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by Sunny Honey

Chapter 11: Usted Está Saliendo de Equestria

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¡FELIZ AÑO NUEVO! HOLA 2016 X3 LES DESEO MUCHA SUERTE Y FELICIDAD. ¡QUE ESTE AÑO SEA MEJOR QUE EL ANTERIOR! LES DEJO EL PRIMER CAPÍTULO DEL 2016 XD


Usted Está Saliendo de Equestria

Twilight se petrificó, con los ojos agrandados y un fuerte rubor incendiando sus mejillas al tener aquellos ojos apuntando atrevidamente sobre cierto lugar privado en este cuerpo.

-¡Mo-Moon White!- alcanzó reclamar con voz torpe.

-¡¿Qué?!- preguntó en inocencia arrugando la frente y concentrando más su mirada sobre sus pechos -. ¿Qué son? ¿Deberías tenerlas yo?- preguntaba con rapidez y se tocó su pectorales -. ¿Por qué no las tengo? ¿Mi cuerpo tiene un defecto físico? ¿O tú lo tienes?- aspiró asustado -. ¡Twilight! ¿Te sientes bien? ¿Te molestan? ¿Te duele si las toco?- decía para estirar los brazos hacia su pecho.

-¡NO ME TOQUES!- bramó al fin reaccionando, ardiéndole toda la cara de golpe mientras se llevaba ambos brazos sobre sus senos y perdió el equilibrio, cayendo sentada al suelo.

-¿Qué te sucede? ¿Por qué te pones así? ¿Acaso…?

-¡Por Celestia! ¡Cállate, cállate, Moon White! ¡No es tiempo para tus fusiladas de preguntas!

-¡Por supuesto que lo son!- se defendió inclinándose a ella -. ¿Y podrías explicarme de una vez que te sucede?

-¡Nada!

-¿Entonces qué son esos dos bultos?- preguntó de nuevo apuntándolos con su puño, arrugando la frente mirándolos en escrutinio, como queriendo descifrarlo por él mismo.

-¡Moon White! ¡Basta! ¡Deja verlos!- suplicó con el rostro que le ardía mientras cerraba más los brazos sobre ellos.

-¡No puedo! Me intriga y me preocupa a la vez. ¿Y por qué estás roja?

Twilight sabía que si no se calmaba ella primero, nunca terminaría esta estúpida conversación.

-Dame un minuto- pidió.

-¿Por…?

-¡Que me des un minuto!- le exigió en un grito profundo amenazándolo con un puño y fuertemente ceñuda entre su enrojecido rostro.

-Okey okey- aceptó mal resignado con su entrecejo al verla alterada, para refunfuñar: -. Cielos, el traumado aquí debo ser yo.

Twilight ignoró su queja y reproches y sólo le dio la espalda, sentada con sus piernas dobladas, haciendo el ejercicio de respiración que le enseñó Cadence hasta que sintió que el corazón dejaba de latirle tan afanado y cómo el calor de su rostro bajaba, por lo que debía estar perdiendo el rubor. Suspiró, sintiendo algo vidriosos los ojos de la propia vergüenza. Arrugó la frente. Esto es definitivamente lo más vergonzoso que le haya pasado en su vida.

-Bien- suspiró, manteniendo la postura mientras le daba la cara de nuevo, viéndolo sentado como ella. Le había imitado la posición para sentarse.

-¿Podrás ya responderme?

-Sí- contestó sintiendo como de nuevo su corazón volvía a latir un poco más de prisa y sus músculos se contraían de la vergüenza, pero ya no era tanta como la del principio -. Moon White- empezó, tratando de explicar tal como lo leyó en el libro de anatomía que encontró esa noche en la biblioteca de la escuela en la primera vez que cruzó el portal -. En este mundo, el género femenino humano, que como mamíferos que son, tienen mamas o senos, en la región anterosuperior lateral del tronco, que se desarrollan como uno de los signos de la madurez sexual femenina. Por lo que por esta razón, las mamas son algo privado e íntimo que no debes hacer preguntas, ni quedarte mirando cómo lo hiciste conmigo y mucho menos tocarlas. ¿Me hice entender?

-Sí- se limitó en contestar quedamente, habiéndola escuchado en silencio y con mucha atención, sólo para que Twilight vea cómo en cámara lenta, sus mejillas se iban sonrojando y sus ojos se mostraban culpables y cohibidos, que no pudo sostenerle la mirada por mucho tiempo para desviarla hacia a un lado mientras se enrojecía más, presionando sus labios entre sí y subiendo y bajando sus manos en la agarradera que cruzaba su pecho de su bolso, forma que adaptó la alforja que llevaba.

-¡Moon White!- se quejó.

-¡¿Y ahora qué hice?!- habló de inmediato casi arrastrando las palabras. -¡No las estoy mirando!

-Lo sé pero no te sonrojes- aclaró ceñuda de nuevo sonrojándose -. Me haces sentir rara.

-¡Ah pues, discuuuulpa por sentirme avergonzado por no estar orgulloso de haber sido un mirón pervertido!- lanzó el sarcasmo torciendo los ojos con un suave ceño fruncido para mirarla al rostro, y al verse ambos sonrojados y avergonzados, de a poco suavizaron el rostro y sus labios se levantaron en una sonrisa para soltar una misma carcajada que los hizo hasta impulsar la cabeza hacia adelante. -. ¡Lo sien… lo siento tanto, Twilight!- exclamó entre risas. -. ¡No me envíes al tártaro por esto!

-¡Yo también lo siento!- contestó ocultando la risa con su mano -. Debí advertirlo con más calma antes de venir.

-¡¿Por qué no lo hiciste?!- reclamó expandiendo la sonrisa entre la risa.

-¡Me daba vergüenza!- admitió entre las carcajadas tapándose los ojos y sacudiéndose la cabeza.

-¡Oh, por favor!- ironizó riéndose, levantando su mano en ese puño para apartarle las manos de sus ojos y lo viera -. ¡Cómo si esto fuera menos vergonzoso!- agregó haciéndola reír aún más y manteniendo un suave color rosa en las mejillas de ambos.

La risa fue menguando de a poco, pero la sonrisa se mantuvo, mirándose de forma agradable con cierta complicidad y alegría irradiando no sólo en sus ojos, sino en sus rostros. Twilight estiró la sonrisa a un lado, con cierta acusación en su mirada divertida.

-Estira los dedos.

-¿Ah?

-Deja hacer puño las manos- se aclaró para bajar la mirada y tomarle ambas manos para que con sus pulgares, lo animó a abrirlas y expandiera sus dedos -. Aunque a veces se me sale hacerlas puño también- admitió devolviéndole la mirada con esa sonrisa de lado y ojos amables y risueños.

Moon White la miró para bajar sus ojos y ver sus manos entre las suyas, sintiendo cierta intriga de en qué momento le permitió tanta confianza, le permitió romper sus reglas, tontas, pero necesarias reglas, según él, como si se conocieran desde siempre, o habían sido amigos que por cosas del destino, se separaron pero al volver a encontrarse, esa complicidad y lazo nunca cambió, quedando intacto.

Él le desvió la cara mientras atraía de vuelta sus manos hacia sí y sacudió la cabeza con un suspiro, al fin prestando atención a su alrededor.

-Entonces…este es el otro mundo…

-Sí…- respondió mientras se levantaba del suelo y le estiraba una mano -…por ahora, debes ponerte en pie y caminar.

-Esto será interesante- admitió sonriéndose de lado dándole la mano para impulsarse y ser halado por ella para encontrar equilibrio con dos piernas, que al ponerse en pie, tambaleó un poco que debió apoyarse en Twilight. -. Oh por Celestia, mi cara está tan lejos del suelo- murmuró para sí sorprendido y bajar la mirada, viendo sus prendas -. Qué conveniente que aparezca vestido al cruzar a este mundo. Me dijiste que aquí usan ropa todo el tiempo y ante nuestra vergonzosa discusión ya sé por qué. El cuerpo de aquí es mucho más revelador que el nuestro.

-¿Nunca olvidarás eso, cierto?

-Vamos, tú tampoco- se burló.

-¿Quieres que ponga en práctica el Punto Tres de mi lista?- amenazó levantando una mano abierta.

-Un momento, ¿Por eso era la bofeteada?

-Pues…- cantó sonriéndose con burla.

-¡Twilight! Sabías que esto ocurriría.

-Bueno, eres curioso, pero creo que no estaba tan preparada mentalmente y la vergüenza pudo más. Ahora, un paso a la vez- avisó para terminar ahí la conversación mirando sus pies y ayudarlo a caminar.

Twilight lo guiaba para que mantenga el equilibrio, enroscando un abrazo alrededor del suyo, que cada paso que daba Moon White, una pierna se doblaba y ese lado del cuerpo se vencía, haciendo que el chico se quejara de cómo alguien puede andar por allí con estas cosas largas y Twilight tenía ganas de acariciarse la sien para aguantar sus quejas, aunque se le salió una sonrisa comprensiva, ya que asimismo la primera vez que tuvo que lidiar con las piernas, le urgió las ganas de recuperar rápido la corona para no permanecer más tiempo en ese mundo tan extraño y no volver más.

