Buscando al Kirin
Chapter 9: Reflecciones
Previous Chapter Next ChapterHoofburg regreso lentamente a la vida a medida que sus habitantes lo ocupaban de nuevo. Cuando los ponies preguntaron al capitán Lucky Night cual habia sido la razón de la evacuación el viejo pony les conto a los pueblerinos una versión aun mas modificada que la de Rarity. En esta historia la intención de Grogar era pedir rescate por el pueblo y la pareja de unicornio y dragón habían evitado la inundación y acabado de manera definitiva con el carnero.
La mayoría de los ponies al oír esta explicación se volcaron hacia Spike y Rarity y les dedicaron innumerables muestras de agradecimiento y admiración. A pesar de que la situación le agradaba a Rarity esta se sentía un poco incomoda debido a la fama inmerecida. Sin embargo noto la mirada de Spike cuando estaba a punto de decir algo y guardo silencio.
El capitán aparto a la multitud a base de empujones mientras le hablaba.
"Muy bien, muy bien. Si, lord Spike y Lady Rarity son héroes, ya lo sabemos Pero están cansados, ¿podrían dejarlos en paz un momento?, ¿Qué no ven el estado en el que se encuentran?"
Fue en ese momento en el que los dos fueron consientes del estado de sus cuerpos. Spike en general no tenía nada más grave que un par de raspones y algunos golpes, excepto por sus alas. El ala derecha tenía las falanges, especialmente la exterior, rotas y la piel desgarrada en los lugares en las que era más delgada. El ala izquierda por otra parte estaba más dañada y cubierta de sangre, la piel rota en secciones más amplias y sin capacidad de moverla sin sentir dolor.
"¡Oh Spikey!, por el amor de Celestia, ¿Por qué no dijiste nada?, ¿Qué podemos hacer?"
Spike acaricio la cabeza de Rarity que se habia acercado y levantaba temblorosa la pezuña hacia el ala de su esposo, deseosa de revisar las heridas pero con miedo de lastimarlo más.
"No te preocupes, se ve peor de lo que es. Me pasaron cosas similares en la guerra, nada que no se solucione con un par de días de descanso. Creo que los dragones sanamos mucho más rápido que los ponies. Además, hmmm, tú necesitas…"
Spike desvió la vista hacia arriba mientras cubría a Rarity con su ala derecha, separándola del resto de los ponies. En ese momento la unicornio se reviso a sí misma. Sus extremidades le dolían, en especial los brazos, aunque sus cuartos traseros tenían raspones y cortadas resultado de sus esfuerzos para subir a la saliente. Su costado izquierdo también tenía un golpe que no recordaba, probablemente se lo hizo cuando perdió el conocimiento. Pero todo eso rápidamente paso a un segundo lugar cuando el aspecto más grave de su situación se abrió paso en su mente.
Estaba empapada, de pezuñas a cabeza, totalmente desaliñada, su peinado hecho un desastre, su maquillaje se habia estropeado. Y cientos de ponies la habían visto así.
Miro a Spike con agradecimiento y suplica en los ojos. Este le regreso una sonrisa tranquilizadora pero que por momentos parecía estar a punto de convertirse en una carcajada burlesca. El dragón se llevo una garra a la boca y aparto la mirada de su esposa para evitar que la risa lo traicionara.
"¿Capitán, sabe de algún lugar donde mi esposa pueda… atenderse?"
Lucky Night se aclaro la garganta mientras miraba discretamente en otra dirección.
"Si, creo que mi casa podría servir. Por aquí por favor. "
La pareja siguió al viejo soldado, con Rarity pegada lo más cerca posible de Spike que la continuaba cubriendo con su ala y luchaba por contener la risa. Después de unos minutos llegaron a una pequeña casa de madera, el capitán guio a Rarity adentro manteniendo educadamente la vista lejos de la unicornio.
"Espere un momento por favor."
Lucky Night se adentro más en la casa, permitiéndole a Rarity observar mejor la salita en la que se encontraba. Justo como lo habia predicho el estilo era sobrio, no habia mucha decoración y los muebles habían sido escogidos mas por su resistencia y funcionalidad que por su aspecto. Antes de que pudiera inspeccionar más a fondo le llego la voz de Lucky Night, que aun mantenía su vista caballerosamente fija en un punto unos metros a la izquierda de Rarity.
"El baño está listo, Lady Rarity. Siéntase como en su casa. Iré con Lord Spike a recuperar sus pertenencias y si es posible encontrar a alguien que le pueda echar un vistazo a esas alas."
"Muchas gracias capitán. Disculpe las molestias, en especial el charco que deje en su piso. ¡Oh cielos, la madera!"
"No se preocupe por eso, ya me encargare yo."
Rarity avanzo rápidamente hacia el baño. Al igual que la sala la idea era la funcionalidad antes que la estética. Una simple tina con una jofaina y un espejo pequeño. Rarity se sumergió en la tina dejando escapar un ligero suspiro de placer al contacto con el agua limpia y tibia. Durante unos minutos se permitió relajarse y que la temperatura del agua le ayudara con sus articulaciones y músculos maltratados.
No sabía exactamente cuánto tiempo permaneció sumergida solo con su cabeza de fuera cuando escucho una voz al otro lado de la puerta.
"Lady Rarity, Lord Spike me pidió que le entregara esto. ¿Está todo bien?"
Escucho el ruido de alguien depositando un objeto pesado en el suelo. Se levanto un poco y miro a la puerta.
"Gracias Capitán, todo en orden."
"Perfecto, si me disculpa tengo un par de cosas que atender en el pueblo."
