Dusk Shine en busca de la Felicidad
Chapter 13: Una mañana que nunca acaba
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La noche anterior…
Luego de haber conseguido las llaves de la biblioteca y de haberse despedido de Rarity, Dusk y Spike habían comenzado su camino en dirección hacia la biblioteca, aún pensando en la elegante unicornio, y aunque ambos pensaban en lo mismo, su forma de hacerlo era muy distinta. Dusk seguía sorprendido y agradecido por la enorme generosidad de Rarity, en tanto Spike no dejaba de fantasear con la yegua blanca, imaginándola caminando grácilmente, agitando su hermosa melena y viéndolo con sus bellos ojos azules, lo que hacía que de tanto en tanto Spike soltara un suspiro de amor, pensamientos que no dejó de tener incluso cuando llegaron a la biblioteca.
Una vez llegaron a las puertas de la biblioteca, Dusk miró el enorme árbol que en sí era la biblioteca, una construcción mucho más humilde si se le comparaba con la gran biblioteca de Canterlot, pero que quedaba muy adecuada para un pueblito lindo y humilde como Ponyville. Dusk tomó la llave, abrió la puerta y junto a Spike entraron junto a todas las cajas que había levitado Dusk y que contenían los libros de la biblioteca. Una vez dentro, Dusk iluminó su cuerno para dar luz al lugar, logrando así ver que al contrario de lo que se veía por fuera, el espacio dentro era muy amplio y, sin contar los estantes vacíos, parecía un lugar muy acogedor.
Dusk tomó una vela que encontró dentro y le pidió a Spike que la prendiera, cosa que el dragón hizo sin prestarle mucha atención, ya que a sus pensamientos seguían girando en torno a la unicornio blanca.
"Toma la vela y sube al segundo piso" Dijo Dusk, pasándole la vela a Spike. "Seguramente el dormitorio está arriba, revisa si hay alguna cama para que podamos dormir, mientras yo empezaré a ordenar algunos libros para ojalá poder abrir la biblioteca mañana mismo."
"Está bien." Dijo Spike sin darle mucha importancia, tomando la vela y subiendo las escaleras mientras Dusk comenzaba a abrir las cajas y a tomar algunos libros.
Al subir las escaleras, Spike llegó a una amplia habitación, la cual contenía aún más estantes vacíos, pero lo principal era que en ella había una cama, lo cual era lo importante. Spike dejó la vela en un escritorio que había y saltó en la cama, la cual era muy cómoda. Mientras lo hacía, Spike tomó la almohada y la abrazó con fuerza mientras sonreía, él estaba muy cansado pero también estaba muy feliz y daba gracias de haber podido conocer a tan espléndida yegua, y mientras seguía fantaseando con la yegua de sus sueños, Spike fue cayendo lentamente en un sueño y cayó dormido antes de darse cuenta.
Lo siguiente que supo Spike fue que un rayo de sol se asomaba por la ventana y golpeaba su rostro. El pequeño dragón se restregó los ojos y vio sorprendido por la ventana al darse cuenta que ya era de día y que su sueño había sido tan pesado que había sentido que toda la noche había pasado en tan solo un parpadeo.
Spike se estiró y comenzó a levantarse a pesar de que aún tenía bastante sueño, comenzó a bajar las escaleras bostezando y rascándose mientras comenzaba a preguntarse en dónde estaba su hermano, algo que fue respondido rápidamente al bajar y ver que Dusk estaba en el salón principal, el cual estaba muy distinto a como lo había visto la noche anterior, ya que en vez de las cajas apiladas, ahora estaban todos los libros en el suelo, rodeando a Dusk. Esto fue algo que en un principio no sorprendió mucho a Spike, después de todo ese era el típico comportamiento que su hermano tenía en su habitación, sin embargo mientras más lo veía su preocupación iba en aumento, ¡Dusk estaba EXACTAMENTE sentado donde había estado la noche anterior! Acaso eso significaba…
"No puede ser… ¡No me digas que no dormiste en toda la noche!" Dijo Spike casi en un grito para captar la atención de Dusk, que tenía su mirada totalmente fija en el libro que leía.
"¿Eh? ¿De qué estás hablando?" Preguntó Dusk confundido y molesto al ser distraído de su lectura, en seguida miró a su alrededor y vio que el salón estaba iluminado por luz natural, luego vio a la ventana y vio que el sol ya había salido. "¿Acaso ya es de día?"
Spike miró preocupado a su hermano, él conocía muy bien aquel comportamiento de Dusk, era exactamente así como Dusk se comportaba cuando leía, él se aislaba de todo y de todos, Spike había estado tan distraído con sus pensamientos por Rarity que no le había tomado el verdadero peso a la situación actual, ¡Dusk había vuelto a estar en una biblioteca! ¡Eso significaba que Dusk volvería a encerrarse con sus libros y a aislarse de los demás! Eso era algo que Spike no podía ni debía permitir.
"¡Fue una tremenda casualidad!" Comenzó a hablar Dusk emocionado, sin prestarle atención al rostro preocupado de su hermano. "Mientras ordenaba los libros encontré una copia del libro que dejé inconcluso en Canterlot, 'Artículos Mágicos perdidos y su Historia', ¡Ahora pude entender de qué se trataban esos 'Elementos de la Armonía' que había leído y que no había alcanzado a terminar de leer!" En seguida el rostro de Dusk dejó de mostrarse emocionado y comenzó a mostrar una mirada de duda mientras volvía a mirar el libro. "Sin embargo… toda la historia que cuenta es muy difusa, puedo entender que eran cinco elementos mágicos más otro que servía de enlace, haciendo un total de seis, pero no dice nada sobre sus características, cómo usarlas o para qué servían específicamente, solo dice que ayudaron a expulsar a un gran mal que asoló Equestria, a una tal Nightmare Moon… Yo… Yo he escuchado ese nombre antes, sé que no fue en ningún libro, porque sino lo recordaría, de hecho busqué ese nombre en todos los libros pero no pude encontrarlo, pero sé que he escuchado ese nombre antes… Dime Spike, ¿Recuerdas haber escuchado ese nombre antes?"
Mientras Dusk decía todo aquel discurso y su vista se concentraba en el libro, Spike se había acercado rápida y silenciosamente hasta él, y en cuanto Dusk terminó de hablar, Spike le arrebató el libro.
"¡Hey! ¿¡Qué haces!?" Gritó Dusk molesto en cuanto Spike le quitó el libro.
"Es por tu propio bien, no es bueno que te vuelvas a encerrar a leer libros, menos en el último día que te queda en Ponyville." Respondió Spike molesto, luego apuntándole los estantes vacíos de la biblioteca. "¡Mira! Se suponía que ordenarías la biblioteca y en cambio te pasaste toda la noche leyendo, buscando un nombre y desordenando todos los libros."
Dusk miró a su alrededor y tuvo que admitir que había hecho todo un desorden.
"Bueno… no es un problema." Dijo Dusk molesto pero avergonzado. "Puedo ordenar ahora en la mañana, no me tomará mucho tiempo."
"Recuerda que prometiste desayunar con Rarity y sus amigas." Dijo Spike molesto, pues si su hermano se encerraba a leer, él tampoco podría ir a desayunar junto a Rarity.
"Sabes que no me gusta juntarme con ponies que no conozco, es decir, conozco a Rarity, pero no conozco a sus amigas." Dijo Dusk algo incómodo. "Además no tengo dinero, recuerda que ayer lo gastamos todo. Lo mejor será quedarme y seguir leyendo-"
"No te hagas el tonto." Respondió Spike molesto, interrumpiéndolo. "Sé que la alcaldesa te dio unas monedas como pago para que ordenaras la biblioteca, además se lo prometiste a Rarity, ¡Una promesa es una promesa!"
