LA VERDAD SOBRE CELESTIA
Chapter 15: CAPÍTULO 15: LA COMIDA DE LOS LÍDERES
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LA COMIDA DE LOS LÍDERES
Dashie salió al escenario haciendo varias piruetas y giros, pero no se quedo ahí. Cogió un puñado de nubes, lo moldeo y logro esculpir una imagen de la princesa Luna; aquello impresiono a todos los presentes, después la pegaso manipulo algunas nubes más formando un arcoíris, y finalmente para terminar realizó su mejor truco, "El Sonic Rainboom".
Todo el estadio estallo en aplausos. Los jueces otorgaron a la pegaso azul la máxima puntuación. Tras finalizar su actuación la yegua estaba tan emocionada que no se movía. Dash se sentía feliz viendo las caras de admiración y recibiendo las oratorias y los aplausos del público, pero uno de los anteriores participantes se acercó a ella y se la llevo consigo, diciéndola tenemos que reunirnos con la capitana.
Tras la audición Rainbow y los otros aspirantes se reunieron con la capitana de los Wonderbolts. Habían participado 40 candidatos pero solo 5, incluida Dash, fueron seleccionados. El grupo se juntó en un recinto al lado del estadio.
—Los que habéis sido elegidos mi enhorabuena, los que no seguir practicando y podréis presentaros el año que viene. Lo habitual en estos casos es que los seleccionados me acompañarais ahora al cuartel para conocer a vuestros compañeros y comenzar a instruiros como miembros del grupo, pero en este caso lo haremos mañana por deseo de la princesa Luna—explicó la capitana mirando furiosamente a Rainbow, quien no entendió el por qué de esa mirada—A pesar de lo sucedido aquí, las normas dicen que los miembros de los Wonderbolts con menos de un año de antigüedad no participan en concursos, de modo que esta el año que viene no volveréis a actuar, mientras tanto os limitareis a pulir vuestra técnica.
Esta noticia sentó mal a todos. Era terrible pensar que no podían actuar en todo un año. Cuando se marchó la capitana la pegaso azul de crines multicolor la siguió.
—No me sigas, Rainbow Dash.
—Pero ¿Por qué esta molesta conmigo?
—Tú tienes la culpa.
— ¿La culpa? ¿Qué le hecho? Hice una gran actuación. Me dieron la máxima puntuación.
— ¿Y? ¿Crees que por eso tú y la princesa Luna tenéis derecho a tergiversar las normas y tradiciones de los Wonderbolts? Las audiciones nunca habían sido públicas, no cuando se trata de escoger a los nuevos miembros, porque estos han de esperar un año para poder actuar ante el público. Y encima la princesa me ordeno que vuestro ingreso en la academia fuera mañana ¿Sabes por qué? Porque tú hoy tenias que comer con ella y los otros líderes, por eso. Por el almuerzo de una nuevo miembro, solo una, todo el mundo tiene que esperar para ingresar formalmente en los Wonderbolts.
Dashie miró a su capitana. Esta era una pegaso, tenía el lomo azul oscuro, crines plateadas, ojos azul claro y una cutie mark con forma de reloj de arena. La pegaso de crines multicolor comprendía perfectamente el enojo de su líder. En parte tenía razón, Luna no tendría que haberse saltado las normativas de los Wonderbolts, seguramente la princesa tenía sus motivos pero resultaba frustrante que las normas no se respetasen.
—Créame, señora. Yo no sabía nada de todo esto. Se supone que los Wonderbolts actúan en concursos y espectáculos. No me imaginaba que los aspirantes hiciesen sus meritos en privado; y tampoco sabía que Luna le había pedido retrasar el ingreso de los nuevos miembros en el cuartel. Si quiere vayamos ahora, hablaremos con el resto del grupo, les explicaremos todo. Yo no tengo porque ir a un almuerzo oficial ¿Qué pintó allí?
—No, Rainbow Dash. Si hacemos eso ambas quedaríamos mal con su majestad.
—Entonces quedemos más tarde. Visitemos el cuartel después de comer. ¿Qué tal a las seis?
—No estoy segura. La princesa Luna dijo que esperásemos hasta mañana.
—Dijo que yo y el resto de las portadoras de la armonía fuésemos a la comida; pero podemos hacer las dos cosas.
—De acuerdo, hablemos con los demás. Quedaremos a las… siete.
EN EL PALCO
Todos los asistentes platicaban entre ellos. Chrysalis hablaba con Twilight.
— ¿Qué tal esta mi hija, alteza?
—Puedes tutearme. Ella está bien. Fue invitada al palco pero prefirió quedarse en las gradas con unas amigas suyas, pero tranquila, está en buenos cascos.
—Propio de mi hija. Le invitan a un evento como este y prefiere estar en las gradas.
—Yo intente insistirla un poco en que viniese con nosotras, pero no me atreví a obligarla. Ella al parecer tiene muy malos recuerdos de lo sucedido en Canterlot, y especialmente de... mi mentora—contestó la unicornio purpura con un cierto pesar mirando a Celestia, quien se encontraba conversando con la reina grifo.
—Lo sé, Twilight. Celestia ya me lo comentó antes.
—Vaya… Yo hubiese insistido un poco más en que la niña viniese con nosotras, pero aunque no soy sicóloga me pareció que sería contraproducente para ella obligarla.
—Lo comprendo, Twilight. Y te lo agradezco.
— ¿Qué tal se encuentra Asclepio?
—Está bien. He decidido nombrarle formalmente rey consorte de Changelopolis.
— ¿No lo es ya?
—No. Cuando nos casamos no le di ese título porque me era más útil como militar; aunque él es el comandante de los ejércitos changelings, y en la práctica actúa de segunda autoridad de Changelopolis, pero nunca ha sido nombrado formalmente consorte aunque se comporte como tal.