Rarity termino de bañarse y se seco con una toalla que estaba a la pezuña. Abrió solo un poco la puerta, lo cual la permitió ver su equipaje. Inmediatamente lo introdujo al cuarto de baño y después de media hora logro conseguir un aspecto mínimamente aceptable.
Salió tímidamente del cuarto pero no encontró a nadie. Se permitió explorar más a fondo la sala, descubriendo en una pequeña mesa un retrato el cual se acerco mediante su magia.
Era una foto muy vieja, a blanco y negro. En ella se podía observar a un fornido y sonriente pony de tierra portando el viejo uniforme de gala de la guardia junto a una pegaso de crin trenzada con una guirnalda de flores en su cabeza.
En ese momento se abrió lentamente la puerta y capitán entro en su casa. Rarity regreso el retrato a su lugar mientras el viejo pony se le acercaba.
"Veo que ya se siente mejor. Me gustaría que el doctor le hiciera una revisión, solo para estar seguros. Además sería bueno para subirle el ánimo al pobre, no pudo hacer nada por Lord Spike, aunque no debería sorprenderme."
Rarity le sonrió al capitán y señalo el retrato.
"Muchas gracias, es usted muy amable. Disculpe mi intromisión, ¿acaso ella es…?"
El viejo pony se acerco al retrato y lo miro con una sonrisa.
"Si, mi esposa, Daisy Breeze. Es la foto del día de nuestra boda. En estos días es más común y aceptado, pero en ese entonces el hecho de que un pony de tierra se casara con una pegaso fue todo un escándalo, sobretodo porque yo era teniente de la guardia. Inclusive los padres de Daisy la desconocieron. Pero supongo que no le estoy diciendo nada que no haya experimentado."
Rarity asintió. Inclusive en Ponyville donde Spike era bien conocido hubo bastantes cejas levantadas cuando formalizaron su noviazgo, ni que decir cuando anunciaron su boda. Algunos de los ciudadanos de mayor edad o más anticuados inclusive alegaron que su unión iba en contra de la voluntad de la Madre de la Luz y el Emperador de las Estrellas. Afortunadamente el hecho de que las hijas de ambos titanes les dieran todo el respaldo cayó esas voces.
"Disculpe capitán, ¿Dónde está su esposa?, Seria muy grato poder conocerla."
Lucky Night suspiro y le sonrió a Rarity.
"Lamentablemente eso no es posible. Ya se encuentra descansando en las llanuras eternas mas allá de las estrellas."
La unicornio rápidamente se llevo una pezuña a la boca y bajo la vista apenada.
"Lo siento mucho capitán. Le ruego que me disculpe."
"Está bien, está bien. No hay problema. ¿Qué le parece si ahora vamos con el doctor?"
Al salir de la casa se encontraron con Spike, que contaba animadamente historias de sus aventuras en el ejército a los jóvenes voluntarios, los cuales escuchaban atentamente cada palabra. En cuanto escucho la puerta se volvió hacia su esposa y el pony veterano y rápidamente concluyo con su narración.
"Bueno chicos, lo siento pero tengo que acompañar a mi esposa. Ahora, una última cosa. Si el Emperador de las Estrellas lo quiere, solo se enfrentaran contra monstruos. Estoy seguro que a muchos les hubiera gustado pelear en la guerra.
Den gracias de que no fue así. No me avergüenzo de lo que hice porque fue necesario hacerlo y cumplí con mí deber para con la princesa Luna y con Equestria, pero fue algo horrible. Es muy diferente acabar con un ser violento e irracional que matar a alguien que seguramente tiene familia y amigos que lo están esperando. Una guerra es para lo que todo soldado debe estar entrenado y debe desear con todo su corazón que nunca suceda. ¿Entendido?"
Los jóvenes ponies asintieron lentamente y realizaron un saludo cuando el dragón se levanto y se acerco a Rarity y Lucky Night. Los tres se dirigieron con el doctor del pueblo el cual reviso exhaustivamente a Rarity, le aplico curaciones en los raspones y entrego unas hierbas para un té que le ayudaría con los mareos causados por el uso excesivo de su magia.
El anochecer llego y la princesa de la noche desplego sus talento creando una hermosa vista de las estrellas y la luna. Rarity había encontrado alojamiento en la posada del pueblo, aunque tuvo que insistir en que la dejaran pagar por la noche de hospedaje. Spike por su parte no encontró una bodega o granero en la cual quedarse y se resigno a dormir en una calle al lado del cuarto de Rarity.
Spike se apoyo en sus cuartos traseros para tener una mejor vista del cuarto de Rarity justo cuando esta se preparaba para dormir. La unicornio noto su presencia y se acerco a la ventana.
"Querido, ¿Estás seguro acerca de lo de tus alas?"
Spike asintió y extendió el ala derecha.
"¿Vez?, ya está empezando a sanar, debe de ser por eso que Denébola dijo de que el cuerpo de los dragones se ajusta para no ser lastimado por lo mismo dos veces. Debería intentar lo de la salvia. ¿Tu como estas?"
Rarity se acerco más a la ventana y acaricio a Spike.
"Estoy bien, solo golpes y raspones… Spike, ¿Por qué no dijiste nada de la versión de la historia del capitán Lucky Night?"
"Porque no creo que los ponies hubieran reaccionado bien si se enteraran de que el pueblo estuvo en peligro porque querían algo de nosotros. Además de que se enteraran de que no estamos seguros de porque se salvo. Por cierto, ¿podrías pasarme mi pluma y mi papel?, tengo mucho que escribir."
"¿Mucho?" Pregunto la unicornio mientras le entregaba a su esposo lo que este le habia pedido.
"Si, un mensaje a las princesas, una carta a Twilight y algo que se me acaba de ocurrir."