Dusk se quedó mirando seriamente a Spike, quien le devolvió la mirada también molesto. A Dusk se le habían acabado las excusas, y aunque odiaba admitirlo Spike tenía razón, él debía cumplir y reunirse con Rarity, tal como lo había prometido.
"¡Bien!" Dijo de mala gana Dusk, poniéndose de pie y caminando hacia la puerta, luego se paró ante la puerta y miró molesto a Spike. Si el pequeño dragón le había quitado algo tan importante como su lectura, él se vengaría y haría lo mismo.
"Por cierto, la alcaldesa me pagó por ordenar la biblioteca." Agregó Dusk, mirando molesto a Spike. "Y ya que me obligas a salir de la biblioteca, TÚ tendrás que quedarte a ordenar."
El rostro de Spike inmediatamente se derritió, mostrando profunda desilusión.
"¿¡Qué!? ¡Eso no es justo, yo quiero ir!" Dijo Spike rápidamente, sin embargo llegaron a los oídos sordos de Dusk, que solo abrió la puerta y la cerró fuertemente tras salir, para molestia de Spike que solo se quedó mirando la puerta, enojado con su hermano por quitarle la posibilidad de desayunar con su verdadero amor.
Spike comenzó a refunfuñar y a patear algunos libros, luego tomó aire y cayó sentado mirando al suelo, totalmente resignado. Finalmente Spike decidió que no servía de nada seguir enojado, después de todo podría volver a ver a Rarity en la celebración de aquella noche; luego él miró al piso y vio todos los libros tirados en el suelo que debía ordenar, al verlos Spike dio un suspiro de cansancio al pensar en todo el trabajo que sería ordenar todos esos libros en los estantes, entonces se levantó y tomó un libro para empezar a ordenar, el cual casualmente fue justamente el que le había quitado a Dusk hace unos instantes. Spike se acercó hasta un estante y levantó el libro para ponerlo allí, sin embargo una vez lo colocó, él no lo soltó, Spike se dio cuenta que ese mismo libro podía ser la clave para que Dusk no volviera a enclaustrarse en una biblioteca, pues era conocido por Spike que Dusk era algo obsesivo en cuanto a libros se trataba, y si Dusk no terminaba de leer aquel libro, él no empezaría a leer otro hasta completarlo, así que Spike retiró el libro del estante y subió las escaleras hasta la habitación en la que había dormido.
"Hoy pasaremos la noche en vela, así que no creo que Dusk encuentre el libro aquí." Dijo para sí mismo Spike, escondiendo el libro bajo la almohada de la cama. "Con esto al menos evitaré que Dusk se encierre a leer su último día en Ponyville…"
Luego Spike bajó las escaleras y comenzó a tomar los demás libros en el suelo para comenzar la laboriosa tarea de ordenar y alfabetizar los distintos libros para ponerlos en los estantes. Spike tomó un par de libros y comenzó a ordenarlos rápidamente, esto por dos razones, una, porque él ya tenía mucha experiencia ordenando libros, él siempre lo hacía en la biblioteca privada de Dusk, y dos, porque quería avanzar lo más posible antes que Dusk volviera, pues si lo hacía rápido quizás él alcanzara a ir hasta donde estaban tomando desayuno y alcanzaría a ver a Rarity, después de todo Dusk había salido hace poco a tomar desayuno, por lo que entre que comieran y conversaran habría mucho tiempo, pensó Spike, algo que fue contrario a lo que pasaría en realidad, ya que ante la sorpresa de Spike, cuando él apenas había ordenado unos pocos libros, Dusk abrió la puerta de la biblioteca y entró, tan solo unos pocos minutos después de que él había salido.
"Ya volví, traje el desayuno." Dijo Dusk rápidamente, dejando una pequeña canasta en el suelo y mirando hacia todos lados. "Ahora, ¿Dónde está el libro?"
"Qu… ¿¡Qué haces aquí!? ¡Se suponía que habías ido a desayunar con Rarity, lo prometiste!" Dijo Spike sorprendido y molesto.
"Ya me reuní con ella, le expliqué que estaba algo ocupado hoy y ella lo entendió, además parecía que estaba interrumpiendo algo, todas ellas se veían muy serias mirándose una a la otra, incluso la tímida Fluttershy, así que me disculpé con todas y compré un desayuno para llevar." Dijo Dusk acercándose, aún tratando de encontrar el libro con la vista.
"Eso no era lo que habíamos acordado y… espera, ¿Qué hacía Fluttershy allí?" Preguntó Spike, dejando de lado su enojo por la curiosidad.
"Oh… eso…" Se detuvo Dusk bruscamente, sonrojándose un poco y dejando de lado por un momento su deseo de buscar el libro. "Resulta que yo ya conocía a las amigas de Rarity… Eran Fluttershy, Applejack, Rainbow Dash y Pinkie Pie…"
"¿¡Qué!? ¿Es en serio?" Preguntó Spike sorprendido.
"Sí, lo sé, es una enorme coincidencia…" Dijo Dusk también sorprendido, pero recordando con la palabra 'coincidencia' su verdadera búsqueda. " 'Coincidencia' como que justo haya encontrado una copia del libro que leí en Canterlot en esta misma biblioteca, por cierto, ¿Dónde está el libro?"
Spike desvió la mirada ante la mirada fija de Dusk.
"Yo… lo escondí…" Dijo Spike algo avergonzado.
"¿¡QUÉ!? ¿¡Por qué hiciste eso!?" Preguntó Dusk molesto.
"¡Es tu culpa!" Dijo Spike molesto, dándose cuenta que tenía una excusa para no pasarle el libro a Dusk. "Dijiste que irías a desayunar, ¡Y como no lo hiciste, no te pasaré el libro!"
Dusk se quedó mirando molesto a Spike por unos segundos, hasta que finalmente bajó la cabeza y dio un gran suspiro.
"Ya basta de peleas, no debemos enojarnos entre nosotros, somos hermanos." Dijo Dusk mirando a su hermano con afecto, olvidando su enojo, luego levitó con su magia la pequeña canasta que había traído consigo, de la cual sacó un par de sándwiches, quedándose con uno y pasándole el otro a Spike. "Mira, traje el desayuno para ti también, no quiero que estemos enojados. ¿Qué tal si desayunamos y luego me pasas el libro?"
Spike tomó el sándwich y miró a Dusk, quien ya había comenzado a comer su sándwich alegremente. El pequeño dragón tampoco quería seguir molesto con su hermano, pero tampoco quería pasarle el libro que él quería, después de todo era por su bien, pero que él lo siguiera escondiendo significaría que volverían a pelear, por lo Spike no sabía qué hacer, así que simplemente miró el sándwich y le dio un bocado, resignado a que solo un milagro impediría que Dusk lo obligara a decirle donde había escondido el libro, lo que haría que él volviera a aislarse del mundo.
En cuanto Spike dio el primer bocado al sándwich, se tapó la boca al sentir un repentino reflujo, haciendo que sus mejillas se hinchasen.
"¿Qué sucede? No me digas que no te gustó el sándwich." Dijo Dusk algo preocupado al ver la cara de Spike. Preocupación que dio paso a la sorpresa cuando Spike dejó de taparse la boca y expulsó una llamarada verde, de la cual salió un pequeño pergamino.
El pergamino cayó en el piso, en el espacio que quedaba entre Dusk y Spike, quienes justamente se quedaron viéndolo y luego se miraron entre ellos aún más confundidos. No había duda, solo una pony podía mandar pergaminos por el fuego de Spike, era la Princesa Celestia, por lo que debía de ser una carta de ella, sin embargo ella no se había comunicado con Dusk desde que lo había enviado a Ponyville, sin contar cuando ella envió una carta para exonerar a Dusk de la cárcel, por lo mismo ambos quedaron sorprendidos al ver que tras cinco días, y justamente cuando se acababa el plazo final de la prueba que Dusk debía superar en Ponyville, la princesa se dignara a escribirles.
