Login

Buscando al Kirin

by Kolbjorn

Chapter 11: La ruta hacia los sueños

Previous Chapter Next Chapter

Las estrellas y la luna iluminaban la peculiar escena, como si los mismísimos astros estuvieran pendientes de lo que se desarrollaba bajo ellos. Envueltos en la bruma que emanaba del lago se encontraban el gran dragón púrpura y verde, aun en actitud defensiva delante de la carpa donde dormía su esposa. En frente de él y viéndose aun más pequeña de lo que realmente era se encontraba la sonriente kitsune, con su pata extendida y el espejo mágico a sus espaldas.

"¿Qué dices grandote?, ¿tenemos un trato?"

Spike lanzó dos pequeñas llamas por su nariz.

"¿Qué clase de idiota crees que soy?, simplemente garabatearas en el mapa una línea que no lleva a ningún lugar."

Kuzunoha soltó una carcajada.

"¿Entonces cuál es tu plan?, ¿vagar por ahí preguntando por las cinco antiguas montañas? Xia es un lugar muy grande, y esas montañas son legendarias por una buena razón."

Spike gruñó y dio un paso hacia atrás, Kuzunoha se acercó más.

"Por lo menos tu y tu esposita deben de hablar muy bien el idioma de Xia, tan diferente del de los ponies."

El dragón parpadeó y desvió la mirad hacia un lado.

"Te… tenemos un libro."

Spike cambió ligeramente su gesto. Por alguna razón la guía para viajeros de Trixie no parecía tan maravillosamente útil ahora.

"Oh, un libro. Supongo que es alguna especie de libro mágico que te traduce todo lo que te dicen y lo que quieres decir, ¿lo es?"

Spike gruñó y retrocedió un poco. Tenía la sensación de que estaba perdiendo en contra de la pequeña kitsune, no estaba muy seguro de que es lo que estaba perdiendo pero igual no le gustaba la idea. Dio un par de pasos hacia adelante.

"¿Qué es lo que ganas con esto?, ¿Qué es lo que quieres?"

Kuzunoha rió de nuevo.

"No gano tanto como lo que perderías tu, cerebro de escamas."

Spike se sintió confundido al escuchar uno de los apodos por el cual se referían a él en el ejército, estaba a punto de hablar cuando la kitsune lo interrumpió.

"¿Entonces aceptas o no?, esta es una oferta única e irrepetible."

Spike gruñó de nuevo y se movió indeciso. La Kitsune se encogió de hombros.

"Bien, tomare eso como un no. Me voy."

Kuzunoha se dio la vuelta y se dirigió hacia el espejo.

"¡Espera!"

Spike se sorprendió al escuchar su propia voz. ¿Qué es lo que estaba haciendo?, ¿estaba dispuesto a confiar en esta criatura que había manipulado sus recuerdos y los de Rarity para hacerla verse a sí misma como una yegua terrible? Era demasiado arriesgado, pero aunque no le gustara admitirlo Kuzunoha tenía parte de razón.

"¿Cómo se que no estás mintiendo?"

Kuzunoha sonrió y miró sobre su hombro.

"¿Eso es un sí?"

"¿Cómo se que no estás mintiendo?"

"No puedes saberlo, tendrás que confiar."

Spike gruñó y trató de analizar la situación. Lentamente una sonrisa se dibujó en su rostro.

"Promételo frente al espejo."

Kuzunoha dio un par de pasos hacia atrás, sorprendida.

"¿Qué?"

La sonrisa de Spike se hizo más grande. Estaba ganando de nuevo, seguía sin saber exactamente qué es lo que estaba ganando pero eso no importaba.

"Promételo frente al espejo., júrame que lo que dices es verdad. Si es cierto que el espejo refleja solo la verdad entonces pasará algo si estás mintiendo."

Kuzunoha se mantuvo indecisa unos momentos antes de soltar una larga carcajada.

"¡Bien hecho dragón!, muy listo de tu parte. Me atrapaste, supongo."

