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Guerra Cristal

by Kyriss

Chapter 3: II: Asuntos Militares

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CAPITULO II

Asuntos Militares

Equestria


Al día siguiente, la lluvia aun continua, pero levemente. Y Fluttershy se prepara para partir. Después de un desayuno con la ahora alegre familia, le regalaron un cobertor para protegerse de la lluvia, Fluttershy lo agradece y cuando está por salir, la potrilla le da un fuerte abrazo de despedida, Fluttershy le corresponde con afecto. Sale de la posada.

Camina por el amplio callejón, por el que corrió la noche anterior. Llego al lugar donde estaba la yegua que sostenía a su hijo muerto, pero ellos ya no estaban ahí. Siente el fuerte dolor nuevamente, por no haber podido ayudar a tiempo, si lo hubiera hecho, talvez seguiría con vida. Piensa.

Llego finalmente al puerto de Dandelien, parece que es un dia atareado para los marineros en el puerto, ya que estaba ocupado por 7 embarcaciones: 4 barcos de carga, 2 de transporte y un Galeón Real; los Galeones Reales son los barcos usados para las patrullas marinas. Los barcos de carga están siendo cargados con cajas y barriles, que serán exportados. De los barcos de transporte bajan y suben ponys. Y el Galeón está siendo reparado; ya que tiene varios agujeros en la proa y popa, la vela principal estaba quemada y el mástil delantero roto.

Fluttershy se preguntaba cómo es que iba a conseguir que un barco la lleve; si bien podría subirse al barco de carga, corre el peligro de que la encuentren y si lo hicieran, prácticamente no volvería a caminar, ella lo sabe. Los marineros suelen ser… un poco barbaros. En términos simples. Algo más tranquilo seria en el de transporte, pero los boletos son muy caros y ella no contaba con los bits necesarios para eso. Por más tonto que suene, solo queda el Galeón. Estaba casi totalmente destruido y parece que si recibe un golpe más se hundirá en el fondo del mar. Además, para que este reparado tomara un día o dos, y otro punto en contra es: cómo hacer que la lleven.

Del Galeón ve salir apresuradamente a cuatro soldados, que estaban heridos y con golpes, llevan en sus hombros una camilla, en la cual está el capitán con una gran hendidura en su pecho, se ve la sangre gotear desde la camilla; el tiene la crin rojo carmesí y el pelaje gris. Con mucho cuidado los soldados colocan la camilla en suelo de baldosas de piedra.

Tras eso un soldado grita: —¡Medico!

Puede que sea raro que grite en busca de un médico en medio del puerto, pero el hospital más cercano estaba a una hora de distancia, y el capitán no durará lo suficiente. Muchos ponys se acercan curiosos y preguntan qué es lo que ocurrió, Fluttershy también se acerca.

La herida del capitán se ve bastante grave, y se nota que perdió mucha sangre. La herida se extendía desde su hombro izquierdo hasta su cuello, no se profunda, pero si grande, sin importar eso, está perdiendo mucha sangre.

El mismo soldado vuelve a gritar por un médico.

Fluttershy logra ver al capitán sobre la camilla ya que se elevó usando sus alas. Vio la sangre en el pañuelo que sostiene un soldado para detener la hemorragia. Siente horror, pero también el conocimiento de que su deber ayudarlo.

Fluttershy desciende lentamente en donde esta la camilla. Al tocar el suelo los soldados la detienen, ya que no saben sus intenciones, pero pueden ver la alforja especial de un doctor que lleva Fluttershy.

—¿Tu, eres doctora? -pregunta uno.

Fluttershy asiente en silencio. Los soldados le dejan pasar.

—Am… ¿Podemos entrar en una posada? No puedo hacerlo aquí fuera.

Los soldados metieron la camilla en una habitación y dejan pasar a Fluttershy.

El soldado que sostiene el pañuelo mira la mira, y asombrado ve como la yegua seca sus instrumentos médicos. Ella la mira, y se da cuenta que debe salir. Entonces empieza con su labor de curación.

