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My Little Pony: Sin Fronteras Acto 1 - La gema del espejo

by Gamerlan

Chapter 15: Metamorfosis Parte 2

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NOTAS DEL AUTOR #15

Hola queridos lectores. Al fin hemos llegado al final del camino. Al fin hemos llegado al desenlace de 'La gema del espejo'. Mi primer fanfic, al fin llega a su fin. Significa mucho que los que hayais llegado hasta aqui, lo hayas hecho. De todo corazon, gracias. :)

Este capitulo retoma la accion en el mismo instante en el cual el capi 14 lo deja, espero que el toque de tension que le di al capitulo os gustase.
Aunque en realidad, lo que mas destaca en mi opinion, es la inventada historia que le di a Minty. Es un personaje inexistente en la cuarta generacion, asi que debia hilarlo de alguna forma.

Bueno, no quiero daros mucho la chapa, ya que este capitulo es mas largo del habitual.
Una vez mas, os quiero agradecer la compañia que me habeis dado, y os invito a por ultimo vez, dejar vuestra opinion al final del mismo.

Y recordad, que aunque este camino llegue a su fin... siempre habra nuevos caminos por explorar...

Un saludo.

Capitulo 15: Metamorfosis. Parte 2

La cueva que tenían ante ellos estaba oscura. Tan oscura que no eran capaces de verse ni siquiera entre ellos. Ya habían decidido usar la luz del cuerno de Herbal para ver por donde caminaban, pero su luz no era lo suficientemente fuerte como para iluminar todo el camino por completo.

-Diantres. ¿Cómo lo ha hecho Dusk para moverse por aquí? Vale que sea unicornio, pero la magia no parece forma suficiente de poder desplazarse por sus interiores de forma rápida. –Great algo mosqueado tras chocar su costado una vez más con una pared, protestaba.

-Por lo poco que sabemos de ella, sabemos que se esconde mucho en las cuevas. Probablemente sus ojos estén habituados a la oscuridad. O quizás ya se conociese esta cueva de antemano y tuviese algún truquillo preparado. –Minty le contestaba mientras caminaba lentamente para no tropezar con alguna roca.

-Sea como sea, ha pasado por aquí. Si ella ha podido, nosotros podremos. Debemos de darle alcance. –Herbal estaba concentrado en su meta. DebÍa recuperar su gema sin importar lo que sucediese. –Aunque con esta tenue luz no llegaremos lejos tan rápido como creíamos. ¿Alguien tiene una linterna?

Great negó con la cabeza tras ser iluminado por el unicornio en espera de respuesta. Minty en cambio, parecía querer decir algo, pero se la veía algo nerviosa.

-¿Pasa algo, Minty? Es como si quisieras decirnos algo. Si tienes alguna idea, dila. No te cortes. –Great era quien le daba valor a la yegua en este caso.

-No, no es nada… Es solo que podría haber tenido la solución en mis cascos… literalmente. Si tan solo me hubiese decidido a traerlos de mi casa. –Parecía arrepentida.

-¿Traer de tu casa el qué? –A Herbal le picaba la curiosidad.

-Unos calcetines que brillan en la oscuridad. No son gran cosa, pero nos podrían haber servido. –Cuanto más pensaba en ello, mas le molestaba.

-Sí que suenan utiles sí. Es una lastima que no los tengas aquí. –Mientras Minty agachaba un poco la cabeza, a Herbal se le ocurrió una idea alocada. –Oye. ¿Y si uso parte de mi magia para intentar iluminar tus calcetines actuales? No se si funcionará, porque no se de que están hechos los brillantes esos que dices, pero quizás merezca la pena probar.

-Bueno sí, se puede probar. No perdemos nada por intentarlo. Si funciona tendremos mas luz… espero. –Great Thrill estaba expectante sobre lo que íba a acontecer.

Mientras Herbal acumulaba la magia en su cuerno y la canalizaba hacia las patas de la yegua, esta última temblaba ligeramente. Estaba inquieta sobre lo que podría pasar, pues nunca nadie le había propuesto usar magia sobre sus calcetines para iluminarlos.

Cuando el rayo de magia salió disparado del cuerno y envolvió las patas de Minty, el pasillo de la cueva al completo se iluminó. Fue instantáneo, pillando por sorpresa a los tres ponis. Pero poco después, tras disiparse el rayo de luz, pudieron comprobar que la luz en la cueva, si bien se había atenuado, no desaparecía por completo.
Minty estaba brillando. O mejor dicho, sus patas.

-¡Ha funcionado! –La voz de la yegua retumbo por toda la cueva. Miraba sus patas alucinada. Como si nunca hubiese visto ese fenómeno. -¿Cómo lo has hecho, Herby? –Sonriente e intrigada le acercó el morro hasta un casco de distancia de su cara.

-Pues… -Como siempre pasaba cuando Minty se acercaba en exceso, el unicornio no pudo más que sonrojarse y acobardarse un poco. Una cosa era defenderlos de lo desconocido, otra era pensar cosas que en ese momento no le apetecía pensar.
Tras alejarse un poco, contestó a la pregunta. –Mi magia se especializa en polen tanto natural como artificial. Lo que he hecho ha sido bañar tus calcetines en un polen de una planta muy particular que brilla en la oscuridad. No durará mucho, pues según nos movamos el polen se irá cayendo de los calcetines poco a poco. Tarde o temprano volverán a la normalidad, y cuando eso pase, no querremos estar en la cueva.

-¡Fantastico! Realmente has mejorado mucho con tu magia. Tengo curiosidad por saber hasta que punto puede llegar esa magia de polen. Imaginate, podrías acabar trabajando como jardinero real. –Minty, sin recordar el pánico de Herbal hacia cualquier cosa relacionada con la realeza, reía.

-¡Minty, Minty, Minty! –Great llamaba la atención a la en ese momento pletórica yegua terrestre ante un posible derrumbe emocional del unicornio. – ¡No saques ese tema!

