Cuando Un Ángel Pierde Sus Alas
Chapter 1: Cuando un ángel pierde sus alas
Hola, bueno me presento como Colhyrian Heart, una nueva autora de fanfiction, pues no tengo nada que decir mas que este sera mi primer trabajo para esta pagina, y antes de que me acusen de nada, el autor original me autorizo para esto, después de todo, fue el mismo quien dio esta historia en adopción, bueno, antes de empezar, quiero comentar algo, yo por mi parte tengo muchas ideas propias, pero luego de leer el Tree-shot original de Nigthmare Shadow, quede enamorada de esta historia, es tan sombría...decadente pero hermosa de una manera retorcida, y cuando lei la parte final que decía que estaba disponible para cualquiera que se animara a continuarla, inmediatamente hice el pedido, me alegra que Shadow me haya dado esa oportunidad siendo yo en mis propias palabras, una "Novata". Pero basta que nos vamos por las ramas, sin mas que decir el cap 1 de este fic, nada fue cambiado, solo corregí algunas cosas pero el argumento es el mismo sigue intacto.
Advertencia de contenido: Menciones de intento de suicidio, intentos de suicidio, menciones de pedofilia y abuso infantil, escenas sexualmente sugestivas pero no explicitas.
Twiligth resoplo su cabello con nostalgia y los lóbulos de sus orejas se enrojecieron en el fresco de la noche. Las calles estaban casi desoladas, su única compañía es el viento que silbaba a través de las hojas de los árboles. Los jardines estaban cubiertos de rocío y el estado de ánimo era calmado y blanco en el cielo, una inmensidad celeste observando pasivamente a ella.
Pensó las olas que deben estar azotando contra la costa de las playas de River Lake. Recordaba haber estudiado que esa agua negra era sanguinaria. Tuvo la visión de todas las personas que desaparecieron allí abajo, sus manos huesudas todavía suplicantes a ser arrastradas de nuevo hasta el aire después de que ya se habían ahogado.
Tal vez todos ellos jamás pensaron ser atrapados hacia abajo en un ojo en alguna parte en el lago.
Quizás ese lago tenía un voraz apetito .
De esa manera, se acordó de el puente Golden Gate, un milagro que sólo había visto en fotos. La grandeza de la terminación de su vida no había sido más que una ilusión. La verdad era que los que saltaron de el Golden Gate siempre en sus últimos segundos desearon no caer , porque una vez que lleguen al agua, sus huesos se romperían y la fuerza sería como una rama en un tornado. Finalmente sabrían cómo un pececito se sentía cuando estaba siendo arrojado al inodoro. ¡Qué sensación.
Estar viva y ahora que tiene tiempo para reflexionar sobre esto, ella podría decir ahora que las aguas de River Lake no han sido generosas tampoco. Evaluó su más reciente fantasía suicidio: desaparecer en aquella negrura con Fluttershy y su coche. De alguna manera, ella siempre imaginó que estaría sentada plácidamente en el asiento del conductor, viendo la salida del agua por encima de sus ventanas y la fuga de aire a través de los bordes de las puertas del coche. Los ojos ciegos de su acompañante se abrirían y su boca sin sentimientos se romperían en una sonrisa suave. Al estar tan orgullosa de ella. Ahora podrían descansar en paz, Twiligth.
Eso no fue más que un cuento de hadas.
Fluttershy había dicho que sus propias fantasías habían sido tontas, exageradamente idealizadas y sentimentales . Ella imagino, como es que Fluttershy trato de matarse cuando se conocieron, que su muerte iba a encajar como el zapato de cristal de Cenicienta.
Había logrado sostenerla al borde del puente.
Aunque las aguas estaban hambrientas, su amor por la vida estaba extinguido hace ya mucho tiempo, y su corazón negro como la tinta, todavía se negó a dar la espalda. Ella la que tal vez no la conocía, pero lo que sea que le pasaba no merecía la pena de su muerte y ella no lo estaba haciendo para conseguir algo.
-Voy a tirarme antes de que tu lo hagas-, le dijo.
Por supuesto que todo había sido una mentira. Su vida no dependía de si ella terminaba o no con la suya, pero en ese momento, estaba tan desesperada y sola que creería todo.
Fue entonces, engañada para pensar que ella podía soportar ser responsable de otra vida perdida, en ese instante se quebro. Se sentó en el borde de el puente, mirando una fotografía en su mano, que mostraba a tal vez una Fluttershy de 7 años sonriendo con un niño parecido a ella frente a una chimenea. Ella le dijo que no quería que se suicidara a causa de ella. Ella ya había tomado una vida.
-Me estás obligando a vivir!- Fluttershy le gritó.
En la calle, sin aliento en un pequeño callejón, terminó en frente a una pared de ladrillo y una pequeña montaña de basura. Ella la encontró allí, de pie contra la pared, con los ojos en el suelo y una franja de su pelo liso y rosado sobre su rostro. Llevaba el mismo suéter largo de todos los días y que se negaba a cambiar. Cuando llegaba el momento de limpiarlo le advertiría a Twiligth que no mirara porque ella tendría que quitárselo y estaría en su ropa interior. No te hagas ideas divertidas. Maldita.
Ella nunca prestó atención a los nombres. Eso es todo lo que eran. Si la hacía sentir mejor el degradarla, entonces estaba bien para ella. Si te hace sentir mejor, Fluttershy.
-¿Qué haces aquí?- ella arrastraba las palabras. Aún así, ella no levantó la cabeza. Maldita.
Tenía las manos en los bolsillos, una distancia prudente lejos de ella por si acaso ella se asustaba. Fluttershy podría ser la criatura más volátil en sus peores tiempos. Sólo esperaba que ese dolor de los recuerdos se dispersara tan rápidamente como llegaban en la noche.
-Fluttershy, sabes que es peligroso salir por la noche. Debes volver a casa.-
Tenía que elegir cuidadosamente sus palabras. Si no decía las frases correctas, si no eran del tamaño adecuado, Fluttershy podría llegar a estar muy enojada.
Ella era como un sonámbulo. Twiligth nunca pudo despertarla de estos estados de ánimo, o de obligarla a enfrentar la realidad. No había otra realidad cuando ella estaba así.
-¿Qué casa?- ella se burló.
-Nuestra casa-. respondio en voz baja.
-No tengo una.-
-Sí lo haces. Tu vives conmigo.-
-Yo no vivo contigo. Tu quieres atraparme allí. Para que me puedas hacer cosas malas a mí.-
-Yo nunca te haría nada malo a ti, Fluttershy. Lo sabes.-
-Mi casa se quemó. Se quemo hasta los cimientos, yo la queme. Eso ... el fuego se lo comió todo como leña! Eso es lo que era esa casa. Un gran haz de leña.- Ella escupió en el suelo, como si se tratara de los restos de su casa odiada.-¡Que se vayan.-
-No, nuestra casa sigue en pie. Esperando para que volcamos a casa.-
Nosotras, Juntas.
Twiligth se estremeció por dentro. Estaba nerviosa cuanto a trataba de recuperar de nuevo a la Fluttershy normal de uno de sus estados emocionales.
-Nosotros?- Escupió. Sus ojos estaban fijos en ella. Vio como sus ojos brillaban con una rabia de una manera que sólo los ojos de Fluttershy podían.
-Papá, no hay nosotros. Nunca hubo,si alguna vez lo hubo dejo de haberlo luego de que mataste a mi hermano, Tu propio hijo!-
Fluttershy no veía a Twiligth.
Luchó consigo misma, con todas las frases de su mente posiblemente podría formular, y por todo lo que se le ocurrió, una pequeña palabra. Dentro de ellas sería suficiente para ofenderle e insinuar cosas que no quería decir, y hacer que Fluttershy se vuelva a encoger aún más en su oscuridad.
Estaba segura de que si se acercaba a ella, ella sin duda entraría en un estado de de cólera.
Ella podría incluso tratar de matar a su padre por segunda vez.
¿Cómo podía ella sonar como un hombre que nunca conoció? Twiligth se mordió el labio.
Dulces suplicas no servirían. Ese monstruo que se hacia llamar "Padre" las empleó una y otra vez. No hay palabras de reprimenda, o rabia o rencor. Esas eran demasiadas .El padre de Fluttershy, la bestia que asesino a su propio hijo y abuso sexualmente de su hija por años. Era a el a quien Twiligth estaba personificando involuntariamente
Tendría que utilizar un nuevo enfoque.
Y así, Twiligth la dejó allí.
Alrededor de las tres de la mañana ella empezó a escuchar la música suave de su timbre. Ella saltó de la cama con sus pies entumecidos y caminó con cautela hacia la puerta, tratando de canalizar su inmenso alivio y no parecer demasiado ansiosa por responder a su llamada.
Fluttershy odiaba las miradas de preocupación en los rostros de las personas. Le recordaban a su madre, esa perra inútil que nunca hizo nada, se negó a reconocer que su hijo fue asesinado y que su propia hija estaba siendo violada por su propio marido.
Maldita.
El rostro de Fluttershy estaba desarreglado por las lágrimas. Su flequillo pegado a su frente como la hierba aplastada. No iba a mirarla. No lo necesitaba, su estupidez es simpatía.
Twiligth dio un paso a un lado y la dejó pasar. De pie entre la mayoría en una multitud de mujeres, la mayoría de las cuales clamaban que se celebraría y se agradecería un abrazo en los momentos de angustia, Fluttershy no quería ser tocada. Ella nunca quiso sentir los dedos de nadie sobre su piel de nuevo.
Asegurándose de mantener una distancias segura, Twiligth se acercó a ella con una taza de chocolate caliente. Se preguntó por un segundo si realmente le iba a acusar de hacer algo.
Pero ninguna acusación vino. Ella agarró la copa en los dedos blanquecinos por el frío, y temblaba ligeramente ya que el calor era transferido a sus brazos. Soltó suspiros irregulares en la superficie de la tasa. El chocolate con leche onduló ligeramente y los malvaviscos se balanceaba alrededor de este como boyas en el mar.
Twiligth quería alcanzarle una manta, pero que no sabía cómo se sentiría acerca de ser envuelta alrededor de un trapo que olía del todo como otra persona.
Una pena que tenía que considerar las cosas como éstas.
Ah, al infierno con esto. Tenía frío.-Voy a traerte una manta.- Twiligth regresó con uno de sus más viejos edredones, una reliquia que había sobrevivido a la lavadora homicida, los derrames de innumerables Pepsi y, más recientemente, la salsa de tomate de sus hotdogs de microondas nocturnos.
Fluttershy no le reconoció y la verdad es que ella nunca había esperado una respuesta.
Lo desdobló y la puso sobre los hombros y la dejó caer sobre la parte superior de la camilla. Se veía como un superhéroe inclinado sobre una taza de chocolate caliente después de un día particularmente difícil en el trabajo. Ella estuvo tentada a reírse, pero se las arregló para recordarse a sí misma con quien estaba tratando.
-Gracias-, Fluttershy murmuró.
¿Soy Twiligth ahora? Quería preguntar. ¿O sólo soy tu padre en sus mejores días?
El descubrimiento de que los familiares de Fluttershy estaban viviendo cómodamente a través de él era un hecho cotidiano. Ella revoloteó entre este mundo y el otro, y Twiligth sólo sabia exactamente quién era él cuando dijo las palabras equivocadas.
Sin embargo, ella estaba haciendo progresos. Ella no iba a pasar todo el tiempo detrás de la puerta de su dormitorio infantil con sus brazos enrollados apretadamente alrededor de sus piernas cerradas y temiendo el momento en que papá iba a forzarse en ella.
