Pony y tecnologia
Chapter 18
Previous Chapter Next ChapterPonys y Tecnología
Parte 18
Decición y con-fianza
Saludos, estomado(a) lector(a), estoy muy contento de volver, después de mucho tiempo al fin puedo sacarme algo de la agenda para hacer lo que me gusta, espero sigas leyendo este fic. Bueno
Sin más qué decir…
My Little Pony no me pertenece, solo hago este fanfic con el objetivo de entretener.
Ya había pasado un poco de tiempo, pero las cosas no parecían moverse en absoluto. La tarde a empezó a hacerse notar por los rayos intensos con los que calentaba el ambiente, preparándolo para que cambiara a una iluminación tenue pero cálida.
Soarin observaba recostado en una nube, Rainbow también lo hacía. No sospechaban que alguien por detrás les daría un susto memorable.
— Sabes, Rainbow, creo que contigo siempre me la he pasado muy bien, aunque fue hace poco que nos conocimos.
— Ni tan poco, ni tanto tiempo, fue hace como un par de años. Con eso puedes ver lo asombrosa que soy, porque en un año ya nos llevamos mejor que con alguien a quien conoces desde hace más tiempo.
— Eh, justo a eso quería llegar… No quiero parecer grosero ni nada, pero creo que dejamos a alguien esperando.
— No te preocupes por ella, estará bien al final, siempre lo está. Aunque nunca estará tan bien como yó.
— Esa es justo otra cosa de la que quería hablar — dijo acercando instintivamente su rostro al de la yegua.
— ¿No te gustaría esperar un poco para hablar de eso? — agregó la pegaso correspondiendo al gesto de la misma manera.
Ya estaban los dos casi al contacto mutuo cuando escucharon una voz.
— ¡Me llevan los corrales! ¡Rainbow, eres una tramposa!
— ¡Hey! Yo no hago trampa, solo estoy haciendo algo que los pegaso sí pueden hacer — se levantó la pegaso para discutir cara a cara con la granjera que curiosamente caminaba sobre una nube —, y una de ellas es volar y caminar sobre las nubes sin la ayuda de un unicornio.
— Eso es cierto, pero al menos no soy una de esas yeguas que se aprovechan de los demás para sacar ventaja.
— Lo dice la granjera que no sabe divertirse porque es adicta al trabajo.
— Sé muy bien cómo divertirme, solo que no eres de las que entiende de esas cosas.
— Eso dices, pero estoy segura de que no podrías acompañar a Soarin a ningún sitio sin ser un estorbo porque no puedes volar.
Había tocado una fibra sensible.
— Pues eso no tiene nada que ver, conmigo al menos no tendría que aguantar a una presumida que no hace más que alardear de lo "asombrosa" que es.
— ¡Retira lo dicho!
— No, no puedo porque es verdad.
— Aliento de manzana.
— Pegaso irresponsable.
— Amargada.
— Presumida.
— No eres más que una granjera torpe.
Inmediatamente se llevó los cascos a la boca al darse cuenta de lo que dijo. Su amiga y rival bajó la mirada y se cubrió el rostro con el sombrero para ocultar las lágrimas.
— Yo… Yo lo siento, no debí decir eso.
— …
— Si no quieres hablarme por un tiempo lo entenderé.
Applejack no dijo palabra alguna, se limitó a dar la vuelta y retirarse por donde vino. Rainbow, por su lado volteó para ver a Soarin, pero solo había un lugar vacío en la nube, por un momento se tomó las cosas con calma para pensar en lo que le dijeron.
Sweet Apple Acres, esa misma noche…
Applejack contemplaba los campos con una botella de sidra de la cual bebía de vez en cuando, por alguna razón se sentía tranquila cuando se sentaba a la sombra de uno de los más viejos manzanos del huerto. Un trago y un momento de reflexión, luego repetía el proceso hasta vaciar la botella y buscaba una en la caja que tenía cerca suyo para repetir todo desde el principio. Al acabar su segunda botella ya tenía cierta dificultad para levantarse.
— No entiendo cómo le hacía la abuela para aguantar más de seis botellas — dijo en voz alta mientras veía el interior del recipiente vacío buscando la última gota.
— Yo tampoco lo entiendo, pero ella era un pony diferente y vivía en tiempos diferentes.
— Ah, eres tú — dijo sin mostrar la más mínima sorpresa — ¿no tienes que cortejar a una pajarita azul?
— Por ahora prefiero estar con alguien que me conoce desde hace un buen tiempo — respondió el semental sentándose junto a ella con otra botella en el ala — ¿quieres?
— Gracias, estaba por buscar otra.
— Y dime ¿por qué estás aquí? Solo te veo en este sitio cuando algo malo pasa, o cuando no puedes dormir por tomar mucho café, o cuando tienes un rodeo al día siguiente, o cuando no puedes ayudar a Apple Bloom con su tarea porque es muy difícil…
— ¿Esa es tu forma de animarme?
— Ok, lo siento. Es solo que hay muy buenos recuerdos cerca de los manzanos viejos.
— Esa la atinaste, casi todas las cosas importantes en mi vida pasaron frente a estos árboles, son ya como parte de la familia.