-¡Uy! Lo siento. Sigue siendo un tema tan normal para mí ver a nuestras princesas como buenas, que he olvidado lo que sientes hacia ellas. –Tras reaccionar y darse cuenta del error, se disculpó rápidamente.

-No te preocupes. Si tomamos como cierta la posibilidad de estar en otra Equestria, no es tampoco imposible que sean buenas aquí… El verdadero reto esta en mi hogar… -Tras unos instantes mirando al suelo con cara apenada, se vino arriba de nuevo. –Bueno, ese es otro tema. Pensar en esto ahora, no va a hacer que Dusk cambie de opinión y me devuelva mi gema. Ademas, el polen no aguantara si seguimos esperando aquí dentro. Sigamos adelante.

Asintiendo a la par, los dos ponis terrestres fueron caminando a los lados del unicornio rayado. No sabían donde estaría Dusk. Podía haber atravesado la cueva y encerrarles dentro, subir lo mas alto posible o bajar a las profundidades de la misma.
Debían encontrarla pasara lo que pasara.

Durante lo que parecieron horas, los tres amigos anduvieron dando vueltas por la cueva sin resultado. Los calcetines de Minty habían empezado ya a perder su luz y el cuerno de Herbal no permitiría ver lo suficiente como para orientarse. Ademas, Dusk Greed no daba señales de vida, y eso les hacía cuestionarse si en realidad entrar en la cueva era una trampa ideada por ella. Si realmente ese era el caso, estaban en un serio aprieto.

-¡Maldita sea! ¿Dónde se ha metido? ¡No ha podido ir muy lejos! –Great estaba ya desesperado. No sabía cuanto tiempo llevaban ahí dentro.

-En realidad, puede que ni siquiera este aquí. Es unicornio como yo, es probable que haya salido de la cueva con magia cuando hemos entrado. –Herbal apuntó con un casco a su cuerno iluminado. –Sinceramente, sin pista alguna no podemos seguirle el rastro.

-¿Y no puedes rastrearla con magia? –Minty lanzó una pregunta al aire con intención de ayudar, pero de poco servía.

-No he tenido muestra suficiente de la magia de Dusk como para seguir su rastro mágico. No es mala idea la que tienes, pero no es posible para alguien de mi nivel hacer eso. –Herbal negaba con la cabeza mientras seguía hacia delante.

-A ella no, pero quizás a la gema sí. Contiene a tu oscuridad, ¿no? Quizás pudieses rastrear eso. –Minty retrabajando su idea, acabó dando una que hizo girarse con los ojos abiertos como platos al unicornio.

-A decir verdad, apenas he sentido oscuridad alrededor mio desde que tengo la gema. Seguramente sea porque esta encerrada y su influencia sobre mí es prácticamente nula, pero tampoco he intentado sentirla… Quizás si me esfuerzo en localizarle a él… Claro, suponiendo que Dusk no ha encontrado la manera de eliminarlo por completo. Quién sabe que pasará si es expulsado de la gema... –Una oportunidad, varias posibilidades y demasiadas consecuencias es lo que ofrecía Minty, pero no había de otra idea mejor, asi que Herbal, tras apagar su cuerno, cerró los ojos y se concentró en hacer algo que pensó que jamás volvería a hacer.

El aire que fluía por la cueva era normal, no había excesos de flujos mágicos, ninguna perturbación en el aire… Estaba todo tan en calma como una cueva solía ser. No había rastro alguno de la oscuridad de Herbal, ni de la gema en esa cueva. O al menos, él no la sentía. Solo quedaba una posibilidad.

-Estamos solos. Estamos dando vueltas en círculos.

-¿Cómo dices? ¿Cómo sabes eso? –Great seguía preocupado por la situación.

-No hay ningún resto mágico en el aire, todo fluje misteriosamente bien para que una unicornio con magia oscura y una gema con más magia oscura haya pasado por aquí un rato. -Herbal se levantó con la mirada seria.

-¿Entonces nos ha vuelto a engañar? –Great preguntaba algo cuya respuesta fue obvia.

-Sí. Nos ha vuelto a tomar el pelo. Debemos salir cuanto antes de aquí. Tengo un mal presentimiento. Intentare teleportarme a la salida si encuentro el origen de la corriente de aire. –Se volvió a concentrar.

-Espero que si realmente esta ahí fuera, no este causando destrozos mágicos. Recordad como atacaba con magia a la gema. –Minty recordó el momento en el cual Marina dijo que solo Herbal sería capaz de controlarla.

-Mas vale que nos demos prisa en detenerla entonces. ¿Herbal? –Great estaba ansioso por hacer algo que no fuese esperar. Nunca se había mostrado ansioso por nada.

-Lo tengo. Tengo la salida. Acercaos a mí, rápido. –El unicornio empezó a iluminar de nuevo su cuerno en su aura verde claro, y tras unos instantes aparecieron en el exterior.
Lo que allí les esperaba no era la mejor de las vistas.

Todo el cielo estaba nublado y parecía que todas esas nubes se arremolinaban sobre la cima de una montaña cercana a ellos. Similar a cuando descubrieron el paradero de Dusk hace un tiempo, sabían que ella estaría allí, pero ver tal cantidad de nubes oscuras en la cima, no presagiaba nada bueno.

-Santa Celestia… ¿Qué esta pasando? –Great estaba impresionado.

-No hay tiempo de pensar, acercaos. Voy a volver a teleportarme. –Herbal empezó a acumular energía de nuevo.

-¿Vas a intentarlo hacer dos veces seguidas? Es una distancia enorme, no te sobresfuerces Herbal. –Minty le echó la bronca a un más que preparado Herbal. Sus ojos mostraban seguridad.

-Minty, no hay nadie más que pueda hacer algo ahora mismo. Debemos de ir. Debo de poder hacerlo. Además, ya no soy tan débil, ¿recuerdas? –La dedicó una sonrisa.

Unos breves instantes después, le devolvió la sonrisa. –Tienes razón. No debo dudar de tí ahora. Ya no eres aquel potrillo cobarde. Ahora eres todo un semental.

