El pasado y...¿Twilight?

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-vamos, tenemos mucho por comprar –los dos se encaminaron la mercado –no te separes mucho,

-y dime, siempre es así Aragorn –comenzó una conversación a lo que Faramir solo alzo la ceja –ya sabes, seco, y….

-se a lo que te refieres, desde que lo conozco ha actuado de esa forma –se detuvo junto a un comercio de verduras – pero no lo puedes culpar, con una vida como la nuestra que puedes esperar, no hay muchas alegrías

-no pienso que sea justo, ustedes…digo, nosotros tenemos tanto derecho de ser felices como todo mundo

-díselo a quien decidió como íbamos a nacer –se detuvo a mirar algunos libros de magia, comprando algunos –además él se vio obligado a crecer muy rápido,

-eso puedo notarlo, pero ¿si tú me contaste que nosotros somos odiados por todos, Cómo es que…?

-te refieres al lobo –ella asintió –la verdad Hielo Negro no siempre fue nuestro amigo, y de hecho aún no lo es, nos llama amigos, pero él sabe que si en algún momento le estorbamos se hará contra nosotros

-pero cómo es posible ¿acaso el no conoce la lealtad?

-el conoce la lealtad, pero como debiste darte cuenta Hielo Negro es un pirata y contrabandista, como muchos en el mar – respondió mirando al muelle donde muchos barcos ya se lanzaban a la mar –oh sublime voluntad que pueda domar a tantos hijos sin patria

-¿entonces por qué nos ayudó?

-de seguro Aragorn le habrá dado algo a cambio del viaje, como lo hiso con el posadero –giro su cabeza – y creo saber que fue –la princesa miro en la misma dirección, no muy lejos tres lobos intercambiaban su collar de oro con un mercader que les dio seis barriles y tres costales

-no puedo creer que se atreviera –pero Faramir solo le toco el hombro

-si n o lo hubiera hecho, Hielo Negro de seguro nos echaba del barco, odio decírtelo pero las orillas de ese rio son peligrosas, y con tu ala no hubieras podido volar

-tal vez tengas razón

- Aragorn tiene un pasado, uno del que no sé nada –recibió algunas legumbres –y creo que lo prefiero así,

-pero ¿y tú, cómo se conocieron? Porque creo que estuvieran juntos toda la vida –la grifo mantenía una mirada de miedo y desconfianza sobre Faramir, mas este solo recogió la comida, e indicándola a Celestia una banca

-eso es algo que no me gusta recordar, pero te lo diré una vez y solo una vez –ella asintió – mi familia se vio obligada a exiliarse en los bosque de la montaña nublada, vivimos ahí bastante bien, salvo por el hecho de que, ahí casi todos los días eran fríos, mi padre una vez le pidió a mi madre que regresara al pueblo, ya ella estaba resintiendo el clima con violentas gripes que le daban

- Faramir…si quieres no me lo cuentes –pero el Alicornio solo miro al atardecer – Faramir….

-un día mi padre se fue a buscar algunas bayas silvestres, pero de regreso una manticora lo alcanzo picar, mi madre trato de levantarse para ir al pueblo en busca del antídoto, pero no pudo la tos se lo impidió

-¿Faramir….?

-fui la pueblo, donde me sacaron arrojándome de todo, la regresar encontré a mis padres muertos en la cama, abrazados –sus ojos derramaron una ligera lagrima –ahí mismo incendie la casa, sin darme cuenta los guardias habían llegado, los enfrente pero fui superado, hasta que Aragorn apareció sacándome de ahí,

-perdóname por hacerte recordar eso –dijo apenada y con una ligera lagrima en sus ojos, la cual se limpió con delicadeza –hace mucho tiempo sufrí algo así cuando mi hermana… y aunque ella dice que me ha perdonado, yo…disculpa pero no quiero hablar de ello

-no te preocupes, ahora vamos de regreso –se levantó –además eso me hiso darme cuenta de una cosa, Aragorn es capaz de dar su vida por cualquiera de nosotros –Celestia se mantuvo a un lado sin saber que pensar, sin embargo noto algo entre la multitud, por un momento vio a Twilight caminar a lo lejos y entrar en un extraño callejón, sin penarlo siquiera y con una sonrisa ilusionada salió corriendo – ¡Celestia ¿qué haces? espera! –pero ella no lo escucho

-¿Twilight? –entro al callejos, ahí se dio cuenta que era en realidad una tienda muy extraña ya que había todo tipo de cosas apiladas –hola ¿alguien atiende? – entro sin preguntar en la trastienda donde dos ponys estaba de pie a un lado de una mesa, uno la veía con una sonrisa y el otro con odio, lo que hiso retroceder a Celestia

-perdóneme maestro, no pude evitar que me siguiera –dijo el pony violeta inclinándose al anciano, para después encara a Celestia –ahora váyase de este establecimiento decente, los de su clase no son bienvenidos aquí

-Dusk Shine ¿Qué no te he enseñado nada? –intrigado miro como otro Alicornio entraba igualmente

-Celestia no deberías irte corriendo así como así –al ver al anciano se detuvo con indiferencia –vaya que coincidencia, y justo estaba hablado atrás con una joven cebracornio* –el pony se inquietó más aun

-si te atreviste a….

-muchacho calmado, mejor ve a buscar a mi nieta, de seguro se distrajo de nuevo con los mercaderes de medina – el joven unicornio tomo una escoba listo a golpear a los dos para sacarlos –déjalos aquí, por algo vino ella, señorita, le pido que si desea respuestas, le pido que su amigo, por el pago no se preocupe, esta consulta se la daré gratis, Dusk ve

-pero maestro, no me confió de ellos –dijo sin quitarles los ojos a Celestia y Faramir, pero con un ademan, le volvió al pedir que se marchara, lo que hiso a regañadientes, aun desconfiando, se detuvo a un lado de Celestia –si le haces algo, pagaras cara tu osadía

-mejor vámonos –Celestia se mantuvo en su lugar indeciso –tal vez no sepa nada y solo nos quiera estafar –sin embargo Celestia lo miro, y comprendiendo negó con la cabeza – ¿estas segura?

-por favor solo déjame hacer esto, lo que pase correrá por mi cuenta

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De nuevo les agradezco por leer este fic. Y espero no de seccionar a aquello que se confundieron con el resto del relato, este capítulo lo subo en compensación ya que no podre subir el 13vo capítulo de "el ultimo" hasta mañana o el viernes

*cebra +unicornio = Cebracornio

alguna otra aclaración por favor háganmela saber, y no duden en enviarme oc´s, pero solo uno por persona