Capítulo 12

"La caída de un rey"

Sin aviso alguno empezaron a escucharse múltiples trotes por los pisos superiores y las puertas de las celdas en el calabozo comenzaron a cerrarse.

- ¡Nos descubrieron! Twilight necesito que salgan de aquí.

- ¡No te dejaremos Zecora! Vamos a ayudar… ¡Ahhh!

De uno de los muros un rayo de color negro se impactó contra el cuerno de Twilight, cubriéndolo de cristales oscuros diminutos, después un segundo rayo impactó a Sunset Shimmer produciendo el mismo efecto.

- ¡Debemos salir de aquí ya! – gritó Zecora llevando sobre su lomo a la princesa Celestia, que estaba inconsciente y llena de todo tipo de heridas.

- ¡No puedo usar mi magia! Tampoco Sunset, debemos correr hacia la salida.

Y a tiempo, antes de que pudieran reaccionar, Sunset pudo ver que la parte transparente del muro estaba cerrándose y de inmediato comenzó a correr hacia la salida en compañía de las otras y justo cuándo Zecora pasó por él, la entrada quedó sellada.

Sin demora se dirigieron a la salida a través de los túneles, pero no bien habían avanzado más que unos cuántos metros cuándo una enorme marea de changlings comenzó a salir de todas direcciones, los muros y el techo muy pronto estaban cubiertos de ellos, posteriormente el camino se vio bloqueado.

- ¡Nos atraparon!

- Aún tenemos una última ruta de escape. El puente de Querath – dijo Zecora señalando un acantilado y cerca de él un puente de piedra pequeño.

- Andando – dijo Twilight.

Comenzaron a correr, los changlings las seguían de cerca, incapaces de usar su magia para defenderse sólo podían huir y esperar a que el resto de sus amigas estuvieran a salvo. El puente estaba cerca y los changlings cada vez más pero las yeguas no reducían su velocidad, cuando sólo faltaban unos metros un rugido muy potente resonó en la cueva haciéndola temblar y deteniendo a los changlings en seco. Por un momento el miedo había paralizado a todos, de repente un aura de color naranja comenzó a asomarse entre la oscuridad, seguido de atronadores sonidos de pisadas y más rugidos desgarradores.

- ¡Es él!

- ¡Corran hermanos! ¡Corran por sus vidas!

Tan rápido cómo los changlings, habían salido en persecución de las chicas se habían vuelto a meter en sus agujeros y recovecos dejando a las yeguas a merced de tan terrible criatura.

- ¿Qué es este nuevo horror Zecora? – le preguntó Sunset invadida por el miedo.

Zecora no dijo nada simplemente cerró los ojos mientras aquella bestia gigante se acercaba lentamente hacia ellas, después los abrió pero su mirada de compasión se convirtió en una llena de odio puro.

- Es Spike, está corrompido por la magia oscura de Chrysalis y Sombra combinadas, además lo sumergieron en lava del Tártaro. Me temo que en su corazón sólo existe un deseo y es el de matar.

- ¿Qué haremos? Necesito al resto de mis amigas para activar los Elementos.

- No servirá de nada, la maldad dentro de Spike es muy diferente, lo han reducido a sus instintos más salvajes. Sólo muestra su verdadera naturaleza. ¡Vámonos!

La persecución volvió a reanudarse, mientras el enorme dragón se acercaba lanzaba bolas de fuego con toda la intención de matar. Finalmente habían llegado al puente, sin demora Sunset fue la primera en cruzar, al llegar al otro lado comenzó a tallar su cuerno contra una de las rocas para poder desprenderse los cristales que lo cubrían. Twilight también cruzó el puente pero otra de las bolas de fuego la hizo perder el equilibrio y la hizo caer, afortunadamente gracias a sus alas logró salvarse de una atroz muerte ya que al fondo del puente había estacas de piedra.

Tras llegar al otro lado, vio que Sunset ya había terminado de retirarse los cristales, pero su cuerno había quedado muy afilado dándole un aire siniestro, antes de que pudiera decirle algo se puso a lanzar rayos contra la criatura que se acercaba, Zecora en cambio se había quedado muy atrás con Celestia aún inconsciente sobre ella.

- Sunset, necesito de tu ayuda, levita a la princesa hacia ustedes – Sunset dejó de atacar a Spike y usó su levitación para atraer a Celestia hacia ellas.

- ¿Ahora qué?

- Ayuda a Twilight a que recupere su magia – Zecora comenzó a cruzar lentamente el puente pero se detuvo a la mitad.