El dragón tomo con sorprendente facilidad la pequeña pluma entre dos de sus afiladas garras y apoyándose contra la pared exterior del establecimiento comenzó a escribir, acercándose lo más posible al papel y sacando su lengua por la comisura de la boca.
La mañana siguiente muy temprano Rarity y Spike fueron conducidos por un muy entusiasta Lucky Night hacia la plaza del pueblo. El alcalde, los miembros del ayuntamiento y la mayor parte de la población ya los esperaban ahí. Rarity y Spike avanzaban serios. Spike le habia explicado a Rarity y al capitán como normalmente se desarrollaban ese tipo de eventos, dejando a Rarity enormemente sorprendida con sus conocimientos de las tradiciones de Canterlot.
Spike se detuvo y se planto firme con Rarity a un lado suyo y una expresión de total determinación y enojo contenido, justo como le habían enseñado en el ejercito. Lucky Night rápidamente corrió hacia Sharp Strike y le murmuro en el oído. Cuando hubo terminado de informarle lo que debía hacer asintió hacia el dragón.
"Yo, teniente Lord Spike Draco de Canterlot, del decimosegundo escuadrón de pegasos de la guardia nocturna al servicio de su etérea majestad, princesa Luna de Equestria. He venido hoy para exigir una satisfacción ante la afrenta realizada en contra del honor de mi dama y esposa, Lady Rarity Draco, de Ponyville, mensajera de la hermosa generosidad. Caballero de la orden de la Corona Solar al servicio de sus majestades y asesora personal de imagen de sus majestades."
A pesar de que ya no estaba tan seguro de que lo que estaba haciendo era una buena idea no pudo evitar una cierta satisfacción cuando vio los ojos del alcalde abrirse lentamente hasta el punto que parecía que estaban a punto de salirse de sus orbitas. Tal vez no las conocían por sus nombres y apariencia, pero toda Equestria sabia de las portadoras de los elementos de la armonía. El dragón no dejo que su rostro expresara lo que estaba pensando y continúo como lo dictaba la tradición.
"Mi esposa fue ofendida por el alcalde Sharp Strike de Hoofburg, aquí presente. Y como noble nacido en Canterlot ejerzo mi derecho y espero una satisfacción de la manera tradicional: un duelo…"
Spike rasguño con sus garras las baldosas de la plaza, dejando surcos en ellas. Si estaba haciendo esto por lo menos podría divertirse un poco asustando, aun más, al alcalde.
"… o una disculpa pública."
Sharp Strike no se movió ni produjo sonido alguno hasta que Lucky Night le dio un ligero golpe en un costado.
"Yo… yo, Sharp Strike, alcalde del pueblo de Hoofburg, reconozco mi error y reconozco que falte al respeto y ofendí a Lady Rarity de Ponyville, por… por lo tanto… en este día y en esta hora suplico a tan noble dama que por favor disculpe mi falta de cortesía."
Rarity avanzo un par de pasos, ahora era su turno. Spike la habia explicado todo lo que tenía que decir. Eran unas palabras muy simples, y todo quedaría olvidado. Habia otra opción pero Spike nunca se la comento. En ese momento Rarity se percato de algo muy peculiar. A pesar de que habia recibido su titulo después de sellar a Discord realmente nunca habia hecho un discurso como miembro de la nobleza.
La ironía del asunto le hizo gracia. Habia hecho muchísimas cosas desde ese día, inclusive habia mantenido una batalla con el príncipe heredero al trono grifo. Pero nunca se habia dirigido a sus hermanos ponies como una noble. Y su primer gran discurso seria dirigido a un pequeño grupo de leñadores y campesinos en un pueblito perdido para poder solucionar una asunto que se le salió de las garras a Spike.
Sin embargo la unicornio mantuvo la compostura. Tal vez su esposo habia exagerado bastante, pero lo habia hecho por ella. Y un poco para divertir al viejo capitán, debía admitirlo. Así que lo menos que podía hacer era cumplir con su parte para que todo terminara bien.
"Yo, Lady Rarity Draco, de Ponyville, mensajera de la hermosa generosidad. Caballero de la orden de la Corona Solar al servicio de sus majestades y asesora personal de imagen de sus majestades, he escuchado a Sharp Strike, alcalde de Hoofburg, y acepo sus disculpas, olvidando la ofensa y dando por terminado este asunto."
Spike asintió. "Así sea entonces, si mi dama y esposa da por olvidada la afrenta yo también la olvido."
La pareja se dio la media vuelta y regresaron por donde vinieron manteniendo el rostro serio y el paso firme. Después de avanzar unas cuadras Spike se permitió finalmente sonreír.
"Eso fue increíble, espero que el alcalde no se haya asustado mucho."
"¿Entonces por qué hiciste eso con las garras?"
"Hmmm, ¿Efecto dramático?"
"Bueno Spike, se que lo hiciste por mi pero ahora que esto termino prométeme que no pasara de nuevo."
"De acuerdo. La próxima vez que alguien te falte al respeto lo aplastare con mi cola."
Rarity miro con un gesto molesto a su esposo. Spike extendió una garra en actitud defensiva.
"¡Es broma!, es broma, cielos."
Escucharon los cascos der alguien que se acercaba corriendo, tal como esperaban se trataba del capitán Lucky Night.
"¡Esperen!, ¡esperen!"
Lucky se detuvo por unos momentos a recuperar la respiración, finalmente después de tomar una gran bocanada de aire comenzó a hablar.
"Bueno, eso fue fantástico. Deberían de haber estado a un lado de él, les juro que parecía que estaba a punto de perder control de su vejiga. ¡Y cuando escucho el título completo de Lady Rarity!, eso le enseñara a ese viejo tonto a pensar antes de hablar. ¿Continúan con su plan de irse hoy? "
Rarity se giro y se acomodo su crin.