Finalmente, después de media hora, Fluttershy ha terminado. La herida ahora esta cosida y vendada. Con eso ella espera que resistirá hasta un hospital. Fluttershy tenía los cascos con un poco de sangre y también en su rostro se pueden ver algunas manchas. Un soldado, que era pegaso, le trajo una toalla húmeda para que pueda limpiarse.

Fluttershy recibe la toalla y se empieza a limpiar.

—Estamos muy agradecidos con usted señorita. —Dice un soldado, sorprendido. —¿Puedes decirme tu nombre?

—Am… y-yo me llamo… —Es interrumpida por el público porque vieron que el capitán abrió los ojos.

Y lo primero que ve es el rostro de Fluttershy. El siente una cálida sensación. Se olvida de que tiene una herida y el dolor desaparece. Se imagina a el con la pegaso recorriendo los mares desde el mar de las zarpas hasta el mar Bélico. Se imagina protegiéndola de piratas. Se imagina descubriendo nuevas tierras junto a ella. Se imagina casándose. Se imagina una larga y prospera vida junto a ella, hasta su vejez y finalmente morir juntos.

Y piensa: —¡Oh Dulce Celestia! ¡Me he enamorado! —Lo grita muy fuerte en sus pensamientos.

Se levanta de emoción y la herida le causa un gran dolor. Y grita.

—Cálmese capitán, tiene una herida muy grave y… es mejor que no te muevas. —Le dice Fluttershy echándolo de nuevo en la camilla.

—T-tu… ¿Quién eres? —Pregunta el capitán.

—Me llamo Fluttershy. —Le respondió con su tono bajo y tímido.

"¿Fluttershy? ¡Fluttershy! Que hermoso nombre." —Yo soy, capitán Marcus Fahrenheit, dueño de la embarcación Dulcinea del océano. —Lo dice con orgullo y unas muecas de dolor.

—¿Qué fue lo que les paso? —Pregunta Fluttershy.

El capitán empieza a relatar:

Nos encontrábamos en nuestra ruta de patrullaje habitual, eran las dos de la mañana y la única fuente de luz que teníamos era la tenue iluminación de la luna. Las aguas estaban tranquilas y esperábamos que todo iría sin complicaciones.

Desgraciadamente no fue así. Fuimos atacados por sorpresa, por parte de dos embarcaciones piratas, para cuando nos dimos cuenta, ya estábamos rodeados. Los soldados lucharon con todo lo suyo, derrotamos a casi todos los piratas ya que eran inexpertos en combate, pero las bajas fueron graves, solo quedaron estos cuatro soldados.

Su líder resulto ser también un unicornio, uno poderoso, y parecía conocer muchos hechizos él fue quien derrotó a la mayoría de la tripulación. El unicornio nos acorralo a mí y a estos soldados, mientras preparaba un ataque devastador hacia nosotros, yo solo pude pensar en un escudo mágico. Cuando lo lanzó, quebró mi escudo muy fácilmente, pero logre protegernos. Y al parecer ese ataque lo dejó debilitado, porque se fue.

Y también el escudo no logró protegerme del todo, por eso tengo esta hendidura. Y… ya no recuerdo lo que pasó después.

—Un soldado continúa. —Capitán, te desmayaste por la herida y estabas perdiendo mucha sangre, y no podíamos regresar debido a que quemaron las velas. Creímos que íbamos a estar varados por días. Pero otro galeón nos encontró en su ruta y nos trajo hasta aquí. Pero el barco esta…

—Oh… mi Dulcinea del Océano, nunca la había visto tan herida. —El capitán se le escapa una lagrima. —Juro que encontraré a ese unicornio, y le hare pagar por sus crímenes. —Intenta levantarse otra vez. Y siente el dolor.

—Hey… sé que lo encontrarás, pero primero debes recuperarte. ¿Entendido? —Las palabras de fluttershy tranquilizaron al capitán.

—Cierto capitán. —Apoyaron los soldados.

—Dejemos eso ahí. Dime tú ¿Qué es lo que buscas en Dandelien? —Pregunta Fahrenheit.

—Estaba buscando un barco para ir hasta Skellige, una amiga me espera. —Le responde.

—Vaya, créeme que yo quisiera llevarte.

—¡Oh! No, no te molestes. Yo misma encontrare una forma.

—Por favor, es lo menos que puedo hacer por ti. Tú me salvaste. Y sé que a mi herida le tomara mínimo una semana para recuperarse. Al menos acepta este dinero. —El capitán saca una bolsa de monedas. —Aquí hay 75 bits, con eso te alcanzara para el viaje e incluso unas noches en una posada de lujo. Acéptalo.

Fluttershy se sonrojó pensando, sabe que puede ser su última oportunidad de ir a Skellige, y no podía rechazarla, así que acepto.

Luego de despedirse del capitán y los soldados, se retira de la habitación y sale de la posada para tomar el barco que ahora puede pagar. Este la llevaría por una ruta segura hasta Skellige.

En el barco, ella piensa en la cariñosa despedida del capitán Marcus. Le beso en el casco. Esto recorrerá su mente durante todo el viaje.


Celestia se encuentra surcando los cielos hasta Kralikstán, acompañada por dos guardias pegasos de elite. Atravesando el desierto de Rimarú, estaban justo en frente de los muros de Kralikstán. No lleva su armadura dorada, ya que quería evitar malentendidos, el rey Rulkan es conocido por su superficialidad y las apariencias físicas, ya que su reino está basado en lo exterior.

Celestia aterriza en la puerta y los centinelas los ven.

—¿¡Quién viene!? —Pregunta uno.

—Soy la princesa Celestia, Gobernante de Equestria. —Responde Celestia.

Los centinelas tras escuchar eso abren las puertas. Obviamente Celestia es conocida en todo el mundo.

Kralikstán es un reino de casas rusticas, hechas de arcilla y madera. Pero la mayoría de sus habitantes son adinerados y gozan de una buena vida llena de lujos. Esto es gracias a que el reino se mantiene fuerte gracias a la exportación de las grandes cantidades de oro que están depositadas bajo las arenas del desierto de Rimarú. A pesar de esto, existen clases sociales, desde la prole hasta la realeza.

Mientras galopan Celestia y sus guardias por la calle central dirigiéndose al palacio; evitando volar, ya que la mayoría de habitantes eran terrestres. Y si habían pegasos, unicornios, hasta grifos y centauros, es porque solo eran comerciantes y no vivían allí. Las miradas de los ponys rodeaban el cuello de Celestia, y escuchan sus susurros

Ahora están frente a las puertas del palacio, hechas de madera y detalles finos de oro; Kralikstán, también era reconocida por sus fantásticos orfebres, y es una profesión muy respetada en el reino. Las puertas se abren y es el mismo rey quien la recibe.

Rulkan tiene su pelaje de un color azul y crin castaña. Lleva un chaleco de seda delgada, pero las más fina que se podía encontrar, era blanca. Y también lleva puesto un turbante rojo con joyas, símbolo de su poder. Tiene dos aretes de oro en la oreja derecha y tiene los cascos traseros vendados con cuero. —¡Oh! Que gran sorpresa. Agraciados nos sentimos con su presencia princesa Celestia. —Saluda con respeto. Besándole un casco

—Es un gran gusto volver a verte Rulkan. Han pasado años y veo que has madurado. —Responde Celestia, haciendo una reverencia.

—Cuando los tiempos cambian, nosotros también nos vemos obligados a cambiar. Princesa. ¡Y dígame! ¿Que la trae a mi pintoresco reino?

