Pony y tecnologia
Chapter 11
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Parte 11
Una mañana curiosa 1
My Little Pony no me pertenece, solo hago este fanfic con el objetivo de entretener.
Estaba amaneciendo, un poco más tarde que de costumbre, esto debido a un tema que estaba siendo tratado por dos hermanas.
— ¿Ves, Lulu? — así le decía de cariño Celestia a su hermana cuando eran pequeñas — Y de esta manera podemos mantener la sala de té ordenada y además divertida.
— Tienes razón, hermana — sorbe un poco de café, porque lo prefiere más que el té — , y con nuestro nuevo adorno en la pared llamamos la atención de los visitantes para que no vean cuando nos sacamos los dulces del centro de mesa.
— A mí también me gusta mucho el nuevo adorno — completó Celestia viendo el nuevo adorno, que consistía en Discord petrificado al mismo estilo que Han Solo colgado en una pared.
— Solo una cosa.
— ¿Sí, querida hermana? — sorbe un poco de té.
— ¿Qué le viste a ese sujeto que te hizo aceptar que te invitara a salir?
— Las cosas cambian con el tiempo, los ponis también cambian, hermanita.
— Es cierto, pero incluso yo puedo ver mejor cómo es en verdad.
— No olvides que con la luz del día y buen humor se puede ver varios kilómetros adelante — dijo con un tono sereno y elegante.
— Sin embargo, querida hermana mayor — contestó Luna con voz ligeramente seria — , tampoco debes desestimar que en una noche despejada puedes ver a miles de años luz de profundidad.
— ¿Y qué es lo que mi hermana de profunda vista ve en el señor del Caos?
— Solo puedo decir que veo… Algo incierto… — siente una larga y serpentina lengua pasar por su cuello — IUUUUUUU.¡Siento algo escurridizo!
No era de sorprender, pues la imagen del señor del Caos ya no estaba en su habitual posición petrificada. No sabían cuándo lo hizo, pero estaba libre y escuchando su conversación.
— Mi querida futura cuñada — esto incomodó bastante a la princesa de la Noche — , si hay algo que no se puede hacer conmigo es quedarse aburrido. Después de todo, dejaría de ser el señor del caos si llegase al tormento de una existencia predecible.
— Al parecer nuestro invitado dio en el clavo — agregó Celestia — . Tras varios años…
Luna arquea una ceja mirando fijamente a su hermana, Discord trataba de aguantar la risa.
— Bueno — corrige — , varias décadas… Esta bien, varios siglos… Lo importante es que ya me hacía falta un cambio de rutina, porque regir toda una nación por todo ese tiempo llega a ser una fuente de estrés de la que no te puedes librar, en especial cuando haces un buen trabajo.
— ¿Un buen trabajo? — dijo Luna escéptica — No creo que usar a todo el personal militar para buscar al tal Wally sea un buen trabajo.
— En mi defensa, ese tipo nunca apareció, era un verdadero profesional — se justificó Celestia.
— Era un juego para potros en el periódico.
— No interrumpas, además estaba con la necesidad de que alguien me acompañara y me diera cariño y que hiciera las cosas más divertidas en el castillo.
— Pero nosotras te tenemos mucho cariño — dijo Luna refiriéndose a sí misma en plural — y te podemos acompañar siempre, por eso vivimos en el mismo castillo y también podemos jugar a muchas cosas.
— Ejem — aclara la garganta — , creo que malentendiste, estoy muy urgida de ciertas necesidades que toda poni tiene, otro tipo de cariño y otras formas de diversión.
— Uuuuuuu.
— ¡Te dije que no interrumpas!
Ponyville, Castillo de Twilight…
Rarity, la modista, estaba entrando por la puerta principal. Habitualmente lo hacía sin siquiera solicitar permiso, costumbre que le costó bastante adquirir por petición de la misma princesa de la amistad, quien insistía en que sus amigas siempre serían bienvenidas en su morada y no necesitaban tocar la puerta para entrar.
— ¿Twilight? — preguntó la unicornio — ¿Dónde estás?
