Posiciones

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La noche había caído ya por la ciudad, y por toda la ciudad se respiraba la calma que la princesa Luna llevaba con su presencia, pero la princesa estaba más nerviosa que de costumbre, tanto ella como Nightmare Moon hacían guardia, sin poder dejar la curiosidad sobre cierta habitación del castillo

-La maleta en la cama preparando tu viaje, un billete de ida y, en el alma, coraje –dijo Candace a medida que entraba a la habitación donde Shining Armor ya tenía media maleta llena –En tu cara de niño se adivina el enfado. Por más que te enojas quiero estar a tu lado –

-Candace no hagamos esto más difícil, por favor –no se atrevió a voltear a ver su esposa que aun permanecía con las lágrimas secas

-Y pensar que me dejas por un desengaño, por una aventura que ya he olvidado –se acercó un poco titubeando al tocarlo en le espalda con su casco –No quieres mirarme, No quieres hablar, Tu orgullo está herido, Te quieres marchar

-Candace, déjame ir, esto es muy difícil no solo para ti –exclamo cerrando la maleta y respirando pesadamente

-Deja todo en la cama y háblame sin rencor. Si yo te hice daño, te pido perdón –dijo sentándose y golpeando el colchón insinuándole a Shining que se sentara – Si te he traicionado, no fue de verdad. El amor siempre queda y el momento se va –pero este no dijo nada más y tomando al maleta se dio la vuelta y salió por la puerta, más al querer cerrarla tras de sí se tambaleo al escuchar que Candace volvía a llorar

-perdóname mi amor

En otro lado del palacio la princesa Twilight veía las estrellas con algo de nostalgia y reflexiva, no podía ocultar la tristeza en sus ojos aunque lo intentara

-una moneda por tus pensamientos –dijo una voz sorprendido a Twilight la cual giro su cabeza para ver a Aragorn que caminando se sentó a su lado arrojadole una moneda de oro –una moneda…

-¿qué quieres decir?

-es un viejo dicho de los lobos, significa que tus pensamientos son como las monedas –dijo dándole un pequeño pañuelo –así que dime, ¿tan mal te sientes con esto de Candace y Shining Armor? –ella asintió –es mejor que lo cuentes, las penas cargadas por dos pesan menos

-bien –suspiro – ¿qué hago? No puedo creer que Candace le hiciera eso a mi hermano ¿acaso no pensó en las consecuencias? Ella fue mi niñera cuando era potrilla, y después de su boda estaba más que feliz, pero ahora….

-pero las dudas ¿a quién ayudar, a Candace, o a tu hermano? ¿Me equivoco? –Ella afirmo con su cara –imagino que por eso estas tan extraña con Candace –ella alzo al mirada –a mí no engañas, lo veo en tus expresiones, en tus ojos, aunque la apoyas con la situación de su embarazo, también es verdad que estas enojada con ella por eso mismo, por engañar a tu hermano, por lastimarlo, por romper la confianza que tenías en ella

-así es, me cuesta mucho –se apretó el pecho con tristeza – ¿qué hago? Siento que si tomo un lado u otro estaría traicionándolos –Aragorn la miro por unos instantes – ¿Qué me sugieres?

-¿Por qué piensas que yo podría decirte que hacer? Esto es algo que solo tú puedes saber –dijo abrazándola con ternura –Candace es como mi hija, eres su hermana más que otra cosa, y aunque me alegraría mucho que estuvieras con ella, algo me dice que no puedes,

-¿Qué hago?

-díselo

-¿eh?

-ve y díselo, mejor una verdad que lastime el corazón que una mentira que sosiegue el alma –le expreso con serenidad mientras miraba las estrellas –sabes, aun no me acostumbro a dormir en una cama por más de un día o dos al mes, sobre todo una cama tan…como decirlo

-¿cómoda?

-si

-¿y viene aquí a…?

-A dormir Twilight –dijo con sosiego –simplemente a dormir Twilight, Celestia sabe que aún no me acostumbro a esta nueva vida, y aunque parezca extraño, extraño dormir ante un techo de hojas y estrellas –suspiro levantándose –es mejor que me retire, aun me preocupo por las demás

-aun no entiendo mucho del mundo de dónde vienes

-solo debes saber que tú nunca tendrás que ver con el jamás –se encamino hacia la entrada –pero por ahora tengo que ver cómo resolver un asunto relacionado con mi pasado –paso de largo a tres guardias que lo saludaron –buenas noches Chrysalis y compañía

-¿que? –los guardias se transformaron sorprendidos mirando se mutuamente, era Chrysalis y dos guardias Changeling

-¿Cómo diantres lo hace? –se dijo la reina Changeling viéndolo pasar de largo –no importa por ahora, oh, princesa Twilight ¿cómo está usted dulce señorita? –La princesa tomo pose defensiva –no te espantes solo son mis guardias, ya revise la receta que nos dio tu príncipe y si funciona, así que ya no tengo necesidad de pelear

-agradece que tengo un asunto más importante que atender como para discutir contigo –con ello se marchó volando hacia las torres del castillo

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Shining ya se había marchado a quien sabe dónde y Candace aún permanecía sentada en la cama mirando hacia la nada en la mesa de noche ahora estaba la sortija de matrimonio alguna vez perteneciente a su esposo

-Shining perdóname –una lagrima resbalo por su cabizbajo rostros cayendo sobe una foto que sostenía con sus cascos, una foto de su boda donde ambos se veían felices, tana tenta estaba que no noto a Twilight que entro con lentitud por la puerta

