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Mi nombre es Barry Allen y soy el pegaso más rápido del mundo

by Mr.E's-pen

Chapter 22: Carrera 21

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Carrera 21:
La Magia de la Amistad y la Fuerza de la Velocidad

Rainbow volaba al máximo, volaba con todo su poder dispuesta a todo para romper sus propios límites y así encontrar a su maestro; el único que podía ayudarla a vencer a un velocista maligno. Ante los ojos de sus amigas todo estaba pasando en menos de un segundo pero ella al moverse sentía que estaba tardando una eternidad en llegar al límite que quería romper. Entonces sintió cómo su cuerpo se estremecía y la energía cinética que generaba su pequeño pero poderoso cuerpo se alborotó todo mientras que rompía la barrera del sonido y a partir de ahí el espectro de luz visible creando la legendaria Sonic Rainboom.
Al momento en que lo hizo el mundo alrededor suyo comenzó a desdibujarse y todo se convirtió en una especie de vacío, un túnel de luz azul que seguía y seguía. Ya lo había visto antes en las memorias de Barry, estaba dentro de la Fuerza de la Velocidad.

Fuerza de la Velocidad, ¿estás ahí? Por favor ayúdame… te necesito por favor, por favor.

Una imagen volando al lado de Dash apareció en el medio de aquel túnel de luz, era la misma imagen que vio en su sueño hace tanto tiempo, la imagen de su difunta abuela.

—Que te ayudemos dices, ¿pero a qué exactamente? Sabes que ya es muy tarde para salvar a tu amiga. E intentar cambiar la historia nunca ha traído nada bueno. Créeme.

Rainbow miró de reojo a la figura de su abuela y sólo asintió con una expresión de dolor.

Por mucho que quisiera haber salvado a Starlight sé muy bien que no puedo cambiar el pasado, eso lo aprendí de ella. No, todo lo que quiero es que me ayudes a reencontrarme con mi maestro por favor. Mis amigas y yo somos fuertes, pero para vencer a este enemigo no tenemos la experiencia suficiente, por favor… ayúdame a reunirme con con Barry.

—¿Pero es que no tienes confianza en tus propias habilidades, joven velocista?

No puedo arriesgarme a perder a otra amiga, por favor, mis nuevos poderes vienen de ustedes pero primero fui un Elemento de la Armonía y mi verdadero poder viene de la Magia de la Amistad, así que por favor, más que a mi maestro quiero ver a mi amigo.

La Fuerza de la Velocidad se dio por satisfecha con esto y pronto el mundo alrededor de Rainbow Dash volvió a tomar forma, y de la nada sintió que caía al suelo y que comenzaba a correr en lugar de volar, miró alrededor suyo dándose cuenta que estaba en una especie de techo como el de los edificios de ManeHattan; y de la impresión se terminó tropezando.

Despacio Rainbow se levantó y miró alrededor suyo, era tal y como estar en ManeHattan, todo lo que había en la ciudad eran más y más edificios. Y a lo lejos en una zona relativamente aislada había uno gigantesco con el letrero Laboratorios S.T.A.R.

—¡Llegué! ¡Realmente llegué! — Se puso a celebrar Rainbow, cayendo en la cuenta de su cuerpo por primera vez. había perdido sus alas, y era bastante más alta que antes. Se miró sus nuevas manos y pies; aparentemente el traje que le hizo Rarity se había adaptado a ella. — Bueno, esta será toda una nueva experiencia. Pero… ¿cómo se supone que baje de aquí?

Con cuidado se acercó al borde del edificio dándose cuenta que era de por lo menos veinte pisos, bueno, recordaba que Barry podía correr por encima sin correr ningún peligro gracias a su gran velocidad pero ella no sentía tanta confianza en cuanto a eso… digamos que sus alas no tenía tanta confianza como antes así que decidió tomarlo con calma y se dirigió a la puerta de la azotea la cual golpeó haciendo vibrar su mano para botar la cerradura y bajar por las escaleras, pero eso sí, a su máxima velocidad.
Una vez bajó del edificio se puso a ver a su alrededor y asintió con firmeza lista para dirigirse a los laboratorios pero en eso escuchó a lo lejos el sonido de las sirenas de la policía. Sonrió, tenía la sensación que era ahí hacia donde debía dirigirse en primer lugar así que aceleró lo más que pudo, ardía en deseos de volver a ver a su maestro.