Kuzunoha se colocó delante del espejo, el cual la reflejó sin ningún problema y se llevó una pata al pecho. Adoptó una actitud solemne que rallaba en lo burlesco y recitó en voz alta.

"Yo, Kuzunoha, juro por mi honor y por el de toda mi raza que es verdad que conozco la localización del Kirin y como llegar a ella."

"¿Y que mas?"

La kitsune sonrió y se pasó la lengua por los labios.

"Y marcare esa ruta en un mapa."

Spike se acercó más.

"¿Y que mas vas a hacer con ese mapa?"

Kuzunoha rió.

"Y te lo entregaré, ¿Qué eres, un abogado?"

Spike negó con la cabeza.

"Solo precauciones básicas. Nunca se es demasiado específico cuando se negocia."

Kuzunoha asintió.

"Cierto, cierto. Entonces… ¿trato?"

Spike miró la pata que se le ofrecía y se lamió los labios. Después de todo el espejo no habia mostrado nada raro cuando la zorra juró enfrente de él y aparte de haberla conmocionado y hacerla sentirse mal consigo misma en realidad no le había pasado nada malo a Rarity. Extendió nervioso su garra.

"Trato."

Kuzunoha sonrió maliciosamente y el espejo se nubló de nuevo.

"Bien, bien. En ese caso comencemos. Hay algo que me llenó de curiosidad desde la vez que hablé con tu 'generosa' esposita…"

Spike gruño al oír la forma en la que Kuzunoha se refería a Rarity pero no hizo ningún movimiento.

"… ¿acaso tus instintos animales son tan fuertes que no te importa ser su esclavo?"

El dragón lanzó su cabeza hacia atrás con gesto molesto.

"Yo hago lo que ella me pide por amor, no soy su esclavo."

Kuzunoha soltó una carcajada y miró a Spike a los ojos.

"¡Por favor!, ¿amor? Los dragones no saben nada de amor, son monstruos guiados básicamente solo por sus instintos. ¿Quieren algo?, lo toman. ¿Ese algo pertenece a alguien más?, lo matan ¿ese alguien mas es más fuerte?, esperan a que se vuelva viejo y débil."

"La mayoría de los dragones son así, pero yo no, yo fui…"

La kitsune movió una pata en círculos e inclinó la cabeza con gesto molesto.

"Si, si, criado por ponies. ¿Y eso realmente sirvió de algo?"

El espejo reveló una visión, como si se viera a través de los ojos de alguien que corría por Ponyville. La visión se centró en tres pequeñas potras que jugaban con un scooter. Dos grandes y afiladas garras púrpuras aparecieron y tomaron el scooter a la fuerza tratando de arrebatárselo a las ponies.

Kuzunoha enderezó la cabeza.

"¿Realmente hizo alguna diferencia, 'Spikey'?"

La escena en el espejo cambió nuevamente. Ahora se encontraba incompleta del lado izquierdo. Se encontraba dentro de la sala de un hospital. Se podía ver a una muy herida Fluttershy hablando con Applejack y a una preocupada Twilight hablando con una somnolienta Rainbow.

"Eso es después de que supuestamente te 'curaste', ¿no es cierto? Cuando tenías tus instintos bajo control."

Spike no hizo movimiento ni dijo palabra alguna. Sabía lo que estaba a punto de pasar.

"Esa pony púrpura, ¿unicornio? Parece ser alguien muy importante para ti. ¿Y cuando trató de hablar contigo cómo reaccionaste?"

La visión se sacudió violentamente. Spike observó el rostro lloroso y asustado de Twilight mientras una de sus garras, aún con heridas y cicatrices visibles, trataba de tomarla. El dragón cerró por unos momentos los ojos, al abrirlos notó como la escena continuaba en el espejo. Tragó saliva y por un momento no pudo hablar.

"Eso… eso fue cuando aun no tenia control total y después de una situación muy difícil, pero desde que me casé con Rarity…desde que me casé con ella tengo perfecto control."

