Buscando al Kirin
Chapter 14: Bienvenida
Previous Chapter Next ChapterCuatro días después del regreso de Spike y Rarity a Ponyville se llevó a cabo la fiesta de bienvenida más grande que el pueblo tuviera memoria, cortesía de la familia Skies-Pie. Los invitados de honor llegaron a la plaza de Ponyville un poco antes de la hora de inicio, insistiendo en ayudar en lo que fuera posible dentro de la preparación.
Twilight como de costumbre se encontraba dirigiendo y supervisando cada aspecto, su concentración mermada en parte por la enorme curiosidad que le provocaban los eventos del viaje de su hermano menor. Spike se habia negado a darle más detalles hasta que las seis viejas amigas estuvieran reunidas.
Lo otro que le ocupaba su mente era el hecho de que Trixie hubiera aceptado ayudar cuando ella se lo pidió, por lo general su ayuda se veía remarcada por comentarios acerca de cómo la maga viajera lo hubiera hecho mejor, pero aun así estaba ayudando voluntariamente.
Rainbow Dash había llegado esa misma mañana desde Cloudsdale y se encontraba acomodando las nubes de tal forma que el sol de mediodía no molestara a los invitados pero con cuidado que la cobertura no resultara excesiva y bajara la agradable temperatura. La pegaso azul no pudo evitar sentir un poco de nostalgia y recordar sus días como pegaso del clima antes de cumplir su sueño y ser admitida en los Wonderbolts.
Pinkie Pie colocaba las decoraciones con la ayuda de su esposo y sus trillizas, todos trabajando bajo la dirección de Rarity. Spike por su parte ayudaba acomodando y moviendo los objetos pesados. Rarity se sorprendió cuando vio llegar a Applejack y a Big Macintosh jalando tras de sí enormes carros.
En el caso de Applejack pudo observar que estaba lleno de comida y demás implementos para un buen banquete. El del hermano mayor de su amiga era alto y no pudo ver que traían ahí. La unicornio se acerco a la granjera mientras esta se desenganchaba el carro y se preparaba para descargar. Ambas amigas se dieron un fuerte abrazo que dejó adolorida por unos segundos a Rarity.
"Applejack, cielo. Tú sabes que aprecio mucho tu cocina, pero creo que se excedieron un poco. Dos carros de comida es demasiado."
Applejack se rio.
"Estas mas confundida que un conejo en un gallinero, Rary. Big Mac trae algo mas valioso que toda la comida del mundo."
Rarity inclinó la cabeza confundida pero la respuesta le llego rápido y no pudo evitar dejar escapar un grito de alegría. Big Macintosh se había desenganchado de su respectivo carro y rápidamente se había dirigido a la parte trasera para ayudar a su esposa a bajar. Rarity no habia visto a Fluttershy desde el día de la boda de esta hacia ya tres meses y en ese entonces la pequeña pegaso ya tenía tres meses de embarazo.
La pony que bajaba ahora con dificultad del carro con una sonrisa apenada en el rosto tenía el aspecto más radiante que Rarity recordara haberle visto en todos los años que tenia de conocerla. De nueva cuenta como ya habia ocurrido en ocasiones anteriores la unicornio sintió un poco de envidia de la gracia natural de su amiga, pero esa envidia quedó rápidamente sepultada ante la enorme alegría que le produjo ver a Fluttershy con un hermoso y abultado vientre.
La unicornio inmediatamente corrió hacia su amiga pegaso y la abrazó fuertemente para después frotar su cabeza contra el cuello de esta, se separo un poco y le sonrió.
"Fluttershy querida, te vez más hermosa que nunca. Eres… eres la perfecta imagen de la maternidad, tan linda y tan adorable... ¿puedo?"
Rarity miró interrogativa al vientre de Fluttershy, quien se habia sonrojado casi por completo ante las palabras de su amiga.
"Si… si, no hay ningún problema, Apple Bloom lo hace todo el tiempo."
