Luz de luna.

Capítulo 23. Una grieta en la jaula de la bestia.

El estado crítico en que Cletus orillo a Ángela había provocado algo en su interior, en lo más profundo de su subconsciente, dos grandes poderes, dos grandes entidades, se encontraban encerradas, la primera fue encerrada desde el mismo día de nacimiento de Ángela, mientras que la segunda apenas fue encerrada recientemente, ambas entidades despertaron de su sueño, gracias a Cletus, el que Ángela halla estado en peligro de muerte, provocó una ruptura en la prisión de ambas criaturas que residían en ella, si bien esta ruptura no fue suficiente para liberar las entidades que llevaba dentro, si logro despertarlas y hacer que este se manifestara en ella, aunque no del todo, dado a que ella aun no había perdido del todo su control.

El dragón no podía creer lo que veía, a pesar de todo con lo que le había dado a su enemiga, a pesar en el mutilado estado que se encontraba, seguía de pie, y ahora con esos tentáculos que tenía.

-Me impresionas, heroína, el hecho de que hayas aguantado hasta ahora te hace mi mejor oponente, otros jamás soportaron tanto, pero la diversión ya se tiene que acabar.- dice Cletus saltando sobre Ángela y clavándole las garras en el estómago.

La despellejada yegua solo soltó un gruñido e hizo que sus tentáculos rodearan al dragón y lo arrojaran lejos, cayendo este de espaldas a varios metros de distancia.

Entonces Ángela comienza a ser cubierta por su propia sangre, la cual comienza a emitir un leve brillo escarlata, este se ajusta a todo su cuerpo y empieza a moldearse en una silueta como la de Mare do Well.

Entonces el brillo se apaga, dejando al descubierto la apariencia de Ángela, el traje de Mare do Well se había materializado en el cuerpo alrededor de ella y ahora lucía visiblemente diferente, era de un color negro con rojo, y las lentillas de los ojos eran ahora blancos en lugar de azules, y en su frente empezó a brotar un nuevo cuerno de unicornio (recordemos que en el capítulo anterior Cletus se lo arranco)

Cletus se quedó mirando por un momento la nueva apariencia del traje de Ángela, con algo de asombro, pero después sonrió.

-jeje, siempre supe que no eras una poni común y corriente, jeje, pero…. No creas que porque tu traje se ve mejor, te ira mejor peleando contra mi.- dice el dragón levantándose. Mare do Well no le responde nada y solo se le queda mirando.

El dragón entonces se lanza para darle un arañazo en el pecho, la yegua enmascarada de un salto lo esquiva con facilidad, Cletus de nuevo seguía atacando, Ángela seguía esquivando con la misma rapidez, hasta que en una de este logra rasgarla con un zarpazo en un costado. De la herida empezó a brotar un poco de sangre, Cletus sonrió triunfante, pero así de rápido puso cara de WTF cuando vio que tanto la herida como el traje se regeneraron, cerrándose sin un solo rastro de cicatriz.

-Mi turno.- dice Mare do Well con una voz bastante fría. De improviso, ella hace brillar su cuerno, y un rayo de luz blanca le da Cletus lanzándolo varios metros atrás, dejándolo aturdido, al levantarse este, se dio cuenta que Mare do Well ya estaba justo detrás de este. Antes de que pudiera reaccionar, Ángela hizo aparecer unos discos de luz dorada, y lanzándolos a una velocidad impresionante y cortándole las alas en el proceso, Cletus dio un desgarrador grito y cayo de rodillas, mientras comenzaba a desangrarse.

-¡MALDITA! ¡CÓMO TE ATREVES!- grita Cletus y se lanza contra Ángela corriendo, pero ella se agacho y le dio un puñetazo brutal al dragón en el estómago, este cae de rodillas agarrándose el cuerpo y escupiendo sangre a chorros, ese golpe le había destrozado las costillas y le había provocado varias hemorragias.