La kitsune se lamió los labios y se acercó a Spike, por alguna razón al dragón le parecía más grande que antes e inclusive amenazadora de algún modo.

"¿Perfecto control?, ¿Quieres ver algo que a tu esposita le pareció muy… interesante?"

El espejo cambió de nuevo, la visión parecía estar sumergida en nubes, repentinamente estas desparecieron y le permitieron ver a Spike un grupo de cuatro grifos que volaban enfrente de lo quien Spike supuso era el mismo. Su sospecha se vio confirmada cuando una columna de llamas surgió de algún lugar en la parte inferior de la visión e impactó de lleno al grifo que lideraba el grupo.

El grifo se precipitó al vacío envuelto en llamas, otro grifo giró y libero una descarga eléctrica que impactó la visión, no tuvo efecto. La visión paso sobre el grifo que se había quedado rezagado y se enfocó en los dos restantes justo en el momento en el que eran derribados por un grupo de pegasos de alas rojas. La visión siguió de cerca a uno de los grifos mientras caía enfrascado aun en combate con un gran pegaso blanco. El grifo impacto el suelo y todos los pegasos aterrizaron a su alrededor. Spike vio su propia garra tomar al malherido grifo por un ala y presentárselo al que reconoció como el capitán Little Fun.

Este dijo algo y todos los pegasos rieron, hizo una señal con la cabeza y la enorme garra se movió arrojando con violencia al grifo en contra de una roca y levantándolo de nuevo.

"Si ese eres tú en perfecto control de tus instintos no me puedo imaginar que es cuando pierdes el control. Afortunadamente no tengo que hacerlo."

La visión cambió de nuevo. Ahora mostraba una gran garra de color tan oscuro que era casi negro apretando con fuerza a una pegaso de pelaje azul y crin multicolor. La pegaso miraba hacia ellos con unos ojos llenos de miedo, dolor y sorpresa. Spike no lo resistió más.

"¡Basta!"

Kuzunoha sonrió mientras la imagen en el espejo desaparecía. Su cara mostraba una mezcla de curiosidad y disgusto, como si estuviera viendo un insecto desagradable y desconocido.

"Como sea, ya probé mi punto. En el fondo no eres mas que una bestia salvaje que no puede controlarse a sí misma."

"¡No es cierto!"

"¡Sabes perfectamente que es verdad!"

El rostro de la kitsune reflejaba ahora ira y desaprobación. De alguna manera logró asustar a Spike y le recordó la mirada que Twilight le dedicaba cuando hacia algo indebido. Kuzunoha se acercó a él amenazadoramente.

"Si no fuera verdad…"

El espejo mostró llamas furiosas que devoraban un trozo de madera.

"… tu miedo más profundo…"

La visión se amplió, mostrando un Ponyville en ruinas.

"…no sería…"

Las calles del desolado pueblo estaban llenas de cuerpos de ponies. La mirada de Spike se fijó en seis en concreto. Quebradas, quemadas, muertas.

"¡…Este!"

Frente a él, en el espejo, apareció un dragón sentado sobre un enorme montón de joyas, monedas, gemas y restos de edificaciones. La bestia rugió y lanzó una columna de llamas desafiantes hacia el cielo. El engendro verde y púrpura le regresó la mirada a Spike, los ojos esmeralda llenos de orgullo y odio.

Spike negó lentamente con su cabeza, abrió su boca pero no salió ninguna palabra de ella. Kuzunoha suspiró.

"No lo niegues, ¿Cuántas veces esta pesadilla te ha despertado por las noches?, eres patético."

Las últimas dos palabras lograron que Spike cambiara su atención del espejo hacia la kitsune.

"¿Qué?"

"Eres patético, una vergüenza para los dragones. Dejas que esta pony, miembro de una raza inferior, te manipule como ella quiere con tal de que tengas donde satisfacer tus instintos más… carnales."

El espejo se fracturó como si hubiera sido golpeado por algo, cada fragmento le mostro a Spike el recuerdo de sus intentos frustrados durante los últimos días de tener intimidad con su esposa. El dragón bufó disgustado.

