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Guerra Cristal

by Kyriss

Chapter 6: V: Atques Piratas

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CAPITULO V

Ataques piratas

EQUESTRIA


La luz del sol inundaba el departamento de Rarity. Y en la habitación de Sweetie Belle, quien despierta poco a poco, debido a la cálida, pero incomoda luz del sol en su rostro. Abre los ojos, se siente como nueva, como si acabara de perder un gran peso de encima. Esta relajada y feliz. Se talla los ojos suavemente para acomodarlos a la luz, los había tenido cerrados mucho tiempo. Las sabanas ya no se sienten tan calientes y pesadas como antes. Ya no está cansada, tiene ganas de salir y correr.

Se ha curado, la enfermedad ha desaparecido. Llena de alegría, se levanta rápidamente de la cama haciendo caer las sabanas. Entra en el cuarto de su hermana.

—¡Rarity, Rarity! —llama ella, pero se decepciona al no encontrarla allí. —¿Rarity?

Recuerda que su hermana se iba muy temprano a trabajar, echa un vistazo a la hora. —Oh… son las 7:30. Se fue hace media hora. —Quiere salir y buscarla para darle una sorpresa, pero, su estómago gruñe. —Creo que comeré algo primero.

Fue a la cocina, con intención de prepararse un desayuno clásico, suerte que aún están todas las cosas de antes, hace casi 6 meses que no pone un casco en la cocina. Y por no haber estado allí durante mucho, la emociona un poco.

Rápidamente recoge los ingredientes que utilizará y empieza la magia (porque usará su magia, obviamente).

Al cabo de un rato, fue al comedor con un plato, el cual había preparado. Se sentó en un cojín y empezó a comer. El plato consta de 3 diferentes sabores; el amargo por algunas hierbas, el dulce por azúcar y el salado por la excesiva sal que había puesto. Sí es una combinación extraña de sabores, ella nunca supo cocinar muy bien, pero a su parecer si. Aunque, con el tiempo ya había mejorado de verdad.

Al menos no está quemado... Empezó a comer.

Dio media vuelta antes de salir y vio la cocina; esta toda hecha un desastre, el tornado de Sweetie había pasado una vez más. Se preocupa un poco, pero se propone mentalmente que al regresar limpiará todo, tiene que darle una sorpresa a Rarity.

Las calles de Manehattan son más grandes de las que recordaba, también los edificios le parecen más altos. Hay algunos ponis nuevos que ve pasar por la calle, además de los viejos que aún siguen allí, y los que ya no.

Cuando intentó cruzar la calle, un carruaje casi pasa sobre ella. Su corazoncito casi salta de su pecho por el susto. Con más cuidado, continua el camino hacia el lugar de trabajo de su hermana

Era por aquí, estoy segura. Sweetie Belle pasa por una calle, ya había pasado por allí muchas veces con su hermana.

La última vez fue cuando fueron a un restaurante para celebrar su cumpleaños, un mes antes de que se enfermara. Llegó al restaurante y se detuvo al ver su estado. Este ya no se veía como antes; tenia las ventanas limpias, las cortinas colocadas, el nombre del local sobre el marco de la puerta. Ahora las ventanas están rotas y recubiertas con tablas de madera, la puerta está rota y se ve igual de cubierta como las ventanas, el letrero tampoco está.

Tal vez solo se fue con su familia. Dijo para sí misma.

Pero la verdad era que, la dueña, un amable pony de tierra, buena cocinera y honesta con sus platillos, había desaparecido. Nadie sabe que es lo que le pasó, un día simplemente solo no abrió su restaurante.

Quiso ver que había pasado. Sweetie Belle pudo entrar por una abertura, lo suficientemente amplia para que cupiera su cuerpo. La poca luz que ingresaba le permitía ver lo suficiente. Mesas y sillas rotas, la caja tirada y saqueada, platos y vasos rotos; tirados por todas partes.

—¿Por qué la señora Tarlna dejaría así su restaurante? Ella no estaba loca ¿o sí? —dijo Sweetie.