— Eso ya lo sé, eres la pony que más se ha dedicado a la granja de manzanas. Antes ustedes me caían bien y luego fue mucho más cuando empezaron sus ventas de pasteles de manzana.
— Y yo creía que esa era la única razón por la que venías.
— Es cierto, a los amigos no se los olvida.
— ¿Y por qué estás aquí?
— ¿No te lo dije?
— Nooop, sigues siendo el mismo pegaso despistado de siempre, se te olvida lo que vas a decir y lo que tienes que hacer. No puedo creer que sigas con los wonderbolts si eres tan distraído.
— ¿Me vas a dar unos cuantos tragos de esa cidra o te la vas a acabar tu sola?
— Jeje, de eso mismo hablaba —respondió con una sonrisa.
— Y bueno, creo que ya es hora de hablar sobre un tema un tanto delicado.
— Oh, era eso…
Por un lado estaba una amiga con la que ya llevaba bastante confianza y por el otro estaba con una chica asombrosa que hace no tanto tiempo había conocido, por alguna razón se vio envuelto en este dilema, pero Soarin no iba a escapar de tomar una decisión, pues ya la había tomado hace no mucho tiempo, incluso antes de que llegara este fatídico día.
Entrada de la casa de Rainbow Dash, más tarde esa misma noche…
Soarin se acercó al timbre electrónico y se confundió al ver todos los botones que tenía.
— Entiendo que a Rainbow le gusta ser y tener de lo mejor, pero no tenía por qué comprarse un timbre con intercomunicador de 20 botones — dijo para sus adentros —, creo que puede ser este botón azul.
— ¿Hola? ¿Quién es? — Responde una voz masculina.
— Hola, soy Soarin ¿Quién eres tú y qué haces en la casa de Rainbow Dash?
— ¿Rainbow Dash?… Oh, ya veo. Es solo una confusión, ella conectó mal su timbre y de alguna manera hace que uno de los botones se comunique con mi casa, pasa muy seguido.
— ¿En serio? — Se cuestionó Soarin cómo rayos le había hecho la pegaso para conectar su timbre con otra casa por error.
— Ya sabes cómo son estas cosas, ya casi todo funciona con ponynet y este es uno de esos nuevos timbres que se enlazan con tu smartphony y esas cosas.
— Vaya, y yo pensaba que estaba al día con esas cosas.
— No te preocupes, ya me voy a dormir, así que suerte con esa yegua.
— Eh, gracias… Creo que ahora intentaré con el rojo…
Comisaría de Ponyville…
Una alicornio lavanda salía de una celda con la cara casi en el piso por la vergüenza, con la melena hecha un desastre y la mirada cansada. Su semblante cambió a uno de sorpresa al ver a alguien firmando los papeles para su fianza.
— ¡Cadence!
— Hola, Twilight ¿día difícil?
— No sabes cuánto te agradezco que me hayas sacado de este lugar. No te imaginas lo groseros que son algunos ponies, que no les gustan los libros, tampoco se llevan bien entre ellos, están muy divididos en dos grupos y a los demás que no son de su pandilla los tratan mal, pero lo peor fue que muchos me tiraron sus barras de jabón a los cascos en las duchas como si quisieran que las levantara, creo que lo hicieron a propósito.
— ¿Y lo hiciste? — Preguntó Cadance preocupada.
— Claro, como tengo un cuerno puedo levitar muchas cosas al mismo tiempo. Pero los muy molestos siguieron haciendo lo mismo como tres veces más. En serio les gusta molestar.
— Uf, yo creía que algo peor pasó — Suspiró aliviada —. Por cierto, ya aclaré el problema con las autoridades, así que no tienes por qué preocuparte por eso de vender a Scootaloo.
— ¿Y el malentendido con Spike?
— También lo arreglé, lo declaré como una transacción familiar.
— ¿Una qué?
— Es cuando se hace un convenio entre dos familias. Como Spike es legalmente de tu familia, estabas con todas las de la ley para hacer un trato con otra familia, eso se hace muy seguido. Lo único que hacía falta era el consentimiento con su confirmación de Spike, porque el de Apple Bloom ya había sido dado.
— ¿Y cómo conseguiste que Spike aceptara dos veces?
— El amor siempre encuentra su camino.
Flashback…
— Spike — le pregunta Cadance mientras come una hamburguesa de heno frito — ¿Estás de acuerdo con la transacción familiar que te involucra?
— ¿Qué cosa? No te pude oír bien porque estaba comiendo mi hamburguesa.
— ¿Sabes cuál es la séptima nota musical?
— Si.
— ¿Y cuál es?
— SI.
— Gracias, Spike, con eso terminamos.
— Una cosa ¿Quién es este señor? — señaló con el pulgar a un pony de traje con unos papeles que estaba sellando.
— Solo es un notario que me está acompañando para ayudar a Twilight.
Fin del flashback…
— ¿Y así de fácil?
— Claro, solo necesitaba confirmarlo en frente de un notario y todo estaba listo, los sellos fueron puestos en el documento y todo fue hecho legalmente. Digamos que ahora tienes dos cuñadas.