Ella era la chica de 21 años de edad, la Fluttershy de el desayuno, la Fluttershy que respondía soberbiamente cuando simplemente le preguntaban si le gustaban sus huevos revueltos o de otra manera. Pero hace poco ella volvió a ser la niña de 7 años de edad, Fluttershy. La de 7 años de edad, que la acuso a ella de querer darle una paliza a abusar de ella solo por haberla tomado de los hombros para ayudarla. Ella los describía como asesinos.
Estas acusaciones podrían crear gran repulsión en Twiligth. Quien en su capacidad humana de la moral y la razón podría someter a un niño a estos comportamientos sórdidos, las cosas que había visto sólo alguna vez en sus investigaciones para el colegio, era impensable. Ella pensó-, ¿y si me hubiera pasado lo mismo a mi? Temblaba y apartando esos pensamientos de su mente.
Tampoco podía cegarse a el hecho de que había logrado un ligero progreso desde el primer momento en que Fluttershy entraba en uno de sus ataques.
Ella había hecho progresos.
-Fluttershy .. ¿Te importa si me siento aquí?- Twiligth señaló a su propio sofá, en el que sin duda tenía derecho a sentarse. Pero en cualquier situación, los sentimientos de Fluttershy estaban primero.
-No seas tan idiota-, ella frunció el ceño, su estado de ánimo, incluso arruinado por estúpida pregunta de Twiligth. Pero por dentro estaba un poco movida por su cortesía, cómo consideradamente pidió su permiso.
Twiligth se sentó. No encendió el televisor, algo que Fluttershy tranquilamente aprecio.
En su lugar, se quedó mirando a cualquier lugar en el cual pudiera enfocar su mente por unos instantes.
Fluttershy miró también, ningún lugar en particular, simplemente permitiendo que la calidez la envolviera y la traiga de vuelta de la oscuridad que tenía en su cabeza nadando en círculos como un pez en un tazón. Ella no tenía intención de tratar Twiligth esta manera todo el tiempo. Pero ella no podía detener estos episodios nerviosos donde sus recuerdos la ponían en Shock.
Iban y venían cuando querían, independientemente de cómo se sentía acerca de ellos. Era sólo cuestión de consecuencia que Twiligth tenia que sufrirlos a su vez.
Fue la carga que tenía que soportar a cambio de salvar su vida. Twiligth podía tratar; ella ya había llevado a cargas más pesadas.
A Fluttershy también puedo cuidarla. Al menos eso era lo que le estaba diciendo a sí misma en este momento.
Fluttershy finalmente se volteó a mirarla, y en sus ojos pudo ver un poco por sorpresa. Su mandíbula debilitada, su pelo enmarañado y en todas partes, incluso en los ojos. A ella no parecía importarle. Sus ojos estaban definitivamente muertos.
-Qué sucede contigo?- , preguntó.
Twiligth luchó por una respuesta. ¿Qué le pasaba? Cómo Fluttershy podría hacer esta pregunta, sin tener primero en cuenta que su propio estado estaba más allá de ella.
Momentos pasan, hasta que Twiligth se decidió finalmente por dejar la pregunta sin respuesta. Si ella quería decir que ella todavía no entendía por qué la estaba ayudando, no hay mucho que justifique como se siente en estos momentos Estaba cansada de todo el temor y la preocupación por la que paso cuando Fluttershy decidió desaparecer.
Suspiró y bostezó en su mano.
-¿Quieres que encienda el televisor para ti? Me voy a la cama .. Si eso está bien.-
-No.- Fluttershy dijo de manera cortante. -Quiero que te sientes aquí y hables conmigo.-
-Es muy tarde.-
-Dijiste que estarías aquí para mí.-
-Estoy aquí, Fluttershy. Siempre estoy aquí.-
Ella no parecía muy convencida.