—Pues vine por…

Rulkan interrumpe. —Quiero escucharla, pero este no es el lugar adecuado, que le parece si le invito un té en mi palacio. —Ofrece el Rey.

—Sera un placer. —Acepta Celestia.

—Sígame, y mientras caminamos. ¿Podría contarme de que se trata? —Ambos empiezan a caminar.

El pasillo, era también una armería, con campos de entrenamiento incluidos. Los soldados de ahí, estaban entrenados con una excelente habilidad para excavar. Siendo efectivos en los ataques por sorpresa. Siempre llevaban sus turbantes negros y estaban equipados con unas garras de acero en sus cascos, lo que les permitía cavar. Y se puede ver en un patio a un grupo de soldados jóvenes entrenando.

Celestia recuerda; antes de venir, fue al lugar del ataque y lo examinó, encontrando tierra revuelta y túneles subterráneos, obviamente ya destruidos. Entonces sospecha.

—Vine por un extraño ataque a un pueblo de Equestria.

—¿Viniste por eso hasta aquí? ¿Qué los ataques no son normales en Equestria? —Pregunta el Rey.

—Bastante de hecho. Pero este en específico me preocupa.

—Y… ¿Puedo preguntar por qué?

—Porque habían unos agujeros en la tierra, y por lo que se aquí en Kralikstán, entrenan soldados con esas habilidades.

—¿Me estas acusando de…?

—¡Yo no te estoy acusando de nada! Rey Rulkan. No a ti. Talvez no todos tus soldados te son muy leales. —El Rey se queda pensativo.

—M… Ciertamente princesa. Pero esos plebeyos traidores y mentirosos ya han sido eliminados, y créame que ahora está establecido un estricto régimen el cual nadie ha roto hasta ahora. Pero dígame ¿Por qué cree que fue un Kralistaniano? Hay otras criaturas capaces de excavar de esa forma. Por ejemplo, están los topos monstruo del desierto Rimarú. E incluyendo que los ponys de aquí son todos terrestres, y el viaje para cruzar hasta Equestria toma dos días. Si el ataque fue ayer los causantes deberían estar en el desierto. Y aunque me duele admitirlo, si los causantes fueron de aquí, entonces deberían seguir en el desierto.

—Interesante… Pero no crees que encontraron la forma de llegar más rápido.

—Pues mis centinelas me informan de cualquiera que entra o salga. Y hoy en la mañana llegaron unos comerciantes, pero esos eran Equestrianos.

—Estoy informada sobre eso, salieron hace dos días de Equestria.

—Pero princesa. De algo estoy completamente seguro quien haya sido no regreso aquí, o sigue en el desierto o ya fueron devorados por los topos. Y punto.

Celestia se quedó en silencio, no tenía más pistas. Y sabe que el rey fue sincero con ella. Ahora no sabía qué hacer, más que acompañar al rey a tomar el té.


(Los siguientes hechos ocurren en el mismo tiempo, pero en diferentes lugares)

(1)

Equestria tiene cuatro campos de entrenamiento, de los cuales, tres están alrededor de la montaña de Canterlot, a modo de protección a la barricada noreste. Ya que, si el rey lograba atravesarla, Canterlot caería. Estos tres campos tienen una gran capacidad para entrenar a los tres tipos de ponis. Y uno es la academia Wonderbolt, modificada para entrenar a pegasos.

Y ahí, se encuentran una gran variedad de pegasos. Se encuentran entrenando, surcando los cielos destrozando nubes y esquivando obstáculos, su especialidad es la velocidad. Otros están perfeccionando sus reflejos con una maquina giratoria de sacos de arena. Y otros entrenan luchando entre si.

Pero hay un pegaso de pelaje celeste, que esta quieta sentada en una nube mirando hacia la tierra. Tiene un traje azul, una cicatriz en el ojo izquierdo, un ala de acero. Y una melena de arcoíris. Es conocida Rainbow Dash, ella siempre tuvo un alto desempeño en el combate, gano muchas batallas, pero también perdió otras. Perdió a su familia, a su hermana. Muchas cosas son las que la afectan y los ecos del pasado siempre resuenan en su memoria. Es por eso que siempre se queda ahí, en silencio, observando los cambios en la tierra desde esa misma nube.

