Equestria Girls: El fin de la Armonía (Armonía Quebrada)
Chapter 18: Acto 2: Inocencia perdida
Previous Chapter Next ChapterNA: Aquí les traigo de vuelta otro de los capítulos mas largos hasta ahora, con algunos personajes nuevos y mucha información revelada dando inicio al segundo acto de esta historia el cual se centrara mas que nada en el rescate de las portadoras de los elementos y la lucha contra el gobernador Frank Sutler y sus subordinados.
Acto 2: Inocencia perdida
Luego de la toma de la ciudad por parte de los militares al mando del gobernador y sus subordinados las portadoras de los elementos son secuestradas y separadas mientras se arman distintos bandos dispuestos a tomar el poder ya sea por la traición o las armas. La sociedad se encuentra cada ves mas descontrolada y la oscuridad y desesperanza van consumiendo las mentes de sus habitantes pero en medio de toda esa pesadilla una fuerza mediadora espera pacientemente el momento de darse a conocer y actuar.
16. Refuerzos del mas allá.
Eran exactamente las 6 de la mañana en el mundo humano, las sirenas sonaban dando a entender que se había levantado el toque de queda en la ciudad y la gente empezaba a salir rumbo a sus respectivos puestos de trabajo. Un hombre de piel azul claro vestido con un saco marrón y un sombrero negro caminaba tranquilamente por una calle y se detuvo frente a lo que parecía ser una iglesia.
- Así que este es el lugar donde los humanos vienen en busca de esperanzas - dijo para si mismo mientras entraba y se daba cuenta de que estaba completamente vacía y las paredes pintadas con insultos y dibujos agresivos - si así es como cuidan los locales que intentan ofrecer algún tipo de ayuda por mas pequeña que sea no me quiero imaginar como cuidaran el resto del planeta - aprovecho y se arrodillo en una de las sillas apretando con fuerza su collar en forma de ojo y empezó a susurrar - Señor... tu que hiciste estos ojos para observar, mas no para juzgar ni menos para actuar, te pido soples aliento de misericordia sobre esta tierra y que las cosas sean como lo has decidido desde el principio de los tiempos - en ese momento una gran ráfaga de viento empezó a recorrer todo el lugar y por cada esquina que pasaba iba borrando las manchas y reparando las cosas rotas, al cabo de unos segundos cinco de las ventanas de la iglesia se abrieron de golpe dejando salir la ola de aire en distintas direcciones, se levanto y noto la presencia de un hombre que lo estaba observando atónito mientras dejaba caer un trapo y un balde agua.
- ¿Quien es usted? - dijo con algo de temor.
- De donde vengo no tenemos nombres ni identidades, ya no las necesitamos porque estamos destinados a vivir en el olvido - camino hasta quedar en frente suyo - usted parece ser un buen hombre, déjeme darle un consejo, no intente convencer a nadie de nada, por favor pare con eso, le aseguro que le va a ahorrar muchos problemas - se saco el sombrero en señal de cortesía y salio a paso lento de la iglesia dejando unas cuantas monedas en la bolsa de donaciones, ya afuera miro su reloj de bolsillo y sonrió - ya han pasado tres meses, es hora de volver a ver a mi subordinado - volvió a mirar las ventanas de la iglesia por donde había escapado la ráfaga de viento, de siete ventanas cinco estaba abiertas - ¿cinco?... a decir verdad creí que enviarían a menos - volvió a ponerse el sombrero y se alejo caminando por la autopista.
En una habitación completamente blanca una joven de cabello rubio y piel crema se despertaba con mucha dificultad, le costaba mover sus brazos ya que cada movimiento que intentaba hacer era invadido por una sensación de adormecimiento.
- ¿Donde estoy? - Applejack se froto los ojos y se sentó en la cama, observo la ropa que traía puesta y vio que solo era una bata blanca y al pie de la cama habían unas pantuflas, se las puso e intento llegar hasta la puerta de la habitación, una ves que lo consiguió comenzó a tocar con fuerza - OIGAN! ¿DONDE ESTÁN MIS AMIGAS? RESPONDAN BASTARDOS! - en el techo pudo ver una cámara de seguridad, se dejo llevar por la ira y tomo una de sus pantuflas y se la lanzo con fuerza pero no le izo ningún daño - dejen de observarme y den la cara cobardes!
- Señorita Applejack - una voz sonó en toda la habitación.
- ¿Quien eres?
- Tranquilícese, usted se encuentra en un proceso de rehabilitación, es posible que se sienta algo confundida.
- ¿Rehabilitación de que? ¿Donde están mis amigas?
- No se preocupe, vamos a llevarla con ellas en un momento - Applejack se sentó y espero unos minutos hasta que unos hombres corpulentos vestidos de blanco entraron a la habitación.
- Venga con nosotros - los hombres escoltaron a Applejack hasta un cuarto en el que estaban Pinkie y Rarity sentadas en esquinas distintas mirando la pared, los hombres dejaron entrar a Applejack y cerraron la puerta con llave.