"Eso es perfectamente normal en una pareja que se ama."

"Y volvemos otra vez al mismo punto, de acuerdo. Supongamos que realmente lo que sientes por ella es amor. ¿Por qué desperdiciar ese sentimiento en alguien tan vacío y banal como ella?"

"Ella no es vacía ni banal… solo un poco vanidosa. Y es normal que lo sea, porque es la yegua más hermosa en todo el mundo."

Kuzunoha sonrió al ver la mirada perdida de Spike, pero esa sonrisa no le impidió contraatacar.

"¿Lo ves? Lujuria, lo único que te interesa de ella es su cuerpo."

"¡No!, Es cierto, su apariencia es magnífica y fue lo primero que me atrajo de ella. Pero cuando la conocí mejor, cuando vi debajo de todo ese maquillaje y todo ese glamour con el que se rodea, cuando pude ver su verdadero ser. Ella es hermosa, su alma es hermosa."

"Si claro, tan hermosa que te trata como su sirviente personal. Y tan hermosa que antes de hacer cositas contigo hubo como…"

"Eso no importa. ¿Y cómo te atreves a juzgarla sin conocerla realmente? La llamas 'generosa' como si fuera una mentira o un insulto. ¿Quieres saber que tan generosa es? Ella dejó atrás los sueños que habia tenido toda su vida para estar junto a mí."

"¿En serio?"

"Si, ella siempre soñó con casarse con un unicornio de la realeza, con vivir en una mansión en Canterlot. Esos eran sus sueños, y tenía todo lo necesario para hacerlos realidad.

Pero en lugar de un noble unicornio aceptó casarse con un dragón que no tenía muy claro en ese momento que es lo que iba a ser de su vida. En vez de una mansión aceptó vivir en una cueva en una montaña. En vez de la capital del reino donde su trabajo sería reconocido y admirado por lo que vale prefirió quedarse junto a mí en un pequeño pueblo.

Y aún antes de eso, ella reconoció mi miedo por lo que le pasaba a mi cuerpo y que la necesitaba junto a mí, y siempre estuvo junto a mí.

Me dio su corazón, me dio sus sueños, me dio su futuro y no me pidió nada a cambio. Sé que ella ve algo en mí que ni siquiera yo estoy seguro de que es, pero trato de ser ese caballero perfecto que ella se merece.

Y una cosa más, todos estos años soportando las dificultades de amar a alguien de una raza tan diferente a la suya y lo único que me ha pedido ha sido esto: ser el padre de su hijo, así que no importa que, ella y yo vamos a tener un bebe ¿entendiste?"

Cuando el dragón se dio cuenta la kitsune habia recuperado su aspecto inofensivo. La sonrisa seguía en su rostro, pero ahora era una sonrisa sincera.

"Perfectamente entendido Spike, solo una cosa mas."

El dragón se sobresaltó cuando escuchó a Rarity gritar. Inmediatamente la vio salir de la carpa, su crin y cabeza empapadas y sosteniendo en una de sus pezuñas un jarrón azul y blanco.

"¡Spike!, ¿Qué significa esto?, ¿Por qué me mojaste?, ¿de dónde sacaste…?. ¡Por el sagrado cuerno de Celestia!, ¡Jamás habia visto porcelana tan fina!, ¿Cómo…?"

Solo en ese instante la unicornio se percató de la presencia de Kuzunoha y del espejo. Dejó caer el jarrón, el cual se estrelló en decenas de pedazos.

"¿Qué… que está haciendo ella aquí?"

Antes de que Spike pudiera decir algo Kuzunoha se adelantó.

"Satisfaciendo mi curiosidad, por supuesto. Ustedes son increíblemente divertidos. Pero aun me falta ver algo mas, ver en lo más profundo de sus corazones."

