Login

Dusk Shine en busca de la Felicidad

by BigSnusnu

Chapter 25: Marcas que no Aparecen

Previous Chapter Next Chapter

Capítulo 25 – Marcas que no Aparecen

Era una agradable mañana en Ponyville, el equipo del clima había despejado totalmente el cielo y el sol calentaba a una temperatura perfecta los suaves pelajes de los ponies que paseaban por las calles del pueblo. Y fue en una de esas calles, justamente aprovechando aquel agradable clima y temperatura, que una particular pareja de ponies paseaban tranquilamente, uno de ellos era Dusk Shine, quien iba feliz de dar ese agradable paseo caminando a una velocidad moderada, mientras la otra era la pequeña pegaso Scootaloo, quien montada en su scooter se encontraba desesperada por echarse a correr a máxima velocidad, pero se contenía para poder pasear junto a Dusk.

La tarde del día anterior, Dusk se había encontrado de casualidad con Scootaloo, y el decir 'encontrado' era una forma de suavizar el hecho que Scootaloo había chocado a toda velocidad contra él. Luego que a Dusk se le fuera el mareo del choque, él le preguntó a Scootaloo si podían juntarse el día siguiente temprano en la mañana para dar un pequeño paseo, algo que sorprendió a la pequeña potranca, sin embargo aceptó inmediatamente, ya que a ella le había agradado Dusk desde que lo había conocido y habían paseado juntos, pero ahora su agrado inicial se había vuelto casi admiración luego que ella escuchara todo lo que Dusk había hecho en la Celebración del Sol de Verano para salvar a las princesas, siendo ella parte de los pocos ponies en el pueblo que consideraban a Dusk como un gran héroe, por lo que la admiración de Scootaloo por Dusk había comenzado a crecer casi tanto como la admiración hacia Rainbow Dash, aunque claro, solo 'casi', ya que la admiración de Scootaloo por Rainbow Dash estaba en un nivel completamente diferente.

"Así que… ¿Qué tal va la escuela?" Preguntó Dusk al poco andar luego de haberse reunido aquella mañana con la potranca.

Scotaloo, quien había estado sonriendo, esperando con ansias que Dusk iniciara la conversación y que él le contara en persona de su gran aventura en el peligroso bosque Everfree, no pudo más que congelarse mientras ponía una mueca extraña ante la incómoda pregunta que le había hecho el unicornio.

"Emm… Sí, está bien… todo bien…" Respondió Scootaloo lentamente mirando hacia el suelo. Entonces la potranca levantó su vista para ver a Dusk, quien solo se le quedó viendo con una leve mirada de preocupación al ver el repentino cambio de humor de la potranca. Al ver los ojos llenos de preocupación de Dusk, Scootaloo no pudo soportarlo, dio un gran suspiro y decidió decir la verdad, después de todo ella no tenía muchos ponies que la vieran así y se preocuparan por ella, y ella no quería perder ni traicionar ese vínculo y afecto que sentía Dusk hacia ella.

"No, no es cierto…" Dijo Scootaloo mirando a Dusk con una cara de arrepentimiento. "La verdad es que llevo varios días sin ir."

Dusk, quien solo había sacado aquel tema de conversación de forma casual, se sorprendió al escuchar aquello.

"¿P-Pero por qué? Pensé que con lo que habíamos conversado ya habías aceptado lo importante que es ir a la escuela." Preguntó Dusk algo consternado, temiendo por el futuro educacional de aquella obstinada potrilla, después de todo para Dusk la educación formal era algo vital en la vida.

"¡Yo sí fui! Al menos un par de días…" Respondió rápidamente Scootaloo, temiendo decepcionar a Dusk. "Pero los ponies que asisten allí son… muy molestos." Terminó de decir Sccotaloo, bajando el volumen de su voz y mirando nuevamente hacia el suelo.

"¿A qué te refieres con que son molestos?" Preguntó Dusk confundido, hasta que un recuerdo de su propia infancia le hizo darse cuenta de una posible respuesta. "Acaso… ¿Hay algún potrillo que te está molestando?"

Scootaloo no respondió ni levantó su cabeza, solo siguió avanzando lentamente sobre su scooter, haciendo que Dusk se diera cuenta que probablemente había dado en el clavo. De inmediato Dusk se imaginó las razones por las que la pequeña Scootaloo podría estar siendo molestada, pensando de inmediato que quizás fuera porque ella no volaba pese a ser una pegaso, lo que entristeció a Dusk al pensar lo crueles que podían ser los niños, sin embargo, mientras Dusk pensaba eso, Scootaloo miraba de reojo el flanco de Dusk, en donde brillaba su cutie mark, luego ella dió un gran suspiro mientras pensaba en la verdadera razón por la que ella había sido molestada.

"No es un potrillo, es una potrilla, dos para ser exactos. Ambas son muy malas y les gusta burlarse de los demás solo porque ellas tienen cosas que los demás no." Respondió Scootaloo, finalmente admitiendo que Dusk estaba en lo correcto. "No quiero tener que aguantar que alguien se esté burlando de mí, por eso decidí dejar de ir a la escuela."

"No debes dejar de ir a la escuela solo porque te encontraste con un par de molestos matones." Dijo Dusk listo para levantarle el ánimo a la potranca y darle nuevamente un discurso sobre la importancia de la educación.

"Tú no lo entenderías, tú eres tan genial, bueno en la magia y con muchos amigos, tú no sabes lo que es tratar con alguien que siempre te esté molestando." Dijo Scootaloo deteniéndose para mirar tristemente a Dusk.

Al escuchar aquello y al darse cuenta que Scootaloo lo veía con tal estima, el ego de Dusk subió como siempre lo hacía cuando alguien lo alababa, sin embargo ese exceso de orgullo rápidamente se esfumó y fue reemplazado por el nerviosismo y la vergüenza, pues la verdad era que lo que decía Scootaloo no podía estar más equivocado, ya que cuando él era un joven potrillo, él también había sufrido de acoso y molestias por parte de sus compañeros de curso.

Dusk no pudo evitar recordar parte de su infancia, cuando había ingresado a la escuela de magia de Canterlot. Un potrillo lleno de entusiasmo, orgulloso por haber sido elegido por la mismísima princesa para compartir con las jóvenes promesas de la magia, listo para aprender de sus maestros y compartir con los demás estudiantes, una felicidad que solo duró los primeros días de escuela, pues conforme pasaban los días, poco a poco Dusk fue notando la soberbia y envidia con que los demás ponies lo veían realmente, tanto estudiantes como maestros. Al principio, Dusk simplemente había sido aislado de los demás ponies, eso hasta que la princesa le había aconsejado acercarse a los demás e intentar volverse su amigo, sin embargo aquello fue finalmente contraproducente, ya que eso trajo más enojo y resentimiento hacia él porque a los demás ponies de su edad no les agradó que él saliera de su aislamiento e intentara ser más amigable y abierto, lo que atrajo el enojo de los ponies envidiosos. Así fue como Dusk sufrió de bromas y abusos durante mucho tiempo por parte de sus compañeros de curso, al menos, hasta que llegó 'ella'…

"No lo sabía en ese entonces, pero ella tenía sus propias razones para hacer las cosas." Pensó Dusk confundido luego de recordar parte de su pasado. "Ella me mintió y me engaño, pero también es cierto que ella me ayudó muchas veces… tantas veces… ¿Todo eso también fue solo parte de su mentira?"

"¡Dusk! ¿Me escuchas?" Gritó Scootaloo al ver que Dusk estaba perdido en sus pensamientos.

"¿¡Eh!? ¡Oh! Lo siento, ¿Decías algo?" Dijo Dusk rápidamente volviendo a la realidad.

"Te preguntaba, ¿Qué crees que debería hacer con esas chicas que me molestan?" Preguntó Scootaloo mirando expectante a Dusk. "Sé que tú no tuviste mis problemas cuando eras pequeño, pero eres muy inteligente, ¿Qué crees que debería hacer?"

Dusk se mordió el labio mientras pensaba en cómo responder. Lo primero que se dijo a sí mismo fue que él no rompería esa imagen de pony genial que Scootaloo tenía de él siendo potrillo, así que solo se puso a pensar en cuál sería la mejor forma de tratar aquel problema, dándose cuenta rápidamente que él ya sabía la respuesta, pues él lo había solucionado de esa forma cuando era joven.

"Bueno… tener una amiga que te acompañe creo que es la mejor opción." Respondió Dusk pensativamente. "Una amiga que esté allí para ti y te apoye frente a los bravucones."

"Nop." Respondió rápida y tajantemente Scootaloo, haciendo una cruz con sus patas delanteras, para total sorpresa de Dusk. "Debe haber otra solución."

"¿¡Qué!? ¿Por qué respondes así? ¿Qué hay de malo en tener amigas?" Preguntó Dusk sorprendido.

"Estoy bien sola, además nadie puede seguir mi ritmo." Respondió Scootaloo con una sonrisa. "Por eso manejo un scooter, me gusta vagar por el pueblo sola."

