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Lo Que Somos Ahora

by Sunny Honey

Chapter 16: Un Paso Enfrente y Otro Atrás

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Un Paso Enfrente Y Otro Atrás

El corazón de la alicornio lavanda paró de golpe que hizo que el cuerpo se volviera tan débil, como de fideo. Sólo podía parpadear incrédula. ¿En serio escuchó lo que acaba de decir Celestia?

No le salía la voz, sólo unos intentos de balbuceos, sacudiendo la cabeza mientras un frío le recorría entera. Celestia se limitó en continuar hablando mientras bajaba los escalones de su Trono, manteniendo ese porte decidido y serio.

-Twilight, no podemos dejar pasar por alto otra transformación de Sunset Shimmer. Mucho menos si ya atacó.

-Espere, ella, ella no…- buscaba defenderla.

-Sé que dirás que no lo hizo a propósito. Que fue lo que hay en su interior y se siente mal por ello. Pero Twilight, admítelo: pasa el tiempo y entre más transcurra, ella sólo ha avanzado su cambio; por otro lado tú, te has quedado estancada- hizo una pausa una vez frente a ella, viendo los ojos aguados y ansiosos de su exalumna. Pero eso no le hizo perder su semblante firme y continuó: -. Twilight, una Princesa de Equestria, siempre buscará el bienestar de sus súbditos. Hemos recibido dones que otros ponies no, para proteger y defender nuestra amada Equestria. Estamos aquí, las cuatro alicornios, por una sola misión y es usar los dones que hemos recibido para buscar siempre mantener la armonía sobre todas las sombras, maldad y oscuridad que oculta Equestria. Tú, Princesa Twilight Sparkle, apenas estás aprendiendo a responder tu responsabilidad como la más reciente alicornio de Equestria, recibiendo el título de Princesa de la Amistad. Tú deber es sanar y transmitir tu sabiduría adquirida empíricamente sobre la necesaria fuerza que otorga ser amigable unos con otros, que hace la fuerza de Equestria, con las cinco ponies que, aunque no hayan sido destinadas a ser alicornios, han recibido los dones de la magia que guarda cada Elemento de la Armonía y ser sus representantes. Sin embargo, ser Princesa no te abstiene de ser tan natural e imperfecta como cualquier otro pony y tú, querida exalumna, caes en un mismo error.

-¿Error?- repitió con ojos grandes, sintiendo más helados sus cascos.

-Has caído al abismo sentimental con Sunset- exclamó levantando más el rostro -. Tus sentimientos han predominado sobre la razón. Sobre la objetividad e imparcialidad que debe mantener una Princesa sobre asuntos que involucren la paz de Equestria.

-Pero estamos hablando de Sunset, hablamos de mi amiga.

-Exacto- respondió a la raíz de su comentario -. De eso mismo me refiero, Princesa Twilight. Tus ojos están conectados directamente con tu corazón y sólo ven eso, pero es necesario que estén también con tu mente- agregó levantando un casco sobre su pecho -. Es digno de admirar tu preocupación por un amigo, sobre un pony, pero… ¿Qué hay de los demás?- preguntó apartando su casco adornado con esa dorada zapatilla -. Con tal de no hacerla sentir incómoda, has tomado a la ligera el trato con el que se debe manejar el Caso de Sunset Shimmer.

-¿Caso?- dudó, aun sintiendo ese frío recorriendo su cuerpo pero ya ordenando ideas y reaccionando a sus argumentos -. ¿Es eso para usted la desgracia que pasa Sunset?

-No me malentiendas, Twilight. Yo he perdonado a Sunset, me preocupo por ella…pero también por nuestro Reino.

-Y yo también- se defendió. -. Me he quemado las pestañas leyendo, observado pasados, teorizando qué puede estarle ocurriendo porque a más de ser una amiga a quien estoy ayudando, envié a Moon White a descubrir la magia que Sunset dejó desatar en el otro mundo, intento entender qué es esa magia o cosa que está dentro de ella para que ningún otro pony se vea perjudicado como Sunset. Defiendo mi posición frente a esta situación porque sé que puedo con ella. Muchos antes de ser Princesa, ya he pasado por varias de sus pruebas. Sí, en algunas me puse sentimental y reaccionar mal bajo presión pero salí adelante. Puedo con esto. ¿O es que acaso duda de que pueda encargarme? ¡Jamás ha dudado de mí! ¿Por qué hacerlo ahora? No puede hacerme a un lado sobre la situación de Sunset. No es la primera vez que me encargo de una amenaza que…- se interrumpió cortante y con un amargo sentimiento.

Acababa de dirigirse a Sunset, a su amiga, como una amenaza. Finalmente, tras escucharlo de tantas bocas y negarlo…ella misma se dirigió a ella, como una amenaza. Celestia le mantuvo la mirada, percibiendo su reacción. Suavizó un poco el rostro, en consuelo.

-Twilight, no tienes que demostrarme nada. No hablamos de una unión de alianza entre Equestria y Yakyakistán…aunque casi provocas un conflicto armado…

Twilight entreabrió la boca, sorprendida de que lo sepa puesto que nunca alcanzó a saberlo pues todo se había arreglado para cuando ella llegó a Ponyville.

-¿Cómo…?

-El propio Príncipe Rutherford me lo dijo ayer, en la reunión para oficializar nuestro acuerdo diplomático y finalmente unir lazos con armonía en ambos reinos- hizo una pequeña pausa, dejando un ambiente más serio a la situación -. Debo admitir, que fue desagradable enterarme por él y no por ti, semejante acontecimiento entre ambas naciones.

-Yo…quería hacerlo pero…entré en pánico- sinceró a regañadientes y avergonzada.

-Como bien sabrás, Equestria se salvó de una primera amenaza de guerra por parte de su antepasado, tras entregar la región norte de nuestra tierra tras el conflicto de límites entre Yakyakistán y el Imperio de Cristal. Se decidió ceder la frontera del norte del Imperio, tomando ellos su aislamiento con Equestria fundando oficialmente Yakyakistán, libre de nuestras políticas y declararse soberano, y así, un pacto de tregua pero que sin embargo, las relaciones eran difíciles y especiales de tratar por su propia cultura y descendencia de guerreros y temperamentos impulsivos. Así que realmente fue delicada la segunda amenaza de guerra, Twilight. Tenías buenas intenciones como siempre, pero estabas tratando con un conflicto de proporciones mayores para tu inexperiencia en temas políticos de Equestria, como me hace pensar… ¿Cómo pudiste ocultarme una amenaza de guerra?- preguntó mal sorprendida -. Por lo que dictamino, que ese tipo de información debes notificarme inmediatamente. Estamos hablando de la seguridad de nuestros súbditos. No puedes entrar en pánico o pensar que quedarás mal frente a mí cuando nos han declarado la guerra. Como mismo dices, has lidiado con muchas amenazas, pero jamás con las políticas y diplomacia de Equestria. Por lo que asimismo, antes de que hagas una toma de decisiones que involucre las políticas equestrianas, deberás primero consultarme a mí o a Luna para ser aprobadas. Una cosa es leer libros y nuestras leyes, y otra, es pasar a la práctica. Podrás tener un magnífico don con la magia, ser audaz, lista, pero Twilight…- bajó la cabeza hacia ella -…recuerda que apenas tienes diecinueve años. Tu talento es la magia y eres innata en eso, pero no para las políticas y sigues formándote en eso. Aun eres muy joven para tomar ese tipo de decisiones en nombre de Equestria. Deja eso a Luna y a mí hasta que estés capacitada para la política. Para cuando Cadence fue nombraba para gobernar el Imperio de Cristal, ya tenía años de estudios bajo nuestra tutela y aún así, era asesorada por nosotras a través de cartas los primeros meses hasta que finalmente ella pudo desempeñarse por sí misma y con Shinning Armor, establecer el orden de su Imperio. Tú apenas has comenzado unos meses, a pasos pequeños como dirigir la Gran Cumbre Poni de Equestria, que te agotó mental como físicamente y eso para que te acostumbres la vida impredecible y agitada de un monarca. Por ello, no puedes adelantarte de esa manera tan precipitosa, Twilight.

-Princesa Celestia…-trataba de decir, sin evitar sentirse regañada y profundamente avergonzada, no sabía ni cómo mirarla.

-Permíteme terminar de contestar tu argumento- le interrumpió manteniendo esa serena autoridad, lo que solamente hacía sentir a Twilight que aún le faltaba mucho por llenar los zapatos de una Princesa -. Comparto la situación con los yaks con lo de Sunset, porque en ambas no has podido lidiar con ellas. Sabes cuánto es el aprecio que te tengo, pero no olvido mi posición, y aunque me duela tener que ponerme de esta manera tan rígida contigo, es porque estoy pensando tanto en ti como en todos los ponies de Equestria. Si alguien sabe lo que es cegarse por cariño incondicional, soy yo- suspiró curvando las cejas, con esa expresión de culpa y tristeza que Twilight reconocía perfectamente -. Si yo no hubiera tomado a la ligera la acumulación de rabia y celos de Luna, tal vez nunca el Rey Sombra le habría maldecido con darle forma a todos esos negativos sentimientos creando a su alter ego, Nightmare Moon. Aunque ella lo atacó a su vez, para convertirlo en sombra, de todas formas fue infestada de su magia oscura- sacudió la cabeza, mantenido ese semblante triste -. Pasé mil años sin mi hermana, porque no fui lo suficientemente hábil, fuerte, para ella. Por eso Twilight, no es que no confíe en tu capacidad. Has llegado y llegarás hacer demasiado por Equestria, pero no puedes quedarte estancada porque tus sentimientos han predominado tu instinto y razonamiento. Aun te falta aprender.

-¿Entonces…está diciendo que no me considera la Princesa lo suficientemente capacitada para tener bajo mi tutela a Sunset Shimmer?