Antes de que la pareja pudiera decir algo apareció una división horizontal en el espejo. El lado izquierdo mostró una imagen de Spike de pie sobre una pequeña colina y en una actitud orgullosa y protectora, a sus garras se encontraba recostada Rarity, una sonrisa en sus labios y un visible abultamiento en su vientre.

El lado derecho mostró a los dos recostados sobre un prado lleno de flores. Ambos se besaban y frotaban sus cabezas mientras Spike acariciaba delicadamente el abultado vientre de su esposa.

"Perfecto."

La voz de la kitsune sobresaltó a la pareja que se habia perdido en las imágenes. Sin decir nada más Kuzunoha se dio media vuelta y se introdujo en el espejo. Este desapareció dejando tras de sí solo unas cuantas gotas de roció y un rollo de papel.

Sin decirle nada a Rarity Spike tomó el papel y rió para sí mismo al reconocer el mapa que supuestamente se encontraba perfectamente protegido en su equipaje. Al desplegarlo notó una clara y firme línea roja que partía del punto en el que se encontraban y describía un camino hasta llegar a una cadena montañosa en medio del gran país de Xia.

"Spikey, ¿Qué es eso?"

Spike colocó delicadamente una de sus garras sobre el lomo de su esposa.

"Es la ruta hacia nuestros sueños."

Rarity frotó su cabeza contra el brazo que la sostenía.

"Que poético Spike. Pero, ella fue quien la trazó ¿no es cierto?, ¿Podemos confiar en ella?"

"Creo que sí. Por cierto, la imagen, ¿la tuya era la de la izquierda o la de la derecha?"

Rarity rió y frotó de nueva cuenta su cabeza contra Spike.

"Estaba a punto de preguntarte lo mismo mi amor. Lamento romper el momento pero realmente necesito descansar y esa… ¿Cómo dijo que se llamaba?, ¿Kuzunoha? Bueno, ella empapó el interior de la carpa."

"Entendido… ahora además de esclavo soy un radiador, fantástico."

"¿Perdón?"

"Nada, nada. Su suite estará lista en unos segundos madame."

Tres semanas después Spike esperaba pacientemente en el jardín de un pueblo de ciervos, la raza que habitaba Xia, de tamaño regular. Spike se sintió gratamente sorprendido y al mismo tiempo un poco molesto de que los habitantes de Xia fueran más tolerantes con su presencia que sus compatriotas de Equestria.

Ciertamente en los primeros pueblos en los que entraron, cerca de la frontera con Equestria, los ciervos se comportaban de manera similar a los ponies. Pero al adentrarse más en el país la actitud de estos fue cambiando. Spike notó también que los habitantes de Xia llamaban dragones a otros seres similares a las serpientes de mar y al Kirin y los consideraban como seres amables y benéficos.

Spike suspiró mientras analizaba una estatua de esas criaturas que adornaba el jardín, en especial los largos y ondulantes bigotes. Se rascó la nuca y se preguntó como sería vivir en un país en donde los habitantes lo consideraran una señal de buena suerte.

Su atención se enfocó ahora en Rarity, quien hablaba, consultando constantemente el libro de Trixie, con una pareja de ciervos enfrente de un amplio edificio. Rarity les entregó unas cuantas monedas de Xia, giró su cabeza, miró sonriente a Spike y le hizo una señal con una pezuña. El dragón se levantó con gesto cansado y avanzó hacia su esposa por la calle. Justo como lo habia sospechado Rarity lucía una radiante sonrisa al mismo tiempo que el ciervo sacaba del la edificación un gran rollo de tela.

"Rarity, aun nos faltan dos días de viaje para llegar a las montañas y después de eso es todo el camino de regreso a Equestria."

"¡Pero Spikey!, en Equestria es imposible conseguir seda de esta calidad a un precio tan bajo. Mira…"

La unicornio extrajo de sus alforjas una serie de hojas con varios diseños dibujados en ellas. Spike no pudo evitar sonreír al notar como Rarity había adaptado hábilmente la forma de vestirse de los ciervos al cuerpo de un pony.

