Lazos de sangre.

Capítulo 6. A través de la ventana.

Era de noche en Ponyville, Lúthien se encontraba recostada en su cama, mirando el techo mientras al mismo tiempo pensaba en infinidad de cosas, los últimos días ha intentado olvidarse de su pequeño accidente en la escuela, desde entonces Lúthien se ha mostrado un tanto insegura y temerosa sobre si volver o no a la escuela, su madre le dijo que lo mejor es que se tome algunos días para que pueda descansar y olvidarse de su incidente, pero pese a que casi han pasado dos semanas, ella nunca olvidara ese vergonzoso incidente.

Era un día como los otros, no parecía que nada malo le fuese a pasar a la potrilla, antes de ese suceso, ella se la estaba pasando muy bien con los demás potrillos, riendo y jugando hasta que de repente sucedió, antes de que ella pudiera percatarse de que es lo que había pasado, una niña de su edad había resbalado, todos estaban confundidos, al principio se creyó que era un charco de jugo de manzana, pero el penetrante y característico aroma termino delatándola, eso y también que su entrepierna estaba mojada, y aun brotaba un poco de orina de esta, lo siguiente que paso, fueron las burlas de todos los potrillos sobre de ella.

Ya han pasado varios días desde ese pequeño incidente, ella no ha podido sacárselo de la cabeza, y este la atormenta, luego de la visita a la hija de Celestia, Lúthien pudo olvidarse de su incidente, pero al regresar a casa, esos recuerdos la comenzaron a atormentar con más fuerza que nunca, y más porque ella, pese a lo sucedido aun quiere ir a la escuela, pero estos recuerdos la golpean en lo más bajo, haciéndola dudar, y planteándole la idea de nunca regresar a clases, quería tener amigos, pero tampoco quería que se burlaran de ella, sabe que si nunca sale de su casa nunca tendrá amigos, pero sus temores a ser la burla de los demás la someten, haciendo que entre en una terrible confusión y depresión.

Twilight a intentado animarla, y aunque esta parece presentar mejoría, la verdad es que Lúthien solo aparenta estar mejor para no preocupar a su madre, en el fondo sigue estando destrozada y confundida.

-¡nunca podre tener amigos de verdad!-pensaba ella con gran cólera en su alma, mientras entierra su rostro contra la almohada - ¡yo solo quería tener amigos, pero ahora todos se burlan de mi… si salgo de aquí solo se reirán de mí!- piensa ella mientras se hace bolita entre las cobijas, y daba un grito a través de la almohada para que este no se escuche tan fuerte, ella sentía ganas de llorar, pero era incapaz de hacerlo.

En eso se escucha un crujir de unas ramas secas provenir de fuera, Lúthien al principio creyó que se trataba de su imaginación, pero en eso algo golpea su ventana, esta se levanta de la cama y se dirige a la ventana, parado se encontraba un poni encapuchado, Lúthien se le queda mirando, una mescla de confusión y miedo la dominaron por un momento, el poni encapuchado levanta su casco y saluda a la potrilla desde su lugar, aun parado a varios metros del castillo de la armonía.

El poni se queda inmóvil por varios minutos, mirando en dirección hacía con Lúthien, y esta última se le queda mirando con curiosidad, pero en eso se escucha un ruido dentro del castillo, Lúthien se dirige inmediatamente a la puerta y ve a Spike en el pasillo dirigiéndose como de costumbre a la cocina por un bocadillo nocturno, una vez que este baja las escaleras Lúthien regresa a su ventana, pero el poni había desaparecido. Lúthien le contó lo sucedido a su madre al día siguiente, pero esta creyó que se trataba de un sueño. De igual forma esa misma noche Lúthien se quedó a un lado de su ventana esperando ver de nuevo a ese poni encapuchado, pero por más que lo espero este no apareció.

Pasaron algunos días hasta que ella volviera a ver a ese poni, justo cuando empezó a creer que se trataba de solo un sueño, justo como le decían Spike y su madre, nueva mente apareció ese poni encapuchado, y las siguientes tres noches el poni se aparecía cada vez un poco más cerca del castillo, si antes se encontraba a varios metros, ahora solo estaba unos cuantos pasos de la entrada principal. Hasta que….