Finalmente Dusk salió de su asombro, tomó el pergamino con su magia y lo abrió.
"¿¡Qué dice!?" Preguntó Spike ansioso.
Dusk comenzó a leer la carta en voz alta:
"Querido Dusk, espero que estés bien.
Me acabo de dar cuenta que te envié a Ponyville sin un solo centavo, un pequeño descuido de mi parte, espero que no te haya causado problemas."
"¿¡Se acaba de dar cuenta después de cinco días!?" Dijeron al unísono Spike y Dusk molestos, interrumpiendo la lectura de la carta por un segundo.
"En fin, ese no es el asunto principal de esta carta.
Lo que me lleva a escribirte es para solicitar un favor.
Me acaban de informar que el encargado de supervisar los arreglos para la Celebración del Sol de Verano ha caído enfermo, y en vez de enviar a otro pony a Ponyville, se me ocurrió que tú podrías realizar ese trabajo aprovechando que ya te encuentras allá.
En esencia son cinco cosas las que hay que supervisar y verificar que estén listas antes de la gran celebración: clima, música, banquete, decoración y velada de víspera.
Te estaré muy agradecido si puedes hacer esta tarea por mí.
Firma, Princesa Celestia."
Al terminar de leer la carta, Dusk levantó la vista, con una mirada de cansancio.
"No le basta con haberme enviado a este pueblo con una tonta misión, ahora quiere que desperdicie mi último día aquí supervisando asuntos que no me corresponden." Dijo Dusk algo molesto.
"Bueno, de todas formas pensabas desperdiciar el día leyendo todo el día." Dijo Spike más alegre, viendo que ahora su hermano tendría la obligación de salir y no encerrarse en la biblioteca.
Dusk miró a Spike de reojo, a él no le gustaba perder, y menos ante su pequeño hermano.
"¿Qué te parecería intercambiar?" Preguntó Dusk. "Tú vas a supervisar los arreglos y yo me quedo ordenando la biblioteca."
"Ni hablar." Dijo Spike cruzándose de brazos. "No permitiré que te encierres en la biblioteca."
"¿No hay nada que pueda ofrecerte para hacerte cambiar de opinión?" Preguntó Dusk, con ojos suplicantes, usando la mirada de cachorrito que Spike siempre usaba contra él.
"Nop, por mi promesa de dragón juró que no me harás cambiar de opinión." Dijo Spike con los ojos cerrados y dibujando una cruz en su corazón con su garra.
Dusk bajó su cabeza totalmente resignado, después de todo él sabía que cuando Spike hacía una promesa de dragón, él jamás la rompía.
¡TOC-TOC!
Se escuchó repentinamente golpear la puerta de la biblioteca, haciendo que Dusk y Spike mirarán hacia la puerta sorprendidos. Luego la puerta se abrió y en el portal apareció una familiar yegua unicornio, de piel blanca y melena púrpura bien peinada.
"¡Hola! ¡Qué tal!" Dijo Rarity sonriendo, entrando en la biblioteca.
"¡Rarity!" Dijo Spike totalmente sonrojado, abriendo mucho los ojos y paralizándose al ver a la yegua blanca.
Al entrar en la biblioteca, Rarity miró hacia todos lados, como si estuviera buscando a alguien.
"Supongo que no han venido." Dijo Rarity en un susurro, hablando consigo misma, luego de comprobar que no había nadie más en la biblioteca aparte de ella, Dusk y Spike. "¡Bien! Ahora es MI oportunidad de tomar ventaja."
"Perdón, ¿Dijiste algo?" Preguntó Dusk confundido, quien no alcanzó a oír lo que Rarity murmuró.
"No es nada, cariño, solo pensaba en voz alta." Respondió Rarity, mirando nuevamente a Dusk y sonriendo.
"Eh… está bien…" Dijo Dusk, aún algo confundido por la aparición de la yegua en la biblioteca. "Pero dime, ¿Qué haces aquí? Si es por la biblioteca, aún falta ordenar los libros, por lo que aún no está abierta."
"Oh, no, no vine por eso, vine por ti, querido." Dijo Rarity coquetamente, acercándose hasta Dusk. "Resulta que debo adornar el salón principal para la gran celebración, y quería saber si podías ayudarme con eso."
Dusk hizo algo de memoria y rápidamente recordó que el día anterior Rarity le había mencionado que ella era la encargada de la decoración para la Celebración del Sol de Verano.
"¡Eso es perfecto, lo había olvidado!" Dijo Dusk con alegría, ya que de todas las tareas que debía supervisar al menos había una en la que había una pony que él conocía, así no tendría que tratar con ponies desconocidos. "Sí, claro que iré contigo, no hay problema."
"¡Magnífico!" Sonrió Rarity, que luego miró amablemente a Spike, que aún seguía congelado sin saber qué decir ni qué hacer frente a la sorpresiva visita de Rarity. "Tú también puedes venir a ayudarnos Spikey."
Spike sonrió y se dispuso a responderle a su amada yegua, sin embargo fue interrumpido por Dusk.
"Es una pena, él no podrá ir, hizo la promesa que se quedaría ordenando la biblioteca." Dijo Dusk inocentemente, mirando a Rarity. "Conozco muy bien a mi hermano, y cuando él hace una promesa de dragón, él jamás la rompe."
Spike se quedó petrificado, sus propias palabras lo habían traicionado.
"Pe… pe… pero…" Tartamudeó Spike, sin saber qué decir, ya que aunque Dusk no se diera cuenta, Spike por primera vez quería romper su promesa de dragón, solo por estar un segundo más con Rarity.
"Oh… ya entiendo, las promesas son muy importantes." Dijo Rarity amablemente, acercándose hasta Spike y acariciándole la cabeza. "No te preocupes, que Dusk vaya conmigo y me ayude será más que suficiente."
"Pe… pe… pero…" Tartamudeó nuevamente Spike, viendo como Dusk y Rarity se alejaban y cerraban la puerta de la biblioteca tras de si, dejándolo solo en la biblioteca, deseando poder retroceder el tiempo para corregirse y haber aceptado la proposición que Dusk le hizo sobre intercambiar tareas.
Luego de salir de la biblioteca, las cosas se pudieron algo extrañas, en opinión de Dusk. Rarity le pidió que la siguiera, así que ella estuvo siempre un par de pasos delante de Dusk, y lo más extraño era que Rarity parecía inquieta, ya que cada vez que llegaba a una esquina ella se asomaba y veía hacia todos lados antes de continuar. Si no hubiera sido por el malentendido del día anterior, Dusk hubiera jurado que Rarity vigilaba a los demás ponies para que no lo vieran a él junto a ella, como si a ella le avergonzara estar con Dusk, pero él había aprendido a no prejuzgar las actitudes, especialmente las de Rarity, así que descartó rápidamente aquella idea, aunque la incomodidad por la actitud de la yegua persistió.
Lo que no sabía Dusk era que esta vez él si estaba en lo cierto, al menos en parte, ya que Rarity efectivamente estaba atenta a que ella no fuese sorprendida estando con Dusk, pero no por cualquier pony, ella quería evitar a toda costa que alguna de sus amigas la viera junto a Dusk, de lo contrario podrían entrometerse en su reunión, algo que no podía permitirse si es que quería recuperar el terreno perdido frente a sus amigas, especialmente frente a Applejack y a Pinkie Pie, quienes ya habían logrado avanzar y besar a su querido Dusk.