— Me temo que estará lista en un poco más de tiempo — contestó Cadance bajando por las escaleras.
— ¿Princesa Cadance?
— Sí, la misma, me alegra verte otra vez, Rarity.
— No entiendo ¿por qué estás aquí? — habló con cierta confianza, después de todo ella le ayudó una vez con el peinado ceremonial para los juegos de Equestria.
— Vine anoche, estaba buscando un libro muy raro, pero no encontré ningún ejemplar en la biblioteca de cristal, así que vine para preguntarle a Twilight si tenía uno disponible.
— ¿Vino a la noche por un libro? No es por decir nada malo, pero usualmente una va a buscar un libro en el día.
— Es por la urgencia de encontrarlo que me vi obligada a salir de noche en su búsqueda.
— ¿Y pudo hallarlo?
— Sí, por suerte quedaba un ejemplar entre los estantes personales de Twilight… — se acercó a Rarity para hablar en voz baja — pero no le digas que lo tomé prestado — y le guiñó un ojo.
— Por mi no se preocupe, princesa — devuelve el guiño —, una dama nunca revela esos secretos.
— Me alegra que lo entiendas, por ahora me voy, sé que estará en buenos cascos si la dejo contigo.
— ¿Le pasó algo a Twilight?
— Anoche llegué y la encontré en un rincón, estaba toda hecha un desastre, y la llevé a su cama. Ciertos contenidos de la ponynet parecen haberla impactado demasiado.
— Jeje, no sabía que Twilight fuese tan inocente.
— Yo tampoco lo pensé. Luego de unos minutos se levantó de la cama y trató de salir, pero por lo afectada que estaba no se dio cuenta de los escalones y se dio una caída espectacular.
— Para que una princesa lo describa así, debió serlo.
— Al final revisé cómo estaba, solo tuvo un golpe en la cabeza, lo demás fue bastante leve. Supongo que fue lo mejor, no parece recordar casi nada de anoche.
— Eso puede ser lo mejor, hay ciertas cosas para las que algunos no están listos.
— Por favor cuida de ella, yo ya tengo que irme.
— Cuente conmigo.
Unos minutos después, Rarity se aproximó a la cama de su amiga, le trajo un desayuno en una bandeja para animarla. La alicornio estaba recostada viendo al techo, por alguna razón estaba perturbada, pero no entendía por qué.
— Despierta, dulzura, hace ya buen tiempo que es un hermoso día.
— ¿Rarity? — preguntó Twilight para confirmar.
— Por supuesto, cariño ¿quién más te traería un desayuno como este en una bandeja de plata?… Bueno no había ninguna con incrustaciones de diamantes, pero hago lo que puedo con lo que tengo.
— Gracias, el pan tostado es uno de mis favoritos en el desayuno.
— ¿Y cómo estás?
— Un poco cansada, trato de recordar qué pasó anoche, pero no logro recordarlo todo.
— ¿Y qué puedes recordar?
— Creo que te llevaste a Spike a tu casa para que te ayude con algo.
— Sí, eso hice y lamento no habértelo devuelto anoche, se veía tan tierno dormido en el sofá que no pude despertarlo.
— Pero también pudiste levantarlo, es un dragón y no es tan sensible a la magia de unicornio.
— Eso habría hecho, pero las niñas estaban pegados a él, los cuatro se quedaron dormidos leyendo una de esas revistas de los Power Ponies. Ya sabes que Sweetie tiene el sueño muy ligero, además no se habría dormido en toda la noche si la despertaba.
— Buen punto, así que ¿cuándo lo vas a traer?
— Ya debieron haber despertado hace poco, voy a llamar a casa para ver si Spike ya puede venir.
En eso saca su smartphony, aparato que Twilight no recordaba y le llamó la atención. Dicha llamada de atención hizo que, por instinto curioso, Twilight le arrebatara el artefacto a su amiga para verlo de cerca.
— ¡Vaya, es impresionante! — dijo cuando tuvo el dispositivo entre sus cascos.
— Sí, lo es querida, pero es el mío.
— Ups, perdón, solo me dejé llevar por la curiosidad.