Quiso caminar hacia la caja, pero por accidente piso un trozo del cristal roto, haciéndole chillar de dolor. A pesar del dolor pudo quitarse el pequeño trozo de su casco que ahora sangraba levemente.

No quería ver más, estaba por salir cuando escucho un ruido venir de la cocina.

¿Qué fue eso? Se preguntó. Debatía entre salir o entrar y ver si hay algo. Tal vez fue el viento. Pero el viento no tenía forma de llegar hasta ahí. Tal vez por la ventana. Recordó que cuando la señora Tarlna le había invitado a su cocina para darle unos consejos para cocinar vio una ventana sobre la alacena.

¿Y si… no fue el viento? Podría ser alguna ardilla o mapache. En la ciudad no hay muchos de esos animales. Recuerda que también, un día, Tarlna había puesto trampas para ratones al otro lado de esa ventana. Tal vez ahora se metieron esas ratas. Tiembla de miedo al pensar en las ratas.

Sin darse cuenta había pasado 5 minutos viendo a la oscuridad de la cocina pensando. Si son las ratas pues… Ya está. Estaba por salir, pero tan pronto metió cabeza por la abertura, algo la tomo de los cascos. Estaba por gritar, pero quien la sujetó la arrastró de nuevo dentro y le cubrió la boca con un pañuelo sucio, evitando que grite. Vio a sus ojos, son verdes, casi como los de ella.

No puede respirar, y se asusta más al ver que el que la sujetaba tenía un cuchillo y, estaba por apuñalarla.

Reacciono en el último segundo, el cuchillo estaba justo sobre su cabeza, lo detuvo con su magia justo a tiempo. Ahora empezará a defenderse. Lanzo el cuchillo lejos y disparo a la cara de su atacante, el retrocede hacia las sombras. Sweetie escupe el pañuelo y se levanta.

Su hermana, poco después del cumpleaños de Sweetie, le enseño unos hechizos básicos para su defensa personal. Ya que a pesar de que Equestria era pacifica, todo cambia con el tiempo.

—Aún más interesante. A mi padre le gustará que le lleve a una yegua tan osada. —Dice desde las sombras.

Su voz es joven…

—¡Sal de ahí y muéstrate! —Ordenó fuertemente.

El encapuchado se acercó a los rayos de luz y, con un movimiento lento se quitó la capa que llevaba, ahora se puede ver su rostro.

Su pelaje era amarillo, sucio. Es un pegaso, sus alas pueden verse. Sus ojos verdes brillaban con malicia y su crin era blanca, sorprendentemente limpia a comparación del resto de su rostro. Es un pirata. Sweetie utilizaría estas características para avisarle a los guardias, si es que lograba escapar.

¿Es… lindo? ¿Por qué un criminal se ve tan bien? ¡Cómo puedes pensar eso! Él es malo. ¡Estuvo a punto de apuñalarte!

Ahora vendrás conmigo. —Dijo mientras sacaba algo de su bolsillo.

—¡Yo no iré contigo a ninguna par…! —El pirata le había lanzado una bolsa negra con un polvo plateado al rostro. Sweetie Belle mareada cayó al suelo —¿Qué… me hiciste? —Dijo con sueño.

—Es solo un somnífero, linda. Durará lo suficiente para que te lleve con mi padre. —El pirata rio al verla ceder al sueño.

Rarity…


La semana de entrenamiento especial con la princesa fue la más larga que habían vivido. Cuando la misma Princesa Celestia es la que te entrena sientes como el tiempo se alarga. Fue algo agotador, difícil y en ocasiones doloroso. Celestia les hiso unas pruebas, para medir su resistencia, fuerza, persistencia, inteligencia, valor…

El primer día les hablo sobre su régimen, el trio se preocupó. El segundo les hiso las pruebas, como se suponía Spike fue mejor en las de resistencia y fuerza. Twilight y Starlight fueron persistentes y demostraron su valor e inteligencia. En el tercero practicaron combate con espada, un día difícil. En el cuarto, Celestia les enseñó unos hechizos nuevos, fue la parte que más disfrutaron los unicornios. En el quinto les dio una lección de sabiduría. El sexto, Celestia preparó un recorrido de obstáculos. Y en el séptimo día, les hiso una prueba final, para comprobar todo lo que les enseñó, lo aprobaron con dificultades.