"¡Estás totalmente equivocada! Todo es mejor estando con amigas." Respondió Dusk un poco alterado, viendo a su antiguo yo reflejado en la potranca. "Además tienes un carrito para llevar a otros con tu scooter, ¿Eso no sería más divertido?"

"¡Nah! Llevar a otros ponies en mi carro me hace ir más lento, solo lo uso para ciertas ocasiones." Dijo Scootaloo encogiéndose de hombros.

"Pero-" Dijo Dusk listo para seguir contra argumentando lo dicho por Scootaloo, antes de ser interrumpido por esta misma.

"¡Ya basta! Estoy bien sola, nunca he necesitado amigas y no me interesa tenerlas." Interrumpió Scootaloo un poco molesta. "Además no puedes obligarme a tener amigas, ¿O sí?"

Ante la pregunta de Scootaloo, Dusk se congeló, pues a pesar que lo que pensara Scootaloo no era lo correcto, ella tenía razón en eso último que dijo, después de todo él no podía obligarla a tener amigos, eso no sería correcto, ir en contra de los deseos de alguien… Solo entonces Dusk recordó cómo la princesa había hecho todo lo contrario y lo había obligado a eso, entonces ¿Qué era lo correcto?

"De todas formas, quiero que me des otra solución." Siguió hablando Scootaloo, intentando volver al tema central que le importaba. "¿Cómo puedo lidiar con esas tontas potras que molestan a los demás?"

La pregunta de Scootaloo hizo que Dusk saliera de sus pensamientos, pero no completamente, decidido a reflexionar más tarde sobre las implicaciones filosóficas sobre cuál era la manera correcta de conseguir amigos.

"Bien… Supongo que si quieres enfrentarte a un bravucón, lo mejor sería actuar valiente." Dijo Dusk pensando en otra respuesta al problema de la potranca. "Quizás debas tomar un modelo a seguir, es decir, ¿Cómo es que actuaría tu héroe en esta situación?"

"¿Mi héroe? ¿¡Te refieres a Rainbow Dash!?" Dijo Scootaloo emocionada para luego agachar la cabeza algo apenada. "Pero no creo que eso me sirva, ¡A ella no le asusta nada! Además a ella jamás la han molestado como a mí."

"Bueno, podríamos preguntarle." Dijo Dusk sonriendo, mirando hacia el cielo, por lo que Scootaloo también lo hizo.

En cuanto Scootaloo miró hacia el cielo, vio que justo frente a ella estaba bajando su heroína, ¡Rainbow Dash! Quien aterrizó justo frente a ellos, haciendo una genial pose, algo que Dusk pensó que era innecesario, pero que dejó alucinada a la pequeña potranca.

"Es… es… R-Rain… Rainbow Dash…" Dijo Scootaloo congelada de los nervios al ver tan de cerca a Rainbow Dash.

"Hola Dusk, ya estoy aquí." Dijo Rainbow Dash sonriendo mirando a Dusk, sin darse cuenta de la presencia de Scootaloo, quien se quedó congelada detrás de Dusk.

"Sí, gracias por venir." Dijo Dusk devolviéndole la sonrisa.

"¿T-Tú la llamaste?" Preguntó Scootaloo nerviosa.

"Sí, ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Te prometí que las juntaría para que pudieran conversar y pasar un rato agradable, y yo siempre cumplo mis promesas." Sonrió Dusk mirando a Scootaloo, para luego girarse y volver a ver a Rainbow Dash. "Rainbow Dash, esta es Scootaloo, y ella es tu más grande admiradora."

"¿Ah, sí? Bueno, tienes buen gusto, jeje." Sonrió Rainbow Dash, dándose cuenta de la presencia de Scootaloo y sonriéndole, abriendo sus alas altivamente en señal de orgullo.

Scootaloo vio que Rainbow Dash se fijaba en ella y le sonreía, además estaba más cerca de ella de lo que jamás había estado, por lo que Scootaloo solo movió sus labios intentando hablar, pero lamentablemente no pudo pronunciar ninguna palabra ni sonido debido a los nervios de conocer a su ídolo en persona.

"Pfff, ¿Qué te pasa niña? ¿Acaso te comió la lengua el ratón?" Pregunto Rainbow Dash burlándose un poco por el nerviosismo de Scootaloo, pero también enterneciéndose un poco por ello. "¡Ya sé! ¿Qué te parece si volamos juntas un rato? Para pegasos como nosotras no hay mejor forma de conocerse que volando juntas, ¿Qué dices?"

Los ojos de Scootaloo se abrieron enormemente mientras sentía un gran peso en su estómago, su boca tembló debido a que ahora su heroína se enteraría de la peor forma posible que ella no podía volar. Scootaloo movió su boca temblorosamente lista para responder, hasta que fue interrumpida.

"¡Nada de volar! ¡No quiero quedarme solo!" Dijo rápidamente Dusk al ver el rostro de pena de Scootaloo. "Mejor, ¿Qué tal si Scootaloo te muestra unas acrobacias con su scooter? ¡Yo la he visto andar en él y ella es increíble!" Terminó de decir Dusk abrazando de lado a Scootaloo y sonriéndole a Rainbow Dash.

Scootaloo miró de reojo a Dusk y no pudo evitar sonreír agradecida por haber sido salvada de esa situación por Dusk.

"Ohh… ¿En serio? ¡Pues veámoslos!" Respondió Rainbow Dash sonriéndole nuevamente a Scootaloo.

Scootaloo vio que Rainbow Dash nuevamente la miraba, lo que causó que los nervios volvieran a ella, pero esta vez, en cuanto ella sintió que iba a comenzar a temblar, ella sintió que el abrazo de Dusk se hizo un poco más fuerte, por lo que ella volvió a levantar la vista y vio que Dusk también la veía con una sonrisa, como si con esa sonrisa él le estuviera dando ánimos, lo que hizo que Scootaloo sonriera y sus nervios desaparecieran.

Una vez hubo salido de sus temores iniciales, Scootaloo se llenó de su habitual confianza, se subió en su scooter, y rápidamente comenzó a dar vueltas alrededor de Dusk y Rainbow Dash mientras agarraba velocidad para mostrarle sus trucos a Rainbow Dash. Así, Scootaloo hizo varios saltos y piruetas a gran velocidad, siempre al alcance de la vista de Dusk y Rainbow Dash, sorprendiéndolos a ambos por la enorme velocidad y maniobrabilidad que conseguía la pequeña potranca en su scooter.

"¡Wow…! De verdad que eres hábil, ¡Y muy rápida!" Dijo Rainbow Dash luego de varios minutos de ver las piruetas de Scootaloo.

"¿¡De verdad lo crees!?" Dijo Scootaloo luego de haber escuchado a Rainbow Dash, justo cuando estaba en medio de una pirueta. Las palabras de Rainbow Dash distrajeron tanto a Scootaloo que la pequeña potranca no pudo evitar perder el control de su scooter y caer de cara contra el suelo, aunque no fue nada grave, ya que ella se levantó de inmediato, con una sonrisa en la boca por haber sido alabada por su heroína.

"Sí, aunque no debes distraerte tan fácil, jeje." Se rio Rainbow Dash, de a poco encariñándose con la pequeña potranca al verse reflejada ella misma de pequeña en Scootaloo. "En las acrobacias es importante siempre mantener la concentración."

"Qui-Quizás puedas enseñarme algunos trucos." Dijo Scootaloo tímidamente mirando a Rainbow Dash, armándose de valor para hacer aquella pregunta, y acercándose nuevamente hasta donde estaban Rainbow Dash y Dusk. "Yo tengo mucho tiempo libre, de hecho, estoy libre todo el día, todos los días, así que-"

"¡AHEM!" Tosió Dusk para interrumpir a Scootaloo, sabiendo que antes de que la potranca se entusiasmara más, él tenía que recordarle que ella tenía un compromiso mayor. "Scootaloo, recuerdas que debes volver a la escuela. ¡Pregúntale a Rainbow Dash! Ella misma te puede decir lo importante que es la escuela."

"Hmm… La verdad yo casi siempre me saltaba las clases…" Respondió Rainbow Dash rascándose la cabeza y mirando hacia el cielo, hasta que Dusk golpeó fuertemente su costado con su codo y la pegaso entendió lo que Dusk quería de ella. "Es decir, ¡Sí! ¡La escuela es muy importante!"

"¿Tú también lo crees?" Preguntó Scootaloo mirando con grandes ojos a Rainbow Dash.

"Ehh… ¡Sí, por supuesto!" Respondió lentamente Rainbow Dash, quien la verdad nunca apreció mucho tener que estar en un salón aburrido aprendiendo cosas que nunca iba a utilizar, pero al ver la severa mirada de Dusk, ella no pudo evitar seguirle la corriente.

"¡Bien! ¡Sí tú lo dices, lo haré! ¡No dejaré que nadie me vuelva a molestar ni me impida ir a la escuela de nuevo!" Respondió Scootaloo llena de determinación.

"¡Así se habla!" Dijo Dusk sonriente, luego de suspirar aliviado que finalmente había conseguido que Scootaloo se comprometiera cien por ciento con asistir a la escuela. Luego él vio que los tres estaban cerca de un pequeño puesto de helados, lo que le dio una idea. "Bien, esperen aquí, iré por unos helados para celebrar esto." Agregó Dusk sonriendo antes de alejarse.

"Jeje, él de verdad se preocupa por ti, debes caerle muy bien." Dijo Rainbow Dash hablándole a Scootaloo mientras ambas veían a Dusk comprando los helados.

"Sí… él se preocupa por mí… supongo que así se siente tener un pa-" Scootaloo respondió de corazón lo que sentía, pero de inmediato se detuvo, sonrojándose, al darse cuenta de lo vergonzoso que estuvo a punto de decir, por lo que rápidamente decidió cambiar de tema, esperando que Rainbow Dash no se hubiera dado cuenta de su pequeño desliz. "P-Por cierto, ¡Ustedes hacen una pareja muy genial!"

"¿¡P-Pareja!?" Preguntó Rainbow Dash nerviosa, sonrojándose totalmente.

"Sí, ¡Oh, no te preocupes! Dusk me dijo que era un secreto, descuida, no se lo contare a nadie." Dijo Scootaloo recordando rápidamente lo que Dusk le había dicho el día que se conocieron.

Rainbow Dash miró a Scootaloo con una cara extrañada y luego miró de reojo a Dusk, quien seguía comprando los helados. Lo que había dicho la pequeña potranca la había agarrado por sorpresa, y si lo que Scootaloo decía era correcto, Dusk mismo había sido quien le había dicho aquella mentira, ¿Pero por qué? ¡Ahora que ella lo sabía, ella podía desenmascararlo todo y enfrentar a Dusk por aquella mentira! pero…

"Tú… ¿Crees que hacemos una linda pareja?" Preguntó Rainbow Dash a Scootaloo, sonrojándose nuevamente, mirando de reojo a Dusk.

"¡Sí! ¡Ustedes son los dos ponies más geniales que conozco! ¡Son tal para cual!" Respondió Scootaloo emocionada.

Rainbow Dash se mordió el labio mientras pensaba, luego bajó su cabeza para susurrar al oído de Scootaloo.

"Sí, nosotros somos pareja, pero debes guardar el secreto." Dijo Rainbow Dash en un susurro, aún con sus mejillas sonrojadas. Ella no sabía por qué estaba protegiendo a Dusk de su mentira, solo sabía que por alguna razón la hacía feliz el hecho que alguien más los viera a ella y a Dusk como una feliz pareja de enamorados.

"¡Claro! ¡Puedes confiar en mí!" Respondió Scootaloo, orgullosa por ser la nueva confidente de Rainbow Dash.

*IMAGEN 1 : goo .gl/VtM5M4

"Aquí están." Dijo Dusk una vez llegó donde las yeguas, transportando con su magia unos conos de helado, entregándole uno a cada una.

"¡Gracias! ¡Me encanta el helado!" Dijo Rainbow Dash al recibir su cono de helado.

"¡Oh! Qué suerte, no lo sabía." Dijo Dusk sonriendo y luego poniendo una mirada un poco más pícara. "Pero supongo que un helado gratis no serviría para pagar la apuesta que te debo, ¿O sí?"

"¿Qué apuesta?" Preguntó Rainbow Dash confundida.

"La vez que apostamos que no podrías limpiar todas las nubes de Ponyville en diez segundos, ¿Recuerdas?" Dijo Dusk con una pequeña sonrisa. "Te prometí que haría cualquier cosa que tu quisieras, y como le dije a Scootaloo, yo siempre cumplo mis promesas."

Solo entonces Rainbow Dash recordó a lo que se refería Dusk, algo que ella había olvidado por completo. El día previo a la Celebración del Sol de Verano, ella había despejado todo el cielo y Dusk había perdido la apuesta, y cuando ella iba a decirle a Dusk lo que quería pedirle, vio que Pinkie Pie se lo había llevado lejos.

"Así que dime, aprovechando que hoy estoy pagando las promesas que he hecho, ¿Qué te gustaría que hiciera por ti?" Agregó Dusk mirando fijamente a Rainbow Dash.

"Eh… Yo…" Comenzó a tartamudear Rainbow Dash mientras se sonrojaba.

La verdad era que en aquella ocasión de la apuesta, a Rainbow Dash le había tomado mucho tiempo decidir lo que iba a pedir hasta que finalmente llegó a una respuesta, ella había decidido pedirle un beso a Dusk. Sin embargo, ahora que ella estaba frente a frente con Dusk, ella se dio cuenta de que no era tan fácil pedir lo que quería, además no solo estaba Dusk, también estaba Scootaloo, quien la miraba a ella con una cara de curiosidad, y si ya de por sí era muy difícil pedir lo que quería a Dusk, era imposible para ella que la palabra 'beso' saliera de sus labios si había alguien más presente.

"T-Te lo diré en otro momento…" Respondió finalmente Rainbow Dash, mirando hacia otro lado, totalmente roja.

Dusk solo miró confundido a Rainbow Dash, sin entender por qué su amiga se había puesto tan nerviosa si era él quien debía pagar la apuesta. Por otro lado Scootaloo se quedó mirando con una cara de asombro al ver por primera vez tímida y sonrojada a su heroína.

"Rainbow Dash es la pony más valiente, cool y fuerte que conozco, pero… supongo que es normal ser tímida cuando hablas con el potro que te gusta…" Pensó Scootaloo siendo más suspicaz que el unicornio cuando se trataba de amor.

Tras esto, y luego de comer sus helados, los tres ponies continuaron con su caminata, paseando tranquilamente por las calles de Ponyville, Scootaloo en medio, Dusk en un lado, y Rainbow Dash en el otro lado, quien estaba caminando en vez de volar para ir al ritmo de los demás. En el trayecto, Dusk y Rainbow Dash le contaron a Scootaloo de su emocionante aventura en el bosque Everfree, ya que a ambos ponies les gustaba contar sus aventuras, lo que la pequeña potranca disfrutó mucho, en especial cuando habían ciertas partes de la historia que Dusk y Rainbow Dash contaban de forma distinta, lo que los hacía discutir por un momento y luego se reían, acompañados de Scootaloo, quien disfrutaba estar riendo y compartiendo con dos de los ponies más geniales que había conocido en su vida.

Mientras caminaban, Scootaloo vio de reojo como otros ponies de su edad también paseaban por las calles junto a sus padres, disfrutando también de ese agradable día. En ese instante Scootaloo levantó su mirada y vio a Dusk y a Rainbow Dash, quienes reían juntos mientras la cuidaban y le sonreían, como si todos ellos fueran una familia feliz. Scootaloo sonrió con una tierna mirada mientras su corazón se llenaba de alegría y afecto al sentirse querida, queriendo disfrutar lo más posible de ese bello momento.

"Bien, creo que ya es hora de irme, pronto será mi turno para trabajar." Dijo Rainbow Dash luego de un rato, mirando hacia el cielo y viendo a algunos pegasos de la patrulla del clima moverse.

Entonces Rainbow Dash se despidió de Dusk y Scootaloo.

"¡Hasta luego Scootaloo! ¡Espero volver a vernos pronto!" Dijo Rainbow Dash guiñándole un ojo a la potranca antes de salir volando a toda velocidad hacia el cielo.

"¿Y bien? ¿Qué te pareció conocer a tu ídolo?" Preguntó Dusk una vez Rainbow Dash se fue.

"Ella… ¡Ella sabe mi nombre y…! ¡Oh, por Celestia! ¡Ella dijo que quería volver a vernos!" Dijo Scootaloo totalmente emocionada, saltando de alegría.

Dusk solo sonrió al ver tan feliz a la pequeña potranca, de verdad le había hecho feliz poder cumplir el sueño de Scootaloo y acercarla más a Rainbow Dash. Sin embargo, mientras él pensaba que le había agradado ayudarla, se dio cuenta que en el camino él había descubierto otra cosa en la que podía y DEBÍA ayudar. Él había sido encargado de estudiar la magia de la amistad, y ahora, frente a él, había una potrilla a la que no le interesaba tener amigos debido a un bravucón en el colegio, y justamente esa situación era tan calcada con su propio pasado que Dusk no podía dejarla pasar más por alto, él debía hacer algo.

Mientras Scootaloo continuaba saltando de alegría, Dusk vio que cerca de ellos justamente estaba pasando una potranca de la edad de Scootaloo, lo que Dusk tomó como una oportunidad única para que Scootaloo pudiera tener contacto con ponies de su edad y que así pudiera hacer amigos finalmente.

Scootaloo seguía feliz, fantaseando con volver a reunirse con su heroína, cuando repentinamente un aura morada la rodeó y se sintió jalada por alguna fuerza, haciendo que ella se moviera rápidamente hacia un lado, chocando contra algo, o específicamente, contra alguien.

"¡Auch! ¡Ten más cuidado!" Dijo la pony con la que chocó Scootaloo, una pequeña potranca de su edad, de pelaje rosa, ojos azules, y melena de color lavanda y blanco, pero lo que más destacaba de aquella potrilla era que vestía una pequeña tiara plateada en su cabeza, idéntica a su cutie mark.

"Bien Scootaloo, este es tu momento, ¡Haz una nueva amiga!" Dijo Dusk hablándose a sí mismo, quien se había teletransportado atrás de un árbol luego de hacer que Scootaloo chocara con esa potranca, todo para darle la oportunidad a Scootaloo que pudiera tener una conversación con alguien de su edad y así ella pudiera hacer amigos finalmente.

Desde donde estaba oculto, Dusk no alcanzaba a escuchar lo que hablaban ambas potrancas, pero podía verlas perfectamente. Así fue como vio que Scootaloo puso una cara de miedo al ver a la potranca con la que había chocado, la cual parecía estar molesta, lo que a Dusk no le preocupó ya que era una reacción normal para alguien que choca contra uno. Sin embargo la falta de preocupación de Dusk no duró mucho, ya que conforme pasaba el tiempo parecía que él mal humor de la otra potranca no se iba, y Scootaloo solo estaba quieta, congelada escuchando a la otra potranca hablar. Pasaron los segundos y finalmente fue un alivio para Dusk cuando vio que la otra potranca comenzaba a reírse, lo que le dio la idea a Dusk de que finalmente ella y Scootaloo estaban teniendo una divertida conversación, aunque en ese momento Scootaloo le daba la espalda y no estaba seguro de cómo estaba reaccionando la pequeña pegaso. Por último, la potranca rosa miró por alguna razón el costado de Scootaloo y se retiró, riéndose mientras caminaba.

Tras ver que la conversación entre ambas potrancas había terminado, Dusk usó su teletransportación para aparecer nuevamente junto a Scootaloo.

"¿Y bien? ¿Qué tal? Perdona por tomarte por sorpresa, pero quería que socializaras con otra potranca de tu edad para que vieras que quizás no es tan difícil como crees conversar con otros ponies y volverte su amiga." Dijo Dusk sonriendo amablemente mirando a Scootaloo. "¿De qué charlaron? ¿Le contaste un chiste para romper el hielo? ¿Qué fue lo que hicieron?"

Scootaloo no respondió de inmediato, ella había estado con sus orejas caídas y su cabeza gacha mirando al suelo. Ella se sentía muy mal en ese momento, pero sabía que algo que la haría sentirse peor sería decepcionar a Dusk luego que él se esforzara por intentar hacer algo bueno por ella, así que ella tomó aire lentamente y levantó su cabeza para mirar a Dusk.

"E… ¡Ella me invitó a su cutie-fiesta!" Respondió Scootaloo, forzando una gran sonrisa. "Será mañana en la tarde, ¡Gracias por ayudarme, Dusk!"

Dusk vio la triste sonrisa forzada de Scootaloo y de inmediato supo que había algo mal.

"Eso… eso es genial…" Dijo Dusk intentando sonreír pero poniendo una mirada preocupada. "Pero será… ¿Acaso tienes miedo de ir a una cutie-fiesta de alguien que no conoces? No tienes que tener miedo…"

"No… Yo… De hecho, ya la conocía…" Dijo Scootaloo lentamente, aún sonriendo, pero con sus orejas caídas, delatando como ella se sentía realmente.

Lo dicho por Scootaloo se fue ordenando en la mente de Dusk para calzar con la forma de actuar de la otra potranca, todo calzando rápidamente en un rompecabezas mental hasta que Dusk pudo darse cuenta de lo que podía estar pasando, la respuesta implicaba que él había cometido un terrible error.

"Scootaloo… Esa potranca… ¿No se estaba riendo porque ustedes dos se estuvieran divirtiendo?" Preguntó Dusk muy preocupado.

Al ver que su fachada había fallado, Scootaloo bajó su cabeza y se mordió el labio mientras mostraba una triste mirada.

"Hmm… No… Ella… se estaba burlando de mí…" Respondió Scootaloo tristemente.

Un enorme peso cayó en el estómago de Dusk al confirmar lo que temía. En su afán por intentar que Scootaloo conversara con una potranca de su edad, él la había forzada a reunirse con su bravucón, quien solo se había burlado de ella. Al darse cuenta de lo que había hecho, Dusk de inmediato se sintió mareado por lo mal que se sentía, sabiendo que había obligado a la pequeña Scootaloo a tener un terrible momento.

"Scootaloo, no lo sabía, ¡P-Por favor, perdóname!" Dijo Dusk acercándose aún más a la potranca, recordando lo terrible que era ser víctima de bullying.

"No te preocupes… no es nada importante." Dijo Scootaloo con una pequeña sonrisa triste, tratando de no hacer sentir mal a Dusk. "La verdad es que es mi culpa también, yo quería enfrentarla y hacerla callar, pero en cuanto la vi y comenzó a burlarse de mí, yo solo… me congelé."

Dusk sabía que Scootaloo solo lo estaba haciendo sentir menos culpable, él podía ver aún el dolor en los ojos de la potranca, y también sabía que por ahora no habían más palabras que pudieran expresar mejor su remordimiento ni su necesidad de confortarla, así que, haciendo uso de lo que había aprendido recientemente con sus amigas, él se acercó y abrazó a Scootaloo. Sin embargo este abrazo no fue como cuando él abrazaba a sus amigas, este fue más paternal, acercándola hasta él y acariciando su cabeza, como él recordaba que a veces hacía su mamá con él cuando era pequeño. Scootaloo, quien normalmente era tanto o más reacia hacia los abrazos que Dusk, esta vez solo se quedó quieta, relajada, dejándose acariciar.

Luego del abrazo, que duró lo suficiente para hacerlos sentir mejor a ambos, Scootaloo volvió a sonreír naturalmente y miró a Dusk.

"Creo que ya es tiempo de irme, tengo que ir a la tienda de mecánica por algunas cosas." Dijo Scootaloo un poco sonrojada, sin decir en voz alta que ese abrazo la había hecho sentir mejor, despidiéndose así de Dusk.

"Está bien, nos veremos pronto." Dijo Dusk despidiéndose mientras la potranca comenzaba a agitar sus alas para comenzar su carrera en scooter.

"Cielos, si tan solo pudiera encontrarle verdaderas amigas…" Pensó Dusk mientras se despedía, aún dándole vueltas al asunto sobre la falta de amigos de Scootaloo. Y fue en ese preciso instante que una brillante idea se le vino a la mente, él había cometido el error de querer juntar a Scootaloo con una potranca que él no conocía, pero él podía reunirla con potrancas que ya sabía cómo eran, que tendrían buen carácter, y que bien podrían volverse verdaderas amigas de Scootaloo, y lo mejor de todo era que Dusk conocía a otras dos potrancas de la edad de Scootaloo que podían ser perfectas candidatas.

"¡Scootaloo, espera!" Gritó Dusk antes que la pequeña pegaso se hubiera alejado totalmente, haciendo que Scootaloo frenara en seco y volviera su vista hacia él. "Creo que sería buena idea que fueras a esa cutie-fiesta que te invitaron."

"¿¡Qué!?" Gritó Scootaloo sorprendida ante la petición de Dusk.

"Solo prométeme que asistirás." Dijo Dusk con una amable sonrisa.

Scootaloo quería negar con todas sus fuerzas lo que Dusk le estaba pidiendo, aquello significaría solo recibir más burlas de aquella antipática potranca, sin embargo, ver la amable sonrisa de Dusk la hizo aceptar su extraño pedido.

"Si tú lo pides..." Respondió Scootaloo poco convencida, pero resignándose a lo solicitado por Dusk. Montando nuevamente en su scooter para comenzar a andar y a alejarse nuevamente.

"Confía en mí, repararé el error que cometí." Pensó Dusk con una sonrisa mientras veía alejarse a su pequeña amiga, o más bien, a su pequeña nueva hermanita.


"¿¡Dónde está mi sombra de ojos turquesa!?" Gritó Rarity mientras corría de un lado para otro por el vestíbulo de Carousel Boutique.

Rarity había estado toda la mañana histérica, ordenando la boutique y arreglándose a ella misma, peinando constantemente su melena, poniéndose su perfume más caro, y maquillándose a la perfección para mostrar un lindo rostro digno de una modelo, todo para que absolutamente todo estuviera perfecto y ella luciera despampanante para cuando Dusk Shine llegara. Y dentro de todo ese jaleo que estaba haciendo Rarity en su casa, se encontraba Sweetie Belle, quien toda la mañana había intentado compartir un rato agradable con su hermana mayor sin mucho éxito, ya que Rarity tenía su mente en otros asuntos más importantes que el de atender a su pequeña hermana.

"Rarity… tú habías prometido que este día de la semana haríamos algo juntas." Dijo Sweetie Belle con una mirada de pena mirando como su hermana buscaba su maquillaje perdido en unos cajones.

"¿Qué? Oh, sí, lo siento Sweetie Belle, pero justo ahora tengo algo importantísimo que hacer." Dijo Rarity mirando solo por un segundo a su pequeña hermana, mostrando una mirada apenada, ya que a pesar de que la visita de Sweetie Belle la estuviera incomodando, ella no quería lucir como una mala hermana.

Para Rarity, la visita de Sweetie Belle había llegado en el peor momento posible. Era cierto que ella había prometido juntarse con su hermanita ese día, pero eso había sido antes de saber que Dusk la iría a visitar ese día, ¡Y lo peor de todo era que Sweetie Belle seguía metiéndose en su camino mientras ella se preparaba! Ya que siendo Sweetie Belle una potrilla algo inquieta, siempre buscaba algo que hacer, y por ende siempre generaba un desastre en la siempre limpia y ordenada casa de Rarity, lo que la yegua mayor había estado aguantando como buena hermana hasta ahora, siempre sonriéndole a su hermanita, pero la verdad era que conforme se acercaba la hora de la llegada de Dusk, la paciencia de Rarity se iba agotando.

"¿Es cierto que tendrás una cita con Dusk Shine?" Preguntó Sweetie Belle curiosa, ya que Rarity había estado murmurando aquello mientras se arreglaba.

"Sí… Bueno, no, no precisamente una cita, pero él vendrá a pasar la mañana conmigo." Respondió Rarity sonriente, recordando cómo hacía un par de días ella había visto cómo Dusk le pidió de favor a Rainbow Dash que se reunieran la mañana siguiente, algo que Rarity había aprovechado para fingir sentirse ofendida, haciendo que Dusk la invitara a juntarse con ella esta mañana. "Cómo sea, Sweetie Belle, ¿Estás segura que no has visto mi sombra de ojos turquesa?" Preguntó Rarity, dejando de lado las conversaciones y concentrándose nuevamente en lo que le importaba en ese momento.

"¿Qué es una sombra de ojos? ¿Cómo te pones una 'sombra' en un ojo?" Preguntó Sweetie Belle inocentemente, poniendo un casco cerca de uno de sus ojos para que fuera tapado por la sombra que este producía.

"La sombra de ojos es un maquillaje para los ojos, es la pintura que se usa en los párpados para resaltar y embellecer los ojos." Respondió Rarity un poco divertida con la ingenuidad de su pequeña hermanita.

"Oh… Hmm… Entonces, ¡Ups!" Dijo Sweetie Belle con una cara avergonzada, girando su cuerpo para que su hermana pudiera verla mejor, específicamente su flanco, revelando que ella había usado la sombra de ojos que Rarity buscaba para pintarse una carita sonriente en su flanco a modo de cutie mark.

"Qué… Qué fue lo que…" Dijo Rarity espantada al ver lo que Sweetie Belle había hecho con su sombra de ojos, poniendo una furiosa mirada por un segundo, luego intentando sonreír para seguir siendo una buena hermana, pero sin poder conseguirlo esta vez ya que esta era la gota que rebalsó el vaso, esta vez ella no pudo aguantar más su enojo al ver que nuevamente su hermana había hecho un desastre con algo suyo. "¿¡Qué fue lo que hiciste!?" Gritó finalmente Rarity furiosa, sin poder contenerse más.

"Yo… pensé que solo era pintura, hehe." Se rio Sweetie Belle nerviosamente, luego rápidamente se acercó hasta el cosmetiquero de Rarity y tomó unos frascos de colores muy similares. "Pero no te preocupes, ¡Mira! Aquí hay más, son del mismo color."

"No seas ridícula, ¡Son totalmente diferentes!" Respondió Rarity indignada, tomando los frascos uno por uno. "¡Esta es celeste, esta es calipso, esta es cian, y esta es aguamarina!" Terminó de decir Rarity molesta, diferenciando fácilmente las distintas tonalidades de color de sombra de ojos que a otros ponies les hubieran parecido iguales.

"Lo siento, yo… ¡Yo solo quería ver cómo se vería una cutie mark en mí!" Dijo Sweetie Belle, con sus ojos un poco llorosos, molestándose con su hermana al no ser comprendida.

"¿Y por qué te preocupa eso?" Preguntó Rarity aún molesta con su hermana.

"¡Te lo dije hace rato! ¡Ni siquiera me escuchaste! ¡Solo te preocupa tu tonta cita!" Gritó Sweetie Belle molesta, quien se enojaba tan fácilmente como su hermana mayor.

"B-Bueno… yo… ¡N-No trates de cambiar el tema!" Respondió Rarity apenada por no haberle prestado atención a su hermana, pero rápidamente poniéndose a la defensiva de nuevo, ya que una cosa no quitaba la otra, y lo que había hecho Sweetie Belle había estado mal.

Entonces ambas yeguas se dieron la espalda, soltaron un bufido, y se quedaron mirando en lados opuestos con miradas enojadas. Ninguna de ellas lo admitiría, pero ambas hermanas se comportaban igual cunado se enojaban.

"Sabes que te quiero, pero odio cuando te pones tan despreocupada e irresponsable." Dijo Rarity molesta, sin mirar a su hermana.

"Lo mismo digo, odio cuando te pones tan odiosa." Respondió Sweetie Belle, decidida a que si su hermana estaría en modo 'mala hermana', ella también lo estaría.

¡TOC-TOC!

La puerta de la casa sonó, lo que hizo que ambas yeguas salieran de su enojo y miraran hacia la entrada de la casa.

"¡Dusk!" Susurró Rarity, olvidándose por completo que hace unos segundos estaba enojada con Sweetie Belle. Entonces ella corrió a la velocidad del rayo hacia un sofá que había sido puesto en el centro del vestíbulo, ella se acostó sobre él con una sexy pose, tomó un libro y se acomodó su bella melena.

"¡Adelante!" Dijo Rarity en voz alta, para que Dusk finalmente pudiera entrar a la casa.

En cuanto Dusk Shine entró, vio que Rarity se encontraba recostada sobre un lujoso sofá rojo mientras leía lo que parecía ser una novela romántica, tan concentrada en su lectura que parecía que aún no había notado su presencia.

"Hola Rarity, espero no estar interrumpiéndote." Dijo Dusk un poco tímido, ya que no le gustaba interrumpir la lectura de los demás. Entonces Rarity bajó el libro que fingía leer, para mirar a Dusk.

"¡Oh, Dusk! Perdona que me encuentres en estas fachas, es solo que no tuve tiempo para arreglarme." Dijo Rarity coquetamente, fingiendo sorpresa. "Por un momento casi olvido que-"

"¡Hola Dusk!" Gritó repentinamente Sweetie Belle, interrumpiendo a Rarity, corriendo a toda velocidad y saltando sobre Dusk para que este la atrapara en el aire.

"¡Woah! Hola Sweetie Belle." Dijo Dusk, sonriendo mientras caía al suelo al recibir a la pequeña potranca.

"¡Me da mucho gusto volver a verte!" Dijo Sweetie Belle una vez ambos estuvieron en el suelo. Entonces ella acercó su rostro a Dusk y le besó la mejilla, para luego sonreír.

"A… A mí también me da gusto, jeje." Respondió Dusk, un poco sorprendido por ese beso en la mejilla, pero sin decir nada al respecto, entendiendo aquello como un comportamiento normal de potrillas, después de todo era sabido que las potrillas por lo general eran más cariñosas que los potrillos.

Mientras Dusk sonreía y Rarity se quedaba pálida mirando a su pequeña hermana y a su amado potro juntos, Sweetie Belle miró fugazmente a su hermana mayor, con una vanidosa sonrisa, un gesto tan sutil que solo Rarity alcanzó a percibir y a entender. Sweetie Belle la había interrumpido a propósito, y también a propósito se había lanzado a los cacos de Dusk y le había dado un beso en la mejilla, su pequeña hermana se estaba vengando de ella, intentando captar la atención de Dusk, lo que hizo que Rarity se pusiera roja de enojo al ver que su hermana quería jugar contra ella en su territorio.

"Sweetie, querida, no es de señoritas lanzarse a los cascos de un potro así como así." Dijo Rarity, actuando amablemente, pero en el fondo molesta por la actitud de su hermana. Diciéndole aquello para que ella se despegara de su amado Dusk.

"Pero a Dusk no le molesta, ¿Verdad Dusk?" Sonrió Sweetie Belle abrazando nuevamente a Dusk, solo para hacer enojar más a su hermana, lo que dio resultado inmediato, ya que a pesar de la falsa sonrisa de Rarity, Sweetie Belle podía sentir la furiosa mirada de su hermana clavándose en ella.

"Bueno, supongo que no me molesta si eres tú." Respondió Dusk sonriendo amablemente, pero poniéndose de pie para separarse del abrazo de Sweetie Belle. "Pero Rarity tiene razón, una señorita no debe ir por ahí lanzándose a los cascos de un potro."

Al ver que Dusk se separó de Sweetie Belle, Rarity le dio una fugaz mirada de triunfo a su hermanita, quien se dio cuenta y puso una cara de derrota hasta que se le ocurrió una brillante idea para no perder ante su hermana mayor.

"Oh… Pero yo he visto que Rarity siempre se lanza a los cascos de otros potros, ¿Cómo es que ella si puede?" Preguntó Sweetie Belle con una falsa mirada de inocencia, mirando a Dusk.

"¡ESO ES MENTIRA!" Gritó Rarity sonrojada, molesta, sin poder sostener su falsa sonrisa de buena hermana ante la mentira descarada de Sweetie Belle. Sin embargo, en cuanto gritó, Rarity se dio cuenta que había dejado caer su fachada, por lo que rápidamente volvió a su compostura y volvió a sonreír. "E-Es decir… Sweetie Belle, querida, creo que te has confundido, yo jamás haría algo así."

"Sí… quizás me equivoqué, perdón." Respondió Sweetie Belle intentando ocultar su malvada sonrisa al ver que su hermana había caído en su trampa.

En tanto, Dusk miraba a ambas hermanas y sonreía al ver lo bien que se llevaban, viendo como se sonreían mutuamente, sin darse cuenta que ambas hermanas estaban teniendo una lucha de poder por captar su atención y hacer ver mal a la otra. Así siguieron ambas hermanas sonriéndose falsamente hasta que un pensamiento vino a la mente de Rarity, algo que terminaría con esa absurda pelea, después de todo ella no necesitaba pelear con su hermana, porque ella ya lo tenía ganado, ya que Dusk había venido para una cita con ella, no con su pequeña hermana, lo que hizo que Rarity le sonriera a Sweetie Belle con una sonrisa de triunfo y satisfacción ante lo que estaba a punto de pasar.

"Bien, querido, creo que ya es hora de irnos." Dijo Rarity sonriendo dulcemente, acercándose a Dusk y tomándolo de uno de sus cascos. "Debemos aprovechar la mañana, ¡Hay tanto por hacer! Hasta luego hermanita, cuida bien la boutique mientras Dusk y yo salimos a pasear." Sonrió Rarity dándole una fugaz mirada de victoria a su hermana mientras hacía que Dusk se diera la vuelta para que ambos pudieran salir de la casa.

"¿Puedo ir con ustedes?" Preguntó Sweetie Belle inmediatamente, corriendo para interponerse entre ellos y la puerta, poniendo su mirada más tierna, sorprendiendo a Dusk y contrariando a Rarity.

"¡Qué sucia jugada! ¡Ahora quiere arruinar mi cita con Dusk!" Pensó Rarity molesta, pero rápidamente pensando en una contramedida.

"Pero querida, nosotros somos dos ponies adultos, y… haremos cosas de adultos, te aburrirías con nosotros, ¿Por qué mejor no vas y te diviertes con amigas de tu edad?" Sonrió Rarity amorosamente, sabiendo que con esa respuesta podría fácilmente evadir el ataque de Sweetie Belle.

Sin embargo, poco duró la sonrisa amorosa de Rarity al sorprenderse tanto ella como Dusk al ver que Sweetie Belle repentinamente se puso a llorar, descolocándola completamente. Como aquello agarró por sorpresa a Rarity, quien se hubiera imaginado que su hermana seguiría insistiendo en ir con ellos o cualquier otra cosa menos ponerse a llorar, Dusk fue el primero en reaccionar.

"Sweetie Belle, ¿Qué sucede?" Preguntó Dusk preocupado, acercándose a la pequeña potranca.

"Es que… ¡Sniff! Yo soy nueva en el pueblo y yo… ¡Sniff! Yo no tengo amigos… ¡Buah!" Lloró Sweetie Belle con más fuerza.

"Shh… Tranquila, no hay problema." Dijo Dusk abrazándola, sabiendo la efectividad de los abrazos y sintiendo empatía por la situación de Sweetie Belle, ya que él conocía muy bien la soledad de no tener amigos.

Mientras Dusk decía aquello y abrazaba a Sweetie Belle, el estupor de Rarity pasó, para dar lugar a la sorpresa y luego a la ira al ver lo que estaba frente a ella, pues, aprovechando que Dusk no la veía ya que la estaba abrazando, Sweetie Belle puso una cara de burla y le sacó la lengua a Rarity, dejándole ver a su hermana mayor que todo eso había sido un truco para conseguir ir con ellos y que Dusk la abrazara.

"¡Pequeña tramposa! ¿¡Quién le enseñó a ser tan manipuladora!?" Pensó Rarity furiosa, sin darse cuenta en lo similares que a veces eran las personalidades de ella y su hermanita.

Al ver el rostro furioso de su hermana, Sweetie Belle sonrió con triunfo, ya que su venganza contra su hermana por no prestarle atención estaba funcionando, y ahora Rarity tenía celos de lo cercana que ella podía ser con Dusk.

Aquello de fingir no tener amigos había resultado perfecto, ¡Mejor que perfecto! Ya que Sweetie Belle no solo había conseguido interrumpir el paseo de Dusk y Rarity, sino que también había conseguido un cálido abrazo de Dusk, ¡Todo por una pequeña mentira! Pero… ¿Era realmente una mentira…? Solo entonces Sweetie Belle se dio cuenta que en realidad lo que había dicho no era una mentira, ya que ella y sus padres habían llegado desde la gran ciudad hace poco a vivir a las afueras de Ponyville, por lo que ella había perdido a todos sus amigos en su antigua ciudad. En ese momento Sweetie Belle sintió una pena real al darse cuenta de que lo que había dicho no era totalmente una mentira, sin embargo decidió no darle importancia por el momento, después de todo ahora ella tenía a Dusk para ella, y solo eso le importaba por ahora.

"Espera un momento, ¡No es cierto que no tienes amigas!" Dijo repentinamente Rarity, intentando ocultar su enojo, queriendo desenmascarar a su hermana frente a Dusk. "Ayer me acompañaste donde una cliente que quería un fino vestido, ella tenía una hija de tu edad y yo vi que ambas se pusieron a charlar juntas, ¡Ella incluso te invitó a su cutie-fiesta!"

"¿Una cutie-fiesta?" Preguntó Dusk curioso, recordando el día de ayer y lo sucedido con Scootaloo. "¿Acaso no será una potrilla rosada que usa una tiara?"

"¿La conoces?" Respondió Sweetie Belle mirando a Dusk. "Se llama Diamond Tiara, y sí, ella me invitó a su cutie-fiesta, pero solo porque quiere que todos los potrillos de Ponyville asistan a su grandiosa cutie-fiesta, pero ella no es mi amiga, ella… fue un poco mala conmigo cuando charlamos… No sé si sea buena idea que vaya." Terminó de decir Sweetie Belle algo triste, mirando de reojo el flanco de Dusk, donde brillaba su cutie mark.

Luego que Sweetie Belle hablara y que recordara lo sucedido con Scootaloo, la mente de Dusk comenzó a trabajar y a formular un plan que pudiera reunir a Scootaloo y Sweetie Belle, para así resolver el problema de ambas. Sería fácil poder reunirlas en la fiesta a la que ambas asistirían, pero lo mejor sería que se conocieran antes y así ambas tuvieran la confianza de acompañarse y apoyarse desde antes. Con eso en mente, Dusk tenía una nueva meta inmediata, encontrar a Scootaloo.

"Hmm… Bueno, creo que ya es momento de que salgamos, de lo contrario se nos pasará toda la mañana sin haber hecho nada de lo que habíamos acordado." Dijo Dusk mirando a Rarity y sonriendo.

"¡Sí! ¡Estoy totalmente de acuerdo!" Sonrió Rarity, feliz de poder finalmente ir a su paseo romántico con Dusk. "Nos vemos luego, Sweetie Belle."

"¿De qué hablas? ¡Sweetie Belle vendrá con nosotros!" Sonrió Dusk mirando de reojo a la pequeña potranca y acercándose a Rarity para susurrarle al oído. "Creo que sería bueno que Sweetie Belle saliera con nosotros, así podremos charlar sobre la amistad y ver si podemos conseguirle una amiga en el camino." Terminó de susurrar Dusk al oído de Rarity, quien solo pudo aceptar con una sonrisa nerviosa, resignándose al ver que sus planes de un paseo romántico habían sido destruidos.

"Dime, Sweetie Belle…" Agregó Dusk, girándose para mirar a la pequeña potranca. "Te gustaría conocer a una amiga mía, ella es de tu edad, y estoy seguro que ambas pueden volverse buenas amigas."

Sweetie Belle miró a Dusk por unos segundos, sin saber qué responder. Ella primeramente pensó en usar un poquito de falsa alegría para halagar a Dusk y felicitarlo por su estupenda idea, sin embargo, al ver que Dusk de verdad parecía estar preocupado por ella respecto a su falta de amigos, ella decidió dejar de lado las actuaciones y responder sinceramente.

"Hmm… La verdad es que me da igual tener amigas o no, soy feliz así como estoy, pero si crees que es importante, creo que podría intentarlo." Respondió Sweetie Belle, sonriendo amablemente.

Así fue como los tres unicornios salieron de Carousel Boutique para dar un paseo por las calles de Ponyville, todos con diferentes misiones que querían cumplir: Dusk con la misión de buscar a Scootaloo para hacer que ella y Sweetie Belle se conocieran y entablaran una amistad; Rarity con la misión de hacer lo posible por captar la atención de Dusk y así intentar lograr algún momento romántico entre ambos durante el paseo; y Sweetie Belle con la misión de interferir en la cita de Dusk y Rarity, y mostrarle a su hermana mayor que ella podía captar más la atención de Dusk que lo que Rarity podía lograr con todo su encanto. Sin embargo, mientras la mañana avanzaba, parecía que ninguno de los tres ponies lograba su cometido, ya que durante todo el paseo Dusk se centró en buscar a Scootaloo, pero lamentablemente él no pudo encontrarla por ningún lado, y al estar Dusk centrado en su búsqueda, las dos yeguas que lo acompañaban no pudieron lograr captar su atención con las distintas conversaciones que intentaban entablar con él, menos aún acercársele, ya que Dusk había estado caminando sin parar tratando de buscar a la pequeña pegaso.

"No puedo encontrar a mi pequeña amiga por ningún lado…" Dijo Dusk finalmente dándose por vencido luego de haber recorrido varias calles de Ponyville. "Yo… lamento haberlas hecho venir por nada." Agregó Dusk un poco avergonzado al ver que había arrastrado a las dos yeguas sin lograr su objetivo.

"Tranquilo, además, ahora que terminamos con eso, quizás podríamos volver a mi plan inicial de tener una salida más… personal." Dijo Rarity coquetamente, decidida a no darse por vencida ni desperdiciar aquella oportunidad en que tenía a Dusk para ella sola.

"Sí, no importa que no encontraras a tu amiga, después de todo, como dije, hacer amigos no es algo que me importe mucho." Dijo Sweetie Belle despreocupadamente, mirando a Dusk. "Además no es como si yo nunca he tenido amigos. Yo tenía unos pocos amigos en mi antiguo hogar, antes de cambiarnos de ciudad, pero desde que nos mudamos no he vuelto a pensar en ellos y ellos tampoco me han contactado. Supongo que los amigos no son eternos, uno los va cambiando…"

Al escuchar lo dicho por la potrilla, Dusk se quedó helado, lo que decía Sweetie Belle era algo frio, pero también era cierto, después de todo él mismo había conocido a tantos ponies con los que ya no mantenía contacto, ¡Y más importante! Sweetie Belle había tocado algo sumamente importante en lo que Dusk jamás había reparado hasta ese momento: ¿La amistad es eterna? ¿Qué pasaría con sus amigas si él o una de ellas se iba lejos? ¿Seguirían siendo amigos tan unidos como lo eran ahora?

"No creo que los amigos sean tan importantes, incluso Rarity me dijo que tú no tenías amigos antes." Agregó Sweetie Belle sin darse cuenta de las dudas que comenzaron a cruzar por la mente de Dusk. "Si tú creciste bien hasta ahora sin amigos, significa que no son tan necesarios, ¿Verdad?"

Mientras Rarity se sonrojaba al ver que Sweetie Belle la hacía parecer a ella como una boca floja, Dusk seguía manteniendo un fuerte debate mental sobre las nuevas dudas que tenía sobre la amistad, no sobre su lazo con sus amigas, pero sí con el concepto en sí de amistad, algo que le había parecido tan bello y eterno, pero que en solo dos días, dos simples potrancas se habían encargado de remecer todo lo que creía hasta ahora, dándose cuenta que la amistad era algo mucho más complicado y con muchas más variables que estudiar, lo que implicaría más cálculos matemáticos para sus ecuaciones sobre la amistad.

Al ver a Dusk tan callado y con una cara tan confundida, Rarity pensó de inmediato que lo que había dicho Sweetie Belle sobre los amigos lo había afectado, después de todo su lindo e ingenuo Dusk aún era nuevo en la amistad, y quizás él aún tenía muchas dudas sobre su amistad con ella y las demás yeguas.

"Dusk… No tienes que preocuparte, sin importar que antes no tuvieras amigos, ahora nos tienes a nosotras." Dijo Rarity sonriendo amablemente, pensando que Dusk estaría pensando en su antigua falta de amigos.

"Sí, lo sé." Respondió Dusk saliendo de sus pensamientos y volviendo a la realidad, sonriéndole a Rarity para luego poner una cara más seria mientras decía sus pensamientos. "Solo estaba pensando… ¿En verdad la amistad tiene fecha de vencimiento? Es decir, yo siento que nuestra amistad es enorme, y que jamás terminará, o al menos eso es lo que quiero, pero me doy cuenta que no es algo que pueda asegurar, después de todo, ya he terminado amistades antes."

"Te refieres a tu antigua amiga de infancia." Preguntó Rarity, recordando que ese era un tema delicado del cual quería saber, pero no quería forzar a Dusk a que hablara de ello sin estar completamente listo.

"Sí… Ella fue mi amiga por mucho tiempo." Respondió Dusk con una cara confundida, mirando hacia el cielo al recordar. "Es cierto que ella me dio muchos consejos malos, los cuales me llevaron a tener una incorrecta definición de 'amistad', además ella me engaño y abandonó cuando la necesitaba, pero… ¿Qué hay de los buenos momentos que pasamos? Quizás para ella no significaron nada, pero para mí sí, la compañía, las risas, el cariño… ¿Puedo simplemente olvidar todo eso, solo centrarme en lo malo, y decir que ella no es mi amiga ni significó nada para mí…?"

Al ver el rostro de Dusk tan confundido, con una mirada que mostraba que su pasado aún lo atormentaba, Rarity sonrió tiernamente y le habló mirándolo a los ojos dulcemente.

"Quizás no debas olvidarla." Respondió Rarity entendiendo los sentimientos de Dusk. "Si ella fue tan importante para ti, no puedes simplemente negar que existió. Ella fue tu amiga, pero eso quedó en el pasado, ahora debes ver hacia el futuro y asegurarte que lo que te sucedió jamás vuelva a ocurrir con tus nuevas amigas, sea lo que sea que fuera, porque de algo sí puedo estar segura, ¡Nosotras jamás te engañaremos ni te abandonaremos! Además, eso fue cuando ustedes eran unos potrillos, quien sabe, quizás en el futuro ustedes se encuentren y se perdonen por lo ocurrido en el pasado."

En ese momento, cuando Dusk escuchó la palabra 'perdonar', él entrecerró sus ojos con una mirada incierta, mientras recordaba la causa del quiebre de su antigua amistad.

"¿Perdonar…? No sé si eso pueda pasar…" Dijo Dusk en un susurro.

"¿Lo ves? Es mejor estar sola." Dijo repentinamente Sweetie Belle, quien había visto atentamente toda la escena de la confusión de Dusk. "Así te evitas todos esos problemas."

Con las palabras de Sweetie Belle, un peso cayó en el estómago de Dusk, ya que aquellas eran las mismas palabras que Scootaloo le había dicho el día anterior.

"¿Cómo puedo llevar el elemento de la magia de la amistad si ni siquiera puedo fomentar la amistad entre dos potrillas? Y lo que es peor, ¡Parece que en vez de fomentarla la arruino aún más!" Pensó Dusk apenado.

"No, eso no es cierto." Dijo Dusk con determinación, respondiéndole a Sweetie Belle y al mismo tiempo callando sus pensamientos de culpa y pena, decidido a guiar a las potrillas por el camino de una buena y sana amistad. "La amistad es lo más hermoso que he descubierto en mi vida, y quiero que tú también la conozcas, solo hace falta que conozcas al pony correcto, una vez lo conozcas, verás lo importante que es la amistad en la vida de uno."

Al terminar su frase, Dusk miró de reojo a Rarity, pues justamente allí se encontraba una de sus amigas, y por lo tanto, una de las ponies más importantes en su vida. Rarity de inmediato notó la intensa mirada de Dusk, y se sonrojó profundamente al sentir el afecto que emanaba de aquellos bellos ojos morados.

"¡Sincronía perfecta! Tiempo de retomar y volver al juego." Pensó Rarity, lista para tomar el contacto visual con Dusk como su señal para retomar sus intentos de volver a ese simple paseo por Ponyville en una cita romántica, pese a las interferencias de su hermana. Y para su suerte, ellos estaban en el lugar preciso para que Rarity pudiera hacer su jugada.

"¡Oh! ¡Qué tonta de mí!" Dijo Rarity teatralmente, llevándose un casco a su boca, fingiendo sorpresa. "Acabo de recordar que hoy no compré flores para adornar los floreros de mi habitación, ¿Qué es lo que haré?"

Dusk escuchó lo que dijo Rarity y de inmediato miró hacia su alrededor para ver cómo solucionar el problema de su amiga, y para su fortuna, ellos se habían detenido no muy lejos del puesto de flores de Ponyville, algo que Dusk pensó que era una gran suerte, no así Rarity, quien ya había reparado en eso y justamente por eso ella había hecho esa pequeña actuación justamente allí.

"Ahora, como el noble y atento caballero que es Dusk, él me comprará un ramo de hermosas flores, un bello gesto romántico con el cual por fin podremos ir cambiando el ambiente de este paseo de amigos por uno de tono más romántico, ¡Fufufu!" Rarity se rio triunfante en sus pensamientos, lista para recibir un hermoso ramo de flores de su amado Dusk.

"Oye… Pero tú no tienes floreros en tu habitación." Dijo repentinamente Sweetie Belle mirando a su hermana con una sonrisa traviesa, rompiendo el ambiente y haciendo que Rarity y Dusk la miraran sorprendidos.

"¿No tienes floreros? ¿Entonces para qué quieres flores?" Preguntó Dusk confundido, tan ingenuo como siempre cuando se trataba de romance.

"¿¡Eh!? Bueno… Yo… Es qué…" Respondió Rarity totalmente nerviosa, sin saber qué responder, girando nuevamente su vista para mirar molesta a su pequeña y traicionera hermana, quien había desbaratado su plan y quien parecía seguir queriendo interferir entre ella y Dusk.

"¡Oh, Mira! ¿¡Qué es eso!?" Agregó Rarity con entusiasmo apuntando hacia el cielo, haciendo que Dusk mirara hacia donde ella apuntaba, entonces, mientras Dusk estaba distraído, ella bajó su cabeza para estar a la altura de Sweetie Belle y le susurró furiosa. "¿¡Por qué sigues molestándome!?"

"¡Porque es divertido!" Respondió Sweetie Belle sonriendo, también susurrando para que Dusk no la escuchara. "Además es tu castigo por no prestarme atención en la mañana." Terminó de decir la pequeña potranca poniendo una sonrisa más traviesa, ocultando su otra razón para hacer todo eso, la cual era que ella quería ganarle a Rarity aunque fuera una vez, ya que su hermana mayor siempre brillaba y captaba más la atención de los demás que ella, así que si ella podía ganarse el cariño y la atención de Dusk por una tarde, sería una gran victoria personal para ella.

"Dusk, sabías que Rarity pasa horas maquillándose en la mañana." Dijo Sweetie Belle volviendo a hablar en voz alta para captar la atención del unicornio lavanda. "Ella siempre se despierta con unas grandes ojeras, supongo que por eso le gusta usar sombra de ojos."

"¡NOOO! ¿¡Cómo te atreves!?" Gritó Rarity en su mente al escuchar como su hermana empezaba a hablar mal de ella e intentaba destruir su imagen. "Bien, ¡Si quieres jugar sucio, ambas podemos hacerlo!"

"Dusk, ¿Sabías que Sweetie Belle se sigue orinando en la cama? ¡La otra vez tuvo una pesadilla y mojó toda su cama!" Dijo Rarity sonriendo en venganza, contraatacando a su hermana, viendo como Sweetie Belle bajaba su cabeza, seguramente avergonzada.

"¡Sniff! Hermana… ¿Por qué cuentas eso? ¡Sniff! Eso… Es tan vergonzoso para mí… ¡Buah!" Comenzó a llorar Sweetie Belle, nuevamente sorprendiendo a Rarity y a Dusk.

En el acto Dusk se acercó a Sweetie Belle y la abrazó para que la pequeña se calmara, luego miró severamente a Rarity.

"¡Rarity! ¡No debes burlarte así de tu hermana pequeña!" Dijo Dusk mirando con seriedad a Rarity, mientras bajo él se encontraba Sweetie Belle, quien nuevamente aprovechó que Dusk no la veía para sacarle la lengua a su hermana y burlarse de ella, nuevamente dejando ver que todo era una actuación.

"¡No de nuevo! ¿Cómo es que Dusk cayó dos veces en el mismo truco? ¿¡Cómo es que yo caí dos veces en el mismo truco!?" Penó Rarity histérica mientras su ira contra su hermana alcanzaba nuevos niveles.

"¡Oh! Sweetie Belle, lo siento tanto ¡Por favor perdóname!" Dijo Rarity totalmente arrepentida, casi con lágrimas en sus ojos, acercándose su rostro lentamente al de su hermana hasta casi tocarlo.

"Está bien, ¡Te perdono porque yo te quiero mucho, hermana!" Respondió Sweetie Belle, con una enorme y tierna sonrisa.

En tanto, el ingenuo Dusk sonrió al ver como las dos hermanas unicornios parecían finalmente haber resuelto sus problemas, creyendo ver cómo ellas mostraban su afecto la una por la otra.

"¿Lo ven? ¡Todo se puede perdonar entre hermanas!" Dijo Dusk sonriéndole a ambas yeguas. "Ojala Spike y yo pudiéramos llevarnos así de bien luego de discutir."

En tanto, en la mente de las yeguas…

"¡Ya verás! ¡Me las vas a pagar, maldita enana!" Pensaba Rarity furiosa mientras hacía una de sus mejores actuaciones, fingiendo arrepentirse para no seguir cayendo en la trampa de su hermana ni empeorar aún más su imagen con Dusk.

Lero, lero! ¡No puedes ganarme!" Se burló Sweetie Belle en su imaginación mientras seguía actuando a la perfección, sin dejar entrever a Dusk sus verdaderas intenciones, riendo malvadamente en su mente al ver cómo le ganaba a su hermana mayor.

*IMAGEN 2 : goo .gl/6tY26r

Luego de una sonrisa falsa que pareció durar horas, ambas yeguas se giraron y miraron a Dusk, listas para seguir con su ataque y ver quien de las dos lograría captar más y mejor la atención de Dusk Shine.

"Dusk, querido, hay un importante cliente que me pidió una línea de moda para potros." Dijo Rarity poniendo su mejor cara de damisela en apuros para que Dusk se fijara en ella. "Y creo que tú serías ideal para-"

"¡Oh, no! ¡Acabo de recordar que mañana empiezo la escuela, pero aún no sé dónde queda!" Dijo Sweetie Belle hablando fuerte e interrumpiendo a propósito a su hermana. "Dusk, ¿Podrías mostrarme donde queda la escuela? Yo sé que a un pony estudioso como tú le deben gustar las yeguas que se esfuerzan en sus estudios, ¿Verdad?"

"Eh… ¡Sí, tienes razón!" Dijo Dusk confundido por no haber escuchado completamente lo que Rarity le iba a pedir, pero encontrándole toda la razón a lo que decía Sweetie Belle. "¡La escuela es la cuna del conocimiento! Es importante que vayas, ¡Vamos! Te mostraré donde queda."

"¡Gracias! Pero es una lástima que mi hermana no nos pueda acompañar, después de todo ella lo acaba de decir, tiene que trabajar en el pedido de un importante cliente." Agregó Sweetie Belle mirando de reojo a Rarity y no pudiendo evitar soltar una pequeña sonrisa malvada. "Sé que Dusk no querrá interrumpir su trabajo ni hacer que se demore, ¿Verdad?"

"¿Eh?" Dijo Rarity quien había sido agarrada con la guardia baja tras el sorpresivo ataque de Sweetie Belle.

"Sí, es cierto, yo no quiero demorarte en tu trabajo." Dijo Dusk amablemente mirando a Rarity. "No te preocupes, si estás ocupada yo puedo mostrarle por mi cuenta la escuela a Sweetie Belle, no es necesario que nos acompañes."

"¿¡Eh!?" Dijo Rarity aún incrédula al ver cómo su pequeña hermana había logrado anularla por completo.

"¡Vamos Dusk! ¡Antes que se haga más tarde!" Dijo Sweetie Belle empujando a Dusk para que pudieran irse lo antes posible.

"E-Está bien." Dijo Dusk apurado al ver que Sweetie Belle lo empujaba. "Hasta luego, Rarity."

"Sí… hasta luego, hermana." Sonrió Sweetie Belle malvadamente mirando a Rarity mientras se alejaba junto a Dusk.

En tanto, Rarity se quedó de piedra por varios segundos viendo como su amado y su pequeña hermana se alejaban conversando felizmente entre ellos. Una vez ella los perdió de vista, finalmente fue capaz de salir de su estupor.

"Yo… ¿¡YO ACABO DE PERDER CONTRA UNA POTRILLA!?" Gritó Rarity desesperada, finalmente dejando escapar su frustración de haber perdido su oportunidad de tener una cita perfecta con Dusk, todo por su fastidiosa pero astuta hermana menor.

# Fin del capítulo 25

Next Chapter: Marcas que no Desaparecen Estimated time remaining: 0 Minutes
Return to Story Description

Login

Facebook
Login with
Facebook:
FiMFetch