Fue así que finalmente Rarity logró su cometido y ambos lograron llegar hasta el gran salón de la alcaldía sin ser vistos por alguna de las otras cuatro yeguas, el cual era el lugar en el que se realizaría la Celebración del Sol de Verano y que Rarity debía decorar.
Ambos entraron, en el salón solo habían unas cuantas cajas que Rarity había llevado con anticipación y que contenían los adornos que debía poner, por lo demás, estaba completamente vacío, solo estaban ella y Dusk, lo cual hizo que Rarity sonriera al ver que esta podría ser su gran oportunidad de avanzar en su relación con Dusk.
"Así que… ¿Aún no has empezado?" Preguntó Dusk algo preocupado al ver que el salón aún no estaba adornado.
"No, pero los adornos están listos, ya verás que colocarlos no tomará mucho tiempo." Sonrió Rarity, abriendo con su magia las cajas y tomando algunos listones que había en ellas. "Ayúdame a colocarlos, querido."
Dusk se acercó a la caja y levitó algunos listones, en cuanto lo hizo se quedó viéndolos un momento, todos eran distintos pero todos eran muy hermosos, con telas brillantes, adornados con guirnaldas, de distintos colores y patrones, pero todos se veían muy finos y bien hechos.
"Rarity… ¿No era que no alcanzaste a comprar los bellos adornos que querías?" Preguntó Dusk confundido.
"Así es." Dijo Rarity acercándose y tomando los listones que Dusk había tomado. "Estos los hice ayer en la noche con algunos materiales que tenía guardados."
Entonces Rarity levitó los listones y los colocó en distintos lugares del salón.
"Este azul con brillos plateados debe ir al sur, cerca de la ventana, para que la luz de las estrellas brille en él, este dorado debe ir al lado opuesto para que los primeros rayos del sol lo hagan brillar, este otro verde oscuro…" Dijo Rarity mientras iba colocando los listones con mucho cuidado.
Dusk se quedó viendo con asombro a Rarity, ella no solo había hecho unos hermosos adornos con poco material y en poco tiempo, sino que también se fijaba en pequeños detalles que hacían lucir aún más bello todo lo que tocaba.
"Qué yegua tan espléndida, de verdad me gustaría conocerla más." Pensó Dusk mientras se sonrojaba levemente.
"¿Sucede algo, querido?" Preguntó Rarity, dejando de colocar los listones al sentir la mirada de Dusk, aquella mirada que hacía que su corazón se agitara.
"N-Nada..." Dijo tímidamente Dusk, no queriendo decir en voz alta lo que pensaba. Luego tomó varios listones y esperó las instrucciones de Rarity para saber dónde colocarlos.
Así ambos siguieron colocando listones y distintos estandartes, que conmemoraban las distintas razas de ponies, las estaciones y el sol y la luna, así hasta que el salón lentamente comenzó a verse cada vez más bello con todos los adornos, digno de una gran e importante celebración como la que se llevaría a cabo allí en algunas horas más.
Mientras ordenaban, Dusk seguía las instrucciones de Rarity al pie de la letra, totalmente enfocado en ello, en tanto Rarity sonreía cada vez que Dusk la miraba, sonrisas que en un principio fueron sinceras pero que con el pasar de los minutos fueron cambiando por unas sonrisas más nerviosas.
"¿Y este estandarte dónde va?" Preguntó Dusk, tomando otro objeto de la caja.
"¿Eh? ¡Ah! Ese va junto al balcón." Dijo Rarity distraida, nuevamente con una sonrisa algo nerviosa.
En cuanto Dusk se dio la vuelta para poner el estandarte, Rarity puso cara de preocupación y se mordió el labio. Ella de verdad estaba disfrutando ese tiempo a solas con Dusk, más aun haciendo algo que a ella le encantaba, como lo era decorar, sin embargo ella también sentía que estaba desperdiciando su oportunidad de avanzar en su relación con Dusk, y eso la ponía nerviosa. Ella debía de hacer algo más atrevido si quería acercarse más al corazón de Dusk, ¡Ella no podía perder esta oportunidad!
Una vez Dusk colocó el estandarte donde le señaló Rarity, él se acercó nuevamente a la caja y tomó una gran cinta azul.
"¿Y esta cinta dónde va?" Preguntó Dusk, levitando la larga cinta azul.
Rarity miró la cinta con una mirada penetrante y por primera vez no respondió inmediatamente.
"Esa cinta debe rodear los pilares y todo el salón." Dijo Rarity finalmente, acercándose hasta Dusk, parándose muy cerca a su lado. "Es algo complicado, yo la iré guiando con mi magia y tu levitarás el resto para que no caiga al suelo y se ensucie."
Ambos unicornios levitaron la cinta mientras Rarity lideraba y hacía que la cinta diera vueltas por el salón, dejándola fija en algunos puntos, como columnas y balcones.
Una vez la cita había dado varias vueltas, y cuando ya casi no quedaba cinta, Rarity se detuvo y miró a Dusk de reojo.
"Creo que la cinta quedó muy suelta." Dijo Rarity sin mirar a Dusk, aunque este la miraba. "Creo que la ajustaré."
En seguida el cuerno de Rarity se iluminó más fuerte y con su magia jaló fuertemente toda la cinta, haciendo que esta se soltara de los puntos en que había quedado fija y se contrajera hacia el centro del salón, que era exactamente donde estaban Rarity y Dusk. Al soltarse la cinta, esta se fue enrollando rápida y fuertemente alrededor de Dusk y Rarity, haciendo que ambos se quedaran pegados, pecho con pecho, atados por la cinta azul.
"¿Q-Qué pasó?" Dijo Dusk nervioso, al ver la situación en la que había quedado.
"¡Ups! Creo que tiré muy fuerte." Dijo Rarity sonrojada, mirando hacia arriba, ya que seguían atados juntos y Dusk era levemente más alto.
Dusk miró abajo y no pudo evitar ponerse rojo al ver tan de cerca el rostro de Rarity, que lo miraba fijamente con sus enormes ojos azules, no solo eso, también podía sentir la suave piel de la unicornio e incluso oler su suave perfume.
"Y-Yo… yo… yo…" Empezó a tartamudear Dusk. "Cre-Creo que usaré mi teletransportación para soltarme…"
"¡No lo hagas!" Dijo rápidamente Rarity. "La cinta es muy fina y delicada, cualquier movimiento brusco podría romperla. Además…" Agregó Rarity mirando tiernamente a Dusk, sonrojándose aún más. "¿Acaso no te gusta estar conmigo?"
El corazón de Dusk comenzó a latir fuertemente mientras llegaba a su punto máximo de resistencia mental, tragó saliva y su boca comenzó a temblar.
"N-No es eso…" Tartamudeó Dusk, totalmente rojo. "Es... es solo que debo supervisar… supervisar los demás preparativos… y yo…"
"Todo estará bien, solo debes relajarte, querido." Dijo Rarity coquetamente.
Dusk era un potro lógico, no afecto a caer en tentaciones mundanas y emotivas, distante con los demás ponies; pero a pesar de todo, él seguía siendo un potro, y ningún potro podía actuar normal al estar en una situación así con una yegua. Los ojos de Dusk se iban abriendo más y más, él no sabía cómo reaccionar, a él definitivamente no le gustaba acercarse y tocar a otros ponies, más en una situación tan incómoda como aquella en la que estaban atados por una cinta, pero él debía admitir que muy en el fondo, por alguna razón, él estaba disfrutando de estar tan cerca de Rarity, de poder… mirarla de cerca… sentir su fragancia… tocarla…
Repentinamente una ventana del salón se abrió y un rayo arcoíris entró velozmente, tomando una punta de la cinta azul y volando alrededor de ambos unicornios, haciendo que ambos giraran como trompos al ser desenredados en solo un instante. Entonces el rayo arcoíris sacó un casco celeste y tomó a Dusk de una de sus patas.