Rarity dejó escapar un pequeño grito de emoción y acercó su cabeza al vientre de Fluttershy, frotándolo suavemente. Después colocó su oreja en este, al principio solo escuchó los latidos un poco acelerados del corazón de su amiga, pero después de unos segundos pudo distinguir un poco débil el sonido de un segundo y pequeño corazón.
Los ojos de la unicornio se llenaron de lágrimas y abrazó de nuevo a su amiga.
"Querida, me da mucha alegría verte así y estoy segura que serás una maravillosa madre."
Fluttershy se encogió un poco y sonrió.
"Gra… gracias Rarity."
"Disculpa querida, pero ¿Por qué viajas en un carro?, ¿hay algún problema con el bebé?"
"¡Oh, no!, el bebé está en perfectas condiciones. Pero Macky insiste en llevarme cuando las distancias son largas."
Rarity asintió y le dedicó una mirada de aprobación a Big Macintosh, quien estaba ayudando a Applejack a descargar todo lo necesario para el banquete.
"Y dime querida, ¿será potro o potra?, ¿pegaso o pony terrestre?"
"No… no lo sabemos aun, Macky y yo queremos que sea una sorpresa, pero Applejack cree que será una potra terrestre y Apple Bloom dice que será un potro pegaso e hicieron una apuesta… ¡Oh cielos!, ¿y si la que pierde se molesta conmigo?"
Rarity rio y sacudió la cabeza, feliz de comprobar que su amiga seguía siendo la misma de siempre. Mientras eso sucedía Applejack escuchó que la llamaban sus espaldas, reconoció inmediatamente la voz y se giró emocionada para ver a un unicornio color verde claro y una corta crin verde menta que le sonreía ampliamente aunque en sus ojos marrones se notaba que no habia dormido bien.
"¡Mint Blast!"
La granjera corrió hacia el unicornio y ambos frotaron sus cabezas antes de darse un beso en los labios. Applejack escuchó a su hermano mayor, que se aclaraba la garganta detrás de ella y se giró con enojo en los ojos.
"¿Te molesta que le dé un beso de bienvenida a mi novio?, señor ´embarace a mi novia antes de la boda´"
Big Mac retrocedió un par de pasos, sorprendido, lo cual aprovechó Applejack para mirar a Fluttershy.
"No te preocupes por eso dulzura, las amo a ti y a mi sobrina."
Big Macintosh contraatacó.
"Eso paso después de que nos comprometimos. Tu y Mint Blast ni siquiera…"
Applejack pegó su rostro al de su hermano.
"No tengo tiempo para esto grandote. Si quieres seguir con esas cosas de hermano mayor entonces hazlo con Apple Bloom, yo ya soy una yegua madura y puedo hacer lo que me dé la gana."
Applejack se dio la vuelta antes de que su hermano le pudiera responder, tomo una canasta llena de pastelillos de manzana y se alejó del lugar. Dejando a Big Macintosh solo con Mint Blast. El unicornio tosió nervioso.
"Hee… agradable día para una fiesta, ¿verdad?"
El gran pony rojo levantó una ceja, Mint Blast se rascó la nuca.
"Hee, yo… ¡Spike!, ¿necesitas ayuda con eso?"
El unicornio se alejó corriendo lo más rápido que pudo provocando un gruñido de Big Mac y una risita de Rarity.
Los preparativos terminaron y en pocos minutos la fiesta dio inicio, una buena porción de la población de Ponyville se reunió y la atención se centró en Spike y Rarity, que a insistencia de los presentes contaron los detalles de su viaje, Provocando el asombro de la mayoría de los ponies. Al finalizar su historia la pareja repartió los regalos y recuerdos que habían traído consigo. Finalmente Spike se aclaro la garganta.
"Bien, ahora que saben todo lo que pasó Rarity y yo les queremos decir algo."
El dragón le tomó la pezuña a su esposa y esta continuó.
"Después de nuestra visita al kirin Spike y yo nos tomamos una segunda luna de miel, y al regresar a Ponyville fui al hospital a hacerme… unas pruebas y…"
Spike gritó a todo pulmón.
"¡Rarity tiene un mes de embarazo!, ¡Vamos a ser papás!"