La pregunta salió de su boca con voz temblorosa, mostrando las cejas curvadas y una expresión de preocupación como de esperanza en su rostro. Celestia suavizó su semblante, sintiendo lástima por su exalumna. Sabía cuánto le afectaba defraudarla, de no sentirse capaz a algo o cumplir con lo que se ha propuesto. Pero esto no se trataba solamente de ella. Debía pensar más allá de la empatía por Twilight, porque tenía toda una nación de ponies qué proteger. Tal vez no haya sido la protagonista para las últimas amenazas de Equestria, pero sus razones tenía. Pero no porque haya perdido el papel principal, no signifique que ha estado de lado en cada una de ellas. Siempre estuvo allí para informar, alentar y dar un sabio consejo a su alumna. Con el último villano que regresó a destruir la paz de Equestria, con Lord Tirek, ella le dijo a Twilight lo que debía hacer para enfrentar al centauro, cuando le encomendó preservar su magia alicornio, como la de Luna y Cadence, poniendo sus vidas en alto riesgo. Sin magia alicornio, bien pudieron perder la vida como el resto de ponies sin magia, siendo dependientes de ellas como parte de su ser. Así era su compromiso por Equestria, las tres.

Celestia levantó un casco hacia un lado del rostro de Twilight, en un acaricia, y suavizó sus ojos, expresando su cariño incondicional hacia ella, pero sin perder su imponente firmeza como monarca. Veía tanto de sí misma en esa inexperta Princesa. Ni con Cadence se sintió tan identificada como lo hacía con Twilight. Para llegar a ser la Princesa del Sol y pasar a la admiración de los ponies por sus enfrentamientos pasados, como su sabio gobierno; debió pasar por muchos errores, derramar varias lágrimas, sacrificar parte de su libertad, saber decidir ante la más dura situación que fuera, explorar, aprender y reflexionar sobre la magia, las relaciones, la naturaleza, la bondad, la maldad, la muerte y el misterio que guarda el mundo.

Porque veía tanto de ella en Twilight, es por lo que le devolvió la mirada sobre aquellos esperanzadores ojos violetas a que cambiara de parecer, en que le dé una segunda oportunidad, a que asegurara su confianza en que podría ayudar a Sunset sin dejarse manipular por sus propios sentimientos, por lo que Celestia suspiró acercando su rostro, ondeando su melena de colores pasteles a los lados de Twilight y responder su pregunta:

-Me temo que no eres la Princesa adecuada para este trabajo- le afirmó, y Twilight dejó escapar un suspiro desalentado resistiendo el vidriar de sus ojos, llenos de impotencia y vergüenza.

Recibir esas palabras de desconfianza de su máxima admiración…era una daga profunda en su corazón.

-¿Twilight?- preguntó Sunset asomando la cabeza al escuchar la puerta abrirse, viendo a la alicornio lavanda dentro del cuarto, con un rostro que no le agradó nada, por lo que se incorporó en la cama. -. Twilight- la llamó con el ceño fruncido de preocupación -. ¿Qué sucede?- retrocedió la cabeza descomponiendo el rostro -. Si estás así por lo de ayer, claro que no te culpo, yo…

-Sunset- la llamó interrumpiéndolo, mirando esos ojos cyan temblándoles un poco.

Twilight tragó saliva. ¿Cómo decirle que ya no estaba más bajo su tutela? ¿Que eso significa que estaba fuera de su caso? ¿Que ahora estaba bajo la de Luna y que cualquier estudio o teoría, debía pasar primero por la Princesa de la Noche para su aprobación? ¿Que mientras ella debía regresar a Ponyville con sus amigas, Sunset se quedaba en Canterlot? ¿Y que además…Celestia le había prohibido ir al baile de mañana? Eso al menos intento con mayor motivación cambiarle de opinión.

-"Usted no entiende- le había dicho Twilight –no es un simple baile para Sunset. Es un reencuentro con sus amigas de Canterlot High, un pequeño destello de luz entre su oscuridad. Antes de marcharse, no había sido del todo amable con ellas y una vez aquí, se dio cuenta y las extraña mucho. Son los únicos seres que ama con real amistad.

-Twilight, no hago esto por querer que sufra por sus errores- exclamó Celestia para entrecerrarle los ojos -. ¿Crees que estas decisiones no son difíciles para mí? Pero debo hacerlas. No puedo arriesgar no sólo la seguridad de mis ponies, sino de esas otras criaturas de ese mundo. Tal vez no sea su gobernante pero de alguna forma es mi responsabilidad porque una súbdita mía es la que ha alterado su mundo. Sunset no puede exponerse ante los demás con lo impredecible que es. No podemos arriesgarnos.

-¿Piensa entonces ponerla en cuarentena? ¿Alejada de todos? ¿Incluso de mí?

-Permanecerá en el castillo. Puedes visitarla, cualquiera puede visitarla. Pero estará supervisada por su tutora, Luna.

-Insisto en que me dé otra oportunidad. Soy la única pony de este mundo que Sunset confía y…

-Twilight, tanto Luna como Cadence, hemos estado hablando sobre esta situación más de lo que tú crees. Las tres creemos en ti pero eso no quita tú inexperiencia para lidiar con situaciones que involucran tus sentimientos. Por eso te dimos el plazo de hasta el viernes. Si dabas algún progreso, el más mínimo, te concederíamos otro plazo más de una semana, sin embargo te has estancado pero Sunset, no. Por eso te comunico lo que hemos pactado las tres Princesas en aquella reunión, que se votó como mi hermana la mejor opción de tutora.

-¿Hicieron…una reunión de princesas…a mis espaldas?- se asombró en preguntar, cosa que hizo a Celestia descomponer un poco el rostro, sin poder evitar ceder un poco a sus sentimientos por la alicornio lavanda.

-Lo siento tanto, Twilight. Pero…cuando tengas las experiencias que hemos tenido, sabrás por qué actuamos cómo lo hacemos. Apenas tú estás teniendo las tuyas.

-No puedo discutir eso. Principalmente con usted. Me lleva de ventaja miles de años de experiencia como Princesa. Tal vez no tenga ni un año de ser Princesa alicornio, pero…- cerró los ojos, luchando por esos sentimientos tan común de temor y ansiedad cuando se encontraba bajo presión, que la hacía caer en su famosa neurosis. Se concentró en buscar una parte de su ser para recuperar su temple, para entonces sentir claro como era envuelta en un abrazo, en un peculiar calor, de apoyo incondicional, casi, sintiéndose en Deja Vu, de cuando fue envuelta por Moon White, encontrando credibilidad en su consuelo y sus palabras de aliento. Sentir tan vívido ese abrazo y sentir revolotear sus palabras en su cabeza, la hizo tomar una bocanada de aire y abrió los ojos, estos expresándose con mayor firmeza y seguridad, mirando de frente a su exmaestra -. Tengo la fortaleza, tengo la templanza y la madera de dar la cara de cualquier situación que se me cruce en frente. Tal vez tenga momentos de debilidad, pero eso…- se erigió, con un ceño firme después de mostrar tanta aflicción, levantando sus alas y alzando su pecho, sorprendiendo a Celestia ante su cambio de humor -…no cambia lo que soy. Por eso no espere que me quede de cascos cruzados. Tal vez me quite la tutela de Sunset, pero no me quitará las ganas de ayudarla y buscar sin césar respuestas, de algún modo u otro, y si debo desobedecerla en el proceso, lo haré, con tal de seguir los instintos que usted misma ha aprobado y halagado en todas mis demás pruebas- concluyó para darse vuelta y salir de su presencia.

-Pero yo soy la Princesa de mayor rango y te exijo que acates mis órdenes.

La voz de Celestia salió con toda la tristeza por decir aquellas palabras. Nunca las usaría de ser realmente necesarias. Twilight se quedó paralizada donde estaba, asimilando sus palabras, sólo para continuar su andar.

-Entonces será como usted ordene".

La unicornio dorada esperaba impaciente alguna reacción de Twilight, pero ésta apenas podía abrir la boca para continuar hablando, sólo la cerró agitando la cabeza. Debía ponerse firme. Ya no debía dejarse llevar por sus sentimientos. Levantó la cabeza y caminó hacia Sunset.

-Sunset, hay algo que debes saber.

"-¡Crash, corre!- gritó el entrenador, despertando a Cherry de golpe de su ensimismamiento, cayendo a la realidad de la carrera de resistencia alrededor de la cancha de fútbol como examen de gimnasia.

Cherry entonces parpadeó, frunciendo el ceño y empezó a correr con seis compañeros que le ganaban en ventaja. Pero el trago amargo del recuerdo de unas firmes Celestia y Luna, sentenciándola la abrumaban: Si bajaba el promedio, la más mínima travesura de las suyas, o le vuelven encontrar droga en las inspecciones sorpresas de la escuela, con ojo especial en ella; tomarían medidas más drásticas, que incluían situaciones legales, puesto que sus leyes penan la tendencia de droga, mucho peor en un menor de edad, que puede ser acusado de microtráfico. Ahora Cherry debía ir dos veces por semana a la Dirección para unas cursis charlas para descubrir lo que le molesta, las drogas, blablablá. ¿Sweet Breeze? Apenas se inmutó de cómo la rockera había perjudicado de tal manera su año escolar, insistiendo que fue su culpa.

La mezcla de sentimientos entre enojo, frustración y tristeza por la situación en la que estaba, le dieron fuerza y motivación para descargarse dándole movimientos resistentes, rápidos y fuertes a sus piernas. Luciendo esa camiseta blanca de algodón con el escudo de "C" en forma de herradura de la escuela y pantalón corto azul del único uniforme que usaban para gimnasia, Cherry empezó a rebasar de a uno a los demás corredores, hasta que al fin llegaba a ser una de las primeras, corriendo a la par con esa popular deportista. Rainbow Dash. Cherry la miró respirando por la nariz y exhalando por la boca y percibió una mirada igual de enredada de cosas como la de ella. De seguro también descargando emociones en el carrera, ya que algo había oído de una pelea que tuvo con una Apple.

Jamás se habían intercambiado palabra. Es decir, ella era del grupo de los rockeros y Dash de los deportistas. Aunque bien podían ser amigas. Ambas eran muy extrovertidas, bromistas, popular en su grupo y sí, atléticas. A Cherry le gustaba mucho correr. Le agradaba la idea de ser parte del equipo de atletismo de la escuela pero…cada uno con su cada quién. Ella no podía "mezclarse" con los deportistas. Crash desvió la mirada de nuevo enfrente, superándola un poco; pero no tardó la peliarcoiris en acelerar los pasos y como de costumbre, ganar el primer lugar.

Cherry llegó segunda, impresionando a sus amigos, ya que normalmente era muy floja con esto de las carreras, sin importarle llegar de último. Lo hacía apropósito. Le daba igual. Pero en esta ocasión, se vio en la necesidad.

Cherry recuperaba el aliento cuando fue un brazo le rodeó los hombros a la vez que le entregaban una botella de agua.

-Creo que ahora en adelante te llamaré "Piernas Locas"- se burló Ringo mientras Cherry le daba una muy corta y rápida sonrisa para empezar a beber de la botella.

-¡Segundo lugar!- celebró Brawley Beats, dándole apropósito fuertes palmadas tras su espalda para hacerla atragantar con el agua, tirando unas risas con Ringo al verla agrandar los ojos y retirar la botella de su boca tirando fuertes tosidos.

-¡Animal!- rugió Cherry con ceño fruncido para tomar un trago largo de la botella y tirarle agua de la boca, fallando en el intento ya que el chico fue rápido y se apartó.

Brawley salió corriendo de allí siendo perseguido por Cherry mientras seguía tirándole agua de la boca como de la botella, con Ringo atrás de ella.

-¡Hey, hey, es mi agua no te la gastes en monerías!- regañó el tecladista inútilmente.

Trixie se acariciaba distraída las puntas de su cabello cuando Brawly apareció y se ocultó tras ella, tomándola de escudo. La ilusionista entonces vio a Cherry con los cachetes inflados de agua y le frunció el ceño.

-¡Atrévete, sucia rockera, atrévete a escupirle a Trrrixie!- amenazó. Cherry se detuvo a raya, frente a ella, aún con los cachetes inflados mirándola fijamente. Trixie se sonrió petulante llevándose el cabello hacia atrás -. Así me gusta. Que obedezcan a…- calló de golpe al sentir el agua aterrizar sobre su rostro.

-¡Jajajajajaja!- se escandalizó en una risa Cherry -. ¡Lo siento pero tu jajaja cara me hizo reir jajajaja!

-¡El bello rostro de Trixie…MANCHADO!- lamentó con dramatismo.

-Más bien escupido- corrigió Cherry sonriéndose de lado, para ver a su amigo queriendo huir, pero alcanzó tomarlo por detrás del cuello de la camiseta y se llevó la botella a la boca pero… -. ¡Está vacía!

-¡Gracias, Crash!- reclamó Ringo arranchándole la botella y saliendo de allí enojado.

-Me salvé- triunfó Brawley apoyando el brazo sobre la cabeza Trixie, como si fuese una mesa, para mirarla sonriendo de lado al verla que le fruncía el ceño -. Eres chaparrita, Lulamoon, ¿no es eso tierno?

-¡Aléjate de Trixie!- vociferó furiosa sacudiendo la cabeza para apartarle el brazo -. ¡Trixie es demasiado grande y poderosa para estar rodeados de…de…orangutanes pulgosos!

-¿Escuchaste eso, Brawly?- se burló Cherry -. ¡Orangutanes!- y ambos hicieron gestos de monerías, hasta haciendo como si comieran las pulgas de su cabello y aullidos de monos.

-¡¿Qué esperar de unos rockeros?!- bramó furiosa e indignada -. ¡Son una peste! ¡Lamentarán el día que humillaron a la Gran y Poderosa Trrrrixie!- rugió Lulamoon para lanzar una de sus bolitas y hacer que se dispersa la cortina de humo, haciéndolos toser, sólo para escuchar el sonido de un choque, una caída, como el de un mismo…

-¡Auch!- corearon de dolor Trixie y Mistery, estando la ilusionista sobre Mint mientras se disipaba el humo.

-¡Estorbaste en la sorprendente huida de Trrrrixie!- reclamó poniéndose enseguida de pie y salir corriendo.

-Ay, ¿Pero no hay gente cuerda en esta escuela?- se quejó Mistery aun en el suelo.

-Venga esa mano- exclamó Brawly estirándole el brazo y Mistery le recibió el gesto para levantarse mientras miraba a Cherry.

-Hey, hola, buena corrida- aludió con una sonrisa, dándole una mirada rápida a Beats como agradecimiento por la ayuda.

-Hola - sonrió con repentina emoción. Hace días que no había vuelto hablar con ella y verla de nuevo realmente la emocionó -.Sí, bueno, no fue nada.

-¿No fue nada? ¡Estabas nariz a nariz con Rainbow Dash! Y es la mejor deportista de la escuela. Seré nueva pero no ciega, y pude ver que la mayoría de los trofeos en la vitrina tienen su nombre.

-Eh…de acuerdo, sí, admito que soy buena- sonrió.

-¿Y cómo quedó esa salida?- acusó de buen humor y palmeó el estómago de Brawly. -. Los chicos y yo iremos a Rock And Cold a ver si nos dejan tocar.

-¿Tocas un instrumento?

-La guitarra- contestó -. Y pues ahí me salvo cantando también.

-Yo…toco la batería.

-¿Y eres buena?

-Muy buena…-dijo Brawley con picardía -. ¡Ah! Sí, también es buena en la batería- se burló.

-Dime algo que no sepa, guapo- sonrió Cherry con petulancia.

-Anímate y ven con nosotros- insistió Mistery para darle un manotón amistoso en el brazo -. Toquemos juntas una canción. Quiero estar con una amiga para variar. Sólo estoy rodeada de hombres.

-¿Eso es malo?- levantó la ceja Brawley.

-No, pues todos sensuales… - sonrió, codeándolo -. ¿Captas el sarcasmo? ¿Eh, eh, eh?

-Claro que lo capto…ya que sólo hay un sensual…- contestó levantando ambas cejas, haciendo reír a las dos, cuando repentinamente Cherry siente que su cintura era rodeada, siendo halada hacia atrás, siendo apartada de ambos chicos.

En vez de recibirlo como un gesto de cariño, lo sintió como un reclamo de propiedad.

-Hey- le exclamó Sweet en su oído para besárselo y mantenerla atrapada en sus brazos, mirando con esos ojos defensivo "camuflados" de divertidos hacia Brawly y en especial, Mistery -. ¿Por qué tanta risitas que no invitan?- acusó con la mirada a Cherry -. ¿Quién es ella?

-Mistery- contestó cohibida -. Mistery Mint.

-¿Y no nos piensas presentar?- reclamó "divertida", mirando a Mistery y apretar más sus brazos a su alrededor, sólo incomodando a Cherry.

-Claro…- musitó para mirar a la pelimorada, que tenía una recelosa cara con una ceja levantada -. Mistery, ella es…

-Sweet Breeze- le interrumpió la rockera -. Tu novia. Lo sé.

-Ah- sonrió lentamente Sweet -. Pues qué bien.

-¿Y bien?- preguntó Mint a Cherry -. ¿Te apuntas al Rock and Cold?

-Yo…- dudó con la voz torpe y curvando las cejas, mirando hacia Sweet.

-Cariño…- le susurró ella -…ya teníamos planes.

-Entonces mañana- dijo Mistery inmediatamente -. O pasado. El sábado. Cuando sea. No creo que tengan toda la semana planeada.

-¿Qué fue eso?- preguntó Sweet manteniendo ese buen humor como disfraz, abrazando más a Cherry, quien sólo podía sentirse atrapada ante la situación.

-Sólo quiero ser su amiga- aclaró para sonreírle y cruzarse de brazos -. Descuida. Soy heterosexual. No te la voy a robar. Así que déjala de asfixiar en ese abrazo reclamándola como si fuera de tu propiedad…cosa que no es.

-¿Tienes algo qué decirme?- preguntó soltando a Cherry, más defensiva -. Apenas me conoces, recién llegada.

-Sólo sé lo necesario y no me agradas- aclaró ceñuda, viéndola cómo se le acercaba.

-Para lo que me importa. No te metas entre nosotras, entrometida.

-Haré lo que quiera, porque no tolero las injusticias.

-Aléjate de mi novia- reclamó impaciente ya.

-No, porque quiero ser su amiga. Es demasiado cool- sentenció, conmoviendo y asombrando a Cherry. -. Demasiado cool para ti- y eso la desanimó.

-No molestes el toro que sentirás los cuernos- amenazó Sweet con voz cargada.

-Sweet, basta- reclamó Cherry con suavidad, tomándola del brazo pero Sweet se lo apartó, violenta, tirándole una mirada ácida de advertencia y le tomó el brazo con fuerza, halándola a ella de golpe.

-No te quiero con ella, ¿Oíste?- le exigió autoritaria.

-Hey, más vale que bajes el tono con Mistery y nuestra Cherry- intervino Brawly y Cherry suplicó con la mirada que se callara.

Ya habían peleado Sweet y él por algo parecido y Cherry le había hecho prometer que no se vuelva a meter, pero parece que no toleró más y recién intervenía a la discusión.

-Le hablo como se me plazca- le contestó ceñuda -. Y es mi novia. MI Cherry.

-No te da derecho tratarla mal.

-¿Otra vez quieres hacerme perder la paciencia?

-A nosotros nos estás haciendo perder la paciencia, abusiva- exclamó Mistery y Sweet gruñó, ardida y regresó la mirada en la peliverde.

-¡Cherry, no te quiero con ellos!

-¡Cherry, no tienes por qué humillarte por ella!- dijo Mistery.

-¿Hasta cuándo esta situación? No mereces esto- reclamó Brawly.

-¡Cállense los tres!- gritó Crash con voz quebrada, con el latir brusco de su corazón para salir corriendo de allí.

Corrió y corrió, hasta llegar bajo las escaleras de la cancha de fútbol, que había cogido de escondite últimamente, para desahogar en lágrimas todas las penas. Le dolía tanto el corazón y la cabeza. No sabía qué hacer. Se sentía tan inútil y torpe. Sólo podía llorar. No entendía por qué debía ser tan débil y frágil. Era tan idiota, tan estúpida, tal como lo decía Sweet.

