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Dusk Shine en busca de la Felicidad

by BigSnusnu

Chapter 11: Ella es una rareza

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Capítulo 11 – Ella es una rareza

"No puedo creer que una potranca me haya encontrado sucio." Dijo Dusk preocupado mientras seguía caminando por las calles de Ponyville.

"¿Y…? ¿Cuál es el problema con eso?" Dijo Spike algo apático. "Cuando te encerrabas a estudiar pasabas días sin comer ni bañarte."

"Sí, pero... " Dijo Dusk haciendo una pausa y dándose cuenta que Spike tenía razón, pues a él antes no le hubiera importado algo como eso, sin embargo ahora era diferente, pues aunque él no lo quiso de esa forma, Dusk había conocido y se había hospedado con distintas yeguas, y era una reconocida norma de buen vivir que un caballero debía estar siempre pulcro y galán ante una yegua. "¡Simplemente ahora es diferente!" Terminó de decir Dusk sonrojado.

Spike lo miró un momento y luego bajó su vista con el ceño fruncido mientras seguía caminando junto a Dusk.

"Eso no es justo." Dijo finalmente Spike sin poder aguantarse su molestia. "Te vas a gastar todo el dinero que nos queda en un baño y yo ni siquiera puedo comprar una gema."

"¡Oh, vamos! No empieces con eso de nuevo." Le respondió Dusk fastidiado, mirando hacia Spike molesto, dispuesto a discutir, sin embargo cuando se disponía a rebatir a su hermano, Dusk no pudo evitar ver su triste rostro y sentir algo de lástima por el pequeño dragón, además de encontrarle algo de razón en lo que decía.

"Está bien, tú ganas." Dijo Dusk con un suspiro de resignación. "Dividiremos el dinero que queda a la mitad, así tú podrás comprarte alguna joya y yo tendré mi baño, supongo que alcanzará, después de todo no debemos preocuparnos por pagar la posada, ya que simplemente no tiene cuartos." Terminó de decir Dusk, recordando el problema de su falta de albergue para la noche, un problema que aún debía resolver, pero claro, después de tomar un buen baño.

Ante las palabras de Dusk, los ojos de Spike se iluminaron y la sonrisa volvió a su cara.

"¡Eres el mejor!" Sonrió Spike, recobrando su buen estado de ánimo y dispuesto a volver a hablar normalmente con su hermano. "Por cierto, ¿A dónde se supone que nos dirigimos específicamente?"

Dusk miró de reojo a Spike y puso una cara analítica, un rostro que Dusk siempre ponía cuando intentaba armar un rompecabezas.

"Bueno, ayer Scootaloo mencionó que había un Spa en el pueblo y ella solo nos mostró la mitad del pueblo antes que le pidiera que fuera a la escuela, por lo que el Spa debe estar en esta parte del pueblo que no hemos recorrido aún." Dijo Dusk haciendo memoria. "Ahora solo queda el problema de saber cómo reconocer el local."

"Hehe, creo que ese no será un problema" Dijo Spike con una pequeña risita, señalando hacia el frente.

Dusk siguió con la vista hacia dónde apuntaba Spike y vio una gran casa con techo en forma de tienda de color rosado, sus puertas estaban decoradas con unos corazones y colgando tenía un gran letrero en forma de corazón que mostraba a una yegua con una larga y estilizada melena junto a una herradura rodeada de flores, debajo de ese letrero se leía una inscripción 'Salón de belleza y Spa de Ponyville'.

"¿Así que entrarás a bañarte a un Salón de belleza?" Se burló Spike. "¿Y también aprovecharás para que te limen y pinten los cascos? Hahaha."

Dusk solo se sonrojó sin tener argumento para rebatir, a él de verdad no le gustaba que lo relacionaran con nada excesivamente femenino, y entrar en un salón de belleza era precisamente una de las cosas que Dusk normalmente nunca haría, sin embargo ahora lo que tenía más prioridad para él era tomar un buen baño y que no le volvieran a decir en su cara que estaba sucio, así que Dusk simplemente apretó sus dientes y avanzó con paso firme hacia la puerta del Spa mientras era seguido por Spike, que aún se reía de que su hermano se atreviese a entrar en un salón de belleza.

¡Ya me las pagarás! Pensó Dusk molesto al abrir la puerta del Spa mientras seguía oyendo la insistente risilla de Spike.

Una vez dentro del salón, vieron un espacioso vestíbulo con una mesa de recepción, pero nadie que estuviera allí para recibirlos. Dusk miró hacia todos lados y se dispuso a llamar a alguien que estuviera a cargo, cuando de repente escuchó unas voces que venían desde un pasillo doblando el vestíbulo.

"Así que, ¿¡Ya llegaste a la parte en donde él le revela a Illusion que en verdad es un príncipe!?" Dijo una voz femenina emocionada.

"¡Oh, sí! ¡Es mi parte favorita del libro! ¡Fue tan romántico!" Dijo otra elegante voz femenina. "Ojalá yo pudiera encontrar el verdadero amor como lo hizo Illusion en el libro…"

"Ya lo encontrarás, querida, solo debes ser paciente." Dijo la primera voz afectuosamente.

"Supongo…" Dijo la voz elegante suspirando. "Aunque últimamente me he preguntado, ¿Cómo sabré que estoy enamorada si nunca lo he estado?"

"Fufu, eso es simple." Rio suavemente la primera voz. "Simplemente lo sientes."

Aquella conversación Dusk la pudo escuchar claramente ya que inconscientemente se había acercado hasta donde venían las voces y se había quedado mirando desde una esquina a quienes charlaban de lo que parecía ser un libro. La primera era una yegua rosada de melena celeste, tenía ojos azules y una cutie mark en forma de flor de loto, además tenía una banda blanca en su cabeza y una más pequeña alrededor de su cuello, al parecer ese era su uniforme y ella trabajaba allí; la otra era una yegua unicornio de piel blanca y ojos azules, tenía su melena y cola de color morado, ambas prolijamente peinadas, en su flanco descansaba su cutie mark que eran tres diamantes celestes, además por su forma de moverse y expresarse a Dusk le dio la impresión que aquella yegua era muy parecida a las yeguas elegantes y adineradas de Canterlot, impresión que no había tenido de nadie más en aquel pueblo, por lo que le llamó la atención y se quedó especialmente mirándola a ella.

"Esa yegua se ve como las típicas yeguas snob de Canterlot, ¿No te parece?" Le susurró Dusk a Spike, quién lo había seguido y estaba a su lado mirando desde lejos a las yeguas.

"Sí… es hermosa…" Respondió Spike ido de la realidad, con su vista y pensamientos fijos en lo que, a su parecer, era lo más hermoso que había visto en su vida.

Dusk se lo quedó mirando sorprendido, él nunca había visto así a Spike, su pequeño hermano estaba perdido en sus pensamiento, con su boca abierta casi a punto de babear y sus ojos semi cerrados mirando fijamente sin pestañar a la yegua blanca, tal parecía que su pequeño hermano había caído flechado por amor debido a aquella unicornio, eso era algo totalmente nuevo de ver para ambos. Dusk no estaba seguro de cómo reaccionar como hermano y simplemente se dispuso a tomar al dragón por los hombros y hacerlo reaccionar, sin embargo un recuerdo vino rápidamente a su mente y entonces el unicornio sonrió maliciosamente pensando en cómo hacer volver entrar en razón a su hermano y vengarse de él por burlarse, todo al mismo tiempo.

Spike seguía en su sueño lúcido mirando a la que podría según él ser el amor de su vida, cuando un fuerte golpe en el trasero lo hizo caer de bruces contra el suelo.

"¡Auch! ¡P-Por qué me pateaste!" Gritó Spike molesto, dándose la vuelta y viendo que Dusk le había pegado una patada.

"Bueno, recuerdo que hoy en la mañana me dijiste que si alguna vez preferías algo blanco y suave antes que una gema, yo te podría patear." Dijo Dusk sonriendo maliciosamente. "Y por la forma en que te quedaste viendo como un baboso a aquella yegua blanca, creo que es justo decir que te gustaría tenerla a ella más que a cualquier simple gema ¿o no?"