Los ponies se quedaron quietos por unos segundos antes de explotar en una erupción de alegría, las cinco amigas más cercanas a la pareja así como los padres y la hermana de Rarity se abalanzaron sobre ellos para abrazarlos y felicitarlos.
El padre de Rarity lloraba abiertamente mientras su madre y Sweetie belle la abrazan. Twilight y Spike frotaban sus cabezas.
"Felicidades hermanito, estoy muy orgullosa de ti. ¡No puedo creer que voy a ser tía!"
La unicornio inmediatamente comenzó a brincar alrededor de Spike repitiendo "Si, si, si" constantemente.
La fiesta siguió su curso y eventualmente Rarity se acercó a Twilight.
"Querida, ¿Puedo hablar contigo?"
La unicornio púrpura se sintió intrigada por el repentino tono serio de su amiga.
"Por supuesto Rarity, ¿Qué pasa?"
"¿Qué sabes del huevo de Spike?"
Twilight parpadeó y miró al dragón, que en ese momento estaba platicando con otros corceles y era utilizado por Mint Blast para evitar la mirada de Big Macintosh.
"Después de lo de la migración de los dragones le pregunte a la princesa Celestia acerca del huevo… ahora que lo pienso debimos de haber hecho eso primero en vez de dejar ir a Spike, como sea. Ella me explico que se lo habia entregado una amiga y que como para empollar el huevo de un dragón se requiere magia lo utilizaba para probar quien sería el posible elemento de la magia. En realidad la prueba no tenía valor para ingresar a la academia y ya había decidido empollarlo ella misma antes de que yo hiciera la prueba, se sorprendió cuando yo lo logre después de…"
"Ciento cincuenta años" interrumpió Rarity.
Twilight inclinó su cabeza, confundida.
"¿Cómo supiste?"
"La dragona que conocimos Spike y yo, Denébola. Ella nos dijo que el silbato que nosotros tenemos y el libro que tú tienes se los entregó a Celestia hace ciento cincuenta años… con algo mas que era muy valioso. "
Los ojos de Twilight se abrieron lentamente con la sorpresa.
"No… no puede ser… ¿tú crees que…?"
Rarity asintió y procedió a contarle la historia que la dragona les habia contada a ella y su esposo antes. Al finalizar esta Twilight miró de nuevo a Spike.
"¿Spike lo sabe?"
"Ya sabes cómo es Spike, estaba demasiado emocionado con lo del bebé y con lo que Denébola la decía de la historia y las costumbres de los dragones como para pensar en eso. Yo misma estaba confundida en esos momentos por… una idea un poco extraña, y no me di cuenta hasta que lo medité después."
Twilight suspiró.
"¿Se lo dirás?"
"No. Si a alguien le corresponde decírselo es a Denébola. Ella está feliz de tener a Spike solo como amigo de momento y creo que se siente culpable por entregar el huevo. Sin embargo ella y Spike hicieron un compromiso de reunirse regularmente así que tal vez se lo diga algún día. Si no fuera así y en algún momento tu sintieras que es necesario que lo sepa solo te pido que lo medites seriamente. A Spike le tomo mucho tiempo superar eso y solo hasta ahora está tomando otra vez interés en los dragones, no sé qué efecto en el tendría el saber eso."
Twilight se lamio los labios y miró con aire triste a Spike.
"La madre… su verdadera madre."
Rarity la abrazó y frotó su cabeza contra la de Twilight.
"No te pongas así querida. Aun si Denébola realmente es su madre eso no cambia el hecho de que tú lo criaste. Spike es generoso, trabajador, tiene un excelente sentido del humor y un sinfín de cualidades más, y todo eso te lo debe a ti. Tu eres su hermana y nada cambiara eso ni romperá esa hermosa relación que tú y él tienen."
Twilight le sonrió a su amiga.
"Gracias Rarity, tu siempre sabes que decir."
"Por cierto querida, debo felicitarte. Estoy agradablemente sorprendida de que hayas hecho algo con tu apariencia personal. Es muy poco, pero ese ligero toque de maquillaje te va muy bien."