Ayer los tres se durmieron de inmediato debido al agotamiento físico, todo el cuerpo les dolía. Celestia pues les alivio ese dolor.

Hoy se sienten como nuevos y listos para empezar el viaje, pero aún no saben en dónde buscar primero. Los elementos no mostraron señales en el transcurso de la semana.

También tuvieron tiempo de analizar el libro, pero no fueron capaces de lanzar ninguno de los hechizos. Resultaron ser más difíciles que cualquier otro hechizo en un libro común. Se sintieron decepcionadas, pero eso no las detendrá, en el futuro seguirán intentando.

Spike ha crecido un poco más en esta semana, debido a los entrenamientos físicos. También aprendió a usar el arco, ya que puede sujetarlo con sus garras. En realidad, es algo que disfruta. le gusta la precisión y la concentración que requiere. Se hiso muy bueno en esto y su puntería solo mejorará.

Ahora están en el comedor del castillo, disfrutando de una buena comida preparada por los cocineros reales. Hablando y riendo. Temprano por la mañana, Celestia dijo que tenía que atender unos asuntos.

Spike aún tiene rasguños en sus escamas, pero no es algo que le incomode debido a la dureza de ellas. De hecho, se siente más "cool" al tener esos rasgos.

Marcas como estas solo la tienen dragones adultos. Pensó él.

Twilight y Starlight están… peor, podría decirse que realmente sintieron el dolor en la semana. En su pelaje tienen cortes pequeños, pero ninguno es grave; el más difícil que le tocó a Twilight fue cuando tuvieron que atravesar un bosque de zarzas secas, para Starlight fue en los ejercicios de patada, hiso una mala movida y se lastimó el casco trasero izquierdo, estuvo con cojera durante un par de días.

Este buen desayuno sin duda les ayudará a olvidar los tropiezos.


Muy lejos de allí, cerca de la frontera con Kralikstán. Celestia está dentro de una cueva oscura con unos guardias. Algunos exploradores descubrieron la amplitud de la cueva y llamaron inmediatamente a la princesa. Están investigando el lugar por el que escaparon los bandidos que secuestraron ponis de la ciudad del Capitán Feather. Él está presente allí recorriendo también la cueva en búsqueda de pistas.

Mientras algunos ampliaban el camino, otros colocaban el soporte adecuado para seguir el trayecto de la cueva.

Uno de los excavadores llega por uno de los túneles, agitado y sucio. Se acercó a la princesa e hiso una reverencia.

—Su alteza, encontramos algo que tiene que ver. Hay un pony enterrado bajo los escombros.

—¡Llévame ahí rápido!

El excavador llevó a la princesa y a el capitán a un sector que aún no habían modificado ni reforzado, es un tramo que es más firme que el resto. Solo que el final esta obstruido por un derrumbe de tierra y rocas, bajo los restos se podía ver medio cuerpo de una yegua. Inconsciente.

—Aún está viva, pero no podemos sacarla sin lastimarla.

Lentamente, Celestia levanto las piedras una por una y hace a un lado la tierra.

La yegua de crin roja y pelaje gris respiraba con dificultad. Su cabeza sangraba, sus patas estaban completamente rotas, las fracturas se notaban claramente y tenía varias contusiones. Abrió los ojos al poder respirar.

—P-princesa… Sabía que… vendrías… —su hablar era lento y su voz débil, llevaba en esas profundidades más de una semana.

—Tranquila, te mejorarás. —Celestia uso su magia para limpiarla y sanarla, pero ella ya llevaba mucho tiempo ahí, y tiene muchos huesos rotos, es algo que la magia ya no puede arreglar… Sabe que ella no podrá recuperarse.

—¿Cómo te llamas?