— Sabes, eres una princesa, además de ser popular, también necesitas estar en contacto con otros sin importar las distancias.
— ¿Y eso que tienes sirve para eso?
— Para eso y mucho más — aclaró la unicornio — , cada día sale una nueva cosa que se puede hacer con estos pequeñines.
— Parece interesante, podría conseguirme uno de esos.
— Un smartphony también de daría estilo. Puedes comprarte uno en la zona de ofertas de la feria tecnológica de Ponyville.
— ¿Aún siguen en Ponyville?
— Solo digamos que quieren acabar con sus stocks.
— No es mala idea.
Sugarcube Corner…
En la habitación de Pinkie, las cosas parecían haber sido acomodadas por el mismo Discord en persona. Un poco de pastel de fresa en la pared, cinco o seis muffins estampado en el techo (mi más sentido pésame, Derpy), varias botellas de gaseosa vacía en el suelo, envolturas de caramelos y goma de mascar y no olvidemos a los resonsables de dicho caos. De alguna manera, Pinkie estaba dormida encima de un montón de globos suspendidos a un metro del piso, Chees Sandwich estaba en el piso cubierto por un montón de latas de soda y bolsas de papas fritas.
La escena no daba la impresión de ser fuera de lo normal para los dos ponis terrestres que protagonizaron el descontrol de la noche anterior. Lo que sí salía de lo normal era ver que no estaban solos.
— Jeje, no puedo comer más — dijo entre sueños la pony rosa — , guarda algo para Gummy… Está bien, una mordida y ya.
Abrió bien la boca para morder su supuesto bocado, el cual en realidad era uno de los globos que usaba para hacer figuras de animales, el cual también reaccionó como todo globo lo hace al morderlo, explotó en su cara.
— AAAAAAHH — exclamó asustada Pinkie, más al caer al suelo — Ay, esa tenía mucho picante.
— ¡Quién dijo eso! — dijo asustado Cheese, que asomaba la cabeza de entre los residuos de la comida chatarra.
— Jajajaja, creo que fue una noche alocada — dijo viendo con ternura un brazalete que Cheese la había regalado.
— Ni que lo digas — respondió Cheese levantando su casco para ver si tenía también un brazalete, pero en luger de eso vio unas esposas y a una agente policial sujeta del otro extremo — ¡Pero qué rayos!
— ¡Silencio, quiero dormir! — dijo la oficial.
— ¿Cómo es que acabamos así?
— Usted, joven, está bajo arresto, por perturbar la paz, obstrucción de la ley y no disculparse con el sujeto con quien se chocó anoche.
— ¿Y si me disculpo?
— Eso ayudaría.
— ¿Y si le alcanzo una aspirina para el dolor de cabeza?
— Con eso levanto todos los cargos, no quiero hacer todo el papeleo.
Tanto Cheese como Pinkie estaban asustados al principio, pero eso duró poco al darse cuenta de que la oficial no pudo resistir a pasarla en grande junto a los dos ponis de mejor reputación en cuanto a fiestas, ese patrullaje fue el mejor de su vida.
— Solo una cosa más — agregó la oficial antes de retirarse — , vigilen bien de cerca a esos dos, no vaya a ser que ocasionen tantos problemas como ayer, que casi tengo que usar la típica brutalidad policiaca para evitar que todo empeore.
— Lo haremos, oficial, que tenga buen día — se despidió Cheese Sandwich — . También la invitaremos la próxima vez que hagamos algo como esto.
— Esperaré su llamada.
Los dos veían cómo la oficial salía de la habitación. Cheese no pudo evitarlo, la curiosidad era grande.
— Pinkie.
— ¿Si?
— Tu le escribiste tu número en el flanco a la oficial?
— No, ese no es mi número.
— Entonces creo que ella no se refería a nosotros cuando dijo que hay que vigilar a un par.
— ¿a quiénes se referiría?
La duda fue inmediatamente respondida cuando Un enorme corcel rojo cayó del techo junto con la lámpara que estaba colgada.
— Big, amigo — Saludo Cheese.