Twilight se sonrojó
"Gracias, pero a la que deberías de felicitar es a Trixie, ella fue quien me maquillo. Dijo que por una vez en mi vida tenía que verme presentable en sociedad, sobre todo si era una fiesta para mi hermano. Es muy buena maquillando y tiene toda una gaveta llena de cosméticos. Lo cual es obvio si lo piensas un poco, se ganaba la vida montando espectáculos y tenía que cuidar mucho de su apariencia personal."
La fiesta siguió su curso y finalizo ya bien entrado el anochecer, las seis viejas amigas y sus familias y acompañantes limpiaron todo y se retiraron a sus casas. Tres semanas después, en la casa-cueva de la montaña, Rarity observaba concienzudamente la sala mientras que Spike, que en ese momento sostenía un sillón en una garra y una mesa en la otra, esperaba pacientemente.
"Muy bien querido, coloca el sillón a la izquierda y la mesa en el centro por favor."
"¿Quieres decir exactamente como estaban antes de que empezáramos esto hace una hora y media?"
"Por supuesto que no es lo mismo. Movimos la mesa del comedor a la izquierda y las pinturas a la derecha, eso cambia totalmente el conjunto y la luminosidad."
"Si querías mas luminosidad simplemente podía haber abierto otro tragaluz en el techo." Murmuró Spike mientras colocaba los muebles donde su esposa selo habia pedido.
"Perfecto, justo así. Ahora podremos continuar con nuestra habitación."
Spike dejó escapar un quejido de protesta.
"Nuestra habitación está perfectamente bien, ¿Cuál es el problema?"
"Spikey, tenemos que reacomodar todo para los muebles del bebé. Y antes de eso quiero probar diferentes configuraciones para estar segura de que muebles vamos a comprar."
"¿Por qué no simplemente compramos una cuna y la ponemos a un lado de tu cama?"
"Spikey, tenemos que escoger cosas que combinen y aprovechar el espacio lo mejor posible. Quiero que nuestro hijo desde un principio este rodeado de un ambiente estéticamente agradable. Y tenemos que hablar de tu montón…"
Spike gruñó de nuevo.
"El tesoro de un dragón es una declaración de su poder y su rango y ni siquiera su pareja tiene derecho a tocarlo sin su permiso, o eso es lo que me dijo Denébola."
Rarity giró los ojos y estuvo a punto de contestar cuando escucharon una voz en la entrada de la casa.
"¿Teniente Lord Spike Draco?"
Spike abrió la enorme puerta que le permitía entrar a su casa y se encontró con un pegaso en armadura de la guardia nocturna, el pegaso le entregó un sobre, realizó un saludo y se alejó volando. Spike regresó al interior de su casa y abrió el pequeño sobre. Rarity sintió un escalofrió cuando identifico el sobre negro sellado con una luna plateada con alas rojas.
El dragón leyó el mensaje con gesto serio, volvió a meterlo en el sobre y miró a Rarity.
"Tengo que estar en Canterlot a la media noche."
Spike caminó hacia su cuarto pero después de unos metros se detuvo y miró a Rarity.
"Creo que sería buena idea que vinieras conmigo."
Spike no dijo más en todo el día y se concentro totalmente en el estado de su armadura. Rarity observó al dragón mientras la pulía y revisaba una y otra vez. Por lo general se encontraba montada en un maniquí que Spike habia mandado a hacer y ocupaba un lugar de honor en su habitación. De todas sus posesiones materiales era la única a la que le dedicaba el comportamiento típico de un dragón.
La unicornio le dedicó un segundo vistazo al sobre negro. Desde su regreso de la guerra Spike habia recibido dos antes del actual. Se fue por un par de días y regresó con una gran sonrisa y ninguna palabra acerca de donde habia estado. Sin embrago la primera ocasión la armadura y el cuerpo de Spike estaban llenos de rasguños y la segunda olía a agua de mar y estaba cubierta de extrañas marcas circulares.