—Seryanne…

—¡¿Fueron ponis de Kralikstán, cierto?! —Musitó Feather.

—No, no… No fueron ellos. Fueron ponis de cristal, pero… no eran, normales… —Seryanne tiembla al hablar.

—¿Qué quieres decir?

—No querían secuestrarnos… querían, alimentarse de… —Su voz se apagó.

Esas palabras impactaron a la princesa y a todos los presentes. Seryanne desfalleció finalmente, Celestia no sabía que pensar. Inmediatamente unos ponis recogieron a Seryanne y se la llevaron, lástima que ella ya no estaba con vida. Tendrán que buscar a sus familiares si los tiene.

¿Querían alimentarse? ¡¿De qué?! ¿Qué estás haciendo a los ponis sombra? … ¿Qué, que estas planeando ahora? ¿Intentas hacer que se coman entre sí? Celestia sentía el impulso de disparar un rayo para abrir la cueva porque sentía ira, pero la tristeza la invade remplazando su furia. Pensar en lo que el rey haya hecho para que los ponis coman a otros la aterraba. El ya no solo buscaba gobernar…

—Quiero que continúen con la excavación y me informen inmediatamente si encuentran algo. —Celestia voltea y se dirige a la salida.

Ya fue suficiente de ese lugar, Celestia salió volando hacia el castillo.

En el aire Celestia continuaba pensando en las posibilidades del caso, temía que cualquiera de ellas fuera verdad. Cada una de esas ideas la mortificaba, no sabía cómo remediarlo, no podía. Durante su momento de ira quería lanzar un poderoso rayo a la cueva para expandirla, pero, cuando la tristeza la remplazó, se dio cuenta de que si lo hacía no iban a poder encontrar más pistas; lo cual era algo crucial en ese caso.

¿Acaso el rey estaba planeando algo peor? Tal vez ya no le bastaba con controlarlos, quería exterminarlos.

Nadie puede saber el difícil papel que lleva Celestia, la carga que tuvo que acatar. Ver sufrir a sus hijos. Ver su tierra ser destruida con la constante guerra y muerte. Sintiendo que el final estaba cada vez más cerca.

«La esperanza es lo último que se pierde…» Recordó las palabras de su hermana, de hace 1000 años. La última vez que la vio siendo ella.

Luna. La nostalgia regresa cada vez que levanta la luna. Y con un temor persistente sabe que regresará…

Llego finalmente a la capital de Canterlot y seguidamente a su castillo. Como había ordenado, los herreros y artesanos de allí habían preparado unas armas específicas. Estaban colocados en una mesa rectangular cubiertos con una tela blanca. Al lado de eso, hay una correa de cuero bordado y detallado, que servirá para que Spike lleve los elementos de una manera más fácil.

Estando todo listo, mandó llamar a sus estudiantes.

Twilight, Starlight y Spike ingresan con la frente en alto a la sala del trono, Celestia los espera. El trio se siente emocionado y a la vez temeroso por largo el viaje que estaban por empezar. Podrían recorrer toda Equestria en búsqueda de los portadores y solo el tiempo dirá si serán capaces de afrontarlo.

Se detienen frente a la princesa y hacen una reverencia.

—Estudiantes, hoy empiezan el viaje motivo de sus entrenamientos. Cada uno se desempeñó de una manera sorprendente y sé que estarán a la altura del desafío. Pero, que sería de unos guerreros sin sus armas.

Celestia voltea, levanta la tela blanca.

Primero, para Starlight una espada "Punta de Grevil", plana y dócil. También le obsequia una funda hecha de tafilete y lustres acabados, además de un tahalí para que pueda llevarla cómodamente.

Segundo, para Spike un arco de madera fina, cuya cuerda resistente podía tensarse lo suficiente para que la flecha atraviese 3 paredes de madera. También un carcaj encantado al que nunca se le acabarían las flechas. También le dio la correa en la que llevará los elementos.

Y para Twilight un collar especial para que pudiera llevar su elemento siempre con ella ya que en la semana aprendió a controlar su elemento.