- ¿Pinkie Pie? ¿Rarity? - las dos no emitían sonido alguno pero lo mas espeluznante para ella fue ver a su antes hiperactiva amiga ahora con el pelo lacio y apagado, camino hasta ella e intento darle la vuelta - ¿Pinkie Pie? Soy yo... Applejack... responde por favor - apenas puso una mano en su hombro Pinkie se movió para que no la tocara, entonces fue a ver a Rarity que a diferencia de su amiga de pelo rosa apagado ella estaba temblando y sollosando en posición fetal - Rarity, ¿que te pasa? - no obtuvo respuesta alguna, solo sollozos cosa que termino desesperandola y la tomo de los hombros forzándola a verla a los ojos - RARITY! SOY YO APPLEJACK! REACCIONA POR UN DEMONIO! - Rarity paro de llorar y se quedo mirando fijamente a los ojos de su amiga con una expresión de sorpresa y temor en su rostro.
- ¿A... Applejack?
- Si, soy yo... por favor reacciona, tenemos que salir de aquí.
- ¿Salir?
- Así es, ayúdame a despertar a Pinkie Pie y busquemos a las demás - la ayudo a levantarse pero no podía mantenerse en pie por mucho tiempo debido a los temblores - Rarity, cálmate por favor.
- No puedo... - nuevamente empezó a llorar.
- Vamos dulzura tienes que ser fuerte, haslo por las demás, ellas nos deben de estar esperando en algún lugar - Rarity vio la honestidad en los ojos de su amiga y trato de tranquilizarse - eso es, ahora tenemos que saca a Pinkie Pie de aquí... oye Pinkie.
- ¡ALÉJATE DE MI! - apenas intento tocarla Pinkie reacciono de forma agresiva y se lanzo encima suyo rodando las dos en el piso - ¡NO ME TOQUES!
- ¡PINKIE PIE! SOY APPLEJACK! TRANQUILÍZATE! - ambas estaban forcejeando mientras Rarity las miraba sin saber que hacer - vamos Pinkie, vas a matarme - se la quito de encima de una patada, le dolió tener que usar la fuerza con su amiga pero la estaba ahorcando en serio - lo siento, pero me temo que solo hay una forma de sacarte de aquí.
- AAAHH! - Pinkie corrió a toda velocidad para embestir a Applejack pero esta la esquivo y tomo del cuello con sus brazos aplicándole una llave.
- Lo siento dulzura, realmente lo siento - dijo con la voz quebrada y lagrimas en los ojos mientras hacía cada ves mas presión sobre su cuello hasta que dejo de moverse, luego se seco las lagrimas y miro a Rarity quien se había arrinconado en una esquina temblando de nuevo - tranquila, solo esta inconsciente, ahora tenemos que buscar la forma de salir de aquí.
- No hay salida para ustedes - dijo nuevamente una voz a través de un parlante.
- ¡¿Que quieren decir con eso?!
- Intentaste acabar con tu vida maldita mocosa, eso nos habría costado la nuestra, así que tuvimos que drogarte para que perdieras parte de la memoria, comparándote con tus amigas podemos ver que la medicina hizo un buen trabajo - Applejack volvió a mirar a sus dos amigas y luego observo a la cámara con el rostro poseído por la ira.
- ¿QUE LES HICIERON MALDITOS?
- Nosotros nada, un par de empleados se sobrepasaron con ellas en sus horas de guardia y fueron despedidos, veo que no pueden estar todas juntas en una sola habitación así que lo mejor será separarlas.
- Solo inténtalo - Applejack se puso en posición de combate esperando que los hombres entraran por la puerta pero lo único que ocurrió fue que un gas salio a través de una tubería y en cuestión de segundos tanto ella como Rarity cayeron inconscientes sin poder resistirse en lo mas mínimo - chicas... lo... siento tanto - fueron sus ultimas palabras antes de caer victima del gas somnífero.
Cayo la noche, eran las 8:45 de la tarde en ese momento, las calles a esa hora ya estaban casi vacías debido a que se acercaba la hora del toque de queda el cual seguía vigente así como la vigilancia de alguno que otro grupo de militares aunque estos se fueron haciendo cada ves menos frecuentes.
Un joven de piel gris y cabello negro que vestía unos jeans azules y una chaqueta negra iba caminando tranquilamente sin apartar la vista de un reloj de bolsillo dorado opaco que sostenía con su mano, paso al lado de un cartel que no era mas que una propaganda del gobierno diciendo que habían logrado reducir la ola de crímenes en un gran porcentaje sin embargo estos en realidad seguían aumentando, unos metros mas adelante paso frente a otro cartel en el que se veía la foto de muchos militares armados en formación y tenía grabada la famosa frase de "estamos al servicio de la comunidad, todo sea por su seguridad". El joven observo ambos carteles con una mirada fría y muerta, sus ojos negros no eran capaces de expresar ni siquiera ira apenas podía verse algo de fastidio y una enorme cantidad de cansancio en ellos, se quedo parado unos segundos mirando como las manecillas de su reloj se volvían locas cuando un hombre semi desnudo salio de una esquina y corrió a toda velocidad por la pista como si estuviera loco pero el sonido de las sirenas que habían instalado en las esquinas para anunciar el inicio del toque de queda llamaron su atención entonces guardo el reloj y siguió caminando rumbo a su hogar.
Ya habían pasado un poco mas de tres meses desde que los militares invadieron la ciudad en la tarde del eclipse, Cybrian Spear llego a su casa pero al encender la luz vio a un hombre de piel azul y cabello negro sentado en uno de los sillones de la sala, a su lado reposaba en otro sillón un sombrero de ala corta negro junto con un saco marrón.
- Que bueno verte de nuevo Corazón Mecánico - dijo el hombre levantando el sombrero y colocándoselo.
- Espero que hayas venido con alguna noticia o al menos para sacarme de aquí - Cybrian tiro la puerta detrás suyo y se sentó en un sillón frente a su invitado, en medio de los dos había una pequeña mesa de cristal con un florero vacío - estoy cansado ¿sabes?
- Siempre estas cansado - sonrió y saco un maletín negro poniéndolo sobre la pequeña mesa retirando antes el florero - a veces me pregunto algo, ¿por que decidiste unirte a la orden en vez de rechazar la oferta y simplemente morirte? - abrió los cerrojos del maletín - a todos los que fueron reclutados se les dio esas dos opciones en su lecho de muerte, nadie esta forzado a entrar.
- Tengo mis motivos para hacerlo.
- No sabía que tu guardabas motivos personales.
- No es nada personal, es cosa de códigos.
- Siempre dices lo mismo, que te mueves por códigos y objetivos, que nunca actúas por algo que te motive ya que nada te importa, es por eso que estas tan cansado.
- Me conoces desde antes que me uniera a la orden y sabes perfectamente mi historia, también sabes muy bien que no puedo sentir ninguna de esas emociones, no es una decisión mía simplemente no puedo hacerlo además no puedes trazar un plan perfecto mientras te dejes llevar por tus emociones, porque estas son lo que te hacen humano...
- Y el error es humano - lo interrumpió el hombre abriendo el maletín que estaba lleno de carpetas con hojas - dices eso todo el tiempo, ahora dime ¿cual de tus códigos te arrastro a unirte a nosotros?
- Yo siempre saldo mis deudas, cuando tu maestro me dio a elegir entre vivir y unirme a la orden o morir y descansar en paz yo estuve a punto de tomar la opción de mandar todo al diablo y desaparecer pero recordé que aun tenía una deuda pendiente y no me voy a ir hasta haberla cumplido.
- Esa deuda... ¿es lo que creo que es?
- Si no me dices en que estas pensando es imposible que sepa de que se trata.
- No es necesario que te lo diga... ¿sabes algo?, mi hermana jamas habría querido eso para ti.
- No me importa lo que haya querido o no, lo que hizo por mi se convirtió en una deuda pendiente.
- Pero ella esta muerta ya.
- Me da igual.
- Vamos "Reloj", cuando alguien hace algo por amor no tienes que devolverlo...
- ¡No me llames mas así! - Cybrian levanto la voz pero se mantuvo firme en su asiento, no movió ni un musculo y su rostro tampoco cambio de la misma expresión de indiferencia que acostumbraba a llevar - nosotros no tenemos nombres ni identidades... solo placas, ahora simplemente soy Corazón Mecánico, olvídate del pasado tal como lo has hecho durante toda tu vida en esta organización - el hombre de piel azul acomodo su sombrero y comenzó a buscar algo entre las hojas del maletín.
- Si sigues así de terco y frío jamas vas a poder saldar esa deuda.
- Ya me las arreglare.
- Antes de empezar a complicar las cosas necesito tu reporte - Cybrian se levanto y camino hasta un escritorio, abrió uno de los cajones y saco una carpeta gris con hojas, luego volvió a su asiento y dejo caer la carpeta encima de la mesa.
- Ahí esta el reporte, tomate tu tiempo, han pasado muchas cosas en estos últimos tres meses, pero si quieres concentrarte solo en los puntos importantes hay un resumen en la ultima pagina - el hombre tomo la carpeta y directo al final.
En una mansión con toques medievales un montón de hombres enmascarados estaban sentados en una mesa enorme y al filo de esta estaba Luna con los codos apoyados en la mesa y la cabeza sobre sus manos, la habitación era lo mas parecido a un salón real y un grupo de mujeres también enmascaradas pero completamente desnudas servían vino en las copas de los invitados.
- Esta es la situación en la que nos encontramos ahora - dijo uno de los enmascarados - el gobierno tiene a la ciudad aun bajo su control gracias a que uno de ellos se hace pasar por Mislead Appear y graba vídeos haciéndoles creer que sigue al mando.
- ¿Donde esta el verdadero líder terrorista? - dijo Luna con seriedad.
- Aquí mismo su majestad - uno de los enmascarados se levanto y miro a Luna a través de la mascara que cubría la mitad de su rostro dejando descubierto de la boca para abajo, podía verse que era un hombre joven.
- ¿Que a sido de tus subordinados?
- Se me prohibió volver a establecer contacto con ellos para engañar al gobierno, desconozco su situación actual.
- ¿Quien te dio esa orden sin haberme avisado? - hubo un silencio sepulcral en la habitación hasta que el hombre se atrevió a hablar.
- Fue él - señalo con su dedo a un hombre mayor con una mascara negra que estaba sentado al lado de Luna, podía verse que parte de su rostro estaba lleno de quemaduras.
- ¿Es cierto eso? - dijo Luna sin siquiera mirarlo, el hombre trago saliva e intento decir algo.
- Su majestad, si me permitiera explicarle mi plan creo que... ¡AH! - no pudo terminar de hablar ya que Luna tomo un cuchillo de la mesa y se lo arrojo con gran velocidad y puntería dándole justo en el cuello, la cabeza del hombre cayo encima de su plato de comida mientras la sangre que brotaba de su cuello iba formando una gran mancha en el blanco mantel de la mesa.
