Caballo Negro
Chapter 26: Capítulo 25: La pelea del año
Previous Chapter Next ChapterMartes, 15 de noviembre del 2016
Capítulo 26 "Aquel viernes según Marcelo".
A lo largo de estas semanas, Marcelo había intentado todas las noche conseguir llegar a la dimensión poni, mientras que de día su vida iba muy bien. Tenía buenas notas, amigos bronies, tíos que lo querían y apreciaban, entre otras muchas cosas. Lo único que añoraba era volver a ser amigo de Javiera, quien en esas semanas le había hecho la ley del hielo. Pero aquel viernes no solo fue trascendental para la vida de las ponis en Canterlot, sino que además para Marcelo.
Ese día Javiera no fue a clases, y cuando Marcelo estaba en la salida del colegio, la vio correr hacia su dirección, luego lo abrazó, y se puso a llorar desconsoladamente.
-¿Javiera?, ¿qué te pasa?- preguntó desconcertado el muchacho.
-Perdóname, perdóname- repetía entre sollozos.
-¿De qué?, ¿qué pasa?,- preguntó Marcelo casi asustado -a ver, tranquila, respira un poco- le dijo al verla tratar de decir algo y no podía. Ambos se alejaron de la entrada hasta llegar a la esquina más lejana, -bien, ahora cuéntame, ¿qué sucede?
-Perdóname por no creerte,- respondió -ahora sé que todo lo que dijiste, eso del viaje a la dimensión poni, era cierto.
-No te preocupes por eso, ya pasó- respondió tratando de consolarla.
-Y te pido que me ayudes a buscar a mi hermano- agregó Javiera preocupada,
-¿Ah?- exclamó Marcelo. No le encontraba sentido a la última oración.
-Verás, mi hermano menor Benjamín no despertó. !- exclamó angustiada - Aún respira. Lo llevaron al hospital. Los médicos no saben qué tiene. Proponen darle eutanasia. Mis padres están deprimidos, desconsolados. ¡Estamos todos desesperados! Pero yo sé lo que tiene, porque revisé su diario de vida. ¡Todo sale tan textual! La serie, la historia, sus viajes como un unicornio naranja, ¡todo! Él también realizaba de esos viajes. De seguro su mente se quedó allá y por eso no despierta¡Por favor! ¡Debes ayudarme!- le rogó finalmente.
Marcelo no sabía que decir. ¡Otro Brony que podía ir a Equestria!
-No sé si pueda ayudarte,- respondió con honestidad -hace dos semanas que intento viajar y no he podido, pero te prometo rescatarlo tan pronto pueda volver a Equestria.
Javiera sonrió levemente y lo abrazó con fuerza. Marcelo le respondió con un abrazo bastante tierno.
Cuando llegó a casa, se encontró con la sorpresa de que su madre lo estaba esperando, almorzando junto a sus tíos.
-¡¿Mamá?!- exclamó sorprendido.
-Mijito lindo...- su madre corrió a abrazarlo fuertemente dándole cientos de besos en la mejilla.
-Pep, pero, ¿qué haces aquí?- le preguntó cuándo por fin lo dejó en paz.
-Pues te vine a buscar,- respondió -ahora juntos iniciaremos una nueva vida en Argentina.
-¡¿Argentina?!- preguntó sorprendido Marcelo.
-Sip, nos vamos mañana mismo- respondió decidida su madre.
-Pero, ¿y mi vida?, ¿mis amigos?, ¿mi colegio?- objetó Marcelo.
-Lo siento, pero es para salvarte la vida- respondió apenada su madre.
-¿Ah?- preguntó confuso Marcelo.
-Resulta que con tu padre nos separamos,- comenzó a narrar mientras lo invitaba a sentarse en el living, -y está muy furioso, tanto así que intentó matarme disparándome con una pistola, pero logré escapar. Los vecinos llamaron a Carabineros, y como escondió el arma, no hubo pruebas. Lo metieron preso, pero sale el lunes.
-¿Y qué hay de Isabel?- preguntó Marcelo preocupado.
-¿Qué?, ¿no te dijeron?- preguntó sorprendida su madre. Marcelo negó con la cabeza, -está viviendo con tu amigo, Manuel, en Viña del Mar- le informó.
-¿Qué?- gritó Marcelo molesto. Sin duda le habían ocultado dos cosas: que su hermana se había ido de casa, y que su mejor amigo se había mudado a Viña del Mar, -¿pero por qué nadie me dice nada?- preguntó colérico.
-Bueno, si tu mejor amigo no te dice las cosas...- agregó su madre.
Esa tarde llamó 75 veces a su amigo por celular. Las 75 veces le dejó mensajes en su buzón de voz. También le dejó mensajes en Facebook, y por correo electrónico, pero estaba inubicable, "¿Por qué? ¡Por qué!" le gritaba su conciencia, "¿por qué me ocultan las cosas?, ¿por qué si es mi mejor amigo?".
Esa noche, entre medio de rabia ahogada en los sonidos binaurales, pudo viajar nuevamente a Canterlot.
Era de noche, pero había bastante movimiento. Caminó sin rumbo fijo hasta encontrarse frente al Salón de Eventos Mirasol.
-Psst, Marcelo- una voz lo llamaba desde atrás. Se volteó y lo arrastraron hacia un edificio abandonado que había frente al salón de eventos.
-¡Appleproud!- exclamó al verlo.
-Marcelo ¿qué haces aquí?- le preguntó asombrado.
-Es una larga historia,- respondió -¿y tú?
-Qué bueno que lo preguntas,- dijo Appleproud con una malévola sonrisa en su rostro, -¿ves ese lugar?- le preguntó apuntado al salón de Eventos.
-Sí, ¿qué tiene?- preguntó Marcelo.
-Allí, su Bajeza Real, el Sr. Blueblood está realizando su lujosa fiesta privada, usando el dinero de los impuestos que se los arrebata a ponis muertos de hambre, mientras que hay ponis sin hogar y que se mueren de frio. Él disfruta de su caviar, y sus gustos caros,- respondió en tono furioso -¡pues hoy será el día en que al fin, se haga justicia!- proclamó.
-¿Y qué pretendes?- preguntó desconfiado y asustado Marcelo.
-¿Ves esto?,- Appleproud le mostró un control remoto con un único y enorme botón verde -esto, mi amigo, hará explotar una bomba que puse en ese lugar la otra noche. ¡Que los hará volar a todos en pedazos!
-¿Qué?, ¿no hablarás en serio?- exclamó asustado Marcelo.
-Solo observa- anunció con vehemencia mientras apretaba el botón. Frente a sus ojos, vio como el Salón de Eventos Mirasol explotaba sin dejar rastro alguno.
En el próximo capítulo…
Es difícil describir el siguiente episodio sin adelantar algo, solo puedo decir que se vienen demasiadas sorpresas.
Próximo capítulo veremos "Aquella gloriosa mañana".
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