—Ahora, vengan conmigo, el público espera. —Celestia se encamina al balcón.

—¿Publico? —se pregunta el trio confundido. Se acercan al balcón y empiezan a escuchar la multitud de alagos y ánimos que les enviaba toda la ciudad de Canterlot que se había reunido para su despedida.

—¡Habitantes de Equestria! Hoy les presento a la nueva esperanza de nuestra patria, a los unicornios ¡Twilight Sparkle y Starlight Glimmer! Y el dragón, ¡Spike! ¡Caballeros portadores de la esperanza! Ellos empezarán el viaje en búsqueda de los portadores de los elementos de la armonía, el más poderoso mecanismo de defensa.

El público exclama unas barras para todos.

Luego de la inesperada presentación, Twilight pregunta a Celestia la razón de lo sucedido. Ella le dice que era necesario, la esperanza es la fuente de la fuerza y valor de todos los ponis en Equestria. Mantener esto evita su derrota, aunque hay muchos que aun la mantienen, los que ya la perdieron se entregaron a Sombra.

Twilight comprendió en seguida y no quiso hacer más preguntas. Es consciente de que la esperanza puede lograr grandes cosas, aunque todo parezca ir en el sentido contrario.

Más tarde, cuando el sol ya empezaba a ocultarse en el horizonte a través de las montañas, el trio inicia su viaje sin rumbo aparente. Pero la princesa les había recomendado empezar a familiarizarse con el territorio y conocer los distintos lugares. Hasta eso, el camino que eligieron los llevaría a un pueblo llamado Ponyville.

Inmediatamente fueron a la estación de tren y tomaron el primero hacia allá.

—Esta es una nueva sensación. —Comentó Spike. Mientras tenía la cabeza en la ventana recibiendo el viento en su rostro. Casi sacando la lengua.

—¿Porque lo dices? —Pregunta Twilight.

—¡Nunca había viajado en tren antes! Siento que vuelo.

—Aunque creo que deberías meter la cabeza de nuevo, Spike. No quisiera que la perdieras antes de empezar con el viaje. —Comenta Starlight bromeando.

—Ja, ja. Aunque tiene razón. —Spike vuelve a meter la cabeza. El elemento de la honestidad brilló desde su cinturón. —Creo que vamos por buen camino. ¿Con que clase de pony creen que nos encontraremos?

—Yo imagino a alguien muy honesta… —Dice Twilight.

—¿En verdad existen ponis super honestos allá afuera? —Se pregunta Starlight.

—Estamos por averiguarlo. —Spike observa el pueblo llamado Ponyville desde la ventana.

El tren se detiene y el vagón se abre. Fuera se ve el vapor saliendo de la maquina mientras que el maquinista realiza unas revisiones de seguridad.

Bajan del vagón.

Fuera, ven a unos cuantos ponis con sus maletas, esperando su tren. Se dieron cuenta de que ellos tres son los únicos fueron los únicos que bajaron en esta parada.

Entran al pueblo. Muchas casas están abandonadas; ventanas rotas, puertas recubiertas. A su paso, los pocos ponis que quedaban se cerraban sus ventanas, como si temieran que fueran enemigos. Se detienen en el puente cerca al centro del pueblo donde se encuentra la alcaldía, es el lugar mejor preservado y ven a unos cuantos ponis cerca, encendiendo fogatas para prepararse para la noche. También hay unos guardias patrullando por las calles. La puerta de la alcaldía está abierta.

—Muy bien… ¿Por dónde empezamos? —Pregunta Starlight.

—Spike, saca el elemento, talvez nos diga en donde esta ese pony. Vaya, este pueblo se ve muy deteriorado, me pregunto que clase de pony conoceremos. —pensó.

—¡Mira Twilight! —Spike muestra el elemento que está parpadeando levemente

—El pony está cerca. —Comenta Starlight.

—¡Muévanse señoritas! —Escuchan una voz detrás de ellas y antes de que voltearan las embiste un carruaje, el golpe hiso que Spike cayera al rio. Está lleno de cajas marcadas con un sello de manzana, tirado por una pony rubia de pelaje naranja y cutie Mark de manzanas. Detrás de ella pasa otro tirado por un pony robusto de pelaje rojo quien tiene encima a una potrilla de crin roja.