- Ya ni siquiera puedo confiar en mis propios súbditos - Luna se levanto de su asiento y alzo la voz - ¡La estupidez y la auto confianza son un riesgo, si alguien vuelve a intentar algo sin consultármelo antes va a a terminar igual que este infeliz! - señalo al cuerpo del hombre que aun convulsionaba de ves en cuando mientras la mancha de sangre se iba haciendo cada ves mas grande - ¿quedo claro? - todos asintieron en silencio - muy bien - volvió a sentarse en la misma posición - el gobierno ya se a divertido bastante, creo que es hora de que el verdadero líder vuelva a tomar el control de la manada.
- Pero... su majestad - dijo el enmascarado que aun seguía de pie - han pasado mas de tres meses, los únicos que conocen mi identidad y pueden confirmar que realmente estoy vivo son solo tres de mis subordinados, ni siquiera se si siguen con vida o si fueron capturados - Luna se frotaba la frente con una clara expresión de molestia.
- Discutiremos eso luego, aun hay muchos cabos sueltos que atar, ¿que hay del resto de las portadoras?
- Hasta ahora están separadas - dijo otro enmascarado - tres de ellas están bajo la vigilancia del gobierno, ellos también las necesitan con vida así que no tenemos que preocuparnos por eso, el problema son las dos ultimas, no tenemos ninguna información de su paradero.
- No importa, de todas formas mientras que la Magia este encerrada en este lugar no pueden hacer nada... ¿aun sigue con vida cierto?
- Uno de nuestros sirvientes se encarga de dejarle un plato de comida debajo de la puerta, la comida desaparece al retirar el recipiente por lo que sabemos que aun esta con vida.
- Mas les vale - apoyo la barbilla sobre su puño en forma pensativa - si esa leyenda de los elementos de la armonía es cierta entonces tenemos que asegurarnos que no se reúnan y que se mantengan con vida, si los elementos encuentran nuevas portadoras el problema sería el mismo o peor... esto es todo por hoy pueden retirarse - todos se levantaron de sus asientos y salieron de la habitación dejando a Luna completamente sola, se levanto y se alejo unos pasos de la mesa hasta llegar a un estante lleno de libros, tomo delicadamente uno que tenía el símbolo de una cabeza de unicornio dorado como portada y comenzó a correr las paginas hasta que llego a una donde podían verse a dos alicornios enfrentados, uno blanco y el otro azul oscuro - esta leyenda, ¿por que se parece tanto a mi historia? - dijo para si misma cerrando el libro con fuerza.
Nuevamente en la casa de Cybrian Spear, el hombre de piel azul estaba leyendo el resumen muy pensativo mientras se frotaba la barbilla con una mano.
- Ya veo, así que Frank Sutler se esta haciendo el generoso con los países que están en oposición, ofreciéndoles una fuente de energía completamente gratuita y renovable como forma de contraatacar la escasez de recursos que atraviesa el planeta actualmente.
- Obviamente quiere a todos dependiendo de esa fuente de energía para que mas adelante le tengan que lamer las botas cuando enseñe los colmillos, parece que lo esta logrando porque ya se confirmo una reunión a la que asistirán todos los gobernantes, se va a realizar en las tierras del desierto.
- Esa fuente de energía, son los elementos de la armonía ¿no?
- Exacto, parece que encontró la forma de explotar su energía ilimitada sin necesidad de la ayuda de sus portadoras.
- Que problema - siguió leyendo quedándose en silencio por unos segundos - aquí dice que la sociedad esta en un estado de pánico generalizado y descontrol.
- Se han armado distintas pandillas, la violencia va aumentando cada ves mas y los operativos militares no hacen otra cosa mas que patrullar durante los toques de queda, aunque abrieron las rutas de viaje y restauraron los vuelos los métodos de vigilancia son extremos, ellos mantienen viva la imagen de Mislead Appear para tener control sobre la ciudad.
- ¿Estas completamente seguro sobre la muerte del hombre enmascarado?
- El tipo se voló a si mismo en mil pedazos junto con toda su fabrica, pero pensándolo bien puede haber sido cualquiera con una mascara falsa.
- Vamos a dejar eso en duda - siguió mirando la hoja esta vez con una expresión de confusión - solo una pregunta ¿que es contaminación psicológica?
- Aun lo estoy estudiando pero es así como llamo a cierta influencia que se a estado propagando entre la población de manera descontrolada, es algo que los vuelve prácticamente locos, lo curioso es que cada ves que me acerco a alguien que padesca de esta "locura" las manecillas de mi mecanismo de la armonía se vuelven locas y el artefacto queda completamente inhabilitado, hice un estudio a fondo y me entere que esto era una falla en el artefacto ya que es terriblemente sensible a todo tipo de radiación incluida la que se produce por ciertas ondas cerebrales muy fuertes, a este tipo de influencia ejercida de manera completamente subconsciente e irresistible le llame contaminación psicológica.
- ¿Quieres decir que la gente se a estado volviendo loca últimamente?
- Mira, no se si tiene que ver algo con el eclipse y la leyenda Equestriana de Nightmare moon pero desde ese día las cosas no han vuelto a ser las mismas.
