Enemigos Siniestros
Chapter 4: Invierno Trágico
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"Invierno Trágico"
La noticia del ataque contra las princesas Twilight y Flurry Heart dejó a Equestria en un estado de shock. Afortunadamente ninguna de ellas había muerto, pero Twilight había sufrido una herida muy grave que la había puesto en coma, Flurry Heart no había sufrido más que unos cuántos golpes y quemaduras pero padecía un trauma muy fuerte que le impedía relatar lo sucedido y extrañamente había desarrollado una fobia incontrolable hacia las ratas.
Por desgracia Shinning Armor no había tomado muy bien la noticia del ataque y culpaba de ello tanto a Celestia cómo a su esposa Cadence minando las relaciones entre el Imperio de Cristal y Canterlot.
Pero esos no eran los únicos problemas, las nevadas de ese invierno pudieron compararse a las que sufrieron los ponys durante el ataque de los Wendigos, Celestia voló personalmente hasta Cloudsdale para exigir una respuesta, por qué los pegasos estaban enviando esta tormenta pero la alcaldesa le comentó a la princesa que unos vientos color azul alcanzaron a la ciudad y los controles de clima fallaron, lo que llevó a que el invierno llegará antes de tiempo y la tormenta tuviera esta intensidad, este no era el único problema, la falta de comida se resentía en toda Equestria, docenas de ponys murieron de hambre en su mayoría potros y viejos. Varios más perecieron a consecuencia del frío y tuvo severas repercusiones en las ciudades grandes en dónde hubo disturbios y saqueos en los almacenes de comida reduciendo mucho las reservas provocando más hambruna.
Celestia estaba desesperada, la nación que tanto amaba se estaba destruyendo así misma con la misma pasión con la que había nacido y esto la había llevado a un estado depresivo. Luna y Cadence seguían unidas tanto por Twilight y Flurry cómo su deseo de comprobar que Chrysalis era la culpable. Luna se haría cargo de Ponyville hasta que Twilight se recuperara, después volvería a Canterlot y Cadence continuaba gobernando el Imperio de Cristal sin embargo su distanciamiento con su marido la había vuelto un poco irascible y malhumorada.
Las medidas tomadas tanto por Celestia cómo por Cadence y Luna para conservar el orden eran muy infructuosas, para empeorar la situación la tasa de asesinatos y desapariciones comenzó a aumentar de manera drástica y por ello los disturbios aumentaron.
Tras tres terribles e interminables semanas de crudo invierno, Celestia solicitó una reunión tanto con su hermana y Cadence cómo con los principales líderes de Estado en Trottingham.
Sólo había unos seres que no resentían ningún tipo de problemas, al contrario, los estaban disfrutando. Los Skaven.
Ikit Claw y Queek habían estado causando severos daños a las ciudades equestres todos estos meses, enviando a sus asesinos a las más grandes ciudades cómo Manehattan, Yeguadelfia y muchas más desde dónde asesinaban ponys importantes o saboteando redes de comunicación o los almacenes que albergan la poca comida restante. Pero sin duda alguna, preferían secuestrar a los ponys ya que el Imperio Subterráneo estaba siempre necesitado de esclavos.
- Dime Snikch, ¿Ya eliminaste al alcalde de Las Pegasus?
- No se preocupe mi señor Ikit, no será un estorbo para la invasión. – Le respondió Snikch limpiando sangre de su daga con su lengua.
- Excelentes noticias, al parecer la tormenta mágica desatada tras el sacrificio de Thorax ha afectado la ciudad de los pegasos desde dónde sale el clima provocando esta feroz tormenta, lo que nos permite lanzar incursiones rápidas sin que nadie pueda detenernos.
- ¿El nuevo Pozo Infernal ya está listo?
- Sí, la primera dotación de bestias está lista para el ataque, pero Blistrox quiere que le suministre más guerreros. Se lo concederé, pero no especificó que guerreros quiere, le enviaré esclavos. Snikch quiero que prepares al clan Rictus para la ofensiva contra Corcel York, captura a tantos como sea posible y dile a Blistrox que organice al clan Pestilens para atacar Trottingham conmigo. Queek se encargará de Griffinstone, el resto de tropas de nuestros clanes debe subir a la superficie y corromper la tierra, los dejaré sembrar el terror para que disfruten del botín de guerra, al final nos uniremos para atacar las ciudades de los pegasos y las fortalezas de Canterlot y el Imperio de Cristal.
- Lo haré mi señor, organizaré a mis mejores guerreros para el asalto, después de todo se reunirán las princesas restantes en Trottingham quizás sea nuestra mejor oportunidad para eliminarlas.