Rarity no estaba muy segura de que es lo que harían en Canterlot así que preparó una maleta para un día. Ya habia anochecido cuando Spike termino de prepararse y se acerco a Rarity luciendo su armadura. La modista lo miró fijamente por unos segundos, con esa armadura daba la impresión de ser alguien completamente diferente, tenía que admitir que quien la hubiera diseñado supo hacer muy bien su trabajo, realmente intimidaba.
Era totalmente negra con adornos en púrpura oscuro, los bordes eran puntiagudos y afilados y habia púas de metal en las caderas y los hombros. El casco cubría casi todo el alargado rostro de Spike dejando ver solo sus ojos. Habia dos gruesas cadenas que se cruzaban en el pecho, sobre el punto donde lo hacían se encontraba una joya que simulaba el ojo de un reptil o de un gato, arriba de esta estaba la insignia de Spike, una luna de plata con alas rojo sangre.
"¿Lista?"
Rarity asintió mientras subía a la garra que Spike le extendía. El vuelo hacia Canterlot fue silencioso. Hasta el final Rarity lo interrumpió.
"¿Por qué vamos a Canterlot Spike?"
"Una ceremonia, me gustaría que la vieras. Pero me gustaría más que te quedaras a ver lo que pasa después de esta."
"Las veces anteriores eran monstruos, ¿verdad?"
Spike no respondió
"¿Qué clases de monstruos eran Spikey?"
"No estoy autorizado a discutir información o detalles de las misiones del decimosegundo escudaron con ponys que no sean miembros de este, el comandante White Thunder o las princesas. Lo siento Rarity"
No pronunciaron palabra alguna hasta que llegaron a la capital del reino. Ambos se sorprendieron cuando notaron numerosas parejas de soldados pegasos sobrevolando la ciudad. Inmediatamente una de estas se les acercó y saludaron al reconocer a Spike.
"¿Qué es lo que sucede chicos?" preguntó el dragón.
"Desde hace dos semanas hay patrullas aéreas constantes teniente, día y noche, y los unicornios y ponies terrestres vigilan las calles. Ordenes de las princesas."
Spike asintió y los pegasos se separaron de ellos, sin embargo Rarity no estaba satisfecha con la respuesta que recibieron.
"¿Patrullajes ininterrumpidos?, ¿Por qué no les preguntaste que es lo que está pasando, Spikey?"
"Porque si lo supieran me lo hubieran dicho. Además si fuera necesario que yo supera cual es la situación ya me lo habrían informado."
Rarity decidió no continuar con la conversación. Después de unos minutos aterrizaron en los jardines del castillo de Canterlot. Un unicornio de la guardia nocturna levanto una ceja al observar a Rarity, Spike tuvo un par de palabras con él y regreso con su esposa.
"El te llevara al lugar de la ceremonia, después te llevara al tu habitación de costumbre aquí en el palacio. Me tengo que ir ahora, nos vemos mañana."
"Spike, me trajiste en medio de la noche a Canterlot sin decirme no una sola palabra y ahora dices que no te veré hasta el día siguiente. ¿Qué es lo que está pasando?"
"Me veras pero no podre hablar contigo. Te repito que es una ceremonia que quiero que veas, pero me interesa más que veas lo que pasa después de que se termine. El día de mañana podremos recorrer todas las tiendas de muebles de Canterlot. ¿De acuerdo?"
Rarity asintió no muy convencida del acuerdo y Spike le besó la frente a modo de despedida antes de despegar. El pegaso condujo a la unicornio por los jardines del palacio hasta que llegaron a los jardines de la princesa Luna, más específicamente a el área donde se encontraban las tumbas de los miembros caídos del escuadrón de su esposo.
A un lado del camino que llevaba a las estatuas vio un grupo de aproximadamente diez o doce pegasos de todas las edades y ambos géneros. En medio del camino habia dos pegasos, un corcel y una yegua, en actitud de firmes y mirando hacia el palacio. El corcel tenía una crin corta de color gris y pelaje azul profundo, la yegua tenía crin rubia y su pelaje rosa pálido.
