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Buscando al Kirin

by Kolbjorn

Chapter 6: Hermosas ilusiones

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La noche habia caído nuevamente, ocultos bajo la cubierta protectora del bosque Spike y Rarity habían montado de nueva cuenta su campamento. Rarity preparaba su cena mientras Spike se mantenía a la distancia, con la vista fija en los volcanes.

El dragón suspiró, prestando especial atención al volcán más bajo, si se esforzaba podía ver el sendero por el cual habia descendido con dificultad. Se sobresaltó cuando sintió un pequeño y tibio cuerpo que se acostó a su lado.

"Debo felicitarte Rarity, no es fácil sorprender a un dragón."

"Estas muy serio. ¿En qué piensas?"

"Estoy vigilando. No quiero que esos otros dos dragones que menciono Denébola nos atrapen."

"¿Y que mas?"

"… Estaba pensando… Si me hubiera topado con ella la primera vez que vine aquí en vez de los dragones adolecentes. Si en ese entonces me hubiera dicho lo que me dijo hoy me hubiera quedado junto a ella sin dudarlo ni un segundo. Ahora probablemente tendría el tamaño de un dragón adolescente y viviría con ella ayudándola a cuidar los nidos."

La unicornio frotó lentamente su cabeza contra el enorme cuerpo del dragón.

"Bueno, me alegro que no te hayas topado con ella. Mi vida hubiera sido muy diferente si te hubieras quedado aquí, la vida de todas hubiera sido muy diferente. Te lo dijimos esa vez, eres muy importante para nosotras."

"¿Sabes?, me siento un poco mal. Desde esa vez y por lo que paso con el dragón verde he creído que los dragones son poco más que unos animales salvajes que pueden hablar. Pero eso sería como si alguien creyera que todos los ponies son desagradables por encontrarse con alguien como Blueblood o Diamond Tiara. Realmente me hubiera gustado hablar un poco mas con ella."

"Supongo que cuando solucionemos lo del bebe siempre puedes venir a visitarla."

"¡Tienes razón!, no sé qué haría sin ti."

Spike volvió la cabeza y le dio un profundo beso a su esposa. Rarity rio y le acaricio la cabeza con una pezuña.

"Probablemente quedar sepultado en tu propio desorden en alguna cueva."

Spike sonrió y se acerco mas, aspirando profundamente para llenarse del aroma de su esposa antes de besarla de nuevo. Rarity lo separo un poco.

"Bueno, esto resulto más fácil de lo que pensábamos. ¿Ahora que sigue?"

"¿Mas fácil?, Se nota que a ti no te clavaron unas garras en el punto as débil y sensible de tu cuerpo."

"Pero ella te curo. Por cierto, no quiero que hagas alto tan desagradable como eso, ¿entendido? Ahora espérame un momento mientras voy por los mapas."

"Pero, pero…"

"Spike, no voy a hacer nada en medio de un sucio claro en el bosque, además no has practicado eso de hacerte pequeño."

El dragón refunfuño.

"Esta debe de ser la única vez que para poder tener acción con su esposa alguien debe de hacerse pequeño…"

"No te quejes cariño, en cuanto lleguemos a un lugar limpio y privado te prometo que tendremos un momento intimo sin importar tu tamaño."

"Te advierto de que en caso de que no sea así Pinkie se enterara."

"No soy muy partidaria de que le cuentes nuestras intimidades a los demás, aun a alguien que sabe guardar los secretos tan bien como Pinkie. Si le dijimos algunas cosas a Twilight fue para que nos ayudara y solamente eso… ¿No le has dicho nada a nadie del ejercito verdad?"

"¿Qué?, por supuesto que no. Dame esos mapas."

Spike revisó los papeles durante un momento antes de señalar un punto en ellos.

"Muy bien, aquí hay un pueblo… Hoofburg, creo que podemos llegar a el en cinco días si continuamos con este paso."

"¿Cinco días volando?, ¿tan lejos está?"