— Eeeyuup.
— ¿Te lastimaste?
— Eeeyuup — dijo con dificultad.
Al segundo de escuchar esto, una pegaso de crin rosa y manto amarillo salió de entre un montón de botellas de gaseosa y voló desesperada hacia el semental en el suelo y procedió a hacerle respiración boca.
— Flutter… Flutter… FLUTTERSHY — la poni rosada trataba de llamar la atención de la pegaso para explicarle que no era necesario un RCP.
— No te va a escuchar por un buen rato — le explicó Cheese —, los dejamos solos por un rato, además él parece disfrutarlo ¿quieres desayunar algo?
— Yo creo que algo salado estaría bien, anoche fue suficiente azúcar.
— Sí, aunque sea sin cosas dulces, el primer desayuno con mi novia será emocionante.
— Solo una cosa, Cheese — dijo pensativa.
— ¿Qué es?
— Si ahora somos novios ¿qué hay entre ellos? — preguntó señalando a Fluttershy y Big Mac.
— No sé ¿síndrome de Estocolmo?
— Creo que tendremos tiempo suficiente para averiguarlo, vamos abajo, los señores Cake preparan unos croisants — Espero así se escriba — para chuparse los cascos, excepto cuando llevas todo el día caminando sobre cosas extrañas.
— ¡Un momento! — se sacudió por completo por una vibración en su espalda — No entiendo por qué, pero el Ki de Soarin desapareció por unos momentos.
Una hora después. Feria tecnológica de Ponyville…
La alicornio contemplaba fascinada los diferentes dispositivos móviles, habían de todo tamaño y precio, diferentes estilos y…
— No tú otra vez — dijo indignada con el casco en la cara — ¿No fue suficiente con el problema de las marcas y esas cosas? Además, ya me compré una omputadora.
— ¿Y quién está hablando de computadoras? — contestó el vendedor con suéter negro de cuello de tortuga y gafas redondas— Yo vine a ofrecerle la última generación de smartphony, el Iphony.
El estante en que se encontraba mostraba una apariencia pulcra y sin contaminación alguna, elegancia en diseño y potencia en funciones, un verdadero lujo. La princesa se acercó para ver de cerca el aparato y pudo distinguir una voz que la saludó.
— Saludos, princesa Sparkle, soy Filly, la asistente virtual de Iphony.
— Eh, ¿hola?
— Hola, un gusto conocerla ¿desea adquirirme para dar comienzo a su nueva experiencia en el mundo de la tecnología?
— Este parece bastante inteligente, para ser un teléfono — le comentó al vendedor.
— No se preocupe por eso, nuestros ingenieros trabajan muy duro y constantemente para hacer que la inteligencia artificial de nuestro producto sea cada vez más amigable con el usuario le permita una experiencia inolvidable a la hora de usarlo.
— Lo de amigable me agrada.
— Además podrá disponer de un buen navegador con su inigualable GPS.
— ¿GPS?
— Sí, Gorilla Postionate System. Significa "Sistema de posicionamiento de gorilas", uno no se imagina lo necesario que ha llegado a ser en estos tiempos.
— ¿Posicionamiento de gorilas? Eso suena ridículo.
— No hay nada de ridículo si "piensas diferente" — enfatizó con un cartel que tenía su eslogan en letras grandes — . Constantemente desarrollamos productos que cubran las necesidades de nuestros clientes y también puedan crear una experiencia única.
Unos días atrás, Laboratorio de desarrollo Apple…
Applejack veía los planos de un reloj inteligente y puso su casco en los planos con un rostro bastante serio.
— ¿Y qué otras cosas resiste?
— Bueno, señorita, es a prueba de agua y de fuego.
— No me importa si es a prueba de fuego, de agua o de margaritas ¿es a prueba de Pinkie?
— No — respondió tragando saliva — , no tenemos la tecnología.
— ¡Pues consíganla!
— No podemos, esa tecnología no existe.
— Mira, terroncito, soy una yegua y lo que las yeguas piden…
— Nosotros podemos — respondió el semental asustado.
— ¿Y?
— Si no podemos no existe.
