Escape Del Planeta Caido! Ciudad De Pobres Corazones
Chapter 2: 2. Varado ( En Otra Dimension)
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Varado ( En Otra Dimension)
Es dificil de precisar el sentimiento que me embargò al ver la luz: esperanza e inexorable final. Pero una vez esta hubo penetrado mis ojos, no hubo ningun recuerdo que permaneciere en mi, sino hasta el instante en que abri mis ojos al sentir la suave caricia del agua de un rio. Mi nombre no es importante, mucho menos ahora, que los lugares se han confundido y no se donde estoy ni quien soy.
Solo recuerdo mi nombre y algunas vagas relaciones y factores de mi pasado que realmente son borrosos e inconclusos. Parezco estar solo.
Miro todo, pero no observo. Mis manos estan atadas al anhelo de recordarme como antes y de aferrarme a la esperanza hasta que ya, hasta que ya no pueda màs.
Mientas camino escucho aves cantar, cuervos graznar y no es sino hasta ese momento en que reparo en que ha llegado la noche mientras intento buscar a alguno de mis compañeros de viaje o bien a algun lugareño, uno de estos aliens con cabeza alargada y gigantescos ojos quien, aun fuera antes de matarme con su pistola de rayos cuanticos me dijera donde me encontraba. El mundo parece estar muy tecnologizado, a la par con los tiempos. Contrucciones grandilocuentes, agujas espaciales, tubos de teletransportacion en el cielo por donde pasaban a la velocidad del rayo unos extraños seres que no alcanzaba a distinguir.
Todo aquello lo apreciaba desde la encenada que daba vista a la gran ciudad. Baje unas escaleras mientras se escuchaba el sonido de naves surcando el cielo ya nocturno. Cada vez màs y màs, parecian no tener fin y aun cuando hube llegado a metros de la entrada de la ciudad, aun no podia vislumbrar a nadie y por lo mismo nacia preguntarme "¿Dónde estan todos?". Caminando un poco màs llegue hasta un cartel de bienvenida que era sostenido por dos estatuas: un leon dorado y un unicornio de color plateado brillante. El cartel rezaba : Ponyville 23.569 habitantes. Desde luego eso no pudo sino generar en mi risa casi descontrolada, era un nombre muy raro para un asentamiento urbano pequeño como este.
No es comun llegar por azares y causas del destino a un lugar desierto, pero de pronto pude observar un pony con un sombrero que galopaba alegremente por el paramo. Era un buen medio de transporte para explorar la ciudad, asi pues, me dispuse a montarlo. El animal me miro de una manera indistinta, tal y como no hubiese visto humano en su vida
- Vamos, muevete cosa. – dije tomandolo del cuello
- Perdoneme señor… o cosa.. o lo que sea que usted sea – dijo el – creo que no nos hemos presentado.
Esto era a todas luces inaudito por decirlo menos, un lugar donde los ponies parecian hablar
- ¿Que se va a quedar callado? – me interpelò – diga algo. Disculpese por lo menos
- Esta bien, disculpa – dije confundido
El se aprestò a marcharse sin no antes mirarme con especial curiosidad. Dio un par de galopes, pero se detuvo. Timidamente preguntò:
- ¿Quién o que es usted?
- Esa pregunta es muy simple. Soy un humano. Y, creo que la pregunta procedente seria preguntarle ¿Por qué habla?
- Aquí todos hablamos, es una sociedad equina. Para mi lamento sospecho no encontrara nadie de su especie por estas tierras.
El siguio su camino y yo quede varado ahí, en otra dimensiòn. De un tiempo a esta parte habia escuchado del cambio dimensional pero no habia sabido de nadie que lo hubiese intentado o de bien, hubiese vivido para contarlo.
