La voz del destino
Chapter 34
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-descansa muchacho, lo has hecho bien – el pony se retiró siendo acompañado por los otros dos guardias
-¿acaso William ha conseguido el apoyo de los nórdico?
- no lo creó, a ellos no les interesa las guerras del continente, de seguro son solo piratas, y contrabandistas – miro a Celestia y a Asuna – ya es hora princesa Asuna,
-¡armen al ejercito! – Grito el pony rojo a todo fervor –¡partiremos al amanecer!
- si majestad – respondió llamando la atención a todos, lo que aprovechó Aragorn para retirarse a su cuarto, dándose cuenta que el resto lo seguía de cerca, deteniéndose en medio pasillo para sorpresa de todos
- Faramir, quiero que te lleves a las Chicas al borde del bosque, si no regreso sé que las cuidaras – pero Faramir negó, sin prestar atención a que Celestia, Candace, Asuna, y Serena los pasaba de largo con rapidez
-no Aragorn – respondió sorprendiendo a Alicornio – no pienso quedarme aquí mientras tú arriesgas tu vida, siempre he estado a tu lado en múltiples batallas, y esta no será la excepción
-Faramir eso sería, pero ahora la situación es diferente
-¿en qué forma? – Pregunto Xerneas – no le veo el problema en que tu mejor amigo vaya a luchar contigo
-tú no te metas Xerneas – el ciervo solo se quedó callado – y tu Faramir, sé que deseas ir, pero no puedes
-¿por qué? – más Aragorn solo suspiro
-porque tú eres el único que puede proteger a Celestia, y las demás, solo tú conoces tan bien como yo los bosques, y ellas no
-¿así será? – Xerneas dijo – ¿piensas no volver?
-sí, es posible no sobreviva – respondió Aragorn firmemente – y no quiero que algo les pase por mi imprudencia, confió en ti Faramir,
-¿significa que partirás al amanecer sin despedirte? – Xerneas exclamo con decisión, Aragorn asintió melancólico, mas Faramir solo se limitó a verlo a los ojos – para tu información, yo iré contigo y sabes que no podrás eludirme
-ya lo suponía de ti Xerneas – pero solo se limitó a darse la vuelta encarando a su compañero – pero ¿que pasara con ellas? si los dos no podemos volver – Faramir detuvo su marcha – si morimos en batalla, ellas estarán solas en este maldito mundo – caminaron el resto de tramo a las habitaciones en total silencio sin atreverse a verse las caras, pero finalmente uno de ellos rompió el silencio
-si ese es tu miedo – dijo – pídele a tu padre y hermana que cuiden de ellas – Xerneas recibió una fulminante mirada
-confío en ellos como podría confiarle un queso a una rata hambrienta – con indiferencia y tajante – pero di mi palabra y pienso cumplirla – repentinamente una de las puertas se abrió violentamente, al mismo tiempo que la princesa Asuna que sin previo aviso y para sorpresa de los presentes se arrojó a los pies de Aragorn
-¡hermano, por favor no vayas, deja que Gandalf se encargué de los piratas! – Casi suplico –¡no vayas, por favor, no vayas!
-princesa Asuna, usted me trajo para luchar en contra de Dragonia ¿porque ahora ese cambio tan repentino? – con un tono de broma, pero ella se levantó abrazándolo con fuerza sin querer separarse a la vez que gruesas lagrimas escurrían por sus mejillas
-eso era antes – respondió salpicando su vestido de lágrimas – no quiero perder al hermano que me queda, no, tú me tienes que contar todo sobre ti, y sobre mamá, por faovr no vayas, te lo suplico
-lo siento princesa – la separo de si delicadamente – pero fue usted la que me dio ese trato, y solo por usted entre a esta ciudad, es hora que cumpla mi parte – la unicornio solo sintió una pezuña en su hombro al girarse vio a Xerneas que con su sonrisa la tranquilizo
-no se preocupe princesa, me asegúrate que regrese a salvo – el Alicornio solo detuvo su andar sin voltear - además, ahora él tiene a alguien por quien regresar
-si piensas acompañarme Xerneas – dijo secamente el Alicornio – es tu decisión, pero no esperes que te cuide
-descuida, no espero eso de ti – Aragorn entro en su cuarto sin decir nada y cerro la puerta con calma, dejando a los tres en el pasillo
-si me dejara ir – exclamo frustrado Faramir
-y lo harás – respondió Xerneas – los cuatro iremos –y sin más continuo su andar pasando de largo las habitaciones, perdiéndose en el pasillo
-¡no es posible! – Grito a todo pulmón Onix arrojando una copa y con su contenido por la terraza que daba a los jardines –ese maldito Alicornio no puede venir de sangre de reyes ¿Qué clase de terrible maldición ha caído sobre ellos? –se giró la cabeza al ver un pony que le llegada portando un atuendo perturbador, compuesto por pieles de diversas clases, hasta de ponys, todas obtenidas de enemigos vencidos –Assar ¿Qué planeas hacer?
-solo me iré, regresare con mi clan –dijo sin más levantándose al capucha de piel de ciervo –que ya no tengo razón de estar aquí
-eso no es verdad –respondió Onix – él todavía podría intentar algo y…
-admítelo en tu alma Onix – Contesto con suma calma –tú me pediste que viniera cumpliendo mis votos, para evitar que el lastimara a los reyes de esta nación, y a tu princesa, pensé que tenías razón cuando lo nombraron general…pero ahora no tengo que estar aquí, ya que lo que temías que tomara por la fuerza, siempre le perteneció
-el tiene razón – ante los dos apareció Éowyn que con suma elegancia se acercó a los dos corceles – Assar, pediré a su diosa que lo guarde en su camino de regreso a casa
-le agradesco mucho señora – dijo – y yo le pediré por ustedes y su futura familia –los dos quedaron sonrojados – ¿pero a usted? –Dijo a las sombras que daban el conjunto de árboles y arbustos del jardín – desconozco como hacerlo –de las sombras salió Xerneas mirando indiferente al pony
-oh, es usted –exclamo con alegría Éowyn – pensé que no podría a agradecerle el guiarnos a través del bosque – este solo sonrió inclinando la cabeza dejando pasar a un lado suyo a Assar que momentáneamente detuvo su andar susurrándole
-¿Por qué el dios del bosque se inclina ante los mortales?
-aquí yo no soy lo que dices que soy –contesto indiferente, a la vez que el pony se marchaba satisfecho , los tres vieron como el pony bajaba las escaleras para perderse la multitud que se marchaba del castillo –Onix…veo que no está muy entusiasmado con mi presencia
-no negare que el saber de tu relación con el Alicornio no me fue muy favorables –tajante mente sosteniendo con su pesuña la empuñadura de su espada –mucho agradezco el salvarnos del bosque, la pregunta es ¿Por qué?
-no tenía razón para guiarlos, solo lo hice porque era lo correcto –repentinamente se quedó en silencio mirando el cielo como buscando algo –disculpen que no pueda continuar esta platica, pero hay un asunto importante que debo atender –y sin más dio un salto alto hacia la pared subiendo por las ligeras salientes de los ladrillos ante la mirada asombrada de los dos ponys, Xerneas se detuvo en el tejado de una de las torres, mirando al techo de una de las alas de la construcción, en ella una pequeña criatura verde parecida a una hada del Bosque bailaba acompañada por el viento, esta al ver a Xerneas alzo su manita saludando
-¡hola Xerneas!
-Celebi, no esperaba tu presencia tan rápido –dijo para sorprenderse al ver que apareció de la nada otra criatura, esta de color blanco parecida a un ciervo que Poseía una especie de arco en el torso, y pezuñas doradas –Arceus… – se inclino apresuradamente
-Xerneas, desconozco la razón del porque estas en estos mundos, pero no me interesa, ya que esto no afecta en nada nuestra dimensión –dijo con lentitud, a la vez que Xerneas se alzaba –y solo la curiosidad me guía
-pero eso no basta para haberlo traído a este mundo –respondió Xerneas
-en eso tiene razón, solo he venido a informarte que Yveltal me ha pedido también intervenir, y se lo he permitido
-¡¿Qué?! –Grito el ciervo – ¿desde cuándo le interesa lo que yo haga, o deje de hacer? El solo sabe traer destrucción sin sentido
-relaja tus ímpetus, no dudare que él sea más creativo de lo que imaginas –respondió con indiferencia – lo condicione a que ayudara de igual manera a este grupo del que formas aparte ahora, y quien sabe tal vez nos dé a ambos una gran sorpresa
-yo no lo creo – exclamo la vez que Arceus abría un portal delante de si, adentrándose con rapidez – Celebi ¿Qué tiene planeado Yveltal?