- ¿Qué haces? – Le preguntó Sunset

Casi de inmediato una lluvia de hechizos, provenientes de las paredes comenzó a bombardear el puente y Sunset no podía proteger tanto a Celestia cómo a Twilight o Zecora. Sunset usó un hechizo de desvanecimiento sobre el cuerno de Twilight para retirar los cristales, posteriormente llevó a Celestia hasta una roca cercana y la depositó en el suelo suavemente.

- Twilight necesito que hagas un escudo y protejas a Celestia con él. Ayudaré a Zecora con los changlings.

Mientras Twilight usaba su magia para crear el escudo Sunset volvió al puente y pudo ver a la bestia que alguna vez fue también un querido amigo.

Spike era al menos veinte veces más grande, sus escamas ya no eran moradas o verdes, las de su cuerpo eran de un color gris roca, su cuerpo también estaba agrietado por dónde emanaba lava, las espinas de su lomo eran de color negro iguales a la obsidiana que estaban terriblemente deformadas, sus garras ahora eran de hierro el cual parecía que se lo habían incrustado al igual que sus colmillos, sus ojos eran idénticos a carbones encendidos y sólo mostraban una sed insaciable de sangre.

Sunset estaba paralizada de la impresión pero no podía permitir que el miedo la controlase, reuniendo mucho valor comenzó a correr hacia el puente en dónde estaba Zecora, pero un nuevo hechizo por parte de los changlings le cortó el paso, al voltear hacia el muro pudo ver a más de una docena de ellos que se dirigían hacia ella lanzando hechizos a diestro y siniestro, por lo que no le quedó opción más que hacer un escudo y resistir.

Mientras tanto Zecora, estaba parada a mitad del puente sin moverse e ignorando los hechizos que le lanzaban los changlings, sólo veía fijamente a Spike quién rugía lleno de furia y de inmediato lanzó un torrente de fuego contra Zecora, quién levantó uno de sus cascos para bloquearlo, cuándo el fuego se disipó Zecora estaba a salvo.

- ¡El Fuego Oscuro no te ayudará en nada bestia! ¡No contra la Flama de la Luz! – Al pronunciar estas palabras los ojos de Zecora se tornaron de un color amarillo y un aura dorada comenzó a rodearla.

Spike sólo rugió cuándo Zecora comenzó a recitar lo que parecía un antiguo cántico de su tierra natal, Spike volvió a rugir de forma atronadora y se lanzó contra Zecora blandiendo sus garras metálicas en el aire amenazándola con cortarla en dos, pero antes de que el la atacara, Zecora se alzó en el aire y con una voz atronadora que opacó el rugido de Spike gritó:

- ¡Tú no lograrás pasar! – Y se lanzó contra el puente golpeándolo con sus cascos.

Una nube de polvo se levantó del puente y por un momento no ocurrió nada, Zecora volvió a tierra y daba la impresión de que estaba por desmayarse. De repente el puente comenzó temblar y aparecieron varias fisuras en la roca, Spike guiado por su instinto asesino volvió a rugir y atacó, pero después de dar el primer paso el puente cedió y Spike al carecer de alas cayó con él.

- ¡Zecora! Lo lograste – Le respondió Sunset mientras los hechizos de los changlings seguían golpeando su escudo.

Pero en un parpadeo una bola de fuego golpeó la mitad del puente en dónde estaba Zecora seguido de un atroz rugido de dolor, las fisuras se extendieron por toda la roca mientras Zecora, demasiado débil para correr levantó la mirada mientras Sunset veía horrorizada tan devastadora escena y con una clara señal de preocupación en su voz dijo:

- ¡Por Equestria! – Zecora dio una suave pisada sobre el puente y éste cayó.

- ¡Nooo! ¡Zecora!

- ¡Sunset Shimmer al suelo!

Apenas consciente de lo que estaba sucediendo un rayo dorado golpeó los muros y los changlings que estaban ahí se carbonizaron, Sunset levantó la vista y pudo ver a la princesa Celestia atacando a los changlings con una habilidad que no se había visto nunca.

- Sunset, ¿dónde está Zecora? – le preguntó Twilight cuándo ella bajó su escudo.

Sunset no le dio una respuesta, simplemente salió corriendo hacia el acantilado con la vana esperanza de ver a Zecora a salvo, pero al asomarse sólo vio humo y mucho polvo, con ayuda de la magia de Celestia quién finalmente había derrotado a los changlings disipó el polvo y pudo ver el fondo del barranco.

Spike estaba empalado, por todas partes se podían ver agujeros en dónde emanaba lava que Sunset supuso que debía ser su sangre, apenas estaba respirando y unos metros más adelante estaba Zecora, tres estacas de piedra le habían atravesado el cuerpo, claramente había fallecido.

- No, ¡por favor no! ¡Esto es una pesadilla! ¡No está pasando esto! – Sunset rompió a llorar.