Era una noche como las demás, Lúthien como siempre después de que su madre la recostara, esta salta de la cama una vez que todas las luces del castillo se han apagado y corre a la ventana y espera a que aparezca el poni encapuchado, y aunque en más de una ocasión ha visto al poni haciéndole señas de que esta salga, Lúthien pese a que ya no le tiene miedo, sigue sin ser tan ingenua como para hacerle caso, sin embargo esta noche fue diferente, esta noche el encapuchado apareció y se dirigió caminando lentamente hasta la puerta del castillo, cosa que nunca antes había hecho, antes se le ha visto un par de pasos más cerca, pero esta vez el caminaba directo al castillo cosa que sorprendió un poco a la potrilla, pues el poni siempre se mantenía inmóvil en su sitio. El poni se dirige a la puerta, algo que llamo la atención de la potrilla era que mientras más se acercaba a su casa este empezaba a moverse cada vez más tieso y lento, como si le costara trabajo seguir avanzando, una vez que este llega a la puerta saca algo de su capucha y lo deja en la puerta, acto seguido se retira desapareciendo en la oscuridad de la noche.

Lúthien se mostró algo inquieta y curiosa por lo que él había dejado en la puerta de su casa, por lo que luego de pensarlo un rato decidió salir corriendo y bajo rápidamente hasta la entrada, una vez hay, esta se detuvo de súbito y miro por una ventana, no había nadie a su alrededor o por lo menos eso parecía, pues la ventana estaba en un ángulo que no le permitía ver todo lo que está a su alrededor. Lúthien abre sus pequeñas alas y vuela hasta el ojo de la puerta y ve por ahí el exterior, pero no había nadie, luego intento ver por ahí mismo lo que este había dejado, pero solo pudo distinguir algo pequeño, pero la oscuridad no le permitía distinguir bien que es lo que era.

-hay... no alcanzo a ver... ¿que será? ¿Que será? - pensaba Lúthien, esta estaba muy inquieta y curiosa por ver que es lo que era lo que estaba al pie de su puerta, pero algo en ella le decía que no abriera la puerta, y al mismo tiempo otra parte de ella ya no podía aguantar las ganas de abrir la puerta y ver qué es lo que el encapuchado le dejo.

-ya no lo resisto más... ¿que será?- dice ella entre dientes.

Finalmente Lúthien se arma de valor y abre la puerta, lo que ve la deja aún más confundida, pero al mismo tiempo hizo que una sonrisa se dibujara en su rostro, pues lo que estaba al pie de su puerta, sobre el tapete que decía "bienvenido" era un peluche de conejito, Lúthien se le queda mirando por un rato y luego decide tomarlo, aunque con cuidado y sigilo como si este fuera a hacerle algo, ella toma el peluche, con los ojos cerrados y luego los habré.

-es…. solo un peluche…. Un peluche común y corriente….- dice Lúthien suspirando y dándole una sonrisa- ¡hay está muy bonito y suavecito!- dice abrasándolo fuertemente.

-¡Gracias!- dice ella asomándose por la puerta pero no había nadie, por lo que esta sale de su casa, y da unos pasos hacia afuera, volteando en todas direcciones, buscando al encapuchado, pero este ya no se encontraba.

-ya... ya se fue...- dice Lúthien poniéndose un poco triste- bueno...- dice viendo el peluche un tanto extrañado.

-¡eres muy bonito!- dice ella abrasando fuertemente a el peluche.

- Lúthien ¿Qué haces aquí?- se escucha.

Lúthien da un pequeño grito de sobresalto y mira atrás de ella encontrándose con Spike al pie de la entrada, con los brazos cruzados y mirándola con seriedad.

-son las 2:00 de la noche…. Es muy tarde para que tu estés aquí jovencita- dice Spike con seriedad.

-bue… bueno….yo… yo…. - dice Lúthien apenada.

-entra ahora, no debes estar afuera, y menos a estas horas- dice Spike con severidad.

-bueno...voy- dice ella avanzando lentamente hacia él.

- es muy tarde, ¿no se supone que debes estar en la cama jovencita?- dice Spike con severidad.

-si... lo... lo siento.. Es solo que... ¡hollé! Spike ¡Tú tampoco deberías estar aquí!- dice Lúthien al entrar en cuenta que él también estaba despierto.

-a bueno… yo…. Yo creí escuchar algo y vine a ver qué pasaba- dice Spike a la defensiva- ¡se supone que debes estar en la cama!-

-entonces… ¿porque tienes la boca manchada con un bigote de leche y migas de galletas?- dice Lúthien- mami dijo que ya no comieras nada fuera de comidas, y menos dulces-

-a bueno…. Yo no le digo nada si tu no dices nada- dice Spike dando una risa nerviosa.

-okei…- dice Lúthien chupándose el casco mientras miraba hacia afuera.

-¿de dónde sacaste ese conejo de felpa?- dice Spike extrañado.

-me lo regalo mi amigo- dice la potrilla.

-¿creí que ya habíamos quedado que fue solo un mal sueño?- dice Spike con seriedad.

-no fue un sueño, si bien no apareció por un tiempo…. los últimos días él ha aparecido otra vez fuera de mi ventana… ¡creo que me está invitando a jugar con el!- dice Lúthien-

-okei esto ya me preocupa un poco- piensa Spike- ve a tu cuarto- dice con seriedad.

-¿Por qué estás enojado?- dice Lúthien con tristeza.

-no lo estoy… solo ve a tu cuarto es tarde- dice Spike.

-bueno…- dice la potrilla con sumisión, esta se aleja de Spike subiendo las escaleras lentamente.

Spike quien tenía un mal presentimiento se asoma por la puerta, pero no había nadie según parecía. Por lo que con sigilo sale del castillo para intentar ver algo, con cada paso que daba este titilaba más y más, pues sentía algo de miedo, este mira en todas direcciones y contiene la respiración en caso de que se encuentre con algo, para así, escupir su fuego contra lo que sea que se le aparezca de repente.

-parece que no es nada…. Okei… es mejor que regrese- piensa Spike mientras va de regreso.

-hola Spike, cuanto tiempo sin verte- se escucha, Spike se da media vuelta rápidamente, sobresaltándose al ver frente a él al poni encapuchado.

-no has cambiado nada- dice el encapuchado con un tono siniestro, Spike da un grito y sale corriendo de regreso al castillo. Pero frente a el aparece el encapuchado.

-wow, te has vuelto más rápido- dice el encapuchado con un tono burlón.

-¿Quién eres?- dice Spike titilando del miedo mientras intentaba levantarse. Spike quien ahora lo tenía más de cerca pudo notar como la capucha del poni estaba manchada por sangre, cosa que solo atemorizaba más al joven dragón.

-eso ya no importa, jeje, solo quiero que le des un mensaje de mi parte a Twilight- dice el encapuchado, y en eso Spike pudo notar , solo por un breve instante (pues la capucha le tapaba el rostro al poni) este logro distinguir como unos largos colmillos que sobresalían de su boca al hablar.

-¡Spike que haces afuera!- se escucha, ambos voltean y ven a Lúthien quien los miraba desde la ventana, en eso Spike aprovecha y escupe una bocanada de fuego contra el encapuchado, y corre hasta la puerta lo más rápido que puede y la cierra de golpe, Spike se coloca tras la puerta respirando frenéticamente y luego se asoma por una ventana y ve al encapuchado aun parado justamente en donde estaba hace poco, aun con algunas llamas prendidas en su capucha, y a este no parecía importarle, pues al poco tiempo las llamas se apagan por si solas.

El encapuchado se queda parado frente a la casa por un rato más, Spike estaba paralizado mirando por la ventana, sentía como su corazón latía a mil por hora. El encapuchado finalmente se da media vuelta y se retira sin antes hacer una seña de despedida, pero no a Spike, si no a Lúthien, quien aún estaba mirando por su ventana, y la potrilla inocentemente le devuelve la seña de despedida.

-¡Gracias por el conejito!- dice Lúthien con alegría.

-¡Tengo que decirle a Twilight lo que paso!- dice Spike y sale corriendo en dirección a la habitación de Twilight.

Mientras tanto desde las sombras de la calle el poni encapuchado aún seguía vigilándolos.

-creo que ya lo hice esperar demasiado… es hora de llevar a cabo mi plan, mañana será una gran noche- piensa el encapuchado, y en eso este se desliza por las sombras de Ponyville, hasta llegas a las afueras, donde se encontraba una base de los guardias que están a cargo de proteger Ponyville desde hace 6 años dados.

Ahora siendo la mitad de la noche, solo había un número muy limitado guardias reales activos, dado a que todos estaban en sus casas durmiendo, y solo se encontraban los que hacían guardia de las instalaciones y de los presos que se encontraban encerrados hay. Eran muy pocos los guardias que se encontraban en esta instalación y en su mayoría estaban un tanto somnolientos o incluso dormidos en pleno trabajo.

-llego mi hora- dice el poni apareciendo frente a los guardias, los guardias que vigilaban la entrada se sobresaltan al verlo aparecer frente a ellos, pero casi al instante asumieron que se trataba del efecto del cansancio que los dominaba.

-pero que…-

-¿quién eres tú?-

-No deberías estar aquí-

-hola… ustedes guardan hay algo que me gustaría que me dieran si no es mucha molestia- dice el encapuchado.

-¡será mejor que te vayas de aquí!-

-la verdad, yo creo que ustedes deben irse de aquí- dice el encapuchado.

-¡te lo advertimos!- dice otro guardia apuntándolo con su lanza.

-jeje, como ustedes quieran- dice el encapuchado y en eso desaparece entre las sombras frente a los ojos de todos.

-¡¿dónde está?!-

-¡desapareció!-

-imposible… es un truco-

-miren detrás de ustedes- se escucha tras de ellos, todos los guardias voltean y ven al poni encapuchado tras de ellos, los guardias atacan, pero este esquiva la primera oleada de lanzas y es entonces que este saca unas vendas manchadas con sangre con las cuales somete a un primer guardia amarrándose en sus cascos, este cae cuando el encapuchado tira de las vendas ensangrentadas. Los otros dos intentan llegarle por la espalda, pero el encapuchado tira de las vendas y usando el cuerpo del primer poni que sometió, arrojándolo contra los demás y golpeándolos fuertemente.

Al poco tiempo llegan los demás guardias que se encontraban dentro y arremeten contra el encapuchado. Pero este inicialmente esquiva todos sus ataques y luego usa sus vendas ensangrentadas para inmovilizarlos y atacarlos, usándolas como látigos, los guardias intentan defenderse de él, pero al final todos quedan inconscientes.

-idiotas, pude prever cada movimiento de ustedes- dice el encapuchado mientras recoge sus vendas y se las amarra alrededor de sus patas.

-pude matarlos, agradezcan que no lo hice idiotas- dice el encapuchado pasando por los adoloridos guardias- créanme no me será difícil hacerlo, pero hoy tengo prisa- dice mientras esta va entrando a la base de los guardias, dentro se encuentra con algunos guardias más que intentaron detenerlo, pero el fácilmente los sometía, usando sus vendas como látigos, con los que tumbaba o sometía a los guardias que se le interponían en su camino.

Finalmente este llega a la sala donde estaban las jaulas de los presos.

-veamos que tenemos en el menú- dice el encapuchado dirigiéndose a donde tenían los archivos, este los toma y los revisa, entre un alrededor de 15 archivos toma cinco.

-veamos, celda 3: acecinaste a tu esposa a sangre fría mmmmm ¡perfecto!-

-veamos prisioneros de la celda 4: ustedes tres intentaron secuestrar a la hija de la princesa Twilight hace 2 años, pero fueron detenidos a tiempo ¡excelente!-

-y por último el prisionero de la celda 6: pero qué asco de poni, ¡violación de tu sobrina! Nada mal- dice el encapuchado, dejando caer los documentos como si ya no le sirvieran más.

-¡haber! ¡TODOS LOS PRISIONEROS DESPIERTEN!- grito el encapuchado despertando de súbito a todos los presos.

-¡pero que carajos pasa!-

-dejen dormir por el amor de Celestia-

-me liberan mañana, pueden dejarme pasar una noche tranquilo-

-¡Y A MÍ ME EJECUTAN MAÑANA, DÉJAME TENER MI ÚLTIMA NOCHE EN PAZ!-

-¿Quién demonios eres?-

-¡hola a todos! ¡Hoy he venido a sacar de su miseria a 5 de ustedes! Ya no serán presos de las princesas, y los liberare de su miseria- dice el poni encapuchado.

-no suena nada mal-

-necesito a los ponis más ruines que hay aquí y bueno jeje, ya revise sus expedientes así que si ustedes gustan venir con migo- dice el encapuchado.

-¿nos sacaras de aquí?- dice uno de los presos sacando la cabeza de entre los barrotes.

-pero claro que los sacare de aquí- dice el encapuchado.

-jeje, no suena nada mal entonces, adelante libéranos- dice uno de los ponis.

-lo siento prisionero de la celda 7, pero ya elegí a los que me llevare- dice el encapuchado con un tono burlón -¡solo me llevare a los prisioneros de la celda 3, 4 y 6!- dice el encapuchado con vos firme.

-¡que no espera!-

-¡sácame a mí también!-

-¡yo tengo en esta celda 6 años! ¡por favor viejo no dejes que me pudra aquí!-

-lo siento mucho, pero solo necesito de los prisioneros que ya mencione- dice el poni- ustedes me serán de mucha, mucha utilidad- dice con un tono severo mientras coloca sus cascos contra los barrotes de la celda 6 y de un tirón arranca la puerta.