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Las desafortunadas aventuras de Twilight Sparkle

by Clow Riusaky

Chapter 2

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Era un día hermoso en Ponyville, el sol de verano brillando en el cielo azul, las aves surcando el infinito cielo, un grupo de sementales gritando y apostando mientras dos sementales se golpeaban las cabezas usando ollas como caso ¡Esperen un minuto! ¿Dos sementales con ollas en las cabezas? Un grupo de sementales gritaban animando a dos sementales pony tierra los cuales tenían unos abollados y viejas ollas de cocina en sus cabezas, a cada instante chocaban entre ellos para ver quien caía primero, incluso un grupo ya hacía apuestas a su favorito.

Bien, una vez más la estupidez ha demostrado que es más infinita que el universo mismo pero nuestra historia no se concentra en este acto de machismo e idiotez, sino en cierta yegua la cual sudaba de terror al borde de un parque, escondida entre los pocos árboles y su fiel asistente y hermana adoptiva, Barbara suspiro una vez más al ver a Twilight congelada de miedo –Vamos hermana, solo no mires a los lados, concéntrate en el camino y terminaremos antes de que te des cuenta— dijo la dragona.

Tragando saliva la unicornio asintió, dio el primer paso, luego otro y otro. Sin darse cuenta comenzó a trotar suavemente, pensando en su lugar feliz tratando de ignorar los sonidos de las voces masculinas o las pocas imágenes que captaba por el rabillo de su ojo. Esto podría ser fácil en una ciudad o pueblo donde todo fuera normal, pero en Ponyville no era normal y menos si el 90% de la población de ponies era de sementales, esto causaba varias cosas, entre ellas podemos mencionar el estado de algunas calles y edificios en mal estado por suciedad o vandalismo, también los casos de sementales que se pasaban al otro lado del campo o en este caso cuando se veía a una yegua en especial nueva en el pueblo y soltera. Ser unos salidos que solo decían el primer pensamiento que su otra cabeza lograba concebir –¡Por Solaris! ¡Que flancos tienes preciosa!— grito un pegaso el cual por no fijarse por donde volaba choco contra un cartel colgante de un edificio, perdiendo algunos dientes pero ganando una visita al dentista. Los silbidos y piropos hacían que la unicornio comenzara a sudar, su respiración era irregular incluso su cuerno comenzaba a brillar algunos segundos –Lugar feliz…lugar feliz… lugar feliz— susurraba para sí misma Twilight tratando de ignorar las voces –¡Señorita! ¡Tengo las mejores frutas y si compra ahora puedo mostrarle mi mejor mercancía!— grito un mercader con una gran sonrisa –¡Juro que si te veo de nuevo te dejare con quemaduras de tercer grado grandísimo pervertido!— grito enojada Barbara agitando su puño al aire mientras las dos se alejaban –No entiendo, solo quería me compraran estas bananas— dijo el mercader viendo su mercancía.

Poco a poco los piropos fueron menores al igual que las casas y pequeños edificios del pueblo para dejar paso a un bonito campo y a lo lejos pero acercándose una gran granja, la dragona saco de la alforja de la unicornio lavanda un pergamino –Bien nuestra primera parada es revisar los alimentos, la familia Apple es la encargada. Su familia es la primera en estas tierras y en parte son los fundadores de Ponyville, dirigen Sweet Apple Acres— dijo Barbara –Recuerdo que Aurora se emborracho con varias cydras de manzana de Sweet Apple Acres, despertó al día siguiente con la peor resaca de su vida y con ese tatuaje en el vientre— dijo Twilight tratando de olvidar el trayecto recorrido en recuerdos de su hermana mayor.

En poco llegaron a la entrada de la granja, a lo lejos se podía ver algo de movimiento pero fue un punto rojo y grande el que llamo la atención de Barbara "Oh no, parece que es un semental y cielos es grande" pensó la dragona –¡AppleBuck! ¡Ten cuidado con esos barriles!— las orejas de Twilight se movieron al escuchar la voz, aun con el pronunciado acento sureño pudo reconocer el tono de inmediato –¡Espera, esa es la voz de una aaahhhhh!— grito la dragona aferrándose al cuello de una galopante Twilight.

