Enemigos Siniestros
Chapter 6: La Historia de Discord
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"La Historia de Discord"
- ¡Oh cielos! ¡Oh cielos!
- ¿Pero que eran esas cosas?
- Sean lo que sean, debieron de atacar a los soldados que envíe a buscar a Thorax.
- ¡Tomaron la ciudad en menos de una hora!
- ¡Debemos aislar Trottingham y enviar a nuestras fuerzas a recuperarla!
- ¡Basta!
Ya llevaban al menos una media hora recorriendo el camino de vuelta a Canterlot y durante ese tiempo todos los asistentes de la reunión, se habían encerrado en la sala de conferencias del Expreso tratando de controlar sus nervios y alejar sus pensamientos de lo que habían vivido.
Celestia, no había hablado en esos minutos pero, tanto ruido la había alterado de más. Todos estaban consternados y Celestia solo quería tranquilizarse para poder aclarar sus pensamientos.
- Sé que esto es terrible, pero el discutir no ayuda en nada. Coronel Spitfire, ¿Cuánto tiempo tomará lanzar un contraataque?
- Si me da su autorización ahora princesa, no más de dos días.
- ¡Solicito permiso para que el Rainbow Squad se una!
- Negativo Rainbow Dash, ahora eres un soldado de la Guardia del Crepúsculo, depende de la princesa Twilight el permiso de unirte a la fuerza de ataque. Pero debido a su estado médico actual esa responsabilidad recae en Starlight Glimmer.
- No Rainbow, debemos proteger Ponyville.
- Escúchenme, si queremos lanzar el contraataque, antes debo dirigirme a Equestria para declarar el estado de… de…
- ¿Guerra? – Le preguntó Applejack la princesa Celestia.
- Así es Applejack – Todos intercambiaron miradas muy tensas y algunas yeguas cómo Rarity se habían desmayado de la impresión.
- Celestia, ahora más que nunca debemos hacer más sólida nuestra Alianza. No podemos dejar que nuestras diferencias nos separen.
- Cierto Cadence, lamento haberte inculpado de enviar alimento en mal estado, si hubiera habido una señal del ataque.
- ¿Princesa? Tengo algo que añadir. – Les habló Discord, poniéndose de pie.
- ¿Qué es Discord? – Le preguntó Celestia amablemente.
- Todos ustedes saben que yo soy un dios del Caos, mi magia es totalmente diferente a la de cualquier pony o ser mágico en Equestria. Las criaturas contra las que combatimos temo saber quiénes son y a quiénes sirven.
- ¿Podrías decirnos cómo se hacen llamar?
- Se hacen llamar Skavens y sirven a los Poderes Ruinosos de las Fuerzas del Caos.
Todos los presentes se quedaron en desconcierto.
¿Poderes Ruinosos? ¿Skavens? ¿El Caos?
Durante los milenios en que Celestia y Luna habían vivido en Equestria, jamás en sus vidas habían escuchado hablar de esos Poderes y desde luego no se había tenido noticia alguna de la presencia de Skavens en Equestria.
- ¿Cómo es que sabes esto Discord?