"Si capitán. Nos gustaría quedarnos un poco más para descansar y recuperarnos de nuestras heridas, especialmente Spike, pero honestamente no sabemos cuánto nos falta para llegar a nuestro destino. Además de que no queremos ser un peligro para el pueblo, si usted nos entiende."
Lucky Night asintió.
"Ya veo, bien en ese caso déjenme decirles que fue un verdadero placer conocerlos y que espero que encuentren lo que están buscando."
Spike se le acerco.
"Bueno capitán, aun tenemos que arreglar algunas cosas antes de irnos. ¿Podría por favor llevar a sus voluntarios a la posada dentro de dos horas?"
El capitán inclino la cabeza hacia un lado pero asintió afirmativamente. Rarity sonrió.
"Maravilloso, en ese caso le ruego nos disculpe capitán pero nuestra agenda está un poco apretada por el momento. Con permiso."
El tiempo paso y el capitán con sus seguidores se acercaron a la posada, a las afueras de este las peculiar pareja. Spike ya estaba cargado con el equipaje y Rarity con sus alforjas.
En cuanto los ponies se acercaron a ellos Spike sonrió y los saludo animadamente.
"Bien, tenemos un regalo de despedida para ustedes."
Los voluntarios y el capitán se miraron entre ellos extrañados, el viejo pony negó con la cabeza.
"No es necesario que nos regalen nada. Solo cumplíamos con nuestro trabajo."
Rarity se acerco y por medio de su aun debilitada magia entrego a cada voluntario un pergamino.
"Por favor capitán, jóvenes. Insistimos en que reciban esta muestra de nuestro agradecimiento."
Los ponies voluntarios miraron extrañados los pergaminos sellados con cera sin decidirse a abrirlos.
"Son cartas de recomendación." Les informo Spike "Las escribimos Rarity y yo para cuando tengan edad de entrar en el ejercito. Por supuesto que aun tienen que hacer las pruebas, pero esperamos que eso les ayude."
Los ponies no pudieron evitar estallar en alegría e inclusive un par abrazo a Spike. Rarity le sonrió un poco apenada a Lucky Night.
"Capitán, lo siento pero no sabemos que podemos darle."
"No se preocupe por eso, Lady Rarity, me dieron la oportunidad tanto de dejar salir unas buenas carcajadas como de recordar días pasados, tanto de mi época en el ejercito como de mi vida con mi esposa, y eso es más que suficiente para este viejo soldado." El capitán sonrió, aunque después adopto una expresión pensativa. "Bueno, la verdad, creo que si hay algo. Yo nací diez años después de la migración anterior a esta, y siempre oí historias y las considere un mito. Sin embargo cuando los dragones regresaron a las montañas hace algunos años lo pude comprobar. Cada mañana, durante tres semanas, en cuanto el sol aparecía sobre el horizonte los dragones cantaban, no tengo la mas mínima idea de porque lo hacían, lo único que sé es que era hermoso. Sé que no viviré para escucharlo otra vez, y realmente me gustaría. Lord Spike, si no es mucha molestia podría usted por favor…"
Spike asintió y se aclaro la garganta. No habia intentado cantar como vio que lo hizo Denébola, sin embargo sabia cantar como lo hacían los ponies y tenía un control perfecto de todo sus sistema respiratorio y de los músculos de su abdomen y cuello para controlar sus llamas. Se sentó, aclaro la garganta y trato de imitar los harmoniosos sonidos que habia escuchado producir la dragona.
Inmediatamente sintió que algo subía por su esófago, pero no eran la música que deseaba producir. Rápidamente dirigió su cabeza hacia arriba y lanzo una amplio abanico de fuego. En cuanto termino se llevo las garras a la boca y sonrió.
"Lo siento, lo siento. Creo que ya sé que salió mal."
Recordó que los sonidos parecían provenir de diferentes partes del cuerpo de Denébola, unos directamente de su cuello, otros de su boca. Tal vez si trataba de apretar los músculos en la boca de su estomago…
De nueva cuenta la sensación conocida del fuego abriéndose paso por su esófago lo invadió. Esta vez se trato de una delgada columna de llamas azules. Esto asusto a Spike, normalmente producía tales llamas extremadamente calientes solo cuando estaba al mismo tiempo muy furioso y completamente en control de sus instintos. No sabía que mas podía pasar y continuar forzando su cuerpo a hacer algo que no tenía la mínima idea de cómo lograr podría resultar peligroso.
"Lo siento capitán, la verdad es que yo fui criado por ponies y hasta hace unos días jamás habia oído cantar a un dragón. Lo lamento mucho."
Lucky Night sonrió y sacudió la cabeza.
"No hay problema, Lord Spike. Como le dije ya hicieron suficiente."
Spike sin embargo no se sentía contento y mantuvo el seño fruncido hasta que el resplandor de una idea le ilumino los ojos y lo hizo sonreír.
"Rarity, ¿podías pasarme mi pluma y mi papel por favor?"
El dragón escribió rápidamente en la hoja y soplo una pequeña llama verde en ella. Las cenizas se desvanecieron en el aire y Spike regreso su atención al capitán.
"Es una idea loca, aunque no estoy seguro que funcione, pero es lo mejor que puedo hacer."
Finalmente la pareja se preparo para partir, los voluntarios se inclinaron ante Rarity mientras el capitán le besaba una pezuña, después el y Spike se despidieron con un saludo militar. Los dos esposos abandonaron el pueblo caminando. Spike inmediatamente se dirigió hacia el rio y comenzó a seguir su curso. Rarity lo miro preocupada.