"No, pero creo que deberíamos seguir a pie. Realmente el hecho de saber que hay dos dragones adultos vigilando las cercanías no me agrada en lo absoluto. Denébola dijo que en el bosque estaríamos seguros así que no saldremos hasta que lleguemos al pueblo. Ahí compraremos algo de comida y agua y pediremos informes acerca de caminos y cosas más específicas de los alrededores que no vengan en los mapas. Descansa, yo vigilare toda la noche"

Dos días después, junto a un pequeño lago Spike se encontraba totalmente concentrado con los ojos cerrados, a escasa distancia de ahí Rarity tarareaba alegremente. La diseñadora suspiró y detuvo su canto, provocando que Spike abriera un ojo.

"¿Qué paso?, ¿por qué dejaste de cantar?"

"Creo que te estoy desconcentrando. ¿Realmente deseas que continúe haciendo ruido?"

"Rarity, tengo que acostumbrarme a enfocarme en disminuir mi tamaño y mantenerlo mientras… hay muchas distracciones ocurriendo al mismo tiempo. Si logro concentrarme contigo cantando con tu hermosa voz será un primer paso."

"¿Realmente mi voz te distrae tanto?"

"Bueno, solamente es el sonido mas maravilloso que mis oídos han tenido el privilegio de escuchar. Ni el coro privado de la princesa Celestia se escucha mejor… ¡ni cien dragones cantando se oirían mejor!"

"Gracias cariño. Hablando de eso, ¿has intentado cantar?"

"No, pero creo que es buena idea. En cuanto terminemos con esta sesión hare un intento de…"

La expresión en el rostro de los esposos cambió de inmediato, ambos fijaron su vista en el extremo opuesto del lago sin saber exactamente qué es lo que estaban buscando, Rarity se lamio los labios.

"¿Tu también lo sentiste Spike?, como si algo nos estuviera observando."

"No huelo ni escucho nada, pero hay algo por aquí… ¿ponies zombies?"

"Por el amor de Celestia Spike, ¿Cuántas veces tenemos que decirte que eso no existe?"

"¿Y qué hay del grifo ese que tenía cuatro años muerto y aun andaba por ahí caminando, hablando y haciendo magia?"

"Spike, ese fue un caso muy, muy, muy especial y…"

Rarity y Spike sintieron un escalofrió que les sacudió el cuerpo. Regresaron su vista al extremo del lago. Una nube oscura comenzó a condensarse en la orilla opuesta. Spike se rio abiertamente.

"Buena esa Trixie, realmente nos asustaste. ¿Qué sucede?, ¿traes un mensaje de Twi…?"

La nube se disipó permitiéndoles ver a un enorme carnero más grande que un pony promedio, de pelaje azul oscuro casi negro, retorcidos cuernos negros, ojos completamente rojos y con un enorme collar rojo lleno de cascabeles. La criatura mantenía una actitud seria sin mover ningún musculo. Spike se coloco enfrente de Rarity y entre el lago y ella.

"Saludos, ¿Quién eres y que deseas?"

El carnero comenzó a avanzar lentamente, cuando sus patas deberían de haberse hundido en el agua comenzó a caminar por la superficie de esta. Se detuvo a mitad del lago y le sonrió a la pareja.

"Saludos, mi nombre es Grogar y no tengo malas intenciones. De hecho me he enterado de su predicamento y creo que puedo ofrecerles un trato."

Spike se irguió y extendió sus alas al mismo tiempo que se acercaba mas al lago y cuidadosamente empujaba Rarity hacia atrás con su cola.

"Gracias, pero no. De momento no estamos interesados en ningún trato."

"¿En serio?, por lo menos permítanme hablarles de mi oferta. O mejor aún, una imagen vale más que mil palabras."

Los cascabeles en el collar de Grogar comenzaron a brillar y a emitir un ligero sonido, Spike se tenso y puso su cuerpo en alerta, listo para saltar sobre el misterioso carnero a la primera señal de algo que pudiera ser peligroso.

Tuvo una sensación extraña, habia algo que no estaba bien con su cuerpo. Lo sentía tibio, no con esa sensación de calor sofocante que aparentemente venia de su estomago o sus pulmones. Trastabillo un poco y se giro para asegurarse que Rarity estuviera bien. Se encontró mirándola a los ojos, a una altura un poco mayor que la de ella. Su mirada rápidamente se centró en el vientre de ella, abultado y un poco colgante.