"¡Ya basta de esto!" Dijo Rainbow Dash molesta, tomando a Dusk y saliendo volando por la ventana tan rápido como había entrado, dejando a Rarity girando confundida sola en medio del salón.
*IMAGEN: goo .gl/Srz6Xj
Unos segundos después, cuando Rarity dejó de girar, se tomó la cabeza mientras trataba de poner sus ojos y sus ideas en su lugar. Luego ella se sacudió la cabeza y miró hacia la ventana.
"¡RAINBOW DASH, DEVUÉLVEME A MI DUSK!" Gritó furiosa Rarity, enojada con la yegua de melena arcoíris por entrar en el salón, interrumpir su momento especial con su querido Dusk y llevárselo lejos de ella.
Una vez se alejó lo suficiente de la alcaldía, llegando a las afueras del pueblo, Rainbow Dash dejó de volar a toda velocidad y soltó a su presa, un desconcertado y extremadamente mareado Dusk.
El unicornio se paró en el piso mientras se tambaleaba de un lado a otro, sin aún entender lo que había pasado en los últimos segundos. Sus ojos lentamente fueron enfocándose hasta que pudo ver bien a la responsable de todo.
"¿Rainbow Dash? ¿Qué pasó? ¿Dónde estamos?" Preguntó Dusk confundido y aún mareado, sosteniéndose la cabeza.
"Yo… ¡Yo solo pasaba por allí y pensé que necesitabas algo de aire puro, es todo!" Dijo Rainbow Dash algo avergonzada y mirando hacia otro lado para evitar la mirada de Dusk.
Lo que Rainbow Dash no le había querido decir a Dusk es que ella se había quedado observándolos a él y a Rarity por un tiempo, viéndolos a escondidas desde la ventana cuando se percató por casualidad que ellos estaban solos en el salón cuando pasó por allí. A ella no le gustaba inmiscuirse en conversaciones ajenas, pero por alguna razón que ella no entendía, ella se había molestado mucho cuando vio que Rarity estaba a solas con Dusk, así que se quedó viéndolos desde la distancia tras una ventana sin hacer notar su presencia, eso hasta que ambos unicornios habían quedado fuertemente atados con una cinta, pegados el uno al otro, lo que hizo que su mente se nublara de enojo y entrara volando al salón para separarlos y llevarse a Dusk con ella, una reacción que Rainbow Dash hizo instintivamente, sin darse cuenta de lo que realmente había hecho hasta que había parado de volar.
"¿Estamos a las afueras del pueblo...? ¿Qué pasó con Rarity?" Preguntó Dusk al darse cuenta de lo lejos que estaban del salón de la alcaldía.
"¿Qué pasa? ¿Acaso extrañas estar abrazado de esa forma tan íntima con la reina del drama?" Preguntó Rainbow Dash, mirando molesta a Dusk.
"Tú… ¿¡Tú nos viste!?" Preguntó Dusk, totalmente avergonzado.
"Ya te lo dije, solo pasaba por allí de casualidad." Mintió Rainbow Dash, mirando hacia otro lado.
"Es un malentendido, yo… yo estaba ayudando a Rarity a poner unas cintas cuando ella por error las ajustó con mucha fuerza y quedamos atados de esa forma." Dijo Dusk, intentando explicar aquel malentendido.
"Sí, claro, 'por error', no creo que ella lo haya hecho por error." Dijo Rainbow Dash enojada, hablando en voz baja.
"¿Eh?" Dijo Dusk confundido, sin alcanzar a entender todo lo que había dicho la pegaso.
"¡No dije nada!" Dijo Rainbow Dash, mirando nuevamente molesta a Dusk. Ella se sentía muy molesta, pero no estaba segura por qué, ella solo sabía que le había molestado mucho ver a Rarity con Dusk, y ahora que veía a Dusk de frente no podía evitar molestarse con él, aunque si era sincera consigo misma, aquel enojo que mostraba hacia Dusk solo era un reflejo del enojo que sentía hacia Rarity.
En cuanto a Dusk, luego de dejar de estar mareado, seguía sin entender nada, y lo principal, él no entendía la actitud de Rainbow Dash, la pegaso estaba evidentemente molesta, pero él seguía sin entender el por qué. Pese a eso, él sabía que no debía hacer enojar a Rainbow Dash, él ya tenía la experiencia de eso y no quería ponerse a discutir con ella, por lo que decidió que lo mejor sería suavizar su humor, sin entrar en detalles del por qué ella estaba enojada.
"¡Wow…! No puedo creer que estemos en las afueras del pueblo, ¡Y en tan solo un instante!" Dijo Dusk fingiendo sorpresa y mirando de reojo a Rainbow Dash, esperando que su plan resultara, pues con lo poco que él conocía a la pegaso, sabía que ella era débil ante los halagos. "Rainbow Dash, ¡De verdad debes ser la pegaso más rápida de toda Equestria!"
"¡Por supuesto que soy la más rápida! Ya te lo había dicho, no debería sorprenderte." Dijo Rainbow Dash sonriendo y llenándose de orgullo, olvidándose por completo que hace solo unos instantes ella estaba molesta.
"Supongo que tenías razón, jaja." Sonrió también Dusk, alegrándose que su plan resultara y que la pegaso ya no estaba enojada con él.
Ambos se quedaron mirando un rato mientras sonreían, sin embargo ninguno de los dos sabía cómo continuar la conversación, ya que para ambos, todo había sido muy repentino y en realidad no tenían un tema en común del que hablar, aunque Rainbow Dash quería preguntarle algo a Dusk, pero no sabía cómo introducir el tema sin ser tan evidente.
"Bueno, supongo que debo irme, tengo mucho que hacer." Dijo Dusk finalmente, luego del incómodo silencio.
Entonces Dusk hizo su clásica reverencia para despedirse de Rainbow Dash, se dio la vuelta y comenzó a caminar de vuelta al pueblo. En tanto Rainbow Dash abrió su boca para hablar, pero no fue capaz de pronunciar palabra alguna.
"Te… ¿Te gustaría que te acompañara?" Dijo Rainbow Dash, finalmente atreviéndose a hablar. Las palabras de la pegaso hicieron detenerse a Dusk, quién se dio la vuelta y la miró. "E-Es decir, tengo algo de tiempo libre, así que no me molestaría acompañarte." Agregó rápidamente Rainbow Dash, algo sonrojada.
"Eh… sí claro, podemos ir juntos." Dijo Dusk sonriendo. "Aún tengo que revisar los demás preparativos para la celebración, como la música y el clima, así que-"
"¿¡Tú eres el encargado de revisar que el clima esté bien para la celebración!?" Preguntó Rainbow Dash emocionada y sorprendida, interrumpiendo el discurso de Dusk.
"Eh… sí." Respondió Dusk también sorprendido, al ver la emoción de Rainbow Dash. "¿Por qué el interés?"
En cuanto Dusk le había reafirmado lo que había oído, Rainbow Dash se giró para que Dusk no viera su expresión, ella levantó un casco y lo apretó en señal de éxito mientras sonreía por su suerte. Esta era su oportunidad, ahora ella podría mostrarle a Dusk lo que quería mostrarle sin tener que forzar el tema en una conversación.
"Pues sucede que yo soy la capitana de la patrulla del clima." Respondió Rainbow Dash, girándose nuevamente para ver a Dusk, poniendo una pose de orgullo. "Así que soy la encargada de limpiar el cielo para la Celebración del Sol de Verano."
Dusk se sorprendió al enterarse de aquel hecho, principalmente por la gran coincidencia, ya que justo dos de las ponies que él conocía en Ponyville eran dos de las encargadas que él debía supervisar.