El gran pony tierra de pelaje rojo volteo su cabeza al escuchar el sonido de cascos acercándose, se podía notar su hocico perfilado y en sus labios colgaba una ramita de trigo, sus grandes ojos verde esmeralda, unas pequeñas pecas en sus mejillas, su melena y cola recortada eran de un tono naranja brillante y su Cutie Mark era una manzana verde que parecía estar cortada ya que se veía el corazón y sus semillas. Aun por su gran tamaño se ponía notar que era una yegua, en unos segundos una mancha violeta se estrello con fuerza en la gran yegua, sacándole el aire y casi tumbándola.

Agitando su cabeza para tratar de recuperar sus sentidos, la yegua bajo su cabeza para ver a una unicornio lavanda la cual la estaba abrazando y sollozando, en su lomo aun aferrada estaba una dragona de escamas moradas y verdes –Lo siento mucho por eso, mi hermana sufre de Androfobia y en el trayecto para llegar aquí no fue bonito para ella y cuando hay una yegua cerca se aferra a ella para calmarse— dijo Barbara.

La Yegua pestañeo por unos segundos –¿Androfobia? ¿Qué es eso y quienes son ustedes?— pregunto –La Androfobia es el miedo a los varones, hace algunos años mi hermana estuvo en una situación la cual la dejo marcada y ahora no puede estar cerca de ningún semental sin entrar en miedo y bueno su magia se descontrola y no es bonito lo que sucede. Soy Barbara la asistente y hermana adoptiva de Twilight Sparkle la cual te abraza. Venimos de Canterlot para inspeccionar los preparativos de la festividad del sol— explico la dragona. La Yegua asintió –Dos preguntas más ¿Por qué en nombre del Tártaro mandan a una yegua con esa condición a una ciudad donde casi todos son sementales? Y ¿Por qué me está abrazando?— Barbara puso una mala cara –Eso es algo que quiero saber yo también. Hace algunos años leí que Ponyville era la ciudad con la mayor población de yeguas de Equestria, pensé que sería el lugar perfecto para mi hermana para relajarse y el motivo de porque te abraza es que cuando esta cerca de una yegua luego de haber estado muy cerca de algún semental la abraza para calmarse. Es una de sus formas inconscientes de salir del estado, por eso se creo una división especial de la Guardia Real para ella— explico la dragona.

Poco a poco Twilight se separo de la gran yegua –Lo siento mucho, no…pensé con claridad. Soy Twilight Sparkle, mucho gusto— se presento Twilight –Tranquila, tu eh hermana me explico todo. Soy Macareina Apple pero puedes llamarme Mac, mis amigos me llaman así— se presento la gran yegua –Un placer ¿eres la encargada de la comida para el festival?— pregunto la unicornio –Toda la familia Apple es la encargada, cada primo y prima, tíos y demás familiares de todas partes de Equestria vinieron para ayudar pero es mi herma…— el ruido de cosas cayendo y rompiéndose alerto a los tres –Por todas la manzanas ¡Applebuck! ¡Más te vale que no hayas roto nada importante! Discúlpenme un momento, tengo que ver que ha roto esta vez mi hermano menor. Si quieren pueden esperarme en la casa, en la entrada en su silla mecedora esta mi abuela, así no tendrás que chocar contra alguno de mis primos o hermano— dijo Macareina para dar vuelta y alejarse a al granero –¿Viste lo alta que era? Quisiera tener su tamaño— dijo Barbara –Es extraño encontrar una yegua de ese tamaño…es incluso un poco más alta que Aurora—dijo Twilight trotando con cuidado hasta la casa de la familia Apple, en la entrada estaba una vieja yegua verde de melena y colas ya canosas recogidas, llevaba en el cuello un pañuelo naranja con corazones. Se mecía suavemente en una silla mecedora que por su estado podía incluso tener más edad que la yegua que la usaba. Abriendo un poco sus cansados ojos pudo ver a las dos nuevas caras frente a ella –Bien si son dos lindas jovencitas aunque es mi primera vez ver a una bebe dragón tan de cerca— susurro la anciana yegua –Por la barba de Solaris, nadie se da cuenta que soy una dragona a la primera— dijo feliz Barbara, había muchas cosas que odiaba la dragona, entre ella los pervertidos, las cosas asquerosas y que la confundieran con un macho dragón. Twilight sonrió –Buenas tardes señora, soy Twilight Sparkle, vine de en nombre de Lord Solaris para ver los preparativos para el evento del Sol de Verano, esta es Barbara mi asistente y hermana adoptiva— se presento, la vieja yegua asintió ante las palabras de la unicornio –Es un placer querida, soy la abuela Smith y si vienes para los preparativos de la comida debes hablar con mi nieta— dijo la matriarca de la familia Apple –Hable con Macareina pero ella tuvo que irse porque su hermano parece que rompió algo— dijo Twilight –Entonces te recomiendo hablar con Applejack, está recogiendo unas ultimas manzanas en el huerto seguro podrá ayudarte querida— dijo la abuela Smith.

