La voz del destino
Chapter 65
Previous Chapter Next ChapterUn recuerdo de Faramir
Una semana había pasado desde el regreso de la princesa Celestia, y entre los festejos que suscitaron incluyendo una nueva boda improvisada, debido a que no estaba unidos bajo la ley equestriana, pero por fortuna para ambos, Pinkie y Twilight fueron rápidas y antes de un día ya tenían listo todo
A pesar de la celebración la posterior luna de miel que por desgracia solo duro un día, debido a que Celestia debía de ponerse al día y enseñarle a Aragorn como administrar un reino
-no puedo creer que este yo haciendo esto –dijo Aragorn al frente de una multitud de ponys que lo aclamaban, a su lado esta Celestia se reía ligeramente y frente a ambos había un listón rojo
-vamos, es algo que tenemos que hacer para interactuar con los ciudadanos –entre los dos tomaron una enormes tijeras rojas – ¡ciudadanos de Equestria es con gran placer y orgullo que inauguramos este nuevo hospital en canterlot! –cortaron el listón con rapidez y los gritos de júbilo no se hicieron esperar mientras entraban en las instalaciones
-vamos, tengo aun algo de nervios, no puedo creer que dejara que Serena se quedara con… ¿Cómo las llamaste?
-las guardianas de la armonía, Aragorn, confió en ellas como no tienes idea, además Candace y Twilight se fueron con ellas
-aun así no me siento seguro en dejar sola a las demás –Celestia lo tranquilizo cubriéndolo con su ala –solo que aún no me acostumbro a estar en este sitio, pero voy progresando
-siempre y cuando no trates de matar a los guardias reales
-no me culpes, después de ver como luchaban, ellos necesitan aprender mucho, al igual que tu –mirando de reojo a Celestia –no me interesa lo que digas tu o ese unicornio, debes seguir practicando, quieras o no
-es que….no veo por qué…Aragorn yo no quiero pensar en lo que paso, algunas veces puedo todavía escuchar los sonido de la batalla…aun no puedo
-por eso despiertas siempre a media noche –al escuchar eso Celestia se sorprendió abriendo los ojos
-lo sabes
-claro –respondió –eso mismo me pasó a mí la primera vez que mate a alguien, pase muchas noches en vela mirando a la nada –exclamo sin miramientos , tanto que los guardias que los escoltaban escucharon
-¿y cómo lo superaste? –pregunto sin impórtale que las miradas de sus guardias estaba centradas en ella
-dándome cuenta que si no lo hacia ellos me matarían sin compasión, pero aun así recuerdo bien cada una de ellas –se detuvo un momento mirando por unos momento un escaparte –ven Celestia, mira dentro –ella así lo hiso –la primera vez fue un lobo, él y su grupo habían entrado a saquear un poblado costero, y estaba por matar a una potrilla y a su mamá
-ósea que tu…
-así es, entre y mate al lobo antes que le hiciera daño a la familia, por desgracia, las dos pony estaban todavía más espantadas por mí que por otro lobo que había entrado con hacha en mano –se alejó mirando a la distancia seguido los demás –cuando termino en vez que agradecimiento, el pueblo trato de matarme
-eso no lo sabia
-pero la verdad no me importo, siempre me he preguntado por que salve a esos ponys, si sabía que iba a pasar, pero termino con la misma repuesta –Celestia lo mirto intrigada esperando su respuesta, pero Aragorn sonrió maliciosamente –sabes que….te la diré cuando te vea entrenar con el resto de la guardia mañana
-pero… –quiso dar alguna explicación pero Aragorn con su tono de voz y su mirada serena la hiso ver que hablaba en serio –oh, está bien, pero por favor no seas muy brusco
-pero si en la noche me pedias justo lo contrario –dijo con picardía a la vez que la princesa se ponía roja de vergüenza –además todavía me debes de enseñar a usar magia,
-está bien –dijo ella entrando al palacio solo para sorprenderse al ver a Candace e pie ante la escalera –Candace ¿pensé que tú y Shining Armor ya había regresado al imperio de Cristal? –pero Candace no le presto caso mientras murmuraba, finalmente Celestia la toco levemente asustándola
-oh tía, nunca hagas eso de nuevo
-Candace ¿qué paso? Yo ya te veía en camino al imperio de cristal-pero Candace bajo la cabeza tristemente – ¿Qué te pasa mi niña?
-tía Celestia, tío Aragorn – exclamo con nerviosismo –podríamos hablar en privado
-ven –sin decir una sola palabra los tres caminaron hacia la sala del trono –guardias por favor déjennos solos –los guardias salieron con raides cerrando la puerta detrás de sí, apenas el golpe del cerrojo sonó Candace se tiro al piso triste y sollozando – ¡Candace, mi niña ¿qué te pasa?!
