El robo del sol, (o hasta encontrar un mejor titulo)
Chapter 24: Preparación
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Appleajck había regresado de su paseo con Little Creek, ya estaba bastante intrigada con respecto a las costumbres de los ponys de esa parte del mundo, por otro lado había hecho buenos negocios con muchos de ellos,
En su carreta ya no había manzanas y en su alforja tenía ya muchas monedas, entre bits y monedas de oro de forma rectangular que los ponys de Vanhelsing llamaban Corolas, muchas de las cuales le llegaron obra de su sidra y sus pays de manzana
La llegar a su casa encontró a Celestia recostada en la sala con dos bolsas de hielo sobre su lomo y otra más en su cabeza
-mal día Princesa –dijo Applejack, recibiendo un bufido de respuesta –al menos ya termino el trabajo de hoy
-¿hoy? –exclamo de sorpresa la princesa, pero al respuesta de Applejack quedo en el olvido cuando Disir entro de golpe
-yegua, te quiero afuera en diez minutos –Después de unos diez minutos ambas salieron de la casa llegando al pie de una colina donde una gran piedra esperaba
-supongo que espera que corra algunas alrededor de la colina ¿no? Exclamo
-yo creo que no –dijo Appleajck a su lado, por cierto, termino el campo norte, felicidades, aunque se tardó un poco
-dime una cosa Applejack –respondió Celestia – ¿usted y su familia hace eso todos los días?
-no todos –dijo ella –a veces son más duros, tenemos que cultivar los campos al sur, otras recoger solo las manzanas rojas, dejando las verdes, otras veces hay plaga, eso es aparte de arar, limpiar los establos y demás, así que cosechar el campo es para nosotros un día sin nada que hacer
-¿eh? –Sorprendida exclamo –pero como lo hacen sin agotarse –Applejack estaba por decir algo cuando un estruendo les llamo la atención, frente de ellas un enorme poste de madera se alzó – ¿y eso que es?
-gracias chicos –dijo Disir a dos ponys tierra que levantaron el poste de más de veinte metros –bien Yegua, prepárate que ahora mismo venimos con la primera prueba de tu entrenamiento
-me llamo Celestia
-para mí solo eres una yegua, así que acostúmbrate
-¿y para que se supone que es este poste? –Disir no respondió, solo alzo la pesuña y las tres vieron una flecha asurcar el cielo clavándose en la cima del poste –wow
-¿y que se supone que pasara ahora?
-buena pregunta Señorita yegua –con su magia Disir rápidamente ato una soga la rededor del torso de la princesa Celestia atándole las alas –ahora quiero que me traigas la flecha
-bien –Celestia se puso en posición para escalar cuando de la nada Disir le coloco dos hachas con una soga atada en sus empuñaduras, que la hicieron caer pesadamente –eso no es justo
-¡silencio! –grito asustando un poco a Applejack –estas estas hachas son el valor y la voluntad, debes usarlas mientras lo haces –le puso cada hacha en la cintura –ahora ve y tráeme mi flecha
-pero eso es imposible –dijo Celestia, acto seguido, Disir tomo las pesadas hachas y sin ningún miramiento subió el poste sin dificultad, tomo la flecha con su pesuña y bajo en espiral para caer en una maro meta –pero…..pero…pero…
-ahora –volvió a alzar su pesuña y una segunda flecha curco el cielo clavándose en el poste –y bien, estoy esperando
-adelante princesa, estoy segura que usted puede –Appleajck le dio ánimos –tal vez resulte difícil, pero usted es la princesa de Equestria –Celestia tomo las tomo y subió al poste, subió un metro antes de caer de sentón –inténtelo otra vez
-adelante princesa de Equestria, aquí podemos estar toda la noche –al decir eso tomo un libro que tenía en una alforja –este libro lo pedí a la biblioteca de Ponyville, y me parece muy interesante –y mientras Celestia trataba inútilmente de subir Disir ojeaba el libro, finalmente ella termino el libro, miro de reojo y vio lo que más esperaba, Celestia estaba exhausta respirando entrecortadamente y la flecha aún continuaba en su sitio –bien yagua, ya es de noche, descansa, mañana intentaremos algo más leve para empezar –suspiro pesadamente retirándose
-no –Disir se volteo al escuchar esa palabra de Celestia que se volvía a levantar, aun cansada, tomo las dos armas y volvió a subir ante la mirada de la guardiana –esto no es solo por Thorongil, es para demostrarme a mí misma que puedo, puedo hacerlo, sé que puedo
-parece ser que después de todo esta yegua tiene algo de valor –pronuncio viendo como Celestia subía con dificultad cada metro del poste – ¡vamos, solo te falta un poco más yegua!
-ya casi….lo tengo –se decía Celestia casi alcanzado la flecha, estiro su pesuña con dificultad dándose cuenta que el esfuerzo de los pasados intentos ya le cobraban factura –-ya casi…. –perdió el agarre y empezó a caer al piso sin poder sacar sus alas
-buen intento yegua –dijo Disir cuando Celestia cayó como costal de papas en el piso –pero mañana podremos continuar, no quiero que te lastimes más de lo que estas –Celestia se levantó dificultosamente con golpes magullones y algunas heridas que sangraban, pero escupió frente a Disir la flecha que había logrado tomar con sus dientes en un último estirón de su cabeza –me sorprendes
-creo que esta prueba termino –exclamo la princesa del sol confiada y mirando con orgullo a Disir, como burlándose de ella –y tal parece que al fin lo logre
-¿y que lograste?
-la prueba, la pase, aunque fue difícil
-¿cuál prueba? –Respondió dejando a Celestia con duda – esta no era una prueba de entrenamiento, solo quería ver que tan perseverante eres yegua
-que soy Celestia
-para mí solo eres una yegua, ahora vete que debes de estar cansada, y creo que cierta pony rosa te espera para una fiesta –Celestia se dio la vuelta y dio unos pasos –por cierto –la princesa se dio la vuelta –existían dos formas de lograrlo, ambas igualmente validas
-¿dos? –pegunto Celestia, Disir tomo la flecha y con su magia la volvió a poner en el poste, acto seguido tomo las dos hachas y con fuerza golpeo el tronco derribando el poste, una vez abajo solo fue a donde estaba la flecha y la tomo arrojándose a una impactada Celestia
-te dije que usaras las hachas para bajar la flecha, nunca te dije como –Celestia miro anonadada y casi sin habla, Disir por otro lado parecía algo risueña por la cosa –eres de las muchas que me demuestran que pueden superar las cosas con su fuerza de voluntad, pero están enfrascadas en ver una cosa que pierden por completo la perspectiva
-pero…pero….pero tu subiste por la flecha
-obvio, no iba tirar un poste de madera de más de veinte metros que tanto esfuerzo me costó poner –se dio la vuelta para irse dejando a Celestia aun procesando todo, al final ella grito llena de frustración
-¡hhhhaaaaaaggggg!