—¡Lo siento! —Se disculpa la pequeña.

El elemento brilla intensamente a su paso.

Cuando cruzaron el puente Starlight se enfada. —¡Pudiste pedirlo más antes! —Mira por el borde del puente y usando su magia levanta a Spike.

El dragón escupió un chorro de agua.

—Parece que es uno de ellos… —Dijo Twilight al ver el elemento brillar.

Los tres ponis dejaron sus carruajes cerca a la puerta de la alcaldía y entraron en ella. Siguen a los ponis.

Dentro, la escena es perturbadora. Hay varias camillas cerca de la pared de madera, los médicos se encuentran atendiendo a los soldados más heridos del pueblo, ponis con cortes profundos, huesos rotos y sangre en telas. Habían contemplado escenas similares en el hospital de Canterlot, pero esto no se compara, aunque es algo que ya no les afecta. Applejack y su familia entraron directamente a una habitación, donde solían estar los archivos y la oficina de la alcaldesa.

En ese pasillo están todos los papeles tirados en el suelo, rotos y algunos quemados parcialmente. Se dice que la alcaldesa lucho por su vida el dia en que murió.

—Tenemos aquí el siguiente cargamento Flitchy.

Se detienen cerca del marco y escuchan la conversación.

—¿Cuántas traen?

—Dos cargas, doce barriles y… 1080 latas…

—¡1080! ¿Qué paso con el resto Apple Jack?

—La maquinaria está fallando Flitchy, necesitamos refacciones y-

—Ese es problema tuyo manzanita, O me entregas la carga que corresponde, o hago que les quiten todo SAA.

—¡Usted no tiene derecho a hacer eso! -reclama Big Mac.

—En estos tiempos, todos tienen derecho, compañero.

—Pero ahí vivimos… -se entristece Apple Bloom.

Flitchy se conmueve con los ojos brillantes de la pequeña. Suspira. —Ah… lo siento Apples, pero si no cumplen con totalidad su entrega, me veré obligado a quitarles SAA. Si no pueden cumplir con el trato tendré que encontrar a quienes si lo hagan.

—No, Flitchy… Debe haber otra opción, no podemos perder la granja. Es lo único que tenemos…

—Yo… veré que puedo hacer, aquí tienen la paga… Es solo la mitad, lo sé, pero si entregan la mitad del producto recibirán media paga. Con cómo está la economía hoy en dia, tiene que ser justo para todos.

—Entendemos Flitchy, muchas gracias.

Los Apple se disponían a retirarse. Las dos unicornios y el dragón, no sabían que hacer, si se daban cuenta que estaban escuchando su conversación estarían en problemas. Toman una decisión, pero ya es muy tarde, Apple Jack los ve.

—¿Quiénes son ustedes? ¡¿Y porque corrales estaban espiando?! -pregunta Apple Jack enfadada.

—Lo sentimos, pero… -empezaba Twilight.

—¡Discúlpate tu primero por arroyarnos en el puente! -interrumpe Starlight. Decidida a escuchar sus disculpas, se pone en frente de ella.

—¡Esa no es excusa para espiar a los demás! -Responde Apple Jack, y mira fijamente a Starlight.

Mientras ellas continuaban discutiendo sobre quien debería disculparse primero, Apple Bloom se presenta con Spike.

—¿Eres un dragón? -pregunta curiosa.

—Pues si, me llamo Spike. ¿Y tú eres...?

—Me llamo Apple Bloom. Si eres un dragón, ¿Por qué eres tan pequeño?

Spike se ofende ligeramente con esa pregunta, pero entiende que ella es una niña, probablemente nunca había visto un dragón. —Porque aún soy joven…

—Je, je. Eso tiene sentido.

Twilight decide que ya es momento de parar. E interrumpe a la discusión. —Muy bien las dos. Starlight, esa no es forma de pedir que se disculpen. Y tú, eh…

—Apple Jack. -dice su nombre.

