Slenderpony
Chapter 8
Previous ChapterCapítulo 8.
El Slenderpony era más aterrador que en los dibujos. Medía más de dos metros, su pelaje era blanco como la nieve y fría como esta. Cuatro tentáculos amenazadores nacían de su lomo, y se retorcían como serpientes. Con pequeños pasos comenzó a acercarse al las potrillas.
Applebloom y Sweetie Belle estaban petrificadas del miedo, tanto que ni siquiera podían gritar. Ambas apoyaron sus espaldas contra el tronco, como si así pudieran protegerse. Sus pupilas se achicaron. Un sudor frío le cayó por las frentes. Temiendo lo peor se abrazaron y cerraron los ojos.
-¡AAAHHH!-gritaron finalmente.
La criatura parecía disfrutar su miedo y se acerco aún más. A esa altura, las ponies estaban temblando de pavor. Uno de los tentáculos del Slenderpony se aproximó al cuello de Sweetie Belle.
La pony solo podía observar. De haber podido, hubiera corrido lo más lejos posible, pero el miedo la había petrificado. Cada vez estaba más cerca de a muerte. Una lágrima cayó de su ojo derecho. El oscuro miembro rodeó el cuello de ella, como lo hizo con la ardilla. La elevo a unos cuantos centímetros del suelo, ubicándola a la altura de donde estarían sus ojos.
Applebloom cerró los suyos nuevamente. No podía moverse, así que tampoco podía ayudar a su amiga. Aunque era poco probable, no saldría viva de allí, y si lo hacía, no quería ver a Sweetie Belle morir.
Puso sus cascos sobre su cabeza, y se acurrucó contra la base del madero. Repentinamente, un zumbido veloz atravesó su oído. Luego, pudo escuchar un grito de ultra tumba, seguido de un golpe contra el suelo. Temerosamente, abrió los ojos, para ver un espectáculo único. Sweetie Belle, corriendo hacia ella; el Slenderpony retorciéndose de dolor, por la reciente pérdida de su tentáculo, la extremidad, cortada a la mitad por una flecha de madera, un charco de sangre oscura y espesa como la tinta a su alrededor y Zecora, para frente al monstruo.
La cara de la pony quedo en blanco, aún no podía reaccionar a semejante escena. La sacudida que Sweetie le proporciono la saco de su trance.
-¡Applebloom! ¡Reacciona!-gritaba desesperada.
-¿Eh? ¿Sweetie Belle? ¿Qué hace Zecora aquí?-preguntó aturdida.
-¡Quédense atrás, no se acerquen a la bestia voraz!-advirtió la cebra, colocándose delante de ellas, para protegerlas.
Zecora estaba equipada con un cinturón minado de objetos punzantes, una bolsa con flechas-lanzas, y una bolsa de tela marrón. Sus rayas estaban tapadas por un maquillaje de camuflaje verde en distintos tonos. Su mirada tenía un instinto asesino, poco común en ella. Tomó una de las dagas de su cinturón con la boca y amenazó al Slenderpony.
Este dejo de lamentarse por si mismo y se enfrentó a Zecora. Ambos se miraban fijamente, deseando la muerte del otro. La joven lanzó su daga contra otro de los tentáculos de la criatura. El filo cortó la segunda extremidad de el. Otra vez, se enroscó sobre si mismo en agonía.
Applebloom no daba crédito a lo que estaba viendo, al igual que Sweetie Belle. ¿De dónde había salido Zecora? , ¿Las estaba siguiendo ella también?, ¿Sabía dónde estaba Scootaloo?, y lo más importante de todo ¿Qué rayos era esa criatura? se preguntaron ambas. Afortunadamente, una pony pudo responder.
La misma Scootaloo salió detrás del tronco sobre el cual ellas estaban recostadas. Sonriendo forzosamente les dijo:
-Hola chicas.
-¡¿Scoot?!-exclamaron al unísono.
-¡¿Qué diablos esta pasando?!-preguntó la pony terrestre alterada.
La pegaso abrazó a ambas y las arrastro detrás del tronco.
-Zecora esta peleando contra el Slenderpony-respondió calmadamente.
-¿Slenderpony?
-Sip, es una pony sin rostro que habita en el bosque Everfree. Puede estirar sus cascos a voluntad propia y también pueden crecerle tentáculos de la espalda-le contó ella-Zecora me lo dijo.
-Si ya nos dimos cuenta-dijo Sweetie Belle
-¿Cómo es que llegaron aquí? ¿En dónde estabas? ¿Qué te paso en el silo?-interrogó Applebloom, que no podía calmarse.
-Cuando encontré la hoja, sentí que alguien me estaba espiando, entonces me di vuelta para mirar. Me encontré cara a cara con el Slenderpony, por eso grité. El estaba a punto de atraparme pero Zecora me tomo por la espalda y nos escondimos en unos arbustos lejanos. Al principio me sorprendió mucho. Por suerte el monstruo no nos siguió, pero las siguió a ustedes. Zecora me contó la historia del Slenderpony y que ella lo estaba siguiendo para cazarlo.