"Los hice todos esta mañana, ¿no son hermosos? Con esta seda y estos diseños creare toda una nueva moda en Equestria."

Spike continuó revisando los diseños, dejó escapar una pequeña risa cuando se encontró con los diseños personalizados que su esposa habia echo para ella y para sus cinco amigas. El siguiente diseño hizo que guardara silencio pero que su sonrisa se ampliara. Un vestido especial para una yegua que estuviera esperando, a un lado un pequeño sketch de un vestido para una potrilla. Rarity se aclaró la garganta un poco.

"Hay muchas yeguas en cinta en estos momentos, es una oportunidad única. Y después de unos cuantos meses necesitarán ropa para sus bebés, nunca se es demasiado joven para ser glamorosa o elegante. ¿Crees que a Fluttershy le incomode ayudarme con las medidas o servir de modelo?"

"Sabes que para ti siempre estará disponible. Y eso es bueno porque necesitarás practicar para hacerte tu vestido cuando llegue el momento."

Rarity sonrió y asintió. Spike continúo hablando.

"te diré que haremos, deja este rollo aquí y cuando regresemos lo recogeremos y compraremos otros dos, ¿De acuerdo?"

"Maravillosa idea querido."

Hubo un nuevo intercambio entre Rarity y los ciervos. La cierva sonrió y asintió mientras el ciervo refunfuñó y se llevó con grandes esfuerzos el rollo de tela sobre su lomo. Rarity se despidió de la vendedora de telas y acompañó a Spike de regreso al jardín. Los dos se tendieron a descansar a la sombra de unos grandes pinos. A la distancia sobre el horizonte se podían ver los contornos difusos de una gran cadena montañosa. Rarity colocó una pezuña sobre una garra de Spike.

"Solo dos días más, Spikey. ¿Qué haremos cuando lleguemos ahí?"

"No estoy muy seguro. Por lo que pude entender delo que me dijo ese viejo ciervo que me ayudo a aprender a concentrare en mantener mi tamaño las cinco antiguas montañas son en realidad una gran montaña con cinco cimas, y no se puede llegar hasta arriba volando, hay que escalar."

Rarity asintió.

"Entonces buscaremos a esta criatura, el Kirin. Y le preguntaremos como fue concebido, claro, de la manera más educada posible y si en realidad es el hijo de un dragón y un unicornio."

Spike comenzó a rechinar sus dientes, si la conversación hubiera sido en la noche inmediatamente hubiera comenzado a revisar las estrellas, aun en plena luz del día levantó la vista hacia el cielo. Rarity interpretó inmediatamente las señales.

"¿Qué es lo que sucede querido?, ¿Qué te preocupa?"

"¿Qué tal si no es el hijo de un unicornio y un dragón?, ¿Qué haremos entonces?"

"Bueno, el libro de Twilight dice que es un ser muy sabio, le preguntaremos si conoce alguna forma de ayudarnos con nuestro problema. ¿Cómo vas con lo de hacerte pequeño?"

El cambio de tema provocó rápidamente una sonrisa en Spike cuando este animadamente comenzó a hablar de sus progresos, justo la reacción que Rarity esperaba.

"Muy bien, ya puedo reducir aun mas mi tamaño y mantenerme así por mucho más tiempo. Aun así creo que sigo siendo demasiado grande, espero que para cuando regresemos a Equestria ya pueda alcanzar el tamaño correcto… Claro que no me importaría si lo consigo antes."

Spike frotó la punta de su nariz en el cuello de Rarity y posteriormente comenzó a besarla en esa misma parte de su cuerpo.

"Spikey detente, estamos en un lugar público amor."

A pesar de sus palabras Rarity no hizo nada para detener a su esposo, el cual continuó con sus caricias durante un par de minutos más. Cuando se detuvo ambos regresaron su vista al horizonte, a la gran cadena montañosa donde tal vez se encontraba la respuesta a su pregunta. Donde esperaban saber de una vez por todas si su amor podría cosechar una bendición aun mayor.

Next Chapter: La montaña Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch