Sunlight Moments
Chapter 8: Amor y estrellas
Previous Chapter Next ChapterSolo dire que me faltaba un one-shot triste en mi colección…
…
Amor y estrellas
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—Amor… —susurré en un tono bajo, amoroso—. ¿Cómo has estado?
Me senté en el pasto, alzando la mirada a las estrellas. Mi cabello de fuego destacaba en medio del verde, pero el cielo nocturno se encargaba de que se viera natural.
—Tan habladora como siempre, Twi —susurré, sonriéndole a las estrellas. Con Twilight teníamos una costumbre: por cada nuevo recuerdo que teníamos, una estrella empezaba a representarlo—. ¿Ves allá? Esta la estrella del sol.
Esa estrella estaba rodeada por otras cinco, dándoles la forma de un círculo. Twilight la había elegido cuando ambas comenzamos a salir, luego de que yo decidiera por confesarme. Ella había decidido esa estrella, diciendo que me representaba a mí, su sol…Era atardecer cuando nos besamos por primera vez, sus labios eran tan dulces…
—Oh, mira. Allí está la estrella de la luna —la estrella que señale estaba en la punta de una constelación con la forma del satélite natural—. La luna, siempre estando tan cerca y a la vez tan lejos del sol…
Esa constelación era la que nos recordaba cuando éramos enemigas en la universidad, debido a que compartíamos materias en la carrera universitaria. Si ella era la mejor en matemáticas, yo dominaba ciencias. Éramos tan opuestas, que nos habíamos ganado el apodo de "el sol y la luna". Como me gustaría que nos llamaran así de nuevo…
—¡Oh, mira nada más! Juraría que esa estrella había dejado de existir…
Esa brillante estrella dibujaba, junto a otras tantas, una bonita flor en el cielo oscuro. Esa era la estrella que representaba cuando habíamos viajado por el mundo. Twilight tenía la teoría de que esa constelación en especial nos seguía, pues sin importar en que parte del mundo estábamos ella creía ver una flor en el cielo.
Mire más atentamente el cielo. Tal parecía que las estrellas habían aceptado darme una última petición, porque no tarde en divisar la constelación que buscaba.
—Je, mira nada más Twi. —Sentí mis ojos llorosos, pero me negué a quebrarme en lágrimas—. Es esa… nuestra constelación…
En el cielo, una constelación mostraba lo que, según mi cerebrito, eran dos manos entrelazadas. Desde que Twilight había creído verlas, yo también empecé a divisarlas, por lo que decidimos que esa sería nuestra constelación. Y yo la había marcado como nuestra, la noche en que me incline ante ella pidiéndole matrimonio.
Ja, lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Twilight no había podido creerlo, y había empezado a sollozar cuando me vio arrodillándome, para terminar gritándome y besándome cuando le pregunte si aceptaría enlazarse conmigo para el resto de nuestras vidas.
Oh, mi amada Twi…
—¿Sabes, Twi? Purple Flame ya va a ser padre por tercera vez. La pequeña se llamara Twilight, como tú habías querido que hiciera. Y nuestra pequeña Flare… Esta grande, ¿sabes? Ya no es una pequeña. Ahora, ella debe estar viajando por el mundo, disfrutando de lo lindo la vida soltera. Volverá pronto aquí, a visitarme. Pero yo no anhelo que ella venga, no… Yo quiero que tu estés conmigo.
Su ausencia me seguía doliendo. Teníamos bastante edad, si, y habíamos vivido mucho. Pero aun nos quedaba una bonita vejez juntas… Si no fuera por él. Un chico con un arma había entrado a robar a nuestro hogar luego de que yo volviera del hospital por una enfermedad, por lo que estaba adormecida y cansada.
Cuando desperté, mi amor estaba desangrándose en el suelo, y el desgraciado que la asesinó escapaba por la ventana. Llore sobre el cuerpo de Twilight, mientras ella acariciaba mi cabello y mi rostro. La ambulancia estaba en camino, pero yo supe en ese momento que llegarían tarde.
Finalmente, mi amor murió en mis brazos, luego de besarme y despedirse de mí obligándome a prometer que no me rendiría, que seguiría adelante. Que no me ahogaría en lo que sería la soledad ante su ausencia, lo que sería mi condena el resto de mis días.
Oh Twi, lamento tanto no haber cumplido mi promesa, pero la felicidad esta negada a mi si tu no estas…
Pero hubo una cosa que si hice: cobre venganza. Use todo lo que tenía a mi disposición, pues la edad me había quitado mis habilidades físicas pero seguía siendo tan inteligente como siempre. Interrogue a algunos hombres, me enlace con la policía y empecé a perseguir al maldito que la asesinó.
El desgraciado no duró demasiado sin ser encontrado. Mis pequeños, Purple Flame y Flare lo encontraron siguiendo una pista, y antes de que la policía llegar lo habían molido a golpes. A pesar de lo que rogué, no permitieron que muriera desangrado, pero fue condenado a pudrirse en la cárcel el resto de su vida.
Ah, pero mi trabajo no terminó allí. Yo sabía que gran parte de los que estaban en la cárcel igualmente se lamentaban de lo que habían hecho, y se vengaban de personas como violadores… o asesinos.
Me asegure de correr el rumor de que ese desgraciado había asesinado a una mujer mayor solo para robar. Muchos, al enterarse de mi historia, no se lo perdonaron al asesino. Días después, me llegó la noticia de que ese desgraciado había sido ingresado nuevamente en el hospital luego de una golpiza que le dieron todos los reclusos.
Así que finalmente me retire, y volví a mi hogar. Al estar tan concentrada en vengar a Twilight, no había reparado en lo que sería volver a mi casa, y sentir la fuerte soledad que la llenaba ante la ausencia de mi chica morada.
No hubo noche en la que no llorara.
Parpadeé, sorprendida, al darme cuenta que me había perdido en mis recuerdos. Sonreí, y giré la mirada concentrándola en la tumba junto a la que estaba sentada.
"Twilight Sparkle. 1957-2015
Gran mujer, la mejor esposa y madre de todas"
Sonreí, sintiendo las lágrimas correr por mis mejillas, sabiendo que ya no sacaba nada con intentar retenerlas.
Y, entonces, sentí el apretón en el pecho.
Me lleve ambas manos al pecho, respirando agitadamente, pero sentía que no tenía el aire suficiente. A pesar de todo, seguí sonriendo, y eche mano a mi celular. Tanteé el teléfono de emergencia, y escuche el tono.
—"¿Mamá?" —me respondieron.
—Hijo… Mi amado Purple Flame… Te amo, díselo también a tu hermana… Dile a mis nietos que los amo… —susurré, empezando a ahogarme por la pérdida de aliento en esas palabras.
—¿Qué? ¡Mamá! Estas en el cementerio, ¿Verdad? ¡Vamos por ti!
—Nos vemos, hijo —susurré, clavando la vista en las manos entrelazadas del cielo—. Nos vemos, Twi…
El teléfono se deslizo por mi mano, y yo me desvanecí en una tentadora oscuridad.
…
Seguía aquí.
¿Por qué? ¿Qué dificultad tienes, mundo, con dejarme ir con mi amor?
No controlaba mi cuerpo. Tenía los ojos firmemente cerrados, pero mis sentidos estaban alerta. Escuche el sonido de una puerta, y un sollozo ahogado.
—Mamá… —reconocí la voz de mi pequeña Flare. Me hice una imagen de ella: sus ojos verdes y su cabello morado, siempre brillante y muy bien cuidado. Su piel que parecía bronceada por el sol, esa cara redonda que siempre la hizo parecer un bebé—… Estoy aquí. El idiota de mi hermano no ha querido entrar aun, pero…
¿Purple Flame estaba allí, fuera donde fuera que estaba? Me lo imagine igualmente. Sus ojos morados, dato curioso siendo un hombre, y su rebelde cabello pelirrojo. Su piel clara marcada por una cicatriz que se hizo cuando era solo un niño. Mis dos bebés habían elegido algún dato de nosotras para heredarlo, demostrando físicamente nuestro lazo.
—Mamá. —Mi pequeña me tomó la mano, y yo sentí el relieve de su mano derecha: cuando era pequeña, unos desgraciados le habían hecho un tajo en la mano, dejándole una horrible cicatriz—. No te confundas, te amo profundamente. Tú me adoptaste cuando mi familia natural me abandonó, y me cuidaste junto a mi mami. Pero… pero no seré egoísta, mamá. Y yo sé más que nadie, incluso más que el idiota de Purple que quieres ir con mi mami. Y yo no te lo prohibiré. —Flare dejo de hablar, y segundos después sentí sus labios contra mi frente—. Mereces descansar, mamá. Y yo sé que quieres verla de nuevo.
Hija, mi pequeña bebé… Te amo, recuérdalo siempre. Aunque quizás ya no pueda decírtelo más…
Escuche un llanto reprimido, y segundos después la oí saliendo de la habitación.
Mi cuerpo ya no ardía, pero igualmente anhelaba… irme. Pero escuche nuevamente el sonido de la puerta abriéndose.
—Sunset. —Esa voz… ¿Rainbow? No puede ser. Oh Dios, Dash…—. Vaya, no pensé que la próxima vez que te viera estarías así. Ha pasado mucho tiempo, ¿no? Y ahora, solo quedamos nosotras dos. Mira, Sunset, seré directa, además que por algún motivo sé que me escuchas.
Si, te escuchaba Rainbow.
—Yo también perdí a mi Fluttershy. —Partiste muy bien, Rainbow. Ella y Shy habían estado tan enamoradas como yo y Twilight, pero ambas habían tardado un tiempo más en casarse, además de que habían decidido no adoptar. Pero la vida también había sido cruel, y Shy falleció en un accidente automovilístico que destrozó la vida de Rainbow—. Y si, sufrí mucho. Pero no quise irme así como así, por lo que cumplí la lista de deseos de Flutter. La recuerdas, ¿verdad?
Si, perfectamente. Fluttershy había escrito una lista de cosas o lugares a los que le gustaría ir, pero yo sabía que no había podido terminar esa lista.
—Yo la complete. Hice cada una de ellas, en ello perdí gran parte de mi vida —susurró la que antaño había sido mi amiga velocista—. Ahora, soy vieja, y ya no tengo mi habilidad física de antaño. El tiempo no tiene piedad con nadie, y no te atrevas a reírte de como estoy yo. Antes mírate a ti.
Mi amiga rió, y yo igualmente sonreí internamente. Era verdad, el tiempo no se había detenido con nada, cosa que se evidenciaba en mi piel arrugada y en los pelos teñidos de blanco entre mi rebelde cabellera pelirroja.
—Pero ese no es el punto. Sé que tu gozaste casi toda tu vida con Twilight, Sunny, pero también sé que no quieres irte. No quieres dejar a tus hijos, te conozco. —Eso era verdad. Pero Flare ya me había dado su permiso… Rainbow suspiró fuertemente—. Lo que quiero decir es que… Sunset, veté, descansa. Lo mereces. Pero sabiendo lo testaruda que eres, probablemente aun no lo hagas. Ahora, solo quedamos tú y yo. Las demás ya están disfrutando descansar.
Okey, eso sí me dolió. Si, Rarity y Applejack habían ido a descansar juntas. Nadie sabe cómo ocurrió, pero sus hermanas fueron a verlas las encontraron a ambas durmiendo eternamente, abrazadas. Habían partido juntas.
Pinkie Pie, por su lado, había partido junto a Cheese Sandwich, su esposo. Ella había organizado nuestra última salida, antes de fallecer por un cáncer del que no nos quiso decir en la fiesta. A las semanas Cheese falleció en un asalto, por lo que ambos estaban juntos.
Rainbow rió, y yo la escuche levantarse. Luego, me dio un golpe en el hombro.
—Cuando vayas, Sunny… —la oí titubear, y supe que estaba eligiendo bien sus palabras—. Saluda a Flutter por mí. Dile que no me queda mucho tiempo aquí, pronto estaremos juntas. Y diles a todas que yo seré la última en irme.
Lo hare, Dash. Te lo prometo, por lo que más quieras, que lo hare…
Rainbow salió finalmente de la habitación, pero yo sentía que aún no podía irme. Tenía el permiso de mi hija y de mi amiga, pero faltaba alguien…
Alguien que entro en ese momento a la habitación.
—Madre… —Purple Flame. Mi hijo mayor—. Yo… Yo…
Hijo, oh, mi amado hijo. Escuche su sollozo, lo que unido a lo que me habían dicho antes Rainbow y Flare estaba terminando por partir mi corazón.
—Mamá… —Purple Flame me besó la mejilla—. Diré lo mismo que Flare: descansa. Mis pequeños sabrán lo geniales que eran sus abuelas. Seguirás viviendo, madre, en nuestros recuerdos. Sin ustedes, probablemente yo y Flare seguiríamos en un asqueroso orfanato o nos ganaríamos nuestras vidas en las calles. Te estaré eternamente agradecido por ello, madre. Y como no puedo devolvértelo, solo me queda pedirte que descanses. Y que abraces a mami por mí.
Hijo… El control volvió a mi cuerpo, por lo que deje que una pequeña sonrisa se dibujara en mi rostro. Quiero irme, por favor… Quiero ver a la única persona a la que no he visto tanto tiempo. Nos veremos pronto, Twi…
…
Abrí los ojos. ¿Pero qué? ¿Dónde estoy?
Mirara a donde mirara, solo veía una oscuridad infinita. Alcé una mano para intentar encontrar algo, y fue entonces cuando note un curioso detalle: mi mano no tenía una sola arruga. Me mire ambas manos, y luego los brazos. Tomé algunos mechones de cabello y los observe, ninguna sola cana.
Okey ya, ¿Qué paso?
Entonces, una luz me dejo ciega por un momento, provocando que me tapara con los brazos. Cuando pude ver de nuevo, todo el lugar se había iluminado fuertemente.
Pero eso no fue lo que llamo mi atención.
Frente a mi estaba ella. La mujer a la que había amado, a la que había dedicado mi vida y mi último pensamiento.
Twilight…
—Sunset. —Echaba de menos como sonaba mi nombre saliendo de sus labios. Ella sonrió, y abrió los brazos—. Bienvenida a casa, amor.
Salte a sus brazos. Ay Dios, ¡la estaba abrazando! Empecé a reír fuertemente, mi pecho vibraba de una manera gratificante mientras la levantaba y giraba con ella en brazos. Caí al suelo con ella encima de mí, pero eso no me importo.
Eso, y todo lo demás, dejo de importar en el momento en que ella juntó sus labios con los míos.
Tenía razón. Por fin estaba de nuevo en casa, y nunca más me iría.
…
Respuestas! :3
Dragón Espectral: … Decir que no seria mentir xD Los conoci y dije "quiero hacer algo de los pecados capitales" xD Espero te encuentres perfectamente, y hayas disfrutado el capitulo.
Bronislaw Ulianov: Gracias por el animo e inspiración, me hacían falta xD. Espero te encuentres perfectamente, y hayas disfrutado el capitulo.
Peebels Pek: Me alegra haber llegado a ese balance, pero me agrada mucho mas que te haya gustado el drabble 3 Espero te encuentres perfectamente, y hayas disfrutado el capitulo.
W: No, no me verán nunca escribiendo lemmon de verdad xD. Espero te encuentres perfectamente, y hayas disfrutado el capitulo.
AngelMariaNF: Buena idea lo de Purple Flame xD. Espero te encuentres perfectamente, y hayas disfrutado el capitulo.