Con una sonrisa asintió, con su magia bajo a Barbara al suelo –Espérame aquí si vuelve Macareina y dile a donde fui, si puedes también ve viendo y probando un poco de las comidas— pidió la unicornio –Claro que si hermana— dijo la dragona, con una ultima sonrisa Twilight fue al huerto de árboles de manzana –¿Entonces Mac tiene otra hermana? ¿Es de la edad de Twilight? A ella le falta tener amigas— dijo Barbara viendo a la vieja yegua –Applejack es de la misma edad que la de tu hermana si mi vista aun no me engaña pero no es hermana de Macareina, es hermano y seguro que se hace amigo de ella— con este dato la cara de Barbara era de terror absoluto.

Twilight miraba lo grandes árboles llenos de las jugosas y grandes manzanas que alguna vez había visto, esto hace ver en ridículo las de Canterlot, "Ya veo porque Lord Solaris encargo a la familia Apple para la comida" pensó la unicornio trotando suavemente hasta que escucho el sonido de golpes, sin pensar en nada se acerco al ruido –Disculpe busco a Applejack sabe donde…puedo…encontrar— su voz murió al ver el origen de los golpes. Un gran semental de pelaje naranja claro, melena y colas rubias agarradas con una cinta roja pequeña, era incluso un poco más grande que Macareina llevaba un sombrero de vaquero marron, sus ojos eran un verde claro, llevaba un arnés en el cuello el cual lucia muy pesado pero no parecía molestarlo, su Cutie Mark eran tres manzanas rojas.

Al escuchar la voz la cabeza del semental volteo y cuando encontró los ojos violetas de la unicornio su respiración se congelo. Con un leve sonrojo se quito el sombrero e hizo una leve inclinación con la cabeza –Buenas tardes señorita. Mi nombre es Applejack ¿Estaba buscándome?— pregunto volviéndose a poner el sombrero, Twilight asintió con nerviosismo, retrocediendo un poco –Si…so…soy de Can…Canterlot, vengo pa…para— trato de decir pero el miedo se apoderaba de ella pero Applejack sonrió –Oh usted debe ser la supervisora para la comida, disculpe pero creo que aun no se su nombre—dijo acercándose un poco a la unicornio. Twilight trato de retroceder más pero choco contra un árbol –Twi…Twilight Sparkle— susurro con terror pero parecía que el semental no notaba el miedo –Es un placer conocerla Miss Sparkle, un nombre precioso para una dama encantadora— Applejack podía no conocer todos los modales de Canterlot pero sabía una que otra cosa de los nobles de la ciudad de fantasía como el a veces la llamaba y sabía que las yeguas de allí siempre esperaban un beso en su pezuñas, así que se adelanto y tomo la pata de Twilight y le dio un suave beso. Esto solo provoco el inicio de un desastre.