— Vaya, eso es muy repentino, y algo trágico para Spike.
— No del todo, pero mira el lado positivo, al menos a Spike le ahorramos el problema de buscar pareja cuando crezca.
— Sí, pero ¿no se sentirá un poquitín incómodo porque lo hayan engañado?
— Eso déjaselo a la princesa del amor, lidiar con estas cosas es mi especialidad.
— Hoy fue un día muy largo, mejor lo dejo como está y me voy a dormir.
— Bueno — se despedía la princesa Cadance levantando vuelo —, me alegre haber sido de ayuda, nos vemos otro día.
— ¡Espera, no sé cómo llegar al castillo desde la comisaría!
— Usa un mapa.
— Pero no hay tiendas de mapas abiertas a estas horas.
— Entonces descarga uno con la aplicación de navegación de tu teléfono, nos vemooooos.
Cantó Cadance volando a toda prisa para dar por terminada su conveniente aparición a favor de su cuñada. Claro, ella no estaba consciente de la dificultad que para Twilight representaban las aplicaciones del mundo moderno, su vieja y confiable máquina binaria era lo que le funcionaba y lo que más le gustaba en su laboratorio, ciencia a la antigua, donde ponías en papel las ecuaciones y solucionabas los problemas aritméticos sin la ayuda de una calculadora. Buenos tiempos fueron, pero fueron, porque ahora es el futuro.
Twilight trataba de abrir la app de navegación en su teléfono, pero de alguna manera acababa en distintos lugares según el mapa descargado.
— Según esto estoy cerca de la Montaña del Grifo Azul… ¡No hay ninguna montaña de grifos por estos lares!… ¡Carruajes, esto es un mapa de Draguentina!… ¡Por última vez, aparato infernal, no estoy en las cataratas de Neigara!
Finalmente, la princesa de la amistad estaba tan frustrada que arrojó el aparato al suelo. Con su mirada perdida decidió tomar unos segundos para contemplar el cielo ya estrellado y buscar con la vista alguna constelación, claro que era un poco más sencillo contemplar las estrellas con un telescopio, pero así era suficiente para ella. Encontró un momento de paz y se fue a recoger el dichoso aparato inteligente.
— Me pregunto por qué los llaman teléfonos inteligentes si los ponies hacen cosas muy tontas con ellos. Suelen sacarse fotos en situaciones ridículas, haciendo caras tontas, fotografían su comida, escriben pensamientos casi tan incoherentes como los de Pinkie en la vida cotidiana y otras cosas raras.
Suspira ya un poco más tranquila, hasta que el tono de llamada casi le da un ataque al corazón.
— Eh… ¿Hola? — contestó un poco nerviosa.
— Hola ¿puedes salir, por favor? Ya llevo como diez intentos para hablar contigo.
— ¿Diez intentos?
— No te sorprendas, es que tu timbre electrónico tiene muchos botones.
— ¿De qué hablas? Yo no tengo un timbre electrónico.
— Un momento… ¿Princesa Twilight?
— Eh, sí, este es mi teléfono.
— Oh, creo que todavía no le doy al indicado, mis disculpas, soy Soarin y solo trataba de contactar a Rainbow, estoy a la puerta de su casa, pero hay un montón de botones en su timbre electrónico y me estoy confundiendo con esta cosa.
— ¿Y no intentaste llamarla desde tu teléfono al de ella para evitarte tantas molestias? — Se oye un golpe de casco contra la frente — ¿Estás bien?
— Sí, es solo que no sé por qué no se me había ocurrido antes. Gracias por la idea.
— Aprovechando que estoy hablando con un experto en viajes y todas esas cosas ¿sabes cómo llegar al castillo de la amistad desde la comisaría de Ponyville?
Entrada de la casa de Rainbow…
— Oh, eso es simple, si no sabes cómo llegar, solo tienes que volar un poco hacia arriba hasta que puedas ver el castillo, entonces solo es ir en línea recta — ahora Soarin escucha un golpe de pezuña contra la frente — Princesa ¿se encuentra bien?
— No es nada — Contesta Twilight apenada —, ya me tengo que ir, adiós.
— Ok, adiós.
Soarin ya había tomado una decisión y quería terminar de contárselo a las dos yeguas. No entendía en su totalidad cómo se sentían las dos amigas después de haber discutido de una forma que no era propia de ellas, pero al menos sabía en su interior que esto no debía extenderse por más tiempo, así que hizo lo que todo buen Wonderbolt haría, tomaría cartas en el asunto y actuaría de la forma más rápida posible, ya solo faltaba que una más se enterara de la decisión tomada y no pensaba hacer esperar la noticia otra hora, así que tomó su teléfono y buscó a Rainbow entre sus contactos.
— Muy bien, es hora de terminar con esta pelea de amigas.
Y bueno, con eso hasta ahora, agradezco mucho la paciencia al esperar que continúe el fic, he estado muuuuuy ocupado, pero ahora se presentó algo de tiempo libre para continuar, un abrazo y un gracias a todos los que leen y comentan con sus animadores reviews.
Sin más qué decir, se despide Old Grimie