"Querido, ¿no deberíamos cambiar de ruta?, seguir un camino ahora que no puedes usar tus alas."
"Solo serán unos dos o tres días cuando mucho, además quiero revisar un par de cosas que me están molestando."
Después de aproximadamente veinte minutos de camino encontró lo que estaba buscando, a un lado del rio los escombros que debían de haber destrozado buena parte del pueblo estaban acomodados en un montón. El dragón se acerco y los olfateo pero no logro sacar nada en claro.
"Bien" dijo este mientras se rascaba la cabeza "¿Quién tiene magia para detener un torrente de este tipo en tan poco tiempo y luego desaparece sin decir nada?"
Rarity examino también los escombros tratando de encontrar alguna pista.
"¿Twilight?, ¿Trixie?" dijo esta no muy convencida.
Spike sacudió la cabeza.
"No creo, Twilight pudo haberlo detenido fácilmente pero habría regresado de inmediato al pueblo para verificar que todo estuviera en orden. Trixie hubiera tenido dificultades para detenerlo pero si lo hubiera hecho no es del tipo 'héroe misterioso que desaparece después de salvar el día', por cierto, me sorprendió que pudieras mantener la represa en su lugar, aunque fuera por tan pocos segundos."
Rarity se encogió de hombros.
"A mí también. He oído que en ocasiones el cuerpo de un pony puede hacer cosas que normalmente no haría cuando él o algún ser querido esta en peligro, supongo que sucede lo mismo con la magia."
"Es posible. Bien, aquí no encontraremos nada, Sigamos hacia el cañón."
"Spike, cariño, creo que es peligroso."
"Lo sé, pero necesito saber más. Las princesas aun no me han respondido y hay cosas que no me gustan. El dijo que ya no tenía magia y no podía contener la inundación, pero cubrió toda la parte superior del cañón con magia. ¿Por qué no cubrió la salida?, ¿Por qué si aun tenía esa magia no nos ataco cuando estábamos heridos y cansados en el lago?, ¿Por qué nos deja ir tan fácilmente?, ¿Por qué...?"
"¿Por qué nos ataca durante el día?"
Spike miro a Rarity confundió.
"¿Perdón?"
"Si, ahora que lo pienso es extraño. Si realmente fuera un seguidor de Nightmare Moon tendría más sentido que hiciera todas esas cosas siniestras durante la noche, ¿no crees? Pero las dos veces que nos ha agredido a sido durante el día… y cerca de agua."
Spike asintió lentamente mientras pensaba en lo que Rarity habia notado. Ciertamente habia algo extraño en todo esto. Ambos esposos continuaron andando hasta que llegaron al cañón. Spike trepo por la montaña con Rarity en su espalda pero al llegar a la cima no encontró nada. Solo el ligero rastro de un aroma que se le hacía vagamente familiar pero no estaba seguro donde lo habia olfateado antes.
Descendieron y Spike reviso la entrada del cañón, frunció el seño mientras el agua de la fuerte corriente lo salpicaba. Dejo escapar un gruñido y se coloco justo en medio del cañón y extendió lentamente su ala más sana. Esta toco los bordes de roca antes alcanzar su máxima envergadura y el dragón instintivamente la retrajo al sentir el dolor que el rose produjo en sus falanges. Rarity, desde la orilla, se sobresalto al escuchar el quejido de Spike.
"Spike, no seas insensato, ¿Por qué haces eso?"
"No tiene sentido" murmuro el dragón mientras regresaba al lado de su esposa.
"¿Perdón?"
"Escapamos de ahí volando. Al principio no podía extender mis alas porque era demasiado estrecho, pero después de avanzar unos metros ya pude hacerlo, creí que el cañón se habia ensanchado pero parece que tiene el mismo tamaño en todos lados."
Rarity se llevo pensativa una pezuña a la barbilla y miro a Spike a los ojos.
"Spikey, creo que… creo que. Cielos, no te habia dicho antes porque creí que se debía a mi desorientación por el desmayo. Pero cuando desperté después de que me sumergiste en el lago… ¡oh Celestia!, me pareció que eras más pequeño, no mucho, pero definitivamente tu tamaño era menor…"
Spike se quedo boquiabierto y miro alternadamente a Rarity, la entrada del cañón y sus alas.
"Claro… claro... ¡Sí!, tiene sentido. ¡Debí de hacerlo de manera inconsciente!, ¡mis instintos supieron que tenía que hacerme mas pequeño para salvarnos!... ¡puedo disminuir mi tamaño!... puedo… ¡Podemos!... Aun sería demasiado grande pero con un poco de practica… ¡Rarity, estamos un paso más cerca del bebe!"
Rarity asintió y rápidamente corrió hacia Spike que la abrazo fuertemente sin lastimarla. Ambos comenzaron a reír a pesar de las lágrimas que habia en sus ojos. Inmediatamente se olvidaron de Grogar y continuaron avanzando siguiendo la ruta que habían elegido, era más lento y difícil que hacerlo volando pero el desviarse para seguir algún camino ya trazado los hubiera retrasado mas.
Después de dos días la pareja ya habia abandonado los bosques y entrado a grandes extensiones de llanuras llenas de flores. El ala derecha de Spike se encontraba completamente sana y la izquierda en mucho mejores condiciones aunque aun no podía utilizarla. Se acercaba el anochecer y eligieron un punto para montar el campamento. Después de cenar Spike beso a Rarity y se recostó fuera de la carpa mientras ella se acomodaba en su bolsa de dormir.
Un pequeño ruido despertó a Rarity, La unicornio permaneció en silencio unos minutos tratando de encontrar que era aquello que la habia perturbado. Nuevamente lo escucho, apenas audible sobre el sonido que producía la lenta respiración del aun dormido Spike.
