Login

La Redención de Twilight

by Rombla

Chapter 36: Visitas

Previous Chapter Next Chapter
Capítulo 36: Visitas

—¿A que debemos su visita princesa?

Luna dejo con cuidado la taza de café que le habia ofreció Rarity en la mesa. La sala del trono del castillo de Twilight estaba ya lista, pero ella sentía que estar ahí sin el permiso de la pony era de mala educación, por lo que se reunieron en el comedor nuevamente.

Sentados enfrente de ella, estaban Spike y su esposa. Quería hablar con ellos personalmente antes de reunirse con Rainbow Dash y ver cómo iban las reparaciones del pueblo, aunque ya habia visto algunas zonas, y se alegró que de ver que la zona norte estaban ya casi terminada, su felicidad creció aún más cuando vio que el ayuntamiento ya estaba en pie de nuevo.

—Mi visita estaba programada desde hace ya unas semanas, la General Rainbow y yo nos reuniremos más tarde, pero quería hablar con ustedes primero.

—¿Es sobre Twilight? —Pregunto Spike sin poder contenerse.

—No, no es por Twilight. Y estén tranquilos, no he recibido noticias sobre ella ni Discord, pero están bien. La última vez que supe de ellos estaban por llegar a Drako.

—¿Drako?

—Al parecer así se llama el país de los dragones. Asi que estén tranquilos, están por llegar a su destino.

"Gracias a Celestia, literalmente" Pensó Spike.

—La razón por la que los quería ver era por esto. —Le hizo una indicación a Dark Mist que sacara un pergamino de sus alforjas, lo dejo enfrente de ella. —Gracias Mist.

Lo hizo flotar hasta Spike, que lo tomo con cuidado entre sus garras para no romperlo. Miro extrañado a la princesa, sin comprender que era ese papel. Esta le hizo una indicación para que lo abriera. Obediente y con cuidado lo hizo y empezó a leer, poco a poco sus ojos se abrieron mas, dándole lugar a una expresión de asombro en su cara.

—Princesa… Yo…

—¿Qué pasa querido? ¿Algo malo?

—¿Malo? Todo lo contrario Rarity —Luna sonrió. —Quiero nombrar a Spike Lord.

—¿Qué? ¿Qué? —La unicornio volteo a ver su marido y tomo el pergamino, mientras leía a toda velocidad, soltó un chillido de felicidad y abrazo al dragón. —¡Por Equestria! ¡Que emoción!

—Majestad es un honor, pero…

—No diga tonterías, Lord Spike, le decíamos incluso así desde antes de que la Era Oscura terminara. Solo faltaba que fuera un título oficial. —Interrumpió Mist, sin poder aguantarse su intromisión.

—Siempre pensé que era un apodo en broma, nunca pedí un título Real…

—Ni es porque lo hayas pedido, Spike. Te lo mereces, por haber sido fiel a la Corona Real de Equestria y ayudar a exterminar una amenaza tan grande como lo fue la Reina.

—Toda la Resistencia igual.

—Y todos ellos también serán recompensados, pero con grados militares y una insignia. Hablare de eso más tarde con Rainbow Dash. Y tus servicios hacia la Corona fueron distintos a los de tus compañeros en la Resistencia, estuviste al lado de la Reina casi toda la Era Oscura, mantuviste informado a todos tus compañeros y peleaste con fiereza. No te puedo dar un reconocimiento popular porque no tienes un rango, pero si te puedo hacer Lord.

—Un Lord necesita tierras y yo no quiero tierras. —Sacudió la cabeza. —Yo quiero quedarme aquí en Ponyville.

—No necesariamente, Spike. No pensaba darte un título de Lord común y corriente. En la convocatoria dice el titulo completo. Serias nombrado Lord Protector.

—¿Lord Protector? —La unicornio no sabía a qué se refería ese nombre a pesar de que en su juventud estudio cada uno de los títulos que habia en Equestria.

—Es el título que se les da a los individuos (Independientemente de tu raza) que han demostrado que darían su vida por salvar a Equestria o mantener su paz. O ambas. —Explico Mist.