-Llegamos- suspiró ella después de subir las escaleras de la escuela.

-Tengo ganas de verme el rostro- admitió con una mano acariciándose la cara.

-Lo haremos adentro. Se supone que las chicas estarían en la entra…- decía abriendo la puerta de la escuela para respingar ambos ante un repentino grito unísono.

-¡TWILIGHT!- celebraron Rainbow Dash, Pinkie Pie y Rarity, que esta última tenía la mano estirada como si disponía de abrir la puerta también.

-…da- completó la joven de cabello morado sonriendo cariñosa a sus amigas humanas y ellas se le abalanzaron en un abrazo.

-Wow- se admiró Moon White apoyado a la puerta, con los ojos grandes, mirando a las contrapartes de las amigas ponies de Twilight -. Esto es…wow…- celebraba expandiendo su sonrisa, intrigado. -. Son…idénticas, pero diferente…pero idénticas…- se le salió una risa de emoción -. Esto es increíble.

Su voz hizo que las demás cortaran el abrazo y lo miraran con curiosidad. Pinkie sonrió anchamente, abriendo la boca para empezar su loca bienvenida cuando por primera vez alguien le ganó el turno.

-Hola- saludó la modista empujando a Pinkie Pie del camino y sonrió de lado con coqueto parpadear hacia Moon White -. Mi nombre es Rarity- se presentó moviendo su rostro seductoramente para hacer danzar las ondas de su sedoso cabello.

-¡Oh por…!- se quejó Rainbow Dash golpeándose la frente -. ¡Ya te lo dijimos! ¡Es su contraparte, no el verdadero Moon White que tanto balbuceaste ayer!

-¡Pero es que es igual de lindo!- le susurró con voz extremadamente aguda hacia la deportista para volver a él con ese parpadear rápido con sus ojos azules entrecerrados en plan de conquista.

-Hola- sonrió él dudando en cómo saludar, levantando una mano hecha puño para sacudirla y estirar los dedos -. Soy Moon White y sé quién eres- dijo mientras Rarity encantada estrechaba su mano mientras él levantaba la mirada a Pinkie y a Dash -. Y a ustedes también. Bueno, conozco sus contrapartes y ya he lidiado con ellas. Pero será interesante descubrir si realmente tienen sus personalidades y costumbres exactas aunque no las conozco del todo a ellas creo que sí algo característico, como... ¿Te gusta la velocidad?- le preguntó a Rainbow y ella resopló con petulancia.

-Pfff ¡Claro que sí! ¡No por nada soy el arma secreta en mis partidos de fútbol por ser la más veloz!

-¡Uh, uh, uh! ¡Pregúntame a mí, pregúntame a mí!- se emocionó Pinkie Pie estirando un brazo como si estuviera en clase.

-¿Te gustan los cupcakes?

-¿Qué si me gustan?- chilló emocionada estirando sus brazos para hacer reventar serpentinas y globos -. ¡Me encantan!

-Definitivamente se parece a Globitos- le sonrió Moon White a Twilight viendo que hacía uno de sus trucos imposibles.

-¿Globitos?- dudó Rainbow mientras miraba con mala cara la idiota mirada de Rarity sobre él.

-Oh, lo siento. Es que nuestro primer encuentro con sus contrapartes no sabía sus nombres y las llamé por apodos. Llamé a tu amiga "Globitos", a ti "Alas Locas".

-¡¿Y a mí?!- se emocionó Rarity mirándolo expectante.

-Ahm…"Moditas"- contestó con sonrisa educada pese lo incomodado que lo hacía sentir y ella aspiró emocionada con ojos brillantes.

-¡Me encantas! ¡Quiero decir! ¡Me encanta el apodo, querido!

-Okey, basta de tonterías- reclamó Twilight apartando a Rarity de él y miró a las demás. -. ¿Dónde está Applejack y Fluttershy? Y claro, Trixie, ¿Dónde están las tres? Les dije que debían estar todas. ¿Por qué no siguen las especificaciones que dejé?- reclamó.

-Fluttershy y Trixie se quedaron varadas recibiendo sus calificaciones de su examen de Lengua pues la maestra no las dejaba salir y bueno…la verdad es que no encontramos a Applejack- sonrió Rainbow con tensión.

-Ah…la que me tumbó mi puerta…- recordó Moon White cruzándose de brazos.

-¿Cómo que no la encuen…?- dudó Twilight.

-¡A UN LADO!

-¡¿Applejack?!- gritaron sus amigas al mismo tiempo viendo a la vaquera caminar con pasos fuertes y rápidos hacia el otro lado del pasillo camino al siguiente, ignorándolas mientras se hacía paso entre los pocos alumnos que ingresaban a sus salones, buscando a alguien con la mirada…mientras hacía girar en círculos una cuerda sobre su cabeza.

-¡Tiene una cuerda!- chilló Pinkie Pie alerta y no esperó nada para salir chispeada hacia donde desapareció la vaquera.

-¡Rayos! ¿Quién se jodió? ¡Será genial!- celebró Rainbow Dash para correr tras ella.

-¡No alientes los actos de rufianes!- se quejó Rarity para sonreírle a Moon White -. Ya regreso, querido- avisó para ir tras sus amigas.

Tanto él como Twilight quedaron con un signo de interrogación en la cabeza.

-Interesante- dijo intrigado.

-Sí, no sé qué pasó con Applejack. Será mejor ir a ver.

-¿Qué? Ah, sí, eso también, pero me refería a que llamé la atención de la contraparte de Moditas también.

-No es que baje tu autoestima- aclaró mirándolo con entrecejo -pero no es momento para eso.

-No es que me importe- se aclaró mirándola tranquilo -. Sólo me impresiona que aunque se desenvuelven en diferente entorno y propias costumbres que las hace discrepar de cierta forma, realmente estas contrapartes están fuertemente conectadas como para que pasen por parecidas situaciones, tengan mismas personalidades, gestos, hasta el grado de tener la habilidad de recibir la magia como representantes de los elementos de la armonía en un mundo adverso…- calló arrugando la frente, reflexivo. -…me hace pensar qué tanto afecta lo que le ocurre una contraparte a la otra…

-Reten esa información hasta que todas estén reunidas y hay que ir a ver qué pasa con Applejack- suspiró -y tú caminando como momia no ayudas en nada.

-¡Hey!- reprochó ceñudo -. Puedo caminar mejor.

-Como no.

-En serio- insistió y se soltó de la puerta para ir caminando despacio, un pie delante del otro, un poco tambaleando para ir cogiendo equilibrio y caminar con mayor seguridad. -. ¿Decía, Su Majestad?- se burló mirándola sobre el hombro con una sonrisa.

-Sigue caminando- se limitó en decir sonriéndose -. Hasta que al fin me ganaste en algo- admitió tras de él. -. Ha de llover.

-¡Es realmente hermoso!- aludió Roseluck a Minuette viendo en la pantalla de su celular el vestido que compró para el baile mientras caminaban ya a su salón.

-¡Lo sé! Tuve que trabajar doble turno en la relojería pero valió la pena- sonrió anchamente para mirar hacia su izquierda, donde vio la suave sonrisa de otra de sus amigas -. ¿Qué te parece a ti, Carrot Top?

-Oh, Minuette- se sonrió lentamente levantando sus ojos verdes hacia ella -. Te verás encantadora. A tu pareja del baile le fascinará sin duda, aunque siempre te ves muy bonita y eres muy agradable, lo que le animó de por sí a invitarte.

-Gracias- contestó con cierta ternura por las palabras de su amiga, quien sonrió más.

-Sabes que es un placer.

-No entiendo cómo nadie te ha invitado a ti- comentó Roseluck -. Eres todo un pan de dulce.

-No te preocupes- sonrió -. Yo soy feliz mientras vea a los demás con una sonrisa en sus rostros- algo en su expresión de sus ojos cambió un poco pero manteniendo la sinceridad de sus palabras -. Realmente lo soy- se dijo más a sí misma.

-Me sorprende que Rainbow Dash no te haya dicho sobre su dichoso plan del baile, pero a lo mejor lo hizo porque ya sabes, no eres de esos andares- resopló Minuette con una sonrisa, pero al nombrar a la deportista, Roseluck curvó las cejas torciendo la boca, lo que percató enseguida Carrot.

-Roseluck- la llamaba -. ¿Está todo bi…?- decía cuando abrió de golpe los ojos y sus oídos se agudizaron, pero no hizo nada, sonriéndose mentalmente mientras sentía la cuerda caer sobre ella para encerrarse a su alrededor, reteniéndole los brazos y ser halada mientras sus amigas miraban boquiabierta la endemoniada mirada de la vaquera.

-¡TÚ!- bramó Applejack con un brazo hacia atrás donde sujetaba la cuerda, con Carrot cerca de su rostro y con la otra mano la señalaba -. ¡Vas a tener que dar muchas explicaciones!

-¿A-Applejack?- balbuceó la pelinaranja con las cejas curvadas.

-¡No finjas, impostora!- gritó ceñuda haciendo que Carrot curvara más las cejas, entreabriendo los labios, asustada.

-¡Applejack!- gritó Roseluck con Minuette ceñuda a su lado -. ¿Te volviste loca?

-¡¿Yo soy la loca?!- rugió mirándola para tomar en sus brazos a la amarrada Carrot -. ¡Ella es la loca que me durmió, me llevó a la azotea de la escuela y me amarró a una silla con la idea de secuestrarme para gustarle a Thunderlane por la fuerza!

Roseluck y Minuette se la quedaron mirando sin mover un músculo mientras Carrot parpadeaba muy confundida.

-Applejack, en serio, tienes que relajarte- suspiró Minuette. -. Ya estás delirando.

-¡Hablo en serio!

-Suéltala- dijo Roseluck.

-Ustedes no entien…

-Applejack- habló suavemente Carrot. Su voz dulce la hizo hacer un tic en el ojo y la vaquera vio con el rostro endurecido y asqueado, aquella mirada suave, sonrisa pequeña con expresión amable y comprensiva en la joven -. Tranquila, no estoy enojada.

-¡Claro que no si la enojada debo ser yo!

-¡Ya basta, suéltala!- reclamó Minuette.

-¡No hasta que admita quién es en realidad!

-Me estás asustando- murmuró Carrot arrugando la frente con voz frágil y parpadear lento, haciendo que las defensas de sus amigas se despertaran más.

-¡Basta, Applejack, sólo estás haciendo el ridículo!- se quejó Roseluck acercándose y tomando una parte de la cuerda en la mano que la sujetaba.

-¡No, espera!

-¡Applejack!- llamaron Pinkie Pie y Rainbow caminando enseguida hacia ellas.

-¿Qué rayos haces con Carrot Top?- reclamó la deportista admirada.

-¿Y dónde rayos estabas?- preguntó Pinkie.

-¡Secuestrada por esta lunática!- respondió sujetando a Carrot a los lados de sus brazos, estirándosela a ellas, mostrando el gesto asustado, confundido y preocupado de la dulce chica.

-¡Lo sabía!- exclamó Pinkie Pie triunfal -. ¡Sabía que Carrot te durmió, te llevó en una carretilla para secuestrarte porque es una espía!

-¡Ja! ¡¿Lo ven?!- celebraba la vaquera para ver las miradas incrédulas de las chicas, hasta de Rainbow Dash.

-Applejack…es Pinkie Pie, no cuenta- dijo Roseluck.

-¡Hey!- reprochó la fiestera.

-Vamos, es verdad- comentó Rainbow dándole palmaditas a la rosada -. Sabes que te quiero, pero tú lógica no tiene lógica.

-¡Se lo diré a Rocky! Se pone de malhumor cuando son injustos conmigo- y se inclinó a Dash: -. Me dice que haga cupcakes con restos de cabellos humanos.

-¿Lo ves?- corearon las dos amigas de Carrot Top hacia la vaquera mientras se cruzaban de brazos.

-Ayúdenla, me preocupa que el estrés que lleva la están confundiendo de la realidad- dijo la pelinaranja con voz frágil.

-¡Deja de actuar!- se quejó la vaquera acercando de nuevo su rostro al suyo.

-Tal vez subiste a la azotea a descansar, te quedaste dormida, soñaste eso y el estrés de tu vida agitada te confunde- le habló Carrot con preocupación curvando las cejas -. Sólo quiero ayudarte, Applejack. No importa si me ataste y me acusas en falso- sonrió suavemente enterneciéndose con la mirada -. Tú eres mi amiga, y te perdono.

-¡Aaawwww!- corearon las cuatro chicas presentes abrazándose entre sí conmovidas, haciendo rabiar a la vaquera, quien les tiró una mirada ácida.

-¡Nada de "Aaww"!- advirtió -. ¡Carrot Top es una falsa! ¡Está loca! ¡No es lo que ustedes creen! ¡No es tierna, ni dulce ni gentil! ¡Es fría, calculadora, y maniáticamente lista haciéndome quedar como una loca cuando la loca es ella! ¡Saben que soy honesta y sólo digo la verdad!

Para cuando terminó de descargar su enojo, escuchó unos jadeos lamentosos. Retrocedió la cabeza y bajó la mirada para ver entre sus manos, a Carrot Top con el rostro descompuesto, los ojos fuertemente vidriosos, llorando, subiendo y bajando su pecho, con un delicado hipar, mirándola con infinita tristeza mientras sus lágrimas rodaban en sus suaves mejillas.

-Oh, Applejack…no mereces tanto estrés en tu vida. Me entristece no poder ayudarte- jadeó para ponerse sobre su pecho en un intento de abrazarla.

La vaquera dejó abrir la boca, parpadeó tres veces, sintiendo claro cómo se le subía sangre del coraje e impotencia. Debía reconocerlo. Carrot top era buena…

-¡Hija de…!- iba a descargar su coraje pero fue empujada por Minuette, haciendo que suelte la cuerda mientras Roseluck liberaba a Carrot y la abrazaba en consuelo.

-Ve a dormir, vaquera- comentó Minuette -. Tal vez no mientas pero estás segura de algo que debió ser un sueño. No vuelvas a meterte con ella- advirtió ceñuda hacia ella mientras se escuchaba el triste llanto de aquella chica que hizo realmente desanimar el ambiente, hasta cierto grado, hacer sentir mal y culpable a Applejack… ¡Eso no tenía lógica!

-Zanahorias es realmente muy buena- murmuró para sí mientras veía cómo la pelinaranja era conducida por sus dos amigas hacia el baño mientras mantenía el llanto con ambas manos a la altura de su corazón, como si le doliera, diciendo que no se enojaran con la vaquera. -. Demasiado…¡Y más la odio por eso!

-¿Ahora nos dirás qué pasa contigo?- reclamó Rainbow cruzándose brazos y Applejack la miró enseguida.

-Es que…yo…ella…Thunderlane…bah…- se resignó torciendo la boca -. Es inútil.

-¡Hasta que las encuentro!- exclamó Rarity caminando hacia ellas mientras más atrás venían Twilight y Moon White.

-¡Applejack!- gritó más atrás Thunderlane y ella gruñó a lo bajo.

-¡Llegas tarde, ya quedé en ridículo!

-¡Te dije que debía ir al baño primero!- recordó mientras se acercaba y las demás no terminaban por entender. -. ¡Y tú andabas toda desbocada y no quisiste esperarme!

-¡¿Quién rayos le dan ganas de hacer pipi por la emoción?!

-¡A mí!

-Bah- murmuró cruzándose de brazos.

-¿Igual sigue en pie que irás al baile conmigo, cierto?

-¡¿QUÉ?!- se asombraron todas, pero en especial Rainbow, quien le frunció el ceño a la rubia y empezó a zamarrearla.

-¡Carajo! ¿Ahora tú? ¿Por qué el universo me odia?- bramó empujándola y cayendo de rodillas al suelo, levantando los brazos hacia arriba dándole la cara al tumbado y la luz que estaba sobre ella e iluminaba ese pasillo, se oscureció, dejándola en penumbras. -. Olviden todo. No vale la pena…- lloriqueaba con puchero. -. Aunque…aún tengo a Mistery…- se animó un poco.

-¡Momento épico!- celebró Rarity encantadísima abrazando incómodamente a la vaquera -. ¡La rufiana más querida tiene novio!- chilló.

-¡No es mi novio!- aclaró enseguida sin evitar sonrojarse un poco. -. Iremos como amigos.

-Eso le dijo la abuela Pie al abuelo y después se casaron y tuvieron catorce hijos- comentó Pinkie con risas con cara de "7u7".

-¡Sólo como amigos!- aclaró en un grito.

-Ajám- coreaban solamente Las Rainbooms con su cara de "7u7", mientras Moon White y Twilight miraban algo perdidos la situación.

-¡Es cierto!

-Claro- "7u7".

-¡Dejen de mirarme así!

-Por supuesto- "7u7".

-¡Pero…!

-"7u7".

-Son insoportables- murmuró bajando su sombrero a su rostro enrojecido para ocultarlo mientras Thunderlane se sonreía enternecido.

-Ya, no la molesten- dijo el chico con calma -. Las cosas sucederán como deben de suceder- acotó y eso hizo que Applejack apartara un poco el sombrero para despajar un ojo y mirarlo saliéndosele una sonrisa. Thunderlane le elevó la sonrisa para mirar a las demás para prestar más atención el hecho de que estaba Twilight. -Oh, Twilight, ¿De visita? ¿Vendrás al baile?- preguntó para mirar al chico parado a su lado, que en vez prestar atención al momento, ya se hallaba mirando todo su alrededor con grandes ojos curiosos -. ¿Quién es él?

-¡Como sea!- aplaudió Rainbow Dash -. Confidencial. Ya te ibas, Romeo- aclaró girándolo para hacerlo caminar a la fuerza.

-Pero…- se quejaba.

-Tienes hora de estudio así que vete.

Mientras Thunderlane era echado, Moon White miró una cartelera de anuncios de la escuela, la cual estaba dentro una vitrina. El chico se acercó aun caminando con cautela y se acercó lo suficiente mientras sus ojos se mostraban asombrados viendo su reflejo al fin. Se llevó las manos al rostro, casi incrédulo, sonriendo lentamente.

-Es tan raro…pero increíble- dijo para darse vuelta para verlas -. Ustedes son increíbles. Y esta escuela es increíble. Es…-no tenía palabras.

-¿Escucharon eso?- les susurró Rarity -. Me dijo que era increíble.

-Dijo que todas lo somos- aclaró Applejack para sacudir la cabeza y mirarlo -. Bueno, Moon White, ¿Cierto? Yo soy Applejack.

-Claro, un placer- sonrió para arrugar la frente -. Con lo que acabo de ver…veo que tienes un temperamento igual que tu contraparte.

-¿Cómo así?

-Pues…digamos que tú contraparte tumbó la puerta de mi casa, me ató a su cuerda, amordazó y colgó del candelabro "torturándome" haciéndome reír.

Applejack parpadeó dos veces para sonreír de lado con una risa.

-Jejeje, sí, es algo que haría yo, pero realmente debiste hacerme enojar si usé la cuerda. ¿Qué hiciste?

-Eh…larga historia- aclaró haciendo como si tosiera cuando respingó al escuchar una música y Rarity sacó de su bolsillo su celular.

-¡Es Fluttershy!- avisó y contestó -. ¿Hola? Sí, ya está aquí, estamos…- decía la indicación de donde estaban cuando Moon White se acercó manteniendo los ojos agrandados.

-Eso…eso es…el ¿Celular?

-Sí- contestó Rarity terminando de hablar y colgó para estirar el aparato hacia él. Moon White lo tomó con mucho cuidado, viendo la colorida pantalla con aplicaciones.

-¿Es cierto que puede tomar fotos, escuchar música y saber cosas de muchas cosas?

-Eso y tiene agenda, alarma, juegos, localizar lugares, leer libros, ver videos, grabador, uuuf, la lista continúa, y ah, sí, llamadas, hace llamadas también.

-Pero es tan pequeño…- murmuró admirado mientras hacía girar por todos los ángulos el celular -…y hace tantas cosas…- continuó, sonriéndose encantando mirando absorto el aparato en sus manos -…casi mágico…

-Pues sí- sonrió, sintiendo ternura en ver su reacción mientras las demás reían entre sí divertidas-. Y eso que dijiste de saber cosas de muchas cosas, es internet. Tengo una aplicación de Google para eso- aclaró para colocarse a su lado y tomar el celular, inclinándolo hacia él para que vea, empezando mover la pantalla hasta el ícono tricolor de ese navegador y lo abriera, escribiera con rapidez en el teclado táctil y saliera el resultado de búsqueda, impresionando más y más a Moon White.

-¡Wow!- se admiró como lo manejaba -. Lo haces ver tan fácil. Eres muy buena manejando estos aparatos.

-Ah…bueno…yo…- se cohibió por el cumplido, sonrojándose un poco -, sí, soy muy lista. Jejejeje

-Ni tanto- aclaró la vaquera -. Un humano de once meses puede hacer eso- agregó sonriéndose hacia a Rarity, quien también la miró enseguida en reproche por entrometida.

-¡¿Era necesario hacerme quedar mal?!- se quejó la modista mientras le entregaba el teléfono a Moon White.

-Pues no apoyaré una mentira. Además, no engañes al foráneo. Está aquí para investigar nuestro mundo y no le conviene información falsa, ¿Verdad, Moon White?... ¿Moon White?- insistió al ver que no le respondía, para mirarlo absorto en el celular, deslizando el dedo índice en la pantalla tal como le vio a Rarity.

-¡Yuuuhuuuu!- llamó Pinkie en su oído, pero él seguía con los ojos pegados a las funciones del celular, sonriéndose y haciendo diferentes gestos de admiración.

-Lo perdimos- murmuró la vaquera.

-¡Jajajaja!- rió Rainbow Dash -. Como todo joven humano, adaptando costumbres dependientes a la tecnología.

-Hey- le llamó Twilight pasando su mano de arriba abajo entre su rostro y el celular y él alzó la cabeza hacia ella sin perder esa mirada de fascinación -. Enfócate a lo que viniste.

-¡Y eso hago!- aclaró sonriéndose mientras abría su bolso y sacaba una libreta y pluma de tintero. -. ¡Esto debo anotarlo!

-¿Ustedes escriben con eso?- dudó Pinkie Pie para que de su loco cabello sacara un bolígrafo -. Toma mejor esto.

-Wow- se asombró una vez más soltando su pluma y en vez de estirar la mano, estiró su cabeza y agarró el bolígrafo con la boca.

-Eh… ¿Moon White?- le llamó Twilight con una sonrisa divertida y él giró su rostro hacia ella. Twilight levantó su mano, le quitó la pluma de la boca, le tomó una mano, se la abrió y acomodó sus dedos entre el bolígrafo, como debe sujetarlo para escribir. Él captó la idea.

-¿Ustedes…escriben…con las manos?- preguntó con la mirada en el bolígrafo entre sus dedos para después mirarlas a ellas -. Eso no tiene sentido para mí- dudó levantando una ceja mirando de nuevo el bolígrafo.

-Claro. Porque más sentido tiene escribir con la boca, ¿cierto?- ironizó Applejack.

-Perdón. Lo siento- sacudió la cabeza, mirándolas con firmeza -. Son sus costumbres y debo respetarlas y adaptarlas mientras estoy aquí. Así que…- dijo, colocando la punta del bolígrafo en la cara de la hoja de su libreta pero no movió ni un músculo -. ¿Y ahora cómo escribo?

-Awww- dijo Pinkie Pie con una sonrisa divertida -. Está tan perdido. Como un cachorrito. ¿Podemos quedarnos con él? ¡¿Podemos, podemos, podemos?!

-No es una mascota, Pinkie- aclaró Rainbow Dash.

-Puedo adaptar el grabador de mi celular para que grabes la información que quieres- ofreció Rarity encantada de lucirse.

-Rarity, ellos no tienen la tecnología de nosotros- recordó Applejack. -. ¿Cómo lo escuchará de vuelta a Equestria?

-Ahm- gruñó mirándola con entrecejo por hacerla quedar mal de nuevo -. Bueno, entonces dicta lo que quieres y yo lo escribo en tu libreta- ofreció tomándole la libreta y pluma. -. Mi caligrafía es perfecta y elegante.

-No es neces…

-¡Tonterías, querido! Es un placer. Así que, ¿Querías anotar las funciones del celular?

-Ehm, sí y su descripción.

-Lo haré- sonrió ampliamente empezando escribir.

-Me siento mal- le susurró él a Twilight.

-Pues aclárale las cosas- aconsejó -. Rarity puede ser demasiado persistente cuando pone los ojos en alguien sin importar cuanto deba cambiar. Pero su contraparte aprendió la lección con el último corcel que andaba ilusionada, sin embargo, esta parece que no.

-¿Y cómo hago eso?

-Sólo sé sincero.

-¿Pero no es raro?- dudó arrugando la frente -. Es decir, yo no soy un humano, soy un unicornio. ¿Cómo un humano puede fijarse en alguien que en realidad está en un cuerpo temporal humano, siendo el suyo de un pony?

-COFCOFCOFCOF- fingió toser Twilight sin evitar sonrojarse de vergüenza y culpa pensando en Flash Sentry y ni se diga ella, gustándole un humano.

-Lamento la tardanza- jadeaba Fluttershy acercándose a ellos comprobando que había corrido -. Esa maestra tardó más de lo necesario- aclaró cuando una cortina de humo apareció, haciendo toser a todos.

-¡Le puso 9.5 a Trixie!- celebró Lulamoon triunfal entre su entrada con pose de reina del mundo. - ¡En tu cara, Dash, que tuviste un ocho!

-¿Por qué hiciste esa entrada? ¡Ya te vimos llegar con Fluttershy!- reclamó Rainbow Dash.

Trixie iba a contestarle cuando concentró su mirada en los ojos curiosos de Moon White.

-Oh, Ho-hola- saludó Trixie con cierta incomodidad de saludar a alguien que conoce pero que realmente no porque ese no era él y ella no era la Trixie que conoce y…¡Se enredó! -. Yo soy la contra…

-¡Es maravilloso conocerte!- celebró Moon White sorprendiendo a todos y le estrechó la mano en saludo con ambas manos, sacudiéndosela con fuerza -. ¡Vaya, realmente te pareces a la Trixie Lulamoon que conozco! ¿Eres igual de petulante? ¿Te llamas a sí misma "Gran y Poderosa Trixie"? ¿Haces trucos? ¿Los sobrevaloras también? ¿Dónde está tu sombrero y capa? ¿O no lo usas? ¡Es un dato interesante! ¡Anota eso, por favor, Rarity! ¿Aún recelas las ruedas?

-¡Trixie está mareada, ayúdenla!- suplicó mirando a las demás mientras se reían.

-¡Y hablas en tercera persona! ¿Por qué lo haces? ¿Para llamar la atención? ¡Pues funciona! ¿Cómo conociste a mi contraparte? ¿Se llevan bien? Yo me llevaba bien con la tuya. ¿Qué sabes de él? ¿Es igual como me ves? Debe serlo. Todas aquí se parecen mucho a sus contrapartes ponies. ¡Oh por Celestia! ¿Estudia aquí?

-¡Ayuda!- repitió arrugando la frente-. ¿Y acaba de decir por expresión "Celestia"?- decía, realmente desconcertada.

Este no era para nada el Moon White que conoce.

-¿Cómo amanecieron los potrillos de Canterlot hoy?- preguntó con una sonrisa la unicornio azulada hacia su público, paseándose sobre su escenario mientras le contestaban entre sonrisas y respuestas cortas como "bien" o "genial". -. Pues se sentirán mucho mejor con el cuento que yo, ¡La Gran Trixie! Les tiene preparado- y lanzó otra cortina de humo para formar con su magia, ilusiones del paisaje de una selva -. Esta es una historia que Trixie conoció en la lejana tierra de las cebras…- iniciaba con elocuente voz y expresiones para cada diálogo mientras mantenían su cuerno iluminado y daba forma a diferentes escenas según continuaba el cuento.

Rarity estaba impresionada. Los números de sus actos habían cambiado demasiado desde aquella vez que visitó Ponyville. Ahora, parecía haber perfeccionado sus ilusiones y se dedicaba a crear escenarios de los cuentos que recolectaba en sus viajes. Después de acabar la historia, decía una moraleja y contaba otro de sus vivencias durante sus viajes por Equestria y hasta fuera de ésta. Después hacía trucos con su magia como los hacía en su pueblo, pero no para para humillar, sino para entretener más que nada a los menores, aunque los adultos se quedaban embelesados viéndola dominar tan bien el escenario y su simpática y carismática forma de actuar.

Al concluir, levitaba su sombrero para recoger bits, que debía admitir Rarity, ganaba bastantes, y cómo no apoyar a que esta unicornio continúe con sus actos y viajes para deleitarlos con más maravillosos cuentos e ilusiones. Después de concluir sus actos, acomodaba dos sillas y sacaba un cajón de madera con pinturas faciales, para pintar caras gratis a los potrillos que quisiesen e ir conversando con ellos.

La unicornio blanca se sonrió muy a gusto, no podría ver la hora de llegar al castillo a decirle a Twilight Sparkle que Trixie Lulamoon realmente se había reformado.

-¡Usted es fabulosa!- le dijo un potrillo sentado en la silla frente a Trixie dejándose pintar la cara por ella.

-¡Ja! ¡Y que no se te olvide, pequeño, que soy la más grande y talentosa unicornio que hayas conocido!- exclamó con gestos respingados.

Bueno…casi…

Rarity sacudió la cabeza con una sonrisa. Tan absorta quedó de la sorpresa y sus actos, que al fin pudo disfrutar, que olvidó a Sunset. Miró a sus lados pero no la encontró, tampoco tras ella.

-¿Sunset?- dudó, curvando las cejas, tratando de encontrarla entre la multitud aun aglomerada.

-Y eres un hermoso y feroz tigre como el del cuento que acabo de contar- sonrió la ilusionista terminando de pintar los bigotes de la fiera en la cara del potrillo.

-Gracias Gran y Poderosa Trixie.

-Emmm, está bien si sólo me dices Señorita Trixie- le susurró en confianza con sonrisa de lado.

-Nop. Usted realmente es Grande y Poderosa.

-Te dije que…meh...no se puede discutir con lo que está más claro como el agua, ¿cierto?- le sonrió revoloteando su melena -. Adiós y cuídate. ¡Siguiente!- avisó para mirar con incredulidad a una pony mayor sentarse en la silla …¿No es estás algo grande para pintarte la cara?

-Hola- saludó Sunset Shimmer, deleitándose mirando el parecido de su Trixie con ésta.

Era extraño. Cuando conoció las contrapartes ponies de Las Rainbooms, lo tomó muy mal, con altos recelos que conservaba hasta ahora pero empezaba a ceder un poco. Sin embargo, con Trixie, era diferente, aunque no fuese su Trixie.

Siempre había sido así. Trixie siempre fue diferente y aún no entendía del todo el por qué. En sólo verla allí cerca, era como de alguna forma, sentir a la Trixie que estiró su amistad, a la que abrió su corazón, a la que le hizo tener tanta confianza. Sentía en su amistad esa conexión tan cercana, que como corriente de una ilusión y felicidad grande, recorría su cuerpo, tal energía fluyera sin césar. Fue en ese momento, que Sunset se dio cuenta que tal vez lo mismo ocurría con Trixie. Esa felicidad que les daba su amistad, recorriéndoles… ¿Se convirtió en magia? ¿Pero por qué? ¿O cómo?

Mientras se perdía en su mente, la unicornio azulada levantó una ceja, entre la incredulidad y curiosidad, mirando fijamente a esa pony.

-No te le haces conocida a Trixie- sinceró rompiendo sus pensamientos.

-No me conoces- recalcó -. Pero más o menos a ti. Mejor dicho, te he visto antes.

-Jejeje- sonrió algo petulante -. Trixie deja marcado a su público con sus grandes actos, ¿eh? Aunque ya lo sabía- agregó haciendo sonreír a Sunset. La ilusionista le dio mejor cara -. ¿De qué pueblo eres?

-Yo…- dudó un poco -…soy de Ponyville.

-…- calló, incomodada -. Oooh. Trixie no tiene buenos recuerdos de ese lugar. Digo, no se anima a dar la cara allí para mostrar sus nuevos talentos.

-¿Por qué?

-Sólo digamos que era petulante- Sunset la quedó mirando. Ella rodó los ojos -. Bueno, más de lo que soy ahora. Trixie hizo cosas terribles cegada por la vanidad que huí de allí realmente desorientada sin saber quién realmente era, cuál era mi destino. Se supone que Trixie dejó la vida que no le gustaba por ser libre, viajando por Equestria y lo hizo pero…no era feliz. Estaba haciendo lo que más deseaba, ¿Por qué no lo era? Entonces Trixie recordó que era lista y se puso a pensar que hacía actos pensado solamente en su felicidad, cuando debía pensar en la del resto. O eso reflexionó cuando vio a cierta unicornio dando un espectáculo frente a los invitados de la Princesa Celestia- sonrió, sin saber Sunset que se refería a Twilight -. Trixie mejoró su número de levitar animales silvestres haciendo aparecer fuegos artificiales. Esa pony dio ese acto para ser felices a los presentes y mientras lo hacía, al mismo tiempo ella se veía feliz. Así que Trixie pulió sus ilusiones, viajó, recolectó cuentos y reorganizó sus números de actos. Los potrillos fueron los más entusiasmados así que me enfoqué en ellos, contando historias con moralejas para que…bueno, no cometan los errores de Trixie.

Sunset quedó admirada, contemplando el rostro reflexivo de Trixie que se dejó llevar en la conversación en aquellos tiempos en el que pareció haber tenido una epifanía. La ilusionista despertó del todo y sacudió la cabeza.

-Entonces, ¿Quieres que te pinte o sólo vienes aquí a conocer de cerca a tu admiración? La fila aguarda.

-No, gracias- dijo a media voz, mirándola mejor, de a poco, empezaba sentir que no trataba con la misma Trixie. Sin embargo, ese magnetismo seguía allí. Sonrió -. Me alegra que seas feliz.

-Eres rara- sonrió con simpatía y Sunset también, pero entonces ella tensó el rostro al ver que repentinamente, los ojos rosados oscuros de esa pony, cambiaron bruscamente a rojos, transformando su semblante suave a una más estirado, serio, prácticamente transformándole el rostro. -. Vaya, vaya, vaya- habló sonriéndose con una sombra mística en su rostro, con un tono de voz diferente manteniendo sus ojos rojos -. ¿Cuántos milenios han pasado? Nos volvemos a ver.

-¿Trixie?- dudó, confundida.

-Reencarnaste en un pony. Debía saberlo. Supongo que tu contraparte también- continuó, que más que hablando con Sunset, parecía con otro -. Esto se pondrá bueno. Pero ella se contiene, ¿cierto? Debe ser fuerte. Sabe resistir, pero tú también eres fuerte. Supongo que es cuestión de tiempo, de que algo la haga detonar- se sonrió con esa segunda, misteriosa -. ¿Crees que fue fácil controlar para ir a la superficie de esta pony cuando quiera? Fue difícil pero vivimos en un tranquilo equilibrio. Es decir, ella no tiene de otra y la pony en la que estás, tampoco. Al menos la mía fue por su imprudencia al encontrarme en el Amuleto del Alicornio.

Sunset retuvo el aire, sintiendo realmente que hablaba con otra pony, no más con Trixie. Sus músculos se entumecieron y un frío recorrió su cuerpo, con la frente poblada de arrugas y los ojos bien abiertos, tratando de entender lo que decía.

-No puedo esperar cuando llegue la hora- sonrió con complicidad -. En lo más profundo dentro de esta unicornio, estaré esperando con ansiedad verte en acción- concluyó que apenas calló, Trixie recuperó su semblante suavizado y el color de sus ojos, abriéndolos como platos sobre Sunset -. ¿Qué te dijo?- le preguntó con su tono normal de voz, intrigada -. Vamos, ¿Quién eres tú para que viera la necesidad de surgir? ¿Qué te dijo?

-Me estás asustando- balbuceó, bajándose de la silla mientras Trixie se bajaba de la suya y se dirigiera hacia la cola de potrillos.

-¡Lo siento, pero la Gran y Poderosa Trixie debe marcharse!

-¡Ooowww!- corearon decepcionados.

-¡Mañana Trixie promete compensarlos!- avisó para darse la vuelta y ver a Sunset galopar, huyendo de ella -. ¡Hey, espera!- la atajó tras ella.

-¡Sunset!- llamaba Rarity haciéndose paso entre los ponies, cuando ve a la mencionada corriendo a su dirección -. Sunset, ¿Dón…?

-¡Rarity!- la llamó en pánico para llegar frente a ella -. Algo raro pasa con esa ilusionista.

-¿Ah?

-¡Tú! ¡Espera!- gritaba Trixie, divisando a Sunset y reconociendo a Rarity. Resopló, ceñuda -. Esto se pone mejor- murmuró para sí.

Tras ser fusilada de preguntas, Trixie se mostró recelosa buscando escudarse entre Las Rainbooms.

-¿Crees que fui agresivo?- le preguntó Moon White a Twilight.

-Siempre eres agresivo cuando preguntas- aclaró.

-Ehm. Lo siento- dijo él en dirección a Trixie -. Creo que empezamos con el casco incorrecto.

-Dijo "casco"- se rió Rainbow a Fluttershy para ser codeada por Applejack.

-Trixie debe admitir que fue realmente incómodo- exclamó Lulamoon -. No te pareces en nada a tu contraparte humana y me sorprendiste.

-¿Qué? ¿En serio? ¿Có…?- empezaba a preguntar pero Twilight le puso la mano sobre su boca mientras miraba a Trixie.

-Explícate- le cedió el habla a ella para destaparle la boca a Moon White -. Y tú muérdete la lengua.

-Pues…- empezaba Trixie -. Tú eres…perdón, él es más calmado. Su personalidad es muy serena y tranquila. La tuya parece ser más entusiasta.

-Me entusiasmo cuando estoy intrigado- se defendió -. Y apenas llevamos cinco minutos de conocernos- observó.

-Pues en segundos mostraste ser muy curioso y la verdad él no lo es- reconoció -. Al contrario. Es muy prudente al preguntar sobre alguien y no es insistente si la otra persona no quiere decir. Es muy educado y refinado, un caballero- "Por eso Trixie lo eligió para su primer beso" pensó torciendo el gesto, dato que NO pensaba decirle a su contraparte.

-¿Acaba de decirme patán?- dudó levantando un ceja para sacudir la cabeza -. -¿Qué sabes de él?- preguntó intrigado pero conservando la calma, deduciendo ya algo.

-Bueno, es heredero de la marca Gentlefancy.

-¡¿Qué?!- se le escapó, realmente sorprendido -. ¿Cómo? Es decir…¿Él sí aceptó la herencia?

-Pues…sí. Cuando su padre le accede su puesto pasará a su nombre.

-Mi pa…su padre…- decía pero su voz desapareció, llevándose la mano hacia su boca, levemente ceñudo, realmente sorprendido, casi venciéndole el cuerpo y su rostro perdió color, dejándoselo lívido.

-¿Moon White?- lo llamó Twilight con las cejas curvadas, preocupada, pero él parecía ido -. ¿Te sientes bien?

-Su padre…- insistía con voz forzada a salir -. ¿Está vivo?

Entonces el ambiente se tensó completamente, dejando una sensación entre incomodidad y consternación. Trixie asintió una vez en afirmación y abrió la boca pero no salió nada, captando como las demás, el choque emocional del chico, que se dejó apegar a la pared, aun con la mano en su boca. Se veía realmente afectado y sus ojos brillantes de las capas de lágrimas que se resistía a soltar. Le temblaba un poco la mano y la garganta estaba completamente hecha nudo, impidiéndole completamente emitir algo, ni siquiera un suspiro, tratando de asimilar que mientras la contraparte humana de High Line vivía…la suya pony, no.

-¿Quieres sentarte? Debes sentarte- habló enseguida Twilight haciéndolo caminar hacia la escaleras cercanas para que se siente en los escalones.

-Agua, agua. Iré por agua- decía Fluttershy.

-¡Aquí tengo!- avisó Pinkie Pie sacando un termo de su cabello y se la pasó a Twilight.

Ella quitó la tapa y se la inclinó a él pero Moon White se la hizo a un lado, con la mirada ausente y desvió el rostro. Twilight tapó el termo y miró a las demás.

-Denos un momento, ¿Sí?- pidió y las ellas asintieron.

-Yo…lo siento…- decía Trixie, culpable -. Fui imprudente, yo…

-No hiciste nada- habló Moon White con voz seca, aun con la cabeza hacia un lado, sin mirarla.

-Sí, pero…

-Trixie- la llamó Rainbow Dash rodeándole los hombros, incitándole a irse con ellas.

-Estaremos en el otro pasillo- avisó Rarity abrazándose de la libreta con cejas curvadas mirando al chico para darse la vuelta y con las demás, se fue.

-Moon White- lo llamó Twilight una vez solos, y se sentó en el lado que él desviaba la mirada del escalón-. Debes calmarte.

-Lo sé- suspiró sacudiendo la cabeza y ponerla de frente, restregándose los ojos -. Lo sé. Sólo…me cogió desprevenido.

-Entiendo- admitió -. ¿Fue hace poco? Ya sabes. Su…muerte.

-No. Ya ha pasado unos años- suspiró, de a poco recuperando el color de su rostro -. Lo siento por reaccionar así pero…es que me vino de golpe recuerdos y, escenas cortadas. La sola idea que viva aquí y no en Eques…-suspiró, contrariado, aun con los dedos posados sobre sus ojos cerrados.

-Lo sé, lo sé- decía, sin saber mucho qué hacer o decir -. Debió ser duro. Digo, mis padres aún viven pero…la tan sólo idea- se interrumpió, sacudiendo la cabeza, quitándose el pensamiento.

-Lo fue- reconoció -. Murió cuando se descarriló el tren a Canterlot mientras dejaba unos trajes en Manehattan- contó -. Era sastre- suspiró entrecerrando los ojos -. Le afectó mucho a mi madre. Tuvo que volver a vivir a Cloudsdale mientras me quedaba en el Programa de Internado en la Escuela de Celestia. Tendría mis catorce años. Ambos lidiamos a nuestro modo su muerte, pero al final lo lidiamos- se mordió el labio, pensativo -. Supuestamente lo habían desheredado y olvidado por casarse con mi madre pero al morir, no sé, su familia, más que nada su padre, mi abuelo, se sacudió por completo y nos dio la bienvenida. Mi madre aceptó las disculpas pero no quería tener que ver con esa familia, pero dejó a mi decisión si quería ser recibido. Eso conllevaba a ocupar el puesto de heredero de mi padre. Terminé aceptando, pues siempre supe que mi padre quería su aceptación y ese puesto, si le daba la mía, creí que, ya sabes, enorgullecería su memoria, pero, esos eventos sociales, los ponies, los recelos de ciertos parientes, la vida de los ricos…no era para mí- sacudió la cabeza -. Yo no quería diseñar, ni administrar la compañía. No tenía ese talento. Para eso, hasta me habían pedido dejar la Escuela de Celestia que se concentra más en la magia y en lo que me dedicaría, eso no influía. Querían quitarme con lo que me tocó de destino por un lugar que mi padre era el que siempre quiso pero que debió dejar por mi madre y yo. Era su sueño, no él mío. Él supo cuál era el que me pertenecía y desde potrillo me animó a explotar mis habilidades en la magia y supe entonces que él no estaría contento si dejaba de hacer lo que más quería y soñó conmigo. Así que…dije "gracias pero no gracias" y me fui. Mi familia lo tomó mal, excepto mi abuelo. Él cambió mucho después de la muerte de mi padre y nos veíamos esporádicamente y nos escribíamos cartas, hasta que murió, hace unos dos años. Y pues, heredé cierta fortuna que dejó para mí.

-Vaya…- suspiró ella -. ¿Ésa era el "cuento para otro día o nunca" que mencionaste esta mañana cuando dijiste no necesitar el sueldo?

-Sí- admitió para arrugar la frente y mirar a Twilight, extrañado-. ¿Y te lo conté ya? ¿Por qué te conté todo esto? Es decir, a ti qué te importa, ¿no?

-Claro que me importa- se limitó en contestar dibujando un suave ceño en medio de sus cejas, entre sus ojos que mostraban interés, absorbiendo cada palabra que había salido de sus labios. -. ¿Por qué preguntas eso? ¿Tus amigos no mostraban interés?

-No…-respondió, aun con la frente arrugada -…porque no se lo había contado a nadie hasta ahora.

-Y ahora que lo hiciste, ¿Cómo te sientes?

Moon White abrió la boca manteniendo una expresión de curiosidad en ella, como si iba a reclamar algo o hacer una de sus preguntas. Pero la cerró, conteniéndose, y sacudió la cabeza, encogiéndose de hombros, contrariado. Ella miró a un lado, sonriéndose.

