Las Princesas del Sol y la Luna
Chapter 6: Un pedido Especial
Previous Chapter Next ChapterTodos se quedaron estáticos en sus lugares, los tres grupos de consejeros alzaron sus cabezas al unísono, cómo si fuera una bien planeada coreografía, clavando sus ojos atentos en la joven Princesa de cabello azul. Algunas expresiones incrédulas cruzaron la habitación para encontrarse con otros ojos igual de plasmados, preguntándose con leves susurros qué era lo que sucedía, puesto que no era para nada habitual, por no decir que nunca había ocurrido antes, que la princesa menor se presentara en ninguna de las reuniones del Gran Consejo. Celestia se encontraba igual de sorprendida ue el resto de los allí presentes, pero se limitaba a no demostrarlo, su expresión no cambió por más de una fracción de segundo; luego de unos instantes de silencio ensordecerdor, Celestia tapó levemente su boca con su mano izquierda, aclarando su garganta. Sólo en ese momento los miembros del Consejo salieron de su asombro para sentarse en sus respectivos y mullidos asientos, volviendo a susurrar entre sí los pequeños grupos, pero sin dejar de mirar a la Princesa Luna, observándola con atención cuando acomodaba la falda de su vestido para sentarse más cómoda junto a su hermana.
Sus ojos azules recorrieron atentamente los rostros de los consejeros, algunos tenían aún su mirada clavada en ella, pero la desviaban cuando ella clavaba sus ojos en los del resto, como si le tuvieran miedo, o algo parecido al respeto. Debió esforzarse para reprimir la sonrisa que pujaba para formarse en sus finos labios, adorando sentir cada expresión algo temerosa a causa de ella, en lo más hondo de su ser aquello comenzaba a gustarle, e incluso creía poder oler la inseguridad emanando de los presentes.
Tiempo atrás, cuando intentó presentarse a una reunión del Gran Consejo, la insegura era ella, la aterrada, la que no sabía bien qué hacer, qué decir era ella; no logró ni siquiera pasar de la puerta aquella vez, sólo se quedó mirándola por largos minutos imaginando las cosas que se descutían adentro de la habitación desconocida para ella. Recordaba perfectamente sus manos temblando de forma involuntaria, y recordaba la sensación de derrota a medida que se alejaba de la puerta, oprimiendo su pecho, haciendo su pequeño corazón latir con dificultad.
El cambio de escenario fue una sorpresiva y placentera situación para Luna, el sentir esa seguridad dentro de ella sin necesidad de la aprobación de su querida Celestia, era un respiro para ella. No era ya la niña aterrada que había sido apenas hacía dos noches.
"Es preciosa la forma que te ven, es precioso el miedo que nos tienen, Luna. Se han enterado de lo que sucedió anoche, estoy segura. Te creyeron muy débil para siquiera estar de pie hoy, pero aquí estás, con tu fuerza renovada. Todo gracias a mi, por supuesto. Estoy aquí para hacer tu vida más fácil. No, no me pidas que me calle, el precio del poder es tenerme a tu lado. No, no te enojes conmigo, recuerda, estás en público, no puedes dejar aflorar tus emociones, eres una Gobernante, te adoran...y te temen." La voz en su cabeza rió de forma escalofríante, pero Luna no demostró temor. Simplemente la ignoró, poniendo su atención en el hombre más cercano, su expresión incrédula aún presente en su rostro algo poblado de finas líneas de expresión. El hombre se aclaró la garganta, incando una rodilla frente a las princesas, presentado sus respetos a la regente que había recién ingresado al salón. Luna le hizo un leve gesto con la mano para que se pusiera de pie. Aún de esa forma, los altos sillones le hacían quedar a Denix algo más bajo que las líderes.
No se detengan por mí, por favor. Continúen... -dijo Luna luego de unos momentos, con una expresión en su rostro que el General no supo distinguir de qué se trataba.
Su Alteza. Su hermana y yo hemos decidido que lo mejor para el Reino de Equestria es contar una Guardia Real, concretamente formada por personas sensibles a la magia. Tal así como ustedes dos. No podemos darnos el lujo de perder más líderes. -La menor de las princesas asintió, provocando una suave sonrisa en Denix. - Perfecto entonces.
Comience con los preparativos de inmediato, tenemos el lugar físico. La antigua Academia Militar detrás del castillo debería ser lo suficientemente espacioso para su tarea. Solicitaré que varios Magos se unan en su tarea, General.
Denix sonrió ampliamente, agarrando una de las copias de los pergaminos que había traído, y llevando el informe de la investigación que estaba encuadernado a Celestia. Luego de colocarlo en su falda, salió corriendo del salón, con una sonrisa de niño iluminando su cara.
Poco después de eso, habiendo discutido los más grandes asuntos de la jornada, las princesas dieron por terminada la reunión, dejando encargado a cada consejero su trabajo específico. Se concentraron particularmente en la próxima reunión que tendrían. Fue difícil convencer a Celestia, pero finalmente accedió a tener una "fiesta" en honor a un par de invitados especiales de otro reino, los Príncipes Tirek y Scorpan, que venían a Equestria con el fin de establecer una ruta comercial.
Pusieron manos a la obra junto con Growing Flower, quien organizó a toda la servidumbre sin mucho esfuerzo. A la hora de la cena, ya casi todo estaba en su lugar. Celestia suspiró. Sería una larga noche .
Buenas noches gente bonita que aún me lee, disculpen de verdad
que el capítulo sea tan corto, realmente me costó demasiado, no sabía como
introducir este personaje interesante.
Denix, qué decir sobre él? Tendrá un papel importante
ayudando a las princesas a pelear futuras batallas
(y si, me refiero a cuando se enfrenten al Rey Sombra)
Tengo muchas cosas planeadas para ellos, y el próximo capítulo será más largo,
tengo que introducir dos personajes más.
Bueno, espero que les guste esta historia, prometo continuarla más seguido, no la dejaré abandonada, así me tome un año entero terminarla.