Tímidamente se asomo por la abertura de la carpa, a un lado pudo ver la silueta de Spike que se expandía y contraía al ritmo de su respiración. Escucho de nuevo el sonido, como si frotaran una piedra contra una superficie de metal.
Intrigada por que el constante sonido no despertaba al dragón con oídos sensibles Rarity salió lentamente de su refugio. A un lado de la ahora apagada fogata que le permitió cocinar su comida encontró la fuente del ruido.
Un pequeño zorro de pelaje blanco tenía la cabeza metida dentro de la pequeña cacerola que habia utilizado esa noche lamiendo y rascando con sus garras cualquier resto de comida. En cuando el animal sintió la proximidad de la unicornio se detuvo y la miro fijamente. Rarity sonrió aliviada y concentro su atención en el pelaje de la criatura.
"Realmente hermoso, muy notable en verdad."
"Gracias tú también eres muy bonita, seas lo que seas." Respondió el animal con una voz femenina.
Rarity retrocedió y dejo escapar un grito de sorpresa. La zorra se sentó en sus cuartos traseros y le sonrió. Al mismo tiempo que Rarity hacia una anotación mental de no volver a cumplimentar ningún animal que se topara noto que de hecho el que se encontraba enfrente de ella tenía dos colas.
"Que.. Que… como... las zorras no pueden hablar…" Fue lo único que la confundida unicornio logro pensar.
"Pero no soy una zorra, soy una kitsune. Tu eres un pony, ¿verdad?, ¿Dónde están tus alas?"
La mente de Rarity aun trataba de deducir si el misterioso ser enfrente de ella era inofensivo o no además de estarse preguntando porque Spike no despertaba, así que fue tomada por sorpresa.
"¿Qué?, ¿alas?"
"Si, nuestra madre, kyūbi no kitsune, nos conto que hace muchos años dos ponies fueron a visitarla para averiguar si un monstruo hecho de partes de otros monstruos también le habia hecho algo a nuestra tierra como a la de los ponies. Nuestra madre dice que eran hermosas, una blanca con pelo rosa y la otra de color azul con el pelo de otro tono de azul. Y las dos tenían alas y cuernos."
"¡Esas eran las princesas!, por las alas de Celestia, eso debió de ser hace muchos siglos, antes de lo de Nightmare Moon."
La kitsune miro fijamente a Rarity, que se sentía extrañamente tranquilizada por los ojos dorados llenos de curiosidad que la examinaban atentamente. Se aclaro la garganta
"Veras, las princesas son las únicas ponies con alas y cuernos y son muy, muy especiales, aunque hay algunas excepciones como la princesa Cadence, que también es especial pero de un modo diferente. Algunos ponies tenemos cuernos, podemos hacer magia y nos llamamos unicornios, otros tienen alas y se llaman pegasos y hay otros que no tienen alas ni cuernos pero son mucho más fuertes y resistentes y se llaman ponies de tierra."
La kitsune asintió lentamente.
"¿Entonces tú también puedes hacer magia?, yo sé hacer magia. Por ejemplo puse a dormir a ese dragón."
"¿Por qué hiciste eso?"
"Para poder buscar algo de comer sin despertarlo. Por cierto, me debes la vida."
"¿Cómo?" Rarity inclino la cabeza pero rápidamente entendió y se rio. "No, creo que hay un pequeño malentendido. El no me iba a hacer nada, es mi esposo."
La kitsune abrió los ojos con sorpresa y señalo a Spike.
"¿Qué?, ¡eso es imposible!, los dragones son crueles, violentos, avariciosos. Solo se unen con los de su especie, creen que todos los demás no somos más que comida o estorbo."
"Bueno Spike no es así, y creo que hay algunos otros dragones que son un poco más amables."
"Estas mintiendo, mentir es malo."
"No, es la verdad. Por favor despiértalo."
La kitsune se levanto y comenzó a alejarse.
"¿Para qué nos coma?, no gracias. Creo que lo dejare así, un monstruo menos del que preocuparse."
"¡Te juro que es verdad!, Escucha… ¿tienes un nombre?"
"Kuzunoha"
"Bien, mi nombre es Rarity. Por favor, te lo juro por lo más sagrado, con Celestia como mi testigo. Spike no le hará daño a nadie."
Kuzunoha se detuvo con una sonrisa maliciosa en sus labios.
"¿Segura?, ¿Por qué no lo comprobamos?"
La kitsune agito sus dos colas y un enorme espejo ovalado de cuerpo entero con marco de oro labrado apareció flotando a unos pocos centímetros sobre el suelo. Kuzunoha se asomo por encima de este sonriéndole a Rarity.
"Este es el Shinjitsu no taiyō no kagami, en el se refleja lo que fue, lo que es y lo que puede ser. ¿Qué te parece si vemos dentro de ese dragón?"
El espejo se nublo, como si estuviera reflejando un cielo tormentoso, después de unos segundos lentamente se formo una imagen, como si alguien estuviera volando sobre un paisaje árido que Rarity inmediatamente reconoció. La imagen cambio, como si los ojos a través de quien estaban viendo se hubieran movido a un lado, ahora se enfocaban en un pegaso blanco de alas de piel roja que dijo algo y señalo hacia abajo. El pegaso descendió seguido de otros pegasos con alas similares y la visión pronto los siguió.
"¡No!, eso no, eso no demuestra como realmente es."
"El espejo solo refleja la verdad, además estoy usando los recuerdo del dragón."