-Puede que todo salió distinto para tu contraparte, que al parecer es diferente a ti, tal como dedujiste hace rato de que el estar en otro entorno y situaciones discrepen con la vida que tú llevas. Que sea refinado, calmado y tiene todo lo que tú no, pero a sí mismo, él no tiene todo lo que tú tienes. No eres un patán… aunque eres terco, orgulloso y puedes ser cerrado cuando te empeñas en algo que crees tener la razón...

-Si tú propósito es hacerme sentir mejor…- le interrumpió virando el rostro para verla, aun receloso levantándole una ceja -…permíteme decirte que no lo estás haciendo.

-Déjame terminar de hablar- regañó -, eres todo eso, pero también muy listo, preocupado, aunque demasiado, pero es porque eres empático. Eres divertido con esas caras raras, esos gestos y sarcasmo. Y te confié esta misión, porque me has mostrado pasión en lo que haces que cuando tus ojos se agradan y tu sonrisa se expande de forma lenta de la emoción de descubrir algo nuevo… demuestras que la vida tiene muchas cosas aún qué revelar y es agradable dejarse sorprender. ¿Pero sabes que es lo que me alivia tanto que sólo tú tengas y doy gracias por eso?

-¿Qué?

-Vómito verbal interrogatorio crónico- se burló para hacer un arcada y dibujar un signo de interrogación con su dedo índice, tal como lo había hecho Moon White días atrás cuando hablaron en el parque. -. Ya de por sí vuelves loco a cualquiera- agregó riéndose.

-Twilight…- se quejó sonriéndose, pasándose una mano al rostro mientras escuchaba su risa cerca, que le había hecho sentir tan afortunado de…ser él mismo, de lo que le tocó vivir si todo lo llevaba hasta aquí, hasta ser lo que era ahora. Resopló -. A veces simplemente me desespera el…- no completó la oración para tirar una liviana risa seguido de un suspiro y levantarse.

-¿Qué cosa?- preguntó mirándolo colocarse frente a ella, con el humor mejorado reflejándose en su rostro.

-Ya lo procesé así que vamos, Twilight- motivó ignorando su pregunta y estiró la mano para ayudarla levantar. -. Como tú misma me has estado diciendo: concentrémonos. Te agradezco lo que dijiste y diría las cosas buenas de ti como las cosas que dan ganas de halarme la melena, pero tengo una misión qué cumplir.

-¿Qué te desespera?- preguntó igual, tomando su mano y levantarse.

-¿Y el curioso después soy yo?- disfrutó preguntar caminando hacia el pasillo donde estaban las demás.

-Sí, lo eres, pero ahora yo quiero saber- pero fue como si hablara con su espalda.

Twilight torció la boca en reproche, caminando para encontrarse con sus amigas pero a la vez apresuró los pasos para alcanzarlo e insistir. Entonces tocó el timbre de entre horas, lo que significaba la avalancha de alumnos salir de golpe y al mismo tiempo de los salones hacia sus casilleros, ir al baño o comer algo rápido en las máquinas dispensadoras para que en menos de diez minutos, regresar a las aulas. Ella sí que recordaba cuántas veces era empujada hasta hacerla caer al suelo y perderse entre la aglomeración de alumnos. No convenía perderlo en la multitud.

-¡No te separes!- alcanzó advertir caminando en zancadas y tomarlo del antebrazo para no perderse entre la marea de jóvenes que salieron al mismo tiempo al abrirse la puerta de los cursos, siendo ambos acorralados y chocados con algunos que caminaban de prisa por el poco tiempo que disponían.

Twilight se abría paso para terminar de atravesar el pasillo entre la multitud, mientras Moon White miraba absorto los diferentes atuendos de esas criaturas, sus cabellos, la mayoría con celular en mano o "celular gigante" (tablet). Se sonreía realmente admirado la forma en que se trataban, la rara música que escuchaban en altavoz en esos aparatos, saludos raros en las manos, la habilidad que tenían de manejar las piernas al hacer patear una pequeña pelota y se la pasaban uno al otro, así como las jergas que no entendía pero eso mismo lo hacía emocionar más, convenciéndose cada vez más lo maravilloso que era este mundo, que si no fuera porque Twilight lo halaba, era capaz de perderse por todo lo que había a su alrededor y sin duda, acercado a fusilar con preguntas. Por un lado quería reclamarle de haberse quedado tan indiferente y corta al hablar de este mundo ¡Cuando era realmente grandioso!

-¡Twilight!- saludó con emoción una chica pelirroja cruzando el pasillo -. ¡Es un gusto verte! ¿Vienes por el baile?

-Ah…- dudó en contestar.

-¡Genial! ¡Tienes mi voto!

-¡Sabía que vendría!- cuchicheó otra chica que con su grupo le hizo de la mano a Twilight -. ¡Tienes mi voto!

-¡Y el mío!

-¡El mío también!

-¡Eres una Wondercolt de corazón!- dijo un chico mientras caminaba.

-¡Cómo no votar por la heroína que no es de aquí sino de otra dimensión!- dijo otra.

-Eso sonó a la intro de una serie animada- comentó su amigo.

-¡Sí, viva el Starco!

Y así cada alumno que se tropezaba con Twilight, fue saludándola con ancha sonrisa y asegurando su lealtad para votar por ella como Princesa del baile, el cual gracias a Sunset Shimmer, ahora en los bailes no habían nominadas, y cualquiera podría votar por las chicas que quieran para que todas tengan la oportunidad de ser Princesa.

-Con que no sólo eres popular en Equestria, sino también en este mundo- comentó Moon White mirando a otro grupo más de chicos que alentaron a Twilight para ganar la corona de este baile.

-Eso creo- murmuró avergonzada ante la atención de los alumnos -. Pero no es mi plan ir al baile- admitió hasta que al fin llegaron al otro extremo y encontraron a Las Rainbooms y Trixie, quienes estaban hablando con Whooves, Derpy, Cherry Crash y Bonbon.

-Todo bien chicas- anunció Twilight sobre el pequeño inconveniente y las demás sonrieron aliviadas.

-¡Hey, Twilight!- corearon el par de parejas sonriéndose prestando atención a la llegada de la mencionada, quien ya estaba mareada de tanto escuchar saludos pero les sonrió con sincero agrado.

-¡Me da gusto verte!- la abrazó Derpy de golpe, frotando su cachete con el suyo y levantó un muffin -. ¿Muffin?- ofreció para no esperar respuesta y metérselo en la boca a la fuerza -. ¡Y tienes mi voto para el baile!- sonrió anchamente soltándola para dar brinquitos mientras aplaudía cuando vio a Moon White -. Uh, ¿Quién es él? ¿Viene contigo?- aspiró emocionada -. ¿Es un príncipe de dónde vienes?

-¡Prefiero quitarme el cuerno!- desaprobó Moon White torciendo el gesto, ganándose una mala mirada de Twilight, quien aún masticaba el muffin-. No me mires así. Sabes desde el principio lo que pienso de las princesas, a excepción de ti.

-Él es Moon White- lo presentó Applejack a los recién llegados -y viene ayudar con asuntos de magia. Agradecería discreción sobre el asunto.

-No hay problema- sonrió Derpy -. Aunque creí que vendrías por el baile, porque vendrás al baile, ¿Cierto, Twilight?

-Sin duda si Twilight está aquí va a ganar- comentó Whooves con media sonrisa pero entonces su mirada cambió descendiendo esa sonrisa al mirar mejor a Moon White. "¿Qué? Es…", pensó arrugando la frente.

-Qué va, también tendrá mi voto la Princesita Pony- exclamó Bonbon dando una sonrisa muy a su estilo mientras levantaba la botella de jugo para beber.

-Tú sabes que te quiero igual que todos y siempre estaremos en deuda contigo por defendernos y blablablá- le dijo Cherry a Twilight pasando un brazo sobre los hombros de ésta, quien ya terminaba de masticar el postre-. Pero no votaré por ti, guapa, teniendo a la chica más linda y genial de la escuela en mis narices- se explicó para juntar las manos conteniendo emoción, con una amplia sonrisa en su rostro y ojos brillantes -. ¡Votaré por mi Lady!- anunció y Bonbon agrandó los ojos y escupió de su jugo que Pinkie Pie sacó un paraguas rosa de la nada para evitar que le escupiera encima.

-¡¿QUÉ, QUÉ?!- reclamó pasándose el torso de la mano en la boca -. ¡No te atrevas, Crash!- amenazó señalándola con un fuerte entrecejo.

-Ooowww ¿Por qué?- se desanimó curvando las cejas y le hizo un puchero -. Haría lo que fuese por convencer a los demás de votar por ti con tal de ver lo linda que te verías con esa corona sobre tu cabeza.

-No necesito una corona de fantasía y de frío plástico para verme linda- aclaró seria rodando los ojos y cruzándose de brazos.

-Eso es cierto- sonrió de lado coqueta guiñándole un ojo, rodeándole la cintura mientras Bonbon le fruncía el ceño con un sonrojo, devolviendo el comentario para empezar sus típicos lanzamientos de observaciones, lo que hizo hacer un gesto de sorpresa en Twilight y miró a Applejack interrogándole con la mirada, quien le sonrió de lado levantándole ambas cejas y le asintió.