—Un Lord Protector está dispuesto a pelear por lo que es correcto, y prefiere salvar a los demás a salvarse a sí mismo. —Luna hizo una pausa. —No es el que inicia ni termina las peleas, pero si es el que una vez que empiezan o termina están ahí para resolver los problemas. Eso es un Lord Protector. No tiene tierras, no pelea por loa gloria ni porque quiera, sino porque protege a los demás.

—Como lo dice su nombre.

Se quedaron callados mientras Spike poco a poco iba asimilando lo que le acaba de decir la princesa, Rarity sabía bien la naturaleza de su marido y supo que el miedo de perder el control de sus instintos y lastimar a alguien por obtener tierras, tesoros o lo que fuera lo aterraba y probablemente de haber sido un cargo de Lord normal no lo hubiera aceptado para evitarse tentaciones.

El dragón suspiro finalmente, hizo una reverencia y hablo.

—Es un honor recibir esta noticia y consideración. Y la aceptó gustoso.

Luna sonrió y asintió.

—Me alegro, Spike. Aunque aún no es oficial, falta el Nombramiento, pero me imagino que te gustaría esperar a que vuelva Twilight.

—Sí, me gustaría. Si no es una molestia, claro.

—Ninguna. Lo supuse. Una vez que resolvimos ese tema, me gustaría hablar con ambos de otro muy distinto.

—¿Cuál, Alteza?

—Supe que Rarity está esperando un hijo tuyo.

La alegría que habían sentido unos segundos atrás por el nombramiento dejo su cuerpo para dejar lugar a la preocupación y miedo. Ambos pensaban que Twilight ya le habia comunicado con anterioridad sobre el mestizo que esperaban y del cual aún no sabían bien que esperar, pero el tono en el que hablo la princesa no les causaba ninguna confianza.

"Si esto va por el camino que creo que ira, puedo irme despidiendo del título" pensó Spike, mientras fruncía el entrecejo. Quería poner una de sus garras alrededor de su esposa y su hijo, pero decidió abstenerse por el momento.

—¿Qué pasa con ella? —Pregunto Rarity, mirando nerviosa el ceño fruncido del dragón.

—¿Ella? —Pregunto con curiosidad el poni murciélago. Sabía que estaba hablando de más, pero Spike también era su amigo.

—Creemos que es una niña.

—No pasa nada con su hija, solo quería confirmarlo y ya vi que es verdad. —Luna noto que se estaban poniendo a la defensiva y que eso no era nada bueno. —Su hija no sería la primera kirin en existir y espero que no sea la última.

—Disculpe Majestad… ¿Pero que es un kirin?

—Asi se le llama a las crías de ponis y dragones. Hace mucho tiempo, cuando Celestia y yo éramos muy jóvenes existieron muchos en todo el mundo, tanto así que se les puso un nombre a la especie. Conforme pasaron las años y posteriormente con la guerra que acabo con loas alicornios, los kirin huyeron a distintas partes del mundo aunque la gran mayoría murió en esa guerra por defender a sus familiares o porque al volver a su país los mataban por herejes… Una tragedia que nadie pudo evitar. —Hizo una pausa. —Aunque para que la unión de una especie distinta con otra, habia un hechizo muy específico, que supongo que ustedes saben cuál es.

Ambos se sonrojaron.

—Fue idea de Twilight su Majestad. —Se excusó Spike.

—No se preocupen, yo le di una pista de en donde estaba ese libro. —Les guiño un ojo. —Y no va a ver ningún problema con su hija. Se los puedo asegurar.

—Hace ya un tiempo que me preguntaba que habia sido de los ponis. —Explico Piasa una vez que estuvieron en su cueva. —Hubo un tiempo durante el cual tuve muchos amigos ponis, pero eso ya fue hace mucho.

La cueva era amplia y para su buena suerte muy fresca a diferencia del resto del país que habían recorrido a pie, quedaron impresionados que incluso la cueva estuviera separada en lo que parecían ser habitaciones, estaban sentados en lo que parecía ser la cocina en lo que el dragón preparaba una especie de medicina herbal.