EN LAS GRADAS
El grupo de Chrissa, Spike, las CMC, Big Mag, los Cake, la señorita Cheerilee, Derpy, su hija Dinky Doo, y Granny Smith aun no se había movido de las gradas. La abuela Apple quería hacer tiempo para que saliese parte de la gente del estadio, de modo que todos continuaban sentados comentando las actuaciones de Dash y los demás participantes. Ninguno de ellos había sido invitado a la comida oficial, salvo Chrissa y Spike quienes se habían negado a asistir, de modo que todos regresarían al Ponyville en los dos carros y en el globo. Los vehículos estaban aparcados en un recinto apartado. Las 6 manes no necesitaban ya su vehículo de ida, puesto que desde el palco viajarían a Canterlot con la princesa Luna, y luego regresarían al pueblo por su cuenta; por eso Derpy se había comprometido a que después del regreso a la aldea, ella devolvería los tres medios de trasporte que eran alquilados. Cuando estaban comenzando a levantarse de sus asientos el niño pegaso de antes se les acerco con curiosidad, acercándose a Apple Bloom.
El pequeño era un pegaso de lomo lila, crines negras, ojos marrones y aun no tenía cutie mark. A lo sumo tendría uno años.
—Hola, vosotros sois los raros de antes ¿No?—dijo el potrillo mirando de reojo a Apple Bloom.
— ¿Perdona?—respondió la potrilla terrestre apartándose un poco con el joven pegaso
Big Mac, los Cake y el resto del grupo se pusieron de pronto a mirar en silencio como los dos chicos conversaban entre ellos. Granny intervino diciéndoles a todos especialmente a los adultos que no se metieran porque quería ver cómo su nieta manejaba aquella situación.
— ¿De dónde venís? ¿Sois pueblerinos?
—Venimos de Ponyville ¿Vale?—contestó molesta la niña, a quien no le había gustado el adjetivo de pueblerinos.
— ¿Ponyville? Me suena. Creo que mi profe de geografía lo menciono… Eres guapa.
— ¿En serio?—contestó la pequeña yegua sonrojándose.
A pesar de la petición de la abuela Apple la pequeña alicornio no pudo aguantar más y se acercó a su amiga terrestre.
—Apple Bloom, tenemos que irnos—le dijo Chrissa acercándose a su amiga y al niño.
—¡Mola! ¡Eres una alicornio!—exclamó el potrillo dando vueltas alrededor de la changeling y mirándola de reojo.
—Bueno sí. Soy una alicornio ¿Y qué?
—Entonces seguramente eres una princesa ¿Verdad? ¿Eres de Canterlot?
—No, vivo en Ponyville. Todos nosotros vivimos en Ponyville.
— ¿Cómo te llamas?
— Chrissa—respondió la niña pacientemente teniendo en cuenta que el chavalín era más pequeño que ella.
—Yo soy Fly, soy un duque y vivo en Canterlot. Vine aquí con mi mamá a ver la actuación. Mi papá quería venir también pero tenía trabajo.
De pronto apareció la madre del niño. Se trataba de una pegaso de pelaje color café con leche, crines negras, ojos marrones y una cutie mark en forma de diamante.
—Fly, ¿Dónde estabas? Te estado buscando como una loca. ¿No te dije que no molestaras a los espectadores?
El chavalín se limitó a presentar a las dos niñas a su mamá.
—Ella se llama Chrissa, es una princesa alicornio. Y la otra niña se llama Apple Bloom, es una plebeya pueblerina, pero es guapa y es amiga de Chrissa, y ambas viven en Ponyville—resumió el pequeño pegaso.
La pegaso adulta miró un segundo a la niña changeling, después a potrilla terrestre, y luego se dirigió a Granny y el resto de los adultos. El grupo continuaba parado en las gradas.
—Espero que mi hijo no les haya importunado, si es así discúlpenos. Ya nos vamos—contestó la madre del niño cargando al pequeño sobre su lomo, y marchándose volando.
—Que niño más extraño ¿No crees, abuela?—preguntó Apple Bloom a Granny cuando ambos pegasos se fueron.
—A mí me ha parecido un poco maleducado. Nos llamó pueblerinos—se quejo Scotaloo.
—Bueno… técnicamente lo somos, salvo quizás Chrissa que es de Changelopolis. A mí no me ha caído mal, simplemente tenía curiosidad—intervino Sweetie Belle.
«Que raro. ¿Chrissa es de Changelopolis? Mmm ¿Quién será realmente esta niña?» pensó la señora Cake.
—La curiosidad es muy útil, jovencitas, porque conduce al conocimiento. Sin curiosidad no se aprende nada; pero hay que saber utilizarla de la manera correcta—explicó Granny y la maestra le dio la razón.
—Todo esto me ha dado una idea. La semana que viene trataremos en clase el tema de la curiosidad y de cómo utilizarla de la manera adecuada—intervino la señorita Cheerilee.
—Esperad ¿Eres de changelopolis?—preguntó la señora Cake a la pequeña alicornio.
—Sí.
—Creó que nos debes una explicación, niña. ¿Qué es ese asunto con la princesa Luna? ¿Y cómo es que eres de Changelopolis si hace muy poco tiempo que ese lugar firmó la paz con Equestria?—interrogó la señora Cake a Chrissa.
—Yo se lo explique todo a mis amigas, y Twilight y sus amigas también lo saben, pero yo… yo… no me es fácil hablar del tema de nuevo.
—Responde de una vez.
—Yo… yo…
—¡Ya basta, señora Cake! Si la niña no quiere contarlo usted no es quien para obligarla, y no tiene derecho a presionarla—comentó enfadada Derpy.
—Señora, Derpy tiene razón. Ya es suficiente—intervino la señorita Cheerilee y los otros asintieron.
La poni terrestre miro a su alrededor. Sus amigas tenían razón, aquel no era el modo de tratar a la menor. Si bien es cierto que la señora Cake siempre había sido un poco cotilla, pero era impropio de ella interrogar de una manera tan exagerada a los demás. Se había dejado dominar por su curiosidad hasta punto de dejar a un lado sus modales.
—Yo… lo siento, me he dejado llevar. Perdona pequeña—se disculpo la señora Cake acariciando a Chrissa.
—No tiene importancia, algún día se lo contaré pero hoy no.
—Vámonos, jovencitos. Ya llevamos parados aquí mucho tiempo. Volvamos a Ponyville—intervino Granny y los demás asistieron.
«No me moriré si saber la verdad sobre esta niña, pero no es correcto interrogarla por las malas ni tampoco está bien presionarla. Tiene que haber una manera correcta de descubrir la verdad» pensó la señora Cake.
DOS HORAS DESPUÉS EN EL PALACIO REAL DE CANTERLOT
La princesa Luna, la duquesa Celestia, Fancy Pants, Fleur de Lis, Cadence, Gea, Chrysalis, Maid y los líderes estaban listos para almorzar pero aun no habían entrado en el comedor ni Gilda ni las 6 manes. El grupo comenzaba a impacientarse por el retraso de estas 7 miembros. Todos habían llegado juntos al palacio, menos Rainbow que fue la última en llegar; pero cuando apareció la pegaso azul Twilight le dio su talismán y le dijo que era necesario que las portadoras de la armonía hablasen en privado con Gilda, desde entonces ya habían pasado treinta minutos y aun las seis yeguas y la grifo no habían vuelto a juntarse con el resto del grupo.
El comedor tenía las paredes blancas, al igual que el techo; el suelo era de parquet pero estaba cubierto por una gran alfombra dorada; en el techo había una lámpara de oro en forma de araña. Lo que más destacaba era la mesa, era muy grande, a lo sumo cabrían más de 30 comensales y solo había 19, o en este caso 12 porque faltaban 7 miembros. A todo esto hay que añadir que las 6 manes de la armonía llevaban puestos sus talismanes correspondientes.
Ágamos un recordatorio de los asistentes a la comida, recordando que las 6 manes y Gilda aun no habían entrado en el comedor.
LOS LÍDERES EXTRANJEROS
Eagle. Reina de los grifos, procedente del reino de The Flyers. Su cuerpo tenía un pelaje básicamente marrón pero su cráneo era blanco y su pico bastante amarillo para ser un grifo.
Chrisalis. Reina de Changelopolis. Tenía el lomo blanco, crines amarillas y ojos azules. Su cutie mark era una diadema real.
Minotaure. Rey del país de Taurus, donde habitaban los minotauros. Sus piernas estaban cubiertas con unos pantalones vaqueros y sus pies descalzos, al igual que su torso desnudo, su color de piel era negro pero sus cuernos eran de color marfil.
Palmira. Presidenta de la república de Tetuán, el país de las cebras. Se parecía mucho a Zecora pero sus crines eran completamente negras y además hablaba en prosa.
Royalty. Reina de Saddle Arabia. Se trataba de una unicornio pelaje blanco, crines azules parecidas a las de Rarity, ojos verdosos y una cutie mark con forma de corona real.
LAS PRINCESAS EQUESTRIANAS
Cadence y Luna. Twilight aun no se encontraba presente.
OTROS ARISTOCRATAS DE EQUESTRIA
La duquesa Celestia, Fancy Pants y Fleur de Lis
LAS DAMAS DE COMPAÑÍA.
Gea. Doncella de la princesa Cadence. Era una pegaso de color mostaza, con crines naranja claro, ojos marrones y sin cutie mark.
Gilda. Su pelaje era de color marrón claro, con las alas un poco más oscuras, sus garras y pico eran amarillos, su cráneo era blanco aunque el contorno de sus ojos eran ligeramente morados.
Maid. Doncella de Chrisalis. Una unicornio de color crema, con crines marrón claro, ojos marrones y una cutie mark con forma de libro.
LAS MANES DE LA ARMONÍA
La princesa Twilight y las señoritas Applejack, Rarity, Pinkie Pie, Rainbow Dash y Fluttershy.
—Princesa Luna. Deberíamos ir a buscar a las chicas—comentó el rey minotauro.
—Esperemos un poco más, por favor.
—Hablare muy seriamente con mi doncella. Hacer esperar a la realeza es una falta muy grave en mi reino—comentó la reina grifo.
—Las chicas dijeron que tenían que hablar de un asunto personal. Deberíamos respetárselo—apuntó Cadence.
— ¿Y tú qué piensas, jovencita?—preguntó la reina de Saddle Arabia a Gea.
— ¿Yo? No pienso nada. Solo soy una dama de compañía—respondió la pegaso con timidez.
—Pero ¿Crees que Gilda y las portadoras de la armonía deberían estar aquí?
—Majestad, yo…
—Habla sin miedo.
Todo el grupo se había quedado en silencio.
—Creo que las portadoras de la armonía merecen estar aquí. Quienes no deberíamos estar somos Gilda, Maid y yo, porque ni somos políticas, ni realeza, ni nobleza, ni heroínas, yo al menos.
—Si a alguien le importa, yo estoy de acuerdo con la señorita Gea—expuso Maid volcando las miradas de los demás en ella.
—¿En serio?—interrogó Royalty.
—Sí, majestad. En serio. ¿Qué pintamos unas damas de compañía aquí? Nada.
— ¿Lo ven, excelencias? Si esta misma pregunta se la hubiese formulado a cualquiera de mis políticos, me hubiese dado un sermón aburrido de media hora, y no hubiese sido ni la mitad de honestó que estas dos chicas. Solo por esa aptitud merecéis sentaros en esta mesa, muchachas.
Hubo un silencio, después habló Eagle.
—Duquesa Celestia. ¿Usted sabe el motivo de que las portadoras de la armonía quisiesen hablar en privado con Gilda?—interrogo la reina grifo.
—Creo saberlo. Twilight me contó hace tiempo que Gilda y Rainbow Dash tuvieron una fuerte discusión. Supongo que ahora querrán reconciliarse, y las demás seguro que están haciendo de mediadoras.
—Pero ¿Por qué se pelearon mi dama de compañía y Rainbow Dash?
Seguidamente Celestia se puso a explicar al grupo todo lo que Twilight le había explicado sobre la discusión entre Gilda y Dashie. La alicornio blanca hablo durante unos cinco minutos, al finalizar tenía todas las mirados fijas en ella.
«Entonces ¿Twilight y las demás están tratando de que Rainbow y Gilda se reconcilien? ¿Y lo hacen prioritariamente, sin importarles que todos estemos esperando? Increíble. Saben que hacer esperar a los líderes podría considerarse una falta, pero interponen la amistad frente a todo lo demás. Cada vez que me junto con estas chicas descubro algo nuevo. Ojala Twilight sea apoyada por los senadores» pensó Fleur de Lis.
De pronto llamaron a la puerta, Luna contestó adelante y entraron las 6 manes y Gilda.
—Bienvenidas, sentaos de una vez—les reprocho Luna.
Gilda quiso decir algo pero Twilight se le adelanto.
—Rainbow Dash y Gilda tenían pendiente de resolver un asunto muy personal. Nosotras hicimos de mediadoras, pero el asunto ya está solucionado—expuso la unicornio purpura.
—Mi hermana ya nos ha explicado todo. Ahora sentaos de una vez para que podamos empezar a comer—comentó enfadada la princesa de la noche.
Todas se sentaron. Gilda se coloco a la izquierda de su reina mientras esta última le decía usted y yo ya hablaremos, señorita. Gilda se asustó, sabía que su señora era muy estricta con respecto a ciertas formas. ¿Qué haría con ella? ¿La castigaría? ¿La despediría? Al cabo de unos minutos se sirvió un puré de avena acompañado de dos tipos de ensaladas, una menestra de verduras y varias frutas; para beber había sidra y agua. La comida sirvió para relajar el ambiente.
Presidia la mesa Luna quien tenía a su derecha a Cadence, seguida de Gea, Maid, Chrysalis, Eagle, Gilda, Twilight, Applejack, Rainbow Dash, Rarity, Pinkie Pie y Fluttershy; a la izquierda de Luna se encontraba Celestia seguida de Minotaure, Palmira y Royalty, Fancy Pants y Fleur de Lis.
—Princesa Twilight. ¿Por qué no nos cuentan usted y sus amigas algunas de sus aventuras? Se oyen siempre rumores de la lucha contra el Rey Sombra—intervino Minotaure.
—Me temo que los rumores son más impactantes que la realidad, majestad.
—Pero le podemos contar algunas de nuestras aventuras—comentó Rainbow Dasd a Minotaure.
—Sí, me gustaría.
Seguidamente Dashie se puso a narrar la batalla contra Discord y el Rey Sombra. Seguidamente Applejack mencionó el caso de Appleloosa, una ciudad cuyos habitantes estaban repartidos entre búfalos y ponis, antiguamente ambas razas habían rivalizado por la propiedad del territorio, lo que casi conllevo a la perdida de la ciudad pero afortunadamente terminaron reconciliándose, y ahora trabajaban juntos para sacar adelante la ciudad y favorecerse mutuamente. Rarity narró algunos de sus desfiles de modas pero el ambiente sé tensó un poco cuando menciono lo sucedido con Blueblood y el local de Carrusel. Fluttershy se puso a platicar sobre sus animales y de la competición que Rainbow hizo con algunos de ellos para escoger a su mascota ideal. Pinkie Pie se puso a hablar de las fiestas de Ponyville y del festival de la Noche Nightmare; aquí Luna intervino contándoles como se había divertido en su primer festival tras regresar de la luna, al principio le había costado integrarse pero después se lo paso muy bien, y desde entonces iba todos los años a Ponyville e incluso se inventaba sustos para divertir a los niños. Los líderes extranjeros escuchaban todas y cada una de estas anécdotas con gran interés, al igual que las damás de compañía, Fancy Pants y Fleur de Lis, esta última cada vez se sentía más encariñada con las 6 manes.
—Señorita Fleur de Lis. ¿Cuándo conoció usted a las portadoras de la armonía?—preguntó Maid.
Fleur contestó que a Rarity la conoció por primera vez en Canterlot cuando está última se tropezó accidentalmente con ella y con Fancy Pants, a las demás las había conocido en una fiesta de los jardines reales; luego volvieron a coincidir todos en la boda de la princesa Cadence. Sin embargo en estas ocasiones Fleur no intimo demasiado con las 6 manes. Donde realmente Fleur había intimado con la princesa Twilight y sus amigas fue en Ponyville, donde la aristócrata había conocido el pueblo, los lugares de trabajo de cada una de las portadoras de la armonía, así como algunos de sus ocios. Fleur reconoció que al principio le costó integrase en el pueblo porque era un ambiente nuevo con gente distinta, pero las 6 manes la había tratado con gran amabilidad y la habían ayudado a tranquilizarse y relajarse. A continuación Fleur menciono parte de la conversación que había tenido con Twilight en la biblioteca. Estas declaraciones dejaron confundidos a los líderes con respecto a unicornio purpura ¿Por qué una princesa era bibliotecaria? ¿Por qué vivía en un pueblo pudiendo vivir en el palacio real de Canterlot? ¿Era de origen plebeyo? Para Palmira y Eagle todo aquello era extraño pero resultaba aceptable porque en sus países el trabajo físico estaba bien valorado. Chrysalis estaba muy habituada a trabajar físicamente debido a su antigua guerra con Equestria y a la situación actual de Changelopolis. Sin embargo para Minotaure y Royalty resultaba contradictorio que una princesa fuese bibliotecaria y viviese de una forma tan rústica; de pronto el rey minotauro quiso poner a prueba a Sparkle.