-Twilight- llamó Moon White en susurro junto a ella.

-Sí, son pareja- se adelantó susurrándole -. También me sorprendió…porque siempre creí que terminaría con Lyra.

-No te llamo por eso- aclaró en murmullo para mirar a Whooves, que mientras los demás veían la divertida discusión entre Cherry y Bonbon, el joven de ojos azules miraba sigiloso a Moon White -. Ése chico. Se parece a Time Turner. ¿Es su contraparte, no?

-Sí, es él.

-¿Y por qué me mira así?- preguntó pero más a sí mismo, con una mirada inquisitiva hacia él. -. Ya lo atajaré- se decidió entrecerrando sus ojos grises.

-¡Bueno, adiós!- les dijo Rainbow tanto a Cherry como Bonbon, interrumpiendo su pleito cotidiano -. Vayan a hacer teatro a otro lado. Estamos ocupados aquí. Así que los que no tienen que ver con magia, adiós. Especialmente las traidoras malas amigas que prometen cosas que no van a cumplir después- gruñó asesinando con la mirada a Cherry.

-¡No me mires así, quema!- reclamó Crash sacudiéndose entera, con un inevitable sentimiento de culpa.

-¡Hey! ¡Sólo yo puedo mirarla así!- reclamó Bonbon con un fuerte ceño fruncido y miró a Rainbow con una penetrante mirada intimidante mostrando sus fríos y duros ojos celestes, que apenas se la lanzó, Dash casi por instinto se hecho para atrás sintiendo un hincón filoso y helado atravesándole el centro del cuerpo, mientras que el resto tensó el rostro y retrocedieron un par de pasos ante la temible mirada de Bonbon.

-¡Ay, maldición, es buena!- lamentó Rainbow con gestos de ardor y con una mano en la boca del estómago. -. ¡Tú ganas, tú ganas, pero deja de mirarme así, no quema, MATA!

-¡Aaawww! se conmovió Cherry encantadísima abrazando de lado a Bonbon. -¡La apuñalaste con la mirada, por defenderme!

-Sí, sí, camina, camina- motivó Bonbon restando importancia y rompió el abrazo para empujarla por la espalda para irse de allí.

-Nosotros también, ya ha de sonar el timbre- avisó Derpy tomando de la mano a Whooves.

-Sí, cierto- acordó él para lanzar una última mirada a Moon White y éste último no se quedó atrás, viéndolos irse. Suspiró suavizando el rostro posando una mano sobre el hombro de Twilight.

-Adiós, Twilight.

-¿Eh?- dudó.

-Pues ya me presentaste a tus amigas, ya estoy en ambiente y tú tienes otras cosas qué hacer en Equestria. Más vale no sigas atrasando pendientes mientras yo avanzo aquí.

-Sí, cierto- reconoció.

-Y no te preocupes. No más distracciones…bueno, haré lo posible- admitió sonriéndose para sí.

-Eso espero- admitió con sonrisa de lado para mirar a las demás -. Nos vemos, chicas.

-¡Abrazo!- chilló Pinkie Pie y reunió a todas para un abrazo grupal.

-¿Twilight?- la llamó Trixie mientras se separaban del abrazo -. Trixie…te acompaña al portal.

-Claro- aceptó intrigada. La verdad no había intercambiado tantas palabras con esta Trixie y se le hizo muy extraño su ofrecimiento. Tal vez la quería sola. Quería hablar con ella. Y sabría de quién. -. Me quieres hablar de Sunset, ¿no?- le ganó el habla mientras caminaban hacia las puertas frontales de la escuela en dirección al portal.

-Pues sí- contestó colocándose las manos dentro del bolsillo de su abrigo azul -. Es que como no le has mencionado nada a Trixie- pensó en voz alta, llamando más la atención de Twilight -. Sunset y yo cuando nos escribimos, siempre se expresa triste y contrariada.

-No ha sido muy sencillo- suspiró ella mirando sus pies, uno delante del otro -. A veces siento que se me va de las manos y con los recelos de mis amigas, realmente no ha ayudado mucho la situación, aunque ahora se mostraron dispuestas a ceder un poco para aliviar las cosas, a excepción de Rainbow Dash. Y esos roces entre Applejack y ella, y…- suspiró.

-Exacto- exclamó -. Sunset está en un ambiente de tensión que en vez de ayudarla la están bloqueando más. Ella es alguien firme, de buen carácter y fuerte, que no duda dos veces en salir en defensa de los demás como de sí misma, impidiéndose ser intimidada. Pero también es muy empática y sensible- una sonrisa se escapó de sus labios mientras abría las puertas de la escuela y empezaban a bajar las escaleras -. Así que, siente mucho lo que pasa a su alrededor, con los pensamientos y sensaciones de angustias, que cuando se siente amenazada o juzgada, puede alterarse y bloquearse, sino no sabes atinar bien las palabras, que he llegado a pensar que algo no estarás haciendo bien para que esté tan angustiada.

Twilight miró a Trixie con mucha curiosidad.

-¿Estás dudando el cómo estoy ayudando a Sunset?- preguntó y ella levantó la mirada a ella.

-Sólo no quiero que la próxima vez que me escriba esté llorando, Twilight. No me lo tomes a mal. Trixie sólo quiere ayudar, para ver si corriges lo que va mal o algo- suspiró, sacudiendo la cabeza -. Trixie se siente inútil estando lejos de ella, sin poder ayudar en este tiempo difícil que pasa. Por eso la última vez que nos escribimos, le dije que sería buena idea despejar todo viniendo al baile.

-¿Cómo?- preguntó incrédula, deteniéndose frente a la base de la estatua. -. Ella no me ha dicho nada, bueno, no hemos podido hablar del todo bien después de la pelea con Applejack y yo investigando.

-Pues se lo dije- aclaró -. Que venga a disfrutar de quienes sí son sus amigas, con personas con las que se siente realmente cómoda y no se sienta juzgada.

-Pero Trixie- dijo negando con la cabeza -. Por gusto le dijiste eso. No es buen momento.

-Ven tú con ella para que estés tranquila si quieres- trataba de convencer -pero dale la oportunidad a Trixie de recordarle que nosotras estamos aquí y la queremos, porque Las Rainbooms también la extrañan y están atentas a cualquier momento ofrecer su aportación, por eso es un secreto la llegada de Sunset al baile- sonrió con emoción -. Sorprendería a su grupo y se morirán del gusto- tiró una risa -. Trixie ya quiere ver su reacción al ver que todas tienen una pareja de baile, bueno, menos Rainbow, que sin duda reprochará que su plan fracasó y ella se limitará en reírse cruzando miradas con alguna de sus amigas, o con Trixie, disfrutando del momento ameno entre nosotras, recordando anécdotas y creando nuevas, llenarla de esperanza de nuevo si está flaqueando, y ese corazón tan sensible puede sanar el ardor de la incertidumbre sobre ella misma.

Twilight miraba realmente admirada cada palabra que Trixie decía, sintiendo tanta sinceridad, preocupación y cariño; como su expresión tan gentil y humilde de su rostro, con aquella sonrisa llena de ilusión de tan sólo visualizar el baile. Twilight dejó dibujar una sonrisa en serio conmovida.

-Realmente la quieres mucho, Trixie-acotó llamando la atención de Trixie -. Yo también haría lo que fuera por un amigo y como me has demostrado ahora, no dudo para nada si llegaste tener la magia de la amistad por tu relación con Sunset.

Trixie no dijo nada, sintiéndose algo avergonzada por el halago, con un repentino dolor en su garganta hundiendo más sus manos en sus bolsillos, pero le sonrió levantando bastante sus mejillas, llenándose de ilusión, casi como una niña que espera ansiosa el regalo que quería en la navidad.

-¿Eso es un "sí" entonces?- preguntó abriendo más los ojos -. ¿La dejarás venir al baile?

Twilight inhaló hasta inflar su pecho, pensativa, hasta que soltó el aire de golpe por la boca, asintiendo.

-Sí, Trixie. Ambas estaremos aquí el sábado.

-¡JA!- bramó triunfal expandiendo sus brazos -. ¡Sabía que no te negarías ante la Gran y Poderosa Trixie!

-Y…se te fue toda la humildad- bufó riéndose -. Nos vemos, Lulamoon- despidió girándose para atravesar el portal, dejando a Trixie haciendo un baile de celebración que combinaba la Macarena y el Gangman Sytle.

...

So...este capítulo fue dedicado más a cómo Moon White se adaptaba al mundo humano...¿Qué tal? xD parece que le gustó demasiado.

Seee tuve que hacer referencias a Star vs Las Fuerzas del Mal después de ver cierto video de EG ¡Lo siento! xD

Y Twilight prometió llevar al baile a Sunset...quien descubrió algo raro en la contraparte de Trixie y su revelación. chan chan...CHAN(?

Así que, feliz año de nuevo, dejen review y...

¡Sunny Honey, fuera!

Next Chapter: Los Libros Dicen Mucho De Nada Estimated time remaining: 0 Minutes
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