Rápidamente la imagen se enfoco en un grupo de grifos. Rarity solo pudo soportar unos segundos de la batalla antes de cubrirse los ojos con las pezuñas. Escucho la voz de Kuzunoha a un lado suyo.
"¿No le hará daño a nadie?, creo que ya vi bastante. Esas criaturas mitad ave mitad felino están aterrorizadas, sufriendo."
"Pero eso es muy complicado de entender. Por favor, busca otros recuerdos… Busca recuerdos sobre mí, sobre su hermana, sobre sus amigas."
Kuzunoha bufo y miro a Spike.
"De acuerdo… veamos… aquí hay un recuerdo muy persistente sobre algo llamado Rainbow Dash."
La imagen de espejo cambio, el paisaje seguía siendo árido. La visión se enfoco en un enorme grifo mitad tigre mitad águila arpía en el suelo, frente a el un unicornio negro de crin blanca con armadura oscura y cicatrices visibles le apuntaba con su cuerno iluminada. La visión comenzó a subir y bajar al mismo tiempo que se acercaba más al grifo y al unicornio. Repentinamente se interpuso una pegaso de color celeste, crin multicolor y armadura dorada que levanto una pezuña y dijo algo. Rarity sonrió.
"¿Vez?, nuestra querida Dashie le pide que perdone la vida al grifo y…"
Rarity se detuvo y se llevo una pezuña a la boca. La imagen mostro una gran garra de color purpura oscuro, casi negro, que tomo a la pegaso y comenzó a apretarla lentamente. Se podía notar el dolor y el desconcierto en el rostro de la pegaso cuando de repente toda la visión se lleno de una luz blanca y rápidamente se desvaneció. Kuzunoha sonrió.
"Aquí hay uno sobre ti."
Extrañamente la imagen se enfocaba en la parta exterior del segundo piso de la boutique de Rarity, rápidamente se vio a ella misma atreves de la ventana modelando una capa para el frio frente a un espejo, algo la hizo mirar hacia la ventana y gritar llena de miedo, inmediatamente una garra purpura atravesó la ventana y la atrapo.
"¡Basta!, ¡estás haciendo esto a propósito!, ¡estas escogiendo los recuerdos menos halagadores que tiene Spike sobre si mismo!"
Kuzunoha rio llevándose una de sus patas a la boca.
"Bien bien, buscare más profundo. Pero solo porque quiero entender porque una pony defiende a un dragón. Aquí tenemos algo que parece muy importante."
La imagen mostraba a un pony color purpura con una crin y colas increíblemente despeinadas caminando enfrente de la vista de Spike. Por la altura Rarity rápidamente dedujo que se trataba de un recuerdo de cuando aun Spike aun era pequeño. El y la pony, que ahora estaba segura era Twilight, entraron en lo que reconoció inmediatamente como el ayuntamiento de Ponyville. Spike rápidamente hizo una anotación en una lista a un lado de la palabra 'decoraciones' e inmediatamente la visión se enfoco en Rarity, que estaba de espaldas a ellos eligiendo entre un conjunto de listones.
A pesar de su vanidad Rarity conocía sus escasos defectos y admitió que en realidad no se veía tan hermosa como Spike la recordaba, se sonrojo y miro a su aun durmiente esposo con una sonrisa. Regreso su atención al espejo cuando noto que la imagen cambiaba de nuevo. Ambos estaban cayendo, Rarity usaba el rubí de fuego, en la reflexión pudo ver su pezuña extendiéndose, sus ojos llenándose de lagrimas, la visión se nublo, Spike lloraba también.
Los ojos de Rarity se llenaron de lágrimas al recordar ella también el momento en que la vida de los dos cambio totalmente, rápidamente sus sentimientos cambiaron y su rostro se ruborizo cuando la siguiente imagen se presento. Spike la estaba mirando muy de cerca, estaba totalmente desarreglada, ruborizada y respirando agitadamente, ambos estaban acostados en la cama de ella, el reptil acariciando su cabeza con una garra que ya era de buen tamaño. Rarity se vio a si misma tomar la garra de Spike entre sus pezuñas y besarla mientras las lagrimas brotaban de sus ojos.
La unicornio se acerco al espejo y comenzó a hablar, recordando.
"El me dijo 'lo siento mucho Rarity, no debí de hacer esto. Otra vez me deje llevar por mis instintos' yo… yo le conteste 'los dos lo hicimos Spike, fue algo que sucedió naturalmente y fue realmente hermoso. No… no eres el primero... pero si fue la primera vez que hice el amor' "
Los ojos de Rarity se llenaron nuevamente de lagrimas y su voz se quebró mientas recordaba.
"Y… y luego el me dijo 'Aun así, pude haberte lastimado, soy demasiado grande y fuerte, lo siento mucho Rarity. No volverá a pasar' y… y… yo le conteste 'Spikey-Wikey, no seas tonto. Sé que tú jamás me lastimarías y te repito, fue lo más hermoso que me ha pasado en la vida. Volverme una con aquel a quien amo' "
Rarity no pudo contenerse y lloro, después de unos segundos miro orgullosa a la kitsune que aun sonreí ampliamente.
"Muy bonito, muy bonito. Y bueno tal vez tengas razón y el dragón, Spike, sea inofensivo, lo dejare despertar. Pero ahora estoy aun más curiosa."
Rarity se limpio las lágrimas y miro confundida a Kuzunoha.
"El te ama, y entiendo porque, eres muy hermosa y todo eso. Pero no entiendo porque tu lo amas a él."
"Bueno, yo…"
La sonrisa maliciosa volvió a los labios de Kuzunoha.
"No, las palabras mienten. Tu alma no."
La imagen en el espejo cambio. Estaban de regreso en el ayuntamiento de Ponyville, pero ahora mostraba el punto de vista de alguien que escogía listones.
