Luz de luna.

Capítulo 18. Acecino.

Se encontraba Ángela (disfrazada de Mare Do Well)y kirara (en su trasformación de gran felino)patrullando Equestria, luego de un par de horas de patrullaje decidieron descansar en el techo de uno de los edificios, para contemplar el cielo nocturno, la reluciente luna llena en lo alto del cielo nocturno acompañada por una serie de constelaciones.

-esta vez mi madre sí que se esmeró, no crees Kirara- decía Ángela mientras contemplaba el cielo nocturno creado por su madre. El gigantesco felino de dos colas ronronea en señal de respuesta.

-no sé pero…. Eh notado a mi madre un poco más alegre de lo habitual, quizás me oculte algo ¿tú qué opinas?- pregunta Ángela, y kirara solo se limita a voltearla a ver.

-jeje, desde que tú me acompañas, ya no me siento tan sola como antes- dice Ángela mientras acaricia las orejas del felino y este ronronea.

De repente algo interrumpe ese momento de calma, un aroma muy familiar cuyos agudos olfatos de Ángela y Kirara logro identificar, ambas empiezan a olfatear el aire, no había duda de lo que era.

-¿tú también lo hueles?- dice Ángela volteando a ver seriamente a su gata y esta asiente con la cabeza – es sangre- dice ella poniéndose nuevamente la máscara y brincando de la cornisa hacia el suelo.

-¡no es muy lejos, cerca de aquí se está llevando a cabo un asesinato!- decía Ángela mientras se deslizaba entre las sombras que le proporcionaban la oscuridad de la noche, deslizándose a toda velocidad sin que nadie pueda percatarse.

Ángela y kirara se adentraron hasta llegar a una zona de casas más pequeñas y edificios de departamentos, este era un vecindario donde abundaba la pobreza y la hambruna, ya hacía tiempo que Ángela había limpiado esta parte de la ciudad del crimen que la infestaba, pero según parece los problemas habían vuelto a empezar.

Ellas llegaron hasta una casa derruida, la puerta estaba cerrada, pero la ventana estaba abierta, Ángela entro a la casa con cautela, mientras que Kirara, dado a su actual gran tamaño y que Ángela le prohibió retomar su forma de gata más pequeña, se quedó esperando afuera. Ángela entro a la casa con cautela, al entrar noto barios muebles tirados y un gran desorden por toda la casa, ella entro a una habitación abierta, al entrar lo primero que noto fue un inmenso charco de sangre, y al menos 5 ponis muertos, destazados con los órganos salidos, ella miro al frente y vio aun poni vestido de negro con una capucha que le tapaba la cara, este no se movía, solo miraba los cuerpos de los ponis muertos en el suelo.

Ángela no se movió, ella miro al poni y pudo notar un cuchillo ensangrentado en su casco izquierdo.

La escena impacto a Ángela, dado a la forma de actuar de este acecino.

-¿Por qué lo hiciste?- dice Mare Do Well.

-por qué se lo merecían- responde el poni encapuchado y sale por la ventana, Ángela lo sigue, empezando una persecución por los edificios, pese a que al parecer se trataba de un poni terrestre este se movía demasiado rápido y era muy ágil, subiendo por las escaleras de incendio y evadiendo a Ángela, cosa que la impresionaba, era la primera vez, que un poni esquivaba sus envestidas y ataques con tanta facilidad, Ángela intento derribarlo en más de una ocasión, pero el poni podía preveer sus ataques, para lo que reaccionaba demasiado rápido y los eludía con facilidad. El poni logro llegar al techo de uno de los edificios en donde Ángela lo siguió, este pese a ya llevar bastante tiempo de empezada la persecución el poni no parecía mostrar signos de cansancio.

Es entonces que Kirara interviene apareciendo de pronto frente al poni, este en lugar de asustarse (como la mayoría de los ponis que la ven por primera vez) se quita la capucha y la usa para torear a kirara usándola para enceguecerla por unos instantes y brincas sobre ella y seguir su camino para el escape, kirara molesta incendia la capucha y ambas, Ángela y kirara corren para atrapar al poni el cual corría bastante rápido y era muy ágil moviéndose con facilidad entre los edificios.