- Tiene mucho sentido analizarlo desde ese punto de vista - continuo mirando el reporte por un par de minutos y cada ves se le veía mas sorprendido por lo que encontraba en él - esto es raro, ¿que pasa entre Frank Sutler y la gobernante de las tierras del desierto?
- Tienen un trato en el que ellos usan su tecnología para explotar todo el petroleo de la zona a cambio de unas cuantas cosas, pero el tema esta en que el gobernador se ha mostrado muy abierto en cuanto a sus demandas a tal punto que todos sus asociados lo han tachado de irresponsable.
- Y si que esta bastante suelto, le pidió gran parte del armamento incluido vehículos de transporte, una pequeña porción del territorio de este país y también menciona un acuerdo secreto que ya esta firmado por ambos pero su contenido se desconoce al publico... ¿quien es esta mujer y como le hizo para persuadir tan fácil y rápido a un hombre tan oscuro e inescrupuloso como él?
- Estuve buscando información en la red, ¿adivina que me encontré?... si revisas unas cuantas hojas hacia atrás te darás cuenta - el hombre corrió unas cuantas paginas y su rostro cambio a uno de sorpresa extrema al encontrarse con una fotografía adjunta a una hoja con información.
- ¿Crysalis?
- La misma.
- Pero su contraparte Equestriana fue asesinada.
- King Sombra también fue asesinado y tiene una contraparte de todas formas... dime la verdad ¿se tomaron la molestia o no de estudiar ese maldito espejo?
- Para ser sincero toda la información que tenemos son conjeturas ya que solo tuvimos contacto con él una vez y en ese momento no era de importancia por lo que no le prestamos la atención adecuada, son los únicos datos que tenemos.
- Y esa información... ¿de hace cuanto tiempo estamos hablando exactamente?
- Mil años aproximadamente - Cybrian lo miro por unos segundos sin decir nada con la misma expresión de siempre.
- Creo que ya sabes lo que te voy a decir, tienes suerte de que no pueda sentir ira.
- ¿Sabes que? Olvídate de todos los datos acerca del espejo, después de todo ya fue destruido, tenemos que concentrarnos en lo que esta pasando ahora, Crysalis esta manipulando al gobernador de alguna manera.
- ¿Tal ves esta usando magia?
- Es imposible, la magia no existe en este mundo.
- No existe la magia de los unicornios, pero mira lo que encontré un día vagando por una biblioteca - Cybrian volvió al escritorio y saco un libro negro que tenía el símbolo de un pentagrama y unas letras rojas en algún lenguaje indescifrable - ¿reconoces esta cosa?
- Déjame verlo - el hombre tomo el libro y comenzó a ojearlo, su mirada iba cambiando cada ves mas de asombro a temor - es imposible, ¿por favor dime que no intentaste hacer nada de esto?
- Tengo un mecanismo de la armonía - dijo mostrandole su reloj de bolsillo dorado - ¿para que diablos quiero ensuciarme las manos con esa basura si tengo un artefacto que nos permite hacer magia a los humanos de la misma forma que un cuerno le sirve a un unicornio? Aunque tiene que recargarse cada ves que hago un hechizo.
- Estos conocimientos son terriblemente oscuros y antiguos, casi demoníacos, no tenía idea de que los humanos de este lado del espejo tenían este tipo de cosas, luego tengo que hablar con mis superiores al respecto, la situación es mas complicada de lo que pensé - cerro el libro y volvió a tomar el reporte - ¿dice algo aquí sobre las portadoras?
- Esta en la primera pagina.
El hombre leyó rápidamente el reporte ya que este era de una sola pagina, luego frunció el ceño y se saco el sombrero pasándose las manos por la cabeza y la cara en señal de fastidio.
- ¿Esto es todo?... No hay ninguna señal acerca de la Bondad, de la Honestidad, Generosidad y Risa se sabe que están encerradas en un manicomio privado, la Magia fue capturada por los terroristas junto con la Lealtad y ahora se encuentra encerrada en alguna parte de una gigantesca mansión un tanto alejada de la ciudad, no hay señales de la Lealtad luego de su secuestro, se sabe que nunca llego a su destino.
- Si... eso es todo.
- Esto es muy poco, ¿en serio no has podido localizar a la Bondad en ningún lugar?
- Ya te lo dije, habían mas de diez helicópteros vigilando, apenas pude grabar la captura del resto de las portadoras, si no fuera por el ataque de los terroristas podrían haberme descubierto.
- De todas formas no es nada, tampoco tenemos datos sobre la Lealtad, lo único que sabemos es que la Magia, Generosidad, Honestidad y Risa están con vida y aparentemente se están asegurando de eso, no hay datos sobre la seguridad ni la estructura de los sitios en los que se encuentran, o al menos a que organismos pertenecen, ¿como se te pueden escapar detalles tan importantes?
- Con el debido respeto que te tengo por ser mi superior, debo recortarte quien fue el que me mando solo a esta misión considerando el peligro que corría por aquí y es mas, teniendo en cuenta que todo se iba a ir al demonio en cualquier momento - la mirada de Cybrian cambio a una de fastidio - e juntado mas información solo de lo que un escuadrón entero podría haber conseguido, todo lo que tienes en tu escritorio en este momento es gracias a mi - se detuvo por unos segundos para ver la hora en su reloj de bolsillo - me prometiste refuerzos y hasta ahora la única ayuda que he recibido a sido de un fugitivo, Octava del Alma me ha sido de mas ayuda que todo lo que me has dado y eso que ya ni siquiera forma parte de la orden ni parece tener intenciones de volver - el hombre de piel azul se levanto de su asiento y camino hasta la ventana.
