MLP the Movie: Starlight Glimmer Y El Ruby Fantasma
Chapter 3: 3. Team Starlight
Previous ChapterCapitulo 3: Team Starlight
Hace no mucho tiempo
Twilight y Celestia seguían conversando en el comedor sobre los rubíes en los collares de las Dazzlings.
-Cierto princesa, a veces es necesario tomar decisiones y creo que la decisión correcta en este momento es la de deshacernos de estas joyas u ocultarlas donde nadie pueda volver a hacer uso de ellas.
-En eso estaba pensando. Conozco un hechizo para abrir un portal hacia una dimensión conocida como la Zona del Silencio, los únicos habitantes son globos vivientes que flotan y brillan en el vacío, ahí no causaran ningún problema, lo haré esta misma noche cuando la conexión es más sencilla.
-Confió en usted su majestad.
Esa noche dentro de su habitación Celestia abrió el portal hacia la dichosa Zona del Silencio, efectivamente era una dimensión nebulosa con un fondo azul oscuro. Estaba por arrojar los fragmentos cuando un recuerdo vino a su cabeza, una lección que su mentor Starswirl el Barbado le enseñó cuando era potranca
-¿Sabes lo que es esto?- El viejo unicornio le mostró a la potranca un cristal de color negro.
-Si, es un cristal de magia oscura y es muy peligroso, hay que deshacernos de él-
-Lo es y es cierto que la magia oscura es peligrosa, pero la mejor forma de contrarrestar la oscuridad no es rechazarla, sino aceptándola por lo que es- Starswirl apretó la joya que brillo entre la palma cerrada de su casco para abrirla revelando una joya brillante como diamante -Una parte de la luz. El miedo y la ira no son lo mismo que el oído y la agresión, son instintos que pueden salvar tu vida, el secreto esta en mantener el equilibrio. En la resolución del gris.
El viejo unicornio le dio a la joven alicornio la joya quien contempló con ilusión su belleza. De vuelta al presente, Celestia considero que los fragmentos de los rubíes pueden ser útiles si se usan responsablemente, así que tomó la decisión de cerrar el portal y conservar los fragmentos.
-Lo siento mi leal alumna, pero es mi decisión.
Ahora
En el bosque Everfree a orillas del Rio Saddle, Trixie y Maud salieron del agua todas empapadas. Trixie se quitó el sombrero y lo volteo para tirara toda el agua con pescadito incluido, mientras que Maud exprimió su vestido.
-¿Y ahora que?
-Buscar a Starlight desde luego. En mi visión vi que estaba en problemas, herida o quizás…
-No te mortifiques todavía, Starlight es una roca difícil de romper además, es lo suficientemente lista para no hacer algo tan atrevido como saltar de un barranco sin tener un plan-.
-Aaayyy.
-Dije no tienes porque mortificarte.
-No fui yo
-Ambas voltearon y vieron a Daring Do flotando encima de un tronco con el cuerpo todo quemado.
-¡DIVINA CELESTIA! ¡PERO SI ES DARING DO!- Dijo Trixie llena de asombro.
-La conozco, he leído los libros.
-Parece estar malherida, hay que ayudarla.
Ambas ponies tomaron a Daring y la llevaron a la orilla.
-Starlight me enseñó un hechizo de curación, espero que funcione.
La unicornio puso su cuerno sobre la pegaso y empezó a cubrirla de magia, momentos después, las quemaduras de su cuerpo habían desaparecido.
-¡Una vez más la grandiosa y poderosa Trixie lo consiguió de nuevo!
La pegaso despertó preguntándose donde estaba y quienes eran las dos ponies que tenía enfrente.
-Somos tus admiradoras señorita Do, yo soy la grandiosa y poderosa Trixie y ella es Maud.
-Que tal.
Daring revisó su cuerpo y se dio cuenta de que las heridas ya no estaban.
-Gracias por ayudarme, pero tengo que ir a salvar Canterlot. ¡Ay!- Daring se sujetó el ala izquierda.