"N-No es que me guste…" Dijo Spike tímidamente, poniéndose nuevamente de pie. "O quizás sí, no lo sé, es que… es tan linda y-" Spike no pudo terminar de hablar, debido a otra pequeña patada que le dio Dusk.

"¿¡Y esa otra por qué fue!?" Gritó molesto Spike botado en el suelo, sobándose el trasero.

"Esa otra fue porque en la casa de Fluttershy me dijiste que te pateara si alguna vez te enamorabas." Dijo entre risas Dusk mientras Spike lo miraba con odio.

"¡Qué está ocurriendo allí!" Gritó la voz de una yegua, distrayendo inmediatamente a Dusk y Spike. Era la voz de la yegua blanca, quién se dio cuenta de la presencia de ambos y se acercó hasta ellos luego de escuchar todo el alboroto. "¡Quién eres tú y por qué le pegas una patada a este pequeñín!"

En seguida la yegua se acercó hasta Spike, quién seguía en el suelo y le dio un fuerte abrazo.

"¿Estás bien, pequeñín?" Preguntó la yegua blanca luego de abrazar a Spike, pregunta que quedó sin respuesta pues Spike estaba echando humo por las orejas, totalmente sonrojado.

"¿¡Por qué le pegaste una patada a esta lindura!?" Preguntó nuevamente la yegua blanca, mirando molesta a Dusk.

"¡Es… Es solo un malentendido!" Dijo rápidamente Dusk, queriendo evitar a toda costa que alguien se enojara nuevamente con él. "Vamos Spike, dile que es solo un juego entre nosotros."

Spike, quien ya había vuelto en parte a la realidad luego del cándido abrazo de la yegua, miró a su querido y confiable hermano, quién lo había cuidado y ayudado tantas veces y con quién siempre compartía sus aventuras; y luego Spike giró la vista y miró a la hermosa yegua a su lado, la elección era obvia.

"Él… Él es un pony malo que solo quiere lastimarme, ¡Bwaaa!" Dijo Spike fingiendo llorar, aprovechando la ocasión para acurrucarse en las patas de la yegua blanca.

"Ya, ya, ya pasó." Dijo tiernamente la yegua blanca, consolando a Spike y mirando molesta a Dusk, quién por primera vez conoció la traición de que un hermano lo cambiara por una chica.

"Deberías irte ahora o llamaré a alguien para que te saque de aquí." Dijo la yegua rosada enojada mirando a Dusk, quién también había visto todo y ahora creía que Dusk solo era un pony que disfrutaba acosando a los pequeños.

"N-No… yo… yo…" Tartamudeó Dusk, sin saber cómo defenderse.

Spike miró de reojo a Dusk mientras seguía siendo acariciado por la yegua de sus sueños, su pobre hermano de verdad parecía estar complicado ante tal situación, al parecer él ya había conseguido su merecido luego de haberlo pateado, y aunque a Spike le hubiera gustado estar abrazando a aquella yegua blanca para siempre, finalmente decidió salvar a su hermano.

"Alto." Dijo Spike despegándose de los cascos de la yegua blanca. "Es… Es verdad, todo era solo un juego, la verdad es que él es mi hermano, perdón por mentir hace un rato…"

Los tres ponies se quedaron mirando a Spike, las yeguas algo sorprendidas y Dusk sonriendo, aliviado que Spike lo hubiera salvado y dicho la verdad finalmente.

"Tú… ¿¡QUÉ!?" Preguntó la yegua blanca, aún anonadada.

"Sí… yo mentí, perdón por eso…" Dijo Spike apenado de engañar a tan hermosa yegua.

"No me refería a eso, es solo que…" Dijo la yegua blanca, haciendo una pausa pues no estaba segura de lo que iba a decir. "¿En verdad ustedes son hermanos? Es decir, yo no juzgo a nadie, pero… ¡Vaya! Al parecer su madre sí que era traviesa..."

Dusk se quedó perplejo unos segundos, sin entender lo que había querido decir la yegua blanca, hasta que finalmente de golpe entendió a lo que se debía de estar refiriendo ella con 'traviesa' y se sonrojó completamente.

"¡N-No! ¡Te equivocas! No somos hermanos de verdad, ¡No es que mi mamá se hubiera metido con un dragón o algo así!" Dijo rápidamente Dusk, no queriendo que pensaran que su mamá era una 'traviesa'. Sin embargo, en cuanto Dusk terminó su discurso, de inmediato vio a Spike y su corazón se apretó luego de darse cuenta que él acababa de decir que no eran hermanos de verdad.

"Él no es mi hermano de sangre." Agregó Dusk rápidamente, mirando a Spike seriamente. "Pero Spike es mi hermano de vida, nos conocemos desde que yo era un potrillo y él un huevo, siempre hemos estado juntos, desde que estuve allí cuando nació. Aunque no tengamos la misma madre y padre, él es mi hermano y siempre estaré ahí para él." Termino de decir Dusk, poniendo un casco en el hombro de Spike y mirando al dragón afectuosamente.

Las palabras de Dusk llegaron directamente al corazón de Spike, quien de inmediato le dio un abrazo en agradecimiento. Abrazo que rompieron rápidamente a los pocos segundos, uno, porque ambos se creían muy machos para darse un abrazo entre hermanos, eso era de yeguas; y dos, porque fueron interrumpidos por un molesto sonido.

"Awww…" Dijeron tiernamente ambas yeguas al mismo tiempo cuando escucharon el discurso de Dusk y los vieron abrazarse.

"Así que tú lo acogiste y así se volvió tu hermano, ¡Eso es tan tierno!" Dijo la yegua blanca con una sonrisa, quien ahora miraba con otro lente a Dusk. Por su parte Spike vio como la yegua blanca dejó de prestarle atención a él y había fijado su vista en Dusk, algo que hizo que el cariño que acababa de sentir por su hermano fuera rapidamente reemplazado por un nuevo sentimiento que no conocía hasta ese día, celos.

"Entonces… ¿Qué es lo que están haciendo aquí?" Preguntó finalmente la yegua rosada, que también empezó a hablarle más cariñosamente a Dusk.

"Eh… ¡Oh, sí! Yo quería ver si puedo tomar un baño." Dijo Dusk, volviendo a recordar cuál era su misión en aquel salón.

"¡Clientes!" Dijo animadamente la yegua rosa, con una gran sonrisa. "Lo hubieran dicho desde el principio, perdón por no atenderlos inmediatamente, pero estaba atendiendo a otra cliente."

"No hay problema." Sonrió Dusk, adivinando que la yegua blanca debía de ser la otra cliente.

"Por aquí por favor." Dijo cortésmente la yegua rosa, acercándose hasta el mesón de recepción. "Debes ser nuevo aquí, así que primero que todo haré tu ficha personal. Dime, ¿Cuál es tu nombre y de dónde vienes?" Terminó de decir la yegua rosa, sacando unos papeles del mesón.

"Mi nombre es Dusk Shine, y vengo de Canterlot." Dijo Dusk, también cortésmente.

"¡Oh! ¡Canterlot!" Dijo la yegua rosa sorprendida, mientras anotaba los datos de Dusk en la ficha. "Por cierto, mi nombre es Aloe." Agregó la yegua rosa, antes de mirar de reojo hacia la yegua blanca y darle una pequeña sonrisa cómplice. "Y la hermosa yegua blanca a tu lado es mi amiga Rarity." Terminó de decir Aloe con una risita.

Dusk se giró, miró a la yegua blanca y se dispuso a saludarla como un buen caballero debía hacer frente a las presentaciones, cosa que no hizo con Aloe pues se imaginó que no debía interrumpirla en su trabajo.

"Es un placer señorita Rarity." Dijo Dusk solemnemente, haciendo una reverencia, tomando el casco de Rarity y besándolo cortésmente, tal como él hacía con las yeguas refinadas de Canterlot, lo que le pareció correcto pues ella tenía ese mismo aire refinado de las yeguas snob de la capital.

Rarity se sonrojó levemente con el acto de Dusk, luego miró a Aloe y ambas compartieron una risita cómplice.

"El placer es mío, señor Dusk Shine." Dijo Rarity muy cortésmente, reprimiendo su risita.