"Veamos como recuerdas tu algo que para él fue el día mas importante de su vida"
Rarity se vio a si misma terminar de amarrar un brillante listón a una columna y volver la vista hacia una muy despeinada Twilight, quien le dijo algo. Vio como sus pezuñas empujaban a la fuerza a la unicornio hacia su boutique. La visión se desvaneció.
"Interesante. El te recuerda como la encarnación de la belleza, tu ni siquiera recuerdas que estuviera ahí."
Kuzunoha seguía sonriendo pero su mirada se habia vuelto fría.
"Creo que necesito ver mas."
El espejo le mostro a Rarity una imagen de ella cerrándole a Spike la puerta en la cara después de que este saco la basura, usando lo como alfiletero, pisándole descuidadamente la cola mientras tenía otro de sus berrinches, vio la búsqueda de joyas, todas las veces que Spike le ayudo. Lo vio mientras crecía lentamente con el paso de los años, siempre haciéndole favores. Rarity estallo.
"Está bien, lo admito. Al principio me aproveche de sus sentimientos por mí, pero deje de hacerlo hace mucho tiempo."
"¿En serio?"
El espejo le mostro a Spike cargando los innumerables bultos, listos para partir a la subasta a Canterlot. Kuzunoha se acerco lentamente a Rarity, con cada paso parecía volverse más grande y amenazante. La sonrisa cada vez más desagradable.
"Es difícil penetrar en el alma de un dragón, pero en la de un pony parase ser fácil. Creo que ya sé que es lo que pasa aquí."
El espejo se estrello, como si alguien le hubiera arrojado una piedra. Cada sección le mostro a Rarity el momento en el que rechazaba a sus innumerables pretendientes, algunos incluso con los que habia tenido intimidad.
"Si, ya sé que es lo que pasa aquí. La perfectamente hermosa Rarity, demasiado buena para cualquier corcel, tan hermosa que se permitía el lujo de jugar con sus sentimientos. Pero el tiempo pasa ¿no es cierto?, y tú no te volvías más joven con cada día. Inclusive una de tus amigas formo familia. Tenias que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde, antes de que te volvieras tan arrugada y horrible que nadie te deseara.
¿Pero quién podría querer a una yegua que habia ya desdeñado a tantos?, ¿Por qué no esa pobre alma que te idolatraba, que te amaría por siempre? Esposo y esclavo en un conveniente paquete y así no te quedarías sola el resto de tu vida. Mejor aún, serias la primera y posiblemente la única pony casada con un dragón. Tu merecido lugar en la historia y además la envidia de todo ese lugar que llaman Canterlot."
"¡No es cierto!, yo amo a Spike. ¡Estamos realizando este viaje para poder tener un hijo!"
Kuzunoha se volvió a reír. El espejo cambio ahora mostrando a las diferentes yeguas embarazadas en Ponyville, especialmente a Fluttershy.
"Por supuesto, por supuesto, el bebe. El accesorio de moda en tu pueblo. ¿Cómo es posible que todas las demás tengan uno y tu no?, tenias que hacer algo al respecto."
La kitsune se acerco mas a Rarity, ya era más grande que ella y sus ojos estaban llenos de ira.
"¡Aunque eso significara arrastrar a este pobre infeliz por medio mundo!, ¡míralo! Se lastimo gravemente las alas por ir a rescatarte después de que tuviste un ataque de orgullo… ¡Cuando trato de defenderte!
No te lo mereces, toda su vida solo ha tenido ojos para ti, te considera la salvadora de su alma desgarrada entre sus dos naturalezas. Pero tú en tu vanidad y egocentrismo solo te enfocas en ti misma. ¿O me equivoco, 'generosa' Rarity?"
"No, tienes razón. No me lo merezco. El se merece a alguien mucho mejor que yo. Pero aun así el permanece junto a mí y por eso lo amo. Lo amo por su capacidad de perdonar y olvidar, lo amo por ser generoso y estar siempre dispuesto a ayudar. Lo amo porque me enseño a apreciar no solo la belleza exterior, sino la belleza del alma, lo amo porque sin pedirme nada a cambio me entrego su alma.
Lo amo porque él ha sabido sacar lo mejor de mí durante todo el tiempo que hemos estado juntos. Lo amo porque a diferencia de muchos otros lo único que desea de mi es que me quede a su lado, porque está dispuesto a hacer lo que sea con tal de verme feliz, por su sentido del humor, por que mantiene su inocencia a pesar de todo por lo que ha pasado. Y si el desea tener un hijo conmigo no me importa hasta donde tengamos que llegar y que tengamos que hacer. Aunque signifique causar la ira de los cinco titanes o que pierda mi salud, mi belleza o mi vida, yo seré la madre de su hijo.
Tienes razón, no me merezco alguien como él a mi lado. Pero el está aquí junto a mí y doy gracias a las princesas y a la Madre de la Luz y el Emperador de las Estrellas que así sea. Y lo único que espero es algún día llegar a ser la esposa que él se merece. "
Kuzunoha se dio la vuelta y avanzo hacia el espejo.
"Eso es todo lo que necesitaba oír. Gracias Rarity."
La kitsune se introdujo en el espejo como si fuera una cortina de agua y este desapareció dejando tras de sí pequeñas gotas de roció. Rarity respiraba agitadamente y tenía las mejillas bañadas en lágrimas. En cuanto la tempestad de emociones que la azotaban se calmo un poco corrió a un lado de Spike. El dragón seguía dormido y respiraba profundamente.
"Te amo, Spikey-Wikey."
Rarity lo beso en una mejilla y se acurruco junto a él. Bajo el cobijo de las estrellas.