-Aún necesitas recuperación, lo mejor es que te quedes con nosotras hasta que sanes, mientras tanto podemos pensar en algo. Hasta las rocas más duras necesitan sanar.
-Lo que ella dijo. Mientras tanto podrías acompañarnos a buscar a nuestra amiga.
-Ya que.
Ayudaron a Daring a levantarse y las tres ponies se pusieron en marcha. En otra parte del bosque, Starlight estaba dentro de una esfera de magia atorada encima de un árbol, luego de saltar del barranco después de tomar el rubí de las manos de Marina, Starlight había conjurado una burbuja elástica que la protegió del impacto una vez que cayó al suelo, tenía un plan tal y como Maud dijo. Cuando la empujó fuera del árbol, era tan elástica que rebotó en el suelo hacia una rama y de nuevo hacia abajo, Starlight se golpeó la cabeza con dicha rama y al caer al suelo por segunda vez al suelo la burbuja se rompió dejando a la unicornio toda aturdida.
-Que viajecito.
Se levantó y sacó el rubí de su melena.
-Desearía poder ayudarte Twilight, pero tengo un compromiso que cumplir.
Volvió a guardar el rubí y prosiguió su camino hacía Ponyville caminando por el bosque.
Mientras la batalla continuaba, en el interior del castillo, todos los ponies que estaban en la sala de la exhibición se trasladaron a la capilla a orar frente a un altar con una imagen de una alicornio blanco pelirroja. Sunburst entró abruptamente con la pequeña Flurry en sus brazos en compañía del guardia que le dio la noticia de Cadance a Shinning Armor.
-¡Escuchen todos! La Guardia real no resistirá por mucho tiempo y, tenemos que salir de aquí inmediatamente- Dijo el guardia.
-Conozco una salida que puede llevarnos a todos fuera de aquí, pero necesitamos hacerlo con calma, sin gritos, sin empujar- Ordenó Sunburst.
Todos los ponies se levantaron para seguir a Sunburst, con ellos Moondancer y sus amigas.
-¿Que crees que le haya pasado a A.K Yearling?- Preguntó Twinkleshine
-Hace tiempo que se fue al baño y nunca volvió-. Dijo Lemon Hearts.
-Deberíamos ir buscarla- Dijo Moondaner
-¡De ningún modo! Esos monstruos estarán aquí en cualquier momento. Hay que tener fe en ella estará bien- Dijo Minuette –Una pony que escribe esa clase de historias debe saber como lidiar con tipos malos.
-Ojala y tengas razón. Ojalá.
Moondancer estaba tan preocupada por su ídolo como si se tratara de un familiar, pero no sabia que estaba allá fuera combatiendo a la Horda Tormentosa junto a otros ponies. La pony aventurera ya había despachado a varios de ellos, entonces puso su mirada en los yetis que trataban de ingresar al palacio, pudo ver como el príncipe Shinning Armor era atacado cobardemente por la espalda por Tempest Shadow.
-¡AAAAAHHHHH!-
El unicornio cayó al suelo electrificado por una corriente disparada desde el cuerno roto de la unicornio oscura.
-¡El juego terminó, ríndanse antes de que el número de bajas se haga más grande.
-¡Tu debes ser la maldita bruja que petrificó a mi esposa!
-Así que la alicornio rosada era tu esposa, puedo arreglar que te le unas, por desgracia ya no me quedan más esferas. Lo mejor que puedo hacer por ti es devolvértela, una vez que le haya extirpado su magia desde luego. ¡LLEVENSELO!
Los yetis se llevaron arrastrando a Shinning, Daring Do no podía perdonar esto, así que trato de abalanzarse hacia Tempest, pero la unicornio notó su presencia y le lanzó una descarga a un más fuerte electrificando a la pegaso que gritaba de dolor, luego cayó hacia el abismo. Así fue como culminó la conquista de Canterlot.
-Admirable, pero inútil.- Entonces Tempest se dirigió en voz alta a su ejercito -¡Equestria ahora es nuestra!- Todo el ejercito invasor vitoreo el éxito de la batalla, pero a pesar de haber triunfado, Tempest no esta del todo contenta, en el fondo sabia que lo que hacia estaba mal.
-Que el cielo me perdone por traicionar a mis hermanos y hermanas, pero no tengo alternativa. Sin magia, no soy nada-
Una diminuta lagrima salió de su ojo marcado.
La batalla por Canterlot había terminado con un resultado desastroso para los locales, todos los Wonderbolts cayeron como moscas, los grifos también, Gilda dio batalla, pero al final terminó como todos lo demás. A los cocineros se les acabaron las municiones, así que no tuvieron otra opción más que rendirse. Las floritas no dejaban de gritar: -¡QUE HORROR! ¡QUE HORROR!-. Algunos lograron escapar, otros esconderse, pero era cuestión de tiempo para que fueran encontrados y capturados. La única esperanza era que las mane 6 encontraran a la reina Hippo, quienquiera que sea.
En una isla remota cerca del arte, se encontraba el castillo del Rey Tormenta. Su castillo tenía la forma de un árbol muerto y torcido, alrededor aros de nubes de tormenta una sobre otra giraban sin cesar lanzando rayos comtamente, era tan lúgubre que hacia ver al viejo Castillo de la 2 Hermanas como un parque de diversiones para niños de 5 años. El malvado Rey estaba en su salón del trono, la cual parecía más bien una caverna de tonalidad azul con ventanas deformes color verdoso con diseño de panal y una alfombra roja sobre un piso del mismo color de las rocas que formaban las paredes, el trono era uno negro de respaldo y sentadera roja con dos cuernos similares a los que tenía el rey en su casco, arriba estaba colgado un estandarte con su emblema. Estaba ocupado leyendo un libro con un par de gafas para leer, parecía estar muy interesado en su contenido, se trataba de un libro sobre la historia de las sirenas, no la que tenía Twilight en su biblioteca, sino la versión no contada.
-De modo que esas tres joyas eran sólo fragmentos. Que interesante.
De entre las puertas de fierro que daban acceso al salón del trono, entró una tigresa bípeda de pelaje blanco con rayas negras que contrastan con una armadura y un casco igual a la del rey, excepto que sus cuernos eran más chicos, ojos azul larimar rodeados por sombras violeta claro, orejas puntiagudas, nariz negra y cabeza algo ovalada por los lados.
-¡Mi señor!-
Tormenta estaba tan concentrado en la lectura que dio un salto de susto tirando el libro en el piso.
-¡Capitana Ventisca, espero que tenga una buena razón para interrumpirme, estaba en medio de una lectura muy interesante!
La tigresa se puso de rodillas
-Nos llegó un mensaje de la comandante Tempest, la conquista de Canterlot se ha consumado-
-Excelente y tu dijiste que era un locura ponerla al mando de esta misión.
-El hecho de que haya conquistado una ciudad, no significa que sea de fiar, tendrá que disculparme su grandiosidad, pero aún sigo creyendo que el nombrarla comandante su ejercito fue una mala idea. No me sorprendería en lo absoluto si se volviera en contra suya
-No mientras siga creyendo que le devolveré su cuerno, lo que pasa es que estas celosa- Dijo Tormenta con un sonrisa sarcástica meneando el dedo hacia Ventisca.
-¿Celosa yo? De un jamelgo con medio cuerno. No lo creo.
-La subestimas demasiado, si el reclutarla fue un error o no, eso depende de si me consigue la magia del Consejo de las Cuatro Princesas.- Tormenta tomó el libro del suelo para mostrárselo a Ventisca -Hablando de magia, me gustó el libro que me prestaste-.
-Se que le gustan las historias con finales tristes señor.
-Ahora retírate y ordena que traigan el flaméfono.
-Si señor.
La tigresa se levantó y dejó la sala.
-Estupendo. Otro reino agregado a mi imperio-.
El rey sacó un mapa de toda Equestria desde el Mar de Hielo hasta el monte Everhocon, en él tenía marcado con una X Appleloosa, Dodge City, las Tierras Malas, el Mar de Nubes, el Pantano Slug Troll, Pine Needle Barrens, Klugetown, las Cuevas Conundrum, el Territorio de los Arimaspi, Forthest Reach, el Monte Aris, Abyssinia y el Territorio de las Zebras al otro lado del Océano Luna del Sur y Kirin Grove al otro lado del Mar Celestial; ahora marcaba Canterlot con su marcador negro. Hecho esto, Tormenta se levantó caminó hacia un muro, giró una de las antorchas y se abrió un cuarto secreto lleno de una gran cantidad de tesoros, oro, joyas y artefactos mágicos de todo tipo que recolectó de todas las tierras que conquistó. Además de ser un conquistador, también era un coleccionista compulsivo.
-¡Esto será grandioso. Una vez que obtenga la magia de las princesas, podré expandir mi imperio más allá del norte, del este y del oeste; sin mencionar todos los tesoros que podré añadir a mi colección de cosas brillantes. Ha ha ha ha ha… ¿No es cierto mami?
Tormenta volteó hacia el muro del otro lado del salón donde había un retrato de una yeti hembra igual a él excepto por el lápiz labial, el vestido negro y una capucha cornuda estilo Maléfica.
La noche estaba cayendo, pero no por la magia de Luna, sino por las nubes de tormenta que empezaban a expandirse por los cielos de Equestria. Starlight Glimmer caminaba por el bosque Everfree siendo este el camino más rápido hacia Ponyville, de repente, escuchó un ruido detrás de un arbusto, creyó que se trataba de un lobo de bosque, así se abalanzó hacia el arbusto para atacar a la fiera antes de que la fiera la atacará a ella, pero para su sorpresa, no era ningún lobo de bosque, era Trixie.
-¿Trixie?-
-¡Starlight!-
Las dos amigas se abrazaron, vio a Maud y también fue a abrazarla.
-¡Maud!
Notó que había otra pony, al ver su atuendo, supo que se trataba de Daring Do.
-Apuesto a que tu eres Daring Do. Eres tal y como tus libros te describen.
-Gracias, es bueno recibir halagos de una admiradora.
-Solo leí uno, pero de nada.
-Tuve una visión de ti cayendo al barranco.
-Cierto, pero tenía todo bajo control.
-Te lo dije. No te imaginas lo preocupada que tu amiga estaba por ti.
-Desde luego que si, donde Trixie encontraría a una asistente que cobra tan poco en estos día.
-¡Oye!
Las 3 amigas se rieron.
-Es un gusto ver que están a salvo, pero que díganme que pasó con Twilight y las demás.
La unicornio y la terrestre callaron por un momento.
-La última vez que las vi fue cuando cayeron de un puente luego de que una unicornio llamada Tempest Shadow convirtiera en piedra a las princesas.
-¡QUEEEE!
-No te preocupes, cayeron hacia del lago debajo de la ciudad al igual que nosotras, deben estar por aquí cerca. Apuesto en que estos momentos están en Ponyville.
-De cualquier manera debo ir a Ponyville, quede de verme con la princesa Ember a entregarle esto- La unicornio le mostró a sus amigas del rubí.
-Conozco ese rubí ¿Cómo fue que lo obtuviste?- Preguntó la pegaso.
-Celestia me lo confió, no tenia porque hacerlo, pero le di palabra de que lo mantendría a salvo- Starlight volvió a ocultar la gema. -Prométanme que no le dirán nada a Twilight si la vemos.
-Con candado, cerrojo y pastelito en mi ojo-. Maud conocía bien los juramentos de su hermana.
-Sabes que puedes contar con Trixie.
-Si la princesa Celestia lo ordenó, por mi esta bien.
Luego de sellar el pacto, las cuatro se pusieron de camino a Ponyville mientras Trixie le contaba lo sucedido a Starlight.
En una habitación del castillo del Rey Tormenta, llena de artículos suyos incluyendo la colcha de la cama, una lámpara, posters, una colección de figuras de acción y hasta un peluche, la Capitana Ventisca estaba sentada en su escritorio colocando una esfera encima del algo que parecía ser un brasero, al momento de colocarlo, se encendió una llama de color azul de la cual se proyectaron las cabezas de Duddley y Marina.
-Soy yo ¿Qué hay del rubí? ¿Lo consiguieron?
-Bueno, no es que no lo hayamos encontrado la gema capitana capitanía, es solo que hubo ciertas complicaciones-. Explicó Marina.
-¡¿Lo perdieron?!
-¡No fue culpa nuestra, fue esa unicornio rosada!- explico Duddley.
-¡¿Entonces dejaron que una pequeña pony les arrebatara el rubí?!-
.No era una pony común y corriente, parecía ser toda una ilusionista.
La tigresa apretó las garras y salteó los ojos de furia -¡Vaya par de inútiles! ¡Debería ponerlos de repartidores como lo hice con Celaeno y sus gallinas!
-Lo sentimos mucho capitana.
-¡¿Sentirlo?! ¡Antes de que esa Tempest llegara, yo era la mano derecha del Rey Tormenta. Mis garras sometieron a los kirin, los leones, los antílopes y a las cebras, y cuando los hipogrifos se resistieron, fui yo quien hizo pedazos su civilización!
-Lastima que los hipogrifos se le escaparan- Ese comentario de Duddley hizo que Ventisca echara humos por las orejas y con sus garras rompiera una parte del escritorio de un solo zarpazo.
-Si le consigo ese rubí al Rey Tormenta, haré que me vuelva a tomar en cuenta y hasta quizás me consideré cuando se busque una reina, por eso esta misión es demasiado importante para ponerlo en las alas de un par de sacos de pluma sin cerebro. Tal vez deba buscar a verdaderos profesionales.
-¡Pero capitana!- Dijo Marina
-¡Nada de peros! Mejor regresen a Klugetown y quédense ahí hasta que me anime a llamarlos de nuevo capicci.
-Si señora-. Los 2 cortaron la comunicación. Ventisca apago la flama, tomó la edición mensual de la revista "Chicas Malas" con versiones ponificadas de la gemelas Biskit de Littlest Pet Shop en la portada que estaba encima del escritorio, se echó sobre la cama y se puso a leer, así siguió por un rato hasta que encontró algo que llamó su atención, un anuncio que decía:
"¿Quiere ofrecer una recompensa? ¿Algún trabajo sucio que requiere discreción? Llámenme".
-Como dije: Un verdadero profesional-
Starlight Glimmer, Trixie, Maud y Daring ya tenían a Ponyville a la vista, pero desde un monte vieron como todos los habitantes salían en caravana del pueblo llevando consigo carretas llenas y alforjas en la espalda.
-¿A dónde van con tanta prisa?- Preguntó Trixie.
-Desde aquí se puede ver Canterlot, por tanto vieron lo que estaba pasando y la alcaldesa debió ordenar la evacuación antes de que la flota viniera para acá, lo cual es bastante cierto-. Dijo Daring.
-Si Ember también vio a la flota cuando venía para acá, dudo mucho que tampoco haya querido quedarse-. Dijo Starlight.
-Entonces creo que también deberíamos irnos-. Sugirió Maud.
-No antes de saber si Twilight y las demás están aquí.
Starlight fue corriendo hacia el castillo con las otras siguiéndola. Una vez que estuvieron frente a las puertas del Castillo de la Amistad, Starlight tocó fuertemente diciendo en voz alta en nombre de Twilight y de las otras ponies.
-No creo que se encuentre aquí- Dijo Trixie con pesimismo.
-¡Entonces hay que ir buscarlas! ¡Tal vez sigan en el bosque Everfree!- Starlight tenía la misión de ir a entregar el rubí, pero ahora sólo le preocupaba encontrar a sus amigas.
-¡STARLIGHT ESPERA!- Gritó Trixie.
La unicornio salió corriendo cuando una voz le habló desde su mente.
-¡Starlight!