-Tampoco te pases… -Se sonrojó y desvió la mirada. –Venga, acercaos. Vamos a esa montaña.

-Ver para creer. –Reía Great acercándose al tiempo que Minty.

Otro centelleo mágico les acercó hasta la base de la montaña. Desde allí los tres pudieron notar un increíble poder oscuro que procedía desde la cima. Algo muy malo estaba pasando allí arriba y no parecía que fuese a cesar.

-Esto es terrible… Debemos de subir lo antes posible. Rápido, corred cuesta arriba. Puedo notarle… Esta sufriendo. –Herbal sin esperar ninguna respuesta se lanzó de cabeza cuesta arriba por la montaña.

-¡Herbal! ¡Espera! Maldita sea… ¿Desde cuando se ha vuelto un cabeza chorlito que sale corriendo sin pensar? –El poni terrestre le veía correr decidido mientras esperaba la respuesta de la yegua. Respuesta que no llegaba. -¿Minty, me oyes?

Cuando se giró hacia ella, vió que ya no estaba allí.

-¡Date prisa Great! ¡Las cosas se van a poner muy feas si no vamos con él! –Le gritaba Minty corriendo también cuesta arriba.

-¡Pero bueno! Ya se que estamos en una crisis, ¿pero soy el único que quiere pensar las cosas antes de actuar? –Saliendo al galope tras ambos y siendo el más rápido de los tres, pudo alcanzarles sin demasiado esfuerzo.

-Menos pensar y más actuar. En esa cima está ocurriendo algo terrible. Si quieres ser un guardia, vas a tener que tomar decisiones más rápido. –Minty le reprochaba mientras corrían. Y la verdad es que reconociéndole la razón, no hubo protesta alguna.

Al llegar a la cima se toparon en una especie de plaza central de un castillo derruído. Era imposible ver que sucedía más allá del lugar donde estaban, pues había nubarrones grises obstaculizando la visión desde la cima hacia el resto de Equestria.
Los tres ponis tardaron en recuperar el aliento después del sprint de la cuesta arriba. Herbal estaba literalmente tirado en el suelo, al igual que Minty.

-La presión mágica es enorme aquí… Siento mucha magia, demasiada… -A Herbal le costaba hablar. Estaba sintiendo cosas que hacía mucho que no sentía. Cosas del pasado.

-Great, tú que estas de pie. ¿Ves a Dusk? –Minty aun con la cabeza casi en el suelo, pedía ayuda. Pero Great no respondía, estaba demasiado absorto viendo lo uque había ante él.

-¿Great? ¿Pasa algo? –Herbal se levantó con algo de esfuerzo y miró en la misma dirección que él. Sus ojos se abrieron como platos al ver quién más estaba allí. Dusk no estaba sola en el centro de la plaza de aquel castillo derruído. –No puede ser… ¿Qué esta haciendo aquí? ¡Maestra! –Acabó gritando.

El grito no pasó desapercibido para ambas yeguas que hasta entonces no habían prestado atención a su entorno. Zecora estaba frente a Dusk, armada con una especie de cetro y un arnés con varias ranuras con pociones de diversos colores.
Dusk en cambio, solo se valía de su magia para defenderse de la cebra. La gema del espejo colgaba de su cuello y brillaba en un color a medio camino entre verde oscuro y morado oscuro.

-Vaya. Mira quién tenemos aquí. Y yo que te había subestimado pensando que no serías capaz de darte cuenta… -La yegua unicornio se metía con él. –Pero bueno, ahora que estas aquí, lo tienes fácil… Acercate y quitame la gema. Si te atreves… -El interés de Dusk había pasado completamente a ser sobre Herbal.

-¡No lo hagas! Es una yegua con un poder aterrador. No seras capaz de hacerle frente sin una magia de igual valor. –Zecora intentaba lo contrario a Dusk como podía.

-Maestra. ¿Qué esta haciendo aquí? –Herbal estaba totalmente confundido. No comprendía nada de nada.

-Algo raro en su actitud pude ver, desde entonces la he investigado con todo mí ser. Para una situación como esta evitar, en caso de haberlo necesitar. –Zecora hablaba con una fiera mirada de decisión.

-¿Es eso cierto, maestra Zecora? O tal vez debería decir, farsarte Zecora. –Dusk, miró sonriendo maliciosamente a Herbal, y luego volvió a mirar a la cebra. –Mirate. ¿A quién pretendes engañar bajo esa fachada de profesora? Si fueses la verdadera Zecora jamás habrías abandonado el Everfree. Manipular así la mente de un pobre unicornio… ¡Debería darte vergüenza! -Parecía intentar manipular a Herbal, pues tras acabar le dirigió la mirada una vez más.

-¿El Everfree? ¿Qué es el Everfree? ¿Y cómo que farsante? –Las palabras de Dusk habían conseguido descolocar al unicornio.

-El Everfree es un bosque hacia el noroeste de aquí. Esta cerca de Ponyville. –Great se metía en la conversación aclarando poco a poco las dudas del otro macho. –Allí viven criaturas peligrosas. Ese bosque no es como Verdur, sino más bien todo lo contrario.

-¡Dusk! ¡Deja de decir esas cosas sobre Zecora! ¡No puedes demostrar nada de lo que dices! –Minty también se ponía al lado de Herbal. –Tranquilo Herbal. No quiere más que confundirte y que dudes. Sabemos que Zecora es Zecora, y ya esta.

-Tenéis razón. No hay motivo para creer en sus palabras otra vez. Da igual cuanto diga, no dudaré jamás de mi maestra. –Las palabras de los tres ponis estaban llegando hondo al corazón de Zecora, quién tras las acusaciones de Dusk y ver como ese trio de amigos la defendía, agachó la cabeza sonriente y musitando un inaudible "gracias".

-¿Acaso vosotros podéis demostrar lo contrario? No me importa si no me creéis, la verdad esta en el aire. Tomadla si queréis, o vivid una mentira para siempre. –Dusk se dispuso a atacar de nuevo a la cebra indefensa.

-¡No lo haras! –Un súbito rayo verde impactó en el cuerno de la unicornio, cancelándole su hechizo.

-Acabas de cometer el peor error posible… -Dusk se giró hacia los tres ponis. –Os estais interponiendo demasiado en mi camino. ¡Voy a acabar con vosotros y os demostrare quién manda aquí! –Dio un golpe con su casco en la gema que colgaba de su cuello, y esta reaccionó liberando una pequeña aura morada de su interior que envolvió el cuerno de la unicornio.

En ese momento, Herbal se percató de que la gema apenas tenía ya su color verde oscuro original. A sus ojos, parecía que la propia oscuridad de Dusk estaba siendo encerrada. O quizás… aprovechándose de la magia oscura de si mismo.

-¿Cómo ha hecho eso? Se suponía que solo Herbal era capaz de usar la gema. –Great retrocedió un poco al ver el ahora morado cuerno todavía más imponente que antes.

-No es una yegua cualquiera. No os echéis atrás. Tenemos que vencerla como sea. Si hemos llegado hasta aquí, no es para retirarse. –Herbal infundía coraje en los corazones de sus amigos. Algo que hizo de manera inconsciente.

-Que empiece el baile mis pequeños ponis. –Dusk, sonriendo y mostrando una feroz mirada, se lanzó al galope hacia ellos tres sin dejar claro a quién íba a atacar.

-No sabemos que va a hacer. Moveos como podais por el terreno, en cuanto sepamos a por quién va, debemos de ayudar a detenerla mientras el perseguido la entretiene. –La idea de Great Thrill convenció a ambos amigos por el momento. Decidieron seguir ese plan. Con suerte, la superioridad numérica daría sus frutos frente a la enloquecida unicornio.

Así pues, salvo Herbal, que iluminó su cuerno para teleportarse, tanto Great como Minty corrieron por los laterales para quedarse en una formación parecida a un triangulo.
Dusk en cambio, no pareció inmutarse por ellos y siguió hacia delante. Su objetivo estaba claro ahora.

Herbal mostraba cierta duda en ese momento. Sí que quería ganarla y recuperar lo que era suyo, pero por mucho valor que intentase infundir en si mismo y en el resto, era de esas escasas veces en las cuales debía dar verdadera batalla, y eso no era ni de lejos lo que el sabía hacer.
Al verse con la unicornio casi encima de él, se concentró en teleportarse, pero Dusk pudo leer sus intenciones, y tan pronto el centelleo cegador del teletransporte apareció, reaccionó dándose la vuelta expectante de saber donde aparecería.

-No podras esconderte de mí… -Musitaba Dusk mirando atentamente. En cuanto vio el segundo centelleo, que indicaba que el unicornio habia vuelto a aparecer, volvió a sonreir maliciosamente y le lanzó un conjuro mientras galopaba hacia él.
Herbal no tuvo tiempo de saber que pasaba, pues estaba aun de espaldas a ella debido a que su propia intención fue aparecer en lo que en el momento del ataque de la yegua, era su espalda.

El rayo impactó sobre él, haciendo que sus patas se inmovilizasen, para instantes después salir volando tras la embestida de Dusk Greed a traición.
Pese a que la estrategia a seguir indicaba que los demás debían acudir al rescate, lo cierto es que ninguno llegó a tiempo. La jugaba de la unicornio los pilló bastante desprevenidos.

-¡Herbal! ¿Estas bien? –Minty se acercó a él desatendiendo a Dusk. Momento que la segunda aprovechó para atacarla una vez más por la espalda.

-Ah no. Otra vez no. No te lo voy a permitir. –Great sin dar más oportunidad a que Minty corriese la misma suerte que Herbal, galopó a defenderla. Por suerte para todos, estaba mucho más cerca que Dusk.

El choque entre terrestre y unicornio, a pesar de la diferencia de tamaño, acabó beneficiando al primero, quién tras la embestida casi pierde el equilibrio, mientras que Dusk acabó tropezándose consigo misma tratando de evitar caerse.

-Ese golpe ha dolido. Mucho. –El frágil cuerpo de Herbal temblaba mientras se levantaba ayudado por Minty.

-¿Te ha clavado su cuerno? Esa embestida parecia ir directa con el cuerno. –Preocupada, le investigaba.

-No. He notado el roce de su cuerno cuando me ha golpeado, pero por suerte ha fallado. Creo que no calculó tan bien. –Decía el unicornio con una mueca de dolor en su cara. –Pero si llega a clavármelo, ahora mismo podría estar muerto.

-Es muy inteligente. Probablemente haya enfrentado a más ponis en el pasado. Debemos extremar precauciones.

Dusk, se levantó rápidamente pillando desprevenido al terrestre que estaba aun cerca de ella y se le tiró encima. Tumbado sobre la superficie dura de aquel castillo derruido, Great solo pudo ver como Dusk le colocaba un casco en el pecho y con el otro le apuntaba directamente a la cabeza. Estaba indefenso.

-Se acabaron los juegos. Ya me he cansado de estupideces de críos como vosotros. Un solo movimiento más y le exprimo la cabeza contra el suelo. –La amenaza de la unicornio íba peligrosamente en serio. Se podía ver el enfado en su cara. Herbal y Minty estaban petrificados con la escena. –Me habeis forzado a llegar a extremos que por regla general evitaría, pero os habeis entrometido demasiado en mi vida, y no voy a tolerar que sigáis haciéndolo.

-Dusk. Solo quiero recuperar mi gema. En ningún momento he querido meterme en tu terreno ni en tu vida. Esa gema que cuelga de tu cuello es muy importante para mí. Devuelvemela y no me volveras a ver, te lo prometo. –Al ver a su amigo en peligro, la actitud valiente de Herbal empezó a venirse abajo, para volver a una más miedosa.

-Ni siquiera eres capaz de controlarla. No sabes nada de ella. Yo ya he aprendido a usar parte de su poder. No olvides que esta formada en parte por algo que me pertenecía a mí. Algo que prometiste devolverme, y no has hecho, así que la gema es tanto mía como dices que es tuya. –Una vez más, Dusk demostró ser la más egoísta de las yeguas.

-¡Eso no justifica que te la tengas que quedar por la fuerza! Deja a mis amigos en paz… tomame a mí y haz lo que quieras conmigo. –Tras unos instantes de silencio incomodo, Herbal se rendía frente a ella. –No quiero volver a ver sufrir a mis amigos. –Sus ojos dejaban escapar lágrimas.

-Herbal, no… -Minty agachaba las orejas triste.

-¿Malos recuerdos, eh? –Dusk, aun con la firmeza en sus cascos sobre Great, soltaba una risita. – Que penita… Pero no te quiero a tí. Quiero la gema. Y sino te vas ahora mismo, despídete de tu amigo.

-No te preocupes por mi Herbal. Estare bien. Es todo de boquilla. –Great daba animos a Herbal para hacer lo correcto. Aunque se le notaba aterrado.

-Ojala estuviese aquí. Ojala le tuviese a mi lado. Le prometí cumplir nuestro sueño, pero no puedo dejar morir a mis amigos. Si tan solo hubiese podido convencerle de unirnos para lograrlo… -Herbal se derrumbaba. Su espíritu de lucha se venía abajo recordando lo que menos quería recordar. El momento de la muerte de sus amigos en la prisión. Pero esta ocasión, ese sentimiento desagradable se mezclaba con el momento en el cual pudo entender a su oscuridad. Se odiaba por sucumbir ante él en el pasado, pero se odiaba por no haberle podido salvar.

En ese instante, la gema del espejo empezó a vibrar levemente en el cuello de Dusk. La atención de la unicornio se desvió a eso y perdió la concentración.

-¿Qué esta pasando? Deja de comportarte asi, piedra estúpida. –La golpeó de nuevo absorbiendo un poco mas de la fuerza que emanaba y la concentró en sus cascos. –Da igual cuanto os esforzeis en detenerme, no voy a parar. Es mi último aviso Herbal, lárgate por donde has venido.

-Te has despistado demasiado, y eso en tu contra ha jugado. –Zecora golpeó a Dusk por la espalda con su centro de madera con todas sus fuerzas forzandola a desplazar su casco del cuello de Great para no estamparse contra el suelo. –En este momento, y al sentirse liberado, el terrestre pudo cocear a la yegua mientras estaba tumbado, levantarse y alejarse de ella.

-Estupida farsante. ¡No interfieras! –Lanzandole un conjuro poderoso, pudo bloquear el movimiento de la cebra y cocearla. La gema seguía vibrando levemente.

-¡Maestra! –Herbal salió corriendo hacia ella tras recuperar la compostura al ver a su amigo fuera de peligro.

-Atacala con todas tus fuerzas. Tengo confianza en que la venzas. –Forcejeando como podía, la cebra daba animos al unicornio, aunque la sangre empezaba a correr poco a poco por su cara. Las coces potenciadas de Dusk eran muy fuertes en aquella aura morada.

-Se lo prometí a él, se lo prometí a mis amigos, se lo prometí a mi maestra y me lo prometí a mí. Ya no soy el mismo de antes. Ahora tengo amigos que me apoyan. Ahora es el momento de demostrar que esa confianza no es en vano. –Herbal galopaba cada vez más rápido en dirección a las dos hembras. Aunque concretamente su objetivo era la gema del espejo.

Saltando contra el cuerpo de la unicornio y tumbándola sobre el suelo, Herbal consiguió poner los cascos sobre la gema. Momento en el cual comenzó a brillar con fuerza.
La reacción fue instantánea, y por un momento el tiempo se detuvo para Dusk y Herbal.

-Eres verdaderamente un estúpido… No ves que estoy perfectamente, ¿o que? -Una voz familiar sonaba dentro de la cabeza del unicornio. Aunque en esta ocasión era entre gemidos de dolor y agotamiento.

-¡Estas vivo! Menos mal. Pense que ya habías sucumbido ante ella. –Herbal respiraba mas tranquilo.

-¿Te has estado preocupando por mi todo este tiempo? ¿Eres idiota o qué? –Sorprendido por sus palabras, el Herbal oscuro le insultaba.

Hasta cierto punto te he echado de menos y todo. Desde que en el lago pude hablar cara a cara contigo y saber tus sentimientos. Sigo sin creer que tus maneras son las correctas, pero en el fondo deseas lo mismo que yo. Yo no quería encerrarte… -Herbal aprovechaba para sincerarse. Sabía que podría ser la ultima ocasión.

-Sigues siendo frágil de mente… Te falta mucho para llegar a ser igual de fuerte que las reinas. –Lejos de animarle, le desalentaba. –Pero has sido capaz de venir hasta aquí. Y no has venido para parar a esa condenada yegua… Sino a por mí. Y todo porque "tenemos el mismo sueño". –Para sorpresa de Herbal que esperaba recibir más insultos, recibió algo que podía interpretarse como un halago.

En ese instante, La voz de Dusk comenzó a oírse al tiempo que el Herbal oscuro empezaba a sufrir de nuevo. –Deja de resistirte. Sal de aquí Herbal. ¡Esto todo me pertenece!

-¡Eso ni hablar! ¡Le prometí ser fuerte para salvar a todos! ¡No voy a dejar que le prives de ver eso! –Intentó abrazar a su lado oscuro en un intento desesperado por salvarle del sufrimiento ocasionado por la influencia negativa de Dusk.

-Herbal… -El lado oscuro por primera vez sonaba algo conmovido. – Eres un idiota. Un completo idiota… -Haciendo acopio de todas sus fuerzas, comenzó a resistirse ante la opresión de la yegua. -¡Usa todo tu poder también! ¡Recuerda que tú eres el dueño de todo esto!

Las palabras de la oscuridad, hicieron que Herbal se extrañase, pero tras un par de insultos de insistencia, acabo haciéndole caso.

-Vale. Allá va. –Concentrando su fuerza junto a la de su oscuridad, Herbal empezó a notar como ambas energias empezaban a sentirse como una. Pero esta vez, no era como una en disonancia, sino una en armonía. –Esto… ¿Esto es…?

-Solo por esta vez… No te acostumbres a esto. –Otro insulto más proveniente de alguien que por una ocasión le estaba prestando su ayuda. Estaba dispuesto a colaborar con el.

-¡No os dejare! ¡Es mía! –Dusk al tiempo que ambos Herbal hacían fuerza, usó todo lo que tenía para tomar el control.

Tras lo que pareció un mundo entero, la gema envolvió a ambos en dos esferas de luz, una morada y la otra verde, y tras un estallido de aire, de ambas salieron dos ponis diferentes a los que solo un segundo antes estaban allí.

Dusk tenía ahora un cuerno algo más grande, la melena más larga y suelta y las pupilas rasgadas cual monstruo. Mientras que Herbal mostraba una melena mas alargada con unos mechones de pelo por la parte delantera de su cara, un diferente color de pelaje con diferente distribución del mismo, dejando ver una combinación de colores verdosos, y un cuerno también mas alargado del normal. La diferencia entre ambos no era exagerada, aunque el cambio de Dusk fue bastante mas pronunciado.

-¿Lo ha logrado? ¿Es eso el poder de la gema? -Great, Zecora y Minty no daban crédito a lo que veian.

-Eso parece, pero ahora ya no podemos hacer nada en esta batalla. No nos queda mas remedio que observar y rezar para que Herbal gane. –Great contestaba la pregunta de Minty con resignación. Se veía claramente que quería participar en la batalla.

-¿Y eso por qué? Seguimos aquí, y aun tenemos fuerzas. –La yegua terrestre protestaba la decisión. Tampoco quería dejar que su amigo lo hiciese todo solo.

-Great tiene razón, para esta batalla no estamos en condición. Seguro que puedes sentir la gran fuerza emana, de los cuerpos de los ponis que ahí se hallan. Están bajo el influjo de la magia, y ninguno de nosotros puede igualarla. –Zecora interfería entre ambos amigos. Había recuperado la compostura, y se mostraba sosegada. Aunque por dentro se carcomía, no podía dejar que la vieran mas desesperada.

-¡No pierdas Herbal! ¡Te necesitamos! –Minty, al asimilar que no podía hacer nada por ayudarlo, le dio animos desde detrás de él.

Los dos unicornios mutados se miraban fijamente. La mirada de Dusk era ahora mucho más tétrica, mirando a través de sus nuevas pupilas rasgadas cual dragón. Mientras que Herbal se mostraba serio y firme. Sin dejarse amedrentar por nada que ella hiciese.

-¿Y esto es solo una pequeña fracción del poder de la gema? No tienes nada que hacer contra mí. Recuperare el poder que has absorbido y me quedare la gema de nuevo. Debiste haber huido cuando te di oportunidad. –La voz de Dusk se había endemoniado un poco. Sonaba ahora mas grave, que unido a su voz femenina aguda, daba una sensación extraña.

-La gema no te pertenece. No dejare que la vuelvas a poner los cascos encima. Ni a la gema, ni a mis amigos. –Herbal en cambio, mostraba una actitud impasible. Parecía que más allá del cambio físico, su mayor cambio había sido la actitud. Ahora era muy valiente y su mirada decidida.

-Eso ya lo veremos. –Dusk se lanzó hacia delante con velocidad. Se notaba que era ahora algo más rápida que antes. Buscó el golpear de frente con su cuerno.

Herbal, iluminó su cuerno concentrándose como para usar un hechizo de teleportación. Y como pasó al principio del combate, en el último momento, un centelleo se mostró ante la yegua.

-Ja. No funcionó la anterior vez. No va a funcionar ahora tampoco. –Dusk se dio la vuelta rápidamente para localizar el próximo lugar donde aparecería y atacarle por sorpresa, pero Herbal no aparecía de ninguna parte. -¿Dónde estas?

-Detrás de tí. Has caído en la trampa. –La voz de Herbal sonaba confiada y satisfecha. No se habia movido del sitio en ningún momento.

-¿Cómo dices? –Cuando se volvió a dar la vuelta, un polvillo amarillo estaba flotando alrededor de Herbal y expandiéndose hacia todos lados. -¡Maldita sea! –Dusk se alejó tan rápido como pudo.

-He aprovechado tu exceso de confianza en tu contra, justo como cierto poni hizo contra mí no hace tanto. Creías que era tan ingenuo como para repetir mi error dos veces seguidas, pero eso va a ser tu perdición. Mi polen ya circula por tu organismo.

Dusk, quién se sentía humillada por la jugada del otro unicornio, decidió lanzarle un potente rayo morado mágico desde la distancia. – ¡No te creas que has ganado!

Herbal, por supuesto, contratacó el rayo con otro de su propia cosecha. Un rayo mágico de color verde oscuro. Directamente cortesía de su oscuridad. Era como si la compenetración entre ambos Herbal hubiese sido natural desde el comienzo.

Ambos rayos colisionaron y empezó un forcejeo mágico. A pesar de que Herbal había ganado en confianza y decisión y de que su polen era ahora más efectivo, su magia era inferior a la de su rival. Incluso con la fuerza de su oscuridad, Herbal no podía plantar cara al poder de la unicornio. Su rayo acabó reducido a nada y recibió el daño de aquel tremendo rayo morado.

Tras el impacto, el cuerpo de Herbal quedó entumecido. Ese rayo no estaba cargado de pura magia, tenía algo especial. Los movimientos del unicornio empeoraron a partir de ese momento.

-¿Te gustan mis hechizos? Toda buena ladrona que se precie, debe saber como sacar ventaja de sus perseguidores. Soy una especialista en lo mio. Llevo muchos años en este negocio y rara vez me han capturado. No será esta una más para la cuenta.

-Cada vez me pareces un ser más despreciable. No importa cuanto hables, pronto dejaras de moverte, y sere yo quién se alce vencedor. –Herbal, tan pronto su cuerpo se desentumeció, comenzó a cargar otro hechizo mientras galopaba hacia ella.

-¿Atacas de frente? Eso no es propio de tí… -Dusk se preparó para un posible teletransporte, en cuyo caso intuía que aparecería tras ella, pero no lo tenía tan claro. Ya le había engañado una vez aprovechándose de su confianza. ¿Quién garantizaba que no ocurriría igual?

-¡Este será el final! –Con un grito, el cuerno de Herbal centelleó y cuando el brillo se fue, ya no estaba allí presente.

-¡Lo sabía! –Se dio la vuelta a todo correr para topárselo mirándola cargando un rayo mas. Un rayo de un color verde oscuro con toques amarillentos. –No podras hacerlo. –Ella también cargaba su propio rayo, pero esta vez el lanzamiento del mismo se retrasó unos instantes. -¿Qué me esta pasando? Mis reflejos. Mis cálculos… ¡Todo va más lento!

-El polen paralizante empieza a hacer efecto. ¡Ahora daré el máximo que tengo! –Haciendo aun más esfuerzo y llevándose al límite de sus capacidades, Herbal intensificó su rayo, consiguiendo superar el de Dusk por poco. El polen estaba afectando a todo el cuerpo de la yegua. Más aun tras el impacto de aquel rayo que por el color amarillo pudo intuir que estaba polinificado.

Dusk, cayó al suelo, inmóvil. Tras ese ultimo impacto, no era capaz ni de levantarse. Desde luego la capacidad de control de polen del macho había sido potenciada gracias a esa unión con su otro él. Algo que a pesar de su seria mirada, le sorprendía.

-Se acabo Dusk. No hay nada más que puedas hacer. El polen es más fuerte de lo que crees.

-No… me niego a caer ante un mediocre como tú… Dame mi gema. –Dusk seguía esforzándose por moverse, pero era como no sentir las partes de su cuerpo. Estaba prácticamente paralizada.

-No es tu gema. Mira, siento no haberte podido devolver el orbe, pero esta gema es mia. Me pertenece. –Herbal, volvía a disculparse con ella, pese a todo lo que había pasado. Parecía que su lado más bondadoso estaba primando sobre su oscuridad.

En ese instante, la gema volvió a brillar y vibrar. Envolviendolos a los dos unicornios otra vez. Herbal pudo sentir un calido viento a su alrededor, pero no tardo en mirar sorprendido a la yegua cuando esta comenzó a gritar de dolor.

Los gritos de agonía de Dusk se intensificaban cuanto mas brillaba la gema. No entendía bien por qué, pero la gema parecía estar castigándola. Herbal se cuestionaba si la gema podría tener cierto tipo de autocontrol.

-Eso que pasa, es parecido a lo que me pasó a mí. No te preocupes, no morirá. –Dentro de si mismo, Herbal ponía de nuevo contacto con su oscuridad.

-¿Quiere decir eso que la gema va a encerrarla? ¿Se refería a esto Marina cuando dijo que solo yo podía usarla? –Ante la sorprendente revelación de su lado oscuro, preguntaba.

-Es posible. Se lo tiene merecido. Si aprendiese a tener los cascos quietos esto no le estaría pasando.

-Vaya. ¿Eh? –El también empezaba a sentirse raro. Notaba que algo se le perdía.

-Hasta aquí ha llegado nuestro enlace. La gema en la que me encerraste, me quiere dentro una vez más. –Se palpaba la resignación, pero no había manera de contradecir a un objeto mágico para él.

-No, espera. Quiero liberarte. No quiero que te quedes ahí dentro por más tiempo…

-Ahorrate las palabrerías. Las reglas fueron claras. Me encerraste, y una entidad encerrada, no puede ser liberada así como así. –Le desvió, la mirada antes de desvanecerse. –Sigue luchando por nuestro sueño. Como mueras, me asegurare de revivirte para matarte yo por mentirme. –Le dedicó una mirada enfadada. Aunque a esas alturas se podría decir que era su cara habitual.

-Quiero luchar por ese sueño junto a tí. No quiero ir solo a por él. –Herbal estaba a punto de romper a llorar.

-A pesar de todo, sigues siendo un mayor idiota que conozco. –Una vez más, recibía insultos a modo de respuesta. – ¿Cuantas tortas te vas a tener que dar antes de ver que no estas solo? Estan todos junto a tí. ¡No estas solo! Y que sea yo quién te diga esto…

Herbal guardó silencio unos instantes y prosiguió con lágrimas en los ojos. –Gracias, tienes toda la razón. Prometeme al menos que volveré a verte. Por favor.

-Esta en tus cascos. No lo has hecho tan mal como podrías haberlo hecho hoy. Quizás y solo quizás, puedas pedirme ayuda en otra ocasión. –A pesar de su frialdad, a Herbal le dio la sensación de que incluso él disfrutó del momento.

-Por supuesto. Sere cada vez mejor para cumplir nuestro sueño. –Tras ver como ya había empezado a desvanecerse, solo pudo acercarse más a él y soltar unas pocas lágrimas al tiempo que se despedía de él. –Adios… Herbal.

-Adios Herbal… Maldito estúpido… -El último insulto provocó que el unicornio levantase la cabeza y le viese ligeramente sonrojado mientras terminaba de desvanecerse.

-Te prometo que no dejare que nadie te haga nada malo… Tal y como te dije. –La esfera de luz empezó a brillar aun mas fuerte mientras decía esas ultimas palabras.

Por otra parte, la esfera morada en la cual se encontraba Dusk se acabó desvaneciendo, mostrando a una inconsciente Dusk humeante. Todos desconocían que le había sucedido dentro de esa esfera para que gritase de tan horrorosa manera y acabase echando humo por todo su cuerpo, pero desde luego, no fue nada agradable. Volvía a verse con su aspecto normal, al igual que Herbal.

Herbal recogió la gema del suelo y con magia se la volvió a colocar en su cuello. La gema volvía a mostrar el color verde oscuro que había adquirido tras encerrar al lado oscuro de Herbal.
Sus amigos se acercaron corriendo a él.