Segui mi camino con especial atenciòn hasta llegar a la plaza de la ciudad que parecia estar contruida según el plano de damero, con la plaza en el centro neuralgico de la ciudad. Me sente en uno de los bancos y revise mi chaqueta: una fotografia de una desconocida chica sonriente, unas canicas de polvora y una hoja completamente arrugada, que, empero, parecia estar escrita.
Deseche la foto y las canicas. Me saque la chaqueta, era una noche particularmente calurosa. Tuve la tentaciòn de desenrollar el papel para desentrañar ese misterio, pero aun… aun no era tiempo. De pronto el viento del noroeste comenzo a arreciar y trajo consigo un mapa de la ciudad que cayo a mis pies. Al leelo me dirigi directamente al rio del sureste, no sin antes consultar el horario en la gigante torre del relo. Y, en efecto el reloj apuntaba las 03:55 AM.
Estaba sucio, algo maloliente dado todo lo sucedido asi que al llegar al rio me di un reconfortante baño luego de despojarme de mi ropaje, que contrario a lo que creia, suponia un gran peso para mi cuerpo en esta nuev tierra.
La luna me iluminaba con su fria luz, es una sonrisa la que puede dibujarse en mi por cuanto mis ojos no recuerdan haber visto algo de belleza tal.
Una media hora dentro del agua y una siesta en el pasto fueron suficientes para despertar con animos renovados en este lugar que parecia estar a mundos de distancia de nosotros.
Con las manos ya secas extraje el papel desde el bolsillo de mi pantalon y lo lei. Extraño que dijere lo que sigue:
Hafnafjordur:
Yo, la princesa Celestia, dueña y señora del reino de equestria los he rescatado a ti y tus amigos de la muerte y los he traido a esta tierra magica. Cada uno tiene una mision y algo que descubrir. Tristemente tu destiono ya no se volvera a entrecruzar con el de tus coterraneos. Pues ellos, estan disgregados por diferentes partes del reino.
Sin embargo, debes venir al palacio real ubicado en el extremo noroeste de la ciudad para conocer el que sera tu siguiente movimiento, siendo, todos ellos, supervisados por mi
Atentamente: princesa Celestia de equetria. Reina del sol, ama de la luz, soberana de la paz, gurdiana del amor, etc…
omiti el resto de los titulos honorificos, pues eran mas de la mitad de la carta, lo cierto es: tenia demasiados. La misma tenian un timbre azulado en la parte superior izquierda con el rostro de lo que parecia ser un unicornio, pero pareciera que seria algo a lo que deberia acostumbrarme a partir de ahora.
Aun tengo la duda de cómo sabria mi nombre y del porque debia verla. Debia ser una especie de semidios o algo. Aunque subiendo al monte y observando su castillo, no creo que una Diosa viviera en un lugar con esa apariencia y con tantos cañones en las torres, como si estuviese preparada para la guerra en cualquier momento. A veces lamento no haber abierto el sobre antes, me hubiese ahorrado haber caminado toda la ciudad practicamente por segunda vez.
Tenia una pista, mi nombre era Hafnafjordur, pero eso me llevaba un paso màs a la reconstruccion de la vida que no recuerdo.
Al pasear por las calles, podia intuir ojos que me observaban, pero desde luego … solo la mas grande quietud.
De pronto pude observar una pony rosa que venia en direccion a mi, venia como saltando y riendo. Una vez me enfrento, comenzo a cantar una cancion de bienvenida y, a pesar de feliz que se veia, al parecer tenia un carácter muy hiperactivo, pues de esta manera dijo:
- ¡Hola! Mi nombre es pinkie pie. ¿tu eres un humano cierto? Twilight sabe mucho sobre los humanos… los humanos son muy humanoides y lo que….
Ella siguio hablando incoherencias e imitando el sonido de un aspersor mientras yo seguia mi camino. Ni siquiera le hable, casi por miedo, era hasta el momento la criatura mas extraña que debi enfrentar y aun no sabia que decir.