De inmediato sintió un abrazo y al abrir sus ojos vio que Celestia la tenía rodeada con sus alas, cómo cuándo una madre trata de consolar a su hija.

- Sunset Shimmer, has demostrado una valentía, honorabilidad y temple digna de admiración, a pesar de las adversidades y las difíciles decisiones que has aceptado tomar no permitiste que quebraran, tú espíritu. Estoy muy orgullosa de ti.

- Princesa… Yo… No sé qué decir pero… - Antes de que pudiera terminar su oración, Celestia le había tapado la boca y alzó la cabeza en señal de preocupación.

- Después hablaremos Sunset, pero me temo que vienen más enemigos, debemos irnos. ¿Twilight?

Nadie lo había notado pero Twilight no se había apartado del risco y sólo veía al gigantesco dragón que lanzaba sonidos de agonía que parecían pedir auxilio.

- Twilight debemos irnos, no podemos ayudarlo. - Le respondió Sunset poniendo un casco sobre su hombro.

- Lo sé, pero tampoco quiero que sufra, me recuerda a mi perro.

Twilight usó un nuevo hechizo contra una de las estacas de piedra y la partió en dos. La levitó hasta colocarla a la altura del corazón de Spike, la lazó pero no pudo descargarla contra él.

- ¡No puedo! ¡No puedo hacerlo!

- Tranquila, tranquila, lo entiendo Twilight. – Le dijo Sunset tranquilizándola

- Aun lado – Celestia pasó entre las dos jóvenes yeguas, usando su magia tomó la estaca levitada de Twilight.

- Váyanse – Les ordenó Celestia

- Pero princesa.

- ¡Ahora!

Sunset, tomó a Twilight por su casco y echó a correr por el sendero mientras Celestia se quedaba al borde del acantilado viendo cómo Spike agonizaba. Mientras Celestia seguía viendo la triste escena podían oírse los zumbidos de una gran horda de changlings que se aproximaba a su posición.

- Spike, lo lamento mucho, sé que no tendrías nunca el deseo de lastimar a ningún poni, pero la magia oscura que te introdujeron te llevo a esto, sólo espero que me perdones, a pesar de que seas un dragón siempre serás un hijo de Equestria.

Celestia levantó la estaca y antes de descargar el golpe mortal pudo ver que los ojos de Spike se habían vuelto a tornar de color verde de dónde brotó una gran lágrima y cuándo Celestia cruzó su mirada con la suya pudo comprender una palabra en los ojos de Spike:

• Hazlo.

Celestia cerró los ojos y descargó la estaca sobre el corazón de Spike, se escuchó un atronador rugido que sacudió la caverna y después todo quedó en profundo silencio.

Incapaz de mirar lo que había hecho, la blanca alicornio extendió sus alas y voló en la misma dirección que las yeguas habían tomado, tras haberlas alcanzado las rodeó con sus alas y se tele transportaron fuera de la cueva en dónde estaban el resto de las chicas.

- ¡Sunset! ¡Twilight! Me alegra verlas a salvo y ¿Dónde está Zecora? – Rarity se acercaba trotando hacia ellas con lágrimas en los ojos y el resto de sus amigas se le unieron.

Sunset negó con la cabeza al igual que Twilight y las chicas sintieron cómo si un miembro de su familia se hubiera ido para siempre.

- ¡Oh! Usted debe ser la princesa Celestia - Acto seguido le dedicó una profunda reverencia al igual que las demás.

- No es necesario jóvenes ponis, pero me temo que debemos irnos antes que… ¡Cuidado!

Celestia se lanzó al frente de Rarity y creó un escudo que detuvo una lanza de cristal negro y punta roja, idéntica a la que habían usado para matar a Discord.

- Vaya, vaya. Veo que dos semanas en el calabozo con nuestras sesiones de tortura sobre ti y tus súbditos ha mejorado tus habilidades ¿No Celestia?

- ¡Sombra! ¡Revélate cobarde!

Una mancha oscura se formó en un extremo del prado en dónde estaban las chicas, de ella emanaron una especie de tentáculos oscuros y de ellos surgió una vez más el aterrador Rey Sombra, sólo que esta vez traía consigo una hoz y estaba envuelto en una armadura.

- Esto será muy interesante – Exclamó al ver a las yeguas que se habían encogido de terror al verlo.

- ¡Tú! Vas a pagar muy caro tus crímenes junto con Chrysalis.

- ¡Ja! Primero vénceme y después hablaremos Celestia.