—Apple Jack, creo que para evitar más problemas deberías disculparte por el empujón de hace poco.

AJ suspira. Solo quiere volver a su granja. —Está bien… Perdón por empujarlos en el puente… Pero teníamos prisa.

El elemento brilla en la correa de Spike después de las palabras de Apple Jack.

—Es ella… -dice Spike.

Los Apples están confundidos. Y Starlight y Twilight sorprendidas, la encontraron más rápido de lo que creían.

El elemento de la honestidad.


El delegado Cloud Storm, del sector de exportaciones, se encuentra en el puerto de Manehattan. En frente de 5 capitanes marinos dándoles las ordenes acordadas con la princesa hace un dia. Junto a él está la capitana Violet Shrine. Les explicaron la situación de los barcos y la posible razón de su desaparición. Su primera hipótesis, y la más obvia, era que se trataba de piratas incursores que asaltaban los barcos para quedarse con todo su contenido incluyendo el barco. La segunda, una con escasas pruebas, era que todo era causado por las extrañas tormentas que se generan en la dirección Oeste, 12 grados Sur. Unos marinos comerciantes comentan que esta se desarrolla intensamente en una amplia sección del mar y, que al parecer se mueve. Leyendas y suposiciones surgieron a causa de esto, es una maldición, o hay una criatura marina provocando cambios atmosféricos.

Se dice que en ocasiones aparece de repente atrapando desapercibidos a los marineros.

—Bien… lo que haremos primero será comprobar el estado sobre este fenómeno de la tormenta. Necesito tres barcos explorando el océano entre Equestria y las islas Skellige durante 3 días. Y al final de este tiempo, regresarán aquí para informarme.

Como ordenó, tres capitanes dieron un paso adelante decidiendo tomar esta tarea.

—Estamos listos, delegado Cloud Storm.

—Excelente. Ahora, para la otra situación, el resto de capitanes vigilará la ruta de exportación para intentar descubrir el rastro de los piratas. Los dos capitanes restantes irán en sus respectivas embarcaciones junto a la capitana Violet Shrine quien partirá en uno propio.

—Como ordene. —Obedece Violet.

—Ustedes partirán esta noche. Se enviará un cargamento señuelo hacia Skellige para atraer a los piratas, Violet y una tripulación especial ira en este barco. El resto de barcos lo escoltará a cierta distancia y para evitar sospechas, irán en un barco de exportación especial. ¿Todo quedó claro?

—¡Si, Delegado! —Respondieron al unísono.

El delegado se retira del puerto. Los capitanes con la tarea inmediata, desembarcan siguiendo la ruta de exportaciones. Violet parte en el primer barco.

Pasaron unas 4 horas, el sol ya se había ocultado totalmente y ya habían recorrido un tercio de la ruta. Violet se mantenía alerta con un catalejo, observando a todas direcciones desde el mástil más alto del barco, para prevenir el posible ataque.

—Según recuerdo, los que lograban escapar de estos piratas, decían que los asaltaban relativamente cerca del puerto. Me pregunto si estos piratas se ocultan en una isla cercana que nadie ha visto aún.

Violet mira su brújula, apuntando el catalejo hacia el Este. Observa cuidadosamente el horizonte, desplazándose hacia el Sur. Entonces nota una extraña luz de color verde, Sureste. Quita el catalejo para intentar verlo más claro, pero al volvérselo a poner la luz ya no estaba. Luego nota otra luz de color azul, su brújula le indica que viene del Noreste. Otra luz purpura que venía desde el Noroeste. Y una cuarta de color celeste desde el Suroeste.

El extraño patrón entre estas luces preocupa a Violet, quien rápidamente alerta a los otros barcos usando su cuerno; emitiendo una señal. Para cuando los otros barcos habían respondido, las luces empezaron a girar simultáneamente hacia la derecha. Se multiplican, aceleran. Y como un relámpago todas las luces golpearon el barco de Violet sacudiéndolo con una fuerza tremenda.