— ¿Y?
— Y no existe lo inventamos.
— Así es, ahora vuelvan al trabajo y, cuando vuelva, quiero ver algo que al menos pueda resistir una o dos fiestas de Pinkie, con eso estaré feliz.
— ¿Habla de fiestas alocadas de Pinkie?
— No, hablo de sus fiestas salvajes.
— Oh vaya… +puedo llamar a casa para avisar que no iré a dormir esta noche?
— Como quieras.
Feria tecnológica de Ponyville…
— ¿Y por cuál se decide? ¿16 GB, 64 GB? ¿pantalla de zafiro azulado o bordes dorados?
— Creo que mejor lo pensaré un momento — respondió Twilight ante la insistencia del vendedor — , todavía no veo otros modelos.
— Adelante, tarde o temprano volverá y pedirá por más, estará a nuestros cascos y suplicará por la aparición de otro de nuestros productos — empieza a cambiar a una voz más siniestra — , estará atada a la calidad y elegancia de nuestra marca y no podrá usar otro tipo de tecnología porque estará demasiado acostumbrada a nuestros sistemas, pronto será nuestra y hasta estará dispuesta a vender una parte de su cuerpo para comprar nuestras más novedosas innovaciones.
— ¿Por qué dijo todas esas cosas y se frota los cascos tan sospechosamente? — preguntó la alicornio bastante nerviosa.
— Solo fue un lapsus predictivo… ¿no iba a hacer algo?
— Jeje, creo que mejor me voy por este otro lado, no es que quiera alejarme porque esté muy asustada, es solo que siento que … (piensa Twlight, piensa).
— ¿Hay algo relacionado con la amistad?
— ¡SI!… Ejem, quise decir que sí, hay algo, una, una, el estooo… Amistad, mucha amistad por ese lado y no quisiera perdérmela — dijo señalando el primer puesto que alcanzó a ver.
— Pero eso es un puesto de videojuegos de guerra y asesinos con muchos errores gráficos.
— Bueno, ya sabes, los machos se hacen mejores amigos peleando ¿verdad?
— ¡SIIIIIIIIIIIIII! — respondió Bulk Biceps que estaba pasando por el lugar preguntando por unas sofisticadas mancuernas con wifi, solo Celestia sabe por qué.
— Como ya vio, ahora tengo que ir a ese amistoso lugar y luego a ver otras cosas… Adiosito — y se esfumó a toda velocidad.
Sweet Apple Acres, unas horas antes, digamos que al amanecer…
El cuarto seguía a oscuras, aunque ya algunas cosas se podían distinguir desde su limitado rango de visión, podía sentir cada crujido de la madera de la que estaban hechas todas las superficies en esa casa. La luz del sol todavía no tocaba la ventana, pero de alguna manera se podía percibir que ya había empezado a ser comandado por Celestia para iluminar Ponyville.
Por una extraña razón, ahora las bolsas en sus ojos estaban más que justificadas, casi no parpadeaba ni se movía, el frío de la madrugada le ayudaba a mantenerse despierto, pero la cálida sensación que tenía a su alrededor lo invitaba a rendirse ante el dominio de la princesa Luna. Con gusto se rendiría ante tan tentador escape de su cansada realidad provocada por estar en vela durante toda la noche, pero no lo haría, no esta vez, en especial porque estaba rodeado por cuatro yeguas, de las cuales al menos tres intentaron disimuladamente aprovechar la situación, y una de ellas no se soltaba de su cuello por más que esto le incomodara al semental, aferrándose más fuerte cada vez que se movía.
Al final los intentos de las otras tres las llevó al cansancio sin éxito. Dicha frustración hizo que cayeran rendidas al mundo de los sueños. El corcel en medio, el wonderbolt estaba atento para evitar que alguna tratase de aprovecharse de él. Claro que lo habría disfrutado mucho, pero el caos que se desataría por las que no tuviesen éxito podría hacer que las cosas se salgan de control y lleguen a algo que le cueste muchas penas al pobre pegaso.