Sin esperar respuesta Sombra pegó un gran salto y descargó un gran golpe contra Celestia con su arma quién con ayuda de la magia de Sunset, Twilight y Rarity había logrado repeler con su escudo, Celestia se recuperó rápidamente y comenzó a lanzar rayos contra Sombra pero él simplemente los esquivaba, Rarity, Sunset y Twilight lanzaban hechizos contra él, pero Sombra no dejaba de esquivarlos y también lanzaba ataques contra ellas, después Rainbow, Applejack y Pinkie Pie se unieron a la lucha tratando de cocear al unicornio. Por más de treinta minutos, Sombra y las yeguas lucharon sin mostrarse piedad alguna, de repente la lucha se interrumpió cuándo Derpy pasó volando rápidamente y se estrelló contra Sombra volviéndolo a dejar aturdido.

- ¡Upps! Perdón – dijo sentada sobre la cabeza de Sombra.

- ¡Ahora! Usemos los Elementos de la Armonía.

Las yeguas se pusieron en una formación que asemejaba a un corazón y se concentraron en darle energía a sus elementos, finalmente Twilight que estaba en el centro de la formación descargó su poder (un arcoíris) contra Sombra quién al recibir el impacto, fue rodeado por el hechizo que comenzó a absorberle la magia oscura de su interior, al final su cuerno que aún conservaba su color y compostura original, se rompió en dos.

Un pedazo rodó hasta dónde estaba Sunset quién se quedó viéndolo de forma extraña. Cuándo las chicas terminaron pudieron ver que, en dónde había estado Sombra ahora había un potrillo muy joven que no tenía su cutie-mark y su cuerno estaba roto, sólo alzó la vista hacia Twilight y se desvaneció en el suelo para disiparse en el viento cómo si fuese hecho de ceniza.

- Sombra, al fin se ha ido – Exclamó Celestia con una respiración entrecortada.

- No, no se ha terminado, Sunset dame el cuerno de Sombra para destruirlo de una vez – Dijo Starlight extendiendo su casco hacia Sunset quién seguía viendo el cuerno de Sombra.

- Sunset Shimmer, dame ese cuerno ahora.

- No

- ¿Qué acabas de decir? – le preguntó Starlight en un tono muy agresivo.

- No dejaré que destruyas el cuerno por…

- ¡Dámelo ahora! Ese maldito mató a Thorax y no voy a permitir que el cuerno que me quitó a mi amigo siga en Equestria ni un minuto más.

Starlight se dispuso a quitarle el cuerno a Sunset por la fuerza pero Twilight se puso frente a Sunset con sus alas extendidas y sus amigas la siguieron.

- ¿Qué hacen? ¡Apártense!

- No Starlight, no vamos a dejar que la lastimes, estaba a punto de explicar por qué no podemos destruir el cuerno y tú la interrumpiste. El odio que llevas en tu interior contra Chrysalis y Sombra te está cegando, así que mejor déjala terminar.

Starlight estaba furiosa pero obedeció a Twilight y bajó la guardia aunque no dejaba de ver el cuerno de Sombra con sus ojos cargados de odio puro.

- Ahora Sunset Shimmer serías tan amable de decirnos ¿Por qué no podemos destruir el cuerno de Sombra? – le preguntó amablemente la princesa Celestia.

- Amigas mías, Princesa Celestia, Starlight, sé que sonará a una locura pero no podemos destruirlo por qué… dentro del cuerno hay alguien.

- ¡¿Qué?! – el grito fue unísono entre las ponis.

- Mírenlo ustedes mismas.

Sunset levitó el cuerno hasta Celestia quién lo tomó y comenzó a examinarlo haciendo mucho esfuerzo con su vista, de pronto se detuvo, su mirada estaba fijada en el centro del cuerno y sus ojos comenzaron a anegarse en lágrimas de felicidad.

- No, creí…creí que habías muerto – Celestia parecía estar al borde del colapso por que abrazó el cuerno y comenzó a llorar de alegría.

- ¿Princesa? ¿Le ocurre algo? – Twilight se acercaba con cautela hacia Celestia, con una pizca de miedo y confusión.

- ¡Está viva!

Diciendo esto les mostró el cuerno a las chicas quiénes se fijaron en un diminuto punto de color rosa claro que estaba de espaldas pero al voltearse las chicas se llevaron una gran sorpresa:

• Dentro del cuerno se encontraba una joven alicornio bebé.

Nota: A todos los lectores de esta historia, espero estén disfrutándola por que dentro de poco llegará a su fin, sin embargo debido a que haré mi examen de ingreso a universidad en unas semanas detendré mis proyectos tanto de The End Of Friendship cómo de Enemigos Siniestros así que no subiré nuevos capítulos hasta que el examen haya pasado, por lo tanto el nuevo capítulo estará disponible hasta finales de Junio a principios de Julio. Sin más que decir les envió a todos un saludo.