Los otros pegasos, que Rarity asumió eran amigos y familia de los dos que se encontraban enfrente, comentaban animadamente y la miraban con curiosidad. Rápidamente toda conversación murió cuando con un silbido en el aire cinco pegasos seguidos de un dragón sobrevolaron el grupo.
Los acompañantes de Rarity retrocedieron visiblemente sorprendidos cuando el escuadrón aterrizó en frente de ellos, todos luciendo sus armaduras negras. Plegaron de manera compleja sus alas todos al unisonó, asegurándose que los otros pegaos vieran la piel color rojo sangre y no hicieron ningún movimiento mas. Mirando fijamente hacia el frente y dando la impresión de que en cualquier momento brincarían sobre los espectadores y los atacarían.
Los pegasos civiles se removían nerviosos, especialmente por la presencia de Spike que ahora mostraba un aspecto totalmente fiero, sus ojos más similares a los de una serpiente que lo normal y sus colmillos y garras más visibles.
Antes de que alguno de los otros ponies hiciera movimiento alguno las campanas de la catedral de Canterlot anunciaron la llegada de la media noche. Tanto los Hellfire Wings y los otros dos pegasos inmediatamente adoptaron posición de firmes. Se pudo escuchar el sonido de cascos acercándose y de entre la oscuridad surgieron el comandante White Thunder y la princesa Luna.
Los pegasos que acompañaban a Rarity guardaron silencio. La unicornio notó como sus miradas pasaban de la princesa al unicornio. Ciertamente el aspecto de este, crin blanca en un cuerpo negro cubierto de cicatrices, el ojo izquierdo nublado y el derecho con una penetrante mirada dorada, imponía y llamaba la atención.
Aunque habían tenido sus momentos difíciles durante la guerra Rarity sentía un gran aprecio por el comandante, él le habia dado a Spike el pequeño empujón que le ayudo a superar su avaricia y lo animo a continuar con su plan de casarse. Sabía que su esposo sentía una gran admiración y respeto por el unicornio y ella también lo admiraba. Rarity no pudo evitar sonreír al notar que aun en esa ocasión el comandante traía colgado del cuello un relicario que ella sabía guardaba un retrato de la esposa y el hijo de White Thunder.
El capitán Little Fun abandono el lugar donde se encontraba y marchó hacia la princesa y el comandante, realizo una reverencia en frente de la primera y un saludo militar en frente del segundo.
"Su etérea majestad, comandante. Los candidatos están listos."
Luna asintió.
"Muchas gracias capitán puede regresar a su lugar."
Así lo hizo el pegaso, cuando se posiciono de nuevo al frente de su escuadrón el comandante White Thunder se adelanto.
"Cabo Starcloud, soldado Gliding Sun, un paso al frente."
Los dos pegasos obedecieron, la princesa de la noche también se adelanto.
"Os saludo en esta noche, mis bien amados súbditos. Nos hemos reunido bajo el cobijo de mi manto estrellado para presenciar lo que podría ser la decisión más importante de la vida de dos valientes y notables guerreros. Ante mi vista se encuentran dos de los mejores pegasos que sirven a nuestro bienaventurado reino bajo my insignia. Mi viejo y fiel amigo, el siempre valiente comandante White Thunder revisó y escogió personalmente a doce soldados, de estos yo misma favorecí a quienes hoy están ante nuestra presencia.
No solo tomamos en cuenta vuestro notable desempeño durante la pasada confrontación, también peso fuertemente en nuestros corazones las notables y admirables historias que vuestros superiores y compañeros de batallas narraron acerca de vosotros. Por eso, queridos hijos míos, os he escogido para ocupar un lugar dentro de las filas del decimosegundo escuadrón de pegasos de mi noble ejército.
Sepan que la labor de tal escuadrón nunca ha sido fácil y conlleva grandes riesgos, no es obligatorio que acepten la invitación. En caso de que vos consideréis que no sería lo mejor para vos o el escuadrón podéis declinar el nombramiento y regresar a vuestras labores normales sin rencor ni vergüenza de ningún tipo, meditad su respuesta por favor."