- Sí, tienes razón, haz lo que te ordené pero infíltrate en la ciudad con una decena de tus mejores acechantes nocturnos, mantenme comunicado para que el día en que ellas se reúnan lancemos el ataque.
- Sí señor Ikit – Antes de que Snikch se retirara de la presencia de Ikit, otro Skaven muy diferente a Ikit o a Snikch apareció. Estaba lleno pústulas y heridas gangrenadas que no parecían importarle en lo absoluto y emanaba un olor a carne podrida.
- ¿Quién eres? Asqueroso ser de Nurgle
- Soy Ugglanitch, esclavista del clan Pestilens señor Ikit Claw. Tengo noticias muy alarmantes señor. Parece ser que la alicornio Luna, organizó una expedición armada que se dirige al Pozo Infernal, al parecer quieren comunicarse con la colmena de los simuladores.
- No se han dado cuenta de que la colmena cayó hace días, ve al Pozo y dile a Queek que prepare una fuerza para interceptar la expedición. No podemos permitir que nos descubran, no aún.
- Sí señor. – Al terminar de recibir las instrucciones Ugglanitch se metió por un túnel y desapareció.
- Odio al clan Pestilens, de todos los que debieron ser exterminados por las lagartijas, no esperaba que ellos sobrevivieran, pero al menos Nurglitch murió durante el asalto de Itza. Ve Snikch, prepárate para la guerra.
El Skaven le dedicó una reverencia a Ikit y se metió por otro túnel dónde desapareció.
Mientras tanto, la Princesa Celestia se preparaba para su reunión en Trottingham que ocurriría una vez que el clima apaciguara o los pegasos recuperaran el control de Cloudsdale, Cadence había accedido a reunirse con ella, Shinning Armor también había accedido a ir a la reunión y Luna no había contestado la carta. Flurry no tenía ningún interés en salir de la seguridad del Imperio de Cristal, de hecho, según Sunburst era probable que no se recuperara del todo. Starlight Glimmer (que acababa de recuperarse) también había sido convocada para ocupar el lugar de Twilight junto con el resto de sus amigas, la coronel Spitfire también fue invitada a la reunión, varios consejeros de Celestia también debían asistir y por último también Discord fue invitado.
Los días pasaban y llegó el día de celebrar la Noche los Corazones Cálidos, que en vez de ser una celebración feliz fue recibida con una amarga tristeza en Equestria ya que las malas noticias no paraban de llegar, lo único que le hacía ilusión a Celestia era la reunión de Trottingham a la que Luna había decidido asistir y había dejado Ponyville en los cascos de Starlight y sus amigas para volver a Canterlot de inmediato.
Finalmente pasaron dos de los tres meses de invierno. Y las nevadas habían menguado pero no habían desaparecido en su totalidad, sin embargo presentaba las condiciones óptimas para poder viajar y de inmediato Celestia envío mensajes para anunciar la fecha de la reunión planeada para dentro de cinco días.
No contaba que una vez más, los Skavens estaban al pendiente de sus movimientos y habían interceptado el mensaje enviado a través de su magia.
Lejos de ahí, en un castillo de cristal, ubicado en Ponyville en una cama de cristal, se encontraba inconsciente una alicornio de color morado y sentada en una silla estaba una unicornio de color rosa claro y una melena púrpura con una franja verde agua, le leía un libro de Daring Doo en voz alta, parecía albergar la esperanza de verla despertar de un momento a otro. De repente la puerta la habitación se abrió aparecieron cinco yeguas:
Rarity
Applejack
Fluttershy
Pinkie Pie
Rainbow Dash
A pesar que habían pasado veinte largos años, no habían envejecido ni un poco, ya que sus heroicos actos a lo largo de los años, fueron recompensados por la Princesa Celestia otorgándoles el don de la Vida Eterna para estar siempre cerca de Twilight y seguir llevando Amistad y Armonía.
- Hola Starlight, ¿Interrumpimos algo querida?
- ¡Oh! Hola Rarity – le respondió Starlight, cerrando el libro – No te preocupes, no era nada importante.
- ¡Ay terroncito de azúcar! Llevas más de un mes leyéndole a Twilight y no da ninguna señal de que despertará pronto.
- Pero puede despertar de un momento a otro, no puede quedarse así para siempre.
- Starlight créeme, ninguna de nosotras dio crédito a las palabras de los médicos, pero cuándo la encontré me sorprendió que siguiera viva, así que debemos estar agradecidas a que no haya muerto. Pero juro encontrar al que la puso así y va a sentir mi ira. – Expresó Rainbow llena de furia.
