La Redención de Twilight
Chapter 19: Viejos recuerdos y un problema
Previous Chapter Next ChapterDiscord decidio salir a dar una vuelta por el campamento de los lobos, recibió autorización de Reco, que hasta donde tenía entendido se trataba del beta de Quebec. Se transformó en poni por si acaso se encontraba con alguien que pudiera hacer correr el rumor de que se encontraba ahí.
Quería ver si los pocos amigos lobos que habia hecho tantos años atrás aún estaban vivos además de Quebec. Recordó esa época, no con nostalgia, pero si con agrado.
No habían sido sus mejores años, pero tampoco habían sido parte de su "época oscura" (Como él y Celestia le decían a la época de su vida que habia sido dedicada exclusivamente al caos) fue un tiempo intermedio, justo en la época en la cual fue en busca de quien era él y cuál era su tarea en ese mundo.
Fue poco después de la guerra que termino con los alicornios y dio lugar a las demás especies de ponis, Discord no tenía muy en claro de dónde habían salido los lobos, las cebras y demás habitantes del mundo, en alguna ocasión Night Traveler trato de explicarle, pero al no importarle suficiente el tema no retuvo la información.
Llego a Kaoru con la idea de pasar una buena temporada lejos de todo y de todos, pero en vez de eso, se encontró con los lobos, una raza recta y firme que se las ingeniaba para vivir en ese clima tan extremo de calor en verano y de frio en invierno. Convivio con ellos, hasta que su misma naturaleza lo llevo a alejarse de ellos y a tratar de cumplir su voluntad creando caos. Fue muy divertido, hasta que Luna fue a meter sus narices en sus asuntos.
Aun así, los meses que estuvo conviviendo con ellos y siendo parte de la mandada también le ayudaron para calmar un poco su rabia y rencor que guardaba hacia los demás.
Cuando conoció a Quebec, este no era ni a la mitad de grande y alto que era ahora, pero Kaoru tampoco ere nada parecida a lo que tenía enfrente. Las peleas entre manadas eran frecuentes a más no poder, la desorganización dentro de las mismas hacia que los integrantes menos resistentes murieran y las manadas más grandes y poderosas se guardaban para ellas mismas las presas y la carne sin compartirla.
Discord de alegraba de ver y de haber oído de la boca del Alfa que habia logrado unificar el país dentro de una manda gigantesca que él dirigía y al mismo tiempo esa manada gigante estaba dividida en varias mandas, de las cuales, todos los alfas estaban obligados a rendirle cuentas a él.
El espíritu del caos sabía muy bien que Quebec era muy buen líder, pensaba más en su gente que en el mismo, así que no le sorprendió cuando le dijo que las hambrunas eran cada vez menos frecuentes, al igual que el número de decesos cada año.
Maravillado vio la cueva, era una de las más grandes que habia visto jamás, pero no pudo evitar pensar en que tal vez, las estalactitas y las estalactitas se verían mejor con unos colores más vivos y se pusieran a bailar.
— ¡EY TU! —Grito una voz que estaba detrás de él. — ¿Qué haces rondando por aquí sin supervisión?
Sin comprender bien de quien se podía tratar, el draconequus se giró con una mueca de inocencia en el rostro.
— ¿Se refiere a mí? —Pregunto, como si no quisiera la cosa.
—Si a ti. —Respondió el lobo que lo estaba encarando, en ese momento su ceño fruncido cambio por una sonrisa. — ¿Qué haces rondando aquí, sin saludar, viejo amigo?
— ¿Disculpa? —Pregunto confundido el espíritu del caos.
—Vamos, Discord, podrás engañar a todos los ponis, pero no a los que te conocemos. —Se sentó y abrió las patas delanteras, como si lo invitara a abrazarlo. — ¡Soy yo, Tuper!
— ¿Tuper? —Mascullo, Discord, mientras su cerebro hacia clic y una serie de recuerdos pasaba por su mente de forma rápida, como si las hubiera vivido unos días atrás, en vez de milenios. — ¿En serio eres tú?
Lo abrazo y sintió como el lobo se reía al ver su expresión, cuando se separaron, el lobo se paró y le sonrió.
— ¡Claro que soy yo! ¿De quién más se trataría?
— ¡Por Equestria, Tuper! De haber sabido que estabas todavía aquí, habría venido más seguido. —Le sonrió a su vez también a su amigo. — ¿Cómo me descubriste, detrás de este disfraz?
—No hay ninguna criatura en ningún otro lugar que tenga el mismo olor que tú. —Respondió Tuper alegremente, mientras empezaban a caminar.
Discord lo observo, mientras comparaba a ese lobo enfrente de él con el amigo en su juventud que habia sido. Tuper seguía teniendo su tan característico color caramelo en el pelaje al igual que los ojos azules, pero era mucho más grande a como lo recordaba e incluso más musculoso, aunque en su cara se podían ver arrugas que antes no habían existido y parte del cuero del cuerpo le colgaba.
Habia sido uno de los pocos amigos que habia podido tener de verdad en ese lugar, además de Quebec, no le cabía le menor duda que el Discord que estaba en ese momento en un viaje para recuperar a Celestia y el que habia ido años atrás eran muy distintos.
Caminaron por el campamento, platicando sobre lo que les habia pasado durante tantos años, sus experiencia y sobre cosas que necesitaban ponerse al día. No tocaron el tema de la Guerra Oscura hasta el final.
—Pensé que esa bruja te habia hecho algo peor. —Exclamo Tuper, después de que Discord le contara sobre como habia perdido sus poderes.
—La Reina no era una bruja, era una alicornio que usaba magia negra.
—Por estos lares, así se les llama a las brujas ¿Sabes? —El lobo rio por lo bajo. — ¿Y ahora, como estas?
—Bastante bien, después de que la Reina desapareciera, mis poderes volvieron, como si jamás se hubieran ido. —Sonrió. —Aunque fue brutal.
—Veinte años de guerra. —Suspiro el amigo del draconequus.
—Pensé que los años no eran iguales para ustedes que viven más.
—En tiempos de guerra, el tiempo tiene el mismo significado para todos. Y veinte años, es demasiado para una guerra.
—Al menos ya termino… Pero a Equestria… —Discord suspiro. —Me temo que le falta mucho para recuperarse de todo lo que paso.
— ¿Todo cambio?
—Todo. Absolutamente todo. Empezando por Celestia.
— ¿Celestia? —Tuper lo volteo a ver intrigado. — ¿Ya lograste al fin decirle lo que sientes hacia ella?
Discord volteo a ver al suelo, tratando de pensé en una excusa para no responder o dar una evasiva a la pregunta que le acaba de realizar su amigo.
— ¡Discord! —Enfrente de ellos estaba Twilight, se veia agitada y exasperada. — ¡Gracias a Equestria que te encuentro!
— ¿Conoces a esa poni? —Pregunto confundido el lobo.
—Es una amiga.
—Discord… —La alicornio volteo a ver a Tuper. —Discúlpeme, señor por interrumpir su plática, pero necesito hablar de algo urgente con él ¿Me lo permite?
—Vaya, chica, me hablas como si yo fuera el alfa o el beta. —Exclamo Tuper con una sonrisa. —Claro, llévatelo, luego hablare con él.
…
…
— ¿¡Eso dijo?!
—Eso dijo.
El draconequus le pego con un casco a la tierra, dejándolo marcado.
—¡Por Celestia! —Maldijo— Ya recordé porque me sacaban tanto de quicio los lobos. Siempre con su "moralidad a lo alto" para mantener las apariencias y mantener su supuesta "armonía"
— ¿Qué vamos a hacer? —Pregunto Twilight angustiada, ya que no le veia ninguna salida clara lo que le habia pedido Quebec, sentía que el corazón se le iba a salir por la boca.
Discord suspiro.
— ¿Ya viste alguno de los dos?
—Solo a Grey Light, pero antes de que me dijera eso Quebec. —Twilight cerró los ojos ¿Con que cara le diría al unicornio que ella habia creado a la Reina Oscura y que además era la responsable de la muerte de su familia?
— ¿Y qué hay de Siahm?
—No he tenido oportunidad, pensaba ir con el después de ver a Light, pero preferí hablar primero contigo.
—Bien. —El draconequus asintió. — ¿Te dijo que habia que decirles forzosamente?
—Solo si ellos querían venir con nosotros.
El espíritu del caos volvió a asentir. La situación pintaba mal, pero no tan mal como pensaba que estaría.
— ¿Cuándo nos iremos?
—Iremos a la ciudad capital, nos darán provisiones y nos podremos ir. —Respondió la alicornio. —Discord…
—Siahm no me preocupa en lo más mínimo la verdad. —Mascullo con cierto desprecio el draconequus, no habia perdonado al hibrido por la trampa que les habia tendido y que los habia hecho terminar en la cueva de Sharp. —Aunque puede que se enfurezca cuando sepa quiénes somos.
—Si es que quiere venir. Pero Discord… Sabes muy bien que necesitamos a Grey Light… Y si el viene con nosotros… Le tendremos que decir…
— ¿Y?
— ¿Y? —Pregunto sin creerse lo que preguntaba su amigo— El perdió a su familia por mi culpa…
— ¿Su familia? —Levanto una ceja, impresionado. — ¿Desde hace cuánto que sabes tanto de él?
Twilight miro el suelo, se acaba de acordad que el unicornio le habia confiado esa información solamente a ella y ahora tendría que decírselo a Discord. Ya no le quedaba ninguna opción.
—Su familia murió en un ataque de la Reina a su pueblo. —Cerró los ojos. —Por mi culpa.
Se quedaron en silencio. Discord se acercó a ella.
—Oh mi querida Twilight. —La abrazo. —No fuiste tú, fue la Reina.
— ¿Y eso que más da? Yo la creé, es como si yo en persona lo hubiese hecho.
—Twi… —La llamo el draconequus, haciendo que ella volteara. —Te tienes que dejar de culpar por lo que ella hizo. Fuiste responsable, sí, pero no de lo que ella hizo. Tu misma lo dijiste en más de una ocasión, compartían un cuerpo, pero no una mente. La Reina, no eras tú.
—Ella era todo lo malo de mi misma. —Sacudió la cabeza. —Era mi peor parte. Y como una idiota, la deje salir.
—Oh Twilight, creo que aún no te queda claro.
— ¿Quedarme claro qué?
—Ningún poni, lobo, dragón, ciervo o cebra puede ser completamente bueno o completamente malo. Todos tenemos luz al igual que oscuridad. —Hizo una pausa. —Sí, cometiste un error, las consecuencias las pagaste y casi moriste en el intento. Lo que ella hizo, no es una consecuencia tuya, es una consecuencia de la Reina.
—Pensé que este viaje me ayudaría a despejar mi cabeza, a sentirme mejor... Pero parece que el destino está empeñado en reprocharme lo que hice a donde sea que vaya.
—El destino no existe. Tan solo las casualidades.
Se volvieron a quedar callados.
—Nos metimos en un problemón ¿No crees? —Pregunto después de unos minutos la poni color lavanda al draconequus que rio entre llantos.
—Soy experto en meterme en problemas, así que no se me hace tan caótico.
—Eso es fácil de decir para ti. —Mascullo Twilight.
—Cuando uno ha sido el dios y señor del caos y la discordia por tantos años, créeme que tengo suficiente experiencia para decir eso.
— ¿Y qué vamos hacer? ¿Decirles la verdad?
—Me temo que si no lo hacemos nosotros, Quebec en persona se los dirá.
—Ni siquiera somos de aquí ¿Por qué nos hace eso?
—Tradición, demostrar quién manda y no perder el respeto de las demás manadas. —Respondió de forma inmediata Discord. —Básicamente por eso.
— ¿Entonces?
—Supongo que tendremos que ceder…
—No creo poder decirles sin lastimarlos. —A la mente de la alicornio llego la imagen de Grey Light apuntándola con una de sus hachas hechas de magia, colérico y gritándole. Sacudió la cabeza para sacarse esas ideas de la cabeza, aunque sabía que era una posibilidad bastante probable.
— ¿Tienes alguna otra idea?
—No la verdad es que no. —Suspiro.
—Mira Twilight… Aún tenemos unos días para idear algo. —La tranquilizo el draconequus. —Hay que calmarlos y pensarlo muy bien. No es alfo que se pude a tomar a la ligera.
—Eso es obvio.
—Pero no lo digo solo por la situación que tengan ellos con la Reina. Si no también por los lobos. Son muy buenos pero también son una especie con la que no se puede bromear.