- Así que... ¿quieres refuerzos?
- Quiero que cumplas tu promesa, ¿o pretendes que yo solo me haga cargo de Frank Sutler, Crysalis, Mislead Appear y quien sea el loco o loca que vive en esa gigantesca mansión?
- Que llorón eres Corazón Mecánico - una voz femenina se escucho desde el segundo piso, Cybrian volteo su mirada hasta las escaleras donde una joven de 17 años aproximadamente bajaba hasta quedar en frente suyo, se frotaba los ojos y tenía el pelo algo alborotado, aparentemente acababa de despertar - ¿así que tu eres el famoso Reloj del que tanto hablan? ¿es cierto que tus deducciones son tan exactas que incluso puedes llegar a leer los hilos del destino? - el joven de piel gris la miro por unos segundos, su piel era de color rojo pálido y su cabello rubio y ondulado, vestía una blusa de manga corta color guindo, una falda de color café y unas botas negras.
- ¿Quien eres tu? - dijo con frialdad sin apartar su mirada de la extraña - ¿y quien te dio permiso para llamarme así?
- Mi nombre de pila es Espíritu en Llamas, pero puedes llamarme Grace Hicks, todos lo hacen, estoy entrenada en el sector de inteligencia.
- Otra mas que se pone un nombre alternativo - ahora miró al hombre piel azul que estaba parado frente a la ventana de brazos cruzados y sonriendo - te pedí refuerzos y tu me mandas a una novata del sector de inteligencia.
- ¡Oye! No me subestimes - Grace se puso a unos centímetros de distancia de Cybrian, sus ojos color azul zafiro se conectaron por unos segundos con la mirada muerta del joven ya que eran prácticamente del mismo tamaño y un escalofrío recorrió su espalda - va... vaya... que frío... no te dicen corazón mecánico de juego.
- Tranquilo - el hombre del sombrero camino hasta el sillón donde estaba su saco marrón y se lo puso - ella tiene 8 años de experiencia en el campo de la investigación, es mucho mas vieja de lo que parece - ese comentario hizo enfurecer un poco a Grace que simplemente se cruzo de brazos - recuerda que a nosotros no nos afecta el paso del tiempo, por cierto... también esta entrenada en el sector médico.
- ¿Esta entrenada en dos sectores? ¿Y sabe usar un arma? ¿Por lo menos un cuchillo?
- Ella no pertenece al sector de defensa - Cybrian lo miro con desconfianza pero el hombre simplemente volvió a sonreír y saco su teléfono celular - cálmate un poco y confía, el resto del equipo ya esta posicionado - marco un numero en su celular y espero que contestaran.
En un callejón abandonado un hombre delgado de piel roja y cabello negro estaba durmiendo en una esquina pero se despertó de golpe al escuchar el sonido de un celular.
- ¿Ahora donde estoy?... ¿soy un humano? genial - dijo frotándose la cabeza y observando su ropa, vestía un saco negro y unos pantalones color crema, comenzó a buscar el teléfono y lo encontró en su bolsillo - ¿Hola?
- ¿Que hay de nuevo Voz del Fuego? ¿Aun estabas durmiendo?
- Señor... ¡Ya le dije que me llame Hard Knocker! ¡Detesto las formalidades!
- Esta bien tranquilo, escúchame claro, soy el Observador numero 77 y estaré a cargo de esta misión, muy pronto conocerás al resto del equipo pero ahora necesito que vayas a una dirección.
- Lo escucho - se dio unos cuantas palmadas en la cara para terminar de despertarse y salio del callejón, observo todo a su alrededor como si fuera nuevo para él.
- Hay un manicomio privado al que quiero que le hagas una visita, con tus habilidades de infiltración y tus conocimientos sobre magia para usar el mecanismo de la armonía no creo que tengas muchos problemas.
- Esta chatarra me falla de ves en cuando - dijo sosteniendo un reloj de bolsillo similar al de Cybrian pero de color negro con su mano libre - casi me matan la ultima vez.
- Es porque no esperas a que recargue su energía, tienes que estar atento a todo Hard.
- Lo tendré en cuenta.
- En unos minutos te enviare las coordenadas, estate atento, una ves que llegues ahí quiero que te mantengas cerca y luego espera mis ordenes.
- Esta bien.
- Hablaremos luego - el hombre del sombrero negro colgó el teléfono y marco otro numero - ¿Hola?
Un joven de piel amarillo y cabello marrón estaba corriendo en medio de un bosque, vestía unos pantalones negros y una chaqueta marrón.
- Señor - paro de correr y contesto el celular.
- Saludos Resplandor Crepuscular... ¿o prefieres que te llame Shiny Blaze? - en la habitación al escuchar eso Cybrian Spear se llevo una mano a la cara.
- Solo dígame Blaze.
- Esta bien Blaze, supongo que ya estas acostumbrado a esto, soy el Observador numero 77, dime ¿que tan lejos estas de la ciudad?
- Aun bastante, llevo casi dos horas perdido en este bosque, creo que desperté en el lugar equivocado.
- Nunca se aparece en el lugar equivocado, necesito que vayas a un sitio muy importante.
- Donde ¿Fuera de la ciudad?
