La Redención de Twilight
Chapter 42: La mejor ofensiva es la def
Previous Chapter Next Chapter—¿Ni siquiera te vas a rendir? Aunque peles contra alguno de los ponis, ellos te derrotaran en el estado que estas. —Discord trataba bajo todos los medios tratar de convencerlo que esa pelea tuviera fin en ese momento.
—Ante ti, no. —Se rio. —Y aunque esta vez ganaste, no sirvió de nada, Impostor.
Apretó mucho los dientes para contener su enojo creciente en su interior y para evitar matar al dragón en ese momento, probablemente si lo hacia los demás dragones les caerían encima para matarlos y no estaban en posición de nada.
—¿Por qué esa cara larga?
—Porque no entiendo para que aceptaste pelear conmigo arriesgándote a quedar así de mal si esta pelea no contaba para nada. —Hizo una pausa. —Soy el que mejor sabe sobre cosas que se hacen sin sentido alguno, pero lo tuyo no lo comprendo.
Odahviing volvió a reír, pero se vio interrumpido por un quejido de dolor que le subió por el pecho cuando se incorporó, algunos dragones hicieron ademan de acercarse pero este con un ademan les pidió que se fueran. Miro al draconequus con total tranquilidad y algo divertido.
—Te dije que quería probar mis habilidades. —Tosió un poco mientras trataba de quitarse un pedazo de obsidiana que se le habia encajado en el lomo, hizo un gesto de dolor y desagrado al ver la sangre salir de su cuerpo. —Dime, Impostor ¿Cuándo iba tener la oportunidad de pelear contra ti si no era así?
—Me subestimaste.
—Si lo hice. —Volvió a toser. —Pero ahora sé que de tus amigos no puedo esperar gran cosa, se nota que fuera de Piasa tú eras su arma secreta.
Discord tuvo que contener una sonrisa, el dragón estúpido ni siquiera sabía lo que estaba diciendo. Miro en la dirección de Twilight y los demás, se preguntó de quien era su turno pelear una pregunta que se respondió casi sola, era casi obvio que Twilight sería la elegida para el siguiente combate.
La idea no le agrado, no quería exponerla así pero por otro lado, Grey Light ni siquiera era capaz de nada en el estado en el cual se encontraba su cuerno. No le cabía duda que Twilight habia sido muy poderosa en su momento y que la Reina también lo habia sido pero ¿La alicornio aun segura siendo igual de diestra con su magia que años atrás?
No recordaba haberla visto practicar mucho después de haberse ido de Equestria y tal vez sus poderes se encontraban algo oxidados… Pero ella era una alicornio, por lo menos su magia era el doble que el de un unicornio habilidoso. Eso lo hizo dudar ¿Qué tal que Odahviing le decía lo mismo que a él? ¿Qué el combate era invalido por su condición de alicornio?
—Entonces supongo que mejor me retiro. —Discord soltó un suspiro. —Yo les diré y decidiremos quien pelea.
—Claro, si no te molesta, esperare aquí. No creo que moverme ayude mucho… —Murmuro mientras se dejaba caer con pesadez en el suelo.
Entro nuevamente a la jaula para aparentar que Odahviing aun tenía algo de control sobre la situación aunque si necesitaban de alguna forma salir de ahí aunque fuera de una inadecuada lo haría sin pensarlo dos veces.
—Resulta que…
—El combate era inválido. —Completo Grey Light que lo miraba enojado.
—¿Alcanzaron a escuchar desde aquí?
—Piasa nos explicó cuando se empezaron a pelear. —Celestia lo veia entre triste y decepcionada. —Lo siento mucho Cord, fue una treta muy mala la que te acaban de jugar.
—Los dragones son conocidos por eso. —El unicornio se sentó y desvió la mira hacia el suelo. —Por algo les insistí en que guardaran sus poderes.
—Bueno, pero ya paso. —Discord volteo los ojos, tampoco estaba contento con la situación, pero aun así iba a tratar de remediarlo. —Aún nos quedan dos combates y lo deje bastante mal.
—Creo que es obvio que voy a tener que pelear yo. —Light lo miro enojado.
—¿Cómo piensas pelear si ni siquiera tienes tu cuerno?
—¡Si dejas que Twi vaya a pelear la pelea va a resultar invalida igual! —Hizo una pausa y bajo la voz. —Ella no es un poni común y corriente…
—¿Cómo que no es una poni común? —Piasa estaba atento a su charla y los miro confundido.