"¡Y ahora te mostraré lo increíble que puedo ser!" Continuó hablando Rainbow Dash muy emocionada, acercándose un poco más a Dusk. "¡Te mostraré que puedo despejar todo el cielo de nubes en tan solo diez segundos!" Terminó de decir Rainbow Dash, totalmente emocionada, casi tocando su rostro con el de Dusk mientras no le quitaba la vista de encima y apuntaba con su casco hacia el cielo.
Esto era lo que quería Rainbow Dash, mostrarle a Dusk lo genial y rápida que ella podía ser. Él ya le había mostrado a ella lo genial que él podía ser, ahora era su turno de demostrarlo; y antes de que sucediera ella ya se imaginaba lo que pasaría: Dusk quedaría asombrado al ver lo ágil y rápida que era ella, y así él no querría despegarse más de su lado, después de todos los ponies geniales debían de estar juntos, así ellos podrían charlar, reírse y pasar el tiempo juntos sin ninguna interrupción de alguna otra yegua. Por eso era que Rainbow Dash miraba fijamente a Dusk, ella quería saborear cada momento previo a que él quedara asombrado ante ella.
Entonces, mientras Rainbow Dash seguía mirándolo, Dusk levantó su vista hacia el cielo, que era donde Rainbow Dash estaba apuntando.
"Bueno… parece que no será necesario." Dijo Dusk bajando la vista para ver a Rainbow Dash e indicándole que mirara hacia arriba.
Rainbow Dash se giró y miró hacia arriba, entonces su boca se abrió hasta casi llegar al suelo mientras su cara mostraba toda su decepción. ¡El cielo estaba limpio! Casi totalmente despejado, solo quedaban un par de nubes que justamente eran movidas por un par de pegasos.
Todo el plan de Rainbow Dash se había arruinado, ¡Ella había estado tan emocionada en decirle a Dusk lo que ella haría que ni siquiera se había fijado en el cielo!
Así fue como ella se quedó observando totalmente deprimida como las últimas nubes del cielo eran movidas, hasta que repentinamente pasó de la depresión y decepción a la molestia.
"¡Espera aquí!" Dijo Rainbow Dash molesta, sin siquiera mirar a Dusk, abriendo sus alas y volando a gran velocidad hasta donde estaban los pegasos moviendo la nube.
En cuanto ella llegó donde los pegasos, voló estática frente a ellos.
"¡QUÉ CREEN QUE ESTÁN HACIENDO!" Gritó Rainbow Dash molesta.
Los pegasos se miraron entre ellos confundidos y luego volvieron a mirar a Rainbow Dash.
"Movemos las nubes." Dijo uno de los pegasos, como si fuera la cosa más obvia del mundo.
"¡Eso ya lo sé! ¿¡Pero por qué lo hicieron ustedes!?" Gritó Rainbow Dah aún más molesta. "¡Se supone que yo era la encargada de despejar el cielo hoy!"
"Bueno, vimos que aún no se había despejado el cielo, así que decidimos despejarlo, después de todo hoy es la preparación para la Celebración del Sol de Verano." Dijo el otro pegaso, sonriendo.
"¡Pero era mi trabajo!" Gritó Rainbow Dash irritada, luego se tapó su cara con unos de sus cascos e intentó calmarse, después de todo no era el fin del mundo, ella aún podía impresionar a Dusk. "Bien, ya no importa, vuelvan a poner las nubes donde estaban y yo las despejaré."
Los dos pegasos se miraron confundidos y miraron nuevamente a Rainbow Dash como si no hubieran escuchado bien.
"¿Quieres que volvamos a nublar el cielo para que tú lo vuelvas a despejar?" Preguntó uno de los pegasos.
"¡Así es!" Dijo Rainbow Dash seriamente, cruzando sus patas delanteras.
"¡Eso es ridículo!" Dijo el mismo pegaso. "Nos tomó horas despejar el cielo y nos tomaría horas volver a nublarlo, además ¿Cuál es el sentido de nublar el cielo solo para que tú lo vuelvas a despejar?"
"No te interesan mis razones, ¡Solo háganlo!" Dijo Rainbow Dash, sonrojándose levemente.
"De todas formas, no sé si podamos nublar el cielo." Dijo el otro pegaso, con cara pensativa. "Creo que Cloud Kicker se llevó las nubes… ¿O fue Flitter? No lo recuerdo.
Rainbow Dash miraba impaciente a ambos pegasos, sin poder evitar mostrar su ira con toda aquella situación que había arruinado todos sus planes.
"¡YA DÍGANME DE UNA VEZ QUIÉN SE LLEVÓ MIS NUBES!" Gritó Rainbow Dash exasperada.
En tanto, Dusk se había quedado donde lo había dejado Rainbow Dash, mirando hacia el cielo y viendo cómo la yegua de melena arcoíris parecía conversar animadamente con aquellos dos pegasos, aunque él no alcanzaba a oír nada de lo que conversaban, solo veía mover muchos las patas a Rainbow Dash, por eso él suponía que tenían una entretenida conversación.
Luego de un rato y viendo que Rainbow Dash seguía conversando con los pegasos, Dusk decidió que lo mejor sería seguir con su tarea, después de todo el día avanzaba rápidamente y la mañana ya casi había acabado.
"Bueno, al menos sé que el clima y la decoración están listos." Dijo Dusk pensando en voz alta mientras seguía viendo al cielo. "Gracias a Celestia no tuve que tratar con ningún pony nuevo, si tan solo tuviera la misma suerte al revisar los otros preparativos…"
Entonces Dusk repentinamente recordó que justamente una de las yeguas que él conocía le había dicho que ella y su familia estaban encargados de uno de los preparativos de la celebración, ¡Cómo es qué lo había olvidado! ¡Eso era otro gran golpe de suerte! Y lo mejor era que ahora él estaba a las afueras del pueblo, justo en el camino que llevaba directo hasta su casa.
Dusk levantó nuevamente la vista para ver a Rainbow Dash, pero parecía que ella seguía conversando 'animadamente' con los otros pegasos, así que lamentó no poder despedirse y simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar por el camino que llevaba a Sweet Apple Acres, mientras Rainbow Dash seguía discutiendo sin advertir que el potro al que quería impresionar se estaba yendo sin prestarle la atención que buscaba.
No le tomó mucho tiempo a Dusk hasta que finalmente llegó a la entrada de la granja de la familia Apple, Sweet Apple Acres.
Una vez entró en los terrenos de la granja, Dusk se sorprendió al ver que a las afueras de la casona había una gran mesa puesta en la que habían varios platillos de distintas comidas, además había una gran cantidad de ponies que charlaban y reían todos juntos. Al acercarse un poco más, el unicornio pudo finalmente reconocer a los ponies que él esperaba ver, Big Mac estaba charlando con otros potros junto a la abuela Smith y a otra yegua de edad, todos en una esquina de la mesa, mientras Applebloom saltaba emocionada de un lado a otro intentando entrar en el círculo de charla que habían formado las yeguas que estaban allí, y por último pudo ver a Applejack, que al parecer era el centro de atención ya que todas las otras yeguas la rodeaban y miraban mientras ella parecía solo querer escapar, ya que se veía muy incómoda.
"¿¡Y cómo es él!?" Le preguntó una yegua emocionada a Applejack, que fue lo primero que alcanzó a escuchar Dusk al acercarse.
"¿Es apuesto? ¿Es fuerte?" Preguntó otra yegua, interrogando a Applejack.
"¡Ya les dije que es un malentendido! La abuela y Big Mac se equivocan, yo no estoy-" Dijo Applejack nerviosa y algo molesta, mirando a todas las yeguas, sin embargo no pudo terminar de hablar, ya que en cuanto alzó la vista para responder y ver a las yeguas, se percató que Dusk estaba caminando hacia allí y la estaba mirando.
