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Parallel Stories

by SrAtomo

Chapter 7: 1x06 - Casa encantada

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Todos los personajes originales y el mundo pertenecen a Hasbro y a Laurent Faust. Todos los derechos les pertenecen.

Este es un fanfic de fan para fans.

Agradecimientos a todos los que me han animado, apoyado y ayudado con este fanfic y con mi vida diaria...

+A los que me han revisado el fanfic y añadido este estilo tan especial:

-Daniel Campos Fernández - Arreglos y estilos (dejó de participar en el capítulo 1x03).

-LloydZelos, Volgrand y Unade - Revisión.


Tags: [Adventure/Aventura] - [Comedy/Comedia] - [Slice of Life] - y un poco de [Sad/Triste] - [Dark/Oscuro]

Nota: Este capítulo es de "Terror para adolescentes", es decir, equivalente al de libros y series hechos a tal efecto. Por lo tanto, este capítulo no hay que tomarlo en serio.


MY LITTLE PONY

PARALLEL STORIES

Chapter 1x06

Casa encantada

Shiny estaba en la calle, sentada, observando detenidamente lo que ocurría delante de ella.

Una potrilla feliz se acercaba a la casa que había enfrente de la pegaso. Cuando faltaban unos escasos dos metros, la pequeña cambió el gesto y, aterrorizada, paró en seco. Temblorosa, se giró hacia la pegaso y comenzó a caminar hacia ella, con paso vacilante y respiración agitada. Una vez estuvo al lado de Shiny, la potrilla se rehizo y, otra vez feliz, cruzó la calle por delante de la joyero y siguió su camino.

Una pareja de enamorados, cuyas miradas se perdían entre sí, trotaba en el otro sentido. Al llegar a la altura de la casa, se deslizaron lateralmente hasta llegar a la altura de Shiny, pasando por delante de ella, sin dejar de mirarse. Al terminar de rodear la vivienda, volvieron a moverse de igual forma hasta posicionarse en mitad de la calle y se perdieron de vista.

Y lo mismo ocurrió con un semental, con una anciana y con dos amigas… Shiny miró hacia la casa, entrecerrando los ojos. No había duda, todos evitaban pasar cerca de ella.

—¿Qué haces, Shiny? —preguntó una voz a su lado.

Ésta se sobresaltó. Al recuperarse, miró a su izquierda. Ahí, sonriendo y con los ojos cerrados de felicidad, estaba Flashing.

—¿Qué estás haciendo? —volvió a preguntar la potrilla.

—Observa —declaró la pegaso, señalando al frente.

Una yegua que estaba leyendo un papel se acercó al domicilio y, girando sobre sí misma, como si estuviese bailando, rodeó la vivienda.

—¿Ves? Todo el mundo evita pasar junto a ese edificio —Shiny se puso una pezuña en la barbilla, pensativa—. ¿Por qué?

—Ah, porque esa casa… es la casa de la… —comentó Flashing, alzando la voz, mientras movía sus pezuñas en círculos por encima de su cabeza y señalando a Shiny, para dar más énfasis a sus palabras, continuó— "Abuela Terror".

Al decir ese nombre, todos los ponis que estaban cerca la miraron y huyeron despavoridos. Sin duda habían oído lo que acababa de decir la prestidigitadora, y solo la referencia de quien habitaba esa casa les infundía un gran temor.

—Creo que deberíamos ir a hablar a otro lado, aquí estamos molestando —dijo Shiny.

—¿Por qué? ¿Por esto? —Flashing empezó a caminar delante de la fachada, por la mitad de la calle. Los ponis se pararon y la miraban asombrados. Después, la potrilla se acercó aún más a la casa, hasta quedar a un tercio de distancia y volvió a trotar por delante del edificio. Los ponis le miraban horrorizados. Y, por último, se pegó lo más que pudo a la casa, como si se escondiese de alguien que estuviese asomado a la ventana, y volvió a cruzar. Los ponis huían despavoridos—. Como ves, yo no tengo miedo de esta casa —exclamó.

Entonces se acercó a Shiny, que, aunque estaba tranquila, no daba crédito a lo que acababa de ver: Flashing era la única del pueblo que se acercaba a esa vivienda.

—Y… ya podemos hablar aquí sin incomodar a nadie —la prestidigitadora sonrió.

—¡No, potrilla, no…! —Knowledge, enfurruñada, se acercaba de forma decidida, como si se tratase de una madre que iba a regañar a su hija—. No quiero que te acerques a esa casa.

—¿Por qué? No me creo ni una palabra sobre que haya una maldición.

—Hay muchas cosas en la que deberías creer. Y ésta es una de ellas.

—Sí hay algo, pero no es…

—Prométeme que no te vas a acercar más a esa casa —espetó Knowledge.

—No te lo voy a prometer, porque voy a entrar pronto a esa casa, y pasaré la noche entera.

—No entrarás.

—Sí entraré.

Flashing y Knowledge se miraron frente a frente mientras la segunda decía "No entrarás" y la primera respondía "Si entraré". Sus hocicos se acercaron tanto que chocaron, aplastándose ligeramente.

—¡Basta! ¡Por favor, parad! —Shiny gritó.

Flashing y Knowledge, con los morros aún pegados, giraron al unísono las cabezas, hasta mirar a la pegaso, y empezaron a sonreir. En ese momento, el ojo de Flashing que estaba más cerca de Knowledge, y el ojo de Knowledge que estaba más cerca de Flashing giraron lentamente hasta mirarse mutuamente, mientras los ojos más alejados seguían mirando a Shiny. Incluso las bocas parecieron partirse por la mitad, gruñendo la parte más próxima y sonriendo las más lejanas.

Shiny suspiró.

—Decidme, ¿por qué hay tanto miedo hacia esa casa? —preguntó.

Entonces las dos yeguas alejaron ligeramente sus caras y prestaron completa atención a la pegaso-joyero.

—Verás, Shiny… —empezó a decir Knowledge—. Esa casa está encantada.

—Aham.

—Hay un fantasma. Un horrible fantasma… —Knowledge acompañó sus palabras con gestos terroríficos.

—Es una ancianita —cortó Flashing.

—Es… una malvada ancianita que... —continuó Knowledge.

—No es malvada —volvió a cortar Flashing.

—Sí, lo es —dijo Knowledge.

—No lo es —respondió Flashing.

Y volvieron a juntarse los morros mientras discutían de nuevo. Knowledge repetía "Sí lo es" y Flashing respondía "No lo es". Shiny tosió para que le volviesen a hacer caso.

—Knowledge, continúa con la historia. Flashing, tú no interrumpas.

—Gracias, Shiny —Knowledge echó un último vistazo a la potrilla unicornio, que estaba enfurruñada, y siguió contando la historia:

+Es una casa encantada, con una MALVADA —miró de nuevo a Flashing— anciana, que se aparece por las noches en las que hay una Luna de Sangre para aterrorizar a todo aquél que ose entrar en esa casa.

—¿Qué es una Luna de Sangre? —preguntó Shiny, extrañada.

—Es cuando, por un ligero error de la Princesa Celestia, la Luna es roja —respondió Knowledge. Entonces vio la mirada inquisitiva de Shiny, y notó la de rabia de Flashing en su nuca—. ¿Qué? También comete errores…

—Bueno —cortó Shiny—, continúa.

—Pues poco más hay que contar… Pero vamos, que no hay que entrar en esa casa.

—Cuéntale cómo se supone que atemoriza la ancianita —Flashing tenía ahora una sonrisa maliciosa.

—Ah, sí… —Knowledge sacó una linterna y se iluminó la cara desde abajo. Y, acercándose a Shiny, dijo—. Ella se acerca lentamente por cualquier lado, desde donde menos te lo esperas y, cuando está a tu lado… —susurró la historiadora, mientras se movía acorde a lo que estaba diciendo.

—Te da besos de abuela —cortó Flashing.

—¡Eh! Estaba contándolo yo —se quejó Knowledge.

—¿Pero qué miedo da que te den besos de abuela? —preguntó Shiny.

—¡Nada! —respondió la potrilla unicornio—. Absolutamente nada.

—¡Todo! —respondió a la vez Knowledge—. Porque estos besos son fantasmales y te vuelven loca.

—Eso es mentira, sus besos no te vuelven loca —Flashing volvió a enfurruñarse—. No sabes lo que dices. Es una ancianita muy buena.

—Qué sabrás tú —respondió la blanca poni de tierra, contrariada.

—Pues más que tú.

—Aún eres una potrilla, ¿cómo vas a saber más que yo?

—Pues sí sé.

—Pues no sabes.

—¡BASTA! —chilló Shiny—. Lo he decidido. ¿Cuándo es la próxima Luna de Sangre?

—Bueno, creo que precisamente mañana hay una, según el calendario lunar —respondió Knowledge.

—Entonces retíralo —exclamó Flashing.

—¿Retirar el qué? —la historiadora estaba extrañada.

—Lo que dijiste antes sobre que la Luna de Sangre es un error de la Princesa Celestia. Si es un error, ¿cómo sabes de antemano cuándo va a salir?

—Porque es un error en la forma de mostrarla, no de tiempo… o quizás no lo sea… Pero bueno, yeguacita, en todo caso, mañana no vas a entrar en esa casa.

—Porque tú lo digas.

—Soy mayor que tú y sé lo que te conviene. Y no me rechistes.

—LO QUE HE DECIDIDO… —Shiny cortó por lo sano—, es que mañana vamos a entrar las tres a esa casa.

—¿¡COMO!? ¿No lo dirás en serio? —Knowledge se asustó.

—¡UEEEEEEEEE…! ¡Mañana vamos a entrar! ¡BIEEEENN! —Flashing no cabía en sí de gozo.

Shiny apartó un poco a Knowledge.

—Vamos —dijo—, las dos sabemos que no va a ocurrirá nada, y, si algo pasa, bueno… las leyendas exageran.

—Que sepas que voy a entrar… —Knowledge cerró los ojos con fuerza— para que no le pase nada a ella. ¡Arg…! Si es que Flashing tan terca y metepatas que seguro que tengo que salvarla —exclamó, mirando al cielo.


—¿Quéee? ¿Queréis entrar a la casa de la Abuela Terror? No contéis conmigo —Feather fue tajante.

—Vamos, será divertido —respondió Shiny, con una sonrisa en la boca.

—¿Pero sabéis qué es lo nos puede pasar si entramos ahí?

—Lo sabemos, pero Flashing va a entrar de todos modos, así que sería bueno que no lo hiciese sola.

—Y porque Flashing quiera entrar nos vamos a poner las demás en peligro, ¿no?

—Lo único que va a pasar es que va a ver que estamos todas con ella.

—Pues conmigo no contéis, lo siento.

—Es una pena, Flashing estaba tan ilusionada con que tú fueras…

Feather empezó a imaginarse a Flashing llorando y a las demás, enfadadas, mirándola mientras decían "Está llorando por tu culpa" y "Eres una insensible".

—Está bien, iré —declaró la pegaso-cartero—. Dijiste mañana por la noche, ¿verdad? Pasadme a buscar.

Shiny salió contenta de casa de Feather. Había convencido a una, quedaban dos.


Shiny estaba esperando en la calle a que Shadow, que aún cacharreaba en la herrería, terminase. Faltaba poco para la hora de cierre y, aprovechando que casi nunca tenía clientes a esa hora, Shadow recogía el material, colocándolo en sus respectivos estantes.

Últimamente la herrero estaba más ajetreada que nunca: la cantidad de pedidos que recibía empezaba a ser agobiante, y cada vez cerraba más tarde. Por ese motivo apenas tenía tiempo para salir y divertirse con sus amigas. Aunque Shiny sabía a ciencia cierta que Shadow había encargado maquinaria especial para hacer el trabajo más rápido y mejor, pero aún no lo había recibido… De todas formas, Shiny decidió atacar por ese camino.

—Hola, Shadow —dijo, entrando en la herrería.

—Hola, Shiny —respondió Shadow, que sonrió ligeramente—. Me alegro de verte.

—Sí, últimamente nos vemos menos, y eso es una pena.

—El trabajo, ya lo sabes. Que si fabricar picos, que si taladros, que si… al menos la mina marcha bien.

—Ya, pero se te ve tan cansada…

—No te preocupes, esta semana que viene me traen refuerzos y volveré a ser una poni libre.

—Y volverás a divertirte.

—Y volveré a divertirme, tú lo has dicho. Ah… cuánto añoro estar con vosotras…

—Pues mañana vamos a salir todas. Si quieres venir, solo tienes que hacer un hueco.

—Ah, perfecto. Me apunto, sea lo que sea… cualquier sitio menos aquí.

—Pues mañana vendremos a buscarte. Cuídate.

—Adiós, Shiny. Un placer hablar contigo, como siempre.

Al salir de la herrería, Shiny sonrió. Dos de tres. Aunque faltaba lo más difícil: convencer a Gentle Colors… y para ello Shiny tenía que usar todas sus habilidades.


Para intentar convencer a Gentle, fueron en tropel Shiny, Flashing y Knowledge. Habían comprendido que la unión hacía la fuerza y, para lograr un "Sí" de Gentle, hacía falta mucha fuerza... de convencimiento. Se miraron las tres y asintieron. La pegaso, decidida, llamó a la puerta.

—¡Ya voy! ¡Ya voy! —la voz de Gentle no parecía muy amable. Empezaba mal el asunto.

—Hola Gentle —dijo Shiny cuando se abrió la puerta.

—Ah, sois vosotras. ¿Qué queréis?

—Queríamos… —Shiny se quedó en blanco.

—Mañana… —Knowledge estaba petrificada.

—Queremos que mañana nos acompañes a pasar la noche en la casa de la "Abuela Terror" —declaró Flashing, sonriendo. Extrañamente, no se sentía amilanada por Gentle.

—¿Queréis que vaya a esa casa? ¿A pasar una noche juntas? ¿Mañana acaso hay Luna de Sangre? ¿Para eso me habéis roto la concentración? Pues la respuesta es "Sí". Iré.

Shiny y Knowledge no podía creérselo. Gentle iba a ir, y no habían tenido que rogar ni suplicar varias veces. Sin embargo, Flashing seguía sonriendo tranquilamente, como si supiese de antemano que la respuesta afirmativa era la única opción posible.

—Bueno —dijo Shiny cuando Gentle cerró la puerta para volver a su meditación—, pues estamos todas.

—Vamos a ir las seis a esa casa, no me lo creo —continuó Knowledge.

—¡Sí! ¡Vamos a la casa de la abuelita! ¡Vamos a la casa de la abuelita! —Flashing estaba saltando de aquí para allá, loca de contenta.

—Ejem, ejem… —Gentle estaba en el umbral de la puerta de su casa—. Si no os importa, estaba intentando volver a la meditación, y vuestros gritos no me dejan.

—Perdón, perdón —Shiny y Knowledge se disculparon, pero Flashing seguía saltando y gritando emocionada. Entre la historiadora y la joyero la cogieron y se la llevaron de ahí.


El ocaso del día siguiente empezaba a aparecer. Esa noche era la noche. Todas estaban delante de la casa, portando sus enseres para pasar la noche.

—Shiny, en ningún momento me dijiste a dónde íbamos a salir… —Shadow se quejó—. Pero bueno, ya que estamos aquí, tendré que entrar.

—Por cierto, que sepáis todas que esta casa es muy antigua —Knowledge daba una pequeña lección de historia—. De hecho es la segunda casa que se construyó en este pueblo.

—¿Y la primera? —preguntó Shiny Eyes—. ¿Cuál fue?

Knowledge titubeó durante un instante, y, buscando, señaló una en concreto. Era la vivienda de Gentle Colors.

—¡Por favor! —la unicornio de dos colores alzó las cejas—. Todo el mundo sabe que mi casa es la más antigua del lugar. Ya se encargaron mis padres de hacerlo público por toda Equestria. Y sus padres antes que ellos. Y sus padres también.

Shiny notó que Gentle parecía hablar de sus antepasados como si de extraños se tratasen. "Probablemente lo haga por el abandono y la repudia que ha sufrido", pensó.

Y entraron en la casa. La puerta principal se abrió con un gran quejido, como si no quisiera ser molestada. Poco a poco las cinco pasaron al recibidor. Allí todo estaba tranquilo. La cantidad de polvo que inundaba el piso y los muebles era menor de lo que esperaban.

Decidieron instalarse en el salón. Allí sacaron los sacos de dormir, algo de comida para cenar y demás parafernalia. Knowledge sonrió mientras mostraba un libro:

—Es un libro de historias… de terror —dijo.

—Oh, vamos —Feather se quejó—. No me fastidies que va a haber más terror aparte del de esta casa.

—Son cuentos de terror, pero de mentira… —Knowledge miró fijamente a los ojos de la pegaso-cartero—. ¿O quizás no lo son…?

—Vamos, son inocentes historias inventadas —cortó Gentle—, escritas para ocasiones como esta.

—No te asustes, Feather… aún —Flashing sonreía.

Knowledge abrió el libro por una parte en concreto, ayudado por un marca páginas colocado para tal efecto. Se aclaró la garganta y empezó a relatar:

"Era un noche de Luna Llena, cuyo fulgor iluminaba la silueta de la mansión. Una mansión antigua, algo constatable, tanto por su estilo de construcción como por sus desvencijadas paredes. Hacía mucho tiempo que estaba abandonada.

Empezó a llover, por lo que los dos pequeños ponis que estaban en el camino de acceso tenían que apresurarse para entrar. La apuesta era sencilla: Debían pasar la noche dentro. Era la prueba de acceso para pertenecer a la pandilla de jóvenes del pueblo.

Sabían que esa mansión estaba encantada, pero habían traído todo lo necesario para defenderse, como redes y tirachinas. Y también habían llevado sacos de dormir y una tienda de campaña de fácil apertura. Y, sobre todo, portaban linternas."

—Espera, espera —cortó súbitamente Shiny Eyes—. ¿Cómo se llaman los dos ponis?

Knowledge echó un vistazo por encima de la historia. Después miró a la pegaso.

—No dice nombres —respondió—. De todas formas, ¿qué importa?

—Me gusta entrar de lleno en la historia, y ponerme en la piel de los protagonistas… y si no sé el nombre, no será lo mismo, ¿no crees? Sería como vivir las aventuras de un John Doe cualquiera.

—Pues de acuerdo. Uno se llamará John y el otro Doe. ¿Contenta? —Knowledge estaba un poco molesta por la interrupción.

—Bueno, no es lo mis…

Pero Knowledge seguía leyendo:

"La lluvia se hacía más fuerte por momentos, por lo que decidieron apretar el paso hasta la puerta principal. El poni más grande…"

—… al que llamaremos "John" —Knowledge volvió a mirar a Shiny, que agachó levemente la mirada.

"'John' empujó la gran puerta, que parecía una gran boca a punto de engullirles, y entró, seguido del otro poni: 'Doe'. El interior era tétrico, con aterradoras sombras por todas partes, pero las zonas iluminadas por la luz de la luna no eran mucho mejores. 'John' y 'Doe' decidieron sacar las linternas de sus mochilas.

Apuntaron los haces de luz hacia todos lados, asimilando la disposición del mobiliario y los caminos disponibles. Decidieron dirigirse a lo que parecía el salón, para montar allí su eventual base. El más pequ… 'Doe' sacó rápidamente la tienda de campaña, mientras 'John' continuaba reconociendo el terreno.

Apenas tardaron unos pocos minutos en tener listo todo. Era hora de leer una historia de terror para ambientar."

—¿Por qué siempre hay que leer historias de terror dentro de historias de terror? —preguntó Feather.

—No sé, es lo normal en este tipo de historias. Si no se leen historias de terror al leer una historia de terror, es todo como mucho más… aburrido —explicó Knowledge—. Además, si en una historia de terror que se lee dentro de una historia de terror ocurre algo mucho más trágico de lo que ocurre realmente en la historia de terror que estoy leyendo, lo que ocurrirá aquí, en esta casa, será algo realmente tranquilizador, ¿no?

—De acuerdo, continúa —terminó diciendo Feather, intentando asimilar la aclaración.

—Bueno, la historia que leen 'John' y 'Doe' está escrita, pero voy a saltármela.

—¿Por qué? —preguntó Shadow—. Léela.

Y todas afirmaron. Querían que fuese leída la historia de terror dentro de la historia de terror, estando ellas en su propia historia de terror.

—Oh, ¿por qué voy a hacerlo? —inquirió Knowledge—. Solo es una tonta historia de terror que no viene al caso. Si lo llego a saber no digo nada.

—Déjame ver —Gentle cogió el libro y empezó a leer rápidamente—. De acuerdo, la historia que leen los personajes no tiene nada que ver, se puede omitir.

—¿Por qué se puede omitir? Queremos enterarnos —Flashing se quejó.

—Ah, claro, como la señorita Gentle ya lo ha leído… el resto a fastidiamos, ¿verdad? —Shiny se quejó.

—De verdad, no es para nada relevante en la historia —contestó la unicornio de dos colores y, devolviéndole el libro a Knowledge, continuó—. Es mejor que sigas, Knowledge, luego le contaré la historia a estas yeguas curiosas.

—Queremos saberla ahora, no luego —Shiny se enfrentó a Gentle.

—Créeme, es mejor que no los sepáis —fue la respuesta de la unicornio.

—Pues yo creo que sí.

—¡Basta! ¡Lo contaré! —Knowledge estaba bastante enfadada—. Pero no quiero ni una sola interrupción más, ¿de acuerdo?

—Por supuesto —respondió Shiny, con ojos titilantes. Algo que fue acompañado por una sonrisa de Flashing y por un gesto afirmativo de Shadow. Feather miró al suelo, pues no quería escuchar más historias de terror, y menos historias de terror dentro de otras historias de terror.

"La historia que leyeron era realmente aterradora: definía las andanzas de seis jóvenes yeguas que decidieron ir a una casa abandonada, situada en mitad de un pequeño pueblo…"

—No quiero continuar —Knowledge dejó de leer—. Esta historia no me gustó cuando escogí la otra.

—¿Y por qué elegiste leer la otra historia? —preguntó Shiny.

—Porque es la mejor sobre casas abandonadas que tiene el libro. Pero la historia que leen los protagonistas… simplemente me niego a leerla.

—Oh, ¿acaso es porque son seis yeguas, como nosotras, y solo porque están en una casa abandonada en mitad de un pueblo, como nosotras…? Solo es casualidad… ¿O acaso hay, en la historia, una definición de nuestro aspecto o nuestra forma de ser?

—No, eso no, pero…

—Entonces continúa —terminó diciendo Shiny. Y volvió a repetirse la escena. Sus ojos titilaban, Flashing sonreía, Shadow afirmaba y Feather miraba al suelo.

—De acuerdo —admitió la historiadora—, pero no os quejéis si el parecido a nosotras se hace realmente palpable.

"… situada en mitad de un pequeño pueblo. La más pequeña de las yeguas quería entrar y fue convenciendo a las demás para hacerlo.

Se adentraron, convencidas de que la historia de la casa era un cuento para potrillos. Y eso fue su gran error, como supieron más tarde. Investigaron la casa desde el sótano hasta el tejado. Allí no había nadie. Todo estaba en calma.

Los motivos de las conversaciones que mantenían entre ellas fueron cambiando de tono, pasando de precaución y miedo a risas y jolgorio. Hicieron un corro en la habitación más grande de la casa, que resultó ser el salón. Se pusieron frente a la chimenea."

—Como cuenten otra historia de terror os juro que me voy —comentó Feather, con apenas un hilo de voz.

Knowledge miró fijamente a la pegaso-cartero con una mirada verdaderamente aterradora.

—No, no cuentan más historias de terror —dijo entre dientes, y continuó la historia.

"Las risas fueron lo que hizo enfurecer al fantasma. Durante su vida ese poni fantasma había sido objeto de bromas pesadas, hasta tal punto que una de ellas acabó con su vida. Desde ese momento, había decidido vengarse de todo aquel que osase cruzar la puerta y reírse… y así lo hizo".

Knowledge hizo una rápida lectura, avanzando en la historia mientras murmuraba.

"Y la puerta de la casa abandonada se cerró esperando su siguiente víctima. Esa noche se había cobrado seis vidas y estaba parcialmente satisfecha. FIN".

—¡Ey, no te saltes partes! —se quejó Shiny—. ¿Por qué lo haces?

—Porque digamos que la parte que he omitido no es plato de buen gusto. Dejémoslo en que lo que ocurre… podría servir a un aprendiz de cirujano para saber qué órgano conecta con qué partes del cuerpo. E incluso para él sería demasiado explícito. Lo más suave que hace el fantasma es comerse una lasaña hecha con… E incluso eso es demasiado. No sé por qué viene esta historia en el libro. Se supone que las historias son aptas para contar en campamentos.

—Entonces es mejor que continúes, si no te importa, con la historia principal —sugirió Gentle, mirando a las demás. Shiny terminó asintiendo, sabiendo que una negativa llevaría a una tonta pelea.

Knowledge sonrió y buscó la referencia para seguir. Shiny miró al resto. Entonces se fijó en Feather, que estaba completamente echada y tiritaba de miedo. Era increíble que una pegaso como ella tuviese tanto pánico. Sin embargo, Flashing estaba muy contenta. Algo realmente extraño en ellas. Normalmente la situación debería ser al revés.

"Al terminar el relato, 'John' apenas se sentía inquieto, pero 'Doe' estaba aterrado. No podía asimilar la historia que acababa de escuchar. 'No te preocupes', dijo 'John', 'la primera vez que leí la historia yo estaba igual o peor que tú'.

'¿Qué historia tiene esta casa?', preguntó 'Doe'. 'Supuestamente aquí tuvo lugar un…' "

—¿Órganos? ¿Lasaña? ¿Y se lo comió? ¿Pero qué clase de monstruo era ese fantasma? —preguntó de repente alguien.

Knowledge levantó la mirada. Estaba visiblemente enfadada. Empezó a bajar poco a poco el libro.

—¿Quién ha hablado ahora? ¡Dije que no quería más interrupciones! —exclamó, observando a las demás.

Todas tenían los ojos como platos, y miraban directamente hacia ella. Shiny levantó poco a poco la pata y señaló a la dirección en que se encontraba la historiadora. Aunque más bien señalaba detrás de ella. Knowledge, con los dientes apretados por la rabia y sus ojos entrecerrados, se giró poco a poco.

Detrás de ella había una figura traslúcida de una anciana poni de tierra. Su color se adivinaba de un verde esmeralda. Sus rojizos ojos estaban fijamente puestos sobre Knowledge, esperando pacientemente una respuesta coherente a sus preguntas.

La historiadora, con los dientes aún apretados, empezó a abrir lentamente los ojos hasta llegar a un límite increíble.

—Chicas… —empezó a decir—, espero que me dejéis paso libre. No quiero tropezar con ninguna mientras camino hacia atrás…

Y empezó a recular con sus patas traseras, mientras sujetaba el libro con las delanteras. Todas las demás se levantaron lentamente y empezaron a hacer lo mismo, con las caras desencajadas de miedo.

Todas, menos Flashing, que sonrió y se acercó hacia la fantasmal figura.

—¡Abuelita! —exclamó—. ¡Al fin has venido!

Empezó a extender sus patas para abrazar a la anciana… pero fue rápidamente detenida por las demás. Sin duda esa fantasma había hecho un hechizo… "fantasmal", haciendo caer a Flashing en ella. Pero afortunadamente las detrás estaban ahí para impedir que esa horrorosa aparición atrapase a la pobre potrilla.

Rápidamente se dirigieron hacia la puerta principal, mientras arrastraban a la pequeña unicornio, que se resistía como podía. La potrilla no quería alejarse de la abuela-fantasma, y así lo demostraba alzando sus patas anteriores y separándolas, en un símil de abrazo. La anciana respondío a su acción elevando de igual forma sus extremidades delanteras.

El grupo llegó a la entrada principal pero, por mucho que tiraron, empujaron, movieron y suplicaron, la puerta no se abría. Estaban atrapadas, a merced del fantasma. Todas recibirían una serie de horribles besos y se volverían locas… cosa que deseaba Flashing, a juzgar por su deseo de abrazar al fantasma.

—Rápido, subamos al segundo piso —Gentle era, con diferencia, la menos aterrada de todas, y se autoerigió como la líder capaz de mantener la situación bajo control.

Subieron atropelladamente las escaleras, siempre llevando consigo a Flashing, que empezó a ponerse triste, pues deseaba, con todas sus fuerzas, estar con la abuelita…

—Por favor… —suplicó—, dejadme ir con ella.

Pero no le hicieron caso. De hecho, fueron mirando, una a una, todas las habitaciones de la planta superior. Todas las ventanas estaban fuertemente cerradas. Desesperada, Knowledge cogió una silla de la última habitación y la lanzó contra la ventana. Presumiblemente debía romper el cristal, a juzgar por la fuerza de lanzamiento y porque las patas iban directamente. Pero, en vez de ello, el cristal se combó hacia fuera, como si fuese un globo de chicle, logrando contener el impacto, y recuperó rápidamente su posición inicial, haciendo rebotar la silla, que impactó de lleno contra Shadow.

—Tenemos que calmarnos y analizar la situación —Gentle estaba pensativa—. Knowledge, ¿cómo acaba la historia del libro?

—Nos persigue un horrible fantasma y ¿quieres que me ponga a leer ahora? —exclamó la historiadora, completamente aterrada—. ¿Te parece un buen momento para distraernos con chorradas mientras esa espantosa anciana nos va volviendo locas una a una?

—No me he explicado. Quiero saber si termina bien. Lo que me interesa saber es cómo se deshacen del fantasma. Quizás sea una manera eficaz.

—No, por favor, no la hagáis desaparecer —Flashing tenía los ojos lagrimeados. Estaba a punto de llorar—. Dejadme hablar con ella, por favor…

—Pues en el libro logran eliminar al fantasma diciéndole lo que es en realidad, haciendo que desaparezca —Knowledge dijo rápidamente.

Flashing aprovechó el descuido de la conversación para deslizarse a través de la puerta, sin que nadie la viese. Estaba decidida a encontrar a la abuela para pedirla que dejase salir a sus amigas, a cambio de que ella se quedase. No soportaba verlas sufrir así.

—Aunque… —continuó diciendo Knowledge— tengo una colección de libros en que dos ponis de tierra, que son hermanos, eliminan a los fantasmas echando sal a sus restos y quemándolos… ¡Ey! ¿Dónde está Flashing?

Salieron rápidamente al pasillo. Afortunadamente, la potrilla unicornio apenas se había movido unos pocos pasos, así que la agarraron rápidamente.

—¡Señorita! —exclamó Knowledge, disgustada—. No quiero que te muevas de mi lado. No quiero que te pase nada. Y no te tengas miedo, vamos a salir de aquí cueste lo que cueste.

De repente, un crujido sonó en la planta baja, seguido de un chirrido. Todas se miraron, asombradas. Parecía el ruido de una puerta abriéndose. Rápidamente avanzaron por el pasillo y bajaron las escaleras. La puerta principal estaba abierta de par en par, invitándolas a salir de la casa encantada.

—Hay algo que me escama en este asunto… —declaró Gentle, parándose de repente.

—¿A qué te refieres? —Feather estaba ansiosa por abandonar el lugar—. Podemos salir de aquí, ¿qué más quieres?

—A eso me refiero. Es demasiado fácil…

Knowledge se fijó a Flashing. Ésta estaba muy contenta, demasiado feliz, incluso para ser ella. Parecía encantada de abandonar la casa. Dándose la vuelta, la historiadora miró a Shiny y a Gentle.

—Lo único raro en este asunto es que, después de tardar tanto en convencerte para entrar en esta casa, ahora no quieras salir de aquí, Gentle —Knowledge indicó disimuladamente con la pezuña la dirección donde estaba Flashing, y alzó una ceja.

—Sí, eso es muy extraño en ti, Gentle —Shiny seguía el juego.

—Efectivamente, tardamos mucho en convencerte, y ahora nos haces esto —dijo Flashing, con una cara ligeramente más seria, pero sin abandonar la sonrisa.

Knowledge se giró rápidamente, con los ojos entrecerrados, visiblemente enfadada.

—Incluso en esta situación, Flashing no dudaría en decir lo contrario para contradecirme… y con más ganas lo haría ahora, sabiendo que no tengo razón y ganaría la disputa. Así que… ¿¡Quién eres tú y qué has hecho con Flashing!? —la mirada inquisitiva de Knowledge hizo retroceder a la potrilla.

—De acuerdo —replicó ésta—. Me has descubierto. No soy Flashing. Pero no os la llevaréis con vosotras.

Un humo negro envolvió rápidamente y por completo el cuerpo de la falsa Flashing, disipándose a continuación y revelando su verdadera forma: era el fantasma de la Abuela Terror.

—Flashing se quedará conmigo —dijo, con una sombría sonrisa—. Vosotras sois libres para poder iros.

—¡No me marcharé sin Flashing! —Knowledge estaba cada vez más furiosa.

—Ninguna de nosotras se irá sin ella —Gentle habló en nombre de todas.

—Os estoy dando la oportunidad de marcharos. Yo de vosotras aprovecharía esta oportunidad —y volvió a quedar envuelta en un humo negro. Cuando se desvaneció el humo, ya no había nada.

—¡MÁS TE VALE QUE FLASHING ESTÉ PERFECTAMENTE! —gritó Knowledge, que estaba fuera de sí de rabia—. ¡COMO LE HAYAS PUESTO UNA PATA ENCIMA, TE JURO QUE REDUCIRÉ ESTA CASA A CENIZAS!

—Se… Seguramente esté en el sótano —Gentle balbuceaba. No se imaginaba una reacción así de la historiadora. De hecho, ninguna lo esperaba.

—¡Vamos entonces! —la voz de Knowledge era un gruñido.

—Primero debemos trazar un plan —sugirió Shadow, y las demás asintieron.

—¡HE DICHO QUE VAMOS! —Knowledge miró a las demás. Sus ojos estaban inyectados en sangre, y su boca totalmente desencajada. Todas dieron un paso atrás—. ¡AHORA!

Se dirigieron rápidamente a la puerta que se dirigía al sótano. Estaba cerrada. Parecía ser que Gentle estaba en lo correcto: si Flashing estaba en algún lugar de la casa, sin duda parecía ser el sótano.

Knowledge apartó a las demás, empujándolas sin reparos, y se puso de espaldas a la puerta. Levantó sus patas traseras y, juntando todas las fuerzas que pudo, golpeó la puerta con una doble coz. Quizás fuera porque la puerta fuera antigua y estuviese carcomida, o quizás la desesperación y la rabia había multiplicado la fuerza de Knowledge, pero la puerta se separó literalmente de los goznes, y quedó empotrada en el techo de la escalera de bajada, deslizándose poco a poco y cayendo a un lado de la escalera.

—Sinceramente, no desearía ser ahora mismo el fantasma de la abuela Terror —dijo Shiny, claramente sorprendida.

—¡AGUANTA, FLASHING! ¡YA VOY! —Knowledge bajó totalmente decidida, sin esperar a nadie. El resto apresuró el paso para no perderla de vista.

Había una habitación al fondo del sótano. Al parecer era bastante grande, a juzgar por las dimensiones que había recortado la pared a la entrada del sótano. Knowledge abrió la puerta usando la manilla. Afortunadamente estaba abierta, y entró, seguida inmediatamente de las demás.

Dentro de la habitación, Flashing estaba sentada en una silla, junto a una mesa. Las demás sillas estaban ocupadas por una copia perfecta de las demás yeguas. Las que estaban detrás de Knowledge miraron asombradas la escena, pero ella entró directamente como un rayo en la habitación, yendo directamente hacia la potrilla unicornio.

Flashing miró hacia la puerta cuando ésta se abrió. Se sorprendió cuando vio a Knowledge en el umbral. Se suponía que estaba justo a su lado, mirándola sonriente. De hecho todas sus amigas en la mesa estaban mirándola. Entonces comprendió todo, y bajó la mirada.

Knowledge tardó un momento en llegar a donde estaba su amiga y empezó a ojearla de arriba abajo, escudriñándola detenidamente, en una tarea que apenas duró un instante. Entonces la historiadora volvió a mirarla, esta vez directamente a los ojos… y, llorando, la abrazó. Aparentemente, su amiga no había sufrido ningún daño, pero había sido secuestrada, y eso lo iba a pagar muy caro la abuela fantasma.

Las demás entraron en la habitación, aún asombradas por la existencia de sus dobles… pero la más confundida, sin ninguna duda, era Flashing. Todas se pusieron justo detrás de sus respectivos dobles, y éstos quedaron envueltos en un humo negro, desapareciendo justo después. Pero esta vez el humo voló hasta la entrada de la habitación, juntándose y convirtiéndose en la abuela fantasma.

—¿Sabes una cosa? —la anciana se dirigió a Gentle—. Me recuerda muchísimo a una yegua que había en el pueblo, cuando yo apenas era una pequeña potrilla. Aunque hace mucho tiempo que se me olvidó su nombre. Era una yegua muy orgullosa, sin duda. Y con un gran secreto. Todo el mundo sabía que su corazón estaba partido por la desidia y el odio, aunque ella se guardó para sí misma el motivo de tanto desprecio —Gentle miraba a la abuela con una mezcla entre terror y orgullo. Esa yegua de la que hablaba esa anciana no era ella. No era la que estaba en la habitación en ese momento—. ¡Ah, ya me acuerdo de su nombre! Creo que se llamaba Ge…

—¡BASTA! —Knowledge se subió a la mesa y empezó a caminar hacia el fantasma—. ¡HAS SECUESTRADO A FLASHING Y LO VAS A PAGAR! ¿¡Y SABES LO QUE VOY A HACER!? —llegó hasta la abuela y empezó a empujarla con la pata. "Es imposible", dijo la anciana en bajo, "No deberías poder tocarme". Pero así era—. ¡VOY A COGER TUS HIGADILLOS Y ME LOS VOY A COMER DESPACIO CON UN BUEN… VINO PRANCÉS! —entonces la historiadora hizo un sonido como si estuviese masticando rápidamente.

—Por favor, no hagas nada, Knowledge —Flashing estaba abatida—. No quiero que os peleéis. Ninguna de vosotras.

La historiadora miró hacia atrás y, viendo la escena, dio la espalda a la abuela y volvió junto a Flashing, a la que abrazó, sin dejar de mirar con rabia a la fantasma. Ese monstruo no volvería a tocar a Flashing. Ella se encargaría de que no ocurriese.

—Pero cariño —la historiadora se dirigió hacia la potrilla, usando un tono de voz mucho más suave—. ¿Por qué dices que no quieres que le haga daño? Ella te ha secuestrado.

—Pero vosotras os queríais llevar a Flashing… —respondió la abuelita, con un tono triste—. Y no podía permitir que la alejaseis de mí.

—Por favor, abuelita... —Flashing tenía lágrimas en los ojos—. ¿Por qué has hecho esto? Me has engañado… y yo quería… y yo quería…

—Quería estar contigo, ya lo sabes. Solo tengo unas pocas horas para disfrutar de una noche perfecta contigo, y querían separarnos antes de tiempo. Siento muchísimo lo que he hecho.

—¡Pero me has engañado! No eran mis amigas las que estaban aquí… ¿Acaso no confías en mí? Yo habría hecho que viniesen aquí de buen grado. Pero has jugado conmigo, abuela… y has jugado con ellas… ¡No quiero! ¡No quiero decirlo!... pero me has obligado, abuela —Flashing tenía los ojos llenos de lágrimas—. Tú… ¡Tú eres un fantasma!

—Ya lo sé, pequeña —la abuela bajó la cabeza—. Si no lo fuese, ¿cómo sería capaz de hacer las cosas que hago? Aunque me ha dolido que precisamente hayas sido tú la que haya dicho eso… como si no quisieses que estuviésemos juntas.

—No es eso, abuela —Flashing estaba empezando a lloriquear—. No quiero elegir entre ellas y tú. Simplemente no puedo. Os quiero tanto a todas… Pero no me hagáis elegir, por favor.

—Yo no iba a hacerles daño —la abuelita se acercó a Flashing y la besó en la frente. Las demás se sorprendieron, pues había sido un beso suave, sin ruido—. Ya sabes que yo soy incapaz de hacer cosas malas, y menos a tus amigas.

—Pero querías quedarte con Flashing para siempre —Knowledge estaba menos enfadada, pero aún distaba bastante de estar tranquila.

—No, no… —el fantasma se defendió—. Solo íbamos a estar esta noche. Y por la mañana volvería a salir… después de divertirnos juntas, como siempre hemos hecho, ¿verdad, Flashing?

—Eso es cierto —respondió ésta, esbozando una ligera sonrisa—. Sé que así es… y ésta no iba a ser una excepción —y, dirigiéndose a las demás, continuó—. Por favor, vamos a pasar la noche juntas todas. Hacedlo por mí.

—Bueno, he de reconocer que no hemos sufrido daño alguno —afirmó Gentle—. Y, pensándolo bien, no hemos estado realmente en peligro. Sin duda alguna, ella no quería lastimarnos en ningún momento.

Las demás afirmaron y se sentaron en las sillas. Pero Knowledge seguía enfadada. Miraba a la abuelita, que estaba al otro lado de Flashing… y después miró a ésta. La potrilla estaba sonriendo. Estaba contenta. Era feliz. Knowledge bajó la mirada durante unos segundos y, cuando volvió a mirar al frente, estaba riendo.

—Está bien, está bien —dijo al fin—. Si es así como quieres que sea, Flashing, así será. Al fin y al cabo, somos amigas, ¿verdad?

—No, somos las MEJORES amigas —la pequeña unicornio no cabía en sí de gozo—. Y ahora, si no os importa, voy a por mi zurrón y a traer la cena.

—¿La cena?

—Sí, tenía pensado hacer una cena para que os conocieseis todas… —dijo, levantándose rápidamente y marchándose al salón de la casa.

El silencio se hizo algo incómodo. Todas miraban a la abuela fantasma, que estaba avergonzada. Todas excepto Knowledge, que se quedó observando la puerta, esperando el regreso de su amiga.

—Bueno —Shiny empezó a hablar—, creo que lo mejor sería hacer una tregua, ¿verdad? Aunque sea únicamente por el bien de Flashing.

—Opino lo mismo —dijo Gentle. El resto de sus amigas, excepto Knowledge, afirmaron.

—Pienso igual —respondió la abuela, que se deslizó hacia una de las sillas libres y se sentó sobre ella.

—Knowledge —intervino Shadow—, la tregua debe ser completa, y eso te incluye a ti.

—Sobre todo te incluye a ti —Feather se había recuperado del miedo, sabiendo que no corría ningún peligro.

—Hazlo por Flashing, por favor… —dijeron a la vez Shiny y la abuela.

—Está bien, lo haré… —Knowledge miró al frente y se tranquilizó—. Pero lo hago solo por ella… de momento.


Flashing hacía rato que había vuelto, y estaba ayudando a la abuela a preparar la cena. El resto, incluyendo Knowledge, estaba hablando cada vez más animadamente. La historiadora se había dado cuenta de que lo único que tenía de horrible la "Abuela Terror" era el nombre.

—Bueno, la cena está lista —Flashing estaba sirviendo los platos, llenos de una tibia sopa—. Os va a gustar, os lo aseguro. Lo he hecho yo.

—Pero si tú no sabes cocinar, Flashing —Knowledge estaba extrañada.

—Me dirige la abuela. Es muy mañosa en la cocina, y estoy aprendiendo muy rápido, según dice ella.

—Es la verdad —la abuela apareció de repente en la silla que había ocupado antes—. Pronto no me quedará nada que enseñarle.

—Pues entonces te enseñaré yo trucos mágicos.

—Bueno, ya hago bastantes trucos… fantasmales.

Y todas se pusieron a reír.


—Bueno, Flashing —Knowledge estaba ya muy relajada y a gusto—. Cuéntanos la… verdadera historia que hay entre tú y esta casa… ¿Qué pasó para que quisieras venir desde un principio aquí? Y no toméis a mal esta pregunta, es algo extraño que ella entrase aquí cuando esta casa no tiene buena fama.

—Oh, no te preocupes —Flashing estaba sonriendo—, no creo que haya que tomárselo a mal… —y carraspeó un poco, preparándose para decir la historia.