Finalmente sucedió, la luz del sol entró en la habitación como por arte de magia y llenó de energía a las presentes para despertarse.
— Buenos días, Soarin ¿descansaste bien? — preguntó Fleet Foot, la primera en despertar.
— ¿Me veo como que hubiese dormido?
— No te pongas así, no siempre tienes la oportunidad de estar tan bien atendido.
— ¿Atendido? Yo más bien diría "Aterrado".
— ¿Y qué habría salido mal? — dijo juguetonamente.
— Créeme, muchas cosas pudieron salir mal y ya estaban bastante mal como para empeorarlo.
— Eres un aburrido, siempre tan serio y todo eso ¿por qué no te diviertes de tanto en tanto? Yo podría ayudarte.
— No gracias, ya llevo una vida bastante emocionante como para eso.
— OK, señor aguafiestas, tu te lo pierdes — se levantó de la cama con gracia y delicadeza para no despertar a las demás — , luego no vengas a rogarme que salga contigo.
La pegaso se retiró y Soarin se sintió un poco más aliviado. La segunda en despertar fue Spitfire, que estaba con una sonrisa que daba lugar a muchas interpretaciones.
— ¿Disfrutando de su día libre, teniente?
— Desearía poder hacerlo.
— Qué raro, siempre creí que a los machos les gustaba estar rodeados de yeguas todo el tiempo, en especial durante la noche — creo que no es necesario describir la cara de Soarin al escucharla — Además, no siempre se tiene una oportunidad con alguien como la misma capitana de los Wonderbolts.
— Jeje, no te hinches con tu orgullo, que nos harás caer de la cama.
— ¡Hey, no estoy gorda, sigo una dieta muy estri…
— Shh, no levantes la voz, capitana, que puedes despertar a las Rainbow y a Applejack.
— ¿Y desde cuándo eres tan protector?
— No es que lo sea, pero esta es la casa Apple, y la novata va a despertar con una resaca terrible.
— Eso se me escapó, pero no por algo tan simple te dejaré ir tan fácil, mañana te toca una rutina extremadamente agotadora, así que trata de descansar lo que puedas, que mañana eres mío — se despidió para salir volando a toda velocidad.
En el acto, Applejack despertó de golpe, y cuando digo "de golpe", me refiero al que se dio contra el suelo por la sacudida que ocasionó la partida de la pegaso que voló con el más potente de sus arranques. Lamentablemente no pudo despertar del todo, pues el golpe la dejó en el piso sin despertar.
— Soarin, eresh lo mácimo — murmuró la pegaso de crin multicolor.
— Vaya, lo que faltaba — dijo ya cansado el pegaso que observó el smartwatch que tenía en su casco — Para colmo ahora tengo una alerta de cambio de pulso.
Y no se equivocaba, al sentir a Dash apretando con más fuerza su cuello, el reloj marcaba un pulso más acelerado. La pegaso repitió la acción y se acercó cada vez más a Soarin.
— Pewo si tobadía no queyo hacelo. Mi papá me matadía — dijo entre sueños.
— Por Celestia, mis cascos están entumecidos por esas dichosas yeguas que no me soltaron ni un segundo ¡Cómo henos me la quito de encima! — pulso 98 latidos por minuto.
— Aunque no me hic opongo, me gusdas muchiooo — pulso 130 latidos por minuto — , Mis padresh no podrán deci nada si lo hacemos oficial, podemos huir a Las Pegasus y casarnos — 150 latidos por minuto.
Se aproximó lo más que pudo, hasta hacer contacto con el muy atónito pegaso, de más está decir que su reloj inteligente marcó un pulso nulo por unos segundos. Esto no fue solo por la impresión del contacto de sus labios con los de Rainbow sino que también se debe a la reacción de cierta pony granjera que se levantó y apoyó al borde de la cama.
— ¿PERO QUÉ CORRALES?
Y con eso estamos por el momento, un placer seguir escribiendo y saber que al menos alguien lo lee, será en otra ocasión que podamos seguir en contacto. Se agradece cualquier review, favorito, follow o spam.
Y bueno, sin más qué decir, se despide Old Grimie...