"¿¡Qué hace él aquí!? ¡Justo en el peor momento!" Pensó Applejack mientras se sonrojaba sin darse cuenta al mirar a Dusk.
"¡Oh, mi querido Dusk! ¡Llegaste en el mejor momento!" Dijo repentinamente la abuela Smith al darse cuenta de la presencia de Dusk.
En seguida todas las yeguas que rodeaban a Applejack se giraron para ver a Dusk, entonces todas corrieron hacia él y lo rodearon.
"¡Así que tú eres Dusk! Bueno, no es mi tipo pero sí que es lindo." Dijo sonriendo una yegua amarilla, con melena roja, un pañuelo verde en su cuello y unas manzanas acarameladas como cutie mark.
"Claro que sí, solo le hace falta algo de músculos." Dijo otra yegua, de piel amarilla y melena verde, con unos strudels como cutie mark.
"Pue eso es fácil, se arregla con trabajo duro, después de todo si quiere a nuestras queridas 'Apple' debe poder trabajar en el campo." Dijo un potro de piel amarillo pálido y melena celeste claro, con una enorme manzana roja como cutie mark. Él también se había acercado con un par de potros hasta donde estaba Dusk, aunque ellos se veían más serios en comparación con las yeguas, que solo reían.
"¡Así es!" Dijo finalmente Big Mac. "Ya era hora que aparecieras, pensé que no te harías responsable de lo que hiciste."
Dusk solo estuvo callado, totalmente nervioso al verse rodeado de tantos ponies, algo que lo estresaba mucho, más aún siendo rodeado por yeguas. Él escuchaba a todos pero no entendía nada, ¿Por qué aquellas yeguas lo habían llamado lindo? ¿Acaso él les gustaba? Y ¿Por qué el potro amarillo dijo que él quería quedarse con sus 'Apple'? ¿Acaso la abuela les había contado que él se había comido sus manzanas?, pero principalmente ¿¡A qué se refería Big Mac con hacerse responsable!?
Applejack vio como todos rodeaban a Dusk y como el pobre unicornio se veía totalmente nervioso y confundido, al parecer él aún no entendía que toda su familia lo estaba viendo e inspeccionando al pensar que él era su novio. Applejack se acercó rápidamente hasta el tumulto, pensando en que lo mejor sería sacar a todos del malentendido, aunque sabía que probablemente Big Mac se enojaría, pero aquello era mejor a que Dusk siguiera hundiéndose aún más en aquel problema sin saberlo.
"¡Oh… ya entendí! ¡Sí! ¡Yo definitivamente me haré responsable! ¡Pueden confiar en mí!" Dijo repentinamente Dusk, pensando que Big Mac se refería a que él debía hacerse responsable en la supervisión del banquete, lo cual lo hizo llenarse de orgullo, en tanto Applejack se congeló, totalmente aterrada al darse cuenta que Dusk acababa de cavar su propia tumba sin saberlo.
"¡Yee-haw!" Gritaron todos los ponies alegremente, excepto Dusk y Applejack, mientras un par de ponies tocaban una alegre música campirana, con un violín y un banjo.
"Oh, querido Dusk, vas a darle una gran alegría a esta pobre anciana." Dijo la abuela Smith, acercándose hasta donde estaba Dusk, junto a la otra anciana que se parecía mucho a ella. "Sabes, muchos miembros de la familia Apple vinieron para ver la Celebración del Sol de Verano aquí, y no es normal que todos nos reunamos de esta forma, así que me preguntaba… ¿Te molestaría si apresuráramos las cosas e hiciéramos todo oficial el día de hoy?"
"¿Estas segura, abuela?" Preguntó Big Mac no muy convencido.
"Claro, además siempre confío en mi intuición, y sé que este muchacho es un potro digno de confianza." Dijo la abuela sonriendo, mirando a Dusk.
Con las palabras de la abuela, por un segundo Dusk empezó a darse cuenta que quizás él se estaba perdiendo de algo importante, sin embargo luego de ser alabado por la abuela, aquella duda desapareció y pensó que la abuela simplemente se estaría refiriendo al banquete, seguramente para aquella familia debía de ser muy importante hacer aquel banquete y ellos querían trabajar todos juntos en ello antes de mostrárselo oficialmente a Dusk.
"Sí, claro, no hay problema, mientras el banquete salga bien no hay problema." Sonrió Dusk.
"¿El banquete? ¿Pero no crees que debe haber una ceremonia antes del banquete?" Preguntó la abuela.
"Eh… bueno, la ceremonia es muy importante, pero a todas las celebraciones que he asistido en Canterlot, el banquete siempre es antes de la ceremonia." Dijo Dusk algo confundido, pero creyendo que la abuela debía referirse al momento solemne en que Celestia levantaba el sol como 'ceremonia'.
"Oh… bueno, entonces seguiremos las costumbres de Canterlot, ¡Y antes de la ceremonia tendremos el banquete!" Dijo la abuela emocionada.
Entonces todos los ponies tomaron a Dusk y a Applejack y los llevaron hasta la mesa que habían puesto afuera y que contenía una enorme cantidad de platillos, al parecer todos teniendo como base la manzana. Ellos sentaron a Dusk y a Applejack juntos en la cabecera de la mesa mientras los demás tomaban asiento alrededor de la mesa, en tanto los dos ponies que tocaban música habían dejado de tocar música rápida y ahora tocaban una música más suave mientras estaban detrás de Applejack y Dusk.
Dusk se sintió algo mareado al ver a tantos ponies en una mesa, además se sentía algo desconcertado al ver que lo habían puesto en la cabecera, el lugar que debería ser de honor, un lugar que no debía corresponderle a él que solo era un mero invitado que debía supervisar los preparativos del banquete. En tanto Applejack se tapaba la cara y miraba hacia todos los demás, ella no entendía cómo las cosas habían llegado hasta ese punto, era obvio que Dusk y su familia hablaban de cosas distintas, ¡Pero por alguna razón ninguno se había percatado y todas las conversaciones habían calzado para que siguieran sin darse cuenta! Además, todos parecían tan alegres al conocer a su supuesto novio, ella no quería romper aquella paz, y principalmente no quería meter en problemas a Dusk, pues sabía que en cuanto se descubriera que él no estaba hablando de matrimonio, todo sería un desastre.
"¡Esto está delicioso!" Dijo repentinamente Dusk, quien seguía sentado al lado de Applejack, sacándola de sus pensamientos.
Dusk había visto una enorme tarta frente a él, se veía tan apetitosa que le costaba resistirse a comérsela, sin embargo recordó que ÉL era el encargado de supervisar el banquete, por lo que era su deber comprobar que la comida fuera de calidad, así que no estaría mal comer un bocado de una tarta siempre y cuando dejara intacto el resto para el banquete.
"Esa tarta la hizo mi queridísima Applejack." Sonrió la abuela al escuchar a Dusk.
"Vaya… ¡De verdad eres una estupenda cocinera!" Sonrió Dusk, saboreando la tarta y mirando a Applejack, alegre por conocer otra faceta de aquella honesta y trabajadora yegua. "¡De verdad podría comer esto todos los días!"
Applejack se sorprendió ante el comentario y no pudo evitar sonrojarse, ella siempre era alabada por sus tartas de manzana por su familia, pero muy pocas veces había recibido alabanzas de otros potros, así que no pudo evitar sentirse feliz, aunque no dijera nada al respecto.
"Él es tan torpe, pero también tan sincero…" Pensó Applejack sonrojada, mirando de reojo a Dusk mientras él seguía comiendo. "Quizás… podría esperar y ver hasta dónde llega esto de la boda…"
En seguida ella se dio cuenta de lo que acababa de pensar y se sonrojó aún más.