-Kirara esto no funcionara si seguimos así ¡tú ve por esa dirección y yo iré por la otra!- dice Ángela y la gigantesca gata asiente, ambas rompen la formación yéndose por distintos lados, se encontraba en los techos de los edificios, el poni brincaba de un edificio al otro con gran facilidad, pero de repente Ángela quien había usado su hechizo de tele trasportación, aparece frente a él.

-¡ya basta, me vas a decir por qué lo hiciste!- dice Ángela.

- ellos me la debían, no tienes idea de todo lo que me han hecho- dice el poni seriamente.

-aun así… no creo que allá sido razón suficiente para lo que les hiciste- dice Ángela.

-eso crees- dice el poni dando media vuelta y corre hacia la dirección contraria, pero kirara le obstruye el paso apareciendo de pronto frente a él. El poni estaba rodeado, en la cima de un edificio de 7 pisos de altura.

-no tienes a donde huir- dice Ángela.

-eso no es verdad- dice el poni retrocediendo lentamente de espaldas, dirigiéndose hacia el borde del edificio.

-¡Espera ¿qué vas a hacer?!- dice Ángela. El poni estaba a punto de dejarse caer, kirara intenta detenerlo, pero el poni saca de repente un cuchillo y lo arroja contra el gato impactándose en su pecho, el poni se deja caer, y tanto Ángela como Kirara logran escuchar el impacto del poni.

-¡KIRARA!- dice Ángela quien se acerca a su gata algo preocupada, esta había recibido un fuerte golpe, esta le quita el cuchillo del pecho, el felino da un rugido de dolor, pese a ser un golpe directo en el pecho este no representaba un peligro para Kirara gracias a su resistencia y habilidad de regeneración acelerada, una vez retirada la cuchilla, su herida se empieza a cerrar y curar por si sola.

-¡¿Te encuentras bien?!- dice algo preocupada, la gata le responde con un leve gruñido, ambas se dirigen hacia el borde del edificio, y se asoman por este hacia el fondo viendo lo que temían ver, el poni en el suelo, aparentemente muerto. Ambas bajan y se dirigen al cuerpo del poni, es entonces que logran verlo más de cerca, era un Pegaso blanco de crin naranja, este Pegaso a su vez era más pequeño que la mayoría de los ponis machos siendo más un poni bastante pequeño en estatura.

-¿no lo entiendo? Si es un Pegaso ¿Por qué no uso sus alas para salvarse?- se preguntaba Ángela, y en eso nota una cicatriz en su espalda, una gran marca. Kirara se queda mirando al poni.

-Kirara será mejor que nos vallamos, en cualquier momento llegaran las autoridades- dice Ángela, mientras caminaba por la oscuridad, pero nota que su gata no la sigue.

-¿kirara?- dice Ángela y la voltea a ver, y en eso nota que su gata sigue a un lado del cuerpo del poni.

-¿Qué pasa?- dice Ángela volviendo con ella, y se queda mirando el cuerpo del poni.

-¡increíble, aún está respirando!- dice Ángela impresionada. El poni pese a haberse roto barios huesos en la caída, aún seguía con vida. Ángela y kirara llevaron al poni inconsciente, hasta las autoridades, y estos se encargaron de darle las atenciones médicas que requería, el poni se encontraba en un estado muy decadente, se rompió las patas delanteras y barias costillas, tenía varios órganos perforados, pero pese a todo esto seguía vivo.

Ángela se quedó en la enfermería (aun disfrazada de Mare do Well) y pregunto a los oficiales, los cuales se veían algo impresionados sobre el crimen que este cometió.

-¿Quién es el?- pregunta Mare Do Well a uno de los oficiales superiores el cual estaba revisando el expediente. Dado a el tiempo que lleva ayudando a los oficiales con los crímenes de la ciudad algunos oficiales le tiene confianza y le ayudan proveyéndole información de algunos crímenes.

-su nombre es Sleid, es un poni que trabaja en la construcción de la calle Orange 75- dice el oficial.

-¿esa cicatriz en la espalda se la hizo en la construcción?- dice Mare Do Well.

-no, la tiene desde potrillo, en su expediente no dice como se la hizo, pero se asume que esa es la causa del por qué no puede volar- dice el oficial.