Violet cayó al suelo debido al golpe, cuando se levantó vio como lentamente un barco pintado de gris se hacía visible delante del suyo.

—¡Que rayos! —una vez más usa su cuerno para alertar otra vez a los barcos, pero al ver hacia ellos noto que había otros dos barcos iguales al que tenía en frente. Los barcos de Equestria estaban empezando a arder a causa de los disparos de flechas que recibían de las otras embarcaciones.

¿Cómo es que los piratas tienen esa clase de magia?

La tripulación de su barco salió a cubierta para observar el ataque. Ella rápidamente baja del mástil a prepararse para el ataque y da la orden de que todos hagan lo mismo.

Los barcos se encuentran lado a lado. La capitana ve a los piratas listos para atacar.

Violet desenvaina su espada y se inicia el combate.

Luego de cierto tiempo había logrado derribar a 5 piratas, pero su tripulación ha sido apresada. Y ella estaba por ser la siguiente.

Ninguno de los piratas pudo atraparla, se mantenía fuerte y no pensaba rendirse. Hasta que el capitán de los piratas se puso delante de ella.

—Es un gran honor conocerla, capitana Violet. Aunque no esperaba verte en un barco de mercancías. —Su voz es femenina. Puede ver sus ojos azules a la luz de la luna.

Lleva un sombrero y tiene una bufanda que le cubre el rostro. La casaca de marino negra que lleva evita que se vea su cuerpo y tiene una espada sujetada con un tahalí.

—¿Quién eres tú? —Pregunta Violet con rencor.

—Me llamo Cold Whisp, capitana Pirata. ¿Qué no se nota?

—Debí suponerlo, por tu hedor y mugrienta apariencia. —Violet ya se había enfrentado a piratas antes, pero nunca con un capitán. Tiene que pensar como saldrá de esta, o al menos intentarlo. Sabe que ellos tienen un leve código de honor que no les permite interferir en batallas ajenas.

Violet podría retar a Whisp y si logra derrotarla podría escapar ya que la capitana es el único unicornio capaz de perseguirla, el resto son solo ponis terrestres lo cual le da un poco de ventaja

Recoge su espada y apunta hacia la pirata. —Pensé que eran más inteligentes.

—Y yo que ustedes tenían algo más que ofrecer, vuestros cargamentos son solo de materiales y estamos cansados de recibir lo mismo cada semana. ¿Sabes lo mucho que cuesta conseguir un buen plato de comida en donde vivimos? Tendrías que hacer rodar muchas cabezas para obtener algo decente.

—Eso se merecen por ser unos sucios ladrones.

—¿Ladrones, dices? —ríe— Nosotros tenemos un objetivo, pedir un bono extra no está de más.

Solo tendré una oportunidad para escapar. Si estoy en lo correcto, esta yegua pelea como los demás, solo me queda intentar. —Quisiera preguntar, ¿Cómo es que sabían de nuestro plan?

—Solo te diré, que tienes un traidor en Equestria. Basta de hablar, tengo que llevarte con el jefe. —Desenvaina su espada.

Violet realiza el primer ataque, aunque Cold logra detenerlo e intenta contraatacar. Violet retrocede rápidamente y realiza una estocada, Cold se hace a un lado como el viento.

Violet prepara un ataque potente, pero Cold lo detiene, sus miradas se cruzan. Azul y violeta se enfrentan entre los chispazos que desprenden sus espadas de acero, la habilidad de ambas es extraordinaria y al final parece que ninguna podrá derrotar a la otra.

Whisp prepara en uno de sus bolsillos una bolsa negra, espera al próximo ataque de Violet.

—Me encantaría seguir peleando. Pero, tengo órdenes. —Arroja la bolsa a el rostro de Violet, un polvo plateado se esparce.

Violet comienza a moverse de un lado a otro, mareada. Su visión se tornó borrosa y le costaba respirar.

—¿Q-que… es esto?

Tropieza, cae al suelo cediendo al peso de sus parpados y lo último que escucha es la risa victoriosa de Cold.

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