Transcurrieron varios minutos en silencio antes de que la princesa volviera a hablar.
"¿Habéis tomado una decisión?"
Ambos pegasos asintieron.
"Cabo Starcloud, ¿Qué habéis decidido, hija mía?"
La yegua levanto la cabeza con un rostro firme.
"Acepto el gran honor que me ha concedido, su majestad."
"Soldado Gliding Sun, ¿Qué habéis decidido, hijo mío?"
El corcel hizo lo mismo que su compañera.
"Acepto el gran honor que me ha concedido, su majestad."
Luna sonrió y asintió.
"Acercaos pues, mis queridos potros."
Los pegasos se acercaron a la princesa de la noche y bajaron sus cabezas, Luna dio un par de pasos hacia a delante, su cuerno se ilumino y toco la frente de cada uno con este antes de regresar a su lugar. Durante varios minutos no hubo palabra alguna y Rarity comenzó a impacientarse, entonces notó que de la ala de la yegua se desprendió una pluma.
El primer pensamiento de Rarity fue un regaño mental a la cabo por no haberse acicalado las alas propiamente antes de la ceremonia, pero después mas plumas comenzaron a desprenderse de las alas de ambos ponies. Tanto ella como los demás pegasos contemplaron con horror como las de los dos soldados quedaron desnudas.
Para mayor sorpresa de los civiles presentes los cambios no terminaron ahí, aunque Rarity rápidamente se hizo una idea de a donde llevarían. Notó también que el corcel mantenía las mandíbulas apretadas mientras la yegua respiraba rápidamente. Hubo un grito de sorpresa cuando la estructura de las alas cambio de golpe, haciendo crecer rápidamente la única falange que normalmente tenían y desarrollar nuevos dedos.
Hubo un espasmo y los pegasos desplegaron involuntariamente sus nuevas alas en toda su longitud, aunque aun sin piel entre los dedos. Con la misma velocidad las plegaron fuertemente para expandirlas otra vez, ahora lentamente y ya con los pliegues de piel que les permitirían tomar el vuelo. Para sorpresa de Rarity estas tenían el mismo tono que el resto del cuerpo de los soldados y no el rojo brillante que mostraban los miembros veteranos del escuadrón y que le deba su nombre extraoficial.
Los dos pegasos tardaron un par de minutos en recuperar la compostura, fue en ese entonces cuando los presentes notaron que no solo las alas habían cambiado, las orejas se habían vuelto más puntiagudas y alargadas y los ojos habían adquirido un vago toque felino. La princesa Luna sonrió y habló de nuevo.
"Ahora que habéis recibido my bendición ya sois parte del decimosegundo escuadrón. Volad sin miedo y cumplir con mis designios que yo os protegeré y mi justo padre cuidara de sus espíritus cuando llegue la hora de partir."
Sin decir nada más la princesa se dio la media vuelta y se alejó seguida por el comandante. Soldados de la guardia nocturna les indicaron a los demás ponies donde se encontraba la salida, dejando a Rarity sola. Una voz desagradable la sacó de sus pensamientos.
"Muy bien, ahora empieza lo divertido."
El escuadrón de pegasos rompió la formación y se acerco lentamente a los nuevos miembros, el capitán Little Fun se colocó delante de ellos.
"¿Qué les pareció?, ¿disfrutaron sentir como sus músculos y huesos cambiaban por la fuerza?, pues no es nada comparado con lo que les va a pasar de ahora en adelante. La única razón por la que acepto a alguien en este escuadrón es porque la princesa misma los escoge, así que espero que cumplan con sus expectativas.
Les voy a decir dos cosas, ¿todos esos ponies que estaban al lado?, pues olvídenlos, ahora tienen solo una familia y todos tenemos alas rojas. ¿Recuerdan el lema de la guardia nocturna?, ¿deber y amor?, pues su deber y amor a partir de ahora debe ser únicamente para la princesa.
Algunos dicen que el deber de un soldado es proteger a los inocentes."
El capitán miró con desprecio a Rarity.