No sabría cuánto tiempo pasó cuando sintió que alguien se acercaba. Tenía la frente pegada a sus rodillas, pero no había necesidad de levantar la mirada para saber quién era. Una mano que se posaba alrededor de sus piernas recogidas y fue tomada, para ser levantada y besada varias veces. Cherry sólo continúo llorando, mientras sentía esos besos pasearse por el torso y palma de su mano, para después sentir que le apartaban la cabeza del refugio improvisado y le besaran los labios, devolviéndole el beso con mucha necesidad, con ganas de encontrar alivio en ellos, para que el miedo se deshiciera y dejara de pensar en lo que sucedió. El beso era calmado pero con él, borraría todo lo que sucedió hace poco y poder disfrutar de lo que era tener su compañía.

No lo entendía. No entendía cómo podía querer a Sweet Breeze entre tanto dolor, tantas lágrimas e inseguridad. Pero la quería. Lo hacía aunque le gritara, le insultara, la apartara del resto, le hacía doler sus agarres y amonestaciones. No le hacía bien querer a Sweet, pero cómo deshacer ese incomprendido cariño.

-Perdón por lo sucedido- dijo Cherry apartándose un poco de sus labios, mirándola aun derramando un par de lágrimas, tan delicada, culpable, frágil y sumisa, entre los brazos de esa dominante chica de problemática personalidad.

-Te perdono, Cherry- le contestó, para volverla a besar".

-Cerecita- le interrumpió esa voz el recuerdo.

-Te dije que estaba muerta, papá- contestó Cherry, bocabajo en su cama, sintiéndolo que se sentaba a la orilla de esta y le acariciaba la espalda.

-Lo sé pero más vale que resucites. Tienes visitas. Es Bonbon.

Cherry hundió su rostro a la almohada y dio un grito.

-Sí, lo sé- coincidió él -. Pero deben arreglar las cosas- tiró una risa amarga -. Debieron pelear para conocerla. Debo admitirlo. Es muy bonita. Toda una señorita.

-Lo sé- jadeó, apartando el rostro de la almohada -. Es una Lady- susurró para cerrar los ojos con dolor -. Pero mírame…estoy sin maquillaje.

-Y eres hermosa así.

-Y he llorado mucho.

-Así sabrá que en verdad te duele la situación.

-Y tengo miedo…

-Siempre los tendrás- aseguró, subiendo su mano a su rostro pálido y desmaquillado – Pero debes aprender a enfrentarlos para crecer.

-Eres un sabelotodo- bromeó para sonreírle con suavidad -. Qué bueno que te quedaste hoy en casa.

-Por ti, todo, Cerecita- le dijo con cariño pero Cherry le suavizó el ceño.

-Ah…pensé que era porque hiciste una apuesta con tu editor sobre quién se postularía para candidato de alcalde en el popular partido político y perdió, ganándote el día libre.

-Sí…por eso también- sonrió y ella le devolvió la sonrisa. -. Vamos, Cherry. Solucionen sus problemas que tienen un baile mañana, el primero que irás con pareja.

Era cierto. Era su primer baile con pareja pues, Sweet no le agradaba esas cosas por ser "tontas" y si ella no iba, pues Cherry tampoco. Con Stormy Crush alcanzaron el baile de otoño…pero al ser su relación clandestina, no fueran juntas tampoco. Ahora, con Bonbon, sería su primer baile con pareja…y se pelean. Suspiró contrariada pero a la vez se puso en pie.

Cherry bajó las escaleras que dirigían a la sala y encontró a Bonbon arrimada a la pared, con la mirada hacia Cherry y se sorprendió verla porque la vio…extraña. No por verla por primera vez desmaquillada, sino por la ausencia de esa traviesa mirada y semblante risueño y enérgico tan característico en ella. Eso la entorpeció un poco, a lo que venía a decir. Como si se le borrara todo lo que venía practicando en el camino.

-Todo resultó bien ayer- inició Bonbon ante el silencio pesado que se formó, lo que hizo a Cherry dudar mientras terminaba de caminar hacia ella -. Con Lyra- aclaró.

-Me di cuenta- se limitó en decir cruzándose los brazos.

-Yo…- decía para resoplar -…no quiero estar enojada contigo. Sólo olvidémoslo, ¿sí?

-…- enmudeció, manteniéndole la mirada. -. Ah…bien.

-¿En serio?

-Pues…sí.

-No me gusta enojarme con nadie.

-Claro que lo sé.

-¿Entonces…estamos bien?

Cherry se quedó ahí parada, como si había lanzado raíces. Por supuesto que quería arreglar las cosas. Quería que la tensión terminara pero… ¿Así? ¿Ya? ¿De esta manera? ¿Se acabó? ¿Esto es todo? ¿Sólo esto le ofrecía Bonbon? ¿No quiere hablarlo sólo…dejarlo pasar?

-Estamos bien- fue lo que se limitó en contestarle, sí, soberbia y orgullosa.

Estaba harta, harta de tener que ser la que ceda. Bonbon está aquí pero…es como si no estuviera. No podía evitar pensar que su reconciliación con Lyra fue más…más que esto. Comparar su reacción de ayer. De comparar el cómo Lyra y ella hacían reaccionar de diferente manera a Bonbon, quien se había expresado más entusiasmada y dispuesta a todo por arreglar las cosas con Lyra pero ahora, que debe hacerlo con ella fue…seria, directa, fría…cómo siempre. ¿Habría sido así con Lyra también? ¿Por qué lo pregunta si siente por seguro que no fue así, que debió ser mejor que esto? Cherry sentía que Bonbon le ofrecía tan poco, que no debía recordarle que debía ser más abierta o cariñosa con ella, no tenía por qué. Si ayer y hoy en la mañana se deshizo en lágrimas, pero ahora, estaba enojada, frustrada…y resentida. Por primera vez, le molestaba su presencia. Por primera vez, le fue cortante y usaba monosílabos constantemente a sus respuestas de cómo coordinaban para encontrarse en el baile. Por primera vez, no le calentaba el corazón. Por primera vez, no le nacía hacerle bromas, besarla, abrazarla, coquetearle, ser suelta. Ser ella. Por primera vez, sintió que ceder, entregar, expresarse, le haría débil. Y ella ya no quería serlo más. No de nuevo.

-Si sigues enojada dímelo de una vez- se quejó Bonbon resoplando molesta ante su ensimismamiento y distancia -. Todavía que dejo pasar tus berrinches de celos sin sentido, ¿Permaneces reacia conmigo?

-Yo estoy bien, Bonbon- le contestó, permaneciéndose seria y distante, para levantarse del sofá que se había sentado junto a ella -. Estoy bien. Tú estás bien. Lyra está bien. Todos estamos bien.

-Ay, Cherry…- se quejó con amonestación de molestia parándose junto a ella -. Te lo suplico. Deja el drama de una vez, ¿sí?

-Ok- dijo seca asintiendo una vez, inexpresiva.

-Cherry…- decía meneando la cabeza, impaciente.

-Lo dejo. Dejado- suspiró -. ¿Es todo? Porque estaba ayudando a mi papá en su oficina revisando unas fuentes- mintió.

Bonbon contuvo la respiración, en verdad molesta. Pero no sólo con Cherry, sino con ella misma. Por supuesto que no era todo pero…se le hacía tan difícil hablarle sobre este asunto. Algo se lo impedía y le entumecía el cuerpo, las expresiones, su voz, su contestación, haciéndola expresar tan…tan como ella. Suspiró.

-Sí. Es todo.

-Nos vemos en el baile entonces.

-Sí, sí. Hasta mañana- despidió, esperando que Cherry se acercara para que la besara en despedida, como siempre, pero la rockera permaneció de pie con los brazos cruzados, asintiendo, como esperando que diera la vuelta para abrirle la puerta y se vaya.

No había que ser genio y Bonbon sabía que no la quería en su casa. En su presencia. Al menos no ahora. Nunca había pasado por tanto drama, ponerse tan distraída y pensar a toda máquina sin necesariamente concluir a una idea concreta. Era torpe. Se sentía perdida. Y sentía que Cherry no le facilitaba las cosas. Sólo le dio gusto y se dio la vuelta hacia la entrada de la casa, Cherry la siguió y sí, como lo pensó, le abrió la puerta. Bonbon la miró por última vez antes de estar afuera y escuchar la puerta cerrarse tras ella, que le hizo sentir de golpe, cómo se le carcomía los bordes del corazón y se llenaba de una repentina preocupación ante su actitud.

Su Cherry…estaba perdiendo a su Cherry…

-¡Lo siento!- fue lo que exclamó Moon White apenas atravesó el portal al mundo humano, interrumpiendo a las demás y reteniendo la fuerza en la que era disparado de allí por lo que no cayó esta vez. -. No es excusa pero yo… ¿Qué están comiendo?- se distrajo mirándolas masticar y con un pan largo en la mano, con obvias razones de que ella se incomodaran.

-Ah…-dudaron todas, mirándose las caras, pero siempre hay alguien imprudente.

-¡Hot Dog!- exclamó Pinkie Pie estirándole la comida hacia su rostro y la sangre de Moon White huyó de su cabeza, agrandando los ojos y abrió la boca para reaccionar en un grito de pánico pero la dejó así, sin emitir nada, para mandársela cerrar, tratando de ser prudente. Es su mundo. Sus costumbres.

-¿Co-comen perro?- exclamó sin evitar la necesidad de retroceder un par de pasos para alejarse de esa...comida con carne. Forzó una sonrisa -. In…teresante. ¿Buen…provecho?- pero se le revolvió el estómago y se le salió un arcada. Se tapó la boca, avergonzado y más incómodo-. Perdón por eso.

-¡Jajajajaja!- se rió Rainbow Dash disfrutando la situación para señalarlo -. ¡Pues bien hecho! Por dejarnos plantadas.

-Y no es perro, querido- calmó Rarity -. No comemos perro.

-Ah…- soltó, con cierto alivio, un poco, igual era carne lo que comían y estaba asimilándolo.