+Hace muchos años, cuando yo era una pequeña potrilla sin Cutie Mark y aún no era muy querida en el pueblo… ya sabéis, una huérfana solitaria en el camino de entrada siempre se ha considerado un augurio de mala suerte… y era algo que me lo recordaban a menudo.

+Bien, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Yo estaba desesperada por buscar encajar en cualquier grupo. Incluso en el de los ponis más gamberros. Pero tenían una prueba de iniciación: entrar en esta casa una noche de Luna de Sangre. Y así lo hice, temblando pero decidida.

+Una vez dentro, oí ruidos, quejidos, lloros… era la abuela, que se sentía muy sola… Yo escuché los lamentos y, probablemente porque yo también me sentía así, en vez de huir, empecé a buscar quién estaba triste. Y nos encontramos.

+Ella se portó muy bien conmigo, y yo quiero portarme muy bien con ella. Hizo que desde entonces mis mayores temores se convirtiesen en simples obstáculos a superar. Y así lo estoy haciendo… Gracias a ello, os encontré a vosotras. Aunque, desde entonces, cada Luna de Sangre entro en esta casa para pasar la noche junto a la abuelita.

+Y me alegra muchísimo que esta vez todas mis amigas estén juntas. Esta noche está empezando a ser la mejor de toda mi vida.

—Pues vamos a hacer entre todas que así sea —Knowledge abrazó a Flashing.


—¡Pero mira qué hora es! —la abuelita estaba mirando hacia la ventana—. Está empezando a amanecer… Es hora de despedirme.

El tiempo había pasado sumamente rápido. Era la sensación que tenían después de estar hablando y riendo durante horas.

—No puede ser… —Flashing empezó a entristecerse—. ¿Por qué tan pronto?

—Ya sabes las normas —la abuelita también estaba apenada—, pero no te preocupes, la próxima Luna de Sangre volveré y podremos divertirnos otra vez.

—No quiero que te vayas, abuelita… Quiero que te quedes conmigo… No quiero verte marchar —exclamó la potrilla, llorando.

—No llores, pequeña… siempre estaré aquí para ti.

Y le dio un beso en la frente. Esta vez el beso fue un verdadero beso de abuela. Aunque todas sabían que no iba a hacer daño a Flashing. Ese fantasma quería de verdad a la pequeña unicornio. Y, poco a poco, la ancianita desapareció, mientras la luz de la mañana empezó a inundar la estancia a través de una ventana situada en la parte superior de la pared.

Poco a poco empezaron a recoger y a limpiar todo. Cuando terminaron, salieron a la calle. Flashing se había recuperado, aunque todavía estaba con los ojos húmedos. La despedida había sido muy duro para ella.

—No te preocupes, Flashing —intentó animar Knowledge—. La próxima Luna de Sangre no queda lejos, y volveremos todas, ¿verdad?

Todas asintieron.

—Y quiero que sepas —añadió Shiny—, que en la próxima carta a mi abuela escribiré, como gran favor, que le pida a la Princesa Celestia que haga más Lunas de Sangre. Recuerda que mi abuela trabaja en el Palacio Real, y seguramente pueda influir un poquitín.

—Knowledge —Flashing se dirigió hacia su amiga—, por favor, quiero pedirte una cosa: que termines la historia de terror.

—Por supuesto, será un placer.


Y todas fueron a casa de Flashing, a escuchar cómo terminaba la historia y a tomar un desayuno de amistad. Por el camino, se cruzaron con los habitantes del pueblo más madrugadores. Uno de ellos era Wise Words, que volvía a su casa. Éste las saludó con un movimiento de la cabeza y continuó su camino.

Muffled Yell se despertó súbitamente. Alguien había abierto una ventana y había tirado algo al suelo. Se levantó rápidamente y entró en la cocina. Sobre el piso había un periódico. Era la edición del día del Equestria Daily. Era extraño, ella no estaba suscrita a ningún periódico. Pero sabía quién había hecho esto, aunque no sabía por qué… aún.

Cerró la ventana y recogió el periódico. Entonces comenzó a agitarlo, hasta que cayó una fotografía de entre las páginas. La recogió y la observó: se veía una unicornio verde con cabello amarillento. Se la notaba bastante desmejorada.

Entonces dio la vuelta a la fotografía. En el reverso estaba escrito "Esta fotografía se acaba de hacer en la Prisión de Canterlot. Te dije que me aseguraría de que no volviera a molestarnos".

Muffled Yell suspiró aliviada. Wise Words siempre cumplía con su palabra… aunque le alegraba saber que ésta vez su "presa" seguía viva. Quizás Wise Words tuviese corazón, después de todo.

FIN DEL CHAPTER 1x06


Ahora que el capítulo ha terminado, me gustaría comentar unas impresiones personales con respecto a este capítulo en concreto.

Como algunos habrán notado, la similitud con este capítulo y el capítulo "3x06 - Sleepless in Ponyville" son bastante evidentes. Debo decir que este capítulo lo terminé de escribir (sin repasar) en agosto o septiembre del 2012, por lo que es imposible que este capítulo del fanfic sea una adaptación (o copia, como se quiera llamar) de ese capítulo de la serie original. A su vez, también es imposible que me hayan copiado de la serie, porque el capítulo del ha sido publicado bastante tiempo después que el de la serie original, además de que este fanfic no es conocido.

Pero bueno, como diría Wise Words: "Las buenas ideas son universales", es decir, las buenas ideas surgen en distintos lugares al mismo tiempo.

Además, hay más similitudes entre este capítulo del fanfic y el capítulo 3x06 de la serie original:

-En los dos capítulos hay una anciana fantasma.

-En los dos capítulos hay una historia de amistad que finalmente se refuerza.

-En los dos capítulos hay una base de terror (de tipo adolescente).

-En los dos capítulos la protagonista es una joven potrilla.

-En los dos capítulos la Luna es un elemento primordial.

-En los dos capítulos las protagonistas superan su miedo.

Y, por último, dos curiosidades:

-Empecé a escribir este fanfic en junio del año 2012, es decir, después de terminar la segunda temporada. Si ponemos el inicio del fanfic justo después de la segunda temporada de MLP, este capítulo sería el equivalente al 3x06. Bueno, es algo estúpido hacer esto, porque lo que ocurre en este fanfic por el momento es lo que transcurre en la primera temporada de la serie original...

-El capítulo 3x06 de la serie original fue emitido el 8 de diciembre, que casualmente es el día de mi cumpleaños.

Y, por el momento, eso es todo. Opinen si les apetece, pero, sobre todo, disfruten de la lectura.

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