— Princesa Twilight. ¿Qué le parece el hecho de que una antigua changeling oscura se siente con nosotros?—intervino el soberano minotauro mirando de reojo a Chrysalis, quien se quedo impactada de este comentario.
—Rey Minotaure, majestades y excelencias. Chrysalis ha sido purificada por el poder de la armonía, y ha firmado un tratado de paz con Equestria. Ya no es una changeling oscura, ahora es simplemente una changeling amiga de este país. Les pido que por favor no la ofendan. Y aunque este no era el motivo de la comida, aprovecho para pedirles también que ustedes mismos consideren a Chrysalis su amiga y aliada, firmando un tratado de amistad con changelopolis.
Todo el mundo permaneció en absoluto silencio. Nadie naba crédito a lo que Twilight acababa de proponer, incluir a Chrysalis en las relaciones internacionales. Luna y Celestia miraron a la unicornio purpura con un cierto cariño y orgullo, había sido muy noble y valiente pero quizás no todo el mundo lo viera así.
—Yo firmaré ese tratado con Changelopolis. Si las manes de la armonía afirman que Chrysalis ha sido purificada entonces confió en ella—comentó la líder de las cebras.
—Yo también firmaré. Aunque las costumbres de la joven princesa me resultan un tanto curiosas creo que podemos confiar en ella—anunció la reina de Saddle Arabia.
—Yo tal vez lo haga, pero aun no lo he decidido. Les haré saber mi decisión—intervino el rey minotauro.
—Yo sí firmare. Noto que puedo confiar en la princesa Twilight y sus amigas—expusó la reina grifo sorprendiendo a todos los presentes.
—Un momento. Diga usted algo—pidió Pinkie a Palmira, la líder de las cebras.
— ¿Perdón? ¿Qué diga qué?
—¡Habrá en prosa! Yo creía que todas las cebras hablaban en verso—comentó la poni rosa.
—Algunas lo hacen, pero no todas.
—Reina Eagle. ¿Puedo hacerla una pregunta?—pidió Rainbow.
—Hazla.
—He notado que Gilda y usted se parecen un poco. ¿Son parientes?
Esta pregunta atrajo el interés de todos los comensales.
—No exactamente. No somos familia pero procedemos originalmente del mismo clan. The Flyers fue fundado hace unos 2000 años por seis clanes diferentes que luego se fueron extendiendo, nosotras somos del clan hurricane. Originalmente los clanes solo podían casarse y tener hijos entre sus miembros, pero luego se fueron mezclando entre ellos hasta tal punto que los grifos resultantes de esos clanes ya no estamos emparentados. Si investigásemos el árbol genealógico de Gilda y de mí seguramente tendríamos algún antepasado en común, pero sería un parentesco muy lejano.
De pronto llamaron a la puerta y entro un unicornio anciano de lomo naranja rojizo claro, con crines canosas, ojos marrón claro y una cutie mark con forma de libro. Seguidamente detrás del unicornio de lomo gris entraron más de veinte ponis. Luna estaba asombrada de esto, conocía a aquella gente, eran ni más ni menos que los senadores de Canterlot ¿Qué hacían allí? ¿Cómo se atrevían a interrumpir una comida real? Estaban todos. Todos los senadores de la capital reunidos ¿Por qué? ¿Y para qué habían entrado todos juntos en el comedor? Aquello no podía significar nada bueno. El unicornio naranja se posiciono de frente a la princesa de la noche, adoptando una actitud de soldado, los otros senadores permanecieron firmes detrás de él. Luna haciendo un esfuerzo saludo amablemente al unicornio.
—Excelencias, les presentó al senador Craso—intervino Luna.
—Majestad, excelencias. Perdonen que les molestemos pero debo entregarle esto a la princesa Twilight—expusó el recién llegado entregándole una misiva a la poni morada.
—Básicamente, alteza, ahí lo que dice es que el Senado tardará un mes más de lo previsto en reunirse porque… con todos nuestros respetos, no estamos convencidos de que usted deba continuar como princesa, dado que ni siguiera es una alicornio, por no mencionar sus orígenes plebeyos y sus formas de vida rústicas. Si hemos venido todos aquí es para que quede constancia de que, aunque todavía no se ha reunido el Senado y todos las ciudades de Equestria han de votar, nosotros no la respaldaremos. Y ya sabe usted que los dos votos más mayoritarios son el de Manehattan, y el de Canterlot que es el nuestro.
Todo el mundo quedo impactado ante tales declaraciones. Luna estaba indignada de la ofensa de aquellos políticos, y especialmente le dolía el hecho de que aquellos miserables se atreviesen a ofender a Twilight en público, delante de Celestia, de Cadence, de las otras 5 manes… incluso delante de los líderes extranjeros. ¡Santa Artemisa! Estaba todo perdido. Los invitados no apoyarían a una princesa que era incapaz de ganarse a su pueblo. La audición y la comida habían fracasado. Maldito Craso, seguro que todo esto era obra suya, menuda puñalada trapera acababa de asentar aquel semental a la pobre Twilight. Sin embargo en ese momento sucedió algo inesperado.
Craso miró a las amigas de Twilight, y luego a Gilda, Maid y Gea—Princesas, una cosa son unas damas de compañía pero ¿Puede saberse por qué permiten sentarse en esta mesa a un grupo de plebeyas?—expuso Craso mirando con desprecio a Rarity, Applejack, Pinkie Pie, Rainbow Dash y Fluttershy.
La reina grifo se levanto de pronto dando una sonora palmada en la mesa.