-¿Qué te hiso ese maldito unicornio? –Aragorn y Celestia trataron de levantarla, pero Candace no se dejó ayudar –ese miserable pony va a saber de mí – quiso salir, más primero ayudo a Candace a secarse las lágrimas y reconfortarla –mi niña ¿qué te hiso? Dímelo para que sepa por qué lo mato
- Shining no me hiso nada –dijo entre sollozos – ¡fui yo!... yo hice algo terrible, algo horrible
-¿que fue? –Candace estaba por contestarle a su tía cuando la puerta se abrió y entro Twilight con sublime emoción y sin ningún miramiento corrió a abrazar a Candace con emoción –Twilight ¿Por qué ese exabrupto?
-felicidades Candace –grito con emoción –no lo puedo creer, oh pero que estoy diciendo, de seguro planeabas decirle primero a mi hermano, pero no pude resistirme, no te preocupes que no le diré nada, pinkie promesa
-Twilight podrías explicarnos que pasa, por favor –dijo Aragorn ya más confundido viendo a Candace que a duras penas contenía las lágrimas y no dejaban de abrazar con fuerza a Twilight de tal manera que no dejaba que la viera a los ojos
-oh twilight, Twilight nunca dejes de quererme por favor –finalmente Candace se calmó y soltó a Twilight que se puso a un lado de su mentora –tía, yo…estoy embarazada
-¡¿Qué?! –dijo el matrimonio anonadado, mientras Candace asentía, Twilight por otro lado la volvió a abrazar con euforia
-estoy segura que Shining Armor estará de lo más feliz, tal y como lo estoy yo –salto alrededor de todos con alegría desenfrenada –oh Candace, nunca debiste irte sin decirle eso a mi hermano
-princesa… –dijo una voz deteniendo en seco, los cuatro voltearon para ver a Shining Armor en le lumbral de la puerta, acompañado por las demás-…solo venía a…
-debimos pedir que nadie nos molestara –exclamó Celestia serena,
-hermano, lo escuchaste todo ¿verdad? –Dijo Twilight serena e inocente disculpándose con Candace –perdóname Candace, de seguro tu tenías deseo de decírselo en un momento ya elaborado… ¿Qué pasa?
-Candace ¿es verdad lo que escuche? No solo aquí, sino los rumores que se dan en el palacio –dijo Shining Armor aun impactado –oh mi amor por que no me lo dijiste, voy a ser padre
-si hermano, tendré una sobrinita, tendré una sobrinita –dijo Twilight con emoción, pero Celestia y Aragorn vieron el semblante de Candace, y antes que alguien dijera algo Candace se arrojó al piso llorando
- Shining, mi amor, perdóname
-porque, por ir por la princesa Celestia en ese estado, mi amor lo único que importa es que tú ahora estas aquí y seremos una gran familia –pero Candace negó, y al mismo tiempo Aragorn se puso en medio de los dos mientras Celestia impactada se cubría la boca con temor –pero…
-el hijo que esperas…. –exclamo por fin Aragorn acercándose a ella con lentitud y casi cubriéndola de Shining Armor –es de Faramir ¿verdad? –ella asintió con dolor y temor viendo como Shining Armor, y Twilight retrocedían impactados y sin palabras
-Fue una noche de copas, una noche loca, Bese otros labios, olvide tu boca, Manche tu imagen, me perdí yo sola, Y esa es la historia –Candace observo los rostros de todos los presentes, la sorpresa y el dolor en la mirada de su esposo no decía ni una palabra, pero sus ojos hablaban por el
-¿cómo paso? –exclamó Celestia arropando a Twilight que empezó a hiperventilar, Después de decirle lo ocurrido en aquel mundo por culpa de una noche de copas, Candace miro al piso completamente devastada, avergonzada, sintiéndose la peor poni en el mundo, su esposo Shining Armor se mantenía callado sin poder decir palabra alguna, su esposa lo había traicionado con un Alicornio que apenas conoció, su confianza en su esposa se habían perdido sintiendo que se derrumbaba el mundo a su alrededor.
-Shining por favor dime algo –rogo la Alicornio en un mar de lágrimas –Grítame, insúltame dime que soy de lo peor, adelante lo merezco, pero por favor no me odies –casi suplico Candace aun tirada
-No sé qué decir... yo... confiaba en ti y ahora... ya no se –sin poder expresar más que dolor y el deseo de contener las gotas de agua que salían de su vista
-Lo siento... de verdad lo siento... –respondió la Alicornio intentando abrazar a su esposo pero este solo la rechazo –Shining por favor no me... no me rechaces... hare lo que sea... lo que tu quieras... yo te amo... no me dejes por favor...