"Pero la verdad es que nuestro trabajo es matar. Matar para que otros no sufran si quieren verlo así, pero matar a fin de cuentas. Ya habrán escuchado nuestro lema antes: sin detenerse, sin misericordia, sin importar las consecuencias. Algunos dicen que somos lo mejor de la guardia nocturna, en realidad somos lo peor. Solo hay dos cosas que debe importarnos: la primera es la misión. Esas misiones nos las asigna el comandante por instrucciones de la princesa así que él no cumplirla es desobedecer a la princesa y aremos cualquier cosa que sea necesaria para cumplirla."
Se movió hacia un lado y señalo las estatuas de los pegasos caídos.
"La segunda son los ponies y el dragón que ahora están a su lado. No dejamos a nadie atrás, nunca, excepto si su sacrificio asegura el cumplimiento de la misión. Ya lo escucharon, ahora son hijos de la princesa, ahora ella los conoce personalmente y si mueren por alguna estupidez eso la pondrá triste y nada me pone más furioso que ver a la princesa triste.
Así que abran bien sus orejas. Si hacen alguna estupidez que impida el cumplimiento de la misión, si se acobardan, si dejan que un compañero caiga, si nos traicionan de alguna manera yo mismo les aplastare el cráneo y el teniente quemara lo que quede de sus patéticos cuerpos. ¿Entendido?"
Ambos pones asintieron.
"Perfecto. Teniente, deles la bienvenida."
Spike se adelanto y levanto ambas garras, clavándose una garra en la muñeca opuesta y dejando caer unas gotas de sangre en las alas nuevas de sus compañeros. Los otros miembros veteranos extrajeron cuchillos de sus armaduras y usando su boca se hicieron un corte en sus muñecas e hicieron lo mismo. Las gotas de sangre rápidamente se extendieron por las alas y fueron absorbidas por estas, dándoles finalmente un tono rojizo brillante.
Los soldados dejaron un par de cuchillos enfrente de los nuevos miembros quienes se realizaron los cortes. Cuando estaban a punto de dejar caer unas cuantas gotas de sangre sobre los otros miembros el capitán Little Fun los detuvo y señalo las estatuas.
"Ellos primero."
Los dos ponies dejaron caer unas cuantas gotas en las alas de las estatuas y después en las de sus compañeros, el capitán Little Fun habló de nuevo.
"perfecto. Conozco un buen bar aquí cerca, vamos, el trasero escamoso paga."
"¿Qué?, pero capitán…"
"Cállate cerebro de lagartija, aun no se me olvida que no estuviste aquí para la ceremonia del perigeo lunar."
Sin decir nada más los miembros del escuadrón se elevaron, seguidos con dificultad por los dos integrantes más recientes. Rarity los observo alejarse y después regresó su vista a las estatuas y sus alas con gotas de sangre.
Casi cuatro meses después de la ceremonia Spike y Rarity dormían tranquilamente en su casa, rodeados de muebles nuevos. Rarity lucia ya un vientre hinchado, aunque de menor tamaño de lo que era normal para el estado de su embarazo.
La quietud de la escena se vio interrumpida cuando Spike levanto rápidamente su cabeza, permaneció quieto durante unos segundos antes de despertar a Rarity y hablarle en voz baja.
"Escucho ruidos extraños fuera de la casa."
Apenas dijo esto cuando hubo un resplandor en algún lugar de la entrada. Spike se levanto de inmediato y se colocó en posición de combate entre la entrada a su habitación y Rarity. Ahora los dos podían escuchar a alguien que se acercaba corriendo.
El dragón levanto la garra listo para descargar un certero golpe sobre el intruso cuando escucho una voz familiar.
"¡Spike!, ¡Rarity!"
Twilight entro corriendo a la habitación de ambos y se detuvo para recuperar el aliento. Spike bajó la garra y se le acerco.
"¿Twilight?, ¿Qué haces aquí? Son… ¡las tres de la madrugada!, ¿Qué…?"
La unicornio púrpura levanto la vista.
"Fluttershy… bebé… ¡Ahora!"