Los otros pegasos a veces intentaban animarla, y a veces lo conseguían, entrenaban con ella y charlaban. Pero volvía a la misma nube y se quedaba sentada. Tantos fueron los intentos, que un día dejaron de hacerlo. Ella solo entrena por las noches y tiene marcas en los ojos porque no duerme mucho.

"Tantas cosas son las que me aflijen y atormentan

Solo por un momento quisiera que estuvieran aquí

Revivir momentos felices que nos atan

Y dejar de lado el presente

Por un breve momento de felicidad"

En su memoria, con los ojos cerrados repite esas palabras. Algo la interrumpe, algo que escucho venir de la tierra. Y entonces sale en picada. Los pegasos la ven, y curiosos por su repentina movida, la siguen.


(2)

El campo de entrenamiento en tierra, ubicado cerca de las faldas de la montaña de Canterlot. Alberga a más de 300 soldados, todos ponis de tierra. Eran entrenados en el combate con armas de cuerpo a cuerpo. A las puertas del campo, se presentan bastantes ponis para reclutarse, incluso a veces los potros intentaban colarse y meterse al ejército. Obviamente los vigilantes cuando los encuentran los echan a punta de casco.

Hay una pony rosada en lo que es la cocina, preparando un pastel junto con otra pony de gris. La pony rosada está mezclando la harina con los huevos y la mantequilla, y la otra está pelando manzanas, ya van 5.

—Um… Pinkie, ¿No crees que ya son suficientes manzanas? —Pregunta.

—¡No! —Responde. —Necesitamos, muchas más manzanas para poder dárselas a todos los soldados y tengan el animó ¡Muy alto! Al momento de combatir.

—¿¡Prepararemos 300 pasteles!?

—No Marble tontita, prepararemos uno solo…

—¿Pero como es que un solo pastel…?

—¡Un pastel gigante! —La interrumpe con un entusiasmo bastante grande. Pero su hermana no se siente igual, tendrá que pelar, rebanar y triturar como cien manzanas más.

Fuera de los muros del campo, en una empinada montaña, hay una seria poni. Con los ojos cerrados sentada apoyada en la pared de roca. Inhala…, para dar una vuelta rápida y seguidamente una fuerte patada a la montaña generando un movimiento en esta. Haciendo que se desprenda un peñasco de lo alto, cayendo en dirección a ella. Estando a no más de cinco metros de ella, da un gran salto hacia la roca y la tritura con sus cascos.

Al caer sobre los restos, exhala… Abre los ojos y mira hacia el cielo. Ve a un grupo de pegasos descendiendo desde La academia Wonderbolt dirigiéndose al campo. Rapidamente ella se dirige hacia alla, saltando entre las paredes rocosas de la montaña.


(3)

Mas al noroeste de la barricada Noroeste. A las faldas de la Montaña Neblinosa, se concentran una gran cantidad de ponis. Todos estos tienen los ojos verdes, pero vacíos por dentro. Empezaron siendo 100, luego 200, y finalmente 500. De entre todos los tipos de ponis, usando una armadura negra.

Y delante de todas esas filas de ponis, se encuentra el oscuro Rey Sombra. Preparando un masivo ataque a la barricada después de casi todo un mes. Aunque es raro el ataque en bajas escalas por Sombra, lo hacia solo por capturar mejores soldados.

Y si Equestria decidia atacar directamente el castillo, perdería. El imperio de cristal esta fuertemente fortificado, y las tropas que lo rodean no son para nada despistados.


(4)

El observatorio de Canterlot es el más prestigioso de toda Equestria, sus labores comunes son las de observar el cielo en búsqueda nuevas estrellas y constelaciones que forman. Pero ahora tiene una obligación de observar los movimientos del Imperio de Cristal, para informar si esta por realizar un ataque.