Entonces el dragón lanzo un último rugido y extendió los brazos para lanzar una bocanada de fuego, pero entonces Ángela se agacho esquivando la llamarada, Cletus intenta golpearla pero antes de reaccionar, los discos que lanzo vinieron de vuelta cortándole las manos.

Cletus volvió a rugir de dolor, Ángela lo tomo por la cola y lo azoto dos veces en el piso, solo para quedar encima de él, mirándolo a los ojos.

Cletus estaba en un estado decadente, sin brazos, sin alas, desangrándose rápidamente.

-no creeas que me has ganado- dice Cletus escupiendo sangre.

-yo creo que ya te gane- dice Ángela con inexpresividad.

El dragón escupe una bocanada de fuego contra Ángela, esta hace brillar sus cascos y atrapa la llamarada y la concentra creando una pequeña canica roja. La cual avienta contra Cletus y le explota en la cara. El dragón se encontraba inconsciente, apenas vivo.

Ángela se le queda mirando, y al poco tiempo llega Kirara, la cual estaba asombrada al ver a su ama en ese estado. Ángela voltea a ver a kirara, y camina hacia ella lentamente, y justo cuando estaba a punto de llegar con ella, de repente el traje negro de Ángela desaparece, dejando a Ángela descubierta, la cual ya se había regenerado, (recuperando su piel y crin) esta se deja caer inconsciente, y exhausta, Kirara la toma antes de que ella caiga de súbito en el suelo.

De repente frente a ellas aparece una poni encapuchada, era la madre de Ángela.

-Kirara- dice la poni encapuchada, la gran felina retoma su forma de gatita y se acerca a ella con algo de miedo.

-te e creado para que acompañes a mi bebita… y la cuides- dice ella, la gata empieza a sentirse nerviosa y asustada.

-has hecho un excelente trabajo, pero…. Me voy dando cuenta que…. El camino que ella está tomando la esta encaminando a peligro, los cuales ella no puede enfrentar si sus verdaderos poderes se mantienen dormidos… pero… no… sus poderes, sus verdaderos poderes, deben seguir dormidos, es lo mejor… aun si ella lograra controlarlos…. Se pondría en un mayor peligro si los manifiesta…. Es mejor que nunca saque sus verdaderos poderes Kirara- dice ella, la felina asiente con la cabeza- si ellos la encuentran… no poder hacer nada… aunque lo quisiera…. "ella" me lo impediría…- dice ella con pesar. Kirara le maúlla y ella le acaricia las orejas.

-kirara…. Sé que no podemos evitar que haga lo que hace… de cierta forma está en su sangre… es su esencia…. Pero…. Las cosas en el sector se están comenzando a poner criticas… se dice que pronto llegara el ser oscuro que vendrá a destruirlo todo en el sector... he hecho todo lo posible porque nadie más ni "ella" la encuentren… sin embargo… las cosas se vuelven cada vez más críticas, el solo hecho de que yo esté aquí la pone en peligro, lo mejor será irme y ya no regresar, que aun que me duele, es lo mejor para ella, pero… no debe despertar sus poderes otra vez… ¡lo sabes bien! ¡Sabes bien las consecuencias de esto!... yo ya no podre estar más aquí y aunque seguiré vigilándola… me temo que no podre hacer nada si algo igual de malo que esto vuelve a pasar…. Por eso- dice ella y le dispara un rayo a kirara, esta al principio da un leve gemido de dolor, pero pronto se pasa.

-así como tienes la habilidad de alimentarte de las pesadillas, te he dado una nueva habilidad, ahora tú serás capaz de mantener encerradas a las dos entidades que ella tiene dentro, solo en ti puedo confiar, si esto vuelve a pasar, solo tu podrás encerrarlos de nuevo… ahora que me temo…. No poder volver por un largo tiempo, me están vigilando- dice ella mientras abre un portal, ambas lo cruzan, llegando a la guarida de Mare Do Well, la alicornio encapuchada merodea por la cueva de Ángela y se encuentra con Skira dormida en el sofá, esta se le queda mirando.

-kirara….- dice ella y la gata va con ella- esta joven yegua…. ¿Es de confianza?- dice ella- kirara le responde con un maullido.