Mientras tanto en un punto bastante alejado de la ciudad, Flash corría a máxima velocidad mientras se tocaba el auricular que tenía oculto en los relámpagos que adornaban su máscara.

—¿Qué tienes para mí, Cisco?

Desde los laboratorios S.T.A.R. un muchacho hispano de cabello largo y que masticaba una red-vine se inclinó sobre su computadora y se puso a revisar.

Parece que hay unos disturbios en un centro comercial de la ciudad a unos cinco o seis kilómetros de tu posición, parece que alguien hizo una amenaza da bomba.

Entonces The Flash se dirigió al punto al que le indicaba su amigo.

Barry tienes que darte prisa — dijo de pronto la doctora Caitlin Snow, que acompañaba a Cisco. — He detectado varias emisiones de radio que coinciden con el comando de una bomba a control remoto.

—Entendido.

Flash visualizó entonces el centro comercial y se disponía a entrar cuando de pronto sintió que algo andaba mal, era verano pero la temperatura se sentía anormalmente helada… y cuando por fin pudo conectar los puntos sintió cómo perdía fricción y cayó dando varias vueltas en el suelo.
Frente a él se encontraba un hombre con el cabello cortado al ras, gafas oscuras y envuelto en un grueso abrigo de esquiador que sostenía un arma congelante. Leonard Snart, o el Capitán Frío como le apodó Cisco.

Barry se levantó y encaró al hombre.

—¿Qué crees que haces Snart? Teníamos un trato…

—Yo sé — dijo él con un marcado acento. — Pero alguien me ha pagado muy bien para mantenerte ocupado por unos minutos. Nada personal Barry, sólo negocios.

Entonces le disparó con su arma congelante.

Al estar el suelo tan resbaloso Barry perdió valiosos segundos que necesitaba para incorporarse y eludir el arma congelante de Snart, así que terminó con su temperatura corporal bajando dramáticamente y temblando ahí mientras él se quitaba las gafas.

—Ahora si me permites…

Sacó el control que detonaba la bomba, la cual se encontraba en los sótanos del centro comercial. Si llegaba a activarla el edificio entero se hundiría y muchos inocentes quedarían atrapados.

—Teníamos un trato Snart… — dijo Barry temblando del frío.

—Por supuesto, y confío plenamente en que lograrás salvarlos a todos a tiempo — dijo él.

Flash conocía bien a Frío, sabía bien que él era del tipo de personas que calculaban hasta el último segundo y si aseguraba que a Flash le daría tiempo de salvar a todos los inocentes antes que el edifico se hundiera sabía que ya había calculado que así fuera. Sin embargo mientras él se entretenía haciendo eso Snart podría escapar y lo mismo su empleador. ¿Qué estaba planeando? Rayos, tenía que capturarlo para saber pero en estas circunstancias…
El dedo de Snart bajaba con toda la tranquilidad del caso hacia el control dispuesto a hacer el siguiente movimiento de su plan, cuando escuchó una especie de zumbido a lo lejos. Sonaba igual a cuando Flash corría pero él estaba ahí medio congelado justo enfrente de él, ¿entonces quién?

Un destello de muchos colores pero predominantemente azul cian apareció de improviso, esquivando el área que había congelado previamente Frío al correr por la pared y luego golpeó al hombre a gran velocidad. Esta vez fue Snart el que rodó hacia atrás por la violencia del impacto. Se levantó buscando el detonador sólo para ver que ahora lo tenía esta persona que vino de improviso.

Era una muchacha muy bella, envuelta en un traje azul marino con un estilo muy parecido al traje de Flash pero en lugar de una máscara ella tenía unos gogles magenta; y en lugar de llevar el emblema en el pecho ella lo tenía a los costados de sus muslos: era un círculo blanco que tenía en el centro una nube soltando un relámpago multicolor. Y hablando de multicolor, ¿por qué demonios esta chica se había pintado el cabello de tantos colores diferentes?