—¿No se lo dijeron? —Pregunto Celestia, los demás negaron con la cabeza a lo que ella se rio. —No me sorprende. —Miro al dragón. —Querido amigo, todo este tiempo estuviste tratando con la princesa Twilight Sparkle. Otra alicornio.
Piasa abrió mucho los ojos y no pudo evitar soltar una carcajada que Odahviing no vio por estar distraído hablando con otros de sus subordinados.
—Vaya, parece que ninguno de ustedes parecía ser lo que eran. —Miro al unicornio. — ¿Y qué? ¿Tú eres un lobo?
—Me temo que soy el único normal entre mis compañeros. De haber sido un lobo tu fuego no me hubiera quemado tanto. —Respondió el aludido con el ceño fruncido.
—Pero es un poni no menciono nada de alicornios…
—No menciono nada de que el combate contra ti seria invalido y mira lo que paso.
Discord bajo las orejas, en eso si tenía razón el unicornio.
—Soy el único que queda…
—Mi pequeño poni Grey Light. —Lo llamo la alicornio blanca.
— ¿Qué pasa Majestad?
—Es una decisión noble la que estas tomando, pero también algo casi suicida.
—Pero Majestad…
—Odahviing jamás ha peleado contra un alicornio o un poni normal, por lo que mientras Twilight tenga el hechizo de ilusión no se dará cuenta de que es una alicornio. Y estoy segura que eso ya lo sabias. —Su interlocutor se ruborizo y desvió la mirada. —¿No será que más bien lo que quieres hacer es proteger a mi querida alumna?
Sintió como el rojo de las mejillas le subía por todo el rostro lo cual hizo reír a la princesa. La poni color lavanda que hasta el momento se habia quedado al margen de la conversación se acercó hasta Grey Light, le toco el hombro lo cual hizo que el volteara.
—¿Es eso en serio, Grey?
Celestia le indico a Discord con una seña que los dejara solos durante un momento y le pidió que llegara donde ella estaba lo cual él obedeció casi al instante. No estaban muy lejos de los dos ponis pero si lo suficiente para darles un poco de privacidad y no escuchar su charla.
—Amigo mío ¿Por qué no me dijiste de lo que esos dos tienen?
El aludido la miro sin comprender.
—¿Qué tienen de qué?
—¿Es en serio? Míralos. —Los miraron durante un segundo, era como si los dos estuvieran discutiendo en un lugar muy lejos de ahí. —¿Qué no vez que hay un sentimiento ahí más allá de una amistad?
Discord dio un respingo y se puso analizar los últimos días de su viaje desde que habían salido del Bosque Maldito ya viéndolo todo en retrospectiva, todo tenía sentido.
—Tiene lógica… ¿Me creerás que no me habia dado cuenta?
Rio y asintió.
—No me preocuparía tanto Cord, se nota que ellos apenas están dándose cuenta de que ese sentimiento también existe. —Volvió a reír. —Además siempre has sido algo despistado para esos detalles.
Se ruborizo ante ese comentario lo cual hizo que la risa de Celestia se intensificará.
—No es divertido, Tia. —Murmuro sintiendo como el rubor le subía por las mejillas.
—Sí que lo es. —Se inclinó un poco y le dio un beso en la mejilla lo cual hizo que se pusiera aún más rojo, casi hasta el cuello. —Eso es lo que me gusta de ti, siempre eres gracioso.
—Lo que sea. —Trato de calmarse. —¿No es curiosa las vueltas que dan la vida? Grey Light perdió a su familia por culpa de la Reina… Y ahora está enamorado de la que alguna vez fue ella.
—¿No es curiosa como las fuerzas de la armonía y del caos también se llevan bien a pesar de sus diferencias? —Respondió la alicornio. —Es lo mismo Discord.
—Twi, por favor no hagas esto. —Pidió Light. —Si algo te llega a pasar…
—¿Qué me va a pasar? Mi magia es más fuerte que la tuya y estas lastimado.
—Prometí protegerte, después de que casi… —Hizo una pausa. —Y es una promesa que pienso cumplir.
— ¿Y eso implica ponerte a ti en riesgo?
—Yo no importo. —Cerró los ojos.
—Si es por la princesa…
—No es por ella. —Suspiro y la miro a los ojos. —Ya te lo dije, eres imperante.
—También tú lo eres para mí, por eso no puedo dejar que hagas la locura que quieres hacer.
—Twilight. —Interrumpió el unicornio, estaba muy serio. —Mira, lo que pasa… —Volvió a suspirar. —Ya perdí a muchos que quería y amaba en el pasado sin poder hacer nada para cambiarlo o protegerlos… Si algo te llega a pasar a ti, no podría perdonármelo. Sobre todo porque sé que puedo hacer algo para evitar que te expongas.
Twilight se le acerco, él no la vio por tener los ojos cerrados lo cual hizo que fuera más sencillo para ella dar ese paso. Le dio un beso en la mejilla lo cual hizo que él se ruborizara casi al instante y se llevó un casco a la mejilla en donde los labios de la alicornio lo habían tocado.
—Tranquilo, Grey. —Le sonrió. —A veces, pelear no es la mejor solución y hay que buscar otras alternativas.
— ¿Qué planeas hacer? —Pregunto con la voz en un hilo, un mar de emociones estaba creciendo en su interior.
—Ya verás.
Volteo a ver a su maestra y al draconequus. Ambos se limitaron a asentir, tomo aire y camino hacia la salida de la jaula, los dos dragones que la custodiaban la miraron y le abrieron. Camino de forma decidida hacia Odahviing que la veia atentamente.
—Espero que tú no salgas con otra cosa rara como tu amigo. —Rio un poco hasta que un tosido lo interrumpió.
—Creo que si tengo una sorpresa, pero no de lo que u te esperas.
El dragón levanto una ceja sin comprender. Twilight tomo aire de nuevo.
—Mi nombre es Twilight, y antes de venir Piasa nos contó un poco de su rivalidad.
— ¿Asi? ¿Qué tanto te dijo?
—Que el mato a tu descendencia. —Lo miro seria. —He leído de dragones, sé que si su primera camada de huevos no sale ninguno vivo sea por causas naturales o provocadas hace que los padres de dichos huevos no tengan probabilidades para tener descendencia.
Frunció el entrecejo y agradeció que ninguno de sus muchachos estuviera cerca para escucharlo, sabía que era verdad lo que estaba diciendo esa poni, pero no le agradaba en lo más mínimo.
—Bien, sabes algo de nuestra biología ¿Y eso que?
—Que tu descendencia no desapareció, Odahviing. —Antes de que el dragón pudiera preguntar algo, proyecto una imagen con ayuda del huevo de Spike cuando lo eclosiono y del pequeño bebe dragón que estaba en su interior.
No le cabía menor duda que ese dragoncito era un Prona solo faltaba ver su color de escamas y del huevo. Odahviing sintió como un mar de emociones lo golpeaba ante la imagen del pequeño bebe que lo miraba desde la imagen proyectada de Twilight, confusión, ira, gratitud, felicidad… La volteo a ver.
— ¿Cómo es que? —La miro enojado. — ¿Quién eres?
—Eso no es lo importante. —Hizo una pausa y quito la proyección para decepción del dragón. —Es obvio que quieres saber más de él y como sé que sigue vivo, pero para saber las respuestas tienes que rendirte.
Soltó una sonora carcajada y la miro divertido.
— ¿Por qué tendría que rendirme? Puedo ganar la pelea y sacarte la información que yo quiera.
—En eso te equivocas. —Sonrió. —Si yo gano, me llevo mi información, de igual forma si pierdo. Los unicornios podemos hacernos hechizos a nosotros mismos para borrarnos la memoria, aunque me torturaras esa información jamás la podrías sacar. Asi que tú decides. Ríndete, o peleamos y pierdas tu oportunidad.
Se sintió con las manos atadas, por primera vez en años sintió como no era fuño de la situación. Sospeso las dos opciones ¿Qué era lo menos mal? ¿Qué lo dejaría menos mal enfrente de su clan? ¿Se podía arriesgar a perder esa oportunidad de ver y de oír algo sobre su descendencia que hasta ese momento pensó extinta?
Rio un poco.
—Eres astuta, poni. Te reconoceré eso. —Suspiro. — ¿Responderás a todas mis preguntas sobre él?
—Lo hare.
—En ese caso… —Tomo aire. —Me rindo. Ustedes ganan.