloom tienes un 7; Scotaloo has sacado un 5, hay que estudiar más, Dinkie Doo tienes un 6,5; Sweetie Belle un 5,5; Pipsqueak un 6,1; Featherweight un 5 raspado, hay que estudiar más; Chrissa y Silver han obtenido un 8 cada una…
—¡¿QUEEEÉ?! ¿TENEMOS LA MISMA NOTA?—preguntaron a la vez Silver y Chrissa.
—Sí. Tenéis la misma nota, niñas—respondió la docente.
—Entonces hay empate. No, no, no, no. No puede ser—se quejo la alicornio.
—Profesora, tiene que haber algún error. Alguna de las dos tiene que tener más nota que la otra, aunque solo sea por una décima—expuso Silver.
La señorita Cheerilee no hizo caso y siguió leyendo las notas.
—Y ahora os diré quien ha sacado la mejor nota de todas… Enhorabuena, Diamond Tiara, has sacado un 10, la máxima calificación.
Esta noticia dejo boquiabiertos a todos los alumnos.
—Bueno… es que Chrissa, Silver y mi papá me ayudaron a preparar el examen—reconoció Tiara.
—Pues hicieron un buen trabajo—admitió la señorita Cheerilee.
EN EL RECREO
Silver y Chrissa se pusieron a hablar entre ellas.
—Empate, hemos empatado. ¿Ahora qué hacemos?—intervino la pequeña alicornio.
—Supongo que deberíamos invitarla a Tiara a un helado. Ella nos ganó—opinó la terrestre.
—Tienes razón. Es lo justó.
—No. Yo os invitaré a ambas—dijo una voz a espaldas de ambas niñas. Las dos potrillas se volvieron y vieron a Diamond.
—¡Tiara!—exclamaron a la vez Silver y Chrissa.
—No habría logrado sacar un 10 sin vosotras. Y si habéis empatado es porque perdisteis el tiempo en ayudarme a mí, en vez de preparar el examen. Lo justo es que yo os invite a vosotras dos—comentó Diamond.
La alicornio y la terrestre grisácea se miraron entre ellas, sin estar muy seguras de si aceptar o no la oferta de Tiara, pero al final la aceptaron.
UNA HORA DESPUÉS EN LA BIBLIOTECA DE PONYVILLE
Spike, Trixie y las 6 manes se encontraban reunidas. Rainbow Dash había conseguido dos días de permiso para visitar el pueblo. Después de recibir una carta de Twilight contándole el caso de Trixie; la pegaso azul le enseño la misiva a la capitana de los Wonderbolts, y esta le dio permiso para ir a Ponyville. El grupo se encontraba esperando al abogado de Trixie, su fiscal y los padres del menor agredido. Chrissa había regresado de la escuela, pero Twilight la pidió que se marchase a jugar fuera, por lo que la niña se marchó a buscar a las CMC. De pronto llamarón a la puerta, abrió Spike y entraron los esperados visitantes.
Abogado. Poni terrestre de lomo blanco con crines negras, ojos marrones y una cutiemark con forma de maletín.
Fiscal. Poni terrestre de lomo negro, crines y ojos marrores, y una cutie mark con forma de mazo. Este poni hacía de abogado de los padres del menor, y por tanto de fiscal de Trixie, pero para no liarnos le llamaré fiscal, a secas.
Madre del menor. Pegaso amarilla limón, con crines naranjas, ojos azules y una cutie mark con forma de rayo.
Padre del menor. Pegaso lila (del mismo color que Twilight), con crines y ojos azules, y una cutie mark con forma de alas blancas de paloma.
Menor al que agredió Trixie. Pegaso de unos trece años. De lomo blanco, crines amarillas, ojos azules, aun no tenía cutie mark.
El grupo miró dudoso al niño, nadie se imaginaba que se presentaría.
Los recién llegados miraron a sus anfitrionas. La madre del niño reconoció a Twilight.
—Querido, ¿Sabes quién es esa unicornio lila? Es Twilight Sparkle. La candidata a ser elegida princesa de Equestria por el Senado—cuchilleo la pegaso a su marido.
El marido no dijo nada pero sus ojos se abrieron como platos.
El fiscal también había reconocido a Twilight y estaba muy nervioso. ¿Iban a ponerse a discutir delante de una princesa real? Si se celebraba un pleito y aquella princesa testificaba a favor de Trixie, ningún juez en su sano juicio le llevaría la contraria a una alteza real. Aquello era una pesadilla.
Twilight pidió a todos que se sentaran, pero faltaba una silla porque no se había previsto que el niño también vendría, de modo que la unicornio morada hizo un hechizo de duplicación de objetos para conseguir un asiento más, después todos se sentaron. Sparkle sugirió que el pequeño saliese a jugar fuera, pero su madre no quisó separarse de él.
—Bien, señoras y señores. Creo que todos estamos conformes en que mi clienta quiere llegar a un acuerdo que nos impida a todos ir a juicio—expuso el abogado de Trixie.
—Estoy de acuerdo. Hay que alcanzar un pacto entre nosotros—contestó el fiscal quien estaba comenzando a sudar, de tan nervioso como estaba.