-¿tiene familia?- pregunta Mare Do Well.

-no, ni siquiera padres se crio en un orfanato ubicado a las afueras de aquí- dice el oficial.

-¿y quiénes fueron los ponis que mato?- pregunta Mare do Well.

-es una pandilla de la zona, ya tenían un tiempo de no aparecer por las calles dado a tu aparición- dice el oficial.

-¿sabe si tienen alguna relación con él?- pregunta ella.

-no…. Oh bueno, el líder de la pandilla era un huérfano que provenía del mismo orfanato- responde el guardia.

-Entiendo, me gustaría hablar con el sospechoso- dice Mare Do Well.

-lo lamento pero el poni entro en coma, y no sabemos cuándo despertara- dice el oficial.

-muy bien, solo prométame que no se le condenara ni juzgara, hasta su recuperación- dice ella y desaparece entre las sombras dejando al oficial.

Ángela se encontraba de vuelta en canterlot junto a su gata, mirando las estrellas desde el balcón.

-¿Qué es lo que abra llevado a ese poni a acecinar a un grupo de pandilleros que llevaban ya barias semanas sin hacer aparición en las calles?- se preguntaba Ángela mientras observaba las estrellas. Y luego voltea a ver a su gata recostada sobre su cama y acurrucada en esta, mas no dormida.

-son las 3: 21 am y por lo que veo aún no tiene sueño verdad…. Hollé ahora que lo pienso…. No recuerdo haberte visto dormir alguna vez- dice Ángela algo extrañada mientras mira a su gata, la verdad era que la gata si dormía, pero solo dormía cuando Ángela dormía, y siempre despertaba un par de minutos antes que ella, para vigilarla en todo momento. Kirara al igual que Ángela no requería de mucho tiempo de descanso para recobrar energías, con solo dormi horas diarias, les bastaba para recobrar todas las energías que perdían durante el día y despertar frescas y con energías.

Supongo que es mejor que durmamos un poco, mañana le prometí a Skira que la acompañaría a esa tienda de vestidos caros para que compre su vestido que usara en la gala, yo en lo personal me conformo con el vestido que me hizo mi tía Rarity- dice Ángela mientras se daba la media vuelta entraba de nuevo a su cuarto, estaba por cerrar la puerta del balcón para que no entre el aire dado a que hacia algo de frio por esa época cuando ve algo que llama su atención. Por un instante creyó ver a su madre caminar por los jardines exteriores de canterlot.

-¿Qué estará haciendo mi madre?- se preguntaba Ángela y voltea a ver a su gata.

-últimamente se ha empezado a comportar algo extraño ¿crees que debería seguirla?- dice Ángela refiriéndose a su gata la cual solo la mira.

-sí, quizás no sea buena idea meterme en su intimidad, no me gustaría que ella hiciera lo mismo con migo y descubriera que soy Mare Do Well- dice Ángela mientras miraba a la gata y luego voltea a ver de nuevo hacia los jardines exteriores.

-Aunque…. Por otro lado…. ¿Quizás esta sea mi única oportunidad de saber que oculta?- dice Ángela y abre las puertas del balcón, y en eso escucha un maullido de su gata.

-no te preocupes no tardare- dice ella y salta por la ventana para lo que la gata la sigue.

Ángela baja hasta los jardines y aprovechándose de la oscuridad de la noche se desliza por las sombras de los arbustos y no tarda mucho en encontrar a su madre detrás de una de las figuras de arbustos, lo que ve la deja sorprendida.

Su madre se encontraba recostada en el césped admirando las estrellas junto a uno de los guardias reales.

-¡no puedo creer lo que estoy viendo!- pensaba ella, estaba más que sorprendida.

-entonces… estas segura que quieres esperar hasta la gala para anunciarlo- dice el guardia.

-si… es perfecto, todos estarán hay- dice Luna.

-bueno… aunque ya no puedo esperar- dice el guardia.

-Yo tampoco- dice Luna y besa al guardia en la boca. Ángela se encontraba oculta en las sombras por lo que ellos no podían percatarse de su presencia aunque volteen a donde ella se encontraba. Ángela los miraba con cara de Shock.

-¡no puedo creer lo que veo…. mi madre... ti… tiene novio!-