De camino por el sendero que conducia al extremo noroeste de la ciudad pude apreciar un gran granero y un pony rojo que colocaba manzanas en un gran carro para luego poderlas acarriar. Desde luego fue un alivio poder saber que podria hablar con alguien que pudiese darme suficiente informaciòn.
- Buenas noches – dije
El solo me miro
- ¿Por qué todos hablan aquí?
- Eeyup – dijo
- No.. escuche. ¿ puede decirme que hago aquí?
- Nope – dijo
- Con una mierda – grite
Al parecer mientras mas caminaba las cosas se hacian para peor. Y, a pesar que vi otros ponies, no me detuve a hablarles. Ya habia tenido suficiente con esos 2.
Al llegar al castillo intente entrar y ambos guardias cruzaron sus espadas bloqueandome el paso, a lo que hable:
- Buenas…noches – dije – mi nombre es Hafnafjordur… supongo y vengo a ver… a la princesa celestia
Los guardias se miraron y me dieron paso libre, di las gracias y continue. para mi sorpresa al entrar no halle de inmediato un hall central o algo por el estilo. Sino mas bien un jardin que era adornado con otro jardin colgante, a la usanza de Hammurabi. Habian limoneros, naranjos, nogales. En los cuales se posaban aves de los mas diversos colores y, que a ratos, enloquecian con su canto. Flores como los pensamientos y las bugambilias adornaban el lugar a su vez.
Yo no me dedique, empero, a dar vista exhaustiva al jardin, solo pase de largo.
Una vez hube llegado al hall central, subi como me lo habian indicado, a los aposentos de la princesa. Al tocar la puerta esta se abrio sola y senti un voz potente, imponente, como de mujer decir:
- Pase adelante
Yo me interne con los ojos cerrados, como no sabiendo que veria. Pero sin embargo al abrir los ojos, ahí estaba ella. Mediria unos 3 metros de alto. Su mirada era intimidante y poco confortable y su semblante serio era imperturbable
- Bue… buenas noches pr… prince.. princesa – dije con miedo – mi nombre es… Haf…
- Al fin has llegado Hafnafjordur – dijo – me preguntaba cuanto habrias de tardar
- Asi es pr….
- ¿Tienes alguna pregunta para mi?
- Asi es… ¿Qué hago aquí?
Bueno. Senti su llamada de auxilio desde esa nave varada y decidi salvarlos. Son los primeros humanos en la historia de Equestria. Jamas pense en traer a los de su especie aquí, pero en una situacion como esa… fue una muestra de la mas piadosa compasiòn
- ¿esta es otra dimensiòn?
- Bueno. No se si llamarla una dimensiòn alterna. Pero si… puedes entenderlo asi
Me pidio seguirla y nos internamos por un corredor que parecio eterno, para detenernos frente a algo parecido a una pantalla de televisiòn
- Escucha. Yo sabia hace mucho lo que sucederia en tu planeta
- Y si lo sabia ¿ porque no lo detuvo?
Ella solo me miro y dijo:
- El destino no se detiene. Solo se cumple.
Yo solo musite con desgano. Ella me miro de reojo y dijo:
- Bueno. Yo prepare durante mucho a mi pueblo para su llegada, pero como era natural aun de esta manera, se han sorprendido tremendamente. Designare alguien que te muestre la ciudad y te ayude a enfrentar tus nuevos desafios. Observa la pantalla.
Por la misma comenzaron a pasar muchas caras y nombres, rapidamente, sin detenerse. Era como lo que llamariamos, un simil a la rueda de la fortuna. Se comenzo a detener de a poco hasta para por completo. El nombre era Rarity. Era una unicornio blanquecina de crin purpura. Ella me extendio un papel con la direccion de su hogar que rezaba: avenida Hahnemian Sparkle 2658 esquina colmena.
Yo me di la media vuelta para marchar, pero ella dijo:
- No te vayas aun, tengo algo de vital importancia que decirte.