De pronto en el arco de la puerta apareció Spike, era un poco más grande que hace veinte años, pero seguía siendo el mismo dragón de siempre.
- ¡Chicas! – Estaba jadeando y tenía un pergamino en la mano derecha – Tengan, es de la princesa Celestia.
Starlight tomó el pergamino con su magia, lo desenrolló y comenzó a leerlo en silencio, dos minutos después, dejó de lado el pergamino y les dio el mensaje.
- Bueno tenemos que ir a una reunión, chicas.
- ¡Wii! ¡Una fiesta!
- No Pinkie Pie, no es una fiesta – Le dijo Rainbow.
- Así es, debemos ir a Trottingham, la princesa Celestia ordenó que todas debemos estar presentes ya que hay un asunto de máxima urgencia que se tiene que aclarar.
- ¿Qué crees que sea Starlight? – Le preguntó Fluttershy.
- No lo sé, a lo mejor es para hablar sobre la crisis actual, debemos partir pero no podemos dejar a Twilight sola.
- No se preocupen, yo me quedaré y voy a cuidarla bien.
- Gracias Spikey-Wickey, pero será mejor que alguien más venga a ayudarte.
- Sí, le pediré a Trixie que te ayude, un par de cascos extras nunca vienen mal.
- Gracias Starlight, les ayudaré a empacar.
Unas horas después, las chicas habían reunido lo necesario para viajar y Spike las llevó personalmente hasta la estación de tren que gracias a la reducción de la tormenta por fin podría salir pero sólo se haría el viaje exclusivo para las chicas y llevarlas a Trottingham. En el Imperio de Cristal, Sunburst se quedaría a cargo del Imperio de Cristal mientras Cadence y Shinning Armor se dirigían a la reunión en el Expreso de Cristal.
El camino pudo haber sido tranquilo de no ser por las paradas repentinas del tren debido a que en ocasiones paraba repentinamente para despejar los montones de nieve o descongelar las vías. El viaje duró tres días para Starlight y sus amigas quiénes al llegar a Trottingham fueron recibidas por un gran contingente de soldados de la Guardia Solar y algunos más de la Guardia Lunar, de inmediato y sin vacilar las llevaron a uno de los mejores hoteles de la ciudad que se había convertido en la sede de la reunión.
- ¡Oh por Celestia! ¡Estamos en el Royal Alicorn Palace! – Exclamó Rarity con los ojos abiertos como platos.
- ¡Por mis establos! Esto es más lujoso que el mismo castillo de Canterlot.
- Sí, sólo miren los pilares – Exclamó Starlight – Están hechos de mármol y adornados con oro y diamantes.
- Es obvio querida, Trottingham es una de las ciudades más ricas de toda Equestria.
- Bueno, creo que debemos buscar nuestras habitaciones.
- Sí es verdad, estoy un poco cansada. Deberíamos ir a dormir de seguro tendremos algo que hacer mañana.
- ¡AHHH!
- ¡¿Rarity?! ¿Qué sucede? – Le preguntaron sus amigas al unísono.
- ¡Una rata!, ¡Una asquerosa rata paso corriendo por mi casco! ¿Dónde está el gerente? ¡Cómo pueden tener semejante plaga en este divino lugar! – Rarity dio media vuelta muy ofendida y se dirigió hacia la recepción.
- No quiero estar aquí cuando comiencen las quejas de Rarity, voy a dormir un poco – Rainbow se dirigió a un trabajador que estaba aguardando en el ascensor y este les entregó a las chicas, las llaves de sus habitaciones correspondientes y media docena de trabajadores las ayudaron con su equipaje.
En cuánto Starlight llegó a su suite en el hotel se quedó mirándola con aire alicaído, en vez de estar ahí esperando a una reunión a la que no tenía interés alguno en asistir, preferiría estar en el castillo de Ponyville, cerca de Twilight, cerca de su mejor amiga.
Al día siguiente había dejado de nevar por fin y por primera vez, los ponys estaban disfrutando de la nieve. Casi al mediodía, arribó al hotel la Princesa Celestia y la princesa Luna, ambas custodiadas por un gran número de guardias dirigidos personalmente por Spitfire. Al ver a las princesas todos los que estaban en la recepción el hotel les dedicaron una reverencia y Celestia explicó que Cadence y Shinning Armor estaban arribando a la estación junto a varios delegados más. Sólo faltaba Discord quién se apareció en frente de la multitud haciendo sus clásicas bromas y sandeces que esta vez no consiguieron arrancar ni una sonrisa.
- Gracias por venir todos, en serio, se los agradezco de todo corazón, cómo sé que desean volver a sus hogares cuánto antes, la reunión se celebrará de inmediato en el salón principal…
- ¿No falta el delegado de Manehattan y el de Balticrin? – Le espetó furiosamente Shinning Armor irrumpiendo en la entrada seguido de Cadence.
- No llegaran – Al escucharla todos miraron a Celestia desconcertados – Al parecer el tren en el que viajaban sufrió un accidente, nadie sobrevivió.
Todos los presentes se miraron horrorizados y sin decir una pregunta más entraron al salón siguiendo a las dos hermanas.
- ¡Fluttershy! ¿Cómo estás mi querida amiga?
- ¡Oh! – La pequeña pegaso amarilla había estado muy pegada a una pared durante el discurso de Celestia - Hola Discord, he tenido mejores días.
- ¿Qué haces con esa rata? – Le preguntó al ver al roedor entre la melena de su amiga.
- La estaba ocultando de Rarity, es que pidió que viniera un exterminador y quiero ponerla a salvo, pero la reunión ya va a comenzar.
- Dámela.
- Toma, procura no lastimarla.
Discord tomó a la rata en su garra de águila, en cuánto la vio puso una cara de desconcierto y asco.
La rata secretaba una asquerosa sustancia de color verde, sus ojos de color rojo lo miraban con profundo odio y sobre su espalda aparecía una marca extraña. Un rombo cruzado por un hueso y una flecha.
- Siento ver esta marca hace muchos milenios – Pensó Discord.
- ¿Te ocurre algo Discord?
- ¡Oh! Lo siento Fluttershy, tranquila la regresaré con los suyos – Dando un chasqueo la rata desapareció.
- Bueno, debemos entrar ¿No?
- Sí, buena idea Fluttershy, buena idea.
Muy abajo, en una de las alcantarillas de la ciudad, bajo los cascos de muchos ponys que disfrutaban por fin de un hermoso día de invierno. Miles de letales guerreros Skaven tomaban posiciones, preparados para lanzar el ataque una vez se diera la señal.
- ¡Blistrox! Quiero a tus Monjes preparados para la acometida, les daré apoyo con mis lanzallamas de disformidad y mis guerreros. – Le gritó Ikit a un Skaven que estaba orando y al verse interrumpido se dio la vuelta.
Blistrox era un Sacerdote de la Plaga muy poderoso del clan Pestilens, era demasiado grande para ser un Skaven normal, sin embargo gozaba de una fuerza y agilidad sorprendentes, pero era muy extremista y terriblemente sádico, a pesar de ello, su saber de la Magia de la Plaga era muy valorada por Ikit al igual que su lealtad que le expresaba por darle el control del clan Pestilens tras la muerte de lord Skimanx después del fallido intento de derrocar a Ikit y a Queek.
- Estaba orando Ikit – Le respondió tratando de ocultar la ira en su voz.
- Lo sé, pero la batalla va empezar dentro de poco y no sólo aquí, lo sabes, necesito que te retires de aquí y dejes a tus Monjes bajo mis órdenes. Quiero que supervises a nuestra artillería para comenzar el bombardeo y ayudes en el ataque frontal.
- Sí, Ikit. Sólo una cosa te pido a cambio.
- ¿Cuál será?
- Dame el control de los Diablos de Asalto.
- Sabes que no están en condiciones de luchar aún, pero podrás usar unos regalos, la última camada que salió del Pozo Infernal, me han dicho que mataron a casi todos sus domadores desde que nacieron.
Blistrox sonrió con sus colmillos podridos y seguido por sus Alimañas se marchó por una de las cloacas.
Ikit, se quedó rodeado de varios guerreros que seguían preparándose para pelear mientras algunos de ellos traían ratas del tamaño de perros amarrados con cadenas que no paraban de gruñir y mostrar sus afilados dientes, de repente una rata de color verde llegó por la cloaca y se subió al hombro de Ikit y comenzó a chillarle al oído de forma silenciosa.
- Sí, sí, pequeña – Ikit tomó a la rata con su garra mecánica y comenzó a pasearla entre los dedos – Al parecer, todos han llegado a la reunión – Ikit sujeto a la rata con su garra y a ejercer presión sobre ella – Entonces, ya es hora, ¡El fin de los ponys ha llegado hermanos! – Ikit chilló y los Skavens del túnel lo imitaron mientras el devoraba la cabeza de la rata.