—¿Buscabas algo? — Provocó entonces la chica mostrándole a Snart el detonador que le había quitado.

Frío gruñó y trató de lanzarse sobre su arma congelante, pero de nuevo fue interceptado por Dash que en un abrir y cerrar de ojos ya lo tenía fuertemente atado a una columna. Entonces ella se volvió hacia Flash, que apenas si se estaba recuperando del arma congelante de Frío. Se mostraba realmente atónito, y no era el único.

¿Barry? ¡Barry! ¿Quién es ella? ¿La conoces?

¿Es acaso otro velocista malvado del cual debemos preocuparnos?

Sin embargo Barry no respondió a sus amigos sino miraba directamente a la muchacha que amablemente le ofreció una mano.

—¿Estás bien, Barry?

Del otro lado del comunicador Cisco y Caitlin soltaron una exclamación de alerta: ¡!
Pero Barry no estaba preocupado ni mucho menos, sólo muy sorprendido.

—¿Rainbow Dash? ¿En verdad eres tú?

—La única y original — presumió la joven.

Entonces Barry aceptó la mano de la recién llegada y muy para la sorpresa de todos en los laboratorios S.T.A.R. que observaban la escena (además de Cisco y Caitlin, también Joe West su padre adoptivo y su nueva novia Iris West), los dos se abrazaron afectuosamente.

—No tienes ni idea de cuánto te extrañé Barry.

—Y yo a ti Rainbow, y yo a ti.

Los dos se quedaron así por un tiempo cuando de improviso Cisco los llamó de vuelta a la realidad.

Oigan, no sé quién sea ella pero ahora mismo hay disturbios en los laboratorios Mercury, parece que están intentando robar los planos relacionados con el generador de taquiones.

Flash asintió.

—De acuerdo, voy en camino. ¿Vienes Rainbow?

—Creí que nunca me lo pedirías — dijo ella poniéndose en posición.

Entonces los dos corrieron a la acción.
Cuando llegaron el hacker ya había terminado de borrar la información de las computadoras centrales y ahora mismo sus compañeros estaban huyendo con los documentos en físico, tenían muy poco tiempo para reaccionar ya que Snart fue muy claro que no podía comprarles más de diez minutos.

Pero entonces escuchó el zumbido característico del maldito de Flash entrando al edificio.

—¡Maldición! — Dijo el hacker.

Miró de reojo desde el piso en el que estaba en donde tenía una clara vista de los pisos inferiores, y tal como lo imaginó un relámpago rojo y dorado se estaba encargando de sus compañeros. Tenía muy poco tiempo para escapar él.

Pero entonces alguien le tocó delicadamente el hombro llamando su atención, y antes que pudiera reaccionar, una joven vestida de azul y con una cabellera de colores le dio un golpe en la mandíbula poniéndolo fuera de combate.

La doctora recibió de Flash los documentos robados y le agradeció igual que siempre.

—De nuevo no sé cómo agradecérselo señor Allen.

—No hay problema, ahora si me disculpa tengo que regresar a los laboratorios S.T.A.R. Hay alguien a quien quiero presentar a mis amigos.

—Eso puedo verlo — dijo la doctora mirando a Dash atando al hacker. — ¿Pero estás seguro? Hemos tenido muy malas experiencias con otros velocistas además de usted.

Flash le sonrió.

—Ella es diferente, no se preocupe.

Entonces Dash bajó para unirse a su maestro.

—Todo listo, ¿de qué hablaban?

—No te preocupes por eso — le dijo Flash. — Ven, vamos a los laboratorios S.T.A.R. para que pueda presentarte a mis amigos.

Aceleró y luego de saludar a la doctora con una leve inclinación de cabeza se fue tras su maestro.

Cuando llegaron al lugar en cuestión, todos los involucrados estaban esperando a Barry esperando una explicación. Notando lo tenso que estaba el ambiente, Rainbow se ocultó detrás de Barry, que sólo se quitó su máscara con una sonrisa e hizo un gesto para tranquilizar a sus amigos.