-Yo... necesito pensarlo... –dijo alejándose de ahí dejando a su esposa en una profunda tristeza –el capitán de la guardia se alejó lo más que pudo por el palacio, salió de la estructura antes de desatar su furia contra uno de los muros del castillo, varios guardias lo miraron con cierto temor, el unicornio solo se alejo ordenándoles a los guardias que limpiaran eso entes de irse, po4r otro lado Candace estaba devastada, tanto que la princesa Celestia ordeno que le dieran un calmante y la llevaran a su habitación
-¿cómo es posible…?–exclamo por fin Twilight después de hacer su ejercicio de respiración – ¿Cómo pudo pasar?...tengo...tengo que ir con mi hermano –quiso salir corriendo pero Celestia la detuvo con su magia –princesa déjeme ir
-Twilight, escúchame un momento –dijo Aragorn caminado a su lado –por ahora lo que Shining Armor necesita es estar solo con sus pensamientos –la pony comprendió a la vez que era cubierta por las alas de Celestia –Celestia, ve con Twilight y despierta a las demás, yo iré a ver a alguien –las dos asintieron viendo como Aragorn se marchaba volando por uno de los balcones
-Twilight ¿Cómo supiste que Candace estaba embarazada? –Dijo Celestia intrigada al ver a su alumna ya más calmada –por favor
-lo escuche de las mucamas, ellas escontraron una prueba de embarazo debajo de la cama, pensaron que estaba ahí desde antes de que usted se fuera –al escuchar eso Celestia miro a la puerta del castillo, sabiendo que esto pronto se sabría del embarazo de Candace
Por otro lado Shining Armor ya estaba cambiando por una de las plazas de la ciudad, casi como un zombie sin mirar a los otros ponys que pasaban, muchos de ellos con sus parejas, y otros jugando con sus potrillos, no lo tolero más y tomando una roca con su magia la arrojo al lago haciendo ondas
-como…como pudo hacerlo –se sentó en una de las bancas con tristeza mirando al infinito sin prestar atención a nada – ¿por qué….por qué? Yo la ame… ¿que hice mal?
-no hiciste nada malo unicornio –dijo una voz que reconoció al instante – ¿podemos hablar? –junto a la banca había un pony encapuchado
-¡tu! –Grito en repuesta a la vez que golpeaba al pony que no se protegió del pesuñazo – ¡tú maldito, déjame tranquilo! –todos se detuvieron en seco al ver la capitán dela guardia golpear al pony que no era otro que el príncipe Aragorn – ¡te maldigo, a ti, y tu amigo! –Trato de volverlo a golpear, pero Aragorn lo detuvo sometiéndolo con una llave – ¡suéltame, suéltame, he dicho que me sueltes!
-¡no hasta que te calmes unicornio! –dos guardias llegaron a socorrer a su príncipe y encerrar a Shining Armor, pero Aragorn con un movimiento de su pesuña les pidió que se retiraran, finalmente Shining se cansó de forcejear –escúchame Shining Armor, voy a soltarte y cuando lo haga quiero hablar contigo, entendido
-Si –Aragorn lo soltó y este se levantó con lentitud frente al ahora monarca – ¿Qué se le ofrece majestad?
-primero, no vengo como príncipe, rey, o como quiera llamarme –dijo con tranquilidad –segundo, guardias por favor retírense, esto es algo personal y no son necesarios, gracias –dijo a los dos ponys de la guardia que estaban ahí que se inclinaron y se marcharon –y tercera, Candace no es culpable, al igual que Faramir, ninguno supo que paso
-lo que me dices es que fue un desliz –respondió –un error, es lo que paso, y aun así no puedo pensar en otra cosa que no sea que ella me traiciono ¿Cómo esperas que deje eso pasar? ¿Qué harías si fuera Celestia la que te traicionara?
-la dejaría irse, no negare que ella es mi alegría, la razón por la que sonrió en mucho tiempo, pero quien soy yo para retenerla como si fuera una prisión – se sentó en la banca y Aragorn se sentó a su lado –Shining, cuando las conocí me hablaban de Equestria, Candace me contaba de ti, de tu hermana, y del hermosos reino en que ahora camino, yo pensé que este lugar era una fantasía, una ilusión que usaron para escapar de la cruel realidad que era nuestra vida
-¿y? –Dijo indiferente –eso en que cambia las cosas
-ella siempre hablo de ti como el pony más amable, noble y valiente, siempre se sentía orgullosa de que tú te fijaras en ella –la sonrisa de Shining se dibujó imperceptible –y yo te veía como un producto de su imaginación, una sombra…pensé en el fondo de mi alma que tú eras en realidad un pony que había abusado de ella, y para escapar de ese trauma te había idealizado – Shining alzo la mirada
-¿por qué pensaste eso? Yo daría mi vida por ella, pero ella….
-en parte fui yo quien incito a Faramir a amarla –los ojos de Shining se fijaron con penetrantes sobre Aragorn –pero ella lo rechazo con delicadeza y Faramir lo respeto, lo que paso, no puede cambiar…pero te puedo asegurar que si Faramir estuviera con nosotros, él se haría cargo de Candace y de su hijo, pero ella no podría amarlo como te ama a ti
-gracias Aragorn, pero tengo cosas en que pensar, hay alguien que quiero ver antes de tomar mi decisión –respondió el unicornio mientras se levantaba para irse
-solo piensa en que harás, por que no dudes que protegeré a Candace así como protejo a mi esposa – Shining lo escucho mientras se alejaba con paso pausado del parque dejando a Aragorn solo con sus pensamientos y viendo al cielo cuyo sol desendia por el horizonte –feliz noche Faramir, que los muertos descansen esta noche