"¡En qué estoy pensando! ¡Debo solucionar esto ahora!" Pensó Applajack rápidamente, avergonzada de sus propias emociones.
"Dusk… Debes irte ahora…" Le susurró Applejack a Dusk.
"¿Eh? ¿Por qué? Aún no reviso que el banquete este completamente listo." Le respondió Dusk confundido, mirándola a ella y luego a la enorme mesa. "Aunque pensándolo bien, tienen muchos platillos listos, supongo que ya puedo marcarlo que todo está listo."
Entonces Dusk se sorprendió al ver que los ponies, todos familiares de Applejack, comenzaban a sacar parte del banquete y se servían para comenzar a comer.
"¡Esperen un segundo! Yo comí un poco para probar, ¡Pero si se comen todo eso no quedará nada para el banquete! ¿¡Acaso este no es el banquete que prepararon para la Celebración del Sol de Verano!?" Preguntó Dusk confundido.
"Pues sí, pero no te preocupes, comeremos este ahora y trabajaremos toda la tarde para tener listo el de la celebración." Respondió la abuela, sentada al otro lado de Dusk. "Además, no podemos escatimar para el banquete de matrimonio de nuestra querida Applejack."
Dusk se quedó congelado ante aquel comentario de la abuela Smith y luego se giró a ver a Applejack.
"¿¡Te vas a casar!? Eh… supongo que felicidades." Dijo Dusk ingenuamente mirando a Applejack. "¿Y quién es el novio?"
"Es un tonto despistado." Dijo Applejack avergonzada, tapándose la cara y viendo el desastre inminente que vendría. Entonces levantó la vista y miró a Dusk seriamente, pero sonrojada. "Ellos creen que tú eres mi novio."
Dusk se quedó petrificado, por un largo rato sin mover ni un músculo mientras su cerebro intentaba procesar lo que acababa de oír, él no sabía si había escuchado bien, pero Applejack había hablado fuerte y claro, no había equivocación. Entonces Dusk giró rápidamente su cabeza y miró el banquete y a toda la familia Apple y entonces todos los puntos se fueron conectando, las conversaciones y lo que no había entendido, todo mientras su rostro se iba volviendo azul del pánico que comenzaba a acumularse en él.
"P-P-P-P-P…" Tartamudeó Dusk, azul del miedo, sin ser capaz de pronunciar una sola palabra.
"La abuela y Big Mac confundieron todo y le hicieron creer a los demás que estamos comprometidos." Dijo Applejack avergonzada, entendiendo la confusión del unicornio.
"Pe… ¡Pero nosotros no nos vamos a casar!" Dijo Dusk casi en un grito, finalmente logrando articular palabras.
En cuanto Dusk pronunció aquellas palabras, una cuerda del banjo del pony que tocaba música se cortó, haciendo que la música se cortara justo en aquel momento y que todos los ponies miraran a Dusk, quedando un largo y tenso silencio en el ambiente.
"¿Qué quieres decir con que no te casarás?" Preguntó la pony anciana que se sentaba al lado de la abuela Smith, una yegua de piel color durazno y melena rosa suave, con una cutie mark de una manzana con dos rosas.
"E-Es lo que dije, todo esto es un malentendido." Dijo Dusk temeroso e incómodo al ver que todos lo estaban mirando. "Yo… solo soy el encargado de los preparativos para la Celebración del Sol de Verano, yo solo venía a ver que el banquete estuviera listo…"
Repentinamente Big Mac se levantó y golpeó con un casco la mesa.
"¿¡Entonces por qué besaste a mi hermana!? ¿¡No te harás responsable!?" Dijo Big Mac molesto.
Dusk no sabía que decir, primero él no entendía a Big Mac, el potro rojo se enojaba si se acercaba a su hermana y ahora se enojaba por no querer estar con ella, además Applejack ya les había explicado que todo lo del beso había sido un accidente, ¿¡Por qué se tomaban tan en serio todo eso!? Entonces Dusk miró los rostros de los demás ponies y vio que todos lo veían muy seriamente, como si estuvieran a punto de lincharlo. Dusk comenzó a temblar sin saber cómo salir de aquella incómoda situación.
"¡A ÉL!" Gritó repentinamente uno de los potros que estaba sentado junto a Big Mac, y él junto a todos los potros de la mesa se levantaron y saltaron encima de Dusk.
En tanto, al escuchar el grito y ver que los potros se le abalanzaban, Dusk instintivamente usó su magia y se teletransportó, a la entrada de la granja. Aún así él quedó a la vista de la familia de Applejack, que se quedaron viéndolo a lo lejos.
"¿Recuerdas cómo consiguió nuestra tía de las montañas a su marido?" Le preguntó la yegua anciana a la abuela Smith.
"Oh… sí, lo recuerdo…" Dijo la abuela Smith, sonriendo pícaramente, y enseguida gritó. "¡Hora de cazar al novio! ¡Tras él!" Les ordenó la abuela a los potros de su familia que habían quedado apilados al intentar saltar sobre Dusk.
Entonces algunos de los potros y yeguas de la familia Apple se subieron rápidamente a una carreta, todo mientras los ponies que tocaban la música campirana habían arreglado la cuerda del banjo y también subían a la carreta.
"¡Yee-haw!" Gritó repentinamente el pony que tocaba el banjo, que tenía una cutie mark de una montaña nebulosa, y comenzó a tocar una rápida música campirana, perfecta para persecuciones, mientras la carreta era tirada por Big Mac y uno de sus primos, y comenzaban la caza de Dusk.
En tanto Dusk, que se había quedado estático todo ese rato debido a la sorpresa, vio con terror como una carreta llena de la familia de Applejack comenzaba a ir en su dirección, entonces comenzó a correr lo más rápido que pudo fuera de aquel lugar, maldiciendo su mala fortuna.
"Así es como se caza un novio en las montañas, jiji." Rio la abuela Smith al ver correr a su familia tras Dusk. Ella se había sentido algo deprimida al escuchar que Dusk no se casaría con su nieta, de hecho le había sorprendido que él aceptara tan fácilmente en un inicio, pero luego que Dusk había rechazado la propuesta, le pareció divertido asustar un poco al potro, además ella sabía que su familia jamás dañaría a Dusk, para ellos esto también era un juego, aunque quizás Big Mac se lo estaba tomando muy a pecho.
Entonces la abuela miró de reojo a Applejack, que se había quedado mirando con asombro todo lo ocurrido, y sonrió.
"Bueno, que no quiera casarse ahora no significa que él no lo hará, después de todo el amor es como un bello jardín, lleva tiempo cultivarlo, pero mientras más tiempo le dedicas, más hermoso es el resultado." Sonrió la abuela Smith, diciendo aquellas palabras en voz alta para que su nieta las escuchara, cosa que Applejack hizo, no pudiendo evitar sonrojarse al oírlas.
"Estoy confundida." Dijo la hermana menor de Applejack, Apple Bloom, que no había subido a la carreta con sus primos. "Entonces ¿Te gusta Dusk Shine o no?" Preguntó Apple Bloom mirando a su hermana.
Applejack miró sorprendida a su hermanita y entonces levantó su vista y no pudo evitar reírse al ver cómo Dusk corría asustado de sus primos.
"No me hagas ese tipo de preguntas, hermanita." Dijo Applejack sonriendo y volviendo a sonrojándose, no queriendo responder aquella pregunta, pues la verdad era que ni ella misma sabía la respuesta.
Así fue como Applejack y su hermanita vieron alejarse a Dusk, que corría a toda velocidad fuera de Sweet Apple Acres con rumbo desconocido.
#Fin del capítulo 13