-Candace ¿se puede? –La aludida se dio cuenta de la presencia de su hermana en ley y dejando la foto a un lado asintió –necesito hablar contigo un momento

-claro Twilight –le respondió –dime

-veras Candace…es algo que debo decirte –miro de reojo la foto manchada y por un momento dudo, se conmociono –perdóname Candace

-Twilight…

-Candace, tengo que decírtelo ahora o no podremos continuar –Candace permaneció estática –estoy terrible decepcionada por lo que le hiciste a mi hermano, y siento que lo traicionaste –Candace sintió su alma partirse, sin embargo Twilight al cubrió con su ala reconfortándola – yo aún te veo como la mejor niñera y la mejor amiga, pero no me pidas que todo sea como siempre, aun me faltara mucho para poder superar eso Candace, a mí y a ti

-mi niña… –Candace la abrazo con ternura mirando –perdóname, te defraude –las permanecieron abrazadas sin más hasta que Twilight se separo

-ya, ya, ya, dejemos las lágrimas, que Pinkie quiere hacerte un baby shower –las dos sonrieron mientras Twilight tomaba la foto –todavía recuerdo ese día, fue la mejor boda….bueno…después de todo es asunto de la invasión

-si Twilight, que aventura tuve ese día –contuvo el aliento –pero ahora, Shining armor me odia, me odia

-no lo creo, para mí que el solo está dolido y necesitas pensar –Chrysalis entro por la puerta sin que ninguna se diera cuenta, asustándolas –pero aun te ama, solo debe volver a sentir ese amor en su interior

-¿Qué buscas?

-solo entre por que había una escena de amor de la que no pude resistirme –dijo la reina mientras se sentaba aun lado –y como dije, el solo necesita volver a sentir la chispa del amor, créeme, yo sé de amor y romances que de eso me alimento

-tal vez tengas razón Chrysalis…no puedo creer que diría eso, pero ahora tenemos algo más que hacer –las dos la vieron intrigada –evita que Pinkie pie y mi tías no tiren la casa por la ventana –se rieron a mas no poder,

-también hay que planear como tú –dijo Chrysalis entre risas –reconquistaras a Shining armor –lo digo en serio, lo que debes hacer es hacerle ver que aún lo amas, tiene que atormentarlo para que deseo con psicosis volver contigo las tres asintieron mientras reían imaginando las formas en que hacerlo, muchas de las cuales resultaron ingeniosas

-bueno –dijo Twilight –tengo que hablar con mi hermano, el me necesita –se encamino hacia la puerta con lentitud pero antes de salir dijo –Candace…aunque las cosas cambien entere nosotras, aun eres mi niñera favorita –al salir no se percató de una sombra que se había quedado escuchando con una sonrisa

-veo que te gusta espirar a tu sobrina, eh Celestia

-no me culpes Aragorn, esto también es nuestra culpa,

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-ven hijo –dijo Twilight Velvet al ver como su hijo regresaba a su casa con la maleta –no tienes que decir nada, ven mi niño –al mismo tiempo Night Light revisaba tristemente el acuse de admisión que había elaborado por si la princesa Celestia no aceptaba la demanda de divorcio de su Shining armor

-dime ¿Qué paso entre ustedes? –Muy a su pesar el pony solo se sentó con aun más tristeza mientras dejaba que su madre lo consolara –yo veía su futuro con nuestros nietos, no esperaba que esto pasara a los tres años

-que quieres que te diga papá, yo no esperaba que esto pasara, yo, yo, yo no debí…..no se ni que debí evitar, no importa ya, mañana partire a...a quien sabe donde, solo quiero dejar atrás todo este dolor

-ya no te culpes mi niño, ya verás que todo se resolverá –dijo su madre dejando que Shining se recargara en su pecho –todo debió ser una confusión, un malentendido, un terrible malentendido

-no lo es –le respondió Shining armor aun abrazado a su madre –ella misma nos lo confeso ¿Qué paso? ¿Qué fue lo que hice mal? –el toqui do de la puerta no permitió que alguno de los dos contestara, Night Light abrió la puerta encontrando en la entrada su hija

-¿puedo pasar?

-no tienes que preguntar, entra, esta es tu casa –le contesto, la entrar Twilight lo primero que hiso fue correr a su hermano uniéndose la abrazo, Shining le contesto igualmente abrazándola –hija dime que todo esto es solo un terrible malentendido

-siento decírtelo papá, pero no es así –las pocas esperanzas de su ambos padres se quebraron con aun más tristeza

-entonces hijo, perderás todo lo que has logrado, solo para salvarla de la deshonra que ha cometido –Shining asintió dejando extrañada a Twilight –déjame adivinar hija, no leíste la demanda –ella negó –en ella Shining solicito de divorcio culpándose de adulterio con la reina de los Changelings,

-hermano ¿por qué? –dijo ella preocupada mirando repentinamente a su hermano mayor mejor amigo por siempre –pero es o no es verdad, Chrysalis nos dijo que no….

-por eso la busque primero –respondió –y por ello la traje, si yo acuso a Candace de adulterio, el imperio de cristal le exigirá que abdique al trono, pero ella se ha esforzado demasiando como para permitir que todo eso se caiga

-pero a ti te obligaran a dejar tu puesto como capitán de la guardia –respondió ella viendo como una ligera lagrima caía sobre su mejilla –hermano, debe haber otra manera, una en la que no tengas que perder todo por lo que luchaste desde que entraste en la academia

-no, no lo hay