-¿Twilight? -Era su mentora hablándole por telepatía- ¿Dónde te encuentras?
-Estoy Appleloosa, las demás y yo estamos recolectando manzanas en el huerto Apple para el camino al Mar de Nubes.
-¿El Mar de Nubes?
-Celestia nos pidió buscar a la reina de los Hippos, cree que ella tiene algún poder que nos ayudará a vencer al Rey Tormenta. ¿Sabes a que se refería?
-Sólo conozco a la reina de los hipopótamos, pero viven al otro lado del Mar de la Luna, a no ser que tenga una casa de verano por aca.
-(Suspiro) Esta bien, mejor preocúpate por mantenerte a salvo, si existe una Reina Hipo, la encontraremos.
-Por favor déjame ir contigo.
-No. Es mejor que busques un lugar donde esconderte, si descubren que eres mi aprendiz, podrían utilizarte para hacerme volver.
-Pero…
-¡LISTO TWILIGHT! ¡YA PODEMOS IRNOS!- Gritó Applejack desde lejos.
-Volveremos a vernos pronto, te lo prometo.
La comunicación se cortó. Las chicas que le preguntaron a Starlight que le pasaba, la unicornio sólo se volteó con lagrimas en sus ojos.
En Canterlot, la Comandante Tempest en compañía de Grubber y varios Guardias Tormentosos estaban en el puerto celeste para recibir la nave del Rey Tormenta, la cual emergió de las nubes, aterrizó, abrió las puertas, desplegó la rampa y del interior descendió el rey acompañado de la Capitana Ventisca y más guardias.
-Bienvenido a Canterlot su excelencia- Todos se arrodillaron ante la presencia del nuevo gobernante de Equestria.
-Me alegra mucho, pero no lo estaré totalmente hasta tener a las princesas.
-Ya estaba preparada para partir, solo esperaba su llegada para recibirlo.
-Pues ya estoy aquí ¡Ahueca el ala y no regreses sin esa pony!
-Si majestad. Vamos Gurbber. ¿Grubber?
El erizo estaba ocupado escogiendo un pie de un carrito de pies traído por el señor Cake encadenado a ese mismo ahí mismo.
-Me comeré el de arándano, no porque soy alérgico, tal vez el de queso, tampoco porque soy intolerante a la lactosa, el de limón se ve delicioso, pero…-
-¡GRUBBER!
-¡Ya voy comandante!
Grubber tomó el de limón y salió corriendo, le lanzó un moneda al casco del señor Cake olvidando que era un esclavo.
-En lo que vuelven ¿Por qué no aprovechamos el tiempo en recorrer mi nuevo castillo?
-Como usted ordene majestad.
Tormenta y Ventisca se pusieron caminar. En el camino hacia el castillo, el rey le hizó a la tigresa una pregunta.
-Escuche que tenía un regalo para mi capitana. ¿Puedo saber que es?-
-Se también que le gustan las sorpresas mi señor, seria indigno de mi parte arruinársela.
-Cierto, me gustan muchísimo las sorpresas, sólo espero que sea fabulosa.
-Lo será mi señor, le garantizo que lo será. Solo hace falta esperar al mensajero.
En un camino cerca de Ponyville, Starlight, Trixie, Maud y Daring caminaban cabizbajas pensando en lo que iban a hacer ahora.
-Si Ember no va a venir ¿Qué es lo que vas a hacer con ese rubí?- Preguntó Trixie.
-Conservarlo, creo, si es tan poderoso como dicen en las historias, no debe caer en manos del Rey Tormenta.
-¿Porque no se lo llevas a los Guardianes?, escuche que regresaron, serían una gran ayuda en este momento- Sugirió Daring.
-En este momento no están disponibles, tampoco Discord, Ember no va involucrar a su pueblo en una guerra ajena y si la flota vino del sur, significa que ya tomaron el Reino Cambiante, ya ni mejor hablamos de los yaks. En resumen, Equestria esta sola.
-Tal vez debamos llevar el rubí a tu pueblo, la cueva donde escondiste las cutie marks seria un buen lugar para ocultarla.- Sugirió Maud
-Será cuestión de tiempo para que el Ejercito Tormentoso llegue a mi pueblo, pero por el momento no es mala idea.
-¡Al este entonces!- Exclamó Trixie. –¿Que camino sugieren tomar?
-Podríamos ir hacia el norte y luego dar la vuelta hacia el este hacia las cataratas Nieghagra, bordear la montaña con la flota encima sería peligroso.- Sugirió Starlight.
-¡Al norte entonces!-
-Pero tardaríamos mucho en llegar- Comentó Daring. La mejor opción es cruzar el Lago Saddle nuevamente hacia Rambling Rock Ridge y seguir de frente hacia el noreste hasta pasar Foal Mountain.
-¡Al noreste entonces! A menos de que alguien más tenga una sugerencia.
Todas estaban de acuerdo. -¡Al noreste!-
Las ponies entraron al bosque Everfree dieron la vuelta, las unicornios tenían sus las luces encendidas para ahuyentar a cualquier lobo de bosque que pudiera aparecerse, cruzaron el Lago Saddle y Rambling Rock Ridge hasta tener de frente al Monte Foal. con el sistema de transporte ferroviario fuera de servicio a causa de la invasión, tendrían que escalar la montaña, así que decidieron tomar un pequeño descanso debajo de un árbol antes de continuar. Hasta el momento todo iba bien, pero mientras dormía, Starlight tuvo una visión de Twilight siendo capturada por los la Guardia Tormentosa, encerrada dentro de una jaula y llevada hacia una nave con Spike corriendo tras sella. La unicornio se despierta de la pesadilla con un grito despertando a las demás.
-¿Qué sucede Starlight?-Preguntó Trixie
-Es Twilight. Tuve una visión. Esta en problemas-
-Intenta comunicarte con ella- Sugirió Dariing.
Stalright trató de comunicarse telepáticamente con su maestra, pero no podía hacer contacto.
-No puedo hacer contacto. Ya debe estar muy lejos de aquí-
-Descuida, Twilight es demasiado poderosa como para que la atrapen- Dijo Maud tratando de consolar a la unicornio.
-Pero se veía tan asustada y tan triste- Entonces Starlight tomó su decisión –Lo siento mucho, pero debo ir ayudar a mi maestra y amiga, es lo que ella haría por mi. No tienen por que acompañarme si no quieren-.
Las tres se miraron la una a la otra con una sonrisa en el hocico.
-Si te dejara ir sola ¿Que gloria habría para mí?- Dijo Trixie.
-Como tu amiga estoy obligada a acompañarte- Dijo Maud.
-Ya me estoy empezando a sentir mejor, una buena aventura es lo que necesito para reponerme por completo- Dijo Daring quitándose las vendas.
-Gracias amigas- Las tres se abrazaron, comieron algo del verde pasto que había bajo sus cascos para recobrar energía y emprendieron de nuevo el viaje, esta vez con dirección al sur.
En el Castillo de las 2 Hermanas, El Rey Tormenta estaba tratando de acomodarse en el trono de Celestia mientras que la Capitana Ventisca estaba cómodamente sentada en el trono de Luna leyendo un pergamino que sacó de los archivos de Starswirl el Barbado.
-Hechizos para controlar el tiempo y el espacio. Estos ponies si que saben de todo ¿Qué opinan usted su majestad?-
-¡Este sillón es tan duro como una roca! ¡Ni que los ponies tuvieran el trasero tan abultado!-
-…..
Una figura encapuchada de túnica negra, un yeti viejo con barba blanca entró al salón.
-Capitana Ventisca, su cita acaba de llegar.
-Discúlpeme su majestad pero tengo que arreglar un asunto.
-Tomate el tiempo que quieras en lo que me acomodo en esta maldita silla.
-Ventisca salió del salón para reunirse con alguien que parecía ser una pony pegaso
-Me dijeron que eras la mejor. ¿Puedes conseguir un objeto por mi?
-Como que mi nombre es Lightining Dust.