-¿Herbal? ¿Estas bien? He pasado mucho miedo. –Minty confesaba estar aterrada. Era la segunda vez que Herbal contemplaba esa situación. La primera fue en su primera transformación en la cueva.

-Ha sido aterrador, sí. Pero te veías como todo un comandante. Has mantenido el temple y todo. Realmente sorprendente. –Great aun algo asustado, se acercó a él y le puso un casco por encima de su lomo.

-Por tus logros te felicito. Parece que has alcanzado parte de tu destino. Esta experiencia te servirá, y a tu verdadero objetivo te guiará. -Zecora se acercó a Dusk, quién seguía inconsciente mientras dedicaba estas palabras a su aprendiz. –Verdaderamente no me queda nada por enseñarte despues de la maestría de la cual has hecho arte.

-Gracias amigos. Sin vuestra ayuda nunca hubiese sido capaz de lograr esto. Sin todo vuestro apoyo, yo seguiría siendo un cobarde… -Herbal les dedicó una sonrisa a todos antes de centrarse en su maestra. –No diga eso maestra. Seguro que aun hay mucho que pueda aprender de usted.

-No Herbal, no hay nada más. Me lo acabas de mostrar. Has sabido defenderte a tí y a tus amigos por igual, de un mal que os acechaba sin dudar. Como ya dije, aun en mi casa puedes estar, no quiero decir que te vaya a echar.

-Perdonad la interrupción pero, ¿qué vamos a hacer con Dusk? –Minty seguía preocupada. Dusk podría ser mala yegua, pero aun así, Minty sentía compasión por ella.

-Creo que no hará falta hacer demasiado. Miradla, se esta despertando. –Great alertaba de que la unicornio estaba recobrando el sentido. Todos se pusieron en posición defensiva, solo por si acaso.

-¿Qué ha… pasado? ¿Dónde estoy? –Dusk no parecía recordar nada de lo que había pasado. Miraba alrededor. – ¡Vosotros! ¿Por qué estoy tirada en el suelo? ¿Por qué me duele todo?

Aunque todos miraban extrañados entre si, Herbal no se sorprendía lo más minimo. Sabía perfectamente por lo que Dusk estaba pasando. Él mismo no sabía nada de lo que había sucedido el primer día que llegó a casa de la cebra.

-¿No recuerdas qué ha ocurrido, verdad? –Herbal hablaba.

-Solo recuerdo que estabais enfrentadome para conseguir mi gema, luego no recuerdo nada. –Cuando reparó en donde estaba la gema, se sorprendió e intentó levantarse a por ella solo para caerse nada mas levantarse.

-Es exactamente igual a mí aquel día. ¿Lo recuerda, maestra? Caí bajo el influjo de mi oscuridad, y justo como tú, no recordaba nada… pero los recuerdos empezaran a llegar, poco a poco… -Acabó dedicándole sus palabras a la unicornio que yacía a sus cascos.

-Dejalo Dusk, no podras quitarle la gema. Estas para el arrastre ahora mismo. –Great se había percatado de sus intenciones y se lo recriminaba.

-Dejadme en paz… De acuerdo, quedaos esa estúpida gema. Ya no la quiero. Me ha causado más problemas que beneficio… -Volvió a levantarse y esta vez lejos de perder el equilibrio empezó a caminar lejos de ellos.

-¿A dónde vas en tu estado Dusk? No podras llegar lejos si no te ayuda un medico. –Herbal sentía pena por ella, porque realmente no quería un conflicto innecesario, pero no hubo mas remedio.

-Cierra el pico. No me volveréis a ver. Paso de vosotros, asi que pasad de mí. –Fría, dura y directa. A pesar de sus heridas, su corazón seguía manteniéndose congelado.

Nadie dijo nada hasta que Dusk desapareció por la entrada a la cueva que descendía el monte más cercana. Luego volvieron a hablar entre si, mientras veían como las nubes que se arremolinaban a causa de toda la oscuridad que se estaba desatando se desvanecían.

-Me pregunto si estará bien… Si que sabe cuidarse sola, pero en este estado… -Minty seguía dándole vueltas.

-Seguro que sí. Ya la has oído. No va a rendirse tan fácilmente a sus heridas. Me preocupa más nuestra situación. –Great miraba más hacia Herbal y Zecora, ambos tenían más heridas que la yegua o el mismo.

-Deberíamos de regresar a nuestro hogar, antes de que algo peor pueda pueda pasar. –Zecora miraba al cielo, preocupada por algo.

-¿Algo como qué? –El unicornio estaba intrigado. -¿Qué podría ser peor que lo que ha pasado?

-Pronto vendrán a investigarlo. Estoy segura de lo que hablo. Cuando eso suceda, aquí no deberemos estar, o en otro problema mayor vamos a entrar. –Comenzó a caminar hacia el sendero que bajaba la cueva por el lado que iba hacia Verdur. –Os lo contare luego, ahora acabemos el camino con esmero.

Herbal se quedó rezagado. Les pidió a sus amigos que se adelantaran. Él se quedó mirando el horizonte desde la cima de aquella montaña.

-Esta batalla ha significado mucho para mí. He podido reconciliarme un poco conmigo mismo. He podido mostrarme que soy capaz de mucho más de lo que parece. He podido defender a mis amigos… Estoy seguro de que estaríais contentos de poder ver todo esto… Vosotros también merecíais la libertad. Yo os privé de ella. Ante este amanecer y tras los acontecimientos que me han hecho recordar… Os prometo que nuestra tierra voy a liberar. Skie, Hellfire. Miradme desde donde quiera que estéis. Porque empezando por vosotros, orgullosos os sentireis.

Agarrando la gema con su casco, hizo un par de plegarias para sus amigos, y después se dirigió hacia donde todos los demás se habían ido.
Un nuevo día acababa de comenzar, y con ello, nuevas aventuras quedarían por disfrutar, pero por el momento, necesitaba descansar. Aquel día, siempre por ellos se recordará.

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