-¡Al menos no nosotras, pues en otras partes del mundo sí comen perro!- anunció Pinkie Pie con ancha sonrisa, haciendo que las demás se entumecieran ante su imprudencia y la sangre de Moon White volviera a bajar. Pinkie sólo empezó a hablar como carretilla -, como en el lado oriente del mundo, en China, pero nosotros no lo comemos. El Hot Dog puede estar hecho de carne de res, pollo, pavo, cerdo, cordero. También los humanos comen pescados, patos, algunos iguanas, tortugas, conejos, en la tv supe de uno que cazaba las palomas del parque para comerlas y…- se interrumpió cuando Fluttershy y Rainbow Dash le taparon la boca para mirar el gesto congelado de Moon White.

-¿Estás bien?- preguntó Applejack mirando su rostro lívido-. Tú tardabas y vino una carretilla de Hot Dog y teníamos hambre y…

-No, no- le interrumpió tragando saliva y voz temblorosa, tratando de sonreír -. E-está bien. S-son sus…costumbres y yo…- se interrumpió para llevarse una mano al estómago y taparse la boca -…yo debo…respetarlas…yo… ¿Soy el único que está sudando sintiendo frío?

-Sí- corearon todas.

-¿Por qué tú no reaccionas así?- le preguntó Rainbow a Sonata.

-Con mil años aquí…hasta yo adopté esa dieta. ¡Siendo mi comida preferida los tacos!- se sonrió para llevarse el hot Dog a la boca. Sólo eso bastó para que Moon White agrandara los ojos y se llevara una mano a la boca con el rostro verde.

-¡Alguien que lo lleve al baño, ya!- exclamó Rarity y Pinkie Pie lo tomó de la muñeca para salir corriendo hacia la escuela.

-¡Tienes suerte! Está abierta hasta la hora normal en la tarde por los últimos detalles para la organización del baile- le dijo Pinkie para detenerse frente al baño de hombres y empujarlo dentro –. Hasta aquí llego yo.

Moon White no perdió tiempo y se encerró en un cubículo, llevando su rostro cerca del retrete y empezar a vomitar.

¿Perros? ¿Iguanas? ¿Conejos? ¡¿palomas?! ¡¿Por qué comerlas?! Es decir… ¿A qué sabrían? ¡No! ¡Siquiera soportaba la idea!

-¿Estás bien?- preguntó una voz masculina golpeando tres veces su puerta.

-Sí- avisó con voz torpe y realmente avergonzado.

Tal vez Twilight no había reaccionado como él al ver a los demás comer carne pero…él era muy místico para la comida y se asqueaba con facilidad. Y no había nada más asqueroso que la repugnante idea de comer car…mejor ya ni lo pensaba que se le volvía a revolver el estómago.

Se sintió mejor tras devolver el sandwich de margarita que comió durante su viaje a Ponyville en el tren. Bajó la válvula del escusado y se puso de pie.

-¿Mejor?- preguntó esa misma voz apenas salió del cubículo.

-Sin duda- contestó hacia el chico de cabello azul y chaqueta de cuero que se lavaba las manos manchadas de tinta. Era Flash Sentry. -. Lamento musicalizar el baño con mis arcadas- bromeó con una tenue sonrisa mientras se encaminaba hacia los lavabos y empezaba a lavarse las manos y la boca.

-Descuida- contestó que al verlo, arrugó la frente -. ¿No eres de aquí, cierto?

-No tienes idea- contestó sonriéndose, como broma personal.

-Sí, se nota- exclamó con profunda obviedad dándole una mirada rápida y Moon White arrugó un poco la frente.

-¿Y se nota porque…?

-Pues por cómo vistes. Sin ofender pero…- sonrió, tratando de amortiguar el comentario -…no muchos visten como tú por aquí tan… ¿adulto?

Moon White levantó la ceja y miró su reflejo, para verse esa camisa gris, chaleco negro, el pantalón y zapatos de cuero negro, dándole cierto aire distinguido y formalidad. Aunque su cuerpo se rejuveneciera a un adolescente, su ropa coincidía con un estilo cercano de su edad, de madurez y personalidad. Desvió la mirada ahora hacia el reflejo de Flash. Sin duda, sus atuendos marcaban sus diferencias de edades y su vestimenta podría ser considerada "aburrida" o "seria" para su percepción. Así que recibir ese comentario de ese joven…era…

No se aguantó tirar una corta risa y se sonrió, porque le recordó mucho su época de estudiante. Ya había conocido a tipos cómo él en su momento, aquellos que no podrían ser tan malos pero sin embargo, eran corderos y seguían el rebaño; verlo era un cliché típico de la adolescencia, y era una gran satisfacción ponerlos en su lugar, dejarlos descubrir que hay algo más en su molde que han elegido seguir, aunque aquello le hiciera ganar fama en la escuela de cretino y aguafiestas, pero tener la razón sobre algo era uno de sus defectos que mejor admitía disfrutar, como el poner a pensar por sus palabras, así que se divertiría un rato con la situación.

-¿Debería sentirme ofendido viniendo eso de un adolescente?- preguntó con sarcasmo para sonreírse de lado, con malicia. -. Tú usas ropa típica de un colegial con aires de estrella de rock, con esas características camisetas estampadas, pantalones jeans ajustados y con ese peinado de cabello levantado- elevó la sonrisa -. Por tu apariencia y estilo, dime si me equivoco, de seguro eres considerado…"lindo" para la mayoría de las chicas, a juzgar de tu apariencia de preferencia a un estilo de música y los callos en las yemas de tus dedos…- dijo con la vista hacia sus manos y Flash las hizo puño en instinto -…eres guitarrista y te sientas por allí con la guitarra para verte "cool" y no aguantarías que alguien deshiciera lo que te cuesta peinar ese cabello cada mañana con un "cuidado con mi cabello, dude"- fingió una voz en la última oración y se le salió una pequeña risa en solo imaginarlo.

-¿Disculpa?- dudó mirándolo, ciertamente incomodado por sus aciertos y atrevimiento -. ¿Por qué hablas así? ¿Acaso no tendremos la misma edad?

-Nah. Te llevaré de ventaja al menos unos seis años.

-¿Ah?- dudó aún más torciendo el gesto pero le frunció el ceño -. ¿Quién eres tú? ¿Un exwondercolt? Pero te ves tan… ¿Y por qué tan seguro sobre mi actitud?

-Porque aun así no ha pasado mucho desde que fui un adolescente, soy un buen observador y he sido maestro- le sonrió de lado, sacudiendo las manos mojadas -. He conocido algunos po…alumnos cómo tú. Pero descuida. Estás creciendo, es parte de la adolescencia, ya definirás tu personalidad, descubrirás que en buena parte, sólo usabas un disfraz y te reirás de ti mismo años después- le entrecerró los ojos, divertido -. Yo lo haría.

Flash se lo quedó mirando, entre curiosidad e impresión, con un suave ceño.

-Eres…algo cretino, y extraño- se limitó en reaccionar.

-Y tú un joven que cree saberlo todo por juzgar el atuendo de los demás- arrancó papel para secarse las manos, manteniéndole la mirada -. Para la próxima, no te creas tanto por ser el…-suspiró levantando ambas cejas -…"niño bonito" de un bachiller. Eso no importará en absoluto en la vida real, una vez te gradúes. Piénsalo- tiró la bola de papel y salió del baño.

-¿Te sientes mejor?- preguntó Pinkie Pie viéndolo atravesar la puerta.

-Oh, claro que sí- sonrió con su segunda.

-Ah, hola Flash- saludó la fiestera al verlo salir también -. ¿Aun ensayando para tu número de mañana?

-Sí…- contestó mirando a Moon White con desconfianza y continuar su camino.

-¿Amigo tuyo?- le preguntó Moon White a Pinkie y ella rió.

-Sí, y de Twilight también.

-Ah, ya ve…¿De Twilight también?- se sorprendió mirándola con más interés.

-Sí, ya sabes- le sonrió con ambas cejas levantadas y codearle las costillas -. "Amigo"- repitió haciendo comillas con sus dedos. Él le mantuvo la mirada, dubitativo. Ella torció los ojos -. Aish, ¡Es el interés amoroso de Twilight!

-…- parpadeó -. ¿Él? ¿En serio?- preguntó fingiendo serenidad y naturalidad, siendo sarcástico y llevándose una mano a la barbilla mientras continuaba hablando: -. Si, bueno, pues no sé si ella se dio cuenta, tal vez lo dejó por desapercibido, o se le fue por alto, no sé, pero él… ¡ES UN HUMANO!- reventó acorde a su reacción, haciendo respingar a Pinkie -. ¿Cómo puede ser su interés amoroso un humano? ¡Ella es una ponie, y él…un adolescente rockero!- se descargó indignado -. ¡Un colegial! ¿Cómo pudo fijarse en alguien cómo él? No…no lo entiendo. Ella es…y él es… ella es tan…y él tan…

-Pero igual no iba a funcionar.

-¡Claro que no! ¡Jamás!- acordó cruzándose de brazos-. Es tan absurdo- comentó sacudiendo la cabeza y Pinkie Pie le frunció el ceño.

-Sea humano, colegial, lo que quieras, a ella le gustaba y cuando él aclaró que confundió sus sentimientos con admiración pues, eso la entristeció. Así que más vale que no toques el tema, peor si vas andar juzgándola por gustar de él.

La voz de esa peculiar chica era seria, por lo que Moon White tomó en serio su advertencia para mirar donde se alejaba Flash y recordar…cuánto eran de diferentes. Resopló bajando las cejas y por cualquier razón, sintió que le acaba de dar un "Touché".

-¿Twilight?- llamó Celestia mientras golpeaba la puerta de su cuarto.

Quien abrió la puerta fue Fluttershy, dejando espacio para que pasara y vea al resto de las ponies acomodadas en la pequeña sala de la habitación, con Twilight en el centro, como si se dirigía a ellas. La alicornio blanca se acercó a ella. Uno de los guardias fue a reportarle que Sunset y Twilight habían discutido y Celestia estaba consciente del por qué.

-Perdón si las interrumpo- exclamó la monarca -pero, ¿Podrían dejarnos solas un momento?

-Por supuesto- asintió Rarity y con las demás se dirigían fuera del cuarto mientras Twilight le daba la cara a Celestia. -. Twilgiht…- inició una vez viéndose solas.

