La Redención de Twilight
Chapter 21: La terrible verdad
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La Capital en días de ventisca fuerte desde lejos se veia como un montón de montañas pequeñas agrupadas unas contra otras en medio de un valle a mitad de la nada. Pero en días claros la ciudad resplandecía con alegría debido al sol, al ser las construcciones hechas meramente de hielo y nada más, la luz se reflejaba y bañaba a todos los viajeros y lobos que entraban en ella.
A casi todos los forasteros que llegaban a Kaoru les parecía fascinante la estructura de las casas y edificios de los lobos y admiraban como era que habían aprendido a moldear el hielo para crear tales edificaciones tan grandes y altas. En tiempos anteriores a la Reina, los ponis más aguerridos y que querían aprender sobre arquitectura, habían llegado a Kaoru con la esperanza de aprender a usar ese hielo.
Otras especies les habían preguntado a las manadas cual era la razón de que el material sobreviviera tan bien sin derretirse, incluso en el verano. Sin embargo, los lobos al ser tan reservados, nunca daban una respuesta clara.
La verdad era, que gracias a Discord, muchos años atrás, Quebec y algunos otros lobos aprendieron que el hielo de Kaoru no era solo simple hielo, si no que contaba con ciertas cosas características que lo hacían mucho más resistente al calor, a los temblores y en invierno conservaba muy bien el calor adentro de él, sin derretirse por alguna fogata, además que no ere resbaladizo.
Sin embargo, muchos años pasaron antes de que se usara en la creación de edificios. La única y última foto que habia visto Twilight sobre la ciudad, era de unas cuantas cabañas medio hundidas en la nieve, mientras que en los recuerdos del draconequus, tan solo habia unas cuantas casas de campaña y una hoguera apenas lo suficientemente grande como para derretir nieve para hacer agua.
Viajeros anteriores a ellos se referían a la ciudad como "la Belleza Helada"
No les quedo la más remota duda de porque le decían así. Llegaron en la noche, mientras la aurora aun resplandecía arriba de ellos, y esta atravesaba la ciudad por en medio y la envolvía, como si le estuviera protegiendo de algo.
El hielo hacia resplandecer la luz que se refractaba haciendo que hubiera destellos de distintos colores que les dieron la bienvenida de buena gana y de forma casi cálida. Los cuatro viajeros (A excepción de Grey Light que ya habia visto la ciudad con anterioridad) contuvieron el aliento, y miraron sin poder apartar la mirada del espectáculo, si poder dar crédito de lo que veían sus ojos.
Estaban todavía unos cuantos kilómetros de distancia de la ciudad, aunque el camino para llegar a ella se veia mucho más sencillo, ya que estaban en la cima de una pequeña montaña, todo lo que tenían que hacer era bajar con cuidado. Light jamás hubiera pensado en usar ese camino para llegar a la Capital y sospecho que el Alfa lo habia hecho así para que la vista de la ciudad fuera más impresionante.
Quebec los volteo a ver con orgullo, para ver sus reacciones y sus facciones faciales.
-Impresionante ¿No es así?
-Es… Increíble… -Murmuro el hibrido, sin apartar la mirada de la ciudad.
La alicornio no dijo nada, aunque a su mente casi en seguida llego el recuerdo del Imperio de Cristal, solo que por alguna razón, esos edificios a pesar de verse más rústicos y menos estilizados, eran mucho más bonitos que algunos que habia visto con anterioridad en el Imperio.
Al recordar el Imperio, se acordó de su hermano. No lo habia ni visto después del día que anuncio su exilio, él y Cadence habían tenido que volver casi en seguida a su reino para hacerse cargo de su pueblo y todo lo que conllevaba que la Reina ya no existiera.
Deseo por un momento, haber hecho una parada en el Imperio antes de que Spike los dejara en la Pradera. Sentía que habían pasado años desde aquel día y por primera vez en todo ese tiempo, añoro a sus amigas, a su familia y a su hogar.
-¿Estás bien, Twi? -Le pregunto el unicornio preocupado al ver su cara de pocos amigos.
-Si… -Respondió de forma desanimada la poni color lavanda. -Solo… Estaba pensando en mi hermano… Es todo.
-¿Todavía tienes familia en Equestria?
-Si… Y muchos buenos amigos. -Sonrió un poco, de forma triste. -Es que… Los echo de menos. De Shining… Ni siquiera me despedí antes de que viniéramos para acá.