-eso no lo sé, pero ha pedido ayuda a Dialga y Palkia – entro por el portal que se cerro pocos segundos después dejando a Xerneas pensativo admirando el firmamento, repentinamente con sus poderes materializo una espada que sostuvo con su magia – sea lo que sea que planees Yveltal, no dejare que causes problemas –y con ella se puso a practicar sus estocadas
Aragorn una vez dentro del cuarto se sentó en la cama mirando al balcón y a las estrellas que tintinean en el firmamento, y respirando profundamente trato de acomodar sus ideas, girando su vista a un librero al fondo de cuarto levantándose de la cama encaminándose hacia él, pero en la mesa miro de reojo sus alforjas de la que sobresalía el sobre, recogiéndolo con sumo cuidado y acomodándose en la silla, sosteniéndolo con ambas pezuñas silencioso
- mamá, no hay día en que no te recuerde – mantuvo el sobre contemplándolo en silencio sin conocer el tiempo transcurrido, sin conocer la lapso transcurrido hasta que la puerta se abriera lentamente
-príncipe Aragorn lamento interrumpirlo en estos momentos de meditación - dijo Gandalf entrando al cuarto e inclinándose ligeramente – pero tengo noticias – pero el Alicornio permaneció absorto en sus pensamientos - ¿es encuentra bien?
-eh, disculpa Gandalf – exclamo saliendo de su trance – no escuche que entrabas
-perdone mi indiscreción príncipe, pero... – fue interrumpido
-no me des un título que no he pedido ni he aceptado – el anciano solo bajo la mirada con pena – ahora dime ¿qué te ha traído aquí?
-ah sí, vine para avisarte que las tropas están listas y tu armadura estará terminada al amanecer ¿deseas que te la traigan a tus aposentos?
-no será necesario, yo iré por ella a la armería
-si señor
-y Gandalf – detuvo su retiro inclinándose –dime, ¿cómo era mi madre antes de que llegara a su vida?
-no creo que cambiara mucho a como usted al conoció, y la recuerda, como ninguna otra, no podría describirla con palabras – ambos sonrieron – me retiro, nos veremos mañana – con ello salió dejando a Celestia entrar discretamente cerrando la puerta detrás suyo
-Aragorn... ¿en qué piensas? – el Alicornio solo se limitó a acercarse a ella para darle un beso
-en cómo me metiste en esto – dijo en tono burlesco
-que gracioso, ya enserio ¿en qué estás pensando tan profundamente?
-he pensado mucho, y sé que apenas nos conocemos – dijo – y desconozco lo que pueda pasar, tampoco sé si debo ir, ahora más que nunca pasa por mi mente el deseo hacer que nos marchemos, olvidar todo y volver al bosque ¿que nos importa esta guerra?
- se lo que sientes, saber que tienes una responsabilidad que no debería ser tuya – contesto abrazándolo – pero yo, y tus amigos están a tu lado, yo no he pensado en volver a Equestria porque no quiero dejarte solo en esta dura situación
-no puedo arriesgarlos, y sé que si no regreso Faramir las cuidará
-¿por qué dices que no volverás? – Ella lo aparto un instante – Aragorn, no seas tan pesimista, tu regresaras porque tienes una razón para hacerlo,
-y una muy fuerte, solo no deseo dejarlas a su suerte, quiero estar a su lado protegiéndolos a todos
-dejas esa responsabilidad, Faramir, pero nosotras podemos defendernos – se sentó a su lado en la mesa y noto la carta – esa carta es de tu mamá – el afirmo bajando la mirada – ¿ya la abriste?
-no, aun no
-¿porqués?
-no lo sé, sé que ahí está la explicación que por tanto tiempo he buscado, pero también...podría ser...
-yo estoy contigo - junto su pezuña con la de él, Aragorn tomo el sobre rompiéndolo por un lado, sacando la hoja de papel – estás listo
-listo... – desdoblo el papel
Con esto termino la petición de una gran admiradora de este Fanfic, no creas que no lo iba a poner, además que en futuros capítulos introduciré un personaje de otro fanfic, aparte de otros capítulos que vendrán siendo de relleno, pero eso si, con acción, por foavr dejenem sus reviews, y si desean también uno que otro oc
de antemano gracias