Rarity sintió vértigo al momento que los cascabeles comenzaron a sonar, instintivamente cerró los ojos para tratar de disminuir la sensación. Al abrirlos se encontró mirando de frente a un pegaso de pelaje purpura y crin verde, la cutie mark era una espada en una llama verde. Las alas eran de piel de color rojo. Inmediatamente reconoció la mirada que la observaba con incredulidad y confusión.

Otra sensación extraña le llego repentinamente. Una sensación de pesadez y una ligera molestia en la espalda. Habia algo en ella, algo tibio que se movía agradablemente dentro de su ser. Siguió la mirada del pegaso, instintivamente se llevo una pezuña hasta el vientre y pudo sentir por dos lados diferentes el movimiento.

Spike se acercó lentamente y fue cuando notó la diferencia en la forma de moverse, se llevo una garra la los ojos para examinarla mejor y se encontró con una pezuña, inmediatamente comenzó a revisarse todo el cuerpo. Su mirada confundida rápidamente regreso a Rarity.

Esta aun mantenía la pezuña sobre su vientre. Y alternaba su vista entre este y el pegaso que tenía los ojos de Spike, finalmente se concentró el carnero, que ahora se encontraba más cerca de ellos. Haciendo un gran esfuerzo la unicornio pudo hablar.

"No... No es posible."

"Es más posible y fácil que la ruta que están tomando."

Rarity sacudió la cabeza con violencia, cuando abrió los ojos las sensaciones habían desaparecido al igual que el bulto en su vientre. Spike era de nuevo un dragón aunque tenía la mirada perdida en algo que ella no podía ver a la altura de la cabeza del dragón.

"¿Qué clase de broma cruel es esta?, ¿Por qué te burlas de nosotros de esta forma?"

Spike se sobresaltó al escuchar la voz airada de su esposa, parpadeó y se encontró viendo de nuevo todo a una altura acostumbrada. El calor abrazador habia regresado y su cuerpo se sentía como de costumbre, miró a Rarity, que se habia acercado peligrosamente al carnero, su cuerpo tenía su apariencia normal pero habia lagrimas en su rostro.

Por su parte la unicornio se acercaba mas a Grogar, conforme la distancia se acortaba su furia aumentaba.

"¿Qué caso tenia mostrarnos eso?"

"Una simple muestra de lo que pueden llegar a tener si aceptan mi oferta."

"¡Eso es imposible!, si algo así se pudiera las princesas lo hubieran hecho hace mucho tiempo."

"Pero las princesas pueden hacerlo. Simple y sencillamente no se lo dijeron porque eso iría en contra de las reglas que les impusieron sus padres antes de mandarlas a gobernarlos."

Spike se colocó a un lado de Rarity y adquirió el aspecto feroz que tomaba antes de una pelea.

"¿Estás diciendo que tienes los mismos poderes que las princesas?"

"Yo no, pero el poder al que una vez serví si."

Rarity bajó su cabeza y su cuerno se encendió.

"¡Eres otra semilla del caos!, un sirviente de Discord."

La sonrisa de Grogar se borró de su rostro.

"¿Discord?, jamás me rebajaría a servir a ese patético bufón con delirios de grandeza. Yo sirvo a la verdadera reina de Equestria. Aquella que se libero de las ataduras impuestas por Celestia y sus padres y ejerció su verdadero poder. En cierta forma tú y yo somos compañeros, Teniente Spike de la guardia nocturna. Aunque tú sigues su lado más patético y débil."

Spike se acercó más,

"¡Cállate!, ¡No permitiré que insultes a mi señora y menos aun que hagas llorar a mi esposa!"

El dragón rugió y cargó contra el carnero, el cual desapareció en medio de una nube negra para reaparecer de entre las sombras que proyectaban los arboles al otro lado del lago.