- No exactamente, solo en un punto algo alejado, voy a enviarte las coordenadas en unos minutos, es una mansión, necesito que observes todo lo que puedas desde fuera, debe de estar plagada de cámaras de vigilancia así que se lo mas sigiloso que puedas para que no te descubran, se que puedes hacer eso, ten cuidado, no sabemos que es lo que pasa ahí dentro ni a quien le pertenece.
- Recibido.
- Y algo mas, te necesito aquí al amanecer tengas la información que tengas, así que aprovecha el tiempo que te queda.
- No hay problema - dijo observando unas luces a lo lejos - creo que estoy cerca.
- Ten cuidado, mejor espera a que te envié las coordenadas exactas antes de actuar, nos vemos mañana - colgó el teléfono.
De vuelta en la sala los tres estaban en silencio total y el hombre de piel azul ya estaba apunto de retirarse pero Cybrian se paro en frente de la puerta.
- Aun no me has dicho quienes son esos dos.
- Creí que no te importaría, Voz del Fuego es del sector de defensa y Resplandor Crepuscular de inteligencia.
- Veo muchos cerebros y pocas armas, si lo que planeas es organizar un rescate espero que tengas algo mas que ofrecer.
- Ahora estas algo impaciente - se volvió a acomodar el sombrero - la verdad hay dos agentes mas del sector de defensa y de los mejores, creo que a uno de ellos lo conoces muy bien - Cybrian aparto la mirada y subió las escaleras encerrándose en su habitación mientras Grace solo lo miraba extrañada - tranquila, seguramente fue a revisar el papeleo - abrió la puerta y estuvo a punto de irse.
- ¡Oye espera! ¿Acaso me voy a quedar aquí con este tipo?
- En realidad me gustaría que le enseñaras algunas cosas mas sobre el sector en el que están ambos, ya sabes... para orientarlo un poco, solo abrígate cuando hables con él, podrías morir congelada - dijo riendo sarcásticamente.
- ¿Como que enseñarle? ¿Cuantos años tiene él en el sector?
- Es nuevo, empezó el año pasado.
- ¡Y con un año de experiencia lo mandaste a un sitio tan peligroso! ¿No estas siendo un poco... o mejor dicho bastante irresponsable?
- Para empezar yo no decidí nada, él despertó en este lugar y lo único que estoy haciendo es orientarlo como corresponde por ser su maestro... además, lo conozco desde hace un tiempo, se que esta preparado, ahora tengo que irme - dijo mirando su reloj de bolsillo - el tiempo es oro - cerro la puerta y Grace corrió a abrirla pero al hacerlo ya no había ningún rastro del hombre.
Ya eran las 11 de la noche en ese mundo, la luna estaba cubierta por algunas nubes pero se le podía ver brillar con fuerza mientras las calles seguían vacías y algunos militares hacían guardia o perdían el tiempo entre ellos. En uno de los parques tres soldados estaban jugando al tiro al blanco mientras se emborrachaban y trataban de dispararle a las botellas vacías.
- Vamos... - dijo uno de ellos sosteniendo su arma y tratando de mantenerla firme con dificultad por los efectos del alcohol - solo un poco mas.
¡BANG!
La botella estallo en mil pedazos y los tres soldados estallaron en gritos de victoria mientras seguían tomando.
- No puedo creer que lo hayas logrado eres un maldito genio.
- Les dije que podía darle a un pájaro en medio de una tormenta de arena, esto no es nada para mí.
- Es mi turno - otro soldado termino su cerveza y dejo la botella en el piso y se alejo mucho mas de lo que lo había hecho su compañero.
- Nunca lo vas a lograr, se nota que estas ebrio.
- ¡Cállense y observen!... Les juro que esto los va a sorprender - el soldado levanto su rifle pero antes de que pudiera si quiera tener la botella en la mira esta exploto sin que se escuchara el ruido del disparo - ¿que?
- Oye... ¿Como diablos hiciste eso? - sus dos compañeros se acercaron a ver y luego saltaron de alegría al igual que la ultima vez - ¡ahora si que me saco el casco, cambie de opinión tu eres el maldito genio!
- Si... eso creo - el militar solo se rasco la cabeza y miraba su arma confundido.
En la cima de un edificio muy alto se asomaba el cañón de un rifle sostenido por un joven de piel crema y cabello castaño, guardo el arma y se paro a centímetros del borde observando el gran panorama que ofrecía la altura.
- Creí que no te gustaba desperdiciar las balas Ojos Rápidos - una voz se escucho detrás de él y al voltearse vio a otro joven de piel blanca y cabello gris que era cubierto por un sombrero de vaquero marrón, vestía un saco que hacía juego perfectamente con el sombrero y unos jeans negros - aunque me parece excelente que te diviertas de ves en cuando.
- Por lo que he escuchado vamos a hacer una locura muy arriesgada, como siempre - dijo limpiando el cañón de su arma - así que aprovecho para divertirme ahora ya que tal ves no tenga la oportunidad de hacerlo de nuevo, son los riesgos de formar parte del sector de defensa.
- ¿Por que siempre eres tan pesimista? - dijo apoyando los codos sobre el borde de la azotea y levantando un poco el sombrero dejando ver su rostro - sonríe viejo, la vida es una - le regalo una sonrisa honesta y luego miro al cielo viendo como las nubes se disipaban dejando ver a la luna en todo su esplendor.