-Pues… -Light pensó un poco y sonrió. -Más vale que encontremos rápido a Celestia para que lo vuelvas a ver rápido.
Twilight no pudo evitar sonreír. El optimismo de Grey Light era algo raro y diferente, y aunque a veces sus comentarios "alegres y para subir el ánimo" no era las más adecuadas, normalmente lograba saber que era lo que quería dar a entender el unicornio.
La ciudad tenía cinco edificios principales, uno al norte, otro al sur y uno al este y al oeste. El quinto estaba ubicado al centro de ambos y era más alto de todos, entre los cuatro edificios que marcaban los puntos cardinales habia una muralla que indicaba el lugar en donde empezaba la ciudad y además servía para frenar un poco las ventiscas.
Dentro de esas murallas y los cuatros edificios (Que los lobos llamaban Las Torres) habían edificaciones más pequeñas de cinco a seis pisos como máximos, al igual que casas, negocios y demás, en donde los pocos lobos sedentarios se quedaban a hacer algo de provecho para las demás manadas.
El edifico más grande era donde se trataban todos los problemas que se vivían entre todas las manadas y en do de se hospedaban todos los lobos que iban de visita al país, al mismo tiempo, era la casa del Macho Alfa, es decir de Quebec.
Discord no pudo evitar sonreír y se adelantó un poco para quedar a la altura del lobo.
-Impresionante lo que hiciste aquí, Quebec. -Le dijo, sin perder la sonrisa.
-Gracias, Discord.
-¿Cuánto tiempo les llevo hacer todo esto?
-Más del que me gustaría admitir. -Soltó un suspiro. -Los dioses saben los muchos líos en los que me metí con los demás alfas por hacer esto posible, pero al final, el resultado fue bueno.
Al draconequus se le ocurrieron miles de preguntas sobre como termino Quebec siendo el mayor alfa de todo Kaoru, pero supuso que aquel no era el mejor momento para que sus dudas fueran contestadas.
No tardaron mucho en llegar a la ciudad, las puertas de las murallas bajaron para dejarlos pasar y los forasteros miraron impresionados el tamaño de las Torres y las casas que también estaban hechas de hielo. El Alfa les ordenó a su manada que fueran al edificio central y se quedó con el hibrido, los dos ponis y con el espíritu del caos.
Los guio un poco por la ciudad y les dijo un poco de cómo se habían construido esas edificaciones, después los llevo a una pequeña posada que era atendida por un poni y les pago la estancia. Les indico donde eran sus habitaciones y cuando todos se fueron, retuvo por un momento a la alicornio.
-Princesa.
-¿Pasa algo Quebec?
-Nada, por el momento, su Alteza. -Indico el lobo, con amabilidad. -Solo espero que recuerde lo que le dije sobre sus compañeros de viaje. Si es que ellos quieren irse con usted y el espíritu del caos.
-No se me ha olvidado en lo absoluto, Quebec, se lo aseguro. -Lo miro desafiante. -Pero me imagino que algo mas querrá agregar ¿No es así?
-Asi es, princesa y me alegra que pueda darse cuenta de esas cosas. -Asintió. -Quiero que quede bien claro, que mi amabilidad y hospitalidad, se dio debido a las condiciones en las que los encontramos, además que nos hicieron un gran favor a mí y a mi gente al deshacerse de Sharp. Sin embargo, usted esta cumpliendo con un castigo.
-Sí, eso lo sé muy bien ¿A qué quiere llegar con todo esto?
-A que usted y los demás tienen cuatro días para prepararse y ponerse en marcha de nuevo hacia donde sea que vayan para encontrar a la hermana de Luna. -Agacho las orejas apenado. Realmente Twilight no le desagradaba en los absoluto (A pesar de saber que habia sido la Reina) y tenían algunas ideas en lado cuales coincidían, pero se veia en la obligación de cumplir con las leyes de su gente y en los castigos. -Lo lamento mucho, pero así es como debe ser.
-No se preocupe, Quebec. Lo comprendo. -La alicornio suspiro.
-Si usted y los demás hubieran visitado la Capital en otras circunstancias, le aseguro que otra cosa hubiera sido.
-Lo sé, pero… No se puede cambiar lo que ya fue
-Nadie sabe las vueltas del destino, Alteza, tal vez, en un futuro, usted y yo nos veamos en mejores condiciones.
-Eso espero, Quebec, eso espero.
…
…..
…..