"¡Estúpidos!, ¡necios! Les ofrecí la posibilidad de tener lo que tanto desean pero se inclinaron por seguir fieles a las traidoras y manipuladoras que los mandaron a cazar un cuento de hadas. ¡Que así sea entonces! Vivirán solos por el resto de sus días persiguiendo una ilusión mientras los sueños del dragón se marchitan y el vientre de la unicornio se vuelve estéril como el desierto."

Spike lanzó una columna de llamas contra Grogar que de nueva cuenta desapareció, las llamas encendieron los árboles y arbustos del lugar. Spike dio un salto y con un solo movimiento de sus alas cruzó el lago. Al llegar al otro lado buscó furiosamente en los alrededores del lugar donde Grogar habia estado, destrozando los arboles a su alrededor.

El dragón se levanto sobre sus dos patas traseras y extendió el cuello tratando de ver a la mayor distancia posible. Aspiró profundamente tratando de captar el olor del carnero pero todo lo que le llego fue el aroma de madera quemándose.

Cruzó el lago de una manera más calmada y llego con Rarity que ahora tenía la cabeza gacha, delicadamente se la levantó con una de sus garras y examino su rostro.

"¿Estás bien?, ¿te lastimo de alguna manera?"

"¡Se sentía tan real Spike!, ¡Podía sentirlo dentro de mí!, Por la Madre de la Luz que si Trixie no me hubiera hecho algo similar durante la guerra realmente hubiera creído que tenía un potro. ¿Y si lo último que dijo es verdad?, ¿si esto que estamos haciendo no sirve de nada?"

Rarity se abrazó de la cabeza de Spike y comenzó a llorar, Spike le acarició la cabeza.

"Tranquila, tienes mucha experiencia lidiando con idiotas como ese, sabes que todo lo que dicen son mentiras. No tienes nada de qué preocuparte. Ahora, voy a cruzar el lago de nuevo, donde puedas verme y voy a apagar las llamas antes de que se extiendan, ¿de acuerdo?"

Rarity se limpió las lágrimas y asintió, se separó de Spike, se puso en posición de guardia y encendió su cuerno. Spike por su parte cruzó de nuevo el lago. Al llegar a la otra orilla el dragón se dedico apagar las llamas con sus garras y sus alas y al mismo tiempo a buscar más pistas acerca del carnero, pero en su furia habia destrozado muchos árboles y revuelto el suelo y le fue imposible encontrar algo en concreto.

Spike regreso a un ladó de Rarity que se relajó y frotó su cabeza contra la de él.

"Querido, vámonos de aquí. No me agrada este lugar."

"Completamente de acuerdo."

La pareja recogió sus cosas y reemprendió el camino, ambos con los sentidos alertas en caso de que algo más sucediera.

Los días pasaron sin novedad alguna y eventualmente llegaron a su destino. El pueblo se veía pequeño y Spike no vio otro tipo de pony más que ponies de tierra. Spike se quedó en el bosque mientras Rarity se adentraba en el pueblo para poner en práctica una rutina necesaria cada vez que llegaban a un nuevo lugar.

La elegante unicornio se dirigió al a plaza central del pueblo, permitiéndose distraerse un poco de su propósito para sentir las miradas llenas de curiosidad, admiración e incluso un poco de envidia que le dedicaban los habitantes del lugar. Al llegar su destino se aclaro la garganta.

"Buenos días yeguas y corceles, ¿Podrían hacer el favor de prestarme un poco de su atención?"

Rápidamente se reunió una pequeña multitud alrededor de ella, el pueblo se encontraba aislado y por lo general el único contacto que tenían con el exterior eran los magos viajeros que una o dos veces al año se detenían en el pueblo a ofrecer un espectáculo a cambio de unos cuantos bits.

"Gracias, amables ponies. La razón por la que les estoy hablando es la siguiente. Mi esposo y yo nos encontramos viajando y nos gustaría descansar y comprar provisiones en este pueblo."

La mayoría de los ponies se miraron entre ellos desconcertados, unos cuantos comenzaron a retirarse.

"Se preguntaran que caso tiene que les diga esto. Pues bien, sucede que mi marido es alguien muy especial. No es un pony, para ser más exacta es un dragón. Pero no se preocupen, es un dragón de lo mas inofensivo, amistoso y servicial que se pueden imaginar. De largo es aproximadamente tan grande como seis ponies uno detrás de otro y su altura es como cuatro veces la de un pony. Si se lo permiten les estaría enormemente agradecida que lo dejaran entrar a su adorable comunidad."