Barbara corría como gallina sin cabeza buscando a la gran yegua de pelaje rojo –¡Mac! ¡¿Dónde estas?! ¡Necesito tu ayuda!— gritaba aterrada hasta chocar contra alguien –Barbara ¿Qué sucede?— pregunto Macareina, la dragona agito su cabeza y cuando noto que choco contra el pony que buscaba se aferro a tu pata –¡Debemos buscar a Twi! ¡Fue a buscar a tu hermano pensando que era una yegua!— exclamo aterrada. Antes que alguna de las dos pudiera decir algo más el pero grito de terror que alguna de las dos hubiera escuchado en su vida se extendió por toda la granja, seguido por un gran objeto de color naranja que viajaba en línea recta a toda velocidad hasta atravesar la pared del granero. Lo único que quedo fueron las patas traseras de color naranja de cierto semental vaquero –¡Hermano!— grito Macareina seguida de Barbara.

Con ayuda de las dos sacaron al semental pony tierra el cual tenía los ojos desenfocados –Creo…que me enamore— dijo antes de caer en la inconsciencia –¡Applejack! ¡¿Quién te hizo esto?!— pregunto la yegua preocupada –Fue Twilight— dijo la dragona –¿Qué?— fue lo único que dijo Macareina –Twilight fue la que mando a volar a tu hermano y lo puedo decir por el grito y por la falta de una explosión ella lo arrojo por su propia cuenta— explico.

Bien queridos lectores ahora mismo ustedes deberán decir que eso es imposible y mas para una unicornio, que solo podría lanzar con tanta fuerza a un semental como Applejack desde una distancia tan larga y atravesar una pared pero todo tiene una explicación y es gracias a los grandes esfuerzos de los mejores psicólogos de Canterlot que se puede explicar este caso. Twilight Sparkle tiene diferentes reacciones al estar cerca de los sementales, el más normal es cuando esta cerca de uno por mucho tiempo o cuando lo toca por accidente es asustarse y generar una explosión mágica la cual deja al semental postrado en una cama en el hospital por varias semanas, pero hay otra reacción la cual es cuando Twilight esta acorralada y un semental la toca a propósito, el miedo de la joven yegua llega a tales niveles que su cuerpo puede generar tanta fuerza que es posible derrumbar una pared de concreto de una sola patada, esto se supo ya que su primer psicólogo le toco su hombro, el pobre semental fue lanzado contra la pared atravesándola y como su sala estaba en una torre, bueno aun no se recupera del todo.

En medio del bosque Twilight estaba en posición fetal, llorando mientras acariciaba su cola –Lugar feliz…lugar feliz… lugar feliz— susurraba en shock, sin saber que muy lejos de allí en una posada un grupo de yeguas con armaduras tomaban con suma alegría sus bebidas, festejando que su misión había salido bien y sin complicaciones, hasta que un grito las hizo detenerse –¡¿Qué esta donde?!— la fuerte voz de una yegua resonó por toda la taberna hasta que una puerta estallo por causa de un hechizo mágico, de entre el humo la gran figura de una imponente yegua blanca con una armadura violeta con oro salió, sus fríos ojos azules mostraban el fuego del infierno y su cuerno parecía más filoso que nunca. El grupo de yeguas conocida como las Amazonas tragaron de terror al ver a su Capitana, la cual era famosa por su mal carácter y más cuando su hermana menor estaba en problemas y ese parecía ser el caso –¡Todas!¡ Muevan sus malditos y gordos flancos! Mi hermana esta en Ponyville, tenemos que salvarla y quemar hasta sus cimientos a ese maldito pueblo que tuvo la osadía de tocar a mi hermana menor— dijo con gran ira, su cuerno brillo haciendo que su casco flotara hasta ella y colocándoselo, si alguien que conociera a Aurora Shield por lo menos en su carácter, sabía muy bien que cuando se enojaba no había lugar ni en el Tartaro para esconderse ya que seguiría al causante de su enojo y nada la detendría para meter su casco del desgraciado y jalar sus tripas para sacárselas para luego meterlas por el otro extremo de la pobre alma en desgracia.

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