—Cálmense todos, ella es una vieja conocida mía y…

Iris West miraba fijamente a Rainbow, había algo que no le gustaba nada en esta chica. Pero la que habló primero fue Caitlin:

—¿Que nos calmemos dices? ¡Barry, no de nuevo por favor! ¿Es que ya te olvidaste de los otros velocistas que han aparecido en Central City además de ti?

—Exacto, no sabemos nada de ella ni mucho menos si podemos confiar así como así. Yo voto que no — dijo Cisco fulminando a Rainbow con la mirada.

Entonces Iris intervino por fin:

—Lo que yo me pregunto es, ¿de dónde la conoces Barry?

El muchacho bajó la cabeza.

—Precisamente eso quería explicarles — dijo él. — Rainbow no es una desconocida, fue alguien que conocí durante los meses que desaparecí. No se preocupen, la conozco bien y sé que podemos confiar en ella.

Pero no todos se mostraban convencidos, mucho menos Cisco y Joe.

—¿Por qué no mejor nos cuentas la historia completa mejor, quieres? — Dijo severamente el policía.

Barry asintió y pronto todos estuvieron sentados en una oficina mientras Barry finalmente revelaba dónde estuvo durante el tiempo que desapareció.

—Bien, estamos esperando — dijo Iris sin dejar de mirar fijamente a Rainbow, lo cual la ponía algo nerviosa.

—¿Por dónde empiezo? — Se dijo Barry. — Bueno, digamos que estaba deprimido. Casi había perdido la fe en la humanidad cuando fui traicionado por segunda vez por Zoom; no quería creer que todos los maestros que tuve me hubieran traicionado. Estaba pensando cambiar la historia y evitar que Thawne matara a mi madre. Pero entonces la Fuerza de la Velocidad me detuvo, me dijo que hacer eso sería demostrarles a Zoom y a Reverse Flash que habían ganado; así que en lugar de perder la fe ella me ayudaría.

—¿Entonces ella también es una de tus mentores? — Se interesó Caitlin.

—No — explicó Barry. — Me dijo que yo me convirtiera en el mentor que tanto necesitaba. Fui guiado a un mundo lejano con una misión: entrenar a una velocista cuyos poderes estaban por despertar. Chicos, permítanme presentarles a mi alumna: Rainbow Dash.

Ella se inclinó respetuosamente.

—Es un honor conocerlos a todos por fin, Barry me habló mucho de ustedes allá en mi mundo.

Barry entonces le dio una amistosa palmada en la espalda y Rainbow se sonrojó, pero sólo un poco.

—Entonces, ¿todo este tiempo estuviste entrenando a una chica? — Preguntó Iris dolida. — ¿Por qué no nos lo dijiste cuando regresaste Barry?

—Porque si entrara en detalles no me creerían — se defendió él.

—Y yo soy la encarnación misma de la Lealtad, jamás traicionaría a mis amigos, mucho menos a mi maestro. Porque créanlo o no, mi mayor orgullo es ser la alumna de The Flash.

Caitlin Snow sólo sacudió la cabeza.

—Sigo sin entender, ¿entonces ustedes vivieron juntos todo este tiempo?

Rainbow se sonrojó y en menos de un segundo ya estaba lo más lejos posible de él, junto a Caitlin.

—¿Qué? ¡No! Sólo nos juntábamos para el entrenamiento y luego regresábamos cada quien a su casa. De hecho cuando no estaba entrenando Barry se dedicaba a luchar contra el crimen. Una vida muy agitada.

—Te lo he dicho antes, cuando eres un velocista tienes tiempo de sobra — se rio él.

Al final Joe se levantó muy serio y caminó despacio hacia Rainbow Dash.

—Mira, sigo sin entender muy bien qué sucedió entre ustedes, pero si quieres que confíe en ti… ¿te importaría someterte a una pequeña prueba?

—¿Una prueba? — Preguntó Rainbow.

—No es difícil. ¿Cisco?