Explorando un poco, se dieron cuenta de que Piasa tenía un huerto con flores y plantas de todo tipo, incluso algunas verduras y frutas y las mantenía vivas a un manantial que escurría por el huerto como si fuera un rio.

Habia algunos muebles, pero su mayoría eran pedazos de piel de animales que seguramente su anfitrión habia matado para comer, pero eso era lo de menos, Grey Light seguía nervioso por lo que podía pasar si se quedaban más tiempo ahí del necesario y estaba tenso, además que el dolor del cuerno y del casco a cada minuto que pasaba se volvía mas y más insoportable.

—Tienes una cueva acogedora. —Dijo Light en un intento de liberar la tensión.

—Gracias, se pueden quedar todo lo que quieran.

"No, por favor, no"

—¿Cómo es que sabes cómo curar el daño de tus quemaduras?

—Tenía amigos ponis, incluso muchos amigos kirin. Pero también fui joven, tonto e imprudente, llegue a lastimar a algunos antes de que aprender cómo tratarlos sin lastimarlos. Asi que aprendí y con ayuda de muchos amigos supe como curar el daño de mi fuego.

Paso lo que parecía ser un pedazo de tela en la mezcla herbal, lo tomo y estaba por ponérselo en las zonas afectadas al unicornio, pero este escapo de su contacto. Piasa suspiro y volteo a ver a Twilight.

—¿Se lo pondrías tú?

—Sí, no hay ningún problema. —Con su magia tomo el tarro. —¿Qué hago?

—Pon un poco de la mezcla en las quemaduras y cuando termines ponle las vendas. Como ya lo habías limpiado antes solo necesitara eso. —Se sentó enfrente de ellos. —¿Y qué hacen tres pequeños ponis paseándose por aquí? Drako no es un país que tenga muchos visitantes, ya ni se diga ponis.

—Venimos desde Equestria. —Discord volteo a ver a los otros dos, no le estaban haciendo mucho caso lo cual hizo que se irritara, pero si ya habían quedado de hablar con Piasa, le iban decir lo más parecido a la realidad. —Nuestro país acaba de salir hace unos meses de una época muy mala, gracia a la Reina Oscura, no sé si escuchaste de ella.

—Se creó una buena fama hasta aquí, así que sí.

—Fue revocada del título y la paz volvió, pero falta una de nuestras gobernantes. Nos mandaron en la búsqueda de ella y nuestra única pista era que estaba aquí en Drako. LA reina la encerró aquí gracias al campo de fuerza que esta alrededor del país.

—Ese bendita barrera… Ha causado más problemas de lo que ha solucionado. —Negó con la cabeza.

El draconequus miro de reojo a sus dos amigos y su irritabilidad creció al ver a Twilight poniendo total atención en lo que hacía en el cuerno del unicornio que acaba de soltar un quejido.

—Perdón, no te quería lastimar.

—No es eso, se siente como si esto fuera acido. —Murmuro, el dolor habia cambiado, ya no era el mismo, pero seguía siendo igual de molesto. —Arde mucho.

—Eso es normal, está quitando el tejido nuevo y haciendo nuevo. En cuanto Twi te ponga las vendas te sentirás mejor. —Aseguro el dragón.

—Continua, Twi, si tengo que confiar en que alguien me cuide esa eres tú.

La alicornio sintió como se sonrojaba y rio un poco, haciendo que él también le sonriera de vuelta y no la dejara de ver con atención. Tratando de romper su nerviosismo por la mirada de Light carraspeo y se dispuso a hablar.

—¿Por qué no eres como los demás dragones, Piasa? Eres el segundo que nos habla bien sin ningún problema.

—Es una larga historia y ustedes dijeron que para que mi código funcionara yo era el que debía hacer las preguntas.

—¿Qué te parece que nos vamos intercambiando preguntas? Discord te contesto sobre porque estamos aquí, te toca contestar.

Se quedó un momento callado y pensaron que tal vez esa pregunta habia sido una mala idea, hasta que este soltó una carcajada.

—Me olvida del buen sentido de humor que tienen muchos. Tú y yo nos llevaremos bien, Twi. —Hizo una pausa, en lo que su risa se calmaba. —Y si me parece justo.

Next Chapter: Historias Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch