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Caballo Negro

by mmunocan

Chapter 19: Capítulo 18: Salud y verdad

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Me disculpo por no tener este episodio a tiempo. Las explicaciones las dejé en mi página oficial de Facebook. Pero como dice el dicho: "Más vale tarde que nunca".

Sábado, 22 de octubre del 2016


Capítulo 19 "El problema de viajar a Equestria".

Marcelo nunca pensó que tras su primer día de clases regresaría nuevamente a Equestria. Esta vez, se vio en un lugar oscuro, con paredes humedecidas y mohosas.

-Es hora de la comida- escuchó decir. Marcelo se acercó sigilosamente hacia donde escuchó esas palabras.

-¡Suéltame!- gritó Rainbow Dash. Estaba amarrada en el suelo con unas cadenas.

-Nunca dije que iba a darle esta avena a Applejack,- continuó el poni que habló primero, -te la iba a dar a ti.

Marcelo se percató que tenía un plato de comida entre sus pezuñas, y un embudo. Luego, le metió el embudo en su boca, y levantó el plato para vaciarlo en ella.

-¿Qué estás haciendo?- intervino Marcelo al ver la situación.

-¿Quién eres tú?- le preguntó enojado aquel poni.

-¿Por qué tienes encadenada a Rainbow Dash?, ¿qué vas a darle?- insistió Marcelo con autoridad.

-¿Quién te crees que eres?- gritó el poni -¡largo de aquí si no quieres que te mate!

Marcelo de una patada lanzó lejos a aquel poni, tomando su plato. -veamos de qué se trata esto.- agregó mientras le daba la avena al poni semiconsciente, quien no se pudo defender.

-¿Quién eres tú?- le preguntó Rainbow Dash a aquel pegaso mientras le quitaba las cadenas luego que el peligro hubiera pasado.

La historia continúa de la misma forma como fue relatada en capítulos anteriores, hasta la aparición de la Emperatriz Isabella en la celda vacía de Applejack.

-¡Emperatriz Isabella!- exclamaron todos menos Marcelo.

-¿Qué hiciste con Applejack?- cuestionó Rainbow Dash con enojo.

-La liberé,- respondió la Emperatriz -a cambio de que me guardara cierto secreto.

Los ponis quedaron en silencio, sorprendidos. Nunca se hubieran imaginado eso. Para ellos no tenía sentido. ¿Qué clase de tratos hizo con Applejack?

-¿Quién es usted?- preguntó Marcelo rompiendo el silencio con su duda a la Emperatriz.

-Increíble que exista un poni que no me conozca- respondió esta con un tono de sorpresa.

-Bueno, es que no soy precisamente un poni- respondió Marcelo.

-¿A qué te refieres?- preguntó la Emperatriz confundida.

-Yo soy... yo vengo... de otra dimensión...- dijo buscando la mejor forma de explicar su verdad.

-Soy un ser humano, que viene de un país llamado chile...- siguió explicando. Los ponis estaban extrañadísimos, en especial la Emperatriz, quien tenía un rostro de terror, sospechando lo peor.

-¿Y por casualidad Applejack te acompañó a... tu dimensión?- preguntó aquel unicornio que le dicen Frank. Marcelo asintió con la cabeza. La Emperatriz se sentía terrible. ¿Era ese pegaso su hermano? Era un cuestionamiento difícil de sobrellevar.

-¡Lo sabía!- exclamó Frank triunfante dando un salto de gozo -¡sabía que venía de otra dimensión!

-Bien, ¿quieren ir hasta dónde está Applejack?- interrumpió la Emperatriz intentando cambiar de tema.

-¡Sí!- exclamaron todos a coro.

La Emperatriz, con la magia de su cuerno, creó un portal en dirección a Sweet Apple Acres.

-Misión cumplida,- dijo Frank -ahora me voy.

-¿No vienes con nosotros?- preguntó consternado Glem.

-No. Olvidé que dejé mi tetera al fuego, y... debo ir a apagarla- argumentó antes de partir.

Rainbow, Glem y Marcelo cruzaron el portal, y en instantes se encontraron entre los árboles de manzanas. Desde lejos se vio acercarse a todo galope a Applejack.

-¡Rainbow Dash! ¡Glem!- gritó al verlos.

-¡Applejack!- exclamaron los ponis mientras que el portal desaparecía tras ellos.

-¡Qué bueno que estés bien!- exclamó Marcelo tras un abrazo grupal.

-¿Marcelo?- le preguntó Applejack a aquel pegaso. El poni asintió con la cabeza. Luego de eso, comenzó a hacerse transparente, hasta desaparecer.

-¡Pero que!- exclamó Rainbow Dash asustada tras ver desaparecer al poni que recién tenía a su lado.

-¡Applejack!, ¡Rainbow Dash!, ¡Glem!- Twilight Sparkle se acercaba a todo galope.

-¡Twilight!, ¿cómo estás?- preguntó con alegría Applejack.

-Bien, pero, ¿y qué pasó con Big Macintosh?- preguntó extrañada,

-Eso mismo iba a preguntar yo ¿qué pasó con mi hermano?- reiteró Applejack.

Apenas Marcelo despertó, se encontraba nuevamente en casa de sus tíos en Chillán. Escribió un mensaje de texto a su amigo Manuel: "Volví de nuevo a Equestria. Applejack está bien. Big Macintosh murió".

Luego, viajó con su tío al colegio, para apenas su segundo día de clases. La vida debía continuar.

-Hola Javiera- se sentó al lado de su compañera rubia de lentes dorados.

-¿Cómo estás Marcelo?- le preguntó amablemente.

-Bien gracias,- respondió -te quería preguntar algo.

-¿Qué cosa?- preguntó con curiosidad.

-¿Cómo conociste la serie My Little Pony?- preguntó directo al grano y mirándola a los ojos.

-Ehm, bueno, yo,- dijo sorprendida con la pregunta -un amigo me habló de ella. Él llegó un día a la entrada del colegio. Tenía una polera en donde aparecía Rainbow Dash. A nadie le llamó la atención, salvo a mí. "¿Qué es eso?" le pregunté. "Ven, y lo verás" respondió.

"Caminamos por la plaza, y él me habló de la serie, y su experiencia. Se veía el brillo en sus ojos joviales. ¿Una serie puede hacer eso? ¿Una serie puede cambiar tu vida? ¿Unos simples dibujos animados pueden hacer tanto?"

"Fue así como quise verla, y todo lo que me había dicho, era cierto. El colorido, la animación, eran fiel reflejo de la magia de la amistad que mencionaban. Ese día me convertí en Pegasister, me uní a los Bronies, y comencé a ser feliz. Feliz de verdad."

"Comencé a hablarles de la serie a mis amigos y a mi curso. Fue difícil convencerlos, pero finalmente conseguí mi objetivo. Ahora todos forman parte de la manada."

"Lo más triste fue despedirme de Manuel. Él tuvo que irse a Santiago por asuntos personales."

-Yo también conocí a Manuel- dijo Marcelo cuando terminó el relato de su amiga -Él me ayudó a salir al mundo, y a enorgullecerme de ser Brony. Vengo saliendo de un verdadero infierno para Bronies, y he llegado al verdadero paraíso. Créeme, aquí en Chillán, soy feliz.

En eso sonó el celular de Marcelo, había llegado un mensaje de texto -Es de Manuel- le informó a su amiga.

-¿Y qué dice?- preguntó Javiera emocionada, "¿Murió Big Macintosh?, ¡eso es terrible!, a la noche por Facebook hablamos de tu viaje", leyó Marcelo mentalmente.

-¿Qué dice?- insistió Javiera mientras le quitaba el celular.

-No, espera, ¡pásamelo!- exclamó Marcelo nervioso.

-¿Big Macintosh murió?, ¿tu viaje?- interrogó sorprendida al leerlo, -Marcelo, ¿qué significa esto?- le preguntó alarmada.


En el próximo capítulo…

Un malentendido provoca que Marcelo pierda a su gran amiga. La única forma de arreglarlo es demostrando que puede viajar a Equestria. El problema es que no puede controlar el momento de esos viajes. Pero una ayuda llegará a su vida para mejorar la situación.

Próximo capítulo veremos "El milagro de la meditación."

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