"Y dime, ¿Cuál es tu oficio?" Preguntó nuevamente Aloe, llenando la ficha.

"Soy estudiante de magia." Respondió Dusk.

"¡Vaya…! Debes de ser de muy buena familia para poder estudiar magia en la mejor escuela de magia de Equestria ¿No es así?" Agregó Aloe con curiosidad.

"Eh… sí… supongo, hehe." Respondió Dusk algo nervioso, que no quiso decir que a diferencia de la mayoría de los otros estudiantes de magia en Canterlot, que llegaban allí por su dinero y/o estatus social, él había sido elegido excepcionalmente solo por su talento en la magia.

"Caballeroso y de buena familia, todo un buen partido." Dijo con una risita Aloe, mirando de reojo a Rarity. "Y dime, ¿Eres soltero?"

La pregunta descolocó por un segundo a Dusk, que no supo que responder ante la sorpresa de la pregunta, ¿Acaso esa también era una pregunta de la ficha de recepción?

"Porque sabes… yo estoy comprometida, pero creo que mi amiga aquí presente está soltera." Dijo Aloe, sonriéndole a Dusk y apuntándole con la mirada a Rarity. "De verdad harían una linda pareja."

"¡Shh! Ya basta, Aloe." Dijo rápidamente Rarity, sonrojada y sonriéndole a Dusk. "No le hagas caso, solo quiere molestarte."

"Eh… sí… hehe…" Rio nerviosamente Dusk, sin entender mucho si de verdad estaban coqueteando con él o solo o estaban molestando. "Yeguas…" Pensó Dusk.

"Bien, ya pueden entrar a los baños." Dijo finalmente Aloe con una sonrisa, guardando las fichas. "Los menores no pagan, así que tu pequeño hermano puede entrar gratis, serán 12 monedas."

Aquello sobresaltó un poco a Dusk, que se dio cuenta que no le alcanzaría para pagar, al menos no con solo su parte del dinero.

"Emm… Spike… Tendré que ocupar todo el dinero de la bolsa ¿Hay algún problema?" Le susurró Dusk a Spike.

"P-Pero entonces no me alcanzará para una gema." Reclamó Spike, que solo miró resignado a Dusk y agregó molesto. "Está bien, haz lo que quieras."

"Gracias hermano." Dijo Dusk sonriéndole y entregando el dinero en el mesón.

"Aww… ¿Así que querías dinero para una gema? Supongo que aunque seas pequeño sigues siendo un dragón." Dijo Rarity tiernamente acercándose a Spike. "Ten, es pequeña pero de seguro te gustará." Terminó de decir Rarity, entregándole a Spike un pequeño topacio que guardaba.

Spike sostuvo la pequeña gema y miró nuevamente la sonriente cara de Rarity mientras sentía un enorme flechazo en su corazón, ahora él estaba seguro, ¡Él estaba enamorado y Rarity era la yegua de sus sueños!

Una vez estuvo todo en orden, Aloe les indicó a Dusk y Spike que caminaran hacia un pasillo que quedaba a la derecha.

"Por allí por favor, yo en seguida los alcanzo." Dijo Aloe dándoles la indicación, en seguida espero a que Dusk y Spike avanzaran un poco por el pasillo para darse la vuelta y volver a conversar con Rarity.

"¿Y bien? ¿Qué te parece?" Preguntó Aloe emocionada.

"¿Qué me parece qué?" Preguntó Rarity haciéndose la ingenua.

"No te hagas la que no sabe, me refiero a Dusk." Sonrió Aloe.

"Es lindo… y caballeroso, pero… no creo que sea mi tipo." Dijo Rarity mientras veía a Dusk caminar por el pasillo. "Es decir, se ve algo infantil, y actúa como tal, ¿Viste lo infantil que fue al pelear con su hermano? Un pony maduro no debe actuar así."

"¿A qué te refieres?" Preguntó Aloe confundida. "Yo te he visto pelear con tu hermana miles de veces cuando la traes aquí."

"¡E-Eso es diferente!" Dijo Rarity rápidamente avergonzada, luego volvió a mirar hacia el pasillo y se quedó pensando un rato antes de hablar. "Aunque tienes razón, quizás lo esté juzgando muy rápido, quizás… lo hechice con mis encantos para ver qué sucede." Terminó de hablar Rarity, con una pequeña sonrisa traviesa en sus labios.

En tanto, Dusk y Spike terminaron de recorrer el pasillo y llegaron a una gran sala con una enorme bañera, una vez allí esperaron unos momentos hasta que Aloe llegó, les entregó un par de toallas y cortésmente salió de la habitación, deseándoles que tuvieran un relajante baño, donde por alguna razón acentuó la palabra 'relajante' cuando miró a Dusk. Estando ya a solas, Dusk finalmente entró lentamente en la bañera, que para su sorpresa era un jacuzzi de agua tibia, el cual comenzó a botar vapor en cuanto él entró, seguido de Spike quien simplemente dio un enorme salto y cayó en el jacuzzi.

"Ah… Esto de verdad es muy relajante…" Dijo Dusk sonriendo, metiéndose por completo bajo el agua y luego saliendo y afirmándose en el borde del jacuzzi con los ojos cerrados. "Al fin un descanso libre de presiones…"

"Disculpa, ¿Puedo sentarme a tu lado?" Dijo una elegante voz detrás de Dusk.

"Sí… no hay problema…" Dijo Dusk extremadamente relajado, aún con sus ojos cerrados.

Dusk seguía sin pensar en nada cuando escucho el agua moverse y sentir que alguien a su lado entraba al jacuzzi y se sentaba junto a él. Le tomo varios segundos a su cerebro darse cuenta y reaccionar ante tal suceso, Dusk repentinamente abrió sus ojos y miró a su lado con enorme sorpresa, en donde ahora había una elegante yegua blanca, sentada junto a él en el jacuzzi.

*IMAGEN 1: goo .gl/UIcItg

"¡S-Señorita Rarity! ¿¡Q-Qué hace aquí!?" Preguntó Dusk sonrojado, totalmente nervioso de ver a una yegua bañándose junto a él.

"Por favor, solo dime Rarity." Sonrió la yegua blanca, agitando sus largas pestañas. "Solo estoy tomando un baño, al igual que tú."

"S-Sí, p-pero aún estoy yo." Dijo Dusk extremadamente nervioso al casi sentir sus pieles tocarse de lo cerca que estaban.

"Eso ya lo sé, por eso te pregunté." Dijo Rarity coquetamente. "Además este es un spa mixto, no hay de qué preocuparse, o dime…" Dijo Rarity antes de acercarse un poco más a Dusk. "¿Acaso te molesta mi compañía?"

"¡N-No! ¡Claro que no!" Dijo Dusk dejando de ver a Rarity y mirando hacia otro lado, totalmente nervioso.

A veces a Dusk mismo le costaba entender su propio comportamiento, es decir, hace solo unos minutos él había visto a Rarity en el vestíbulo, pero ahora que ella estaba junto a él, con su piel mojada y el agua tapándole la mitad del cuerpo, por alguna razón aquella imagen le parecía más atractiva y lo hacía ponerse más inquieto.

"No debes ponerte nervioso, es solo un baño." Dijo Rarity con una sonrisa coqueta, tocando con su casco el hombro de Dusk. "Además, siempre es más divertido venir al spa acompañada."

"¡WAHH!" Gritó Spike repentinamente, que cuando vio entrar a Rarity al jacuzzi se congeló con la boca abierta, entonces él vio que ella se sentó al lado de Dusk y su boca cayó aún más, finalmente cuando Rarity tocó el hombro de Dusk su boca cayó completamente de la sorpresa, haciendo que él tragara un montón de agua mientras veía como su hermano le arrebataba a su chica.

"¡Spike!" Gritaron al unísono Dusk y Rarity al ver que el dragón casi se ahogaba.

Una vez Dusk tomó a Spike, lo obligó a salir del jacuzzi y que descansara fuera, cosa que Spike hizo de mala gana, sentándose al borde del jacuzzi justo en frente de Dusk y Rarity, sin quitarle la vista a su hermano, pues él no dejaría que Dusk le quitara a su amada.