Cisco Ramón entonces tomó del hombro a Rainbow Dash y ante el espanto de la pegaso puso los ojos en blanco mientras que frente a sus ojos pasaba todo lo que había pasado entre Rainbow y Flash, desde el momento en que el Cutie Mapa la envió a una misión a Canterlot y su orgullo fue destrozado al ver el poder de un verdadero velocista… hasta que accidentalmente Twilight le dio con ese relámpago y se transformó ella misma en una. Su duro entrenamiento para obtener más control de su velocidad, la dura despedida y finalmente…

Cisco soltó a la chica de súbito y todos se lo rodearon de súbito.

—Cisco, Cisco, ¿estás bien? ¿Qué fue lo que viste? (Caitlin)

—¿Podemos confiar en ella? (Joe)

—¿Qué es lo que quiere aquí? (Iris)

Cisco se quedó ahí parado por un buen tiempo… y luego estalló en carcajadas.

—¿Cisco? — Preguntaron todos al unísono.

Cisco sólo siguió riéndose histéricamente por un rato para finalmente dejarse caer al lado de Barry y le dio una amistosa sacudida.

—¿Entonces… jajajajajajajajajaja, todo este tiempo, jajajajaja, fuiste un poni de colores, jajajajajaja? Ésta sí que buena, jajajajajajajaja, ¿el pegaso más rápido del mundo?

Se siguió riendo y Barry se sonrojó ligeramente pero al final se encogió de hombros.

—Se los dije, ¿no? Si se los decía no me creerían.

Cisco finalmente se calmó y le dio unas palmadas de bienvenida a Rainbow Dash.

—Jajajaja, perdón por desconfiar de ti, pero es que… bueno tú comprenderás. Hemos tenido muy mala suerte con los velocistas últimamente, pero tú estás bien en mi lista. Es un placer conocerte Skittles.

Rainbow levantó una ceja.

—¿Skittles?

Cisco sacó un paquete de los susodichos dulces, tomó un puñado y luego le pasó el paquete a la chica.

—Sí, Skittles. Con sólo ver tu cabello veo que es el nombre perfecto para ti. Eres tan genial y dulce pero con un toque agrio, sí, tu nombre de meta-poni será Skittles.

Rainbow infló las mejillas, pero luego probó el dulce y se calmó; después de todo estaba bueno.

—Bueno, si Cisco la acepta está bien en mi libro — admitió Caitlin relajándose por fin. — Pero… ¿cómo está eso del pegaso más rápido del mundo? ¿Y ponis de colores?

—Tendrían que verlo — dijo Cisco tratando de volver a contener su risa. — Es lo más cómico que he visto en mucho tiempo, es como si Barry se hubiera estancado en una caricatura hecha para venderle juguetes a niñas de seis años y adultos emocionalmente inmaduros, pero es que…

—La Fuerza de la Velocidad está llena de sorpresas, ¿no? — Dijo Flash. — Pero oye Rainbow, ¿por qué estás aquí?

La aludida dio un largo suspiro y miró a su maestro.

—Sé que me entrenaste bien Barry, pero por favor necesito tu ayuda. Necesito tu ayuda para vencer a…

—Tu reverso — finalizó Cisco para el estupor de todos. — ¿Qué? Lo vi en sus recuerdos.

Barry se puso serio.

—¿Reverso? ¿En serio?

Rainbow torció el gesto.

—Ya perdí a una amiga por enfrentarla sola. Por eso vine Barry, sé que es egoísta de mi parte pero por favor, tengamos una última carrera juntos.

Barry le sonrió con franqueza y luego tomó la mano de su amiga con firmeza.

—Por supuesto, haré lo que pueda.

—Yo quiero unirme — dijo Cisco. — Si hay una probabilidad de ver en persona algo tan divertido como el mundo de Skittles entonces tengo que ir a verlo en persona.

—Bueno, no entiendo bien lo que está pasando pero creo que cuentas conmigo también — dijo Caitlin.

Iris finalmente se unió.

—De acuerdo, ya que Cisco confía en ti lo haré yo también. Pero te estaré vigilando.


La reacción del elenco de Flash fue vaga pero ey, es mi primera vez usando a estos personajes. Espero les haya gustado y en el próximo cap habrá más acción. Creo que el más divertido de usar fue Cisco, pero bueno.

Chao; nos leemos!

Next Chapter: Carrera 22 Estimated time remaining: 0 Minutes
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