A diferencia de sus compañeros, Siahm fue invitado por el Alfa a quedarse con el resto de la su manda en el edificio central de la Capital, lo cual lo lleno de gozo. El resto de lobos lo recibió de buena manera, seguía las normas que le habia dicho que siguiera, ayudaba en lo que podía y además se sentía bien con el mismo.
Cada vez se convencía a si mismo que debía de quedarse ahí en Kaoru por un tiempo más. Los problemas que le esperaban en la Pradera y las cosas que habia hecho, parecían ser de menor importancia ahí, además que la nieve y el frio le ayudaba su mente a pensar más claro.
Quebec le dijo que el resto de sus compañeros se irían en cuatro días, a lo cual él puso cara de tristeza. Pregunto si se podría quedar más tiempo con ellos en la manada y el Alfa sonriendo le dijo que si era su deseo y ayudaba como lo habia estado haciendo hasta el momento, se podría quedar todo el tiempo que él quisiera.
Pasaron dos días antes de que Discord lo fuera a ver para preguntarle si quería algún tipo de equipo especial para lo que les quedaba de viaje.
-Nada de nada, amigo.
-¿En serio? ¿Ni comida? -Pregunto el espíritu del caos confundido
-No lo necesitare.
-¿Acaso los híbridos no comen?
-No es eso. -Se empezó a reír. -Querido amigo, yo no iré con ustedes.
-Oh. -El draconequus lo miro pensativo. -¿Te cansaste de nosotros?
-En lo absoluto, Discord. Simplemente… -Volteo a ver a su grupo de amigos lobos que estaban atrás de ellos. -Este lugar… Ellos…
-¿Te ayudan a tener la cabeza clara y a pensar? -Completo el aludido, a lo cual Siahm asintió. -Si… Ellos te hacen sentir así. -Rio un poco. -Entonces… Supongo que este es un adiós ¿No es así?
-Yo lo llamaría más bien un hasta pronto, estoy seguro que nos volveremos a ver en un futuro y en mejores circunstancias. -Se abrazaron. -No tengo ni cara para decírselo a Twi y a Light…
-No te preocupes, yo se los diré.
-Muchas gracias Discord. Que la Diosa los proteja. -Dicho esto se dio la vuelta y volvió con los lobos.
"Al menos a él no le vamos a tener que decir quiénes somos realmente" Pensó con alivio el draconequus mientras se retiraba del edificio central.
…
…
…
Grey Light recibió de mala gana la ayuda de algunos lobos de Quebec para saber en dónde comprar provisiones, ropa, un mapa, brújulas y demás cosas para todo lo que aún les faltaba recorrer, ya que todo lo habían perdido cuando volaron por los aires a Magia AC. Al ver el mapa y comparar mentalmente la ruta de viaje que tenía planeada con lo que llevaban recorrido se alegró de saber que iban a más de la mitad de camino para llegar a su destino final.
Si no hubiera sido por culpa de Sharp y todo el desvío que hicieron, estarían llegando al Bosque Maldito para ese momento. El unicornio soltó un suspiro mientras pensaba seriamente si debían o no pasar por ahí. En un principio le pareció buena idea, además que el pasar por ahí evitarían las zonas donde Grey recordaba que antes habia usado Sharp para contrabandear con ponis.
Ya habia pasado por el Bosque Maldito en un pasado, se habia ganado ese nombre, porque el lugar no seguía ningún tipo de orden en cuanto clima, se encontraba entre dos Kaoru y el mar, muchos viajeros decían que en ese bosque se podían oír fantasmas y espíritus, sin embargo, para Light eran simples patrañas.
Pero aunque no estuviera embrujado, era fácil perderse en el por lo frondoso que era y por las extrañas edificaciones en ruinas que habia alrededor.
Se llevó un casco a la barbilla, solo tenía esa noche para poner alguna ruta ya que a la mañana siguiente se irían. Irse por Kaoru era hacer mucho más rodeo, además que tendrían que hacer una pequeña escala en el país de los jaguares, lo cual podía ser muy peligroso y era un camino mucho más largo. Pero el Bosque Maldito solo tendría que cruzar del país de los lobos hacia este y atravesarlo.
En ese momento alguien toco a la puerta de su cuarto. Levanto la cabeza un poco, habia estado tan concentrado que sentía que lo acaban de despertar de algún sueño profundo. Cuando volvieron a tocar, sacudió la cabeza y fue a abrir. Se trataba de Twilight. Le sonrió un poco.
