Hola lector o lectora :D, les traigo esta historia que solía escribir en mi celular cada día. Me inspiré en el fanfic de My Little Dashie, algo obvio.

Por cierto, la página fue encontrada en la página "fanpop", búsquenla en Google

My little Derpy

Yo vivo mi día, un día a la vez, una buena parte de esos días no se presentan eventos, he llegado a caer incluso en la misma rutina: Despertar, dormir otra vez, despertarme, golpear el reloj para que me deje en paz, trabajar como cartero entregando cartas a las empresas que ahora ocupan mucha parte de la ciudad abandonada, comprarme un nuevo reloj alarma, dormir. Todo el tiempo estoy tratando de olvidar aquel momento en que lo perdí todo, ¿Pero cómo hacerlo? ¿Cómo olvidar a aquella persona que me trajo tantas alegrías, aquella que me amaba con todo el corazón? Ella me hacía tan feliz cuando estaba conmigo, ella me quería, me escuchaba y me daba su apoyo siempre, ella era tan bonita, recuerdo todo de ella como si hubiera sido ayer que la vi. Sus hermosos ojos verdes, su sedoso cabello café, su sonrisa tan resplandeciente, aquella mujer de la que me enamoré desde hace mucho fue mi ex -prometida, Mary. Sé que ella sólo quería lo mejor para mí, y yo quería también lo mejor para ella, pero ahora, desde que ella murió, he tenido cada vez menos energías para vivir el día a día. Era la única persona que me escuchaba, la única persona que me quedaba. Ahora, ahora he tenido que arreglármelas viviendo solo, y es un tanto más literal de lo que parece, no es muy lindo vivir en un pueblo abandonado y moribundo, lleno de basura en las calles y lejos de todo. Quisiera irme de este lugar, irme a cualquier otro sitio donde haya más gente, un lugar donde haya más plantas y arboles, pero lo que pasa es que no tengo dinero suficiente para mudarme, por lo que me he resignado a vivir aquí como el último habitante del pueblo. Una cosa que me ha ayudado a seguir con un poco de energía cada día es "My Little Pony: La magía de la amistad", sus personajes tan coloridos, tan unidos, tan alegres que son y sus lecciones de vida es lo que me ha mantenido con cierta alegría, bueno, además de mi moto, cuando estoy deprimido, suelo pasear en mi moto. Mi moto se ha convertido en una especie de consuelo para ayudarme a vivir feliz. Aún así, a veces quisiera entrar a ese mundo tan feliz y lleno de donde viven los ponis, donde todo es felicidad. Pero para mí desgracia es imposible. Si me preguntaras por mi pony favorita, te respondería que Derpy,¿Por qué ella? Pues me parece muy tierna su forma torpe de comportarse, es tan tierna con sus ojos bizcos, me he llegado incluso a identificarme con ella, debido a que cuando veo en internet cosas del fandom me encuentro con historias de ella siendo rechazada, inadaptada, y todo por aquel defecto que tiene en los ojos, lo peor es que en el mundo real, también hay niños que están siendo tratados de la misma manera. De niño tenía la fantasía de viajar por el mundo ayudando a aquellos niños con su discapacidad, pero perdí aquel sueño después de que vi la cruda realidad de la vida, para hacer eso, una persona necesita mucho dinero, y yo apenas puedo mantenerme a mí mismo.

Una noche cuando salía de mi trabajo como cartero, y los luminares iluminaban las calles de asfalto, salí de la oficina de correos, subí a mi moto y me puse mi casco, decidí cambiar la ruta por la que siempre pasaba, para hacer algo un poco diferente ese día, al pasar por la esquina de la calle del lugar donde trabajo, miré por el rabillo del ojo una caja de cartón moviéndose y moviéndose hasta caer, decidí usar el freno para detener mi moto y mirar fijamente, cuando pude verlo claro, simplemente no podía creerlo, lo que salió de ahí fue una Derpy de al parecer 3 años. Cuando la caja cayó, ella solo sonrío, y yo me quedé mirándola, mi corazón explotó de emoción y ternura, pero, ¿Cómo es esto posible?, ¿Qué hacía ella aquí? ,¿Cómo termino en una caja?, y ¿Y qué hacía ella en esa edad? Decidí quitarme mi casco, estacionar mi moto e ir hacia ella y preguntarle si sabía algo, pero obviamente no me respondió, cuando le preguntaba esto, ella solo sonreía mirando a la nada, o donde sea que estuviera mirando, pues su ojo derecho miraba hacia un lado y el izquierdo para otro, después parpadeaba y sus ojos miraban a direcciones opuestas de las que estaban antes, curioso. Tenía la conciencia de que vendrían algún día por ella, así que decidí cuidarla por mientras, después de todo, no es que se vaya a quedar tanto tiempo.