- Ya se los había dicho, yo era un Dios del Caos. Muchos siglos antes de que yo viniese a Equestria yo solía vivir en el Reino del Caos, un lugar lleno de maldad y miseria en dónde gobernaba en compañía de mis hermanos: Khorne el Dios de la Sangre, Nurgle Dios de la Pestilencia, Tzeentch Dios de la Magia y Slaanesh el Dios de los Abusos y la Lujuria. Había muchos más dioses, pero mis cuatro hermanos son las más poderosos de todos y se encargaron de destruir a los menores, sólo unos cuántos sobrevivieron cómo Hashut el Dios de la Oscuridad y la Gran Rata Cornuda el Dios de los Skaven. Mis hermanos tienen el terrible deseo de controlar y corromper los mundos de las especies mortales a cualquier costo, he visto los terribles actos que sus seguidores han hecho en su nombre para recibir sus dones y yo jamás compartí esos gustos. Mi magia del Caos no es para el uso del mal sino más bien para causar alboroto y diversión, nunca la habría usado para hacer lo que haría Khorne o Nurgle. Estas diferencias me llevaron a una guerra contra ellos, na cabe decir que fui derrotado ya que mis adoradores nunca fueron numerosos, sin embargo he sido siempre el favorito y protegido de mi hermano Tzeentch quién convenció a Khorne, Nurgle y Slaanesh de dejarme vivir a cambio de no volver a pisar el Reino del Caos por el resto de la Eternidad. Antes de partir a mi exilio pude escuchar a Khorne estar sumamente furioso con la Gran Rata Cornuda ya que al parecer se había revelado contra ellos y había amansado un enorme ejército de hombres rata llamados Skavens para enfrentarse a las legiones de Demonios de los cuatro dioses y apoderarse del mundo que mis hermanos trataban de conquistar llamado "El Viejo Mundo". Después me exiliaron a la Disformidad y anduve a la deriva de esa energía durante décadas hasta que finalmente logré escapar de ella y terminé aquí, el resto de la historia ya la conocen.
Durante todo el tiempo en que Discord contó la historia de su pasado y sobre el Reino del Caos nadie lo había interrumpido, todos habían guardado silencio y estaban muy impresionados por su anécdota.
- ¿Ya sabías de la existencia de estas cosas? – Le preguntó Celestia son una voz que reflejaba ira.
- Sí princesa, sabía de su existencia.
- ¿Y nunca nos lo dijiste? ¡¿Tienes idea de cuántas vidas pudimos haber salvado?!
- Princesa, sé lo que va a decir pero no podía estar seguro si los Skaven habían llegado a Equestria y no me explico cómo pudieron hacerlo.
- Discord, necesitamos ayuda y no creo que los Yaks y los grifos estén muy deseosos de ayudarnos.
- Hermana, recuerda que los Yaks son nuestros aliados y no dudarán en venir en nuestra ayuda. Sólo dudo de los grifos ya que a menos que vean un beneficio no entraran en esta guerra.
- Si me permiten un momento – Interrumpió Fluttershy – Creo que Discord debe buscar más ayuda.
- ¿Cómo quieres que consiga ayuda querida? – Le preguntó su amigo.
- ¿Podrías volver al Reino del Caos y pedirle ayuda a tu hermano Tzeentch?
- ¡¿Qué?! ¡Perdiste la cabeza! ¿No oíste todo lo que te hablé sobre ellos?
- Pero si dices que eres el favorito de Tzeentch creo que podrá venir a ayudarnos con los Skaven.
- ¡Sí lo hará! ¡Y después traerá a sus legiones de demonios e invitará a Nurgle, Khorne y Slaanesh a invadir su mundo!
- Pero puedes convencerlo de sólo ayudarnos.
- No lo entiendes Fluttershy, tal vez sea el protegido de Tzeentch, pero no por nada lo llaman "El Gran Mentiroso", no confío en él y además estoy exiliado. No puedo volver al Reino del Caos así como así.
- Entonces ¿Qué haremos? – Le preguntó Celestia a los dignatarios.
- Propongo que contengamos a los Skaven en Trottingham y a la vez debemos reunir un enorme ejército. Después atacamos y evitamos que se propaguen. Acabaremos con el enemigo rápidamente.
- No creo que los Skaven sean tan estúpidos para atacar una sola ciudad, deben haber más.
- ¡Es imposible! Si esas ratas hubiesen atacado más localidades me habrían llegado los mensajes y no he recibido nada en lo absoluto.
- Ya llegamos.
El tren comenzó a bajar la marcha y la ciudad de Canterlot se hizo visible. El tren finalmente llegó a la estación pero había algo muy raro, ya que la estación estaba concurrida de ponys de todas las clases.