Todo lo sucedido hizo que Dusk finalmente se relajara más y enfriara su cabeza, después de todo él no podía estar distraído mentalmente mientras su hermano podía volver a casi ahogarse, además debía demostrar que él era un caballero y que podía bañarse con una yegua en un baño público sin problemas, eso siempre y cuando ella no estuviera excesivamente cerca, y para su suerte, Rarity justamente había decidido no estar demasiado cerca de Dusk, al menos no mientras estuviera el pequeño Spike allí.

Para Rarity, aquello era solo un juego, una hermosa yegua que conseguía que los potros hicieran todo lo que ella quería solo usando sus encantos, era algo que ella hacía a menudo, no de forma malvada o abusiva, sino más bien solo por jugar, pues ella siempre pensó que mientras otros tenían poder mágico, velocidad, inteligencia, agilidad; ella tenía su encanto femenino, y le gustaba hacer uso de él, por ello, ella no perdería la oportunidad de divertirse un poco con el ingenuo Dusk.

Bien, ya que no puedo acercarme, creo que es hora de usar mi mejor arma, ¡Mi mirada fatal! Pensó Rarity, sentada en el jacuzzi a poca distancia de Dusk. Ella giró coquetamente su cabeza, dirigiendo su mirada directo a los ojos de Dusk, mostrándole sus enormes y brillantes ojos azules mientras agitaba coquetamente sus largas y cuidadas pestañas.

En tanto, Dusk comenzaba a relajarse nuevamente en el jacuzzi hasta que sintió una incómoda sensación, la de una persistente mirada, en seguida miró a Rarity y vio sus enormes ojos azules viéndolo fijamente mientras sus largas pestañas se agitaban sin cesar.

"Eh… ¿Rarity…?" Preguntó Dusk.

¡Bingo! Pensó Rarity. Aquí viene el halago.

"¿Sí querido?" Dijo Rarity agitando sus pestañas aún más coquetamente.

"¿Te entró algo en el ojo?" Preguntó Dusk inocentemente.

"¿Eh?" Respondió Rarity perpleja, dejando su acto coqueto y poniendo una cara de completa incredulidad.

"Es solo que desde hace un rato que estás pestañando mucho, ¿Te sucede algo?" Preguntó Dusk confundido.

"Yo… eh… es qué… ¿Eh?" Dijo Rarity totalmente en shock, sin saber qué decir. Era la primera vez que le sucedía algo así, lo que ella esperaba era que Dusk le hubiera dicho 'Qué lindos ojos' o 'Qué hermosa eres', las mismas palabras que había escuchado tantas veces de otros potros, pero en cambio Dusk le había hecho una estúpida pregunta que la había hecho quedar a ella como una completa tonta, acaso… ¿¡Su famoso encanto femenino no había resultado con Dusk!?

"No… no es nada…" Dijo finalmente Rarity avergonzada, totalmente roja, sin aún poder creer que su mayor encanto no hubiera funcionado.

En cuanto a Dusk, él no supo por qué Rarity al parecer se había avergonzado, así que solo la miró aún más confundido, mientras el pequeño dragón también la miraba a ella, pero con una mirada totalmente distinta, una mirada hipnotizada al ver aquellos hermosos ojos azules de tan hermosa yegua.

Aquel impasse dejó descolocada a Rarity por varios minutos en los que ella guardó absoluto silencio, hasta que finalmente decidió no darle más vueltas al asunto y solo seguir con el baño y la conversación, después de todo, habría otras oportunidades para seducir a Dusk con sus encantos, lo mejor por ahora sería solo disfrutar del baño.

"Emm… Así que dime, Dusk, ¿Qué se siente vivir en Canterlot?" Preguntó Rarity, iniciando la conversación nuevamente. "Es decir, vivir cerca del palacio, rodeado de tiendas elegantes y ponies refinados, ¡Debe ser un sueño hecho realidad!"

"Hmm… sí… de verdad es una linda ciudad…" Respondió Dusk, intentando pensar en las comodidades y ventajas que tenía vivir en la ciudad capital de Equestria, sin embargo mientras lo hacía no pudo evitar pensar que Ponyville, a pesar de ser todo lo contrario de Canterlot, cada vez le parecía un mejor lugar. "Aunque Ponyville también es muy lindo." Agregó Dusk, pensando en voz alta.

"Oh, claro, Ponyville tiene su encanto, pero nada comparado con la opulencia y magnificencia de Canterlot." Dijo sonriendo Rarity, con unos ojos soñadores. "Mi sueño es abrir una tienda allí algún día."

Dusk se la quedó mirando, queriendo saber a qué se dedicaba Rarity, sin embargo ella vio su mirada confundida y le leyó la mente.

"Soy modista." Dijo Rarity con una gran sonrisa, antes de seguir hablando emocionadamente. "Diseñadora, costurera, ¡E incluso por ahora diseñadora de interiores! Hehe." Terminó de decir como si hubiera querido decirlo desde hace mucho. "¡De hecho yo soy la encargada de la ornamentación para la Celebración del Sol de Verano!"

"Eh… vaya, eso debe ser un trabajo muy importante." Dijo Dusk con una fingida sonrisa, pensando en que en realidad aquello no le importaba mucho, moda, ornamentación, todas esas cosas excesivamente femeninas, sin embargo como buen caballero no podía parecer indiferente ante la conversación de una yegua y continuó poniendo atención y charlando. "¿Y qué planeas para la ornamentación de la celebración?"

"Fufu, es un secreto." Rio Rarity. "Tendré que trabajar desde hoy mismo para completarla, de hecho estaría trabajando ya mismo si no fuera que para comenzar necesito comprar un pedido que llegará hasta la tarde, ¡Pero estoy segura que haré algo que sorprenda a todos los asistentes! ¡Incluyendo a la princesa por supuesto! ¡No puedo esperar a ver el rostro de todos cuando vean lo hermoso que decoraré el gran salón! ¡Ya tengo en mi mente la visión de cómo quedará, será hermoso!"

Dusk en realidad encontraba la conversación con Rarity cada vez más pesada, y si bien era cierto que él debía reconocer que ella era muy linda, cada vez iba encontrando a aquella yegua más parecida a las yeguas vanidosas y superficiales de Canterlot, es decir, ¿Por qué le emocionaba tanto aquellas cosas estéticas? ¡Eran solo adornos!

"Pero basta de hablar de mí." Agregó sonriendo Rarity. "Cuéntame de ti, dime, ¿Conoces a ponies importantes en Canterlot? ¿Alguien de la alta sociedad o de la realeza?"

Por un momento Dusk se sintió aliviado de que Rarity quisiera cambiar de tema, pero cuando escuchó que ella quería saber si él conocía a alguien de la realeza, definitivamente decidió que no le contaría nada de los ponies importantes que él conocía, como la mismísima princesa por ejemplo, después de todo parecía que al igual que las yeguas arribistas de Canterlot, a ella solo le interesaba la nobleza y el estatus social. Aunque finalmente Dusk no tuvo necesidad de responder, ya que fue interrumpido por la fuerte voz de su hermano.

"¡Por supuesto!" Gritó Spike desde fuera del jacuzzi, que había visto y escuchado a ambos ponies y ya quería ser parte de la conversación y que Rarity le volviera a poner atención. "Conocemos al general de la guardia real, al líder del consejo de nobles, incluso conocemos a la mismísima prin-" Spike dejó de hablar al ser callado por la magia de Dusk, que le cerró la boca.

"Sí, conocemos a algunos ponies, pero nadie muy importante, hehe…" Dijo Dusk mientras seguía usando su magia en Spike.

"Al general de la guardia ¿Eh?" Dijo Rarity sonriendo, que había alcanzado a escuchar lo que Spike dijo. "Entonces ustedes deben de ser muy importantes en Canterlot… Y dime, ¿Cuántos días llevan en Ponyville? ¿Qué lugares han conocido del pueblo?"

"Bueno… Ayer una pequeña nos dio un tour por varios lugares del pueblo." Respondió Dusk, nuevamente agradeciendo el cambio de tema pero incomodándose un poco al ver que Rarity le hacía tantas preguntas. "Conocemos la alcaldía, Sugarcube Corner, la torre del reloj, la..." Dusk dejó de hablar repentinamente y abrió enormemente los ojos al recordar algo sumamente importante, aquello que había intentado recordar aquella mañana pero que no pudo hacer, ¡Ahora él lo había recordado!