Y los encargados son los unicornios: Moon Dancer y Flint Skylet. Moon Dancer en este momento se encuentra utilizando el telescopio observando la tierra.

—Hm… Parece que hoy no hay nada nuevo. —Dice ella.

—¿Por qué no revisas las montañas? Siempre hay que ser precavidos. —Le responde Flint mientras realiza dibujos de constelaciones en un libro.

Moon Dancer hace lo que le dijo, hecha ojo por las montañas y finalmente llega a la montaña neblinosa. Nota movimiento entre la niebla.

"¿Qué será eso?"

Enfoca el lente y puede ver un poco más de cerca. Y ahí ve a la multitud de guerreros que se acumulaba, y al mismo Rey Sombra. Alejando su rostro del lente rápidamente y llama a Flint para que lo vea.

—¡Tenemos que informar al general de inmediato! —Exclama Flint.

Y ambos salen corriendo del observatorio.


(5)

En los jardines de Canterlot se encuentra Sultán, caminando entre los pastizales y rodeando las fuentes decoradas. Hasta que de repente por el portal de flores, entran dos unicornios muy acelerados y se acercan a él.

—¡General Sultán! Tenemos que… hablar… sobre… —Intentaba decir Flint, pero estaba muy exhausto.

—Cerca de la montaña neblinosa se están concentrando tropas del rey sombra. General. —Continua Moon Dancer.

—¡¿Qué!? ¿Cómo saben eso? —Pregunta.

—Lo vimos desde el observatorio. Aquí tenemos unas fotografías. —Flint le muestra unas fotos.

—Tras analizarlas el general actúa. —¡Tenemos que notificar a la princesa Celestia de inmediato!

Habían unos guardias patrullando el muro alto que rodea el patio en el que se encuentran.

—¡Traigan al mensajero real! —Les indica.

Los guardias inmediatamente salen corriendo.

Después de unos minutos los guardias regresan trayendo al mensajero. Es un pequeño dragón de escamas verdes y purpuras.

—Spike tienes que enviar un mensaje a la princesa Celestia ¡Ahora!

—El dragón bosteza. —¿Qué puede ser tan importante? Aún estaba durmiendo, nunca me desperté tan temprano antes.

—¡Es porque están por atacar Equestria!

El dragon despierta completamente, y en un parpadeo trae pluma y pergamino y empieza a escribir. Acto seguido la quema con su aliento de fuego.

—Listo, va en camino.


Celestia y Rulkan se encontraban en una de las terrazas del palacio. Ambos sentados en unos cojines hacia la mesa redonda. Tomando el delicioso té de ahí.

—Usted sabía que el té, ¿Ayuda a calmar la mente y aclarar las ideas?

—No… —Respondió dando un sorbo de la taza.

—Usualmente lo tomo cuando me estreso, lo cual es muy frecuente.

Celestia rie levemente. —Lo noté. ¿Y que me puede decir sobre…?

No puede terminar su pregunta, ya que le llego un pergamino. Lo lee.

—Debe de ser algo importante…

—¡Están por atacar Equestria!

—¡Oh por los dioses!

—Tengo que irme de inmediato, gracias por el té Rulkan. —Celestia se levanta.

Dejando la taza sobre el plato, sale volando por la terraza, sus guardias que estaban en el patio la ven y se unen a su vuelo. Ella vuela con todas sus fuerzas para llegar lo antes posible, para defender su Reino.

Continuara…


Enserio no pense que me tardaria tanto en traer el segundo capitulo, pero hago lo que puedo con el tiempo que tengo, lo hice en una noche. (Y por eso es algo corto)

Pero espero poder tener mas tiempo en adelante. Y... (Clasica despedida) Espero les este gustando, dejen sus reviews, y nos leemos en el proximo capitulo. Hasta luego...

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