Muchos de los ponies se rieron y otros la miraron con incredulidad. Rarity estaba acostumbrada a eso. También paso por alto las miradas y los comentarios que ponían en duda su claridad mental.

"Entonces, apreciables habitantes de Hoofburg. ¿Puede entrar mi esposo a su pueblo?, ¿o hay alguna autoridad con la que pueda hablar?"

"Creo que ese seria yo señorita. Y permítame decirle que esa es la historia más increíble que he oído en mi vida."

Rarity se volvió esperando encontrarse con algún sheriff o policía de algún tipo. En su lugar habia un viejo poni de tierra color crema, ojos verdes y crin gris que usaba una armadura de la guardia diurna. Rarity rebusco en el escaso conocimiento que habia adquirido en la guerra tratando de identificar la insignia del pony.

"Gracias señor, pero 'señora' sería lo más apropiado, después de todo estoy casada. ¿Tiene mi esposo permiso para entrar… teniente?"

"Capitán tercero de hecho, aunque la insignia es muy parecida. Me gustaría ver primero a su esposo, para ver si es cierto lo que dice. Por cierto, mis felicitaciones, honestamente no esperaba que una dama de Canterlot supiera identificar insignias. "

Rarity no pudo evitar reírse y sonrojarse un poco.

"Muchas gracias señor, pero no Vengo de Canterlot. Soy nativa de Ponyville."

Rarity y el pony comenzaron a avanzar hacia la salida del pueblo en la cual Spike aun esperaba oculto entre los árboles. A pesar de su edad el viejo pony caminaba de manera vigorosa y le recordaba a Rarity al viejo unicornio que se habia hecho amigo de Twilight durante la guerra, no pudo evitar sentir un escalofrió al recordar el funeral que montaron para el viejo capitán cuando este murió ayudando a Twilight a escapar. La voz del soldado la saco de sus recuerdos.

"Bueno señora, permítame decirle que durante mis días serví en Canterlot y muchas de las damas de ahí no tenían ni la mitad del refinamiento o gracia que tiene usted."

"Muchas gracias señor, por cierto, ¿Cuál es su nombre?"

"¡Es cierto! Yo aquí hablando de modales y me olvide de la cortesía mas básica. Soy Lucky Night, Capitán tercero de la guardia diurna, al servicio de su aurea majestad."

Rarity se llevo una pezuña al pecho.

"Encantada de conocerlo Capitán, yo soy Lady Rarity Draco, de Ponyville, mensajera de la hermosa generosidad. Caballero de la orden de la Corona Solar al servicio de sus majestades y asesora personal de imagen de sus majestades."

"Wow, eso se oye muy impresionante. Bien ya llegamos a la salida del pueblo, ¿Dónde está ese esposo suyo?"

"¡Hola!"

Lucky Night guardó silencio mientras Spike salía lentamente de entre los árboles. Al mirar bien al viejo pony el dragón se cuadró y realizó un saludo militar.

"Teniente Lord Spike Draco de Canterlot, del decimo segundo escuadrón de pegasos de la guardia nocturna al servicio de su hetera majestad."

Rarity se paro junto a él y miro al viejo pony, el cual de inmediato comenzó a reírse a carcajadas.

"¡Por el sagrado cuerno de Celestia!, ¡Pero si es en verdad un dragón!, ¡Y un militar y un noble además!"

El viejo pony regreso el saludo.

"Capitán tercero Lucky Night de la decima unidad de vigilancia y auxilio de la guardia diurna al servicio de su aurea majestad."

Ambos militares se relajaron y Lucky Night les indico con la cabeza que podían entrar al pueblo al mismo tiempo que les guiñaba un ojo.

"Amigos, ustedes van a poner a estos pueblerinos de cabeza. Y creo que va a ser lo más divertido que haya visto en mi vida."

Next Chapter: Sacudiendo Hoofburg Estimated time remaining: 0 Minutes
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