-¿Cómo lo hace?- le interrumpió.

-¿Disculpa?

-¿Cómo lo hace?- repitió mientras dejaba curvar las cejas -. ¿Cómo puede hacer a un lado sus sentimientos para ponerse firme sobre alguien cuando sabe que vas a lastimarlo?

-Twilight- suspiró mostrándose en consuelo, viendo a la alicornio lavanda pasar un casco por su melena, perdida en sus pensamientos.

-Le dije su disposición y…la hubiera visto- sacudió la cabeza -. Traté de mantenerme sin afectar, como usted lo hizo conmigo pero…es muy difícil. Se lo tomó muy personal. No hablé con un pony común, sino con una amiga. Siento que le doy la espalda. Que me obliga a darle la espalda y no la juzgo si Sunset cree lo mismo. Se vio en la necesidad de hasta abandonar mi cuarto. Tal vez ya no quiera pasar la noche conmigo. O ya no confía más en mí. Yo...sólo…- no concluyó la idea para posar los cascos a sus ojos -. Es difícil.

-El hecho que no demuestre cuánto me afecta mis propias decisiones- le decía Celestia –no significa que no las sienta. Pero es algo que aprendes con el tiempo, la experiencia y tú recién estás empezando. No seas dura contigo misma- trató de motivarla apartándole los cascos que ocultaban sus ojos -. Eres muy empática con tus amigos y darías todo por ayudarlos. Crees en ellos y los defiendes sobre todas cosas. Eso, Twilight, es lo que te hace realmente única, una bien coronada Princesa de la Amistad. Pero…debes reconocer que tu trabajo irá más allá de eso y tomar decisiones que no te gustarán pero serán bien necesarias, serán pan de cada día. Pero siempre será por el bienestar de los demás.

-Si aún me falta por llenar esos zapatos…- dijo con voz suave y casi sin querer decirlo -… ¿Por qué me convirtió en alicornio?

Celestia no se inmutó mucho por la pregunta. Ya lo había oído antes y quien sabe, lo oirá después. Reaccionó con una delicada sonrisa y cerró los ojos para iluminar su cuerno e invocar un pequeño baúl.

-Luna, Candence y yo, alguna vez fuimos inexpertas Princesas. Nunca elegimos ser lo que somos ahora, pasó lo que tenía que pasar y nuestro instinto, nos hizo aceptar nuestra responsabilidad en nuestro mundo- abrió el baúl y Twilight contempló con sentimientos encontrados lo que había en él -. He respetado tus decisiones. Siempre Twilght. Pero es una verdadera lástima que no uses los accesorios Reales- sinceró levitando las zapatillas doradas con su Cutie Mark de estrella incrustada en frente, y el collar que hacía juego del baúl. -. Tal vez creas que son simples adornos. Pero no lo son- le dijo sonriéndole de forma maternal y estiró una zapatilla hacia ella. Twilight suspiró y levantó su casco derecho, para dejar que se lo coloque, dejándose vestir con esos accesorios por Celestia, como una joven hija que cede por darle gusto a su madre. -. Estos accesorios, representan lo que somos y para qué estamos. Por y para Equestria. Las zapatillas, el collar y la corona, son símbolos de que somos representantes de nuestro reino. Vestimos para él, por respeto y señal de compromiso. En señal de un profundo agradecimiento de recibir la magia más fuerte de Equestria que puede recibir un pony; la magia de un alicornio. Hemos sido privilegiadas al obtener estos dones de servir a nuestro pueblo. De defender nuestra tierra siempre amenazada de peligros. Sacamos la cara por él y por respeto, por nuestra obligación y responsabilidad, lucimos estos accesorios, en símbolo de eterno compromiso.

-Yo lo sé- contestó ya vestida por ella -. Me lo dijo cuándo me entregó los accesorios antes de la Coronación.

-Y como ahora, no dices nada. Porque hasta ahora, pese todo lo que has enfrentado, no te sientes del todo segura de lidiar con este compromiso- le hizo ver, le levantó el rostro para que la vea -. Por eso no usas los accesorios, ¿cierto?- preguntó con seguridad y Twilight miró a un lado, atrapada. Celestia le sonrió conmovida. En serio veía tanto de ella en Twilight, pero estaba consciente que cada una, daría cosas diferentes -. ¿Trajiste la corona?

-Siempre la llevo conmigo cuando vengo aquí. Al menos Rarity se ocupa de recordármelo- contestó regresándole la mirada con una tenue sonrisa e iluminó su cuerno hacia una maleta que descansa en una esquina y de allí sacó la corona dorada de cinco puntas.

Celestia la tomó con sus cascos y se la colocó, como si la coronara de nuevo, para darle la vuelta hacia el espejo de cuerpo entero, donde Twilight podía verse vestida como debería estarlo todos los días, como el resto de las Princesas.

-Debes creer más en ti misma, Twilight- le dijo Celestia mirándola con un rostro iluminado, viéndola usar los accesorios y sonrió con mucho cariño -. Todo te llegará a su tiempo, querida. No dudes de lo que puedes dar por temer en lo que vendrá, en lo que no logres entender y desconoces. Eres lo de ahora, porque así fue destinado.

Twilight vio sus reflejos para concentrarse el de la alicornio blanca.

-¿Y me dirá sobre el Amuleto del Alicornio?

La escuela estaba vacía, a excepción de algunos pocos alumnos y maestros. Moon White recorría todas las instalaciones mientras Sonata Dusk le platicaba de su propia boca su cambio y lo que logró con Rain Shinning. Subían las escaleras del tercer piso, aún Las Rainbooms no entendiendo del todo qué buscaba. Y es que entre más Moon White caminaba y pasaba tiempo dentro de la escuela, más pesadas se volvía sus extremidades, con un peso sobre los hombros y ya le molestaba la cabeza. Aun así, pese los achaques, se pujaba a continuar el recorrido. De algún modo que no sabría explicar aún, estar aquí, le afectaba físicamente. En silencio hilando ideas, recordó que una de las razones por las que confiada Twilight le había pedido esta misión, era porque no dependía de la magia y no le afectaría causándole daño. Moon White levantó una mano temblorosa para pasear los dedos a la pared, un modo de sostenerse. Sí, sí le afectaba. Y estaba consciente de eso desde que se le subió la presión ayer y pasó la madrugada teorizando e…intentando algo. Y no había tomado una siesta, quedándose dormido cuando Twilight lo encontró.

Se había desmayado.

Apretó los dientes continuando el andar, haciéndole preguntas a Sonata, ignorando por momentos sus pensamientos.

-Deshaces la maldad, ¿pero podrás con la magia oscura?- preguntó. -. Eso habría que intentarlo con ella.

-Pero para eso Sunset debe estar aquí- pensó Applejack.

-Pero no sabemos cuándo volverá, si le permitirían volver ahora- opinó Fluttershy.

-¿Y si enviamos a Sonata de vuelta a Equestria para que lo intente?- pensó Moon White y apenas lo dijo, la mencionada aspiró con fuerza manteniendo la boca abierta, en pánico lanzándole una mirada alerta.

-¡Nooooooooo!- chilló Sonata horrorizada y lo agarró del chaleco para zamarrearlo mientras gritaba: -. ¡Todo menos eso!- agregó para paralizar su rostro del horror poniéndoselo cerca para que viera lo que provocó -. ¿Cómo se te ocurre?- continuó el zamarreo -. ¡Monstruuuuuooooo!

-¡Suéltame!- reclamó ceñudo zafándole las manos y recuperaba el equilibrio -. ¿Y qué pasa con Eques…?

-¡No puedo volver!- le interrumpió halándose los cabellos hacia abajo con un gesto de profunda preocupación acuclillándose al suelo, mirando a los demás desde abajo con ojos aguados -. No puedo. No después de lo que hice allá. ¡No tengo cara! Bueno…tengo cara… ¡Pero saben a lo que me refiero!

-Espera- interrumpió Moon White, pensativo -. Sólo…un momento…- decía mirando concentrado en Sonata. -. Tú…¡Rayos, Sonata!

-¡¿Qué?!

-¡Tienes magia! ¡Recuperaste tu magia! ¡Cambió!

-Sí, sí, sí- afirmaba en lo que decía.

-Es decir que nunca la perdiste del todo…despertó ante el perdón y cambió positivamente. Se mutó a su portador. Entonces quiere decir que las otras dos sirenas andan por allí con su magia dormida.

-¿Y crees que despierte de nuevo?- preguntó Rarity.

-Pues es probable. En cualquier momento. Pero no sé si sería negativa o positiva en el caso de Sonata- miró a la exsirena, quien se halló seria pensando en todo lo que escuchaba mientras volvía ponerse en pie. -. Dices que no las vuelto a ver desde esa vez que te golpearon y echaron a la calle.

-No…

-Sonata… ¿No has pensado volver a verlas?

-Mucho- sinceró con el rostro suavizado -. Todos los días. Siempre las pienso y esperaba entender mi magia para poder ayudarlas. Por eso le dije a Pinkie Pie mi plan una vez que supe lo que podía hacer con mi magia.

-¿Plan?- preguntó él y como el resto de Las Rainbooms, miró curioso a Pinkie Pie.

-Pues- decía la rosada –Sonata me pidió acompañarla donde podrían estar Aria y Adagio, para quitarles su energía negativa y así ayudarlas- curvó las cejas, compartiendo una mirada preocupada con Sonata, pues no sabrían si en verdad las encontrarían. Sin su magia, su cuerpo era débil, como se puso Sonata antes de ser hallad por Las Rainbooms.

-Rain Shinning también irá conmigo- agregó Sonata desviando la mirada Pinkie para ver al resto -. Él sabe todo sobre mí y aceptó ayudarme para servir de ejemplo del antes y después.

-¿En serio crees que te van a escuchar?- preguntó Rainbow Dash con ceño fruncido y se cruzó de brazos -. Lamento ser la aguafiestas pero dudo mucho que ellas accedan a que las cambies.

-Podría intentarlo.

-¿Y arriesgarte a que abusen de ti de nuevo? Podrían mentirte, engañarte, y tienes un buen corazón, Sonata, pero…eres ingenua.