-Wow.
-Después empezamos a seguir al Slenderpony y a ustedes. Y el resto de la historia ya la conocen.
-¿Y qué pasara con Zecora?-preguntó Applebloom girando la cabeza para que las demás vieran como la cebra peleaba contra el pony sin rostro.
-Es mejor no acercarnos, Zecora me dijo que nos quedemos atrás cuando este combatiendo contra el.
Las tres ponies se quedaron observando la pelea detrás del tronco. Zecora lanzó uno tras otro de sus cuchillas, las cuales dañaban profundamente al Slenderpony. Este trató de defenderse como pudo, pero era inútil. Estaba perdiendo mucha sangre y todos sus tentáculos habían sido cortados. Zecora vio su oportunidad de destruirlo y la ejecutó.
Tomó su última lanza con las pezuñas y se abalanzó sobre el Slenderpony. El filo de la jabalina atravesó el pecho del monstruo, causando su muerte. Un pequeño río de sangre brotó de la herida, llevándose consigo el último rastro de vida de la criatura.
-Niñas, ya pueden salir, pues el Slenderpony acaba de morir-las llamó triunfante.
Las ponies se acercaron a ella, contemplando el cadáver. Applebloom todavía tenía muchas preguntas sin respuesta, pero solo se limitó a mirar a Zecora. Esta sonrió, y como si pudiera leer su mente, explicó:
-Lamento haberlas hecho pasar por esto, y por hacerlas ver este espectáculo funesto. Desde hace días persigo al Slenderpony, pues este ha matado a muchos ponies. Me informe sobre el, y sus antiguas leyendas, todo lo que descubrí es que hacía cosas horrendas. Estaba dispuesta a acabar con su ser, pero sola no lo podía hacer. Por eso te pedí a ti y a tus amigas, que vayan al bosque a buscar las páginas perdidas.
Sweetie Belle casi había olvidado las páginas, junto al bolso, el mapa y las linternas. Se lo entregó a la cebra y esta continuo con su relato.
-Gracias, pero ya no las necesito, pues su dueño ya esta bien muertito. El Slenderpony usaba estas notas como señuelo para sus presas, las cuales están digeridas y tiesas-dijo señalando el estomago de la bestia-Perdónenme por usarlas como señuelo, si les hubiera pasado algo no hubiera tenido consuelo.
-No pasa nada, llegaste justo a tiempo-dijo Scootaloo despreocupada.
-¡¿Entonces me estas diciendo que el Slenderpony comía a sus víctimas, y cuando te enteraste de esto te propusiste matarlo, pero como no podías hacerlo sola nos mandaste a nosotras como una trampa para poder atraparlo?!-preguntó la pony terrestre desesperada.
Zecora asintió, luego puso la bolsa que Sweetie Belle le había dado en su lomo y se quito la que ya tenía.
-¿Para qué es esa bolsa?
-He oído que los tentáculos del Slenderpony tienen poderes curativos, así que a casa voy a llevármelos-respondió guardando las extremidades en la bolsa marrón.
Cuando terminó, cerró la bolsa, la colocó junto a la bolsa verde y les preguntó a las niñas:
-¿Les gustaría quedarse a dormir en mi casa? Ya es muy tarde y puedo darles de té una taza.
Las potrillas asintieron y las cuatro partieron a la choza de Zecora. La niebla se empezó a disipar y las criaturas del bosque se calmaron. La paz reinaba en Everfree, pero era momentánea.
-¿Oigan, ustedes escucharon los tambores?
-Claro, fuimos nosotras-respondió Scootaloo- Zecora dijo que cuando alguien veía al Slenderpony, unos tambores empezaban a sonar, así que solo queríamos ambientar.
-Pues, eso reconforta bastante-contestó Sweetie Belle.
Las ponies rieron y olvidaron su susto pasado, mientras volvían a la casa. Por fin pudieron acabar su aventura nocturna ¿o no?
Un pony pudo escuchar sus risas a la lejanía. Esto lo irritó terriblemente. Con las últimas fuerzas que le quedaron, creo un tentáculo negro, naciente de su espalda y tanteo su pecho. Cuando pudo encontrar lo que buscaba, tiro de ella y la saco de si. Mostrándola en el aire, la lanzo contra uno de los troncos. Se paro como pudo y contemplo la silueta de las ponies, que se alejaban entre la maleza.
No se daría por vencido, ningún pony lo hería de tal manera y se salía con la suya. Iba a vengarse, pero más adelante, ahora necesitaba descansar. El Slenderpony se alejó del lugar de su "muerte" y se internó en el bosque, chorreando sangre oscura y espesa como la tinta.