"¡LA BIBLIOTECA!" Dijo Dusk en un grito. "¡Olvide por completo la biblioteca!"

"¿Qué sucede con la biblioteca?" Preguntó Rarity confundida ante el repentino cambio de actitud de Dusk.

"¡La biblioteca del pueblo estaba cerrada!" Dijo rápidamente Dusk, poniéndose de pie. "¡Eso es algo que no puedo permitir, debo arreglarlo!"

"Pues sí, la biblioteca lleva un tiempo cerrada, ¿Pero eso qué más da?" Preguntó Rarity aún confundida.

"¿¡No lo entiendes!? ¡Una biblioteca es un templo de sabiduría, un refugio del conocimiento!" Dijo Dusk agitadamente, acercándose hasta Rarity y tomándola de los hombros. "¡No puedo permitir que algún pony del pueblo quiera leer sobre algo y no pueda! ¡Eso es un crimen! ¡El saber es el mayor-"

"¡AHEM! Pero puede esperar, ¿¡VERDAD, DUSK!?" Tosió Spike fuertemente, para que Dusk saliera de su estado frenético y se diera cuenta que nuevamente estaba exagerando y que parecía estar espantando a Rarity.

"S-Sí… puede esperar…" Se obligó a decir Dusk, soltando a Rarity y queriendo evitar a toda costa hacer una escena frente a Rarity.

"¡Vaya…! De verdad te apasionan las bibliotecas…" Dijo finalmente Rarity, aún sorprendida por el cambio de actitud de Dusk.

"Sí…" Dijo Dusk más calmado, sentándose nuevamente y mirando hacia abajo. "Es solo que las bibliotecas eran mi refugio cuando yo era un potrillo. Todo lo que leí y aprendí allí… No me gustaría que ningún pony no tenga acceso a algo tan valioso como un libro…" Terminó de hablar Dusk melancólicamente.

Rarity se quedó viéndolo fijamente mientras muchos pensamientos cruzaban por su cabeza, ella sabía algo que Dusk no sabía, algo relacionado con la biblioteca, quizás lo mejor hubiera sido decírselo de inmediato, pero Rarity finalmente desechó ese pensamiento, confiando en que no sería necesario decírselo a alguien del 'estatus' de Dusk.

"No hay problema, estoy segura que después que tomes un baño podrás solucionar el tema de la biblioteca cerrada, después de todo, eres un potro de noble cuna venido de la gran ciudad capital de Equestria, seguro lo solucionarás." Dijo Rarity con una sonrisa.

"Eh… sí… eso espero." Dijo finalmente Dusk, resignándose a que tendría que hacer lo que Rarity acababa de decir y solo terminar tranquilamente el baño antes de arreglar aquel problema.

"Y díganme…" Dijo Rarity, queriendo cambiar de tema. "En donde se hospedan, ¿En la posada del pueblo? ¿O vinieron en algún gran carro privado hasta Ponyville?

Aquellas palabras volvieron a poner tenso a Dusk, que nuevamente recordaba otro problema que tendría que resolver una vez solucionara lo del baño y la biblioteca.

"Bueno… Nos estábamos quedando en la posada pero ahora no tenemos donde quedarnos." Respondió Spike, acercándose al bode del jacuzzi, queriendo compartir la atención de la yegua. "Y lo peor es que ya no tenemos dinero."

"Espera… ¿¡No tienen dinero!?" Preguntó Rarity incrédula antes de mirar preocupada nuevamente a Dusk. "¿Entonces no eres un potro de noble cuna adinerado?"

Dusk se sonrojó un poco antes de hablar.

"No… ni uno ni lo otro, no soy noble ni adinerado, soy de una humilde familia y solo estudio magia porque mi maestra costea mis estudios." Dijo Dusk avergonzado. "La verdad es que gastamos lo último que teníamos en este baño y ya no tenemos más dinero, jeje."

Rarity se quedó mirando a Dusk con cara de preocupación y luego bajó la vista y frunció el ceño mientras tapaba su boca con su casco de forma pensativa, como si estuviera teniendo un fuerte debate interno, aquello no le sorprendió a Dusk, después de todo ella al parecer creía que él era todo un caballero refinado y adinerado de Canterlot y ahora se enteraba que solo era un pony común que ni siquiera tenía una moneda.

"Nada de dinero…" Susurró Rarity antes de levantarse rápidamente del jacuzzi y salir rápidamente de él. "Lo siento, debo irme." Agregó sin siquiera mirar a Dusk o a Spike.

Y allí se quedaron Dusk y Spike, completamente perplejos ante el repentino cambio de actitud de la yegua. Dusk pensó en cuanto lo dijo que quizás el comportamiento de Rarity cambiaría al enterarse que solo se estaba bañando con un par de tipos que no tenían nada de dinero, pero haber salido corriendo de esa forma y abandonarlos así, eso había sido peor de lo que había esperado.

"¿¡Q-Qué pasó!? ¿¡Por qué se fue corriendo!?" Preguntó Spike confundido.

"Yo te diré por qué se fue." Dijo Dusk molesto, empezando a lavarse el pelo como si no le hubiera afectado la actitud de Rarity. "Sucede que ella se dio cuenta que no teníamos nada de dinero y decidió que era muy refinada para estar con un par de indigentes como nosotros… Como pensé, ella no es como las otras yeguas de este pueblo, ella es igual de fría, egoísta y calculadora que las elegantes yeguas de Canterlot." Terminó de decir Dusk amargamente, dándose cuenta que su primera impresión no había sido equivocada y sabiendo ahora el por qué Rarity había parecido tan interesada en saber si Dusk era un noble adinerado o no.

Lo que siguió fue bastante trivial, Dusk terminó de bañarse, se secó lentamente, asegurándose que estaba completamente limpio, y finalmente se dirigió junto a Spike hacia el vestíbulo para abandonar el spa, Spike cabizbajo y Dusk con una mirada de amargura.

"Hasta luego, vuelvan pronto." Sonrió Aloe una vez Dusk y Spike se despidieron y cruzaron la puerta de salida del spa.

Dusk sintió los agradables rayos del sol y la fresca brisa golpeando su piel recién lavada, pensando en que debía dejar de amargarse por lo que había sucedido y simplemente disfrutar el día y solucionar los problemas que aún tenía pendiente, la biblioteca y el hospedaje, sin embargo aquello nunca ocurrió, ya que en cuanto salieron fuera del spa, un inesperado llamado los puso en alerta.

"Dusk, Spike, ¡Esperen por favor!" Gritó la voz de una yegua en la lejanía. Era Rarity, que trotaba en dirección hacia el spa.

¿A qué vuelve esta yegua vanidosa? Pensó Dusk volviendo a amargarse, sintiéndose molesto consigo mismo por pensar que ella era linda a pesar de su actitud superficial.

"Siento haberlos abandonado tan repentinamente, pero… tenía algo que hacer en mi casa." Dijo Rarity con una sonrisa una vez los alcanzó. "Por cierto, allí encontré una foto que podría interesarte." Terminó de hablar Rarity, mirando a Dusk y mostrándole una foto.

Dusk tomó la foto y junto a Spike se sorprendieron al ver que era la foto privada que ellos tenían junto a la princesa y que Spike había perdido hace un par de días.

"¿C-Cómo es que la tenías?" Preguntó Dusk sorprendido.

"Bueno, tal parece que mi hermana Sweetie Belle la encontró hace unos días, yo la encontré ahora de casualidad, traté de saber más pero ella estaba molesta conmigo por mandarla a ordenar la casa y se encerró en su pieza, así que la tomé y aproveché de traértela, es tuya ¿no es así?" Dijo Rarity alegremente.

"Sí… es mía." Dijo con recelo Dusk mientras le pasaba la fotografía a Spike para que la guardara.

"¿¡Esa irritante potrilla es tu hermana!?" Dijo Spike al mismo tiempo que Dusk habló, corrigiéndose rápidamente de forma nerviosa. "E-Es decir, esa adorable potrilla… jeje." Rio Spike, no queriendo que Rarity supiera que a él no le gustaba para nada la actitud de Sweetie Belle.