-Hola. -Dijo de forma tímida la poni color lavanda.
-Hola. -Respondió el unicornio. -¿Pasa algo?
-Me gustaría hablar contigo… Sobre algo importante. -Hizo una pausa. -¿Crees que pueda pasar?
-Claro. -Se quitó de la puerta
-Gracias.
La alicornio se sentía muy nerviosa ¿Cómo se suponía que debía de decirle quien era al unicornio? ¿De golpe? ¿O con suavidad? ¿Cómo se lo diría con suavidad? El corazón le latía con fuerza en el pecho. No quería decirle nada por un parte, no quería perder la confianza que Light le habia depositado a ella en su persona, pero por otro lado, ya sabía bien que no podía ocultarlo por más tiempo.
Grey le importaba lo suficiente como para ser sincera con él, aunque eso significara tener que poner su bienestar de lado.
Vio el mapa y las alforjas a medio a ser encima de la cama de él y lo volteo a ver.
-¿Interrumpí algo?
-No realmente. -Se encogió de hombros. -Estaba tratando de ver cuál era la mejor ruta para llegar a Drako.
-Lamento haber venido así sin avisar, te interrumpí estoy segura.
-No importa. -Le hizo una indicación a la poni para que se sentará con él una sillas que estaban al lado de la mesa. -De hecho me alegra que vinieras.
La alicornio se sonrojo.
-¿Por qué?
-Necesito ayuda para saber qué camino sería mejor. -De forma rápida, le explico la situación. -No sé qué camino sería bueno para llegar.
Twilight se quedó callada pensativa.
-Realmente no sé qué decirte. No conozco mucho esta parte del mundo. Ya ni se diga el país.
-Lo supuse. -Suspiro. -Supongo que solo quería que alguien me escuchara. -Se le quedo viendo. -¡Perdón! La que vino aquí a hablar de algo importante fuiste tú y acapare toda la atención.
-Me alegra ayudar, no te preocupes.
-Dime que era de lo que querías hablar.
Twilight tomo aire. Pensó de forma rápida como debería de decirles las cosas a Light. Suspiro.
-Creo… Creo… Que será mejor que lo veas. -Se levantó y se dirigió al pequeño balcón que habia en la habitación. -Ven, Grey.
El unicornio algo confundido, la siguió. La alicornio tomo aire y una vez que su amigo salió al balcón, ella se puso encima del barandal que separaba la habitación de una fea caída.
-Twi… ¿Qué estás haciendo? -Pregunto preocupado Light, mientras levantaba un casco con ademan de jalarla al suelo. -¡Te puedes caer!
-No tengas miedo. -Se quitó la capa y la dejo en suelo. -Confía en mí.
Dicho esto, se dejó caer en picada. Light corrió hacia el barandal, pero ya era demasiado tarde. Volteo a ver con apuro hacia abajo, pensando en que tal vez si no caía tan rápido, con su magia la podría sostener o hacer algún tipo de cama abajo para que no quedara hecha papilla contra el suelo.
Pero lo que vio, lo dejo sin habla. Twilight abrió los agujeros para las alas que ya le habia hecho al suéter que llevaba por debajo de la capa de viaje y las extendió justo antes de pegar en el suelo, retomo el vuelo y aleteo con sin mucho esfuerzo. Al ser el aire tan frio, se le facilitaba un poco más levantar el vuelo de nuevo. Dio unas cuantas vueltas por la ciudad, mientras trataba de calmarse para afrontar al unicornio.
Aterrizo delante de él, con cuidado y acomodándose la melena que se le habia despeinado un poco. Light la miraba sin creerse lo que acaba de ver, las alas las dejo extendidas, para que las pudiera ver bien.
-Es… ¿Algún hechizo? -Pregunto, con hilo de voz, se encontraba entre feliz, confundido y sorprendido.
-No, son reales.
-No puede ser… -Toco con cuidado, una, haciendo que un escalofrío le recorriera la espalada a Twilight. -¿Como…? ¿Cómo es que conseguiste esto? ¿En realidad eres una…?
-Soy una alicornio, sí.
-Pero… Solo lo miembros de la realeza son alicornios… -Algo en ese momento hizo clic en el cerebro del unicornio, al recordar como Quebec le habia dicho "princesa" a la poni. -A menos de que tú… Seas una princesa.
-Y lo soy. -Tomo aire y miro directamente a los ojos a Grey Light. -Yo soy Twilight Sparkle, princesa de la amistad.