Sonata le frunció el ceño, ofendida.

-No lo soy. Sé que puedo con esto. He leído y platicado mucho en la Casa Hogar y este mundo necesita mucho de personas que busquen ayudar a aquellos que van por mal camino. Personas valientes al cambio y yo seré una. Y si mi magia me permite convertir a las personas en mejores, lo haré.

-¿Y si ellas no quieren?- preguntó Rainbow -. Pueden elegir entre el bien y el mal. ¿Si eligen maldad, de todos modos las erradicarás en contra de su voluntad?

Sonata le mantuvo la mirada seria y con ceño, para mover un poco la cabeza a un lado, apretando los puños.

-Daría todo por limpiar el mundo. Me lo agradecerán.

-Igual no hay opción-dijo Moon White -. Si Sonata puede limpiar su magia oscura dormida antes de que despierte por la negatividad, sabremos que puede ayudar a Sunset.

-Pero… ¿Tendría que ir a Equestria?- dudó Sonata curvando las cejas.

-No necesariamente- dijo Trixie suspirando resignada y miró a un lado, triste -. Iba a ser una sorpresa pero…Sunset Shimmer y Twilight Sparkle vendrán al baile.

-…- callaron todas para sonreírse anchamente y lanzar un solo grito de alegría, ganándose una mirada fastidiada de Moon White que se tapó los oídos ante el repentino festejo.

-¡Qué emoción, qué emoción, qué emoción!- exclamó Rainbow Dash presionándose los cachetes dando brinquitos para mirar las caras divertidas de las demás por su reacción. Ella aclaró la garganta, irguiéndose -. Quiero decir. Oh, qué bien, 20% más genial- la quiso acomodar pero se sonrió anchamente con las demás.

-¿En serio la traerá al baile?- dudó Moon White torciendo la boca para ponerse serio, con un ceño-. No estoy de acuerdo. No creo que sea buena idea- sentenció.

-¡Aish, ya tardabas!- se quejó Trixie con mala cara.

-¿Tardaba? ¿Qué dices si te digo que Sunset casi se transforma y atacó tu contraparte pony?

-¿Qué? No…- dijo sin terminar la oración, sacudiendo la cabeza, sin saber muy bien cómo reaccionar. Las demás arrugaron la frente, mal sorprendidas.

-¿Eso pasó?- preguntó Applejack con una sombra de preocupación en su rostro.

-Me temo que sí- le contestó, mirando los rostros preocupados y tristes de las amigas que había hecho Sunset aquí. Suspiró apoyándose de espaldas al pared y miró a Sonata -. Tienes hasta la noche de mañana para ir con las dos sirenas y ver si puedes cambiar su magia.

-Sí- asintió con firmeza.

-Y sigues contando conmigo- le sonrió Pinkie Pie a Sonata, apoyando una mano sobre su hombro. La joven suavizó una sonrisa para verla y ambas se intercambiaron una misma alegre expresión en el rostro.

-Bueno…terminemos el recorrido- avisó Moon White después de ese paréntesis que aprovechó para descansar y comenzó a caminar del otro lado de la escuela -. Rayos…es muy grande y pareciera pequeña- comentó, maquinando sus pensamientos y resistiendo su cuerpo cansado.

Su teoría era, que la magia extraída de la corona, estaba circulando en el ambiente de la escuela, que se contenía en ella tomándola como su contenedor. Y aunque sonara masoquista, entre peor se sentía, mejor, porque así sabría por dónde transita y si existiera algún punto ciego en el que no, probar por qué en ese sitio era la excepción. Además, si la magia le afectaba el cuerpo, eso quería decir que de algún modo, también lo haría con quienes pasan desenvolviéndose a diario en la escuela. ¿Eso traería consecuencias después? ¿Mutarían de la magia y despertarían como el caso de Trixie Lulamoon? ¿Qué si se guarda dentro de ellos hasta que algo se los haga despertar? Un momento… ¿No es eso entonces lo que necesitan Las Rainbooms?

Cuando empezaba a sentir las piernas entorpecidas, se detuvo. Cerró los ojos, pegándose a la pared, de vuelta en la planta baja y se dejó resbalar para sentarse en el suelo y sujetarse la cabeza.

-Dulzura, ¿Estás bien?- preguntó Applejack acuclillándose a su nivel.

-Hay demasiada magia aquí- exclamó ignorando su pregunta y mirarlas. -. Sinceramente creo, que no son las únicas con magia dormida.

-Pero…

-La prueba es Trixie- dijo mirando a la ilusionista -. La tuvo y despertó. La magia deambula activa como energía por la escuela y eso podría haber afectado a algunos alumnos, o maestros, o a todos, no lo sé, pero las probabilidades son altas.

-¿Entonces tu teoría que despertará en la ciudad…?- decía Fluttershy.

-Si la magia está estancada aquí…dudo si en la ciudad, pero sí en aquellos que han estado muy de cerca con esta magia- suspiró pensativo, cerrando los ojos y apoyando la cabeza dejándola en alta -. Esta magia es una neófita y se está adaptando con lo que encuentre, muy susceptible al cambio. Sin embargo, si se queda aquí, es porque algo de esta escuela la mantiene porque si no, se habría extendido fuera de esta y no es así. Podrían ser ustedes- abrió los ojos mirándolas pero concentrado más en lo que pensaba -. Me pregunto qué diría Twilight.

-Bueno, de seguro hablaría de la amistad- dijo Sonata encogiéndose de hombros y Moon White la miró por lo que dijo, abriendo bastante los ojos y sonreía lentamente ante la brillante sensación de una idea.

-Amistad… ¿Eso? ¿Podría ser?- se decía -. Es probable. Yo mismo he visto ese compañerismo y unión de los alumnos. Whooves me platicó que desde la llegada de Twilight han mantenido la enseñanza de la amistad. Antes estaban divididos y muy independientes hasta ser egoístas, pero eso cambió rotundamente y para esto la magia llegó de la corona.

-Entonces…-decía Pinkie Pie aun sin entender por dónde iba.

-La amistad de los alumnos es lo que mantiene la magia aquí- concluyó la idea e hizo el ademán de ponerse en pie, siendo Fluttershy y Applejack que le dieran cada una la mano para ayudarlo a levantarse -. Ese ambiente de armonía es un magnetismo para la magia…pues proviene de la magia de la amistad que emanaron ustedes una vez que se activó la corona.

-Eso…tiene sentido…- pensó Applejack.

-Lo tiene- se sonrió él, orgulloso -. Por eso la magia de aquí y despertó en Trixie. Cuando…-borró la sonrisa para mirar a la mencionada -…te reconciliaste con Sunset.

-Es y siempre ha sido la magia de la amistad- le dijo ella.

Aunque se había aclarado mejor las cosas, aún faltaban detalles a entender, como el descubrir la forma para despertar de nuevo la magia de Las Rainbooms, si aún tendría que ver la probabilidad de existencia de un elemento en Trixie porque ha sido la única que ha podido obtener del todo la magia en ella y el resto de alumnado no. Sonata Dusk probaría primero con Adagio y Aria erradicar su magia para la noche del baile hacerlo con Sunset Shimmer.

Pero Moon White ya tuvo suficiente de ese mundo por ahora. Mal resignado y con ganas de seguir explorando, se encaminaba hacia el portal tras horas expuesto a esa magia.

-Debilucho- fue lo escuchó decir de esa voz rasposa de Rainbow Dash. Bajó las cejas torciendo la boca mientras continuaba forzando en ese andar lerdo -. ¿Un recorrido en toda la escuela y ya te arrastras? Pffff.

-No sabes lo que dices, niña- refunfuñó entredientes llegando a la base de la estatua y mirarlas -. Como sea. Mañana…

-¡Nooooo!- gritaron todas en coro, haciéndolo de nuevo fruncir el ceño con fastidio y taparse los oídos.

-¡Mañana es el baile!- chilló Pinkie Pie -. ¿No podemos tomarnos un día libre de ti?

-También las quiero- exclamó con voz amarga de sarcasmo levantándole la ceja.

-A lo que Pinkie Pie se refiere a que mañana estaremos…ocupadas- explicó Trixie con mirada cómplice a las demás.

-¿Ah sí?- dudó Rainbow -. ¿Cómo qué?

-Ya sabes, querida. Vestidos, ir al Salón, y cosas así- respondió Rarity enseguida.

-¿Pero por…?

-¡Deja de hacer preguntas!- gritó Pinkie Pie sacudiéndola para lanzarla a un lado que Rarity debió agarrarla o sino salía dispara por allí, para después sonreírle a Moon White anchamente -. Entonces mañana día libre.

-Ah…okey…hasta el domin…

-¡Nooooo!- chilló de nuevo Pinkie Pie con un puchero -. Cheese se va el domingo.

-¿Quién es ese?- dudó.

-¡Mi novio!

-El cual aun no has besado…-farfulló Rainbow y Pinkie la miró ceñuda.

-¡¿Tú que sabes?!

-Me lo dijiste esta mañana.

-Ah…cierto...

-¡¿El Lunes te parece?!- exclamó Moon White ya cansado e irritado. - ¡¿O tienes un bautizo, un matrimonio?!

-Ay, pero qué genio- se quejó ella -. Oki doki loki, el lunes.

-Bien. Hasta el lu…

-¡Nooooo!

-¡PINKIE!- reclamaron todas ya también irritadas.

-¡Es que cómo pude olvidarlo!- dijo ella dramatizando y se colocó junto a Moon White para señalarlo -. ¡Él es nuestro nuevo amigo!

-¿Ah sí?- dudó él manteniendo su rostro serio.

-¡Sí! ¡Así que puedes venir al baile también!- chilló emocionada soltando serpentinas y globos de la nada -. Habrá música, comida, amigos, ¡Y muchas sorpresas!- aspiró exageradamente de emoción y rodeó sus hombros con un brazo -. ¡Amo las sorpresas! ¿Qué dices?

-Wow, rayos, Pinkie- le dijo serenamente -. Me conmueves - y le suavizó una sonrisa con una mirada risueña, haciendo que ella se emocionaría por su reacción

-¿En serio?- anchó su sonrisa conteniendo emoción, preparada para estallar en celebración.