- No lo fue para nosotros, después de todo ya estamos muertos y olvidados, ahora somos solo unos extranjeros en cualquier lugar que visitemos.
- Esa no es excusa para convertirte en un amargado - saco un pequeño frasco con un liquido amarillo dentro y abrió la tapa - la luna tampoco esta sonriendo - se tomo el liquido de un trago - esta triste porque su luz se a apagado.
- ¿En serio? - el otro joven miro a la Luna extrañado - yo la veo bastante brillante.
- La luna refleja la luz del sol, sin un sol que brille ella también deja de brillar.
- Pero... aquí también hay un sol - el joven de piel blanca solo sonrió.
- No creo que lo entiendas - se volvió a acomodar el sombrero tapando su rostro.
- Tu... estas loco - dijo lanzando una risa nerviosa.
- Tal ves si... o tal ves solo puedo ver otras cosas, ¿quien sabe?
- Se nota que pasas mucho tiempo con ese tipo con sombrero de mafioso que tenemos por jefe, ya se te esta pegando lo suyo... por cierto, aun no me has dicho ¿que es esa cosa que tomas todos los días?
- Es solo una medicina.
- ¿Estas enfermo?
- Todos tenemos algún tipo de enfermedad y tratamos de ocultarla, desgraciadamente yo también estoy en esa lista.
- Veo que no quieres hablar de eso, esta bien, lo respeto - se puso de pie y se quedo mirando el panorama.
- ¿Aun lo extrañas cierto?
- ¿Que cosa?
- Tu antiguo hogar, tu antigua vida.
- Llevo 30 años en este trabajo, mas que suficiente para olvidarme de todo.
- No es bueno negar las emociones, podrías terminar matando tu corazón, como un viejo amigo que estamos apunto de conocer.
- ¿Conoces a alguno de esos cuatro con los que vamos a trabajar?
- Así es, fue por corto tiempo ya que nos cruzamos una ves y trate de enseñarle algo de defensa pero digamos que hay personas que definitivamente no están hechas para pelear, al menos aprendió muy bien a usar los cuchillos.
- Que curioso, ¿como se llama?
- Su nombre de pila es Corazón Mecánico pero el jefe lo llama Reloj, aunque se molesta cuando le dicen así.
- La mayoría se pone un nombre propio ya que eso de andar suplantando identidades falsas es bastante molesto.
- Él es alguien que no conoce la alegría ni la tristeza, solo el cansancio y la amargura, estoy seguro de que se van a llevar muy bien.
- Ni la alegría ni la tristeza ¿acaso es eso posible?... por cierto - miro a su compañero con desconfianza - ¿Eso ultimo fue un insulto?
- Ja! No lo fue, es lo que espero que pase.
- ¿No hay forma de sacarte esa tonta sonrisa del rostro no?
- ¡Para nada! - dijo acomodándose el sombrero y saltando parándose en el filo de la azotea, sacó dos pistolas antiguas Colt Peacemaker y apunto con una a la luna, tomo aire y grito a todo pulmón - ¡PREPÁRATE OSCURIDAD! ¡PORQUE LIGHT Y SWIFT ESTÁN AQUÍ Y VAMOS A TRAER LA LUZ DE VUELTA A ESTE MUNDO!
- Si que estas loco Light - dijo Swift sin poder evitar reír por la gracia de su peculiar amigo.
El grito de Light se escucho hasta la calle donde el mismo hombre que hace unos instantes estaba en la casa de Cybrian estaba parado frente a un poste sosteniendo su maletín negro lejos de la vista de los ebrios militares.
- Ahí va de nuevo el tipo mas raro que e tenido bajo mi protección durante 10 años, siempre encontrando la forma de sacarle una sonrisa a los demás - dejo el maletín en el suelo y saco su reloj de bolsillo dorado y lo abrió dejando ver una foto familiar en la que se veía a un poni terrestre azul claro junto a una pequeña unicornio blanca que trataba de quitarse un sombrero negro que cubría toda su cabeza - Estar en la orden de los cuentistas es un trabajo triste, vivir atrapado en la eternidad sin presente, pasado ni futuro, sin un lugar donde vivir que no sea a donde nos lleva el viento, sin nombres o identidades mas que las que muestran nuestros registros, obligados a olvidar y ser olvidados, ser un extranjero en todos los mundos en los que despertamos, todo eso es difícil y sobretodo confuso para muchos, el solo hecho de quedarse dormido sin saber en donde y cuando vamos a despertar ya es bastante - guardo su reloj y tomo el maletín - bueno... me quedan unos cuantos segundos aquí, es hora de ir a... quien sabe donde - un viento huracanado paso al lado del hombre y la luz del poste comenzó a parpadear sin control hasta que explotó en un flash que solo duro un segundo pero después de eso el hombre ya no estaba ahí.
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NA: Ese vendría a ser el tema de cierre del segundo acto, solo lo tienen que copiar y pegar en youtube, de ahora en adelante lo voy a agregar al final de cada capitulo. Si quieren saber un poco mas acerca de los extranjeros les recomiendo pasarse por el one shot "Despierta Extranjero" que pueden encontrar en mi perfil de fanfiction, es un pequeño relato para aclarar algunas dudas acerca de la orden de los cuentistas y la forma en la que se manejan. Gracias por leer y nos vemos en el próximo capitulo.