— ¡¿Cómo se atreve?! ¿Cómo se atreven todos ustedes a cometer semejantes ofensas? Osan venir aquí mientras comemos, ofenden a la princesa Twilight, y ahora ofende también a las portadoras de los elementos de la armonía. En The Flyers a nuestros héroes les tenemos respeto. Mientras viven son tratados con consideración y admiración; y cuando mueren se edifican estatuas de ellos, y sus gestas se predican en los colegios para respetar su memoria histórica. Aquí por lo visto tratáis a vuestras heroínas como si fuesen basura. ¿Esa es la aptitud de su Senado? ¿Ese es el agradecimiento que demuestra Equestria por sus salvadoras? ¡Qué vergüenza!—intervino la reina de los grifos asustando al senador.
—Majestad… —intentó hablar otro de los senadores pero Eagle le interrumpió.
—¡Silencio! Lárguense todos ustedes, pandilla de desagradecidos. Y dígale a su Senado que The Flyersapoya a la princesa Twilight Sparkle.
Uno a uno los otros líderes se fueron levantando.
—Los minotauros están también con la princesa Twilight.
—Las cebras también.
—Saddle Arabia respalda a la joven princesa y de las portadoras de la armonía.
—Y ahora márchense, maleducados, o yo misma le enseñaré la salida. Y más le vale a su Senado que apoye a la princesa Twilight o las relaciones con The Flyers se verán deterioradas—les amenazó la grifo.
Los senadores se marcharon temerosos.
—Excelencias, no sé qué decir… gracias—expuso tímidamente Twilight.
—No diga nada, alteza, no es necesario. Firmaré el tratado con Changelopolis—contestó el rey minotauro mientras todos volvían a sentarse.
—Dadas las circunstancias por esta única vez voy a pasar por alto tu falta de decoro, Gilda. No obstante que no se vuelva a repetir. La próxima vez no seré tan indulgente—cuchilleó Eagle a su dama de compañía.
—Sí, majestad. No volverá a suceder.
—Reina Eagle, rey Minotaure, reina Royalti, y reina Chrysalis. Les propongo redactar y firma entre nosotros cinco un escrito en donde mostremos nuestro apoyo a la princesa Twilight, y después sacaremos copia y lo enviaremos al senado equestriano—sugirió Palmira y los demás aceptaron.
Luna sonrió satisfecha. Twilight se había ganado a los invitados. La unicornio morada estaban asombrada y a la vez confusa, aquellos líderes extranjeros la apoyaban y sin embargo era rechazada por el propio Senado de Equestria. No tenía lógica ¿Por qué Equestria la rechazaba? ¿Por qué los ciudadanos que tantas veces habían dependido de las manes de la armonía, se mostraban reacios con ella y con sus amigas? ¿Por qué Equestria llamaba plebeyas a unas ponis que no habían hecho nada, salvo dar la cara por el país?
HORAS DESPUÉS EN EL CUARTEL DE LOS WONDERBOLTS
Rainbow y los otros seleccionados conocían las instalaciones en compañía de la capitana. La pegaso azul se había despedido formalmente de todos antes de marcharse. Los líderes, las otras manes y los demás comprendieron perfectamente que ella quisiese marcharse con su nuevo grupo y la desearon suerte. La capitana del equipo explico que los nuevos miembros tenían dos opciones; o bien permanecer en el cuartel como internos durante un año; o presentarse diariamente a las prácticas durante dicho periodo de tiempo, pero en este segundo caso si se saltaban dos días sin permiso serían expulsadas del grupo. Todas escogieron la primera opción, incluso Rainbow aunque esta última dijo que necesitaba unos días para preparar su traslado.
—No hay problema. Dispondrán de 5 días. El miércoles les quiero a todos aquí a las 11:00. No se retrasen a no ser que quieran ser expulsadas del grupo.
AQUELLA NOCHE EN LA CASA DE DIAMOND TIARA.
La niña no podía dormir. Sus padres ya hacía rato que estaban dormidos pero ella permanecía en vela. Se levantó, cerró la puerta de su habitación, encendió la luz y se puso a escribir en su diario.
Querido diario:
Hoy me he peleado con Dinky Doo e insultado a su madre ¿No sé por qué lo he hecho? Nunca me había peleado con ellas. Con las CMC discuto muy a menudo pero a Dinky nunca la había ofendido y a Derpy tampoco. Le conté a Silver Spoon lo sucedido mientras veíamos el espectáculo de los Wonderbolts, y ella me reprocho mi conducta. Aunque no lo diga directamente tengo la impresión de que a Silver Spoon cada vez le gusta menos que nos peleemos con otras niñas. A ella seguramente le gustaría que aumentásemos la pandilla, que no fuésemos solo dos. Sin embargo me asusta tal posibilidad ¿Qué pasaría si nos juntásemos con más niñas y ella al final las prefiriese a ella en vez de a mí? Si mi mejor amiga me abandonase por otras niñas, entonces yo me quedaría sola y no quiero estar sola. He intentado hablar con mis papas antes de este tema pero ellos ni caso, solo me dijeron que no preocupará, y que lo de Silver es una tontería entre ella y yo. ¿Una tontería? ¿Es una tontería la posibilidad que mi mejor amiga pueda llegar a abandonarme?
Llame monstruo a Derpy pero el único monstruo soy yo. Derpy es muy trabajadora, quiere a su hija y se preocupa de ella. A mí mis padres me ignoran. Yo soy el monstruo, debo de serlo para que mis papas no me quieran.
La niña guardo el diario, se metió en la cama, se acostó de lado mirando a la derecha y comenzó a sollozar.
EN EL CUARTEL MILITAR
Blueblood tenía dos voces contradictorias en la cabeza, la primera le decía que debía continuar su relación con Healing porque ella podría ser el amor de su vida, pero la otra voz le decía que aquella chica era una plebeya y debía romper con ella. El principejo tenía un cacao mental pero fue tan tonto que le hizo caso a la segunda voz. El semental había tomado la determinación de cortar su relación con Healing Magic, por ello le acababa de confesar a la chica todas y cada unas de las injusticias cometidas por él; desde lo sucedido con su prima Cadence y su marido, pasando por el caso de Rarity y el local de Carrusel, las amenazas y chantajes cometidos contra Twilight y sus amigas; y finalmente el arresto ilegal de Derpy. La yegua no daba crédito a tales confesiones y preguntó ¿Te arrepientes de todo eso? A lo que el principejo respondió que no. No se arrepentía porque ni Armor era digno de estar casado con Cadence, ni Twilight era digna de ser una princesa. La chica intentó mostrarse comprensiva y razonar con su bajeza, pero el tipejo se mostró cabezota e irrazonable. Finalmente Healing dijo no puedo creer que seas así, reacciona. Tienes que rectificar con esa gente a la que ofendiste. El semental argumentó que ella no nadie para hablarle así y que no le haría caso.
Ambos ponis estaban reunidos en el lugar que usaban para entrenar.
—Por favor, Blueblood. Acepta el consejo de una amiga. Puedes cambiar, yo sé que en el fondo no eres así.
—No nos equivoquemos, Magic. Primero, sí soy así; y segundo, tú y yo ni somos amigos ni somos nada. Solo dos reclutas.
— ¿Solo dos reclutas? Pero… ¿Y todo lo que hemos compartido?
— ¿El qué hemos compartido? ¿Unos cuantos entrenamientos nocturnos?
—No puedo creer lo que oigo. Dime que estas bromeando.
—Nunca bromeó, y menos con cosas serias.
La yegua se puso en frente del semental y le miró fijamente.
—Mírame a los ojos, Blueblood. Mírame y dime que no hay nada entre nosotros.
—No hay nada, ni nunca lo habrá, entre nosotros—respondió el semental mirando fijamente a la yegua.
—De modo que solo querías que te ayudase con las prácticas. Me siento utilizada.
—Pues eso es lo que hay.
Healing Magic se aparto un poco del tipejo, le miró con furia, y le soltó un rayo mientras le decía te odió. Seguidamente la chica se marcho haciendo un esfuerzo para contener las lágrimas. Blueblood la vio alejarse mientras dos voces contradictorias se peleaban en su cabeza.
«Has hecho lo correcto en abandonar a esa plebeya»
«Y una mierda. Has hecho justamente lo que no tenías que hacer. Ella seguramente era el amor de tu vida, y tú la has abandonado, y encima has herido sus sentimientos. Eres un miserable»
«No ibas a enamorarte de una plebeya»
«¿Por qué no? No hay nada de malo en ello.
UNA HORA DESPUÉS EN EL PALACIO DE CANTERLOT
Ya se habían marchado casi todos los invitados a la comida, solo quedaban presentes Chrysalis, Luna, Cadence, Gea, y Celestia; todas estas yeguas se encontraban en la sala del trono.
—Majestad. Ahora que estamos en un ambiente más privado, tengo algo para vos—comento Luna entregándole un estuche negro a la reina changeling.
Chrysalis abrió el estuche y se quedo asombrada del contenido, eran sus pendientes. Eran los mismos pendientes que Gea en su día le robo y vendió. ¿Qué hacían ahí? ¿Cómo es qué los tenía Luna?
—Majestad. ¿Cómo…?
—Permítame explicárselo. Cuando Twilight, usted y yo estuvimos juzgando a Gea por el robo de sus pendientes usted nos hizo una descripción detallada de los mismos, también sabíamos que estos fueron vendidos a un joyero del Imperio de Cristal. Unos días después pensé que tal vez, solo tal vez, este joyero no había llegado a vender tal producto, de modo que envié a las señoritas Rarity y Applejack de regreso al Imperio de Cristal para que mirasen en sus joyerías, que solo había cinco, y en el caso de que encontrasen vuestros pendientes los comprasen para poder recuperarlos. Podría habéoslos enviado a Changelopolis pero prefería entregáoslos personalmente. Ahora ya vuelven a ser vuestros.
—Majestad, no sé qué decir. Si vos los comprasteis deberíais conservarlos.
—Para nada. Los compre para devolvéoslos, son vuestros.
—Yo… gracias.
—De nada—respondió Luna.
— ¿Puedo hacer algo por vos?
—Hay una cosa que podéis hacer, solo sí queréis.
— ¿Qué?
—Anular la sentencia contra Gea. Dado que el robo ha sido enmendado ya no hay razón para condenarla.
—Sea. Gea ya no me deberá más dinero, y podrá regresar a Changelopolis si lo desea, aunque ya no le queda familia allí.
Celestial, Cadence y Gea habían escuchado la plática entre Luna y Chrysalis en absoluto silencio. La alicornio blanca miró con orgullo a su hermana, Luna se preocupaba de todos y de todo a la vez. Se había ocupado de su familia, de sus amigos, de las 6 manes, de que Twilight conservará su principado, de mejorar las relaciones entre las clases medias y altas, de las alianzas con el exterior, de los abusos de Blueblood, y ahora también de Gea. ¿Cómo tenía tanta capacidad de trabajo? ¿Desde cuándo era tan hábil?
«Creó que lo mejor que he hecho en mi reinado es cederte la corona, querida hermana. Tú estás demostrando ser mucho mejor líder de lo que yo lo fui. Ojala Equestria se dé cuenta de todo lo que estás haciendo por ella» pensó la duquesa.
Gea se encontraba maravillada, ya no le debía nada a Chrysalis, la sentencia acababa de ser anulada, ella no se esperaba esto, no se imaginaba que Luna se hubiese preocupado por ella ¿Por qué lo había hecho? Apenas se conocían. La doncella se acerco a la princesa de la noche y a la reina changeling, e hizo una reverencia a ambas mientras les daba las gracias, Cadence se acercó a su doncella.
—Gea, ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Volverás a Changelopolis?
—Podría pero… preferiría seguir a su servicio, princesa Cadence, es decir, si le parece bien.
—Entonces vámonos a casa—contesto la princesa de cristal sonriéndole a su doncella.
EN LA CASA DE DIAMOND TIARA
La pequeña había estado un rato llorando. De pronto se levantó, fue a la habitación de sus progenitores y comenzó a zarandear a su padre. La instancia estaba a oscuras, los Richs dormían y la niña no dio la luz.
—Papá, papá despierta.
—Aouaaa. Tiara, ¿Sabes qué hora es?—dijo el semental bostezando.
—No puedo dormir. No dejo de darle vueltas a la cabeza. ¿Tú crees que Silver podría dejar de ser mi amiga? Me da miedo pensarlo, yo la quiero pero tal vez ella…
—Auuh. ¿Qué ocurre, querido?—dijo despertándose Lucrecia, quien se encontraba al otro lado de la cama, interrumpiendo a su hija.
—La niña esta despierta, cariño.
—Diamond es muy tarde, regresa a la cama—intervino la madre de la niña.
Al parecer ambos adultos no habían escuchado ni una sola de las palabras de la niña, ellos sabrían por qué; tal vez por el hecho de que ambos estaban adormilados, quizás por no tener una buena comunicación con ella, o puede que fuese una cuestión de vaguería. Sea cómo fuese ninguno de los dos padres había prestado atención a las palabras de su hija.
— ¿Puedo al menos dar la luz?
—No, que nos desvelamos tu padre y yo. Vuélvete a dormir.
—No puedo dormir.
—Acuéstate y quédate quieta, verás como poco a poco coges el sueño—expuso el señor Rich.
— ¿Me acompañáis a mi cuarto?
—Acompáñala tú, Lucrecia.
—No seas vago, tú estás a su lado. Levántate.
—Es igual. Puedo ir sola. Buenas noches.
—Que duermas bien, cielo—respondió la madre.
Tiara se fue por donde había venido sin ni siguiera recibir una sola palabra tranquilizadora de sus padres. Podrían haber dado la luz de la mesilla, hablar con su hija y tratar de tranquilizarla; o podrían haberla acompañado a su habitación y quedarse con ella hasta que se durmiera. Sin embargo la situación fue de lo más fría; ni una palabra de consuelo, ni un mimo, nada. Si al menos los Richs no hubiesen tenido el oído y la cabeza adormiladas, se hubieran dado cuenta de que solo por el tono de voz de la niña se notaba que está última estaba disgustada. La maestra ya les había dicho que Tiara tenía problemas en el colegio, tanto académicamente como a nivel de relación con sus compañeros; Applejack también les había comentado varias veces que Diamond molestaba a Apple Broom, y hacía tan solo unas horas que Derpy le había llamado la atención a Lucrecia. ¿Qué esperaban los Richs para reaccionar? ¿Qué se supone que estaban esperando para empezar a ejercer como padres? Tal vez ni ellos mismos supiesen contestar a estas preguntas.
La niña se marcho a su cuarto llorando y allí se puso de nuevo a escribir en su diario.
Querido diario:
Siempre había sospechado que mis papas no me querían, ahora lo sé. Ya no es una sospecha, no les importo nada. Estarán mejor sin mí. He decidido que me voy a ir de casa y de Ponyville. Será duro pero mejor que estar con unos padres que me odian.
Nadie me va a buscar, nadie me echará de menos. Mis padres estarán mejor sin una niña a la que no quieren, mis compañeros de colegio ni notaran que me ido, y las CMC estarán mejor si una niña que les moleste. En cuanto a Silver Spoon seguro que sin mí hace un montón de amigas. Mi marcha es lo mejor para todos.
Tiara guardó el diario, cogió un papel y escribió una nota a sus padres.
Mamá y papá:
Me voy de casa porque…
Esa noche mientras sus padres dormían Diamond Tiara se escapo de su casa.
«Estaré mucho mejor sola» pensó la niña mientras se alejaba.
¿Qué sucederá ahora? ¿Twilight será rechazada como princesa, o continuara siéndolo? ¿Qué pasará con Diamond Tiara y sus padres? ¿Cómo reaccionará Healing Magic después del desprecio de Blueblood? ¿Y el resto de los reclutas? ¿Cómo se tomaran ellos la aptitud del principejo?
FIN DEL CAPÍTULO 15
Hola bronies y lectores.
En principio este capítulo 15 iba a formar parte del 14, pero en ese caso el decimocuarto episodio hubiese sido muy extenso, por eso dividí su contenido en dos capítulos.
GILDA
Siempre me pareció un poco triste que se pelease con Rainbow Dash, quise reconciliarnos y por eso la metí en el fanfic.
LA LÍDER DE LAS CEBRAS HABLA EN PROSA.
Esto se debe a una necesidad de guión. Lo siento pero soy malísimo haciendo versos. Me gustaría ser tan original como Zecora pero no puede ser.
GEA Y LOS PENDIENTES.
Recordaran que en el capítulo 7 Rarity y Applejack se fueron de compras al Imperio de Cristal por un encargo de Luna, pero en ese momento no sé supo qué es lo que compraron, en principio esto no se iba a descubrir hasta el penúltimo o último episodio pero debido a la manera en que se está desarrollando la historia tuve que ponerlo aquí.
LOS SENADORES.
Se dice que eran unos veinte pero solo a Craso se le describe físicamente, los demás son demasiado secundarios como para preocuparnos de su apariencia. El nombre de Craso hace referencia a Marco Licinio Craso, un antiguo senador de la antigua Roma, el cual formo triunvirato con Pompeyo y Julio Cesar.