-Claro que…- decía, sólo para que manteniéndose en ese gesto, él apartara delicadamente su brazo de sus hombros y expandió la sonrisa para decir: -. No. Hasta el lunes- y se dio vuelta cruzando el portal con toda tranquilidad, dejando algo schockeada a la rosada.

-¿NO?- reclamó Pinkie Pie y hundió su rostro al portal y gritó:-. ¡¿POR QUÉ NO?! ¡Y ESO FUE EDUCADAMENTE SARCÁSTICO!

-¡Pinkie, sal de allí!- reclamó Applejack y la haló fuera de portal que en pocos segundos se cerró mientras Rainbow Dash se reía de la situación.

-Y qué pregunta. Obvio que no vendría- exclamó Trixie cruzándose de brazos mirando el rostro mareado de Pinkie por haber metido su cara al portal -. Porque vendrá Sunset y la detesta- agregó, mirando la base de la estatua. -. Pues él tampoco es mi persona favorita.

Twilight no podía dejar de ver su reflejo.

Celestia hace rato había abandonado su cuarto y quiso estar sola para pensar algunas cosas, recordando lo imposible que le fue ponerse tan firme con Sunset, pero sin embargo, le dijo lo que le tenía que decir.

"-¡¿Me vas a dar la espalda?!- fue lo que preguntó Sunset manteniendo la boca abierta y cejas profundamente curvadas -. ¡¿Finalmente te diste por vencida conmigo?!- reclamó entre la discusión que habían mantenido.

-Sunset, por favor…no…- suplicó acercándose al lado de la cama donde estaba la unicornio acostada. -. Entiéndelo. Es por tu bien. Luna es la princesa adecuada para ayudarte- trató de sonreírle para darle seguridad -. Dale la oportunidad.

-¿Y tú?- preguntó ciertamente avergonzada, tomándole un casco.

Twilight le vio el rostro muy quebrado, cansado y perdido, ya sin ganas de seguir discutiendo. Sentía como el corazón le ardía, conmovido, al igual que sus ojos.

-Yo…soy tu amiga, Sunset. Jamás te daré la espalda. Jamás me daré por vencida contigo- y esta vez sonrió con más convencimiento -. Jamás dejarás de ser la Sunset Shimmer que me extendió la mano al atravesar el portal por segunda vez.

-Twilight…- jadeó para halarla a ella y abrazarla, agarrándola fuerte con sus cascos temblorosos, como si temiera…soltarse. Y Twilight la abrazó más fuerte, porque no fue capaz de decirle toda noticia completa. No le dijo que no podría ir al baile".

El sonido de una característica explosión le interrumpió el recuerdo, haciéndole fruncir el ceño para encontrarse con Discord pero en vez de él se encontró con…

-¿Moon White?- preguntó sorprendida al verlo tendido en el suelo. Al escucharla, él la miró para fruncir el ceño y gritar a la nada:

-¡Al menos déjame preparar para el aterrizaje!

-No me digas- sonrió ella acercándose mientras él se levantaba con las patas que le temblaban un poco, ella paró de golpe -. ¿Estás bien?

-Sólo estoy cansa…- decía para recién darse cuenta que aquella alicornio, usaba los accesorios reales y la corona. -. Rayos, Twilight…vestida así casi me haces sentir ganas de hacer una reverencia…

-Ah…-se le salió decir, sin saber si tomarlo para bien o para mal, pero él enseguida le suavizó un ceño con una sonrisa de lado.

-Dije "casi", no te emociones.

-No lo hice- se defendió con una sonrisa -. Discord volvía esperarte que regresaras al espejo, ¿no?

-En realidad cuando te fuiste esta mañana y regresé a casa, apareció quejándose que llevaba mucho de retraso- torció el gesto -. Se tomó muy en serio eso de teletransportarme.

-Se lo pidió Fluttershy. Por eso.

-Su amistad es rara- confió.

-Tú eres raro- se burló elevando la sonrisa.

-¿Lo dice la ponie que se…?- se interrumpió y ella arrugó la frente.

-¿Qué?

-Que se…- "enamoró de un humano", iba a decir pero…- …que se hace líos con tantas listas.

-¡No te metas con mis listas!- lo acusó -. ¿Y qué haces aquí?

-También me da gusto verte.

-¿Ah? ¡No, no! No quise…

-Estoy bromeando, Majestad- se burló con tranquilidad mientras se sentaba en el suelo con un suspiro -. Pues venía a reportar lo que he avanzado en el otro mundo…

-y yo debo decirte lo que he avanzado con lo de Sunset.

-Lo que me recuerda…¿Hablaste con la Princesa Celestia del Amuleto del Alicornio?

-Mmm- dudó en decir. Él dejó caer los hombros.

-No te lo dijo.

-No es eso. Me dijo que quería primero hablar con Trixie al respecto porque tendría que ver mucho en el caso de Sunset.

-¿Y? tú manejas el caso.

-…- curvó las cejas, triste -. Ya no.

-¿Cómo?- preguntó incrédulo.

-Sunset no está más bajo mi tutela. Celestia considera que no soy la Princesa adecuada y ahora Luna está a cargo de ella- confió dándose la vuelta hacia el espejo, para verse con aquellos accesorios que sentía que contrastaba con ella -. No puedo interferir. No puedo ayudarla- agregó desalentada profundizando sus cejas encorvadas, viendo cómo se acercaba el reflejo de Moon White y se quedaba al lado del suyo, con una cara en consuelo.

-Lo siento mucho, Twilight. Sé lo que significa para ti.

-Mucho- admitió para mirarlo -. Y lo que sepas del espejo…me temo que ya no irá directamente a mí.

-¿Qué?- dudó incrédulo dibujándole un ceño. -. Eso no tiene nada que ver con Sunset.

-Una de las razones por las que te dejé cruzar es para averiguar los cambios mágicos. Eso involucra a Sunset pues sus cambios resultaron en ese mundo.

Moon White mantuvo el ceño, mal resignado, pensando que sí tendría que ver con Sunset si Sonata Dusk probaría suerte si podía deshacerse de esa oscuridad.

-Twilight…

-Lo que sepas, deberás decírselo a Luna- le interrumpió.

-No voy a decirle nada- replicó serio -. A quien le di mi palabra, fue a ti, no a ella. Tú me encomendaste esta misión, es a ti quien te lo diré. No se lo diré a la Princesa Luna o cualquier otro pony. Es una estupidez hacerte a un lado en este Caso después de todo lo que has hecho.

-Pero aún sigo siendo una novata, Moon White. Aún se me van de los cascos algunas cosas que debo corregir e interfiere con mi trabajo.

-¿Cómo qué?

-Como mis sentimientos- contestó y él deshizo el ceño, contemplándola. Ella suspiró -. Además, regresaré a Ponyville con las demás.

-¿Te vas?- preguntó levantando ambas cejas en asombro -. ¿Ya?

-Algún día de todos modos me iría, ¿no crees?

-Sí, lo sé…- suspiró para mirar su reflejo. -. Entonces… ¿cuándo te vas?

-Mañana al mediodía-contestó arrugando la frente y torciendo el gesto, porque antes de irse, tendría que romperle el último rayo de esperanza a Sunset con que no podría ir al mundo humano.

-Pues…yo mañana no cruzaré el espejo. Por ese baile que habrá.

-Ah. Claro, claro.

-Sí…

-Ajám.

-…

-…

Ambos enmudecieron, con un raro silencio que por alguna razón, daba una sensación sensible en la piel y agudizara los sentidos. Miraban los reflejos, pero se tentaron en chocarse con las miradas. Ella lo vio ensimismado, con un algo en sus ojos grisáceos, suaves pero firmes a la vez viendo los de ellas, que estaban muy abiertos, curiosos, hasta como aguardando algo, expectantes en tratar de leer aquellos que le miraban.

Tenía esa sensación que recorre todo el cuerpo cuando presientes una acción a ejecutar del otro, y esta vez, tenía el presentimiento de que iba a hablar. Y no hacía falta tener un Pinkie Sentido. Era algo ya de muy adentro que no lograba entender del todo.

-¿Twilight?- la llamó con suavidad casi arrastrando su nombre, desviando la mirada de los reflejos para verla directamente. Ella le dio la cara, intrigada de verle esa expresión en el rostro que al final, se vio resignado y dio dos pasos para romper un poco la distancia y preguntar con toda la firmeza que pudo antes de que los nervios lo traicionaran: -. Antes de que te vayas... ¿Quieres…salir conmigo?

XDDD

¡LO SÉ, LO SÉ! Ok, ok, ok, va.

Antes que nada…¡Sorry por no publicar el viernes pasado! T.T pero ando a full y creo, creo, que el próximo viernes no podré actualizar :/ pero trabajo es trabajo. Sin embargo no se preocupen, que NO voy a abandonar la historia. Saben lo comprometida que estoy con este fanfic y no me perdonaría dejarlo inconcluso.

¡Y Ah! ¡Ya rebasamos los cien reviews! ¡Yay! xD ¿Debería hacer algo para celebrarlo? Mmm, ¿Qué dicen? El viernes próximo como no publicaré capítulo, podría sorprenderlos con algo para compensar… xD

So…

Aún hay problemas en el paraíso de Cherry y Bonbon.

¡Sonata se reencontrará con Adagio y Aria! :00

¿Qué les pareció el encuentro de Flash Sentry y Moon White?

¿Las cosas solo empeoran con Sunset?

¿Están de acuerdo con la posición de Celestia?

¡Demasiadas cosas a suceder el día del baile! xDD Y sobre la edad de Twilight...es la que supuse pues desde el primer cap se ve que aun anda de estudiante, hasta aun encontrándose con sus viejas amigas, bueno, así considero yo, y ha pasado un poco más de uño y le calculé diecinueve, camino a los veinte xP

Gracias por leer, dejen review, pasen un fin de semana increíble y no hagan lo que yo no haría y si lo hacen, ¡inviten!(?

¡Sunny Honey, fuera!

Next Chapter: Especial Estimated time remaining: 0 Minutes
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