En los últimos tiempos, Fluttershy parecía confiar Twiligth hasta el punto de incluso dormir en la misma cama con ella. Aunque, había un gran espacio entre ellas. Ella, al menos, había logrado conquistar su miedo a la proximidad de otro ser humano mientras dormía. Por supuesto, después de un episodio como el de hace unas horas, sería más prudente dormir en espacios separados esta noche.
Tal vez tendría que permanecer despierta durante la noche. Por lo menos hasta que ella tuviera suficiente sueño, que por entonces con mucho gusto ella le daría la cama y se quedaría a dormir en el sofá. Era la manera que tenía que ser de las primeras semanas después de que ella la trajo a casa.
Volver de nuevo a la vieja rutina no le molestaba a Twiligth.
Fluttershy se puso de pie y dejó la taza sobre la mesa y se envolvió las sábanas a su alrededor. Suspirando, Twiligth se dirigió a su dormitorio y quitó toda la ropa tirada en la cama, junto con el control remoto del televisor que había perdido durante la reparación de la casa, combatiendo los pensamientos ominosos, esperando ansiosamente su regreso. La manta caía hasta el suelo como una cortina.
Los dedos de Fluttershy se abrían camino hasta sus pechos, haciendo ondas en la camisa y tirando hacia arriba justo a donde estaría expuesto su ombligo. Se quedó sin aliento.
Ni siquiera había oído Fluttershy se le acercara por detrás.
Ella pasó sus dedos hacia abajo de nuevo. Uno descansaba sobre su estómago mientras que el dedo de la otra mano se deslizó en el dobladillo de sus pantalones vaqueros, dando un ligero tirón subversivo.
-Qué estás haciendo?- sonaba sin aliento, como si acababa de volver de una carrera alrededor de la cuadra. Su voz se sentía pequeña e intrascendente. Ni siquiera estaba segura de si Fluttershy la oyó.
Ella se dio la vuelta y agarró sus antebrazos para conseguir que se detuviera. Ella trajo a sus labios secos hasta los suyos, y apretó su cuerpo contra el suyo.
Ella odiaba; odiaba la sensación de Fluttershy. Ella era suave y, a para su disgusto, no del todo indeseable.
Este solo hecho lo asustó tanto que ella se apartó y se pavoneaba delante de ella, con el brazo a sus labios y sus ojos muy abiertos. Se detuvo antes de que pudiera salir.
-¿Por qué haces esto? Tu me llamaste maldita, y luego ..-
Los sonidos de los coches que pasaban zumbaban por la ventana, y un escalofrío particular, voló a trabes de Twiligth. O tal vez sólo era ella.
-Yo no te he llamado un maldita-, admitió. -Eso no era para ti .. A Él lo llame maldito.-
Ella se dio la vuelta. -Pensé que estabas aterrorizada de esto. Éste es su peor temor.-
Fluttershy tenía que ser una persona diferente ahora. Ella lo sabía. Ella tenía sus momentos en los que se comportaba como su yo niña, y ella era todo temor y miedo. Luego tenia su otra yo, que con cautela llamaría "la Fluttershy de todos los días" . Ella era pesimista, mordaz, y fría. Pero, ¿quién era esta? Por otra parte, tal vez era simplemente un mecanismo de defensa que entraba en juego cada vez que los otros estados emocionales no lograron sus necesidades? ¿Fue esta Fluttershy la manifestación de su mente, la parte de ella que realmente le hubiera gustado esos abusos al final?.
La lujuria no era una cosa difícil de comunicar. Estaba claramente allí. Mirando hacia atrás en ella como una súcubus de mármol con el rostro.
Se acercó sin temor, ahuecando su mejilla en la mano.
Cuando Fluttershy lo besó por segunda vez, ella no se apartó. Ella simplemente lo permitió. Mientras Fluttershy cerró los ojos, Twiligth mantuvo su ojos abiertos, con la mirada fija en sus pestañas, la forma elegante que miraban de cerca, y sus ojos verde-agua casi todo el tiempo carentes de emoción. Su cara estaba pálida. Ella era a la vez bella y lo fea, si eso fuera posible. Era un matrimonio de opuestos. En otro universo, ella sería una Diosa. Había de mostrar sus piernas y todos estarían a sus pies. Ella no tendría miedo de nadie. Mucho menos a otro ser humano.