-así que pese a ser una calenturienta es de buen corazón…. Mmmmmm…. Tengo una idea… aunque…. Será mejor que me asegure antes de intentar algo- dice ella y haciendo brillar su cuerno, ella lee la mente de Skira e indaga por todos sus recuerdos.

-sip… es una calenturienta…. Pero en si no hay mancha en su corazón…. Kirara voy a hacer algo… solo espero no arrepentirme- dice ella disparando un hechizo sobre Skira.

-le he dado poderes, en si solo habilidades básicas, fuerza, algo de agilidad, y agudice sus sentidos, también le di algo de resistencia, con lo he visto en su mente y lo que me has contado, quizás sea una buena compañera, y sé que es lo que ella ansia en lo más profundo de su ser, solo le di las habilidades necesarias para que no sea un estorbo, e indagado en su mente y sé que es lo que le pedirá a mi hija cuando despierte, de todos modos si algo sale mal, tú serás capaz de extraerle sus poderes de la misma forma que extraes las pesadillas- dice ella, Kirara asiente con la cabeza.

-tengo que irme… me está vigilando, adiós Kirara, cuida a mi hija, dice la alicornio desapareciendo entre las sombras.

Mientras tanto en Manehattan.

Cletus se encontraba agonizante, intentando arrastrarse en el suelo para escapar de las autoridades que deben de estar en camino. Pero su canino es interrumpido por un poni que se le pone en frente.

Cletus lo mira, notando que este estaba cubierto con una capucha escarlata-¡quítate o te matare!- dice Cletus escupiendo sangre.

-no lo creo, en ese estado no puedes hacer nada- dice el poni con inexpresividad.

El dragón furioso le escupe una bocanada de fuego, pero el poni que resulto se un unicornio hace brillar su cuerno con energía roja y provoca que el dragón quede paralizado, y su fuego se extinga.

-tranquilo, no soy un enviado de las princesas, al contrario, te he visto pelear, y tu fuerza y resistencia son francamente de las más grandes que he visto para tratarse de un ser incapaz de usar magia, tus habilidades son naturales, y eso es lo que admiro de ti- dice el poni.

-¡que… que es lo que quieres de mí!- dice Cletus agonizante.

-lo que yo quiero es el fin de las princesas de Equestria, jeje, y tu me serás de utilidad jeje- dice el unicornio riendo.

-jeje, aunque quisiera… me temo que aunque me salve de esta, no podre serte de utilidad, solo mírame- dice Cletus.

-jaja no estés tan seguro, si te me unes, te prometo que recuperaras tus brazos y tus alas, y es más, podrás vengarte de Mare Do Well- dice el poni con una sonrisa.

-hubieras dicho eso desde un inicio jeje- dice el dragón sonriendo malévolamente.

-perfecto- dice el unicornio.

- ¿y puedo saber tu nombre?- dice Cletus.

-mi nombre es Cronos- dice el unicornio de capucha roja alejándose del dragón y ordenándole a un poni terrestre de gran tamaño (este era un poni gris, con crin roja oscuro y ojos verdes) levantar al dragón y cargarlo.

-llévatelo a la guarida, cura sus heridas, no queremos que se nos muera- dice el unicornio, el poni terrestre se lleva al gran dragón, pese a que este era una criatura 10 veces mayor al poni, para el no parecía un gran problema cargarlo.

Cronos merodea por el destrozado campo de pelea de Cletus y Mare do Well y encuentra algo de sangre, este saca un frasco de su capucha y recoge un poco de la sangre.

-Desde que apareciste hace 2 años, supe que no eras una poni común, tales habilidades me sorprenden en verdad, el que haya tanto poder en un solo individuo, y con lo que hiciste hoy, me demostraste que eres mucho más de lo que imaginaba, ¿Qué secretos ocultaras? ¿Qué es lo que eres exactamente? Como sea, estoy seguro que solo con un poco de tu sangre, me será de gran ayuda jeje- dice el unicornio mirando el frasco con malicia.