¡Por fin! ¡Los ponis están de vuelta!

Viernes, 14 de octubre del 2016

---

Capítulo 17 "Un doloroso sacrificio".

Mientras tanto en Centered, Rainbow Dash, Glem y Big Macintosh, seguían a Frank Rolly hacia el Castillo Imperial a liberar a Applejack.

-Entremos por aquí- susurró Frank apuntando una puerta lateral al castillo. Siguieron caminando por pasillos desiertos, con uno que otro guardia a los cuales no llamaban mucho la atención y lograban evitar con facilidad.

Llegaron a una puerta, que con una calavera dibujada. Sus letras rojas "NO PASAR" advertían que era un lugar peligroso. Nuestros héroes ingresaron a costa de su propio riesgo.

-¿Realmente sabes dónde vamos?- preguntó Big Macintosh rompiendo el silencio.

-Por supuesto,- respondió Frank -este camino conduce a las mazmorras, ahí está Applejack.

-¿Qué hacen ustedes aquí?- una voz masculina se oyó detrás de los ponis.

-¡Dr. Pérez!- exclamó Frank al voltearse y reconocerlo -¿qué hace usted aquí?

El poni arrastraba un carrito con un plato lleno de avena.

-Llevo la comida a la prisionera- respondió -¿y ustedes?

-Es... una visita- intervino Glem. Frank en cambio se acercó al plato, y lo olfateó minuciosamente.

-Está envenenado- confirmó.

-No es algo de tu incumbencia- respondió el Dr. empujando el carro.

-Está envenenado,- repitió Frank -¿acaso piensas envenenar a Applejack?

-Nunca dije que se lo iba a dar a Applejack- objetó el Dr. Pérez.

-¿Y entonces a quién?- preguntó Frank.

-No te importa- contestó el médico molesto.

Mientras discutían, Big Macintosh miró hacia atrás. Un pequeño brillo llamó su atención, un brillo que se hacía cada vez más grande...

-¡CUIDADO GLEM!- gritó Big Mac mientras empujaba al aludido y recibía aquel mortal rayo que venía de la nada.

-¡Big Macintosh!- exclamó Glem al ver lo que había pasado, -¡RAINBOW CUIDADO!- gritó Glem al ver que el Dr. Pérez tenía un arma que apuntaba directo a la cabeza de Rainbow.

-Ah, ¿qué?- dijo antes de esquivar con rapidez el rayo lanzado por el arma del poni. Luego, decenas de rayos iban y venía, mientras que Frank defendía disparando sus propios rayos de su cuerno.

-Big Macintosh, ¿estás bien?- preguntó Glem a su lado.

-No, no lo estoy- susurró en un tono moribundo. Mientras que Frank disparaba, el Dr. desaparecía con la comida.

-¡Rainbow!, ¡que no se lo dé a Applejack!- gritó Frank mientras disparaba hacia donde se originaban los rayos.

Como una bala, Rainbow Dash se dirigió hacia donde se escondía el poni con el veneno, hasta que de la nada unas cadenas la atraparon, y la inmovilizaron en el suelo. Rainbow pudo ver como el Dr. Pérez se acercaba con la avena y un embudo.

-Es hora de la comida- dijo con una sonrisa maniática.

-¡Suéltame!- gritó la pegaso tratando de soltarse de las cadenas.

-Nunca dije que iba a darle esta avena a Applejack,- continuó el médico -te la iba a dar a ti.

Acto seguido, le metió el embudo en su boca, y levantó el plato para vaciarlo en ella.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó un pegaso marrón que de la nada apareció en el lugar.

-¿Quién eres tú?- le preguntó enojado el Dr. Pérez.

-¿Por qué tienes encadenada a Rainbow Dash?, ¿qué vas a darle?- preguntó con autoridad el pegaso.

-¿Quién te crees que eres?- preguntó el médico -largo de aquí si no quieres que te mate.

En un segundo el misterioso pegaso voló hacia el poni y de una patada lo tiró hacia el otro extremo, atrapando su plato de avena.

-Veamos de qué se trata esto...- dijo el pegaso mientras se acercaba al poni con la avena, le abrió la boca, y lentamente comenzó a echarle la avena. El médico, semiconsciente no se pudo resistir.

-¿Cómo que no estarás bien?- preguntó Glem desesperado al moribundo Big Mac.

-Creo, que este será mi fin- dijo con un hilo de voz.

-No lo hagas, resiste amigo- insistió Glem con lágrimas.

-So… solo escúchame,- Big Macintosh hablaba con dificultad, -dile a Applejack que la quiero mucho, y que siga siendo la poni honesta y trabajadora que conocí. Dile a Applebloom que estaré bien, en un lugar mucho mejor, junto con mamá. A la abuela Smith que se cuide de su cadera, y que cuide de mis hermanas.

-No, por favor Big Macintosh- decía Glem entre lágrimas.

-Y lo más importante,- le interrumpió -dile a mis hermanas, que papá no se fue por irresponsable, fue para proteger nuestras vidas, frente a alguien muy poderoso, y... maligno.

-Espera, ¿a qué te refieres?- preguntó confundido Glem, pero Big Macintosh no respondió... -¡Big Macintosh!- gritó -¡NOOOOOOOOOOO!

-¿No sabes lo difícil que es detener a diez soldados con un solo cuerno?- interrumpió Frank, -¿pasa algo?- preguntó luego de percatarse de la situación.

-Big Macintosh ha...,- dijo Glem entre lágrimas -ha... muerto.

-Era... un gran sujeto- dijo Frank lo primero que se le ocurrió mientras levantaba y consolaba a Glem.

-¿Quién eres tú?- le preguntó Rainbow Dash a aquel pegaso mientras le quitaba las cadenas.

-Me llamo Marcelo,- respondió -te vi cuando alegabas con Appleproud en Canterlot.

-¿Con quién?- preguntó confusa Rainbow mientras las cadenas se soltaban y caía al suelo.

-En la estatua frente al hospital,- respondió el poni -cuando decía algo sobre la democracia...

-Ah, eso,- lo interrumpió acordándose -ese tipo era un pelafustán que relinchaba puras estupideces.

-Es un buen amigo,- objetó Marcelo -aunque no comparto sus ideas de democracia, de hecho, de donde vengo hay democracia,...

-¡Glem!, ¡Frank!,- interrumpió Rainbow al ver a los ponis, -¿qué pasó?- le preguntó al ver a Glem con lágrimas.

-Big Macintosh se murió- dijo Frank.

-Dios mío- dijo Rainbow consternada.

Sin que nadie lo pidiera, los cuatro ponis hicieron un minuto de silencio por la muerte de Big Macintosh.

-Creo que es momento de continuar- interrumpió Frank el silencio. Todos los ponis siguieron a Frank hasta el fondo, donde había una celda abierta.

-No lo entiendo,- dijo Frank confundido -se supone que Applejack estaba aquí.

-Tú lo has dicho, estaba aquí- habló alguien detrás de ellos -estaba.

-¡Emperatriz Isabella!- exclamaron todos al voltearse menos Marcelo.

---

En el próximo capítulo…

Twilight por fin llega al hospital de Canterlot junto con el Dr. Rolly para sanar a su madre, pero se encontrarán con una importante dificultad. Aun así el médico hará todo lo posible por sanarla, aún a costa de su libertad.

Próximo capítulo veremos "Salud y verdad"

Si te gustó esta historia, no olvides seguirme en Fanfiction, y tampoco olvides darle like a mi página de Facebook, y así podrás enterarte de mis otros proyectos, e ideas futuras, además de compartir y disfrutar de otras historias que comparto ¡Leamos juntos más fanfictions!