"Entonces… ¿Conoces a la princesa?" Preguntó Rarity, ignorando el comentario de Spike, mirando con mucho interés y de forma coqueta a Dusk. "¿Acaso eres de la realeza o algo así?"

¡Lo sabía! Pensó Dusk. ¡Esta yegua nos abandonó cuando se enteró que no teníamos dinero y ahora vuelve porque se entera de mi relación con la princesa! ¡Es solo una yegua aprovechada!

"Nada de eso, ella solo es mi maestra de magia." Respondió Dusk cortantemente.

"¡Oh! Pero eso es igual de interesante, ¿Por qué no me dijiste algo tan importante cuando estábamos tomando el baño?" Preguntó Rarity emocionada.

Dusk se quedó en silencio y miró hacia otro lado totalmente molesto, algo que sorprendió a Rarity.

"Eh… bueno… a lo que venía." Dijo rápidamente Rarity luego que Dusk la dejara sin respuesta. "Ahora tengo que ir a ver a unos clientes, yo… quería saber si ustedes podrían acompañarme y ayudarme a cargar algunas cosas." Rarity terminó de hablar, usando nuevamente su arma secreta, poniendo una coqueta cara y agitando sus largas y bellas pestañas.

¡Esto es el colmo! Pensó Dusk. Ahora quiere hacer que la ayudemos como burros de carga cuando sabe que yo tengo otras prioridades! ¡Qué tan egoísta puede ser Rarity!

"¡Por supuesto!" Dijo Spike casi en un grito, antes que Dusk siquiera hubiera abierto la boca para negarse. "¡Yo te ayudaré en lo que sea, Rarity!"

"Aww… eres tan lindo, Spikey-wikey." Dijo Rarity amorosamente, dándole un pequeño beso en la mejilla, haciendo que la cola de Spike se pusiera rígida mientras soltaba humo por sus orejas.

Finalmente Rarity sonrió nuevamente y comenzó a caminar, siendo seguida por Spike quien casi parecía flotar y soltar corazones de amor con cada suspiro. De inmediato Dusk se acercó hasta Spike y lo tomó por el hombro para detenerlo.

"Spike, tenemos que hacer otras cosas ¿Recuerdas?" Susurró Dusk al oído de Spike en un intento inútil por evitar que siguiera a Rarity, lo cual no funcionó, pues el dragón no lo escuchó, se sacudió el casco de Dusk y solo siguió hipnotizado por la blanca figura de la yegua.

Dusk se quedó en silencio donde estaba, mirando como Spike y Rarity seguían caminando hasta que la yegua se percató que Dusk no la seguía.

¿Por qué no me sigue? Pensó Rarity confundida antes de recordar que en el baño Dusk había parecido inmune a sus encantos. ¡Bien, ahora probaré que nadie es inmune a mis encantos! Se dijo a sí misma Rarity, sonriendo perversamente.

En seguida Rarity agitó rápidamente su cabeza hacia atrás para mirar a Dusk, haciendo que su bella melena girara con gran gracia, ondeara y cayera ordenadamente en su lugar, mientras ella miraba amorosamente a Dusk con su mirada más coqueta.

"¿Vienes querido?" Preguntó Rarity seductoramente moviendo sus hermosas pestañas.

Spike quedó con la boca abierta ante tal seductora y bella visión, sin embargo Dusk no se inmutó.

"Claro que iré, no puedo dejar que Spike vaya solo." Dijo Dusk aún resentido con Rarity. "Y por cierto, insisto, deberías ir a un doctor, no es normal pestañar tanto." Terminó de decir inocentemente Dusk, sin entender el intento de coqueteo de Rarity.

Dusk comenzó a caminar en la dirección hacia donde Rarity caminaba antes de detenerse, sin siquiera posar su mirada en la yegua, por su parte Rarity infló sus cachetes en señal de frustración.

¿¡Qué sucede con este potro!? Pensó Rarity confundida y molesta. Nuevamente usé mis encantos y mi mirada más coqueta y él no se inmuta, es más, parece que estuviera molesto, ¿¡Acaso hice algo mal!?

Rarity no podía entender que alguien no cayera con sus encantos y eso la frustraba más y más, por ende, aquel potro con el que había querido solo jugar en un inicio, ahora se había convertido en un reto personal. Sin embargo, primero, habían cosas más importantes que hacer antes de seguir con sus juegos, así que ella solo dio un gran respiro y caminó para alcanzar a Dusk mientras ella era seguida a su vez por el pequeño Spike, que no podía sacar sus ojos de encima de la yegua de sus sueños.


El primer lugar al que Rarity los llevó fue a una enorme casa que quedaba a las afueras del pueblo, una casa que era muy distintas a las humildes casas del pueblo, aquella casa simplemente podía ser definida con una palabra, una mansión.

"Esperen aquí." Dijo Rarity una vez llegaron al jardín de la casa, luego avanzando ella sola hasta la puerta principal.

¡Claro! No quieres que alguien de alta alcurnia te vea con alguien como nosotros… Pensó Dusk, aún molesto con Rarity.

Una vez Rarity tocó la puerta, la atendió un mayordomo, que luego de hablar con ella volvió a entrar y llamó al que parecía ser el dueño de la mansión, un semental de piel café y melena negra bien peinada, vestía una corbata con el símbolo de dinero en ella y su cutie mark era justamente tres sacos de dinero. Dusk vio esa misma cutie mark en una placa en la entrada de la mansión en la que decía: mansión de Filthy Rich.

Desde la distancia Dusk no alcanzaba a oír lo que hablaban aquel pony y Rarity, sin embargo podía ver sus gestos, en un inicio el pony adinerado se había negado a algo, sin embargo Rarity le había sonreído y coqueteado sutilmente hasta que los gestos del semental se ablandaron y finalmente sonrió junto a ella. Por último el semental llamó nuevamente a su mayordomo, que llegó con dos grandes cajas, entonces Rarity tomó su bolsa de dinero y le dio una gran cantidad de este al semental, luego ella le agradeció y se despidió, trayendo con su magia las cajas cuando volvió junto a Dusk y Spike.

Dusk recordó que Rarity había estado emocionada con la ornamentación de la Celebración del Sol de Verano y le había dicho que necesitaba comprar muchas cosas para hacerlo, por lo que de inmediato supuso que aquellas cajas debían de contener sus preciados adornos para la celebración, y decidió no preguntar por eso, en cambió él decidió preguntar por el cambio de actitud que había visto en el semental mientras conversaba con Rarity.

"¿Por qué ese pony se negó a lo que le pedías y luego accedió?" Preguntó Dusk con curiosidad.

Rarity se sorprendió un poco ante la pregunta y se avergonzó un poco al darse cuenta que ella había sido vista con atención todo ese rato por Dusk, pero luego simplemente sonrió.

"Bueno, Filthy Rich es un pony muy conciliador cuando hay tratos de por medio, pero ahora estaba renuente a venderme lo que le pedía." Dijo Rarity sonriendo y luego mirando de reojo a Dusk. "Por eso a veces hay que usar los encantos femeninos para que ceda en su obstinación."

"Así que fue por eso." Dijo Dusk con un tono burlón. "No puedo creer que lo hayas convencido así, es decir, yo me daría cuenta inmediatamente si alguien estuviera coqueteando conmigo."

"Sí… hehe…" Se rio nerviosamente Rarity, pensando en lo ingenuo que era Dusk al no darse cuenta que ella le había estado coqueteando varias veces y que él ni siquiera se había dado cuenta.

Los tres comenzaron a caminar nuevamente y repitieron el mismo proceso varias veces, llegaban a una casa, por lo general adinerada, Rarity conversaba con algún pony, ellos le pasaban algunas cajas y ella les pagaba. Así siguió hasta que terminaron la cuarta casa cuando el sol ya comenzaba a ocultarse y ya habían conseguido 10 enormes cajas, las cuales no hubieran sido capaces de mover si no fuera por la magia de Dusk, y por la ayuda de Spike, que aunque Dusk le dijo que no era necesario, el dragón se había empeñado en cargar una enorme y pesada caja por su cuenta, para demostrar a Rarity que él también era fuerte.

Una vez Rarity volvió con las cajas de la última caja, miró hacia el atardecer y por alguna razón se puso muy nerviosa.

"¡Oh no, se ha hecho muy tarde!" Dijo en voz alta Rarity, mirando el atardecer y mordiéndose el labio. "Debemos darnos prisa."

Así comenzaron a caminar nuevamente, esta vez con un paso un poco más acelerado mientras Dusk y Spike seguían a Rarity, que casi trotaba mientras cargaba una caja con su magia.

Mientras seguían caminando repentinamente la vista de Rarity se giró y se quedó mirando algo, Dusk se dio cuenta y siguió su mirada, así pudo ver que ella por alguna razón tenía su vista fija en una enorme y excesivamente adornada carreta que estaba en el camino principal dirigiéndose hacia las afueras del pueblo, Dusk no entendió por qué ella se la quedó mirando pero lo que sí entendió fue la expresión de la yegua, la cual mostraba tristeza.

En tanto Dusk miraba hacia el frente, al rostro de Rarity, y ella seguía caminando y viendo hacia otro lado, Dusk repentinamente se dio cuenta del peligro inminente.

"¡Rarity, cuidado!" Gritó Dusk demasiado tarde, pues solo escuchó el golpe cuando la distraída Rarity, por no mirar hacia el frente, había chocado contra un árbol haciendo que la pesada caja que levitaba también le cayera encima.

"¡AUCH!" Gritó Rarity en el suelo, siendo ayudada inmediatamente por Spike, quien saltó asustado al ver caer a su amada, seguida por Dusk, quién le ofreció un casco para ayudarla a levantarse. "Que tonta de mi parte, ¡Cómo puedo ser tan distraída! Espero que no me deje un chichón."

"Tranquila, no fue un golpe fuerte, y créeme, yo sé de golpes en los árboles." Dijo Dusk con algo de vergüenza. "Definitivamente no te dejará un chichón, solo se te desordenó un poco la melena."

"¿¡SE DESPEINÓ MI MELENA!?" Gritó Rarity, aún más fuerte que cuando se golpeó. En seguida se levantó y miró hacia atrás, parecía que quería salir corriendo a algún lado, sin embargo luego miró al atardecer, en el que el sol ya casi se había ocultado completamente, y se mordió fuertemente el labio mientras tenía una mirada de preocupación.

"No hay tiempo, vamos." Dijo rápidamente Rarity, volviendo a levitar la caja que llevaba y comenzando a caminar más rápidamente, seguida por Spike y Dusk, que solo se miraron confundidos entre ellos, levantaron también las cajas y la siguieron al mismo paso rápido.

Mientras caminaban Dusk empezó a reconocer lo edificios y darse cuenta que al parecer estaban yendo hacia el centro del pueblo, algo que fue rectificado cuando finalmente vio que Rarity se estaba dirigiendo hacia la alcaldía. Aquello alegró a Dusk por un segundo y luego lo hizo molestarse aún más, pues aquel lugar era al que debió dirigirse en primera instancia desde que salió del spa, para solucionar el problema de la biblioteca, en cambio él había estado siguiendo a Rarity por todo el pueblo cargando sus tontas cajas de adornos, aquello hizo que nuevamente el resentimiento que sentía hacia Rarity aflorara, no solo por abandonarlos cuando se dio cuenta que no tenían dinero, sino también por su mero interés al volver al darse cuenta que él estaba relacionado con la princesa y al hecho de que los hubiera usado como sus ayudantes durante toda la tarde.

Una vez se acercaron a la alcaldía, pudieron ver que frente a la puerta principal estaba la alcaldesa, la cual justamente estaba cerrando la puerta dispuesta a cerrar la alcaldía por ese día.

"¡Por favor espere, señora alcaldesa!" Gritó Rarity, dejando a un lado la caja que llevaba y corriendo para evitar que la alcaldesa cerrara la alcaldía.

Mientras ella conversaba con la alcaldesa, Dusk y Spike se quedaron donde estaban, en donde Rarity había dejado la caja, quienes ya por inercia no seguían a Rarity cuando ella iba a hablar con alguien, tal como lo habían hecho toda esa tarde.

"Ya es hora de irnos." Dijo finalmente Dusk molesto, mirando a Spike. "Si nos quedamos quizás ella nos siga usando como sus ayudantes toda la noche."

"Pero, debemos ayudar a Rarity…" Respondió Spike con una mirada enamorada mirando a la yegua blanca.

"¡Ya basta!" Dijo fuertemente Dusk, tomando a Spike por los hombros. "A esta yegua no le importamos, nos abandonó en el spa y solo volvió porque creía que yo era de la realeza, y luego simplemente nos usó como sus herramientas toda la tarde, ¡Y no lo aguantaré más!" Terminó de hablar Dusk molesto, haciendo que Spike bajara su cabeza tristemente, pues él no quería creer que tan hermosa yegua fuera tan mala como Dusk decía.

"¡Hey, chicos!" Dijó Rarity sonriente, llegando hasta donde estaban ellos. "Tengo algo para ustedes."

"¿Qué? ¿Más trabajo?" Contestó Dusk molesto.

"Ay, claro que no." Dijo Rarity aún sonriente, sin alcanzar a entender el sarcasmo de Dusk. "Esto es para ustedes."

Entonces Rarity les mostró un pergamino enrollado, el cual Dusk tomó de mala gana, lo abrió y leyó.

"¿Qué es est-?" Dusk no pudo terminar su frase al leer que el pergamino era un permiso de la alcaldía para reabrir la biblioteca de Ponyville, lo que hizo que los ojos de Dusk se abrieran con enorme sorpresa. "¿U… Un permiso para reabrir la biblioteca…?"

"Así es." Dijo Rarity con una gran sonrisa al ver la sorpresa de Dusk. "La biblioteca estaba por clausurarse definitivamente, de hecho hoy en la mañana todos los libros se subastaron, y obviamente no podía haber biblioteca sin libros, así que fui y compré los libros para poder reabrir la biblioteca."

Lo que dijo Rarity sorprendió aún más a Dusk, que soltó el pergamino y abrió una de las cajas, la que no contenía ningún adorno como él pensaba, sino montones de libros.

"Cuando dijiste que eras estudiante en Canterlot pensé que serías de una familia adinerada, de ser así no tendrías problemas en comprar los libros." Continuó hablando Rarity. "Pero cuando me enteré que no tenían nada de dinero, tuve que correr a casa para tomar el dinero que había ahorrado para los adornos de la Celebración del Sol de Verano."

"¿P… Por eso te fuiste?" Dijo despacio Dusk, con un dolor en el corazón.

"Pues sí, ¿Por qué otra razón me habría ido?" Sonrió Rarity. "Perdón si no se los dije, pero quería que fuera una sorpresa."

"¿Pe… pero que hay de los adornos que querías comprar?" Preguntó Dusk preocupado.

"Oh, eso…" Respondió Rarity dejando de sonreír sinceramente y poniendo una sonrisa falsa. "No te preocupes, seguramente podré hacer un bello recibimiento para la princesa con los materiales que ya tengo… Además… el vendedor al que quería comprar los adornos ya dejo el pueblo, y de todas formas ya no tengo más dinero, hehe…"

Dusk tenía la boca seca, y tragó saliva con dificultad mientras su cara mostraba un profundo miedo. Ahí estaba Rarity, la yegua de la cual había pensado mal todo el día, pensando en que los había abandonado cuando en realidad quería ayudarlos, pensando en que solo lo había utilizado cuando en realidad ella le estaba dando lo que él más quería. Un enorme dolor nació en su corazón al darse cuenta de lo equivocado que había estado.

"¿Por qué?" Preguntó con esfuerzo Dusk.

"Bueno, mientras estábamos en el spa me contaste lo importante que eran las bibliotecas para ti. Muy pocas veces escucho a alguien hablar con tanta pasión, así que decidí que lo correcto sería ayudarte." Dijo Rarity sonriendo tiernamente.

Pero no era una simple ayuda. Pensó Dusk, ella había gastado una gran cantidad de dinero, y no cualquier dinero, dinero que ella quería usar para hacer una gran bienvenida para todos los ponies en la Celebración del Sol, dinero que usaría para impresionar a la princesa, dinero que usaría para hacer algo que ella de verdad amaba, ¡Solo por ayudarlo a él!

"Y lo mejor de todo es que podrán usar la biblioteca hasta que encuentren un nuevo bibliotecario." Agregó alegremente Rarity. "¡Eso es cazar dos pájaros de un tiro! ¡Ahora solo necesitan ir a hablar con la alcaldesa para que les de la llave!"

Aquel último comentario fue la última gota que se necesitaba para rebalsar las emociones de Dusk, él se sentía sucio, un mal pony que estaba parado frente a un ser luminoso, él había creído que Rarity era igual a las frías y egoístas yeguas de Canterlot, pero él no podía haber estado más equivocado, ¡Rarity era la yegua más generosa que había jamás conocido!

Mientras Dusk miraba a Rarity, ella no pudo evitar pensar dos cosas, en lo lindo que Dusk se veía con la luz del sol del atardecer tras su melena, y la otra era notar la intensidad con la que ÉL lo miraba, aquella intensa mirada era la que ella había estado buscando cuando le había coqueteado y no había resultado, sin embargo ahora AHÍ estaba la mirada, ahora que ella estaba toda sudada por trotar y con su melena aún desordenada tras el golpe, ningún potro la hubiera visto con esos ojos como estaba ahora, pero ahí estaba Dusk, mirándola fijamente con unos enormes ojos como ningún potro la había visto antes, pues los otros potros solo veían sus hermosos ojos azules, en cambio a Rarity le parecía que Dusk veía más allá, él no estaba viéndola superficialmente, él estaba admirando su interior ¡A ella como pony! Eso hizo que por primera vez en mucho tiempo ella fuera la que se sonrojara ante un potro y no al revés.

Toda aquella situación había tocado a Dusk en lo más profundo, y aunque él era reacio a toda forma de afecto con otros, esta vez él no pudo evitarlo. Sin previo aviso Dusk levantó sus cascos y abrazó fuertemente a Rarity.

"¡Gracias! ¡Muchas gracias por todo!" Dijo Dusk sinceramente mientras abrazaba a Rarity.

"¡Ep!" Gritó femeninamente Rarity, casi en un susurro, ante el sorpresivo abrazo de Dusk. Mientras ella seguía sonrojada por su mirada, no pudo evitar cerrar los ojos y sentirse bien ante el cálido abrazo que Dusk le daba.

*IMAGEN 2: goo .gl/K5xFfI

El abrazo duró pocos segundos, hasta que las emociones de Dusk volvieron a ser lo que eran y se sonrojó al darse cuenta del sentimental e innecesario acto emotivo que había hecho.

"Yo… yo lo siento..." Se disculpó Dusk luego de soltar a Rarity. "V-vamos Spike, hay que hablar con la alcaldesa."

Dusk se dio la vuelta y se dirigió hacia donde estaba la alcaldesa, quien seguía esperando frente a la puerta de la alcaldía, en tanto Spike lo siguió tardíamente, pues se había quedado un largo rato con la boca abierta mirando a Dusk y a Rarity luego del abrazo, mirando de un lado al otro, hasta que finalmente Spike soltó pequeñas llamas por la nariz debido a los celos y siguió a Dusk.

Una vez Dusk había soltado a Rarity del abrazo, ella se había quedado donde mismo, sin decir ninguna palabra y solo mirando con ojos soñadores a Dusk. Mientras lo veía caminar y hablar con la alcaldesa, su corazón comenzó a latir más rápido y sintió como si tuviera mariposas en el estómago.

"Qué… ¿Qué es lo que me pasa?" Susurró Rarity para sí misma mientras tocaba con un casco su corazón, sin entender aquellas nuevas sensaciones y sentimientos, eso hasta que el recuerdo de lo conversado con Aloe esa tarde volvió a su cabeza.

"'¿Cómo sabe una que está enamorada si nunca lo ha estado?' Se había preguntado Rarity.

'Fufu, eso es simple, simplemente lo sientes.' Se había reído Aloe en respuesta."

"No puede ser…" Susurró Rarity luego de recordar eso. "Él no es como mi príncipe soñado, él es infantil, torpe y descuidado…"

En seguida, Rarity levantó nuevamente su vista y miró a Dusk, que se dio cuenta que ella lo miraba y le sonrió, lo que provocó que su corazón latiera más rápido y que ella se sonrojara aún más.

"He… hehehe…" Comenzó a reírse Rarity. "Así que así se siente…" Terminó de hablar, sintiéndose más feliz de lo que alguna vez recordaba.

"¿Por qué te ríes?" Preguntó Dusk súbitamente, quien ya había hablado con la alcaldesa y había vuelto con Rarity.

"¿¡Eh!? N-no, por nada." Se apresuró a decir nerviosa Rarity.

"En fin, nuevamente gracias, te prometo que te lo pagaré de alguna forma." Dijo Dusk amablemente, agradeciendo la suerte de haber conocido a una pony como Rarity.

"No te preocupes, lo hice porque quería." Sonrió Rarity.

"De verdad eres única." Sonrió Dusk tiernamente.

"Bueno, no por nada mi nombre es Rarity." Sonrió coquetamente Rarity, coqueteo que por primera vez en el día funcionó en parte e hizo que Dusk, quien ahora veía a la verdadera Rarity, se sonrojara un poco.

Ambos se quedaron sonriendo levemente sonrojados por unos segundos hasta que fueron interrumpidos por Spike.

"¡AHEM!" Tosió fuertemente Spike, que al contrario de ambos ponies, se veía muy molesto. "¿Qué ya no es hora de irnos?"

"¡Oh, sí, tienes razón! ¡Ya es de noche!" Dijo rápidamente Dusk, mirando al cielo. "Yo… creo que es hora de irnos…" Terminó de hablar Dusk mirando nuevamente a Rarity.

"Está bien, solo espero volver a vernos." Sonrió Rarity.

"La… ¡La Celebración del Sol de Verano!" Dijo Dusk rápidamente. "Sé que estarás allí, y a mí… me gustaría mucho volver a verte en la fiesta."

A Rarity le gustaron las palabras de Dusk, pues ella también quería verlo nuevamente, además la fiesta sería el día siguiente, solo tendría que esperar un día, pero ella no quería esperar, ella quería seguir sintiendo esa felicidad, y de ser posible, compartir su felicidad.

"Sabes…" Dijo Rarity tiernamente. "Mañana me juntaré con unas amigas a desayunar en el Café. Dime, ¿Te gustaría acompañarme a desayunar?"

Ante la petición de Rarity, Dusk dudó un momento, una cosa era reunirse nuevamente con Rarity, algo que de verdad deseaba, pero otra cosa era juntarse con sus amigas, ¿Qué clase de ponies serían? A él no le gustaba reunirse con ponies que no conocía ni mucho menos en grandes grupos, sin embargo, luego de lo que Rarity había hecho por Dusk, él simplemente no podía negarse.

"E… está bien." Dijo tímidamente Dusk.

"¡Esplendido!" Respondió Rarity alegremente.

Luego de eso Dusk se despidió de Rarity, nuevamente besándole el casco como un caballero, acto que por primera vez en su vida copió Spike, quién no quiso quedarse atrás, dando una reverencia aún más pronunciada de la que hizo Dusk y besando más fuertemente el casco de Rarity, demostrando que él podía ser un caballero incluso mejor que Dusk. Acto seguido Dusk y Spike comenzaron a caminar en dirección a la biblioteca mientras Rarity lo hacía en dirección a Carousel Boutique.

"¡Será magnífico!" Dijo Rarity, pensando en voz alta mientras seguía caminando hacia su casa alegremente. "No puedo esperar presentarles a Dusk a mis amigas, ¡Me pregunto qué cara pondrán cuando sepan que tal parece que me enamoré!" Rio tiernamente Rarity, sin saber que el desayuno del día siguiente sería muy distinto al que esperaba.

#Fin del capítulo 11

Next Chapter: El club del desayuno Estimated time remaining: 0 Minutes
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