De pronto el pequeño miró de reojo a Rainbow y se hacerlo velozmente a ella.
—¡Eiii! ¡Te conozco!. Tú eres Rainbow Dash. Quedaste en primer lugar en la audición de los Wonderbolts, que se celebró en Cloudsdale.
—Sí, fui tan asombrosa que ingrese en la academia de los Wonderbolts—presumió Dashie.
—Oí que también era una de las portadoras de la armonía.
—Así es, chaval. La portadora de la lealtad para ser exactos, y mis compañeras, aquí presentes, también son portadoras de la armonía—respondió Dash presentando a continuación a sus amigas, y explicando el elemento de la armonía que correspondía a cada una de ellas.
Los padres del niño y el fiscal se quedaron sin habla, no se imaginaban estar en presencia de las salvadoras de Equestria.
«No puede ser. ¿Estas son las portadoras de la armonía?, ¿Y conocen a Trixie? Me voy a volver loco. Si eso es verdad estás chicas están bajo la protección del trono, si testifican a favor de Trixie ningún juez en su sano juicio les llevaría la contraria» pensó el fiscal.
—¿Podéis darme todas vuestro autógrafo, por favor?—pidió el niño.
Todas se miraron extrañadas. La reunión parecía estar tomando un rumbo extraño. Spike trajo un pergamino en blanco y una pluma, y a continuación las 6 manes firmaron, poniendo cada una dedicatoria, después le pasaron las firmas al potrillo.
—Gracias.
«Esto lo enmarco y lo pongo en mi habitación. Voy a ser la envidia de todo el colegio» pensó el potrillo con una sonrisa.
—¿Y ahora qué hacemos?—susurró el padre del niño al fiscal.
—No tengo ni idea, pero no podemos ir a juicio—respondió el fiscal en voz muy baja.
La madre del menor expuso que Trixie había lesionado el ala a su hijo, y aunque este se había recuperado bien, había sido necesario tratarlo en el hospital de Fillydelphia, y los gastos médicos le habían costado a ella y a su marido 1300 bits, cosa que era cierto. Al final entre ambas partes se decidió que Trixie pagaría los gastos médicos del niño, y a cambio serían retirados los cargos contra ella. Sin embargo como la unicornio azulada no disponía de ese dinero, se acordó que mensualmente les enviaría una cantidad hasta saldar la deuda. El padre del menor le dio su número de cuenta para que le ingresase el dinero en ella. Seguidamente el abogado, el fiscal, los padres del niño y el menor se marcharon, pero antes el potrillo se despidió de las 6 manes, y también de Spike.
—Nunca había visto a un dragón, me los imaginaba más grandes y con alas.
—Sí, bueno… esos normalmente son dragones mucho más mayores que yo—contestó Spike al menor.
—Tanto gustó, Spike.
CINCO MINUTOS DESPUÉS EN LA BIBLIOTECA DE PONYVILLE
Las 6 manes, Trixie y Spike respiraban aliviados.
—No ha sido tan difícil ¿Verdad, chicas?—comentó el dragón.
—¿Os habéis fijado? ¡Somos famosas!—comentó Dash.
—Gracias a todas—expuso Trixie.
—¿Qué harás ahora, Trixie?—preguntó Twilight.
—Tengo que pagar la deuda, asique… si pudiera seguir trabajando en la granja—respondió la unicornio azul mirando a Applejack.
—Por supuesto que sí. En la granja otra cosa no habrá, pero trabajo hay en cantidad—contestó la poni granjera soltando una risita.
Trixie miró agradecida a las 6 manes.
FIN DEL CAPÍTULO 22
Hola bronies y lectores.
El nombre de Arguiñano hace referencia a un cocinero español, Karlos Arguiñano, Nacido en Urkiola (Beasáin, 6 de septiembre de 1948) es un cocinero vasco. Presentador de televisión, actor y empresario español.
Aunque nació en Beasáin (Guipúzcoa) el 6 de septiembre de 1948, reside desde joven en la villa costera guipuzcoana de Zarauz, donde tiene su afamado hotel-restaurante. También está muy vinculado a Navarra, provincia de la que procede toda su familia paterna (de Morentin, en concreto), y con La Rioja, de donde procede su mujer.
Cursó estudios primarios en los Benedictinos de Lazcano, Guipúzcoa, y posteriormente estudios de maestría industrial. Trabajó en la fábrica de trenes de Beasáin (CAF) como chapista. Ya con 17 años decidió apuntarse a la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar, en Zarauz, dirigido por Luis Irizar.
En 1978 abrió un hotel restaurante en Zarauz, situado en un castillo construido en piedra rústica, que constituye una auténtica joya arquitectónica. En 1996 inauguró también en Zarauz la Escuela de hostelería Aiala.
Ya sé que no tendría que haberles metido todo este rollo sobre un cocinero español, pero no pude evitarlo, la tentación era demasiado fuerte. La cocina europea, en general, tiene muy buena fama y España, Francia e Italia normalmente están a la cabeza de Europa en gastronomía.
Eso es todo.
Por favor, dejen reviews.
Un saludo.
Nos leemos.