Esas cosas impredecibles, las punzadas de la lujuria, se desplegaron en ella. Cuando regresó el beso lentamente comenzó a olvidar quién era, quién era ella. El mundo había dejado de girar y todo se hizo todavía. Todo lo que se movía era de ellas, con las manos sobre la piel, el cabello y tela. Ella no sabía lo que estaba haciendo, pero de nuevo, tampoco lo sabia Fluttershy.
Se dejó caer en la cama. Ella se subió encima de Twiligth, apretándola con eficacia hacia abajo. Ella echó la cabeza hacia atrás y el cabello reaccionó como si soplara el viento. No podía creer lo que veía.
Fluttershy sabia exactamente cómo le gustaba a Twiligth. Contundente y sin arrepentimientos, mordió y se aferro a la almohada y la sostuvo como para salvar su vida.
Exactamente quién estaba proyectando este amor lleno en él sólo podía adivinar, lo que le dio un escalofrío, pero sin embargo, lo que quería Fluttershy, lo conseguía.
Si te hace sentir mejor.
Abusa de mí.
Los minutos se volvieron ambiguos. La luz tomó su dulce, dulce tiempo, avanzando como un torrente de emoción. Era fácil engañarce a sí misma para creer de que esto era un sueño, y ella esperaba desesperadamente que esto no fuera mas que un mal sueño.
Fluttershy no podía actuar de esta manera. Ella simplemente no podía.
Esto era algo enmascarado, algo que había encontrado su camino a la superficie contra toda razón y la decencia común. Pero ¿cómo iba a juzgar? Se había perdido a sí misma en su propia locura una vez. Hizo cosas que nunca pensó que haría. Era un lugar aterrador y emocionante a explorar.
Tal vez había hecho más progresos de lo que esperaba.
El maldito tal vez recorría a través de sus pensamientos, lo poco que de ellos le era entretenido, como el ácido. Se hizo eco. No podía pensar en ninguna respuesta.
El cielo estaba abierto y tranquilo, de un ligero color grisáceo. Los árboles eran figuras negras, las ventanas de las casas como ojos vacíos, y sus residentes ratones al dormir.
Desnuda, todavía cálida bajo la colcha, Fluttershy miró a lo lejos. Ella estaba a espaldas de Twiligth. Sólo sus hombros suaves y la parte baja de la espalda eran visibles. Ella estaba hueca. Le encantaba la ausencia sin quejarse en sí misma. Una paz malvada se había arrastrado hasta sus extremidades y mantenido su marco normalmente nervioso de comportarse a raya. Ella sabía que su yo niña se horrorizaría, y tal vez la aparición de Papa se rompería en una sonrisa pálida. Sus dientes serían de marfil-blanco puro después de haberse quemado en aquel incendio, estaba muerto.
Ella no lo odiaba tanto cuando pensaba en él de esa manera.
Un hombre muerto no puede reírse.
Twiligth era una mujer que la iluminó, y las mantenían económicamente estables con sus dones de escritura, ella se volteo a Fluttershy a paso los dedos por su cabello.
¿Seguiría tan receptiva como ayer?
De repente se enfadó y golpeó con fuerza su mano como un insecto. Hiriendo la mano de Twiligth, esta se retractó de nuevo a su pecho. Quería decir algo, pero no lo hizo.
No sabía quién era en ese momento particular.
Y ahora que lo pensaba, probablemente sería mejor si mantenía las preguntas a sí misma.
Bueno, me tomare mi tiempo para subir los nuevos caps, los primeros tres se mantendrán fieles al fic original, espero dar la talla para tan compleja obra como es esta, y sin mas que decir, muchas gracias, me alegraría escuchar sus comentarios en la casilla de reviews, muchas gracias por su atencion